Para el analista Gustavo Bastardo, los organismos regionales como la OEA actúan bajo los intereses de Estados Unidos y no les "convendría" actuar de la misma forma con Brasil que con Venezuela
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El presidente de facto de Brasil, Michel Temer, es investigado oficialmente por el caso de corrupción de Lava Jato.
La crisis política en Brasil se agudiza. El nuevo sacudón se dio tras conocerse las grabaciones en las cuales se escucha al presidente de facto Michel Temer negociando sobornos con el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, a cambio de que este no revelara detalles de la corrupción de Petrobras. Pese a las exigencias de miles de brasileños que salieron a protestar exigiendo la renuncia del presidente Temer, organismos internacionales como el Mercado Común del Sur (Mercosur) o la Organización de Estados Americanos (OEA) han optado por la neutralidad y el silencio, posiciones que distan a las asumidas por ambos organismos en el caso de Venezuela.
La postura de los socios del Mercosur
La Canciller de Argentina, Susana Malcorra fue la primera funcionaria en sentar la posición del Gobierno de Argentina con respecto a la crisis política de Brasil.
"Nuestro vecino, país hermano y socio cercano tiene instituciones lo suficientemente fuertes para manejar esta situación," dijo la canciller en conversaciones con el medio Clarín.
Con respecto a una posible reunión regional para tratar el asunto, Malcorra afirmó que "Brasil tiene las suficientes herramientas internas como para resolver la crisis. Uno no puede saltar a la cancha para involucrarse de manera apresurada y prematura. Vamos a estar cerca y disponibles, pero, insisto, es un tema interno de Brasil".
Por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, declaró al medio El Observador que "la incertidumbre es muy grande y eso hace que casi nadie tome decisiones y no es bueno".
Hasta los momentos no ha habido ningún pronunciamiento oficial por parte de la OEA con respecto a la crisis política en Brasil.
Venezuela y la injerencia regional
El Gobierno Venezolano ha denunciado en numerosas ocasiones que la denominada Triple Alianza, conformada por los gobiernos de Argentina, Paraguay y el gobierno de facto de Brasil, ha atacado desde el seno del Mercosur a Venezuela, creando una ofensiva para rechazar a ese país por razones políticas e ideológicas.
El pasado 1 de diciembre de 2016, una declaración de la Triple Alianza suspendía a Venezuela del organismo, al señalar que el país caribeño debe adecuar sus normativas a las reglas del Mercosur para permanecer en él. Para Venezuela, esta declaración vulnera la legalidad del organismo.
Por otra parte, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, desde principios de 2017, tras reunirse con diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), anunciaba que iniciaría gestiones para aplicar la Carta Democrática a Venezuela.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Samuel Moncada, denunció el carácter intervencionista de la reunión del Consejo Permanente de la OEA, convocada el 28 de marzo de 2017 por 14 Gobiernos para "discutir" sobre Venezuela.
"Están destruyendo el principio, la igualdad jurídica de los Estados y la defensa de la soberanía", dijo el viceministro ante los Estados miembros de la OEA.
El 31 de Marzo de 2017, Almagro solicitó la activación de la Carta Democrática del organismo contra Venezuela si este no llama a elecciones generales, lo que desembocaría en la suspensión del país caribeño del organismo y la anulación de cualquier ayuda económica para cercar al Gobierno.
El 26 de abril se realizó otra discusión para aprobar una reunión de cancilleres sobre Venezuela nuevamente, sin el aval de ese país.
Dada la persistencia de la política injerencista de la OEA, donde se impulsaba una batalla ideológica y programática contra Venezuela para aplicarle la llamada Carta Democrática, imponerle sanciones y separarla de la organización, el Gobierno venezolano anunció su retiro del bloque.
La OEA y Mercosur actúan por intereses
En entrevista para teleSUR,el politólogo y profesor universitario Gustavo Bastardo explicó que "existe un contexto que tiene que ver con la conformación de dos modelos de hacer política: el modelo neoliberal de los años 80 que mostró su inviabilidad y la respuesta de los gobiernos progresistas iniciada por Venezuela. A partir de allí se ha presentado una ola de desprestigios a esta alternativa al capitalismo".
"Los organismos regionales tradicionales fundamentalmente la OEA vienen haciendo el juego los intereses imperialistas de los Estados Unidos y no les convendría actuar en las mismas circunstancias en un país que en otro". señaló.
"Como Venezuela es foco de ataques fundamentales de estos organismos, la OEA le hace eco a ese 'orquestamiento' para revertir el proceso bolivariano en Venezuela".
"Cada vez que se da una ocasión interpretándola o magnificándola o incluso creando ficticiamente como crisis humanitaria, violación de derechos humanos, inestabilidad política entre otras, argumentan la necesidad de que haya la posibilidad de intervención". subrayó Bastardo.
"Pero cuando suceden los mismos circunstancias peores e incluso reales como la inconstitucionalidad de la presidencia de (Michel) Temer en Brasil, los niveles altos de protesta o los casos de corrupción, entonces allí no actúan esos organismos porque tienen un guión previsto y unos intereses claros a los cuales responden", detalló.