(CNN) — Egipto sigue sumido en
el caos tras la deposición del presidente Mohamed Morsi, destituido por
las fuerzas armadas el 3 de julio, lo que provocó la furia de sus
simpatizantes. Tras la división profunda al respecto, la tensión se
transformó en violencia.
En las últimas semanas han muerto cientos de personas y miles han
resultado heridas, ya sea en enfrentamientos con manifestantes
opositores o entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Este miércoles,
mientras las fuerzas armadas intentaban dispersar dos enormes
campamentos improvisados de manifestantes a favor de Morsi, hubo
incendios y explosiones de gases lacrimógenos.
¿Cómo se llegó a esto en Egipto? ¿Qué ocurrirá después? Recapitulemos.
1. ¿Por qué se depuso a Morsi?
Morsi se convirtió en el primer presidente democráticamente electo de
Egipto en junio de 2012, casi un año y medio después de que las
manifestaciones obligaran a Hosni Mubarak, quien gobernó durante 30
años, a renunciar. Sin embargo, a un año de la elección de Morsi, los
egipcios también querían destituirlo. Afirmaban que el islamista educado
en Occidente, alineado con el movimiento de la Hermandad Musulmana, no
había sido incluyente desde que asumió la presidencia y señalaron que
había fracasado en satisfacer las ambiciones de libertad y justicia
social del pueblo.
Se acusó a Morsi de autoritarismo y de tratar de incluir la postura
islámica de la Hermandad en las leyes de la nación. También recibió
críticas de muchos egipcios frustrados por la delincuencia desbocada y
con la economía que no había dado señas de mejora desde que Mubarak
renunció.
Las protestas a gran escala iniciaron el 30 de junio, a un año de la
elección de Morsi. Las influyentes fuerzas armadas dieron un ultimátum a
Morsi: si no satisfacía las demandas del pueblo, intervendrían. Cuando
se cumplió el plazo de 48 horas, las fuerzas armadas arrestaron a Morsi.
Sin embargo, quienes celebraron la caída de Morsi no lo consideran un
golpe de Estado. Lo llaman corrección, la continuación de una revolución
que inició con la renuncia de Mubarak en 2011.
2. ¿Dónde está Morsi?
Morsi está bajo custodia en un complejo militar indefinido y se
enfrenta a varios cargos penales. No se le ha visto en público desde su
remoción, aunque se reunió con una delegación de la Unión Africana y con
Catherine Ashton, directora de política exterior de la Unión Europea.
Morsi está bajo custodia por su relación con una fuga de prisión que
ocurrió durante la revolución de 2011 en Egipto, mucho antes de que
llegara al poder, según los medios estatales. La fiscalía señaló que en
la huida de Morsi y de otros 18 miembros de la Hermandad Musulmana,
entre otras personas, intervinieron “elementos extranjeros” como Hamas,
el Ejército Islámico Palestino y Hezbolá. Se dijo que la Hermandad
Musulmana era uno de los grupos nacionales que cooperó con quienes los
ayudaron a fugarse de la prisión.
Algunos de los aliados de Morsi también han sido encarcelados desde
el golpe. Se arrestó a los principales miembros del Partido de la
Libertad y la Justicia, el brazo político de la Hermandad, por cargos
que, de acuerdo con los funcionarios del partido, son ilegales y tienen
trasfondo político.
3. ¿Quién está protestando y por qué?
Desde la destitución de Morsi, los simpatizantes de la Hermandad
Musulmana y el Partido de la Libertad y la Justicia han organizado
enormes manifestaciones y plantones en todo Egipto. Funcionarios de la
Hermandad Musulmana señalaron que seguirán protestando hasta que Morsi
vuelva al poder, de acuerdo con su portal en internet.
Las facciones rivales también han organizado manifestaciones para apoyar la labor del ejército para destituir a Morsi.
La vocera de la Hermandad Musulmana, Mona al Qazzaz, acusó a las
fuerzas armadas y a la oposición de “matar a la mayor democracia de
Medio Oriente”. “Las fuerzas armadas intervinieron y la oposición que no
pudo ganar en las urnas regresó a bordo de tanques”, dijo el mes
pasado.
Sin embargo, muchos activistas, como el vocero del Frente 30 de
Junio, Ahmed Hawary, dijo que Morsi no dejó a las fuerzas armadas más
opción que intervenir. “La democracia es un proceso político adecuado”,
dijo Hawary. “Pero (bajo el gobierno de Morsi) no ha habido un proceso
político adecuado”.
