Twitter ha suspendido la cuenta del conocido periodista y analista político
Hermann Tertsch.
Una decisión que ha sido la gota que colma el vaso de una cadena de
suspensiones y cierres de cuentas con una característica común:
sus usuarios comparten en su mayoría una posición ideológica que no se sitúa en la izquierda.
Se suele explicar estas cadenas de bloqueos por la existencia de
algoritmos bastante deficientes.
Y por la posibilidad de que los usuarios se denuncien mutuamente, sin
que exista un verdadero mecanismo de control que garantice la
ecuanimidad y la transparencia de estos procesos.
Sin embargo, muchos usuarios de esta red social empiezan a sospechar
que no es sólo el fallo de los algoritmos, ni los muy deficientes
procesos de denuncia e indagación, lo que está detrás de los cada vez
más recurrentes cierres de cuentas. La razón de esta sospecha está,
precisamente, en que, como en una manipulada versión Ley de Murphy,
la tostada siempre cae del lado de los usuarios que no son de izquierdas. Y lo cierto es que los indicios parecen corroborar esta percepción.
¿Es Twitter una red neutral? ¿O en realidad tiene un sesgo cada vez
más acusado hacia la izquierda? ¿En España, es una herramienta que está
favoreciendo determinadas posiciones políticas, incluso la ofensiva
contra la unidad de España? Estas y muchas otras cuestiones salen a
colación en esta entrevista. Y uno de los damnificados por la
arbitrariedad de Twitter, Hermann Tertsch, responde a todas ellas. Y
también a otras muy inquietantes. Léala porque no tiene desperdicio.
[Disidentia] ¿Qué es lo que ha pasado con tu cuenta en Twitter?
[Hermann Tertsch] Pues simplemente que la han
cerrado. Es la segunda vez que la cierran. Esta vez es por una semana,
la vez anterior creo que fue por un día, creo recordar. Y bueno, parece
que son más o menos los procedimientos habituales para cerrar las
cuentas definitivamente.
Yo creo que es, bueno, una operación de limpieza, que hay una, hay una mafia… Hay una mafia izquierdista dentro de
Twitter,
compuesta por el personal de la propia compañía y con la aprobación de
la dirección. Y en otras redes sociales también. Esas mafias exteriores
que aquí en España son, sobre todo, gente del entorno podemita. Los de
Podemos están intentando impedir que haya una versión real y que se diga
la verdad frente a todo el rodillo de mentiras y de agitación política
que ellos consideran favorable. Es una situación de golpe de Estado
efectivo en la que estamos en España, en el cual ellos jugaron un papel
muy importante.
[Disidentia]¿Podemos decir que Twitter España es en cierta
manera cómplice de la conspiración, por decirlo así, que están llevando a
cabo la izquierda y los separatistas?
[Hermann Tertsch] Hay una vocación de Twitter
claramente a la izquierda que ve con simpatía todos estos los
movimientos… y sin ningún distanciamiento y ninguna crítica. Y se
inclina a proteger y a alimentar los procesos de esa especie de lo que
no debemos llamar conspiración sino lo que es. Estamos viendo como los
enemigos del Estado, los que empezaron un golpe de estado están siendo
ayudados, apoyados y coordinados también desde España; o sea, desde el
Gobierno de España… desde la capital de España y desde el Gobierno.
En un año, con la ayuda de todos estos energúmenos y sinvergüenzas,
fanáticos y ladrones, mezclados todos, el separatismo catalán ha logrado
dar un golpe de estado. Gracias también a la miseria moral y política
de los anteriores gobernantes, y me refiero concretamente a
Mariano Rajoy y a
Soraya Sáenz de Santamaría, han
logrado con todos los medios a su disposición hacerse con el poder del
gobierno y con el poder de las instituciones y, por supuesto, no tienen
intención de abandonarlas.
