- Henry
Hermand, uno de los principales creadores de la Fondation Saint-Simon,
ha sido el padrino de la carrera de Emmanuel Macron. Incluso actuó como
testigo en su boda, en 2007. En 2012 lo metió en el equipo del
presidente Francois Hollande y creó su partido político en el Instituto
Montaigne, en 2016.
Es imposible comprender la súbita aparición en
la escena política francesa del hoy candidato a la presidencia Emmanuel
Macron sin conocer las maniobras anteriores a esta, orquestadas por
Jacques Delors y Dominique Strauss-Kahn. Para entender lo que sucede
detrás del escenario, es necesario mirar al pasado.
1982: la Fondation Saint-Simon
En
1982, personalidades del ámbito universitario y directores de grandes
empresas francesas decidieron crear una asociación que favoreciera «
el encuentro
entre los investigadores de las ciencias sociales y los actores de la
vida económica y social y difundir al público los conocimientos
resultantes de las ciencias humanas y sociales». Esa asociación fue la Fondation Saint-Simon [
1].
Por
más de 20 años, la Fondation Saint-Simon impuso en Francia los puntos
de vista de Washington, creando lo que sus críticos llamaron «
el pensamiento único».
Después de las huelgas de 1995 y el fracaso de la reforma del sistema
de jubilación, esa fundación decidió disolverse, en 1999.
La Fondation Saint-Simon organizó 70 seminarios anuales en los que participaron siempre unas 40 personas. Publicó 110
Notas
mensuales y alrededor de 40 libros. Más discretamente, organizó también
una cena mensual en la que se reunían personalidades del medio
universitario, jefes de empresas cotizadas en la Bolsa de París y los
principales empresarios de la prensa francesa.
En el marco de
aquellas cenas no sólo se acercaron los puntos de vista de los
participantes sino que los patronos de la prensa decidían los temas que
abordarían sus publicaciones y cómo enfocarlos. Poco a poco el
pluralismo de la prensa fue cediendo su espacio al «
deber de informar» y después ante el «
poder de formar» las mentes.
La
Fondation Saint-Simon había sido creada, de un lado, por el historiador
Francois Furet y el sociólogo Pierre Rosanvallon, y del otro lado, por
el cabildero Alain Minc, el industrial Roger Fauroux, el banquero Jean
Peyrelevade y, finalmente, el editor Yves Sabouret y el intelectual
Jean-Claude Casanova. Su financiamiento estaba concebido por Henry
Hermand, una eminencia gris de la izquierda no comunista.
Eran
notorios los vínculos de todas esas personalidades con un poderoso
grupúsculo estadounidense: los neoconservadores. Estos últimos,
intelectuales trotskistas, acababan de unirse entonces al presidente
republicano Ronald Reagan. Dejando de lado los conceptos de «
derecha» e «
izquierda», decían luchar contra estalinismo y querer «
democratizar»
el mundo a toda costa. No disimulaban su admiración por el filósofo
Leo Strauss, teórico de una dictadura global ilustrada. Algunos de ellos
crearon la National Endowment for Democracy (NED) y el United States
Institute of Peace. A pesar de las apariencias, estas dos últimas
fundaciones fueron concebidas como instrumentos al servicio de los «
Cinco Ojos»,
o sea del acuerdo existente entre los servicios secretos de Australia,
Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y el Reino Unido.
Al
principio, la Fondation Saint-Simon recibió subvenciones de la John M.
Olin Foundation, que había invitado a Francois Furet a impartir clases
en Chicago. Este organismo estadounidense, considerado muy derechista,
ya había financiado antes a los trotskistas neoconservadores.
Rápidamente, la Fondation Saint-Simon se incorporó a The Hague Club (el
Club de La Haya), una supraestructura de la Fundación Rockefeller
encargada de financiar una treintena de asociaciones atlantistas
europeas con fondos de la CIA y posteriormente de la NED.
