Pilar Boliver protagoniza una sátira de Carlos Pascual sobre el
sistema cleptocrático mexicano en analogía con la decadente Roma
imperial, donde Ayotzinapa contrapuntea la comedia de Quique emperador. A
su vez, revive la serie televisiva El privilegio de mandar, pero en
montaje teatral con el cómico Christian Ahumada liderando el rol del
candidato favorito: El Peje. A ambas caricaturas escénicas de la
política nacional se suman Las Reinas Chulas celebrando 20 años de sano
pitorreo a los poderosos en El Vicio.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Los candidatos a la Presidencia, incluso
el mandatario Enrique Peña Nieto y otros políticos actuales, se
encuentran bajo la lupa de los actores y escritores de la sátira, no
sólo para entretener, también para reflexionar sobre la situación actual
de México, señalan.
La pieza teatral Quique emperador, redactada y dirigida por Carlos
Pascual muestra, como lo dice su subtítulo, “el festín de la
cleptocracia” donde se critica cómo los acaudalados no desean dejar el
poder; y por otro lado, El privilegio de mandar, tanto en la pantalla
chica como en el teatro, intenta que la gente conozca a los políticos
que compiten para la Presidencia y vote el próximo 1 de julio, a decir
de los histriones del elenco.
Los senadores y sus alianzas
Creador de los espectáculos La Marta del Zorro, Pejemán vs El hijo
del Averno, El esperpento de Norberto y Las tandas del Centenario,
Carlos Pascual relata en entrevista que desde hace algunos años se
encontraba alejado de la escritura de sátira política, “pero de repente
tuve una imagen de unos senadores rufianes y a partir de ahí empezó a
surgir Quique emperador”.
Es una obra que escribió hace un año, “aunque no es fácil levantar
una idea teatral en México y menos del tamaño de este proyecto”.
Quique emperador se sitúa en la Antigua Roma, donde los senadores
Crápula (Rafael Inclán), Espurius (Fernando Ciangherotti), Probus (Mario
Casillas) y Falacius (José Eduardo Derbez) pactan turbias alianzas que
definirán el futuro del imperio débilmente gobernado por el emperador
Quique (muy parecido a Enrique Peña Nieto), protagonizado por Pilar
Boliver.
A estos legisladores poco importa lo que deban acometer para retener
los hilos del poder y del dinero. Así que la decadente Roma se sumirá en
un torbellino de traiciones y sangre. El también escritor de teleseries
destaca que es una severa crítica “a este sistema que nos carcome, nos
corroe, y no importa quién vaya a ganar las elecciones, porque ahí
seguirán los senadores tejiendo y manejando y les vale quién suba en
realidad, los poderes fácticos están en otro lado”. Pascual explica
categórico:
“Si se lograra un cambio en el país, la parte de la cleptocracia no
abandonará tan fácilmente sus privilegios. Uno de los personajes dice
una frase de Fidel Velázquez: ‘A balazos ganamos el poder, a balazos lo
dejamos’. No lo van a dejar. Eso es parte del juego de la obra.”
Quique emperador ofrece un sinnúmero de frases de expresidentes o
políticos del pasado y, por supuesto, del presente; empero, la parte
central en la trama son los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa
desaparecidos en Iguala, Guerrero, ilustra Pascual:
“Fue una decisión mía incluir ese tema tan doloroso, tan fuerte, en
una comedia. Igual abordo la violencia contra las mujeres, pero no me
estoy burlando de las víctimas sino de los victimarios, los senadores…
Una de las ventajas de la sátira política es que te puedes reír de lo
que en realidad lastima y enoja muchísimo.”
Resulta muy delicado caer en lo banal en este tipo de obras, “la
clave es irse al hecho duro y darle una estructura dramática, y no
desplazarse a la difamación. En mis obras hay un rigor periodístico y de
lo que está comprobado”.
–¿Difícil retratar a la clase política?
–No, son absolutamente caricaturizables, son ridículos, predecibles.
–¿Cómo fue plasmar al presidente Peña Nieto? Porque por eso se llama Quique emperador, ¿verdad?
–No quiero ser falto de respeto a la figura presidencial. Me parece
que Peña Nieto como ser humano no es fácilmente caricaturizable porque
ha tenido una imagen parca, seria, no hace los ridículos de Vicente Fox,
no se nos emborracha como Felipe Calderón ni habla como Andrés Manuel
López Obrador.
“Pero como presidente de la República en su actuar es fácilmente
criticable: todos sus ridículos de su mala pronunciación del inglés, su
falta de cultura, política y a veces de quehacer político… Uno se
pregunta quién le ata las manos para salir con la gente y decir: ‘Oigan,
la regamos, pero a ver qué hacemos’. Pero no, todo es así,
institucional, ¡qué terrible! En ese sentido, Peña Nieto es
absolutamente caricaturizable.”
El escritor de la serie histórica El encanto del águila enfatiza:
“No pretendo ideologizar ni concientizar a nadie, y dudo mucho que
alguien saliendo de ver a Inclán o a Quique emperador tome las armas y
haga una revolución. No. Es una vía de escape. La gente sólo se viene a
reír.”
