por
Willians De Jesús Salvador* –
“EEUU
y Rusia, tienen misiones comunes que realizar como es la lucha contra
el terrorismo, la lucha contra la pobreza a nivel global, trabajar por
un mundo más equilibrado y seguro, seguir avanzando en la investigación
tecnológica y poner estos logros al servicio de la humanidad, y forjar
una gran alianza en beneficio de la paz mundial”.
Siempre he leído al escritor ruso
Alexander Dugin, sus análisis geopolíticos, filosóficos, políticos donde
aborda desde la historia de las religiones hasta el neo-eurasianismo
del que es su ideólogo y fundador. Debo confesar que despertó en mi un
interés extraordinario “La Cuarta Teoría Política”, obvio que entre su
visión del mundo contemporáneo y la mía, hay un choque de civilización
brutal, yo pertenezco y defiendo a Occidente (Punto cardinal por donde
se oculta el Sol en los equinoccios), y porque negarlo Occidente es la
cuna donde se ha erigido el último de los imperios de la era moderna que
conoce la humanidad los Estados Unidos de América,
Es importante
establecer que el concepto de Occidente como civilización se suele
contraponer al concepto de Oriente (este) o civilizaciones orientales.
La cultura occidental se identifica con el cristianismo y su proyección y
presencia es global.
Dugin, es un intelectual de ideas
antioccidentales y ultranacionalistas, en su último artículo publicado
el 1 de enero 2016, en el prestigioso portal “Página Transversal”,
“Principios y estrategia de la guerra que viene (I)”, el dice, cito: “ha
estallado la guerra entre dos civilizaciones: la civilización de la
Tierra, representada por Rusia, y la civilización del Mar, representada
por los EEUU. Se trata de un enfrentamiento entre un sistema basado en
el comercio y una civilización heroica, entre Cartago y Roma, Atenas y
Esparta. No obstante, en ciertos momentos se llega a una etapa
“caliente”. Estamos en este momento de nuevo. Es decir, estamos al borde
de la guerra. Sin embargo, en cualquier momento esta guerra puede
convertirse en una importante y, tal vez, en la única batalla de
nuestras vidas. Como los principales actores – Estados Unidos y Rusia –
son potencias nucleares, la guerra involucra a todas las naciones de la
Tierra. Tiene todas las papeletas para convertirse en el fin de la
humanidad. Por supuesto, esto no está garantizado, pero no puede
excluirse tal giro en la trama.”
La guerra nunca ha dejado de
existir en la historia de la humanidad, y todos los imperios en las
diferentes épocas viven en pie de guerra, ya sea conquistando nuevos
territorios o a la defensiva para preservar los conquistados, la guerra
constituye una industria que mueve grandes capitales, y es parte del
gran negocios de las potencias mundiales, pero una guerra nuclear no
parece ser una realidad atemorizante en la actualidad, el invierno
nuclear a nivel global, no parece estar en los planes de Estados Unidos,
Rusia, China, India, Europa y otros países que son portadores de la
bomba atómica, por lo que la visión apocalíptica de Dugin, no parece
tener cabida en el mundo actual, la principal guerra es geofinanciera y
tecnológica; es también de las divisas y de los mercados, porque el
estado de bienestar de una sociedad se mide por índices de desarrollo,
PIB, tasa de desempleo, mortalidad materna e infantil, perspectivas de
vida al nacer, viviendas, seguridad social y garantías en la tercera
edad, ahora se agregan otros parámetros que tienen que ver con la
calidad de vida, conformando este conjunto los niveles de satisfacción
plena material y espiritual del ser humano.
Para lograr esa etapa
del desarrollo de los pueblos en la era moderna, hay una condición
inherente, que es la competitividad en todos los órdenes, y si el
competir por las metas de mercado conlleva el escenario áspero del
enfrentamiento y hasta la guerra, el stablissmen gobernante actúa en
consecuentemente a sus intereses.
“El imperio es el sujeto
político que efectivamente regula estos intercambios globales, el poder
soberano que gobierna al mundo”. (Michael Hardt y Antonio Negri,
Imperio, publicado por Harvard University Press, edición inglés 2000,
traducida por Editorial Paidós Ibérica, S.A. 2002).