Es por
tanto con dinero de los servicios secretos estadounidense que se
organizaron las cenas mensuales en las que personalidades del mundo
universitario se reunían con los patronos del CAC40 (la Bolsa de París)
alrededor de los directores de medios de prensa como revistas como
Études,
Esprit, la radio
Europe 1, las publicaciones
L’Expansion,
L’Express,
Le Figaro,
Libération,
Le Matin de Paris,
Le Monde, el canal de televisión
M6, el semanario
Le Nouvel Observateur, la
RTL y periodistas estrellas de las televisiones
Antenne2 y
TF1.
En los años 1990, cuando el sociólogo británico Anthony Giddens lanzó la «
Tercera Vía»
para adaptar la retórica socialista a la economía de mercado, la
Fondation Saint-Simon celebró entusiasmada aquel acto de
prestidigitación impulsado por el presidente estadounidense Bill Clinton
y el primer ministro británico Tony Blair.
- Anne
Sinclair, periodista estrella de la televisión francesa TF1 y miembro de
la Fondation Saint-Simon, acompañada de su amigo Jacques Delors,
candidato oficial de esa Fundación a la presidencia de la
República Francesa.
1993: la operación de Jacques Delors y Martine Aubry
En
1993, los miembros de la Fondation Saint-Simon decidieron presentar
su propio candidato a la presidencia de Francia: el entonces presidente
de la Comisión Europea Jacques Delors. Simultáneamente, prepararon
también el ascenso de la hija de su candidato, la ministra del Trabajo
Martine Aubry, para convertirla en primer ministro de Delors.
El
entonces socialista Jacques Delors había iniciado su carrera política en
la derecha, en el gabinete del primer ministro Jacques Chaban-Delmas.
Martine Aubry, entonces socialista, había hecho su debut como
responsable de Relaciones Públicas del grupo industrial Pechiney, cuyo
director, Jean Gandois, se convertirá en jefe del sindicato de patronos
de Francia.
Mientras los medios de prensa cuyos directores eran
miembros de la Fondation Saint-Simon comenzaban a cantar loas a la
gloria de Jacques Delors y de su hija Martine Aubry, el tesorero de la
fundación, Alain Minc, creaba, en los locales de la propia fundación,
2 organizaciones diferentes:
la Asociación Nacional de Empresas por la Inserción (ANEI), para implicar grandes empresas en la campaña electoral de Delors;
y la Asociación de Amigos de la Fundación Actuar Contra la Exclusión (FACE), para financiar el ascenso de Martine Aubry.
Después
del fracaso de Francois Bayrou en el congreso de los demócrata-sociales
(CDS), Jacques Delors se da cuenta de que resulta imposible crear una
nueva mayoría que reúna a socialistas y centristas. Renuncia entonces a
presentarse a la elección presidencial. La ANEI es disuelta y sus fondos
se transfieren a la FACE.
El programa político de la Fondation
Saint-Simon del padre y la hija –Jacques Delors y Martine Aubry–
consistía en convertir a Francia en el pilar de la Unión Europea.
Preveía transformar Francia en el «
hub» europeo desarrollando los
transportes por carretera transversales y basar la economía en un
incremento de la mano de obra. Para eso resultaba conveniente mantener
la incorporación de las mujeres al trabajo y aumentar la inmigración.
Para contener el desempleo, durante el periodo de transición, sería
necesario disminuir el tiempo de trabajo.
Ese programa llegó a
aplicarse parcialmente, más tarde, bajo el gobierno de Lionel Jospin,
aunque la coyuntura internacional ya había cambiado. En 1998 y en el año
2000, Francia adoptó la semana laboral de 35 horas, en contra de
la opinión de los patronos que habían apoyado esa medida en 1993-1995 y
aumentó la inmigración laboral.
Pero el resultado fue contrario al
que se esperaba en 1993: el desempleo creció inexorablemente. Mantener
las mujeres en el trabajo planteó nuevos problemas en materia de
jardines de infancia o guarderías infantiles, de tiempo de trabajo de
los niños en las escuelas y, finalmente, de reducción del nivel de los
alumnos. En ese contexto, la presencia masiva de inmigrantes
desestabilizó el sistema social en su conjunto.
