Hoy se cumple un nuevo aniversario de la interesadamente poco recordada
Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 en Portugal, que
sería traicionada después por la socialdemocracia, como tantas otras
luchas revolucionarias.
Néstor Kohan entrevistó en 2004 a Vasco Gonçalves, el hoy fallecido
general que fuera uno de los conductores de la movilización, que se
definía abiertamente como marxista y citaba con familiaridad a Lenin.
Ademas, y frente a la propaganda mediática que suele desvincularlos, no
dudaba en señalar que capitalismo, fascismo y colonialismo eran tras
caras del mismo monstruo.
En
aquellos días que pasaron a la historia de la lucha popular, la vecina
Portugal tuvo el mérito de derrocar a sus propios dictadores, al
contrario que España, que contemplativamente los dejó morir dejándolo
todo atado y bien atado tras su muerte y hasta la actualidad. Sin
embargo, es cierto que ellos también tuvieron su propio P$OE (el
partido financiado por la CIA y la socialdemocracia alemana para
traicionar la lucha de los antifranquistas y para reconducir la
"democracia" hacia el "buen puerto" que convenía a los intereses de
EEUU, Europa y del Movimiento Nacional); en su caso el partido de Mario
Soares y de Durao Barroso, el adalid del neoliberalismo actual de la
Unión Europea.
En fin, para recordar esta revolución que puso patas arriba la
estabilidad que había impuesto Washington durante la Guerra Fria en
Europa Occidental, y que provocó la inquietud en La Casa Blanca y en el
resto de sus sucursales europeas por miedo a que Portugal se convirtiera
en una especie de Cuba del viejo continente, compartimos a
continuación un fragmento de la entrevista de Nestor Kohan a
Vasco Gonçalves, uno de los dirigentes de la revolución que rompió el
guión pactado allende el Atlántico para las dictaduras ibéricas.
Precisamente cuando en el resto de los países europeos se abrían las
flores mustias del eurocomunismo y la socialdemocracia (corrientes que
renunciaban a toda rebelión radical, no por una debilidad de fuerzas
momentánea sino por principios políticos) la Revolución portuguesa fue,
en palabras de Vasco Gonçalves, "en Europa Occidental y después de la
Comuna de París, la mayor ofensiva hecha contra el sistema capitalista".
El pueblo portugués ponía a la orden del día la cuestión de la toma
del poder., en plena crisis capitalista (1973-1974), cuando el dólar y
el petróleo sufrieron un temblor mundial, liquidando el keynesianismo de
posguerra y abriendo camino al neoliberalismo.
Hay que recordar, para terminar, que el imperialismo reaccionó tras el
triunfo de la Revolución de los Claveles y la llegada al poder de los
militares comunistas dirigidos por Vasco Gonçalves, y con el apoyo y
complicidad de la socialdemocracia portuguesa de Mario Soares y Durao
Barroso, EE,UU, derrocó al gobierno revolucionario con un golpe de
estado un año y medio después. Así el Imperio y su extensión, la Unión
Europea, y por supuesto, el genocida Franco, pudieron respirar
tranquilos y seguir aplicando la hoja de ruta que el pueblo portugués
había intentado cambiar con su heroica e inolvidable Revolución de los
Claveles.
En todo caso, y sin olvidar que en todo proceso revolucionario hay
aciertos y errores, conviene recordar las palabras con las que el
general Vasco Gonçalves, años después del golpe que lo derrocó para
reistaurar los planes diseñados por Washington durante la dictadura,
apunta el papel dañino de la socialdemocracia y el reformismo para el
desarrollo y triunfo del Socialismo, para la emancipación de la clase
obrera y su camino hacia la libertad: "Yo pienso que hoy no hay espacio
para una "tercera vía". La experiencia del pasado y del presente nos
demuestra que la "tercera vía" camina siempre para la derecha, camina
siempre hacia un rumbo reformista del capitalismo, hacia la idea de una
supuesta "reforma del capital". No se trata de alcanzar un capitalismo
reformado sino de superar el capitalismo. El capitalismo no es
reformable, porque las relaciones sociales en las que se basa y sin las
cuales no puede sobrevivir son intrínsecamente injustas y de explotación
del hombre por el hombre".
