LA CONEXIÓN SIONISTA DEL ATENTADO CONTRA "CHARLIE HEBDO"
Sólo
una versión de la historia de Charlie Hebdo salió en los medios de
comunicación: “extremistas musulmanes matan a dibujantes y a ciudadanos
judíos.” Una respuesta oficial, previamente orquestada (“je suis
Charlie”), siguió a la propaganda oficial. Los políticos, los grandes
medios de comunicación, la industria de la seguridad y los fabricantes
de armas de fuego se apresuraron a sacar provecho de lo sucedido. La
libertad de expresión en Francia, el supuesto objetivo de los
terroristas, fue aplastada por el gobierno francés. A pesar de que
millones de personas marcharon por “Charlie Hebdo”, millones más
sintieron que algo no funcionaba. 13 meses después de los
acontecimientos, la publicación del libro "No somos Charlie Hebdo" viene
a asestar un documentado mazazo a la insostenible versión oficial de
una operación de bandera falsa que buscó ser el 11-S francés.
Uno
de los aspectos menos conocidos y turbios de la falsa bandera
terrorista de París de enero del año pasado fue la aparición (entre los
bastidores del crimen) de una serie de personajes estrechamente
vinculados con el régimen sionista-judío y caracterizados defensores de
una “solución final” para los musulmanes, en particular los palestinos.
Si la pieza clave de Charlie Hebdo, el acto terrorista en sí y su
secuencia de hechos fue desmontada sin dificultad en todos sus puntos,
quedaba por aclarar el papel de otros actores decisivos en la farsa
homicida de París. A ello se han dedicado, muy especialmente, el sagaz
investigador francés Hicham Hamza, periodista independiente (de los de
verdad) que se ha involucrado a fondo en este caso, y también el editor
de Veteran’s Today, el norteamericano Kevin Barrett, en la misma línea
incisiva que su colega francés, a través de su libro No Somos Charlie
Hebdo.
La primera incongruencia o anomalía que detectó Hamza el
día del crimen fue la presencia, junto a la miembros del Gobierno
francés, de un individuo, Meyer Habib, fanático ultrasionista,
ferozmente anti-islámico, diputado de una formación minoritaria, UDI
(Unión de Demócratas e Independientes) y amigo íntimo del primer
ministro israelí, el carnicero de Gaza, Benjamin Netanyahu. Habib
estuvo, en el día del atentado, rodeado de guardaespaldas, del Prefecto
de la Policía de París y situado a poca distancia del Primer ministro,
Manuel Valls, caminando en dirección a la sede de la revista francesa.
La pregunta que surge de inmediato es: ¿qué hacía un conocido extremista
judío entre las autoridades del gobierno francés? Como bien dice Hamza
Habib no tenía relación conocida con el equipo de Charlie Hebdo, ni era
diputado de la circunscripción donde se produjo el mortal ataque, ni
tampoco compañero de partido de Valls. Es decir, se trataba de un
personaje que, aún siendo diputado en la Asamblea Nacional, era
totalmente ajeno a aquella comitiva gubernamental y no debería, en tales
circunstancias, haber tenido siquiera la condición de “invitado”.
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El supervisor del Mossad Meyer Habib, captado por las cámaras de BFM TV en el exterior de la redacción de "Charlie Hebdo". A la derecha le vemos de- trás del primer ministro francés, Manuel Valls |
Meyer
Habib, que goza de doble nacionalidad, francesa e israelí, pocas horas
después del atentado, cuando Francia estaba en shock por los asesinatos,
se atrevió a vincular la matanza de la revista satírica al voto de la
Asamblea Nacional francesa que había sido favorable al reconocimiento
del Estado palestino. Sin duda, se trataba de toda una declaración
provocadora (o letal) de intenciones que, incluso, ya había sido
refrendada meses antes por el genocida de Gaza, Netanyahu, al afirmar,
en el marco de las sangrientas operaciones militares israelíes contra
los palestinos de Gaza (ante la complicidad criminal total de los
“demócratas” mundiales), que si Francia no apoyaba al régimen de Tel
Aviv, habría atentados terroristas en su territorio. En noviembre
Netanyahu volvió a amenazar a la Asamblea Nacional francesa, que
preparaba una resolución a favor del Estado palestino.