Inclán y Boliver
Por su parte, Inclán, con más de 50 años de trayetoria en los
escenarios y el cine, cuenta a este semanario que su personaje (el
senador Crápula) en el nombre lleva la intención:
“En México, haciendo la traducción política, es un senador o un
diputado totalmente dinosaurio. No deja de ser una caricatura escénica
de lo que hemos visto durante tantos años.”
Al instante, el cómico opina de la situación electoral que vive México:
“Lo importante es que gane quien gane, lo aceptemos. Me refiero a los
mismos candidatos, a los mismos partidos que ya están tan revueltos,
que ya no sabe uno ni a quién irle…”
Boliver, quien ha laborado en más de 80 montajes y con los grandes directores del país, habla de su papel, el emperador Quique:
“Al salir al escenario, nada más con la imagen la gente aplaude.
Manejo la voz, la corporalidad, el maquillaje también es mío, la
peluquería es mía, de mi personaje, no de toda la obra.”
–¿Está atenta a lo que hace el verdadero Quique, es decir, el presidente Peña Nieto?
–¡Muy, muy, pero muuuy atenta! Para mí lo importante es el texto, ya
en lo que es la caracterización incluyo su vanidad, un poco el rollo de
ser pagado de sí mismo y sentirse ultra súper guapo, pero llevado a los
extremos. Me fijo en los “se ha volvido”, ni modo, ¡así es la farsa!, es
fuerte, es cruel y se va sobre los vicios.
La actriz sale al escenario con un copete negro, su rostro delgado y
ella delgada, no tan alta. Cabe destacar que hoy Peña Nieto es bastante
ridiculizado, a diferencia de sexenios atrás, cuando no se podía tocar
al presidente del país, la Virgen de Guadalupe y al Ejército. Según
Boliver, “siempre hay teatro cabaret en los momentos políticos fuertes
del país”. Especifica enseguida:
“Lo ha realizado Jesusa Rodríguez y Julián Pastor, ahora Las Reinas
Chulas. Bueno, antes Jesús Martínez Palillo, en fin. Tenemos toda una
tradición de teatro político, el cual siempre me ha gustado y me importa
burlarme de estas personalidades que nos han traicionado. Es una manera
de decir: ‘Pues no, no estoy de acuerdo’.
“Quique emperador no posee ninguna tendencia, no apoya a nadie, pero
para mí es una manera de decir: ‘¡Estos son los seres que nos
gobiernan!, ¡estos son los seres que están en las altas esferas
políticas de nuestro país!’.”
Completan el elenco Claudia Alcalá, Brenda Ballesteros, Édgar Landa,
Darinka Olmedo, Luis Orozco y Vinicio Rove. El productor es Pablo
Jiménez. La historia se presenta en el teatro Ramiro Jiménez Coyoacán,
División del Norte 2545, Del Carmen.
Quintilla tras la silla
A finales de 2017 iniciaron los sketch de El privilegio de mandar
cada semana en Las Estrellas de Televisa. Luego se creó la versión
teatral, con el subtítulo En vivo-cara a cara, escrita por Claudio
Herrera, bajo la producción de Alejandro Gou, Reynaldo López, Pierre
Angelo y Televisa.
El privilegio de mandar surgió en la pantalla chica y finalizó en
julio de 2006. Ahora, la serie y la puesta en escena parodia a los cinco
candidatos, sobre todo a los tres que van a la batuta. La obra recorre
el país desde mediados de marzo pasado.
El actor Christian Ahumada, quien es El Peje, platica a Proceso que
no ha sido nada sencillo parodiar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO),
candidato de la coalición Juntos Haremos Historia:
“Por las comparaciones con El Peje de Germán Ortega (de Los
Mascabrothers), quien protagonizaba originalmente a AMLO en El
privilegio de mandar de 2006. Entonces, lo primero fue crear mi propia
versión de El Peje. El de Ortega era un personaje más caricaturizado, un
poco más fársico, por así decirlo, y yo he tratado de hacerlo más real,
mucho más verdadero a como es en la actualidad López Obrador. Ahora lo
disfruto muchísimo, porque la gente ya se acostumbró a este nuevo Peje.”
El actor subraya que de alguna manera “cubre” la campaña de AMLO:
“Debo estar al 100% de todo lo que declara y realiza como candidato.
Por un lado ha sido un reto, por el otro, he sido muy afortunado de
poder encarnar a un personaje, sobre todo tan polémico como López
Obrador.”
Asegura que El privilegio de mandar tanto en televisión como en teatro sólo ofrece humor. Luego enfatiza:
“Sé que mucha gente no nos cree porque dice que somos la postura de
Televisa, y empiezan las consignas y empiezan los señalamientos. Invito a
que vean cualquier programa de todos los veintitantos que llevamos
hasta el momento, se encuentran en YouTube, para que comprueven que la
crítica es totalmente plural, totalmente pareja. No estamos cuidando a
nadie, ni despedazamos a uno en particular, ni militamos en ningún
partido.”