"Entrevista a Vasco Gonçalves
Néstor Kohan: ¿Cómo recuerda usted hoy la revolución del 25 de abril de 1974?
General Vasco Gonçalves: La revolución que se extendió entre abril de
1974 y noviembre de 1975 fue el momento más importante de mi vida, desde
el punto de vista personal. Participar de la revolución fue la mayor
alegría que me tocó vivir. Pienso en muchas cosas, en lo cotidiano, en
la voluntad de las personas, en el espíritu reivindicativo y de lucha...
N.K.: ¿Cómo fue el proceso de la revolución?
Gral. Vasco Gonçalves: A partir de que se produce el levantamiento
contra el fascismo en abril de 1974 nuestra revolución va profundizando
en sus conquistas, en la modificación de las estructuras últimas que
caracterizan el sistema. A medida que se suceden las transformaciones,
la lucha de clases se va agravando. Pienso que en esa situación no
estábamos preparados, no teníamos un grado de maduración político y
social capaz de defender y consolidar la revolución. No teníamos este
grado de maduración. En los primeros tiempos, en los primeros meses,
hubo un gran entusiasmo popular. Después, en la medida en que las
conquistas se fueron profundizando, ya empezaron las nacionalizaciones y
expropiaciones, la reforma agraria; la fuerza política de los
trabajadores fue ascendiendo. Los trabajadores conquistaron mucho desde
el punto de vista político y social, en las relaciones de trabajo, en
las relaciones entre patrones y asalariados y eso hizo que se agravasen
muchas cosas. Fundamentalmente se agudizó la lucha de clases.
N.K.: ¿Qué falló en el proceso revolucionario? ¿Por qué no pudo consolidarse y triunfar?
Gral. Vasco Gonçalves: En Portugal no hubo de hecho fuerzas suficientes
porque en las masas populares terminó predominante ese espíritu
pequeñoburgués tradicional, el miedo a las transformaciones, el miedo al
comunismo, la supervivencia del anticomunismo, la acusación de que
nosotros queríamos llevar el país hacia el comunismo... todos esos
mensajes reaccionarios y propagandísticos tuvieron cierta receptividad
entre nuestra población. Y por lo tanto, el Movimiento de las Fuerzas
Armadas (MFA) fue dividido. Hubo militares que se pusieron en contra de
las conquistas de la revolución, en lugar de defenderlas. Los propios
vencedores del golpe contrarrevolucionario del 25 de noviembre de 1975
que fue realizado contra los militares ubicados más a la izquierda,
contra los militares progresistas y revolucionarios -un golpe que fue
protagonizado por una fracción de militares que habían participado en el
levantamiento del 25 de abril de 1974- paradójicamente aceptaban
conquistas del socialismo. Algunos de estos militares que protagonizaron
el golpe de derecha de 1975 estaban convencidos de que nosotros, los
militares de izquierda, queríamos implantar una nueva dictadura en
Portugal, que ahora sería una dictadura comunista. Pero en realidad esta
creencia provenía de una propaganda de la reacción. Así se dividió el
MFA y a la propia población.
Entonces, hasta los mismos vencedores del golpe contrarrevolucionario de
fines de 1975 aprobaron una ley constitucional que decía que la misión
de las Fuerzas Armadas era garantizar la vía pacífica y pluralista para
la democracia y para el socialismo. El preámbulo de la Constitución de
la República también propiciaba: "abrir el camino para una sociedad
socialista, en el respeto de la voluntad del pueblo portugués, teniendo
en vista la construcción de un país más libre, más justo y más
fraterno". ¡Precisamente lo que nosotros queríamos! Ellos, los que nos
derrocaron, estaban convencidos de que nosotros íbamos a implantar una
nueva dictadura, ahora comunista, y entonces hicieron esa ley en defensa
del socialismo. Ellos estuvieron en contra nuestra, en contra de
nuestros camaradas militares, en contra de los que apoyábamos las
reivindicaciones populares y queríamos precisamente consolidar esas
reivindicaciones que habían sido alcanzadas.