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Meyer Habib a la vera del criminal Netanhayu en la sinagoga de la Vitoria, en París, tres días después de los atentados. |
El
papel influyente de Habib en los sucesos de Charlie Hebdo parece ir más
allá que el de un simple “acompañante” en la escena del crimen, de un
tipo que apareció por allí sin saber cómo…y rodeado de la oficialidad
francesa (un hecho ya de por sí completamente insólito), es decir, como
si de un alto cargo del gobierno francés se tratase. Tres días después
del atentado, Habib escribió en su página de Facebook que había estado
en contacto permanente con el premier del régimen de Tel Aviv “desde el
inicio de los acontecimientos”. Y tal vez, quien sabe, si incluso antes.
El ultrasionista Habib se prestó a ejercer como intérprete del discurso
de Netanyahu, su amigo íntimo, en la Sinagoga de la Victoria de París,
días después de los ataques de falsa bandera. Las sonrisas entre algunos
de los asistentes a la sinagoga eran bien perceptibles.
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El vehículo de los pistoleros, detenido sobre una marca negra en el pavimiento que funciona como una señalización de rodaje. Un indicio más de que todo fue una puesta en escena |
No
es, por tanto, ilógico pensar y afirmar que el tal Habib estuvo en
primera línea de los acontecimientos parisinos como un agente sionista
de Israel que fue a verificar el trabajo del Mossad, asegurando que
Valls seguía correctamente las directrices de Tel Aviv. La “longa manus”
del Estado terrorista de Israel, no es un secreto, está incrustada en
los más altos puestos del gobierno francés, incluidos sus últimos
presidentes (Sarkozy-Hollande).
Hicham Hamza, el brillante
periodista francés, y Kevin Barrett desenredaron hace unos meses otra de
las madejas, si cabe la más fundamental, de los bastidores del crimen.
Se trataba de una sospechosa clave en todo el entramado Hebdo: Jeannette
Bougrab, una militante sionista islamófoba, parapetada bajo un engañoso
laicismo radical, y falsa amante del editor de la revista Charlie
Hebdo, Stephan Charbonnier (conocido como Charb), asesinado junto al
resto de sus compañeros el día 7 de enero. Barret, citando a Hamza
sostiene que Bougrab aparentemente se apoderó de las llaves del
apartamento de Charb, el editor de Charlie Hebdo asesinado, la noche de
los ataques. Poco después, el apartamento fue saqueado. Más tarde,
Bougrab mintió y afirmó que nunca tuvo las llaves. Bougrab se disponía a
saquear el apartamento de Charb y borrar las pruebas incriminatorias,
justo cuando el investigador de la policía de Limoges (asignado al caso)
Helric Fredou se “suicidó”. Fredou estaba intentando obtener
información sobre los antecedentes de Bougrab y su relación con Charb.
Parte de esta información le había sido facilitada al comisario Fredou
“por la madre de Bougrab”, ….que repentinamente murió hace poco más de
seis meses, después de ser contactada por el periodista Hamza y negarse a
dar cualquier explicación. Así pues, se pregunta Barret, ¿Cuál es el
misterio? ¿Cuáles fueron las pruebas inculpatorias retiradas del
apartamento de Charb por Bougrab y sus cómplices? ¿Qué información fue
la que llevó a Fredou al suicidio y causó el posible asesinato de la
madre de Bougrab?
El
análisis de Barrett, sobre los datos de Hamza, le lleva a establecer
una interpretación resumida, clarividente, del entramado Hebdo:
Charb,
editor de la decadente y en bancarrota revista Charlie Hebdo, fue
abordado hace varios años por Bougrab, una conocida agente de la red
sionista de Sarkozy-Netanyahu. Bougrab hizo a Charb una oferta que éste
no pudo rechazar: Tú atacas al Islam y a los musulmanes de manera
extravagante, blasfema, pornográfica, y nosotros vamos a salvaguardarte
de tus problemas financieros.
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La presunta agente del Mossad Jeannette Bougrab, supuesta amante del editor de "Charlie Hebdo" Charbonnier |
Para
crear una tapadera a esta relación, Bougrab y sus jefes inventaron la
leyenda de una “relación íntima” entre Bougrab y Charb. Podrían reunirse
para realizar transferencias de dinero o, incluso, compartir una cuenta
bancaria conjunta, sin levantar las sospechas.