[Disidentia] Entonces, si las redes sociales expulsan a las
voces disidentes que tienen una cierta repercusión, como es tu caso; si
los partidos políticos e, incluso, la mayoría de los medios
convencionales están en esta deriva, digamos, de totalitaria, ¿qué es lo
que puede hacer el ciudadano común?
[Hermann Tertsch] Defenderse como pueda, esperando realmente la reacción, que la está habiendo. Y que es por lo que
ellos
están también apurando, están insistiendo, tienen prisa, porque saben
que hay una reacción en marcha. No solo en España, pero también en
España hay una reacción nacional que puede dar al traste con sus planes,
y por eso están nerviosos.
En la época de Aznar hubo un momento en que se pensó que
se iba a dar la batalla cultural. Al final la batalla cultural no se dio
Por primera vez tienen una contestación real, porque la contestación
que han tenido en los pasados treinta y cinco años ha sido una
contestación dentro de los parámetros o de los escenarios creados por la
propia izquierda, incluso en la época de Aznar, donde también se
pusieron nerviosos, porque hubo un momento en que se pensó que se iba a
dar la batalla cultural. Al final la batalla cultural no se dio y
después llegaron las
bombas de Atocha que hicieron que descarrilara todo.
Yo creo que lo que hay que hacer primero es resistir, después
estar,
llamar al coraje. En esta situación dramática nos estamos jugando la
libertad y el bienestar de nuestros hijos, de nuestros nietos y
probablemente de un par de generaciones. Como les pasó a los venezolanos
en su día, como les pasó a los cubanos, que llevan ya tres, o cuatro
generaciones como están.
Nos estamos jugando mucho más que una legislatura, mucho más que dos
legislaturas y mucho más que subidas de impuestos. Nos estamos jugando
realmente la libertad y el bienestar para mucho, mucho tiempo. Y yo creo
que la gente debiera ser consciente de eso, la gente debiera alarmarse
lo suficiente como para saber que, si no asumen ahora algunos costos,
puede que tengan que asumir unos inmensos costos más adelante.
A mí muchas veces me dicen que no me vale la pena el asumir este tipo
sacrificios o, digamos, de pagos. Yo hubiera estado muchísimo más
cómodo sin significarme, como dicen las madres a los niños españoles,
¿no?: “No te signifiques hijo que si no te vas a meter en líos”. Pero
el siglo veinte nos ha dado muchas, muchas lecciones de que si no hay
quienes resistan en un primer momento para evitar que cuaje la tiranía,
la tiranía después tiene unos precios inmensos.
Y aquí por desgracia ya está muy avanzado todo, tenemos partes, regiones de España donde ya los españoles no tienen derechos,
ni tienen derecho a protestar contra la falta de derechos.
Como hemos visto en Cataluña, donde salen españoles a pedir su
educación en español y se les echa encima la canalla de los comandos de
la CDR. Y si (esos españoles) son más que los CDR pues llegan los mozos a
ayudar a los CDR para evitar la protesta de la gente decente que
defiende sus derechos.
Podemos tener muertos y podemos tener muertos pronto, podemos llegar a las manos muy pronto
Hemos avanzado, como digo, en una especie de golpe de estado
desigual. Territorialmente desigual porque depende de dónde se cede más,
dónde se ha cedido más y dónde hay más armas por parte de los enemigos
de España. La nación es la única garante de la libertad. Y dónde más
débil es la nación, menos libertad hay. Y cada vez hay menos libertad
ahí dónde la nación es especialmente débil, por eso el rearme de la
nación es absolutamente fundamental para que España recupere su libertad
y para que tengamos una mínima garantía de volver a un estado con
“checks and ballances”, con equilibrio de poderes.
¿Qué esta situación es peligrosa? Desde luego, es muy peligrosa.
Podemos tener muertos y podemos tener muertos pronto, podemos llegar a
las manos muy pronto. Pero eso no es lo peor, lo peor sería que todos se
entregaran realmente sin resistencia. En ese sentido, cuando dicen “la
crispación, la crispación…” La crispación es resistir ante el atropello.
