Se incrementan denuncias de abuso sexual en contra de menores en escuelas; Estado Mexicano sin cumplir recomendaciones
(23
de marzo, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Hace aproximadamente dos
años, la conserje de un colegio Montessori, ubicado en la ciudad de
México, se percató que uno de los profesores y esposo de la directora,
Carlos Erdmann Carrillo, sentaba en sus piernas a una menor de 10 años, a
la persona esa acción no le pareció correcta, por lo que dio aviso a
uno de los familiares de la menor que también trabaja en el centro
educativo, finalmente la madre de la niña se enteró de lo acontecido.
Lo
anterior fue calificado como un posible abuso, por lo que la madre
habló con la menor y le pidió le explicara si esa situación la había
padecido anteriormente, a lo que le respondió que desde hacía ocho años
dicho maestro, “la abrazaba y la cubría con una chamarra para abusar de
ella o lo hacía por debajo de la mesa”.
Ante la confesión de la
menor, la madre habló del tema con otros padres y fue como se logró
descubrir que otras dos menores más habían padecido la misma situación.
Lo que llevó al enfrentamiento de padres de familia con la directora de
la escuela, Martha Aurora García.
En aquella ocasión (2014),
García no se notó sorprendida ante los hechos que las madres le narraron
y al mismo tiempo por los cuales le reclamaron, desde aquel momento y
hasta la fecha, ella minimizó la situación y jamás aceptó que su esposo
haya cometido algún tipo de acto ilícito en contra de las niñas.
Los
tres casos fueron denunciados en octubre del 2014, dando como resultado
el surgimiento de la averiguación previa FDF/F-6/T1/764/14-10 por el
delito de abuso sexual. Sin embargo a partir de finales de 2015 las
madres comenzaron nuevamente a denunciar los hechos, pero con el
agregado que “el proceso ha sido muy tardado y lento”, a decir por la
madre de una de las víctimas.
Se ha denunciado que no han recibido
el apoyo y la información clara y precisa para poder hablar del tema y
de las posibles vías de sanción, puesto que Carlos Erdmann Carrillo
hasta el momento sigue prófugo de la justicia, y es que aun cuando el
Colegio Montessori cerró para ellas esto no ha sido suficiente,
principalmente por las secuelas psicológicas que hoy aún tienen sus
hijas, a lo cual se suma el desinterés de las autoridades para actuar.
Sobre el tema de abuso sexual en centros escolares, la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)
dio a conocer que existe un repunte de denuncias recibidas por abuso
sexual en escuelas, especialmente contra niñas, durante los últimos
tres años.
“El abuso sexual contra niñas, niños y adolescentes en
planteles educativos no es exclusivo de un nivel escolar y se presenta
lo mismo en escuelas públicas que privadas, mediante distintas
modalidades que abarcan, entre otras, violación, tocamientos, lenguaje
impropio e insinuaciones”, destacó la CNDH.
Las cifras aportadas por el órgano
demuestran el incremento, pues hubo cuatro quejas en 2006; 10 en
2007; 4 en 2008; 17 en 2009; 14 en 2010; 24 en 2011; 12 en 2012; 51 en
2013, y 87 entre 2014 y 2015, por lo que se emitieron 16 recomendaciones
específicas en ese mismo periodo y la Recomendación General 21, sobre
la prevención, atención y sanción de casos de violencia sexual en contra
de las niñas y los niños en centros educativos, la cual fue dirigida a
la Secretaría de Educación Pública y a los gobiernos de las entidades
federativas del país.
“La violencia como expresión de relación
social está creciendo en nuestro país, como un acto de poder, la cual
tiene muchas expresiones, algunas son la física, la armada y la sexual.
En todas estas lo que se deja en evidencia es un ejercicio de imposición
de alguien que establece una visión del mundo a otros.
El caso
concreto de la violencia sexual tenemos, lamentablemente, también un
incremento en nuestro país, los infantes no están ajenos a este tipo de
violencia, principalmente las niñas; mucho de lo que está sucediendo en
este momento es producto de la cosificación y la hiper-sexualización de
ellas, ya sea por medio de concursos de belleza o la manera en que son
vestidas a su corta edad, sin dejar pasar que son quienes prestan mayor
atención a telenovelas, que influyen en su pensamiento, una realidad ya
demostrada por investigaciones, que dan cuenta de esta realidad, pero
esto no ha sido motivo para que se tomen acciones para frenar esta
situación”, afirma a
Revolución TRESPUNTOCERO el licenciado Juan Martín Pérez García, Director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
A
su vez explica que estos casos de acoso entre pares, agresiones físicas
o violencia sexual, es necesario saber que se da en el ámbito de la
comunidad escolar no solamente en el establecimiento educativo
(escuela), sino la comunidad que integran los profesores, las
autoridades, sus familias y la comunidad que rodea el centro educativo
(vecinos). De tal manera que cuando existen contextos comunitarios de
violencia, al interior de la escuela se reproduce ese comportamiento,
pero también fuera de esta.