Y, de este modo,
fue como se utilizó la revista financieramente inviable de Charlie Hebdo
para la enorme operación de falsa bandera del pasado 7 de enero. Una
operación que condujo a la venta de cinco millones de copias que
devolvieron más dinero del que Bougrab había canalizado hacia Charlie
Hebdo en los últimos años.
Un hecho de vital importancia en todo
el soporte criminal de Charlie Hebdo es la presencia de una testigo
crucial, antes mencionada: Zohra Bougrab, la madre de Jeannette Bougrab.
¿Por qué? se preguntan Hamza-Barrett para, a continuación, señalar Por
la siguiente razón: Zohra fue, con su marido, Lackdar, la que testificó
ante el hombre que fue encontrado “suicidado” la noche del 7 al 8 de
enero en las dependencias policiales de Limoges, el Comisionado Adjunto
encargado de la investigación, el comisario Helric Fredou, que fue quien
interrogó a la familia Bougrab la noche del 7 de enero. Helric Fredou
fue encontrado con una bala en la cabeza esa misma noche mientras se
suponía que debía estar escribiendo su informe, poco después de hacer
una llamada telefónica urgente sobre las declaraciones de los Bougrab.
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¿Jugó Charb a aprendiz de brujo siendo al final solo un peón sacrificado por los que tiraban de los hilos de la trama? |
Helric
Fredou, en definitiva, estaba en el camino de descubrir (si no lo había
hecho ya) algo gordo que afectaba (o iba a afectar), probablemente, a
las mismas cloacas del Estado galo y, seguramente, más allá de sus
fronteras, investigando la ficticia “relación” Charb-Bougrab a altas
horas de la madrugada del 7 de enero, cuando de repente apareció
“suicidado” en su propia oficina. El “suicidio” del investigador
policial Fredou, inesperado, inexplicable, absurdo, a la luz de los
hechos relatados por Hamza y de las propias declaraciones de la madre de
Fredou, Chantal, sólo puede tener una explicación: que su muerte fue un
asesinato por encargo de las cloacas francesas para ser ejecutado de
forma inminente, antes de que el denunciante “se fuera de la lengua” y
publicitara el pastel descubierto de la farsa criminal-sionista.
Porque,
veamos … ¿cómo es posible que un investigador policial, asignado al
caso Charlie Hebdo, que estaba buscando, con especial interés, pistas
para esclarecer el crimen y habiendo encontrado un hilo conductor del
mismo, se suicidara y nos hayan contado, falazmente, que padecía
depresión, algo, por otra parte desmentido por su médico personal? Si
padecía depresión y lo sabían ¿cómo es que le pusieron al mando de las
investigaciones de un atentado de esa envergadura e impacto político?
¿Cómo es que estaba, entonces, en activo? ¿Y justo se quita la vida
cuando redactaba un informe comprometedor sobre el caso y había
realizado una llamada urgente pocos minutos antes? ¿Es creíble que no
hubiera absolutamente nadie en el despacho, o aledaños, de las oficinas
policiales de Limoges, donde se encontraba Fredou, y que no se escuchase
el disparo, argumentando que el despacho del comisario estaba muy
“insonorizado” (sic)? Evidentemente, se trataba de una fábula oficial
mal contada, de un fraude criminal que hacía aguas por todas partes,
como ha sucedido, por otra parte, con todas las falsas banderas.
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Ser héroes muertos en vez de tocapelotas habituales vivos: una pésima recompensa para el oficio de la sátira |
Wayne
Madsen (el ex de la NSA) tampoco tiene dudas y su dictamen es rotundo, a
este respecto: el comisario Fredou había descubierto pistas importantes
sobre los ataques terroristas que lo puso en desacuerdo con Cazeneuve,
el ministro del Interior francés. Fredou sospechaba del ministro desde
sus días de Comisionado de la policía de Cherburg, la ciudad de
Cazeneuve, donde éste había sido alcalde. Desde ese momento, Fredou
había descubierto, primero, la existencia de lazos de Cazeneuve con el
Mossad (la agencia de espionaje israelí) y, en segundo lugar, de la
relación de Cazeneuve con Bougrab y su camarilla sionista de
provocadores anti-musulmanes. La “culpabilidad”, por así decir, llegaría
hasta el mismísimo ministro sionista del Interior francés, responsable
directo, entre otras cosas, de que los resultados de la autopsia del
“suicidado” Fredou se denegaran a la familia del policía fallecido y de
que se procediera, más que sospechosamente, a la sustracción del
ordenador personal y un móvil “inteligente” del Comisario. Por no hablar
de que los familiares del policía francés “suicidado” no recibieron
ningún tipo de “condolencias” oficiales y el funeral del policía no tuvo
los acostumbrados honores de Estado para un funcionario del alto rango.
