Hace
100 años el paradigma cambió radicalmente. Los comunistas, con Lenin a
la cabeza, llevaron a la práctica la revolución soñada por Marx, Engels y
toda una pléyade de luchadores en el mundo y se tomaron el poder
político y económico en Rusia. Llegaron al poder los obreros y soldados
organizados
A Timo e Imelda, los candidatos presidenciales de la Nueva Colombia
El
hecho más importante de la historia de la humanidad cumple 100 años. La
Revolución socialista de octubre atañe directamente a todo el mundo,
en primer lugar a los pueblos, a los marginados del poder, a los
explotados; en segundo lugar a quienes habían detentado el poder
económico y político desde la antigüedad, los explotadores, lo señores
esclavistas, los feudales, los capitalistas.
Somos una cosa o la
otra independientemente de la cantidad de melanina que realmente es una
construcción social, eso de la raza. Pertenecemos a la clase de los
explotados o explotadores, en cualquier lugar del planeta y sus
alrededores, en virtud de la relación que tengamos con los medios de
producción en una formación socio económica o en otra. Carlos Marx
descubrió que “la historia de todas las sociedades hasta nuestros días
es la historia de la lucha de clases”, donde se enfrentan intereses
antagónicos del proletariado y la burguesía. En esa confrontación
clasista la burguesía, o casta alta, siempre había salido victoriosa, se
repetían los reveses y desilusiones en el campo popular.
Hace
100 años el paradigma cambió radicalmente. Los comunistas, con Lenin a
la cabeza, llevaron a la práctica la revolución soñada por Marx, Engels y
toda una pléyade de luchadores en el mundo y se tomaron el poder
político y económico en Rusia. Llegaron al poder los obreros y soldados
organizados en los Soviets, por primera vez en la historia de la
humanidad. Fue derrotado el imperio ruso y ¡Triunfó la revolución
socialista!
El nuevo gobierno revolucionario decretó la paz y el
traspaso de la tierra de los terratenientes, de los zares y de los
monasterios a los comités de campesinos. Se planeó proteger los derechos
de los soldados y el control por parte de los obreros de la producción
del país. Los bolcheviques asumen el control territorial casi total del
la nación. Al tiempo que se desarrollaron los planes revolucionarios
que beneficiaron a la absoluta mayoría del pueblo, surgió la contra
revolución, los primeros enfrentamientos de la guerra civil y la
intervención militar aliada en Rusia.
Se propinó la primera
derrota al capital mundial: el Ejército Rojo del poder soviético venció a
la alianza militar de los EE.UU., Inglaterra, Francia, Italia, China,
Japón, Grecia, Canadá, Polonia, Checoslovaquia y otros países menores.
Esta guerra costó más de nueve millones de vidas, la precaria economía
quedó devastada y el hambre era generalizada.
Los bolcheviques
salvaron la Patria y el socialismo con la Nueva Política Económica” que
en palabra de Lenin era una “retirada estratégica”; consistió en
permitir el libre comercio como medio para construir los fundamentos
hacía el socialismo. Efectivamente, lograron revivir la industria y la
producción alimentaria; se repartió la tierra entre los campesinos.
Apenas lograda la consolidación del nuevo poder socialista, muere en
1924 el Gran Lenin, el más terrenal de los terrestres y el más humano
de los humanos, como lo describió el poeta Mayakovski, quien a su vez
fue uno de los mas importantes constructores de las nuevas concepciones
del arte.
Cuando Stalin es elegido Secretario General del Partido
Comunista, reemplazando a Lenin, ya tenía su propia idea de cómo
desarrollar el socialismo, contraria a las ideas de Trotsky, Bujarin y
otros cuadros. Stalin, como Lenin, creía en la construcción del
socialismo en un solo país, siempre y cuando lograra un acelerado
desarrollo industrial. Para lograr la industrialización, se debía
mecanizar la producción agrícola. Ambos requerían de planificación y
centralización. Antes de que sobre la figura de Stalin cayera la
ignominia, estos componentes de su propuesta económica fueron
considerados en occidente como ideas “geniales” de un estadista.
Bajo
la dirección del estado socialista de Lenin y Stalin, la Unión de
Republicas Socialistas Soviéticas, URSS, alcanzó niveles inimaginables
de desarrollo político, económico, social, cultural y científico. De la
atrasada Rusia de los zares, la URSS alcanzó a las potencias de la
época: Inglaterra, EE.UU., Francia, Italia. Eso explica que la Unión
Soviética y su glorioso Ejército Rojo derrotaran al nazismo alemán en su
territorio y posteriormente avanzara victorioso hasta Berlín en mayo de
1945. La humanidad aún tiene una gran deuda con el sacrificio de ese
gran pueblo que nos libró del peor genocidio, de un holocausto
universal.
De la Segunda Guerra Mundial, la URSS surgió como una
superpotencia en todos los aspectos y fundamentalmente moral. El mundo
capitalista no pudo admitir nada siquiera parecido y arremetió
ferozmente iniciando la guerra fría. Desmontan procesos revolucionarios
avanzados en Francia e Italia y otros países con operaciones
encubiertas como “Gladio”. En lo económico deciden la construcción de
los “Estados de bienestar” que pudieran competir con los logros del
socialismo, hoy los desmontan, ya no son necesarios.
