Yanis Varoufakis: “Hemos traicionado a la gran mayoría del pueblo griego”
Pavlos
Kapantais se encontró con el ex ministro de Finanzas griego un día
antes de que Alexis Tsipras anunciara la convocatoria de elecciones
anticipadas. Varoufakis será invitado de honor este domingo a la fiesta
de la rosa organizada, por Arnaud Montebourg
1. En la
entrevista, Varoufakis se refirió a su renuncia y a su relación con el
primer ministro griego Tsipras. Varoufakis es un hombre sonriente,
aparentemente tranquilo, que nos recibe en su residencia de verano en la
isla de Egina. Su esposa, Danaé y un amigo están sentados en la terraza
con vista al mar.
Pavlos Kapantais: Usted se ha opuesto a la decisión de Alexis Tsipras, el 13 de julio,
de acceder a las exigencias de los acreedores. ¿Lo vamos a ver en las listas de otro partido en las próximas elecciones?
Yanis Varoufakis: Si las elecciones anticipadas
conducen a un gobierno y a un partido que reciben el mandato popular
para aplicar el acuerdo del 13 de julio, obviamente yo no puedo ser
parte. Alexis Tsipras regresó de la Cumbre europea del 12 de julio,
donde asistimos de hecho a la capitulación del país, explicando su
posición. Según él, se estaba frente a un grave dilema: o bien era
aceptado este insostenible programa, o sea el plan de Schäuble (ministro
alemán de Finanzas, NdE) o la “defenestración” de Grecia de la zona
euro se ponía en marcha.
Fue allí que comenzó mi principal objeción: yo no creo que el dilema fuese ese.
Creo que el “plan Schäuble” está en vías de realizarse.
Es en el voto “No” en el referendo como sigo siendo fiel al programa de Syriza.
Sí estoy de acuerdo con Alexis Tsipras en decir que el Grexit debe
evitarse, según pienso, pero el mantenimiento de Grecia en la eurozona
pasa precisamente por el rechazo de este nuevo y tercer memorando. Aquí
es donde nuestras opiniones divergen. Alexis (Tsipras) considera que
este acuerdo es la alternativa al “Grexit” de Schäuble, y yo considero
que este memorando forma parte del plan de Schäuble (de la salida de
Grecia de la eurozona).
-Durante las negociaciones, ha dicho a menudo que para que
las negociaciones pueden lograrse, habría requerido que el FMI, la
Comisión Europea y el Banco Central Europeo estuviesen menos divididas.
¿Cuál era la naturaleza de estas divisiones?
-Es obvio que habría sido más simple… El FMI ha reconocido desde el
principio que la deuda era demasiada como para esperar que el país
pudiera salir. Pero la misma institución es intransigente sobre las
reformas de la legislación laboral. En revancha, cuando hablaba a los
europeos, ellos nos decían exactamente ¡lo contrario! Estaban de acuerdo
con nosotros sobre el derecho del trabajo, pero para ellos, considerar
una cancelación incluso parcial de la deuda es un tema tabú. Sus
diferencias son imposibles de administrar, es necesario que se pongan de
acuerdo. Cuando te encuentras atrapado en la pinza de discursos
contradictorios, la negociación resulta casi imposible: estás rodeado
por las líneas rojas de los unos y los otros, y, en consecuencia, la
discusión no puede avanzar.
-¿Cuál fue el papel de Francia en el Eurogrupo, y cómo juzga ese papel?
-El gobierno francés tenía una percepción muy próxima a la nuestra.
Pero excepto algunas frases de aliento lanzadas por Michel Sapin, no se
reflejó en un apoyo real. Sus intervenciones fueron inmediatamente
rechazadas por otros y especialmente por Schäuble. Es cierto que, cuando
señaló la gran diferencia entre lo que se dice detrás de puertas
cerradas y lo que se dijo públicamente, un personaje de alto rango me
dijo esto: “Francia no es ya lo que era”. Al interior del Eurogrupo,
pudimos trabajar con Michel Sapin, particularmente para encontrar un
compromiso entre la continuidad de los compromisos asumidos por el
estado griego y el principio de la democracia. Porque el pueblo griego
se expresó muy claramente contra la austeridad en las elecciones de
enero. Michel Sapin lo ha señalado en varias ocasiones en el Eurogrupo.