N.K.: Usted habla de propaganda reaccionaria y anticomunista destinada a
dividir el proceso político. Los latinoamericanos conocemos muy bien
eso. ¿La CIA estaba metida en Portugal?
Gral. Vasco Gonçalves: ¡La CIA estaba metida! ¡Sí! Junto con la CIA
también estaban metidos los servicios de inteligencia británicos, en
particular el MI6, en la preparación del golpe contrarrevolucionario del
25 de noviembre de 1975. En cuanto a la CIA, es bien conocido el caso
del ex embajador norteamericano en Portugal en tiempos de la revolución,
Frank Carlucci, quien luego de su actuación en Portugal fue ascendido
en Estados Unidos a vice-director de la CIA. También son bien conocidos
los elogios mutuos que se han dirigido Mario Soares, jefe del Partido
Socialista y apoyo civil de la contrarrevolución, y Frank Carlucci.
Soares llegó a enaltecer recientemente y en forma pública el gran papel
de este hombre de la CIA en "la instauración de la democracia en
Portugal!"... Después de esas declaraciones, ¿qué más se puede
agregar?...
N.K.: ¿La CIA también estaba infiltrada dentro de las Fuerzas Armadas?
Gral. Vasco Gonçalves: Sí, estaban metidos en todos lados. Sin embargo, las condiciones que vivimos
en Portugal no fueron las mismas que se vivieron en Chile en 1973 donde
la CIA tenía mayor poder. Aquí se logró dividir a las Fuerzas Armadas,
tuvieron consigo a la dirección del Partido Socialista y también al
Partido Popular Democrático. Es decir que aquí hicieron la
contrarrevolución por una vía casi "pacífica", a diferencia de Chile. No
fue completamente pacífica porque también hubo un levantamiento militar
e incluso algunas acciones terroristas en la preparación del golpe
contrarrevolucionario.
N.K.: ¿Cuál sería entonces el balance?
Gral. Vasco Gonçalves: A la hora de hacer un balance de las causas por
las cuales fuimos derrocados, yo pienso que la supervivencia y
permanencia de la ideología pequeñoburguesa y burguesa entre la mayoría
de las masas trabajadoras y entre la mayoría de los militares
posibilitaron que la derecha y la dirección del Partido Socialista
golpearan contra la dirección de la revolución. De este modo la
dirección del Partido Socialista se esforzó por definir a los militares
revolucionarios y al Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) como
comunistas. Nos decían que éramos todos comunistas, para así poder
acusarnos, aislarnos y rechazarnos. Eso fue lo que la dirección del
Partido Socialista logró conseguir. De allí en adelante, desde 1976
hasta nuestros días, a Portugal lo gobernó y lo gobierna la derecha.
N.K.: ¿Usted era en ese entonces comunista?
Gral. Vasco Gonçalves: Yo era entonces marxista y lo sigo siendo.
N.K.: ¿Cómo se formó? ¿Cómo llegó al marxismo dentro de las Fuerzas Armadas?
Gral. Vasco Gonçalves: En los tiempos de estudiante.
N.K.: ¿Usted qué estudiaba?
Gral. Vasco Gonçalves: Yo estaba en la Facultad de Ciencias. Estudiaba ingeniería militar.
N.K.: ¿Era una universidad civil?
Gral. Vasco Gonçalves: Sí, era una universidad civil. Para entrar en la
escuela militar estudié en un curso de ingeniería que se seguía durante
tres años en la Facultad de Ciencias. Allí nos vinculamos con amigos,
que eran estudiantes, y con otro gran amigo, un profesor que nos llevó a
comprender las relaciones sociales.
N.K.: ¿Eran muchos los estudiantes marxistas?