Vale
recordar, en estos tiempos de revolución informática, el Sistema Estatal
Automatizado de Contabilidad y Procesamiento de Información que se
inventaron los científicos soviéticos a principios de los años 60, esto
es lo que hasta hoy 57 años después, se conoce como plataforma
informática o sistema informático
[1].
Para ese momento, se agravaron las dificultades en la gestión de la
economía nacional de la URSS, causadas por un aumento en la gama de
productos, su diversificación y el aumento tanto del número de vínculos
entre empresas como de éstas. Todo esto complicó no solo la recopilación
de información y procesamiento estadísticos, sino también la
planificación a nivel de empresas, industrias y toda la economía
nacional.
Un grupo de científicos soviéticos dirigido por el
académico V.M. Glushkov desarrolló un proyecto llamado “Red Estatal
Unificada de Centros Informáticos”, que constaba de aproximadamente 100
Centros de Cómputo, unidos por canales de comunicación de banda ancha y
distribuidos en todo el país. Cada uno de los centros territoriales
conectados con los Centros de Cómputo de grandes empresas, ministerios y
red (clúster) para el servicio de pequeñas empresas. Es el sistema
socialista el que garantizó los más grandes avances para el bienestar de
los pueblos
[2], no cabe duda. Es por eso que celebramos los 100 años de la primera revolución proletaria.
¿Pero
cómo pudo suceder que la potencia socialista, la URSS, colapsara? Cada
vez hay más evidencias y pruebas de que no hubo tales errores garrafales
en la política o en la economía o en la ciencia o en la sociedad.
Siempre hubo nuevos e inmensos retos en todos estos aspectos y siempre
hubo un enfrentamiento de concepciones entre los dirigentes del Estado y
en la misma sociedad. Es decir, la lucha de clases no cesó, hubo
sectores que siguieron defendiendo y conspirando por restaurar el
capitalismo, con mucha fuerza desde 1953, contra sectores
revolucionarios y comunistas, contra los intereses populares. Y ganó la
traición, se impusieron las concepciones individualistas pequeño
burguesas, enmascaradas en un radicalismo y transparencia inexistentes.
Hoy
Rusia está en condiciones de poner en jaque nuevamente las agresiones
imperiales y la unipolaridad del mundo. El pueblo ruso conserva los
valores y principios más humanistas aprendidos en el socialismo y sin
duda construirá una nación mejor, no serán inferiores a la gesta de
1917.
A diez mil novecientos nueve kilómetros, trazados en línea
recta, que separan a Bogotá de Moscú; en Colombia vivimos una
importante coyuntura de profundos cambios. La paz ha vencido a la
guerra, la reconstrucción del país está a la orden del día. En la
implementación de los Acuerdos de La Habana y el involucramiento de
todos los colombianos radicará el éxito de sacar al país a los
horizontes del desarrollo y el bienestar. Las candidaturas
presidenciales de Timo e Imelda del Partido del Común (Fuerza
Alternativa Revolucionaria del Común, FARC) garantizaran esa alternativa
para Colombia y América Latina.
¡Vivan los 100 años de la revolución!
[1] Por ejemplo: el sistema SAP, Systems Applications Products in Data Processing (1972), empresa alemana.
[2]
“En los años cincuenta la Unión Soviética se desarrollo a un ritmo que
doblaba el de la mayoría de los países avanzados. Entre 1950 y 1975, el
índice de producción industrial soviético aumentó 9.85 veces (según
datos soviéticos o 6.77 veces (según los de la CIA), mientras que el
índice de producción industrial de los EEUU creció 2,62 veces. La
Unión Soviética disponía de un cuarto de todos los científicos del
mundo, y el lanzamiento del Sputnik simbolizó sus logros científicos.
Los salarios y el nivel de vida crecían ininterrumpidamente. Se fijó
una semana laboral de cuarenta horas para la mayoría de empleos, y de
treinta y cinco para los trabajos más duros. Se estableció un sistema
universal de pensiones. La disponibilidad de bienes de consumo
aumentaba, y la “brecha en el desarrollo económico y social entre la
Unión Soviética y los EEUU se estaba cerrando rápidamente”. A mediados
de los años ochenta, la Unión Soviética producía el 20% de las
mercancías industriales a nivel mundial, a diferencia del 4%, sobre un
total mucho más reducido, que producía en el momento de la
revolución. Estaba en la primera posición mundial en la producción de
petróleo, gas, metales férricos, minerales, tractores, hormigón
armado, artículos de lana, zapatos, remolacha azucarera, patatas,
leche, huevos y otros productos. Su producción de energía
hidroeléctrica, productos químicos, maquinaria, cemento y algodón solo
quedaba por detrás de la de los EEUU.” Roger Keeran, Thomas Kenny,
2010,
El socialismo traicionado, España, El Viejo Topo
www.lascombatientesdecano.wordpress.com