El misterio del maletín extraño y los dos misteriosos cráneos descubiertos en las montañas en Rusia
3/1/2016 1:25:00 a.m.
Descubren
en las montañas de Rusia un maletín extraño y dos misteriosos cráneos.
Según los periodistas del diario "Komsomolskaya Pravda" y "Rossiyskaya
Gazeta" el maletín tiene escrito un extraño logotipo "Ahnenerbe" este
maletín se encontró recientemente en las montañas de Adygea.
En
las montañas de la región caucásica de Adigueya se han hallado dos
cráneos pertenecientes a una criatura desconocida por la ciencia con el
emblema de la Ahnenerbe, probablemente la sociedad más secreta dentro de
las SS, dedicada al estudio de las ciencias ocultas y las fuerzas
sobrenaturales.
Según los investigadores, lo más probable es que
los miembros de las SS estuvieran interesados en los enigmas de los
dólmenes antiguos y en las causas de la elevada radiactividad natural en
la región del cañón Kishinski. También es posible que buscasen el oro
de la Rada de Kubán, perdido en algún lugar de la región durante la
guerra civil rusa (1917-1923).
Los investigadores también han
hallado un mapa alemán del territorio de Adigueya, realizado en 1941, y
se han quedado sorprendidos por la precisión y lo completo que es. Estos
objetos hallados han suscitado un gran interés entre los especialistas.
Los
historiadores conocen numerosos detalles de la operación Edelweiss de
la Wehrmacht, en la que plantaron estandartes nazis en el pico de
Elbrús, la montaña más alta de Europa, situada en la república de
Kabardia-Balkaria, en el Cáucaso ruso. Sin embargo, ¿cuál era el
propósito de esta organización secreta en las montañas de Adigueya?
El hallazgo en el bosque
En
el complejo etnográfico de Belovodie situado en la aldea de
Kamennomostski, se guardan los enigmáticos cráneos y el maletín secreto
de los ocultistas de las SS.
“Un hombre mayor de la zona me trajo
una maleta grande de color marrón con un asa de cuero y el emblema de
la sociedad secreta Ahnenerbe en la tapa –explica el propietario de
Belovodie, Vladímir Melikov–. Es un auténtico ermitaño, vive en una
cabaña en el bosque, pero nadie sabe exactamente dónde. Entonces me
pregunté si no habría encontrado un escondite secreto en el bosque.
Además, todos los objetos estaban en buen estado. Por ejemplo, las
cerillas todavía se pueden usar hoy. Encontrar un lugar así es algo
excepcional”.
Observamos la tapa de la maleta, donde se ve claramente el emblema oficial de la Ahnenerbe, formado de runas.
Pero, ¿qué es lo que buscaban en estos parajes?
Ahnenerbe,
cuyo nombre completo es “Sociedad para la Investigación y Enseñanza
sobre la Herencia Ancestral Alemana”. Esta organización existió en
Alemania entre 1939 y 1945 y fue creada para estudiar las tradiciones,
historia y patrimonio de la llamada “raza aria”.
Anillo encontrado junto al maletín que es posiblemente de un soldado raso.
Investigaban
todo lo misterioso y desconocido que había en el mundo, realizaron
expediciones al Tíbet, la Antártida y el Cáucaso, y buscaron contactos
con OVNIs para recibir el secreto del poder absoluto. La Alemania de
Hitler se dedicó activamente a desarrollar nuevos tipos de armas capaces
de cambiar el curso de la guerra. En la Ahnenerbe trabajaban 350
especialistas: eran expertos con una educación brillante, una magnífica
carrera científica y varios grados académicos.
Pocos
saben que, algunos años antes de empezar la guerra, los especialistas
en caminos de montaña de una organización de construcción militar
alemana ofrecieron su ayuda a la URSS para construir la carretera entre
Pitsunda y Ritsa (desde la costa del Mar Negro a una reserva natural de
montaña, actualmente en Abjasia), supuestamente por motivos de
cooperación internacional. Tras finalizar los trabajos, los
especialistas alemanes encontraron una muerte trágica, ya que su
automóvil se precipitó al vacío en una curva. Hasta el día de hoy, los
turistas acuden al lago Ritsa a través de los túneles construidos por
los alemanes.
“Agua viva” de Ritsa
Más
tarde se supo que los motivos para construir esta carretera estratégica
eran otros. Resultó que los hidrólogos de Ahnenerbe habían establecido
que la composición del agua tomada de una fuente situada en una cueva
bajo el lago Ritsa era ideal para fabricar plasma sanguíneo humano.
“El
“agua viva” procedente de Abjasia, en recipientes de plata, se
transportaba primero hasta la costa, luego mediante submarinos hasta la
base de Constanza, y finalmente en avión hasta Alemania”, explica
Bormotov, docente de la cátedra de economía y gestión de empresas de la
Universidad Tecnológica Estatal de Maikop. Hubo incluso planes de
construir túneles para los submarinos desde el mar hasta Ritsa, pero
fueron interrumpidos por la guerra.