1995: l operación Juppé-Notat para la reforma de las jubilaciones
El
proyecto de ley del primer ministro de derecha Alain Juppé sobre la
reforma de la jubilación contó con el apoyo de la revista
Esprit y la CFDT (sindicato de izquierda), bajo la coordinación de la Fondation Saint-Simon.
Fue durante aquella campaña cuando el sociólogo Alain Touraine emergió como portavoz de los miembros de esa fundación.
Sin
embargo, ante las gigantescas huelgas de diciembre de 1995, hubo que
retirar el proyecto de ley. Víctima de su fracaso, la Fondation
Saint-Simon no tardó en disolverse.
2000: el Instituto Montaigne
En
el año 2000, el grupo asegurador AXA creó el Instituto Montaigne, un
nuevo tanque pensante. El instituto publicó rápidamente un trabajo
colectivo de personalidades universitarias y jefes de empresas titulado
Le Courage de réformer
[“La valentía de reformar”]. Posteriormente nombró como su director al
periodista Philippe Manière. Este último fue formado por la Fundación
Rockefeller en el Centro Bellagio, sede del Hague Club.
El
Instituto Montaigne milita a favor de reformas económicas y sociales
idénticas a las que pretendía implantar la Fondation Saint-Simon.
En 2004, este instituto redacta la
Charte de la diversité en entreprise
[“Carta de la diversidad en la empresa”], que recibe de inmediato el
respaldo de la FACE y que ha sido adoptada actualmente por numerosos
grupos. En 2012, publica un segundo libro colectivo,
Réformer par temps de crise
[“Reformar en tiempos de crisis”]. Después de la salida de Claude
Bebear de la dirección de AXA, su sucesor a la cabeza del grupo
asegurador, Henri de Castries, se convierte en presidente del instituto.
- Otra vez
Anne Sinclair, pero ahora con su esposo, Dominique Strauss-Kahn,
candidato no oficial de Terra Nova a la presidencia de Francia.
2008: Terra Nova
En 2008, Olivier Ferrand,
colaborador de Dominique Strauss-Kahn, crea la asociación Terra Nova
utilizando locales prestados por Henry Hermand. Este nuevo tanque
pensante introduce la modernidad estadounidense en la vida económica,
social y política de Francia. Su funcionamiento sigue el modelo del
Progressive Policy Institute creado por Bill Clinton y el senador
estadounidense proisraelí Joseph I. Lieberman.
Como antes sucedió
entre la Fondation Saint-Simon y el banco Crédit Lyonnais, Terra Nova
mantiene estrechas relaciones con varios bancos, principalmente con
Rothschild & Cie.
En 2011, Terra Nova organizó la primera
elección primaria para designar el candidato del Partido Socialista a la
elección presidencial, con ayuda de la National Endowment for Democracy
(NED) que incluso envió a París a su especialista Tom McMahon.
El objetivo era lograr que otros partidos, además del Partido
Socialista, adoptaran como candidato único a Dominique Strauss-Kahn,
para garantizar que este lograra pasar a la segunda vuelta de la
elección presidencial y ganarla. «
DSK», entonces director del Fondo Monetario Internacional (FMI), se encargaría de implicar a los franceses en la globalización.
Pero
Strauss-Kahn es arrestado en Estados Unidos poco antes de la primaria y
Martine Aubry toma su lugar. La hija de Jacques Delors pasa a la
segunda vuelta de la primaria socialista, donde es derrotada por
Francois Hollande.
Después del fallecimiento de Olivier Ferrand,
secretario general de la CFDT, Francois Chereque pasa a ocupar la
presidencia de Terra Nova.
- Mejor que Bill Clinton Y Tony Blair, Emmanuel Macron, es el yerno ideal.
2016: la operación Emmanuel Macron
Este largo preámbulo permite entender la operación Emmanuel Macron.
A su salida de la ENA [
2],
Emmanuel Macron inicia su carrera, en 2004, en el gabinete de
Jean-Pierre Jouyet. Este último es un ex colaborador de Roger Fauroux
–el presidente de la Fondation Saint-Simon– y de Jacques Delors –quien
había sido el candidato de la fundación a la presidencia de Francia.