Gral. Vasco Gonçalves: No, en realidad no eran muchos. De unos cuarenta,
por ejemplo, sólo cuatro o cinco se interesaban por cuestiones
políticas y tenían una gran politización. Estos grupos propiciaban la
resistencia a la dictadura fascista que perseguía a las personas, que
censuraba los libros, que censuraba los periódicos y la prensa. ¡Por
entonces todo era censurado! Nos faltaba la libertad. Esa profunda falta
de libertad de nuestro pueblo le dio sentido al levantamiento militar y
a la revuelta popular contra la dictadura y contra la falta de
libertad, contra las posiciones patronales, contra la explotación de los
trabajadores. Entonces el Partido Comunista tenía una gran influencia
en la población y en la implementación de esa revuelta. Era
prácticamente el único partido organizado que luchaba contra el régimen
fascista [el Partido Socialista recién se formó en 1973 y fuera de
Portugal, en Alemania occidental. Nota de N.K.]. El Partido Comunista
contaba con una considerable influencia entre los trabajadores de las
fábricas.
En ese momento los trabajadores portugueses eran principalmente
trabajadores agrícolas, porque Portugal era esencialmente un país
agrícola. Eso influyó para que predominara entre la mayoría de los
trabajadores la ideología pequeñoburguesa y hasta burguesa, casi
tradicional. Portugal tenía una influencia muy fuerte de la Iglesia y
pesaba mucho la tradición. Esa debilidad en el desarrollo capitalista de
Portugal y su atraso desde el punto de vista industrial contribuye a
explicar que entre los trabajadores predominara de hecho la ideología de
la clase dominante. Como usted sabe, las ideas dominantes son las ideas
de la clase dominante. La población luchaba contra el fascismo. Comenzó
entonces la guerra colonial, que tuvo una gran influencia en la
maduración de la conciencia política de un número determinado de los
militares que protagonizaron el levantamiento del 25 de abril de 1974.
N.K.: ¿Cuánto duró la guerra colonial de Portugal con sus colonias?
Gral. Vasco Gonçalves: La guerra duró 13 (trece) años, desde 1961 hasta
1974. Durante la guerra colonial los militares fueron comprendiendo que
esa guerra no tenía solución por la vía de las armas. El problema
colonial tenía que ser resuelto reconociendo el derecho de los pueblos a
la autonomía y a la independencia.
N.K.: ¿Cuáles eran esas guerras coloniales de Portugal?
Gral. Vasco Gonçalves: La guerra colonial se desenvolvió en África: en
Angola, Mozambique y en Guinea-Bissau. A partir de 1964 había tres
frentes simultáneos. En esas tres colonias había tres campañas
militares.
N.K. ¿Usted participó en las guerras coloniales?
Gral. Vasco Gonçalves: Sí, he participado.
N.K.: ¿Dónde?
Gral. Vasco Gonçalves: Estuve en Angola y en Mozambique.
N.K.: En esa época Francia educaba a sus militares en la doctrina de la
guerra contrainsurgente que aplicó en Argelia e Indochina. Estados
Unidos también, tal como lo aplicó en Vietnam. En América latina esa
doctrina de la guerra contrarrevolucionaria se difundió mucho gracias a
Francia y Estados Unidos. ¿A ustedes también los educaron en ese tipo de
guerra contrarrevolucionaria?
Gral. Vasco Gonçalves: Cuando comenzó la guerra colonial vinieron a
nuestro país oficiales del ejército francés de Argelia. Ellos nos
hablaron de las operaciones. No era una enseñanza o una instrucción
formal. Daban conferencias sobre la guerra de Argelia, sobre las
operaciones militares y sobre el modo en que había que enfrentar a los
guerrilleros.
N.K.: ¿En qué año esos instructores dieron sus conferencias?
Gral. Vasco Gonçalves: Yo calculo que fue en 1961, 1962, 1963. Fueron al
principio del desencadenamiento de la guerra colonial. En esas
conferencias hablaban desde un punto de vista operacional-militar, desde
el punto de vista de las operaciones anti-guerrilla y también desde el
punto de vista de la acción psico-social: ¿cómo conquistar a las
poblaciones cuando había movimientos de liberación, movimientos de
guerrilla anticolonial? ¿Cómo conquistar las ideas de la poblaciones?
Eso era llamado "Acción psico-social".