Y asegura que los grandes detonantes
de la agresión sexual, suceden por parte de profesores, “lo cual no es
nuevo solamente que se ha denunciado aún más en estos últimos años por
eso es que pareciera que ahora existe mayor incremento”; y entre pares,
“se habla de un mayor registro porque ahora tenemos mayor claridad en la
conceptualización, si preguntamos a adultos de 30 o 40 años muchas de
las agresiones sexuales que ahora se denuncian, ya antes existían, pero
no había mecanismos de denuncia”, afirma Pérez García.
Por su
parte la pedagoga Rosa Robles, afirma a este medio que “cada día un
mayor número de padres denuncian abuso sexual en escuelas, esto no
significa que obtengan justicia, ni siquiera por el hecho que la
CNDH aporte
cifras alarmantes o emita recomendaciones, esta es una problemática tan
grave como el desinterés que las autoridades, en un primer momento
educativas, han decidido no voltear a ver y cuando es inevitable y
quedan al descubierto, la no información, el retraso de los procesos y
la negligencia de las autoridades provocan que nunca exista justicia,
estamos en padeciendo un Estado cínico que acepta pero no previene y
mucho menos detiene”.
Pérez García explica que “cada caso de
violencia sexual es distinto y cuando sucede en el ámbito escolar la
responsabilidad central además de ser del agresor o perpetrador, también
es de la dependencia educativa y de las autoridades que la conforman,
porque ellos deben ser quienes brinden la protección cuando están dentro
de sus centros educativos, es importante que nos quede claro, porque de
pasar un acto de violencia sexual, es la propia institución quien
debería facilitar todo para que las autoridades ministeriales
investiguen y sancionen al culpable, ya sea adulto o menor de edad.
Y
es que, afirma, si la violencia en general provoca daños, la violencia
sexual es de gran impacto psicológico porque cruza con la propia
intimidad de la persona, con el estigma social que se relaciona
generalmente con las víctimas, por lo que es necesario como prioridad en
paralelo, entretejido con el proceso de denuncia y de búsqueda de
justicia, el acompañamiento psicológico para que puedan retomar su vida,
principalmente los más pequeños.
Por lo que, “el Estado mexicano
está obligado desarrollar políticas públicas de cultura de paz, esto ha
sido recomendado por el Comité de los Derechos del niño de las Naciones
Unidas, de hace cinco años; en marzo de 2011 se recomendó que lo
promoviera de manera urgente, además de la resolución de violencia,
conflictos a nivel Nacional, que se tuviera una estrategia en toda la
República en contra de la violencia a niños y niñas y se contara con
sistemas de información eficaz que permitiera conocer el crecimiento,
detención o decrecimiento de la problemática.
Nada de esto se ha hecho, lamentablemente, y le corresponde particularmente a la
Secretaría Educación Pública (SEP),
tener acciones concretas para primero no permitir que dentro de sus
instalaciones ocurran estos hechos, cuando sucedan ser los primeros
interesados en que siempre se sancionen a los inculpados, dando todas
las facilidades y desarrollando acciones educativas dentro de su
curricula, además de las normativas y protocolos internos para prevenir
estos hechos”.
El Presidente de Redim, afirma que la violencia
sexual cuando sucede en ámbitos de protección como la escuela, genera en
los niños la desesperanza, mientras que se impide que se confíen en la
autoridad, por lo que, asegura, se lleva a un escenario donde pareciera
ser que impera el ‘ojo por ojo’.
“Si la autoridad no asume la
responsabilidad de garantizar la seguridad e integridad de los menores,
si esta no cumple evitando la impunidad y tampoco sanciona a los
responsables de los hechos, el mensaje que se está enviando no solamente
es que se puede y se debe repetir, sino que no pasa nada, no existe
sanción y por lo tanto libertad de repetición.
Las víctimas
vuelven a ser revictimizadas ante la imposibilidad de acceder a la
justicia, por eso las autoridades educativas deben ser las primeras
interesadas en que dentro de sus instalaciones no sucedan estos hechos,
de tener mayor intereses se van a ir reduciendo paulatinamente, porque
de pasar debe haber castigos concretos, detenidos, sanciones, porque
lamentablemente ahora mismo no sucede lo que permite la impunidad y las
mismas acciones en forma constante”.
Robles enfatiza que “las
dimensiones reales de esta problemática son difíciles de cuantificar,
porque aunque las denuncias aumentan, siguen habiendo familias que se
han quedado calladas a veces por miedo, pero en estos casos
principalmente por vergüenza y la negativa de no ser sometidas al
escrutinio público. Lo peligroso es que a diario la niñez mexicana está
padeciendo violencia sexual y se están quedando callados, porque
posiblemente los amenazaron si decía algo.
El fenómeno de la
violencia sexual solamente son hallazgos descubiertos, que no significa
que no estuvieran ahí, solamente que ahora con internet se puede hacer
aún mayor presión y sobre todo romper barreras, sobre las cuales, hasta
este momento descansan las autoridades que deberían estar dando justicia
a los menores y sus familias”.