Las tensiones se intensificaron este miércoles cuando las fuerzas de
seguridad marcharon hacia dos enormes campamentos improvisados que
habían erigido los partidarios de Morsi y derribaron las carpas con
maquinaria pesada y escoltaron a cientos de manifestantes para que
abandonaran el lugar.
Antes de los sucesos del miércoles, el gobierno de Egipto señaló que
planeaba dispersar a los partidarios de Morsi. “Los actos terroristas y
el bloqueo de caminos ya no son aceptables, representan una amenaza a la
seguridad nacional y aterrorizan a los ciudadanos”, dijo el ministro de
Información, Durriya Sharaf el Din.
El primer ministro interino, Hazem el Beblawi, dijo a Christiane
Amanpour, de CNN, que el gobierno solo trata de restablecer el orden
tras un mes de manifestaciones caóticas.
4. ¿Quién está a cargo?
Desde que arrebató el poder a Morsi, las fuerzas armadas de Egipto
han instaurado un gobierno civil interino, cuyo presidente es Adly
Mansour. Este es un juez de 67 años y preside la Suprema Corte
Constitucional. A pocos días de tomar juramento, emitió un decreto en el
que se otorga ciertos poderes legislativos y delineó el camino hacia
unas nuevas elecciones.
El vicepresidente interino de Egipto es el prominente reformista
Mohamed el Baradei, ganador del Premio Nobel de la Paz por su labor como
director general de la Agencia de Energía Atómica de la ONU.
Sin embargo, los generales egipcios que supervisaron la destitución
de Morsi y dirigieron al país durante un año, tras la renuncia de
Mubarak, siguen teniendo un poder considerable. Por ejemplo: el general
Abdel Fattah al Sisi, ministro de Defensa del país, fue quien convocó
recientemente a las protestas en masa para apoyar a las fuerzas armadas.
Al Sisi pidió a los simpatizantes que emitieran un “referendo para
tomar medidas firmes contra la violencia y el terrorismo”.
5. ¿Cuál es la postura de Estados Unidos?
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y las autoridades
estadounidenses subrayan que la prioridad es minimizar la violencia y
garantizar la inclusión en el proceso político.
“Millones de personas pidieron que las fuerzas armadas intervinieran
por temor a caer en el caos y la violencia. Además, según tenemos
entendido el Ejército no asumió el poder… hasta ahora. De hecho estaban
restaurando la democracia”, dijo el secretario de Estado de EU, John
Kerry.
El vocero de la Hermandad Musulmana, Gehad El Haddad, condenó las
palabras de Kerry y acusó al gobierno de Obama de ser “cómplice del
golpe militar”. “¿Acaso es labor del Ejército restaurar la democracia?”,
preguntó.
Egipto es aliado de EU desde hace tiempo. El país recibe al año 1,300
millones de dólares en ayuda militar de parte de Estados Unidos. Sin
embargo, si EU califica formalmente como golpe la destitución de Morsi,
tendría que suspender la ayuda y eso “limitaría nuestra capacidad de
tener la clase de relación que pensamos que necesitamos tener con las
fuerzas armadas de Egipto”, dijo el general Martin Dempsey, director del
Estado Mayor Adjunto.
Durante los últimos 30 años, solo Israel ha recibido más ayuda de Estados Unidos que Egipto.
6. ¿Qué podría deparar el futuro?
Además del riesgo inmediato de violencia, muchas personas están
preocupadas por las consecuencias de la destitución de Morsi sobre la
democracia en la región.
La atención estará sobre la Hermandad Musulmana. Tras haber sido la
fuerza política dominante en el país, ¿se incorporará al nuevo gobierno o
se volverá una piedra en el zapato para el Ejército egipcio?
Además, en un país que lucha contra la pobreza y el desempleo,
cualquier gobierno tiene que actuar rápido si quiere conservar el poder.
Hamdi Alkhshali, Kyle Almond, Becky Anderson, Greg Botelho, Jill
Dougherty, Schams Elwazer, Mariano Castillo, Josh Levs, Elise Labott,
Michael Pearson, Reza Sayah, Laura Smith-Spark, Joe Sterling, Ben
Wedeman y Ali Younes, de CNN, colaboraron con este reportaje.