Eso es lo que llaman crispación algunos.
Es decir, crispación es resistir y manifestarse a favor de la nación,
de la democracia, de la igualdad entre todos los españoles en
Barcelona. Llaman crispación a manifestarse por España y por la unidad
de España en Alsasua. Yo no lo llamo crispación, si se crispan será
porque no están acostumbrados a que haya manifestaciones en favor de la
unidad de España y de la libertad de todos los españoles en Alsasua.
Probablemente tengamos que acostumbrar a toda España a que los españoles
se pueden manifestar a favor de los derechos de todos los españoles,
entre otros el de hablar, estudiar y vivir en español en todos los
rincones de España ¿Eso crispa? Lo siento muchísimo. Si eso crispa es
que los crispados tienen un problema.
[Disidentia] ¿Cómo ves, por ejemplo, a los partidos políticos
que quedan y los que han surgido? ¿Crees que van a defender lo dices
que es necesario defender, la vindicación de la nación? ¿Cómo ves, por
ejemplo, a Ciudadanos? ¿Cómo ves, por ejemplo, al Partido Popular de
Pablo Casado? ¿Cómo ves el partido Vox de Santiago Abascal?
[Hermann Tertsch] Hay que ver también a los
culpables de lo que está pasando. Culpables son fundamentalmente el
Partido Popular y el Partido Socialista, los dos partidos que eran los
pilares del sistema, del proyecto Constitucional.
Después de la dictadura teníamos el deber de aprender la lección de la tragedia de la guerra, para que no volviera a pasar
El partido Socialista con Zapatero traicionó el proyecto
constitucional que está basado en la reconciliación nacional, en que la
guerra es culpa de todos, en que fue una tragedia nacional, no otra
cosa. Y que después de la dictadura teníamos el deber de aprender la
lección de aquella tragedia, para que no volviera a pasar dentro de una
democracia en la que se respetara la verdad. Las causas de aquella
tragedia están en la república, están en la historia general de España,
también en la historia previa, en el siglo diecinueve, pero
fundamentalmente, están en la radicalización de una serie de fuerzas,
están en una semana trágica, a principios de siglo, están en la huelga
general revolucionaria del diecisiete, están en el treinta y cuatro, y
están después en el treinta y seis, y en el treinta y nueve, por
supuesto cuando concluye la guerra.
Pero como ese pacto constitucional, ese pacto de la reconciliación,
ese pacto para todos los españoles se rompió y lo rompieron… Lo rompió
Zapatero. Y lo rompió Zapatero con un proyecto de Frente Popular que se
empieza gestar ya a espaldas del gobierno de la Nación, del gobierno de
Aznar. Empieza con las negociaciones secretas con ETA, y el tripartito
en Cataluña.
Hubo una crisis (la Gran recesión) que lo interrumpió. Y Zapatero
perdió unas elecciones. Llegó Rajoy y consiguió una mayoría suficiente
como para abortar todo aquello y hacer una reconducción general de la
política española. Era el mandato que tenía y no lo hizo ¿Por qué no lo
hizo? Pues, no lo hizo por incapaz, por cobarde, por desidia, por
inanidad moral… Vete a saber. Busca la causa que quieras…
Yo no pienso que Rajoy sea una persona especialmente mala, pero sí
pienso que es una persona especialmente egoísta, que desprecia todo lo
que no es su interés, su interés inmediato, y que realmente ha
despreciado a los españoles. Y al final Rajoy ha quedado prácticamente a
la altura de Zapatero en cuanto al daño que ha hecho a España. Porque
nos ha dejado a los pies de los caballos cuando podía haberlo evitado.
Lo pudo evitar durante siete años y sin embargo al final el peor de
todos los finales posibles que había tenido ese tándem de oportunistas
cobardes que eran Mariano y Soraya.