Jouyet será ministro del presidente de derecha Nicolas Sarkozy, pero
luego se convierte en secretario general de la presidencia de la
República bajo el presidente socialista Francois Hollande.
Emmanuel
Macron pasa entonces cierto tiempo en el banco Rothschild & Cie,
antes de convertirse en miembro del equipo del presidente Hollande como
adjunto de Jean-Pierre Jouyet, reemplazando en esa función a Francois
Perol, otro gerente asociado de Rothschild & Cie.
En 2006,
Emmanuel Macron entra al Partido Socialista y se hace miembro de la
Fundación Jean-Jaures, cuyo financiamiento garantizan parcialmente los
trotskistas neoconservadores de la NED. En 2007, se une también un grupo
de ex patronos y altos funcionarios llamado
Les Gracques,
reunido alrededor de Jean-Pierre Jouyet. Esa asociación trata de
organizar una alianza entre el Partido Socialista y los centristas.
En 2012, Macron se convierte en
Young leader de la French-American Foundation [
3],
en la que aparecen como administradores Philippe Manière (director del
Instituto Montaigne) y Alain Minc (tesorero de la Fondation
Saint-Simon). Recomendado por el propio Alain Minc, Macron se convierte
también en
Research Fellow en la London School of Economics, cuando sale del Elíseo, en 2014.
En
mayo-junio de 2014, Emmanuel Macron es invitado a la reunión anual del
Grupo de Bilderberg. En el orden del día aparecían tanto el intercambio
de información de inteligencia entre Estados como la estructura del
Medio Oriente ampliado posterior a las “primaveras árabes”.
Cabe recordar que el Grupo de Bilderberg fue creado al margen de
la OTAN, que garantiza directamente la seguridad de sus encuentros
sin importar en qué país se reúna. El presidente actual del Grupo de
Bilderberg es el francés Henri de Castries, presidente-director general
del grupo asegurador AXA y presidente del Instituto Montaigne.
En
2016, Macron crea su propio partido, En Marche!, en los locales del
Instituto Montaigne y con ayuda de Henry Hermand –uno de los principales
mecenas de la Fondation Saint-Simon y más tarde de Terra Nova [
4]. Después de dar amplias explicaciones al respecto, Henry Hermand fallece en noviembre de 2016, a la edad de 92 años.
La originalidad
del partido de Macron es que, durante sus 8 primeros meses de
existencia, sólo tiene un candidato a la elección presidencial…
sin programa ni proposiciones.
Pero eso no impide que le aporten
su apoyo todo tipo de personalidades que evidentemente no necesitaban
que les explicaran lo que ya sabían: el programa de Macron es el que ya
tenían Jacques Delors y Dominique Strauss-Kahn.
Si bien la
candidatura de Jacques Delors apuntaba a hacer de Francia el pilar de la
Unión Europea, la de Emmanuel Macron –como antes la de Dominique
Strauss-Kahn– pretende hacer entrar a los electores –ya nadie se atreve a
decir «
los franceses» en la globalizacion. El apoyo que aportan
los medios de difusión resulta ahora más fácil que hace dos décadas
debido a su concentración en unas pocas manos y al hecho que los
6 principales patrones de la prensa son favorables a la globalización.
Siendo
ya Macron candidato a la presidencia, Martine Aubry renuncia esta vez a
participar en la elección primaria del Partido Socialista. En febrero
de 2017, Francois Bayrou, el hombre que no pudo lograr que los
demócrata-sociales apoyaran a Jacques Delors, anuncia su respaldo a
Emmanuel Macron.
Así es como se vende algo viejo haciendo creer que es nuevo.
Año tras año, los franceses celebran la fiesta del «
beaujolais nouveau» y vuelven después a sus ocupaciones de siempre porque, contrariamente a la «
France éternelle» de Charles De Gaulle, ese vinito puede parecer agradable... pero no se conserva.
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