En lo que concierne a
Adigueya, es conocida la estancia en Maikop del 49º Cuerpo de Montaña de
la Wehrmacht, que realizó el ascenso al monte Elbrús. En el valle del
río Bélaya, cerca del pueblo cosaco de Dajóvskaya, se situó el
regimiento de las SS Westland, y entre los ríos Psheja y Pshish se
instalaron los regimientos de tanques Germania y Nordland.
En
otoño de 1942, en el aeropuerto de Maikop se instalo la 3ª escuadrilla
del 14º grupo de reconocimiento, que contaba con aviones bimotores de
reconocimiento FW-189, dotados del instrumental de inteligencia más
sofisticado del momento y, en esencia, consistían en laboratorios
volantes.
“Eso era más que suficiente para proteger las
investigaciones secretas que, posiblemente, realizaba la Ahnenerbe en
las montañas de Adigueya”, opina Bormotov. “Maikop era la ciudad donde
la Wehrmacht tenía su cuartel general. Desde allí se ejerció el mando de
toda la campaña militar alemana en el Cáucaso. En otoño de 1942, en las
montañas de Adigueya no había una línea de defensa definida, y
conocemos casos en los que grupos aislados de soldados alemanes se
internaron profundamente en las montañas. No está claro por qué se
desplegaron tropas en el monte Pshekish en agosto de 1944, cuando la
línea del frente ya se había movido muy lejos hacia el oeste. ¿Qué es lo
que los nazis no tuvieron tiempo de terminar en el monte Pshekish? ¿No
estará esto relacionado con las investigaciones de los especialistas de
la Ahnenerbe?”, se pregunta el experto.
Según
continúa, es posible suponer que los nazis estuvieran interesados en
los dólmenes, al considerarlos “construcciones de los atlantes
prehistóricos” y “la entrada a mundos paralelos”. Todavía hoy en día se
sigue hablando de sucesos poco comunes en la zona. Recientemente en la
prensa local se habló del desenterramiento de esqueletos de tres metros
pertenecientes a una raza humana desconocida en el cañón Borjomi de
Georgia.
Cráneos de los dioses
Hace aproximadamente dos
años, un grupo de espeleólogos llevó al etnógrafo Vladímir Melikov dos
extraños cráneos con cuernos que, según afirmaban, habían sido
encontrados en una cueva del monte Bolshói Tjach. Parecían restos de
animales fosilizados. Pero cuando comenzó a examinar en detalle los
hallazgos se le puso la piel de gallina.
“Observen el orificio
redondo de un dedo de grosor en la parte inferior de la cabeza”, dice
Melikov, mostrando uno de los cráneos. “Es la base de la columna
vertebral. Y su posición indica que esta criatura se movía sobre dos
patas. Otro detalle extraño es la ausencia de bóveda craneal y
mandíbulas. En lugar de boca, hay varios orificios distribuidos en forma
de círculo. Las cuencas de los ojos son inusualmente grandes, y de
ellas se separan dos excrecencias en forma de cuernos. Sin embargo, los
huesos faciales son planos, como en los homínidos”.
Realmente
los hallazgos tienen un aspecto inusual. Incluso si se compara con el
cráneo de oso que hay al lado. Es muy tentador pensar que tienes en las
manos los restos de algún extraterrestre.
Se
enviaron fotografías de los hallazgos a paleontólogos de la capital,
pero estos no reaccionaron con mucho entusiasmo. Tan solo reconocieron
que nunca antes habían visto algo parecido, e insinuaron con cautela:
¿quizás se trata de unos cráneos de oveja que estuvieron mucho tiempo en
un flujo de agua con arena y quedaron muy deformados? Pero si se asume
una deformación, ésta estuvo sincronizada, ya que los elementos extraños
son los mismos en ambos cráneos.
Los investigadores suponen que
este tipo de hallazgos también pudo caer en las manos de los “magos”
hitlerianos que andaban en busca de artefactos extraordinarios.
Por
cierto, los mitólogos, tras observar los hallazgos, lo tuvieron claro
de inmediato. Se trata de los Annunaki del antiguo Sumer: divinidades
con cuernos cuyo nombre se interpreta como “venidos de los cielos”. En
la mitología sumeria, participaron en la creación del mundo.
El
escritor estadounidense de origen azerí Zecharia Sitchin identifica a
los Annunaki con los habitantes de Nibiru, un hipotético planeta del
Sistema Solar con una órbita excéntrica. Debido a los movimientos
astronómicos, este planeta aparece en nuestro rango de visión una vez
cada 3.600 años. Según Sitchin, en este período los habitantes de Nibiru
descienden a la Tierra y entran en contacto con sus aborígenes, es
decir, con nosotros.
“Podemos construir todo tipo de versiones y
conjeturas, pero los restos encontrados en las montañas de Aguideya le
obligan a uno a reflexionar”, dijo a modo de despedida el académico Iván
Bormotov.
FUENTEfuent: extranotix.blogspot