Y hablando de los otros partidos, el Partido Socialista es
históricamente el partido que tiene la culpa de prácticamente todas las
desgracias violentas de España. Las tiene en el diecisiete en la huelga
revolucionaria; las tiene en el treinta y cuatro; y las tiene en el dos
mil cuatro, después de la bomba con los acosos a las sedes… Ahí es
cuando realmente quiebra lo que es la normalidad democrática que
duramente habíamos establecido a partir del año setenta y ocho.
De Podemos… es un hijo de Zapatero. Es la radicalización socialista
que va a esa especie de juventudes socialistas unificadas, “versión
2.0”, que desemboca en un partido comunista dirigido por comunistas y
que cuenta con un Partido Socialista postrado, que le da la razón. que
doblega a la abogacía del estado, que desprecia a la Cámara, que
desprecia tanto al público como a la prensa y a la sociedad. Con sus
“explicaciones” desde la estafa de la tesis doctoral [de Pedro Sánchez] a
la infamia de la declaración de propiedades de la portavoz que ha
engañado vilmente, que tiene diez veces más propiedades de las que
declaró. Con la ministra de justicia que tiene una especie de banda con
Baltazar Garzón, en las cloacas del estado, que se regodea de la
prostitución utilizada para sacar información a los empresarios mediante
chantajes. ¡La actual Ministra de Justicia! ¿Eh? Y resulta que no hay
un feminismo, no hay nadie en la izquierda que le parezca mal. Todos
están justificando cuestiones absolutamente injustificables, también
como lo de Pedro Duque. Todos saben que sí fueran del Partido Popular
toda esa gente no estaría en su cargo porque no habrían aguantado la
presión social que ellos habrían montado a través de unos medios de
comunicación que están en sus manos. Y sin embargo ellos resisten con
una procacidad, con una absoluta falta de vergüenza que está simbolizada
en el macarrismo del jefe. El jefe que es un auténtico macarra de
portería, de discoteca. Eso es Sánchez.
[Disidentia] Ahora hay polémica porque, según parece, los
empresarios han declarado que los aliados del gobierno de Pedro Sánchez
no son los más indicados para la garantizar la estabilidad política y
económica. Y tengo dos cuestiones que me gustaría comentar contigo, o
que me comentaras. La primera es que, en los países democráticos y
serios, que los empresarios tengan opiniones políticas y las manifiesten
es algo bastante normal, y no pasa absolutamente nada, porque son otros
agentes más, como pueden serlo el resto. Y segundo, al hilo de esta
apreciación, llama la atención el silencio del poder económico en los
momentos críticos en los que se ha gestado todo este despropósito en el
que nos encontramos ahora; es decir, ¿el dinero ha sido muy miedoso,
demasiado?
[Hermann Tertsch] Vamos por partes. En este país
llevan treinta y cinco años educando en el odio al empresario, es decir
en el descrédito al empresario, el desprestigio. “Al empresario y
patronal goma dos”, escribe una serie de gente. Hay una subcultura de
violencia contra el empresario tremenda que se ve en los colegios; es
decir, el que ensucia los ríos es el empresario no son los demás, No son
los políticos de la izquierda bi los políticos de la derecha, ni los
políticos. Es el empresario el que destruye el medio ambiente, etcétera.
Son los odios que en España se han cultivado y se cultivan con tanto
fervor.
Muchos intelectuales de las élites de ahora, como
Bernard-Henri Lévy, desprecian a la nación porque piensan que los
ciudadanos corrientes son unos bárbaros
Otra cosa es la profunda cobardía de las élites españolas. Las élites
españolas llevan traicionando a España desde el siglo dieciocho, desde
luego, quizás nos podíamos ir incluso un poquito antes. Pero, desde
luego, desde el dieciocho cometen traición tras traición, pero de una
forma increíble. La nación aquí siempre la ha defendido el pueblo, Y
todas las élites han estado siempre en la duda, en contra de la Nación.