¿Huele o no a mierda?
Si
algo ha quedado en evidencia, por retomar lo apuntado anteriormente por
Barrett y el invesgador Hamza, es que Jeannette Bougrab era una agente
de la red de la delincuencia organizada de Sarkozy-Netanyahu, no era
realmente la novia de Charb, el asesinado editor de Charlie Hebdo, y que
todo había sido un montaje. El verdadero papel que había desempeñado la
agente Bougrab era canalizar dinero hacia la revista Charlie Hebdo, que
desde hace mucho se acercaba a la quiebra. A cambio del dinero para
mantener viva su revista, Charb, de este modo, acordó publicar una ola
de ataques agresivos contra el Islam (en una estrategia clásica de
tensión anti-islámica del Gladio-B). Y, para facilitar la transferencia
del dinero, Bougrab y Charb fingieron tener una relación romántica.
Patrick Pelloux, también citado por Hamza-Barrett, un amigo cercano de
Stephan Charbonnier, es uno de muchos que sostienen que la sionista
Bougrab miente cuando afirma que ella era la novia de Charb. Incluso
Pelloux fue aún más lejos diciendo que Bougrab obtuvo las llaves de la
casa de Charb con falsos pretextos, después del asesinato del editor de
la revista satírica, y limpió el apartamento. ¿De qué?. De pruebas que
implicaban a los verdaderos autores de la falsa bandera de Charlie
Hebdo, señala Barrett.
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Una dotación de policía custodiaba permanentemente la entrada de la revista. ¿Dónde estaba el día 7 de enero? |
No
hace falta, llegados a este punto, ser unos linces para saber que
“alguien” (ajeno a la revista francesa) conocía, de primerísima mano, el
día y hora exactos en que se reunía la plana mayor del consejo
editorial de Charlie Hebdo en su sede de París, es decir, el día del
atentado terrorista, ya que solamente los periodistas de la publicación
(y sus más allegados) sabían de ello, algo que, incluso, fue señalado
por algún medio francés (Le Figaro, si no me equivoco). Ese “alguien”
suministró la información sobre la reunión a los planificadores y
ejecutores del crimen, algo que no pudieron conocer, probablemente, los
chivos expiatorios musulmanes que fueron contratados para escenificar,
posteriormente, el timo terrorista “islámico”, a los que ejecutaron
(conforme al guión establecido) para borrar posibles pruebas
incriminatorias.
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Homenaje cínico cívico, emotivo y solemne, como manda un más que elaborado guión. Al fin y al cabo, solo era la ober- tura de los que se preparaba para el 13 de noviembre. |
¿Acaso
se levantarán los franceses y exigirán la verdad sobre lo que pasó con
Charlie Hebdo? Si lo hacen, la guillotina podría volver a ponerse de
moda, y entonces Jeannette Bougrab podría estar en serios problemas.
dice con ácida e implacable ironía Barrett, aunque tal cosa no va a
suceder jamás, a pesar de tan inocultables mentiras y la verdad, mal que
bien, se encarguen de sepultarla permanentemente. El norteamericano
cita una frase muy ilustrativa para definir todo el gran tinglado
criminal de Charlie Hebdo, remitiéndonos al filósofo Alain Soral para
quien la revista financieramente inviable Charlie Hebdo fue alimentada
con dinero “como un ganso con foie”, para luego ser sacrificada. Todo se
había preparado para el sacrificio del ganso, es decir, para la
operación de falsa bandera del 7 de enero de 2015.
Fuentes: http://www.panamza.com/charlies (WEB de Hicham Hamza), Kevin Barrett (Veteran’s Today) e HISPANTV
(Visto en
http://uraniaenberlin.com/)