La Federación
Rusa, es una fuerza emergente de extraordinaria potencialidades y de
hecho actualmente ocupa un lugar de supremacía en la era contemporánea,
marcando un hito para una alianza de naciones nacientes hace apenas un
cuarto de siglo, porque tras el colapso de la URSS, ese basto e inmenso
territorio quedó sumergido en la miseria, y hoy día, Rusia ha resurgido
de la ceniza con bríos renovados, con una nueva filosofía de gobierno la
democracia, dejando atrás el marxismo y la dictadura del proletariado.
La
Rusia de hoy, es fascinante, extraordinaria, gigante, imponente en el
escenario internacional, que en dos décadas y media de vida democrática,
ha sido capaz de readecuarse a los signos de una era caracterizada por
la velocidad implacable de los cambios mundiales.
En todos mis artículos he abogado por un entendimiento entre
EE.UU y Federación Rusa, leer en la Voz de Rusia: Obama y Putin, convocados por la madurez de los tiempos (
http://mundo.sputniknews.com/spanish_ruvr_ru/2013_08_12/Obama-y-Putin-convocados-por-la-madurez-de-los-tiempos-6367/).
Hoy
más que nunca reitero mi convicción de que Estados Unidos de América y
Rusia pueden coexistir como países amigos muy por encima de sus
diversidades, que son propias de sus idiosincrasias producto de la
diversidad étnica, cultural y religiosa, las cuales hoy se encuentran en
un punto común, la globalización como forma de gobierno universal.
En este contexto existen bondades de la Federación Rusa de la que puede beneficiarse Estados Unidos, y viceversa, veremos:
La
Federación de Rusia cuenta con una superficie de 17 125 246 kilómetros
cuadrados, ocupa la novena parte de la tierra firme del planeta, con una
población al tener 146 020 000 habitantes. Ocupa todo el Asia del Norte
y alrededor del 40 % de Europa (principalmente Europa Oriental),[n. 3]
siendo un país transcontinental. Rusia tiene las mayores reservas de
recursos energéticos y minerales del mundo todavía sin explotar y es
considerada la mayor superpotencia energética. Posee las mayores
reservas de recursos forestales y la cuarta parte de agua dulce no
congelada del mundo. Datos extraídos de
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Rusia.
Desde
el punto de vista geoestratégico tiene la importancia que hace frontera
con 16 países, es la mayor conexión fronteriza del mundo :Noruega,
Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania,[n. 6] Polonia,[n. 6]
Ucrania, Georgia,[n. 7] Azerbaiyán, Kazajistán, China, Mongolia y Corea
del Norte. Además de varios de los anteriores, comparte fronteras
marítimas también con Japón y Alaska, estado federado de Estados Unidos.
Asimismo comparte fronteras con los Estados con reconocimiento
limitado, Abjasia y Osetia del Sur. Sus costas están bañadas por el
océano Ártico, el océano Pacífico del Norte, y por mares interiores como
el mar Báltico, el mar Negro y el mar Caspio. Datos extraídos de
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Rusia.
Yo
me atrevería hablar del gran milagro económico ruso si hacemos las
comparaciones de los amos 1998 y 1999, cuando la deuda externa era igual
al 90 % del PIB y el Rublo se devaluó en un 400 % y las cifras e
indicadores financieros y sociales de la actualidad que equiparan a
Rusia con los niveles de crecimiento y desarrollo más extraordinarios
del mundo contemporáneo.
La economía de Rusia es un mercado
caracterizado que por la exportación de recursos y bienes de consumo y
un desarrollo en sectores tecnológicos como la industria aeroespacial,
la energía atómica y los complejos militares e industriales.
La
estructura sectorial de su economía, según el Servicio Federal de
Estadísticas de Rusia (Rosstat). Rusia es una economía de servicios
donde el sector servicios representa el 55,9 % del Producto Interior
Bruto (PIB); la industria, el 39,5 %; y la agricultura, un 4,5 %.
Finalmente,
debo precisar que en 2014 la cifra del PIB fue de 1.399.850 M.€, con lo
que Rusia es la 10ª economía en el ranking de los principales 196
países. Es una economía prometedora.
EEUU y Rusia, tienen misiones
comunes que realizar como es la lucha contra el terrorismo, la lucha
contra la pobreza a nivel global, trabajar por un mundo más equilibrado y
seguro, seguir avanzando en la investigación tecnológica y poner estos
logros al servicio de la humanidad, y forjar una gran alianza en
beneficio de la paz mundial.
*
El autor fue embajador de la
República Dominicana en Alemania, República Checa, República de Polonia y
concurrente ante la Federación Rusa, actualmente articulista y analista
de política internacional.