N.K.: ¿Cómo percibían los militares portugueses las guerras coloniales y la resistencia de los pueblos oprimidos?
Gral. Vasco Gonçalves: Los militares de Portugal fueron percibiendo que
la solución no podía ser militar, que la guerra no se ganaría. Además,
el malestar de las colonias condujo a la politización. Quiero decir que
los movimientos de liberación de las colonias portuguesas aportaron una
gran contribución para nuestra propia liberación del fascismo y del
colonialismo en Portugal. Los militares portugueses fueron reconociendo
que cada lucha de cada uno de estos pueblos era una lucha justa; en
cambio, nuestra guerra, desde el punto de vista de Portugal, era una
guerra injusta. La guerra colonial no era una guerra sentida ni querida
por las propias masas portuguesas. Desde el punto de vista moral los
militares portugueses estábamos derrotados en la guerra colonial.
También por eso entre los oficiales y los cuadros militares permanentes
surgió el descontento y la oposición contra la guerra colonial. Entre
ellos, una minoría constituyó el Movimiento de las Fuerzas Armadas
(MFA). Esto significa que una cosa es el Movimiento de las Fuerzas
Armadas (MFA) y otra cosa son las Fuerzas Armadas. El MFA estaba
constituido por una pequeña parte de los oficiales de carrera y cuadros
permanentes que eligieron como profesión la vida militar. Las Fuerzas
Armadas también estaban constituidas por los milicianos, quienes luego
de pasar por el servicio militar obligatorio volvían a la vida civil.
Estos últimos eran militares sólo eventualmente.
N.K.: ¿Qué importancia tuvo la existencia de estos milicianos?
Gral. Vasco Gonçalves: La participación de milicianos en nuestras
fuerzas era cada vez mayor porque no se podía mantener tres frentes de
batalla al mismo tiempo. Esa gran participación de milicianos condujo
también a la concientización de los cuadros permanentes y los oficiales
de carrera. Esa fue su importancia. Además de la lucha de los pueblos
coloniales y del descontento de los militares portugueses existía una
gran efervescencia en el movimiento estudiantil. Todo esto confluyó.
N.K.: ¿El Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) sólo agrupaba a los
militares y cuadros permanentes o también incluía a los milicianos?
Gral. Vasco Gonçalves: Incluía a ambos. Fue la propia guerra colonial la
que condujo a que los cuadros permanentes contactaran inmediatamente
con los cuadros milicianos. De manera que ambos grupos hacían la misma
vida, corrían los mismos riesgos en la guerra, entonces eso influyó en
que hubiera intercambio de ideas y de opiniones entre los cuadros
profesionales permanentes y los militares milicianos. Ellos, los
milicianos, estaban mejor preparados políticamente que nosotros, los
militares profesionales, porque en las universidades civiles había una
discusión ideológica, política y social que no existía en las escuelas
militares. Entonces los militares milicianos estaban mejor preparados
ideológicamente. Eso condujo a crear mejores condiciones de maduración
en la concientización política de los militares y cuadros permanentes.
N.K.: ¿El Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) tenía una orientación marxista?
Gral. Vasco Gonçalves: No, de ninguna manera. El MFA no era un
movimiento revolucionario. Era un movimiento que pretendía poner fin a
la guerra colonial y resolver el problema de la independencia de las
colonias portuguesas que era, en verdad, la causa de la guerra colonial.
El fascismo y el colonialismo no podían conceder la autonomía y la
independencia a los pueblos coloniales. Nosotros lo que pretendíamos era
encontrar una solución política para la guerra colonial. Y la única
solución política tenía que consistir en el reconocimiento de la
autonomía y la independencia de todos los pueblos coloniales. Ese era
nuestro objetivo fundamental. En ese objetivo la gran mayoría de los
militares estaba de acuerdo, pero los más audaces, los más activos, los
que tuvieron más coraje en intentar lograr ese objetivo fueron aquellos
que constituyeron el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA).
N.K.: ¿Con cuántos integrantes contaban ustedes en el MFA?