Sin embargo, la respuesta de Schäuble fue categórica: las elecciones
no cambiaron nada el problema porque
si las reglas deben cambiar cada vez que se elige un nuevo gobierno, el
Eurogrupo no tendría razón de ser y la eurozona colapsaría.
¿Cómo fue exactamente su renuncia la noche del referéndum?
¿Qué dijo Alexis Tsipras? ¿Tomaron esa decisión juntos, o es una
penalización que había que cumplir bajo chantaje, una capitulación?
– La semana anterior al cierre de los bancos, yo creía – y todavía lo
creo – que debemos oponernos a esta decisión escandalosa del Eurogrupo.
Pero ya estábamos en la recta que llevaba al referendo y era nuestro
deber permanecer unidos y trabajar por la victoria del “No”. Y el “No”
ganó. En ese momento, sentí una gran responsabilidad hacia aquellas
personas que se habían opuesto a todos los ataques mediáticos contra los
partidarios del “No”, en un momento en que los bancos estaban cerrados
para asustarlos. Consideré entonces que nuestro papel era honrar ese
coraje. Yo entré a Maximou (residencia oficial del primer ministro
griego) impregnado y motivado por la energía de nuestro valiente pueblo y
me encontré confrontado a la voluntad de capitulación por parte de
otros miembros de nuestro grupo político responsable de las
negociaciones. Mi posición siempre había sido la de decir: “Prefiero que
me corten la mano antes de firmar un nuevo memorando”, mi partida en
ese momento fue evidente para todo el mundo.
-¿Alexis Tsipras tendría que haber renunciado?
– Personalmente, sigo creyendo lo que dijimos. Cuando nosotros
arribamos al poder, dijimos dos cosas, Alexis Tsipras y yo: en primer
lugar, que nuestro gobierno ensayaría sorprender haciendo realmente lo
que habíamos prometido hacer. Segundo, que si no lo conseguiamos,
nosotros siempre renunciaríamos antes de traicionar nuestras promesas
electorales. Por eso, ciertamente, pocos días antes del referéndum, dije
que si el “Sí” ganaba, yo renunciaría inmediatamente. Yo no tengo la
capacidad de hacer cosas en las que no creo. Pensé que era nuestra línea
común. Por último, a través de las decisiones del gobierno, es el “Sí”
quién ganó y no el “No”.
-¿Se siente traicionado por Alexis Tsipras?
– Yo creo que hemos traicionamos a la gran mayoría (62 %) del pueblo
griego. Al mismo tiempo, es evidente que este NO no era un mandato para
la salida de la zona euro. Como Alexis Tsipras, siempre me opuse a ese
guión, aunque critico con virulencia la arquitectura de la eurozona. Es
por otra parte la razón principal para la cual fui nombrado Ministro de
Finanzas. Pero a través de este referéndum, el pueblo claramente nos
dijo: “Luchen por un mejor acuerdo y si se les amenaza con el Grexit o
con cualquier otra catástrofe, no tengan miedo”.
-¿Estaba usted materialmente preparado para salir del euro?
-Es una pregunta interesante para la zona euro en su conjunto. El
problema es que no se puede considerar seriamente una eventual salida de
un país de la zona euro. Porque una vez que comienza la discusión, el
mecanismo se dispara y se derrumban rapidamente los bancos del país
afectado. Por lo tanto, es simplemente imposible tener un plan B
operacional. Puede ser sólo teórico. Nuestros estudios sobre el tema,
como los del BCE, por otro lado, fueron confiados a 5-6 personas/2 para
permanecer discretos. Un plan operacional, requeriría casi mil expertos
para coordinarlo. No podría seguir siendo secreto, y provocaría por
consiguiente un pánico bancario, con una salida del euro …
-¿Alexis Tsipras, por lo tanto, no ha considerado seriamente ese escenario?