Muchos intelectuales de las élites de ahora desprecian a la nación
porque piensan que los ciudadanos corrientes son unos bárbaros. Como
Bernard-Henri Lévy, un mega snob, rico de siempre, que está muy
preocupado. Él, uno de los causantes de alguna de las catástrofes serias
por el seguimiento que hizo Sarkozy de él por, ejemplo, en Libia. Pero
más allá de ese tipo de cosas, en las que te puedes equivocar, está esa
actitud frente al pueblo, Esa idea que la democracia es una cosa para
gente fina. Aquí en España lo estamos viendo, con una serie de personas
que lo que quieren es una democracia regulada, una democracia
controlada. No que nos vaya a a salir un Trump. Tenemos que tener formas
de trampear para que no salga Trump. No vaya a querer la gente de
repente un Trump español Que ordinariez… Que ordinariez…
Bueno, pues la democracia es precisamente que pueda haber un Trump y
que la gente quiera un Trump para corregir otro tipo de cosas. Porque en
la democracia de los Estados Unidos si hay división de poderes. Aquí
no. En Europa, en ningún sitio. Pero en Estados Unidos la hay. Si hay
división de poderes, la democracia tiene esa maravillosa virtud que, en
Europa, con tantos vasallos de los reinos absolutistas que siguen
siéndolo después de ciento cincuenta, doscientos o cuarenta años de
democracia, pues no se entiende. Y esa la grandeza de la que realmente
la gente que no ha leído.
La nación no se suicida normalmente por los necios. No se suicida por
los trabajadores y por las naciones en sí, sino por los listos. Por los
que van de listos o por los que se consideran los más educados y los
únicos que pueden decidir. Son esas aristocracias de antes, por eso
tienen esa mezcla de despotismo ilustrado y neo marxismo en que se
convirtió la democracia en Europa, esa socialdemocracia cada vez más
alejada de los intereses reales de la gente y sobre todo cada vez más
alejada de la verdad. Se ha ido abriendo un abismo inmenso entre lo que
es la realidad que vive la gente en la calle y el discurso que escuchan a
los gobernantes, a los listos de los periodistas, a los académicos, a
los sabios de los lugares, etcétera, etcétera.
La democracia es la gente de verdad, no los grupos
marxistas o los grupos comunistas, que andan por ahí, pagados desde el
exterior, agitando aquí dentro con unos programas y con unos proyectos
totalitarios criminales
(La democracia) Es la gente de verdad, no los grupos marxistas o los
grupos comunistas, que andan por ahí, pagados desde el exterior,
agitando aquí dentro con unos programas y con unos proyectos
totalitarios criminales. [A estos grupos] Los tenemos en el gobierno en
este momento, de una forma indirecta, pero en el gobierno y mandando
mucho. Y la gente de verdad, el pueblo, lo que es la nación está
reaccionando ahora, y está reaccionando contra esa mentira, contra toda
esa verdad única, ese rodillo socialdemócrata, esa corrección política
que te dice que es maravilloso que vengan todos los negros posibles del
África, que los vamos a tratar a todos estupendamente porque eso va a
enriquecer esta sociedad. Y eso te lo dice gente que tiene La Navata.
Como Pablo Iglesias, que tiene un muro de trescientos metros que rodea
su casa, con tres metros de altura, con cámaras. Y ahora con un retén de
la guardia civil veinticuatro horas al día. Ese te dice a ti, que estás
viviendo aterrado porque tu madre no puede salir de casa en La Línea o
en cualquier sitio de Europa, en Malmö, en pueblos alemanes, etcétera,
etcétera. Te lo están diciendo gente como Iglesias, o gente como la
Koplowitz, o gente como Patricia Botín, que te dice que todos somos
hermanos y que todos nos tenemos que juntar porque no favorece, a todos.
Porque la gente la padece la multicuturalidad en los barrios sabe que
la multiculturalidad no existe, ¿verdad?