Gral. Vasco Gonçalves: Alrededor de 300 ó 400 militares,
aproximadamente, mientras que el conjunto de oficiales permanentes de
las Fuerzas Armadas eran en total nos 7.000 u 8.000.
N.K.: ¿El MFA operaba en la clandestinidad?
Gral. Vasco Gonçalves: Sí, éramos clandestinos. En ese momento el
gobierno fascista ya estaba muy deteriorado y en Portugal había una gran
contestación contra el fascismo en el seno de las masas populares y
trabajadoras. Por eso las reivindicaciones del Movimiento tuvieron gran
receptividad.
N.K.: ¿En qué año nació el MFA?
Gral. Vasco Gonçalves: En 1973. El dictador Salazar ya había muerto y
sus sucesores pretendían hacer una política que aparentemente era más
"suave", pretendían dar una cara más "liberal" al fascismo. Nuestra
situación se estaba agravando día a día. La guerra colonial estaba
empeorando a cada momento. Poco a poco, el Movimiento de las Fuerzas
Armadas fue planteando sus reivindicaciones a cielo abierto. Las
reuniones de discusiones del Movimiento sobre el futuro de las Fuerzas
Armadas y de Portugal no se hacían abiertas porque existía una policía
política fascista llamada PIDE que también estaba metida dentro de las
Fuerzas Armadas. Se llegó entonces a una situación en la cual el
gobierno ya no tenía poder suficiente para imponer su voluntad y
nosotros, los oficiales, ya no estábamos dispuestos a aceptar todas las
órdenes. Se comenzaban a dar las condiciones subjetivas necesarias e
imprescindibles para una revolución.
N.K.: ¿Usted está pensando en el análisis de Lenin sobre una situación revolucionaria?
Gral. Vasco Gonçalves: Sí, por supuesto. Estoy pensando exactamente en
eso. Por lo tanto estas múltiples circunstancias iban conformando las
condiciones subjetivas para el triunfo de la revolución.
N.K.: ¿Cómo fue el vínculo entre el ascenso de las masas trabajadoras y
la propia dinámica del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA)?
Gral. Vasco Gonçalves: Aunque las Fuerzas Armadas en Portugal no tenían
un objetivo de revolución social, queríamos una democracia política,
mejores condiciones de vida para los trabajadores, mejores condiciones
para el desarrollo de la cultura en Portugal... En el conjunto, como
Movimiento -repito y subrayo las palabras "como Movimiento"- no estaba
entre nuestros objetivos hacer una revolución socialista. Después, con
el impulso del movimiento popular y de las reivindicaciones populares, y
con el impulso de la justicia de estas reivindicaciones, la lucha de
clases nos llevó al proyecto de la revolución socialista. Así se explica
el proceso iniciado el 25 de abril de 1974.
Alguna vez un intelectual brasilero dijo que nunca había visto en el
mundo un movimiento popular en las calles como lo había visto en
Portugal. Un movimiento en las calles con sus reivindicaciones...
existía la enorme influencia entre los trabajadores del Partido
Comunista que era el único partido organizado políticamente que había
combatido al fascismo. Una influencia que se extendía a los trabajadores
rurales. De manera que se fue desenvolviendo un proceso de
reivindicaciones populares que eran justas y que eran consideradas como
justas por los propios militares. Era entonces natural que ese proceso
desembocara por su propio desarrollo en una lucha por el socialismo.
Aquellos militares que estaban de verdad identificados con los intereses
populares y con la razón de las masas trabajadoras dominaron las
relaciones de fuerzas dentro del Movimiento de las Fuerzas Armadas
(MFA). Este último era un movimiento unitario. Tenía como base la
necesidad de la solución política del problema colonial. En eso
estábamos todos de acuerdo, desde la derecha hasta la izquierda y eso
nos llevó a la conclusión de que para solucionar el problema colonial
era preciso derrocar al gobierno fascista.