-Creo que esto nunca se ha contemplado, ni por Tsipras, ni por mí. Lo
que traté de poner en su lugar, después de que Dijsselbloem (presidente
del Eurogrupo), el 30 de enero, amenazó con cerrar nuestros bancos si
no aplicabamos el memorando, fue una serie de soluciones de emergencia
para crear liquidez en caso de que ese escenario ocurriera. El objetivo
era sobrevivir unas semanas dentro de la eurozona a pesar de tener los
bancos cerrados, hasta llegar a un acuerdo. Lamentablemente, el gobierno
no implementó ese programa: sólo se esperaba realizar el referéndum
para capitular justo después.
-¿Para qué sirvió el referéndum finalmente?
-Para Grecia, no habrá servido para nada. No ha ayudado al gobierno.
No ha ayudado a la gente que votó “No”. El pueblo ha sido abandonado y
traicionado. Y sin embargo, en esta ocasión, los pueblos europeos han
visto que habían ciudadanos orgullosos que se niegan al chantaje y que
no fueron manipulados por los medios de comunicación. Los griegos han
mostrado su ejemplo a otros pueblos europeos. Pero los líderes políticos
griegos, incluyéndome, no han podido captar esta resistencia popular y
convertirla en una fuerza para poner fin al autoritarismo y lo absurdo
del sistema.
-¿Cree que el FMI participará en el programa griego?
-No puedo imaginar cómo el FMI podría participar en este nuevo
programa sin esto crea enormes problemas internos. Estos días sin
embargo, algunas voces en Europa comienzan a discutir una extensión de
los vencimientos de la deuda griega.
-¿Piensa que esto será suficiente para convencer al FMI que participe?
-Dependerá de los parámetros que se ofrezcan. Si el Eurogrupo decide
que los 312 mil millones de la deuda pueden ser reembolsados a partir
del año 2785 y que de ahora hasta entonces no se realizará ningún pago,
esto podría funcionar ya que de hecho se trataría de una cancelación de
la deuda. Por el momento hay un problema tanto con el valor nominal de
la deuda como con el calendario de pagos. Para ser concreto, mire lo que
está previsto para 2022. ¡Es cómico! Los pagos anuales previstos pasan
de repente de 10 mil millones anuales a 30 mil millones! ¡Es como decir a
la tierra entera que en el horizonte 2022-2023 Grecia va a la quiebra!
¿Quién vendrá a invertir en el largo plazo en esta situación, cuando
sabemos que en el 2018 el país debe mostrar un excedente presupuestario
del 3,5%, que obviamente significa
un aumento importante de los impuestos, que conducirán al país al muro…?
-¿Cuál es su solución?
-Déjeme plantearle otra pregunta, que formulé a los miembros del
Eurogrupo empujando su razonamiento hasta el final: “¿No sería mejor
abolir las elecciones para los países que se encuentran en un programa
de asistencia? Esto tendría el mérito de ser claro. Eventualmente
podríamos declarar que hemos creado una unión monetaria en Europa, que
abolió la democracia para los países con deudas que no pueden pagar”.
Como comprenderá, la discusión se detuvo ahí… Por otro lado, mis
opositores más feroces, más allá de Schäuble, fueron los países que
imponen curas de austeridad muy duras de las poblaciones. Cuando
sabemos, por ejemplo, que en Letonia la mitad de la población tuvo que
irse al extranjero a causa de la cura de austeridad impuesta al país, es
previsible que dirigentes letones no quieran exponerse a la venganza
popular dejando al gobierno griego demostrar que existe otra forma de
hacer las cosas.
-¿Qué piensa de Euclid Tsakalotos, el nuevo ministro de Finanzas? ¿Qué consejo le dio?
-Euclides es un querido amigo y un estimado colega. Somos muy amigos.