La gente corriente sabe que no hay convivencia en la
multiculturalidad, porque si no se aceptan las leyes y si no se integran
quienes vienen y si no hay voluntad de integrarse y no se les anima a
integrarse, si no a lo contrario, se les convence de que tienen un plus
precisamente por ser ajenos a la sociedad que les acoge. Sí, eso se hace
como se está haciendo aquí en España y se está haciendo en tantos
sitios, se destruyen las comunidades, se genera la violencia y se crean
unos compartimentos que nos llevan al brote del choque civil. Y eso es
lo que ha pasado en Italia, y por eso en Italia han dicho basta, han
puesto pie en pared, y han ganado quienes han ganado las elecciones… y
van ganando quienes van ganando las elecciones una tras otra en otros
sitios, en Alemania, en Holanda, en Suecia. Van ganando quienes están en
la calle… Quienes dicen la verdad frente a la mentira del mensaje
social demócrata.
[Disidentia] ¿No crees que está ocurriendo, incluso, que no
ya los partidos que califican de ultraconservadores o extrema derecha,
sino los propios partidos que hasta ayer defendían lo que calificas como
de multiculturalidad, están tomando medidas políticas contrarias a ese
principio que antes defendían?
[Hermann Tertsch] Hombre… Hombre es que están
cambiando porque están viendo que se les está yendo la gente a mares. Al
Partido Social Demócrata Alemán se le ha ido la gente y no se le ha ido
a la izquierda, se le ha ido a la derecha, a lo que llaman extrema
derecha. Por supuesto, los partidos tienen todos que modificarse. Ahora
la gran cuestión, el gran fenómeno es Alemania. En Alemania en diciembre
hay un congreso de la CDU, y en la CDU hay dos candidatos. Hay una
candidata que es la continuidad de Merkel, pero hay otros dos
candidatos. Uno de ellos tiene un mensaje muy parecido a la AfD, el
renacimiento nacional, apoyar la cohesión nacional. Y una actitud
opuesta a todo el rodillo Marxista, frente a la ideología de género,
frente a todo lo que es la destrucción de la igualdad, porque es de lo
que estamos hablando. La destrucción de la igualdad de derechos, la
proliferación de leyes especiales para diferente gente.
En España ahora nos van a poner leyes especiales para cada persona
que sea enemiga del gobierno: Una ley para Billy el Niño, una ley para
Franco, otra ley para no sé quién… Cuando no existen leyes que puedan
aplicar contra gente que quieren quitar de la circulación, hacen una
nueva ley a la medida. Eso es la arbitrariedad, eso es la tiranía. Y ese
es el proceso que está en marcha. Pero dicho eso, en la CDU no va a
ganar el, digamos, el que tiene unos preceptos más conservadores, pero
tampoco va a ganar la sucesora de Merkel. Probablemente ganará Friedrich
Merz, el favorito, que es una derecha como la de Sebastian Curts, que
llegó con veintiocho añitos y dijo: “Esto se ha acabado”, y propuso a su
partido ir con un proyecto propio. Ganó las elecciones he hizo una
alianza con la derecha, con la ultraderecha, con la extrema derecha. Y
todos se pusieron a gritar. Bueno, pues sí, con esos… pero no son ni
ultraderecha ni extrema derecha, son gente que respeta la Constitución
Austríaca, no como aquí que todos los aliados del Partido Socialista son
partidos que quieren destruir la Constitución Española.
Aquí se está llamando ultraderecha y extremistas a todos los que respetan las constituciones de sus países
Aquí se está llamando ultraderecha y extremistas a todos los que
respetan las constituciones de sus países. Y aquí resulta que tenemos en
el Parlamento un gobierno de ochenta y cuatro diputados cuyos apoyos,
todos, son de gente enemiga de la constitución, enemiga del Estado,
enemiga de las instituciones. Es un disparate, pero por eso digo, hay
una reacción. Y esa reacción la temen, por eso tienen prisa. Tienen
prisa porque en Europa va a haber muchas conmociones. Los proyectos en
Europa van a divergir mucho, y podemos ir a la ruptura. En España, si
gana un frente popular, podemos ir rápidamente a un régimen de deterioro
general de las libertades, pero a una velocidad tremenda. Por supuesto,
países que vayan en otra dirección, no van a aguantar eso, porque no
van a estar pagando lo que van a romper aquí las izquierdas.