Al comienzo muchos pensaban, dentro de nuestros camaradas militares, que
se podía imponer al gobierno fascista otra solución al problema
colonial sin necesidad de derribarlo, pero eso no funcionó. Pero luego
la propia formación del Movimiento de las Fuerzas Armadas, desde el
verano de 1973 hasta abril de 1974, fue haciendo madurar las ideas de
los militares. Esto permitió hacer madurar las condiciones subjetivas,
las condiciones ideológicas, las condiciones del factor subjetivo para
derribar al gobierno fascista. Nosotros concluimos que con aquel
gobierno no era posible llegar a una solución política del problema
colonial. Se tornaba necesario derribar, tirar abajo al gobierno
fascista para recién entonces solucionar el problema colonial
conversando con los movimientos de liberación, como por ejemplo el
Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA).
Por lo tanto el gobierno fascista fue derrocado a través de una gran
acción popular. En esa acción popular existió una gran orientación del
Partido Comunista; los militares más progresistas apoyaban las
reivindicaciones populares y cualquier fuerza que el pueblo necesitaba.
Nosotros dominamos las relaciones de fuerza dentro del Movimiento de las
Fuerzas Armadas (MFA), pues el MFA estaba tensionado desde la derecha y
desde la izquierda. El MFA constituyó una Junta de Salvación Nacional
que fundamentalmente estaba formada y constituida por oficiales
generales que eran gente de derecha pero que también acordaba con la
solución del problema colonial por vía pacífica y a través de una
solución política.
N.K.: ¿La izquierda del Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) tenía por objetivo el proyecto de la revolución socialista?
Gral. Vasco Gonçalves: En ese momento todavía no. Había algunas personas
que tenían ideas auténticas y verdaderas sobre el socialismo y el
marxismo, pero pensaban que no había condiciones en Portugal para hacer
una revolución socialista. Pero a lo largo del proceso revolucionario
surgió una vía de transición hacia el socialismo a través de la
realización de las diversas y sucesivas conquistas populares. Por
ejemplo, la nacionalización de la banca, la nacionalización de los
seguros, la nacionalización de los principales centros básicos de la
producción industrial, la nacionalización de las principales empresas de
transporte y comunicaciones, la reforma agraria basadas en unidades
colectivas, el control obrero, los derechos cívicos, sindicales,
laborales y políticos de los trabajadores.
Todas estas conquistas y derechos se fueron ganando y se fueron
modificando las estructuras económicas. Cuando se nacionalizan la banca y
las finanzas, los seguros y los centros básicos de la producción, se
comienza a caminar por una vía de transición al socialismo. ¡Es posible
conquistar y hacer el socialismo con el conjunto de estas fuerzas! La
vía de transición al socialismo fue surgiendo del mismo proceso de las
luchas de clase. Lo importante que hay que destacar es que lo que surge
como un golpe y un levantamiento militar contra el fascismo y el
colonialismo se va transformando en una revolución social.
N.K.: Al describir aquel proceso revolucionario del cual actualmente se
cumplen 30 años usted destaca la perspectiva del socialismo. Sin
embargo, hoy en día, tres décadas después, algunos teóricos proponen
reemplazar el proyecto del socialismo por una supuesta "tercera vía". ¿A
partir de su experiencia política, qué opina usted de la "tercera vía"?
Gral. Vasco Gonçalves: Yo pienso que hoy no hay espacio para una
"tercera vía". La experiencia del pasado y del presente nos demuestra
que la "tercera vía" camina siempre para la derecha, camina siempre
hacia un rumbo reformista del capitalismo, hacia la idea de una supuesta
"reforma del capital". No se trata de alcanzar un capitalismo reformado
sino de superar el capitalismo. El capitalismo no es reformable, porque
las relaciones sociales en las que se basa y sin las cuales no puede
sobrevivir son intrínsecamente injustas y de explotación del hombre por
el hombre. La "tercera vía" no persigue conquistas profundas en las
estructuras económicas y sociales. Hay que fijarse en Inglaterra, en
Francia y en Alemania para corroborarlo. Jospin en Francia, Schroeder en
Alemania y Blair en Gran Bretaña adoptaron en la práctica políticas
neoliberales y de privatizaciones. Todos los que pretenden colocarse
entre el capitalismo y el socialismo al final terminan adoptando
políticas neoliberales".