Adversarios de telenovela
Pierre Angelo es Peña. Argumenta que sólo parodian a los políticos,
los cuales “caen en nuestro terreno actoral, pero no nos metemos con su
vida privada”.
–¿Le preocupa parodiar a la figura presidencial?
–No me preocupa, más bien me ocupa el efectuar un trabajo que no sea
agresivo, que no se sienta una cosa personal, sino hacerlo desde esa
neutralidad con la cual debemos trabajar los actores para señalar toda
una historia.
Finalmente es parte de una telenovela política que estamos viviendo
en el país, donde obviamente él destaca como la figura presidencial, es
el más importante; pero es toda la estructura la que nosotros contamos.
La fuerza más bien está sobre los cinco candidatos, más que sobre la
figura presidencial.
Angelo realza que su tarea “es concientizar a la nación de alguna
manera a través del humor”. El actor también interpreta a Marcelo Ebrad.
Juan Frase es Anaya, y para imitar a Ricardo Anaya, candidato de la
coalición Por México al Frente, explica que lo benefició que se le
acerca al físico “en la forma de la cara, la estatura y la edad”.
Acentúa:
“Nosotros somos una lupa de lo que sucede en la vida política
nacional. Nuestro primer objetivo es hacer reír y divertir. El segundo
es generar que se informen de las propuestas de todos los candidatos y
salir a votar el primero de julio, y ya que sea electo cualquier
candidato, alzar la voz, así como nos unimos en el terremoto, para
reclamarle a los políticos lo que nos corresponde como mexicanos.”
Herrera es Meade y también Calderón. Se le cuestiona qué tan duro es
reflejar la realidad de México tanto en televisión como en teatro.
Detalla:
“Es complicado, hay que estar al tanto de las noticias, lo que dicen y
hacen los candidatos, y tratar de crear una crónica semanal de lo que
realmente está pasando y usar muchas veces las palabras de los
candidatos e irse a la farsa y a la parodia.”
–¿Qué diferencias nota con el público del teatro al de la televisión?
–En el teatro es una experiencia muy bonita porque la gente va a
desahogarse de lo que está sintiendo de alguna manera con toda la
situación política que vivimos, la cual es muy tensa con una época tan
violenta en nuestro país. El privilegio de mandar es como una válvula de
escape muchas veces y sacarla con la risa es lo mejor.
“El programa supongo que tiene también ese efecto. Nosotros no lo
vivimos directamente; pero con la respuesta que hemos tenido con las
personas y los comentarios, vemos que la gente sí lo está disfrutando
mucho.”
–¿Cómo es interpretar o recrear a José Antonio Meade de la coalición Todos por México?
–Es muy divertido. Ya le tomé mucho cariño al personaje, porque lo he tenido que estudiar mucho.
–Se ha comentado que Televisa les tira línea, ¿qué opina?
–No. Hemos tenido completa libertad de expresión. Se manejó desde el
principio que lo más importante es que el proyecto estuviera balanceado y
es básicamente la mayor responsabilidad que tenemos los cuatro
escritores que estamos haciendo esto.
El Privilegio de Mandar se presentará el 13 de mayo en Ciudad Juárez,
el 14 en Chihuahua, el 18 en la Ciudad de México (Centro Cultural 1,
avenida Cuauhtémoc 19 esquina con Puebla, Roma), el 19 en Torreón, el 20
en Monterrey, el 21 en Reynosa, el 22 en Tampico, el 25 en la Ciudad de
México (Centro Cultural 1), el 26 en Acapulco, el 27 en Pachuca, el 28
en Morelia y el 29 en San Luis Potosí. También en junio viajará a otros
escenarios del país.
“Las mil y un… chingaderas”
Este año electoral, Las Reinas Chulas cumplen 20 años.
Las integrantes de esta compañía de teatro-cabaret, Ana Francis,
Marisol Gasé, Nora Huerta y Cecilia Sotres, han vivido en estos cuatro
sexenios “fraudes, caídas del sistema, más fraudes, el voto útil, más
actas de casilla, más fraudes, manipulaciones cibernéticas, más
fraudes”, y ya están “hasta el copete”.
Para festejar esas dos décadas han preparado el show Las mil y un…
chingaderas electorales. Aquí transportarán al público al Lejano Oriente
y lo llevarán de la mano a reconocer “que sí coge muy lejos la
corrupción, la impunidad y la mentira”. En la trama, La princesa
Silenciada está a punto de ser asesinada por El Rey; para que esto no
suceda, ésta le tendrá que contar historias que lo mantengan tan
entretenido que olvide por unos instantes la idea de matarla.
Es así que nacerán personajes de su imaginación como: Sinmeado el
Marino, Anayaya y los 40 ladrones, Amlodino y la lámpara maravillosa,
entre otros. La obra se presenta de jueves a sábados de mayo, a las
21:30 horas, en el teatro bar El Vicio, ubicado en Madrid 13, Coyoacán.
Esta reseña se publicó el 13 de mayo de 2018 en la edición 2167 de la revista Proceso.