Es como un hermano para mí. Y lo siento mucho por él: yo me hice cargo
del Ministerio con un mandato de lucha, he vivido momentos de alegría,
momentos heroicos e históricos. Euclides ha sido nombrado, y es
absolutamente consciente de ello, para implementar la capitulación.
-¿Cómo ve ahora el futuro de Syriza y también el de Grecia?
– Hay que ser siempre optimistas cuando se trata de un país como
Grecia que tiene detrás una larga historia de varios milenios. Considero
que cuanto más se intensifica la crisis, más cercanos estamos del
momento donde, finalmente, se llegue a la luz. La hora más oscura es
siempre antes del amanecer. En cuanto a Syriza, si el partido es incapaz
de permanecer unido a pesar de las diferencias de opinión sobre el
acuerdo, no tendrá ningún futuro. Si tiene éxito, jugará un papel
hegemónico en Grecia durante muchos años.
-Pero ¿cómo podría Syriza permanecer unido, dadas sus profundas divisiones actuales?
-Los buenos camaradas pueden permanecer juntos a pesar de sus
diferencias. Si somos capaces de mantener esto presente, hay una
esperanza para la unidad. Pero esta esperanza va a desaparecer tarde o
temprano si seguimos poniendo en práctica el memorándum afirmando que es
viable.
-¿Cree que la administración y el Estado griego son capaces de llevar a cabo las reformas?
-¡Evidentemente! No hay que ser negativo. Después de una veintena de
años, hay numerosos progresos. Pero lamentablemente la Troika no está
realmente interesada en esto. Quiere sobre todo mantener su dominio
sobre la economía de nuestro país.
-¿Piensa publicar un día sus memorias de las reuniones con el Eurogrupo?
-Si no lo he hecho hasta ahora y a pesar de todas las mentiras que
dijeron de mí, es para demostrar que respeto las reglas del juego. Pero a
pesar de su importancia, ¡no hay actas oficiales de esas reuniones! Un
día, por lo tanto, haré públicas mis notas.
-¿Cómo ve su futuro?
– (Risas) ¡Interesante pregunta! Seguiré activo políticamente de
todos modos, pero con una nueva certeza: todas estas preguntas, la
austeridad, la deuda… deben ser pensados a nivel europeo. Y en consulta
con los pueblos que sufren y sus representantes y no con un Eurogrupo
que no tiene ninguna existencia institucional y por lo tanto no rinde
cuentas a ninguna institución. Si no hay un movimiento europeo para
democratizar la zona euro, ningún pueblo europeo podrá ver días mejores:
ni los franceses, ni los italianos, ni los irlandeses, nadie. Es un
combate fundamental que nos queda por dar.
Notas:
1.- Arnaud Montebourg es un dirigente del ala izquierda del Partido Socialista francés.
2.- Grupo de seis miembros del gobierno responsable de las
negociaciones que comprendía en la época a Alexis Tsipras, Yannis
Dragasakis -vicepresidente del gobierno griego-, Yanis Varoufakis, Jorge
Stathakis, ministro de economía, Euclides Tsakalotos, viceministro de
hacienda, y a Nikos Pappas ministro de la presidencia y brazo derecho de
Alexis Tsipras.
Yanis Varoufakis, exministro de finanzas del
gobierno griego de Syriza, es un reconocido economista
greco-australiano de reputación científica internacional. Es profesor de
política económica en la Universidad de Atenas y consejero del programa
económico del partido griego de la izquierda, Syriza. Fue recientemente
profesor invitado en los EEUU, en la Universidad de Texas. Su libro
El Minotauro Global,
para muchos críticos la mejor explicación teórico-económica de la
evolución del capitalismo en las últimas 6 décadas, fue publicado en
castellano por la editorial española Capitán Swing, a partir de la 2ª
edición inglesa revisada. Una extensa y profunda reseña del
Minotauro, en
SinPermiso Nº 11, Verano-Otoño 2012