[Disidentia] Y, para terminar, como ya no puedes lanzar
mensajes en Twitter, pero aún puedes usar la palabra,¿qué dirías a los
cientos de miles de seguidores que tienes en Twitter, y que están ahora
mismo pasmados con lo que ha sucedido con tu cuenta, contigo mismo?¿Qué
consejos les puedes dar, o qué mensaje quieres darles?
[Hermann Tertsch] Que todos tienen que estar muy
atentos. Que todos tienen que hacer algo para evitar que España siga en
la deriva en la que está. Que nos jugamos mucho… Mucho para mucho
tiempo. Y no crean que estas cosas sólo afectan a unos cuantos, y que
mejor no meterse en líos porque la vida seguirá igual. Eso lo pueden
creer las élites. Que les va a afectar a ellos y que en gran parte, se
lo merecerán, porque todos esos accionistas de esas televisiones que
están atacando a España las veinticuatro horas del día, atacando a las
instituciones, despreciando a España, despreciando su historia,
ridiculizando cualquier tipo de intento de recuperación de dignidad, de
cohesión, etcétera… digo, que esos accionistas espero que algún día
paguen por esos directivos que tienen sin escrúpulos, que consienten a
esa gentuza de periodistas que ganan dinero con la destrucción de lo que
es la convivencia española, Y con ese matonismo que tienen en La Sexta y
en todas las demás que han ido creando.
Que nadie piense que no le va a afectar lo que está pesando. Lo hemos
visto a lo largo de la historia, lo hemos visto en Europa, lo vemos en
América ahora y lo vemos en muchos sitios, en América del Sur. Venezuela
es un país mucho más rico que España, donde amplias capas sociales
pensaban que era muy bueno que llegara el señor Chávez para hacer un
poquito de limpieza, que había mucho corrupto por ahí y que allá lo
apañarían. Eso es exactamente lo que pasó en los años treinta en
Alemania, que allá lo arreglarían. Bueno, pues no se arregló. Lo que hay
es matanzas y miseria, miseria y crimen. Y que nadie piense que eso no
nos puede pasar. Tanto los muy ricos como como los españoles de a pie
deberían pensarlo.
Se nos viene encima un rodillo de prepotencia y arrogancia y, sobre
todo, de aplastamiento, de vocación totalitaria. Se ve en el Frente
Popular que están montando y en el cual, de momento, Pedro Sánchez es
una figura ridícula, pero muy, muy útil por esa falta total de pudor y
de relación con la verdad, y de escrúpulos que tiene. Es una figura
perfecta para los fines de un proyecto de este tipo. Un proyecto para
liquidar, destruir la Monarquía, destruir la Constitución, destruir la
Democracia e implantar un modelo que cuadra con los ideales de Pablo
Iglesias y de Monedero, que son en realidad dos empleados de la peor
dictadura que existe en este momento en Latinoamérica, que es la cubana,
por supuesto. Un inmenso campo de hambrientos, donde lo único que
genera dinero para sus dirigentes es el narco tráfico.
Todo el mundo debiera estar avisado. Si no paramos esto y volvemos a
recuperar el pulso de una España de individuos libres, de una nación
libre, vamos hacia una situación muy dura, tremenda.
De todas formas, como nota final de optimismo, creo que va a haber
una reacción y creo que al final en España, pese a toda la miseria moral
de las élites, pese a toda la dejadez de todos, la desidia, la falta de
implicación, el individualismo llevado a los extremos de la indolencia
máxima, pese a todo eso creo que al final volverán a ganar los buenos.
Entrevista en modo audio