Estados Unidos organizó el tráfico de drogas en todo el mundo a través de Pablo Escobar
Pablo Escobar
La ruta de la cocaína desde Colombia hasta Miami, denominada “El Tren”,
por la que se enviaban 800 kilos a la semana, estaba garantizada por la
CIA y la DEA, según el hijo del fallecido narcotraficante colombiano
Juan Pablo Escobar en su segundo libro “Pablo Escobar: In fraganti”, presentado en Argentina recientemente.
La impunidad era tan descarada que los narcotraficantes llevaban la
cocaína abiertamente en sus maletas, con las que atravesaban las
fronteras y aduanas. “Lo que hacía la CIA era comprar los controles para que entrase la droga a su país y obtener un maravilloso negocio”, escribe el hijo de Escobar.
El dinero obtenido de esta operación de tres años de duración era utilizado por la CIA para financiar “la lucha contra el comunismo en Centroamérica”, en una trama que involucraba al por entonces jefe de la agencia, George Bush padre.
Además de la CIA, Pablo Escobar y los narcotraficantes colombianos tenían vínculos muy estrechos con el PSOE. Tras la victoria electoral de 1982, Escobar y sus guardaespaldas estuvieron en Madrid celebrándolo con Felipe González en persona, Carlos Zayas, Enrique Sarasola y demás socialmafiosos (*).
El hijo de Escobar afirma que “su padre fue un engranaje más de un gran negocio del narcotráfico universal. Cuando ya no les sirvió, lo mandaron a matar”.
Los narcotraficantes latinoamericanos son los más pobres de la cadena
del narcotráfico, donde los estadounidenses se llevan el gran bocado.
Ese dinero nunca vuelve a Latinoamérica, “se queda en el sistema financiero estadounidense”, asegura el hijo de Escobar.
Durante los años ochenta la CIA y la DEA organizaron una compleja trama
de tráfico de armas a Irán y venta de drogas a barrios pobres de Los
Ángeles para financiar a la contrainsurgencia nicaragüense. Esta
operación fue dirigida por Bush padre para sortear la restricción
impuesta al gobierno de Reagan para financiar la guerra contra el
gobierno sandinista de Nicaragua.
Mientras Escobar trabajaba para la CIA, uno de sus lugartenientes, Henry de Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”,
trabajaba como agente encubierto del Departamento de Seguridad Nacional
de Estados Unidos, bajo el mando de la DEA y la Policía de Inmigración y
Aduanas, de acuerdo a unos documentos oficiales del gobierno
estadounidense revelados por el diario argentino Ámbito Financiero.
Tras la muerte de Escobar, López Londoño se integró en el grupo
paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia, dedicado a la guerra sucia
contra las guerrillas colombianas y obviamente al narcotráfico.
Cuando éstos se desmovilizaron en 2006 con el gobierno de Álvaro Uribe
Vélez, pasó a operar como integrante de Los Urabeños con presencia en
Colombia y Venezuela. En todo ese tiempo su trabajo estuvo relacionado a
operaciones de narcotráfico y de infiltración, tal como lo hizo en el
equipo de campaña del presidente Juan Manuel Santos para conocer su
visión sobre la política interna de Colombia.
A López Londoño le encomendaron infiltrarse en el gobierno de Hugo
Chávez para obtener información sobre las actividades de Rusia en el
país sudamericano. Este narcotraficante fue extraditado de Argentina a
Estados Unidos, donde pidió desclasificar los documentos que lo
involucraban en el Departamento de Seguridad Nacional.
Microcréditos: el gran negocio de la pobreza mundial
Desde los años 90 del pasado siglo se produjo una expansión rápida de
los microcréditos, hasta convertirse en el sector puntero de la
cooperación internacional. Justificados para facilitar la subsistencia
de los depauperados en los países del Sur, sobre todo mediante el empleo
informal, los microcréditos se vinculan a la aplicación de políticas
neoliberales en los territorios empobrecidos; y no sólo proliferaron
estas instituciones microfinancieras, como se les denomina en la jerga,
sino que en algunos casos pasaron a operar con criterios comerciales y
bancarios.
También las ONG expandieron el modelo de los microcréditos, y no fueron
pocas las que se especializaron en estos. Para ello accedieron a una
proporción no menor de los fondos de ayuda al desarrollo. Un ejemplo de
la expansión en el sector es el Banco del Noroeste de Brasil, que con el
respaldo del Banco Mundial, constituyó una entidad dedicada
específicamente a los microcréditos.
Arroja luz sobre estos mecanismos el libro del sociólogo Carlos Gómez Gil, “El colapso de los microcréditos en la cooperación al desarrollo” [...] El autor resume los efectos de la apuesta: un “estrepitoso fracaso”. Actualmente las microfinanzas se enfrentan a un proceso de “cuestionamiento y desmoronamiento global”.
Tal es la importancia de los microcréditos que se constituyeron
organismos internacionales para promoverlos. En 1997 vio la luz la
Microcredit Summit, que agrupaba a 925 entidades de Asia, África,
América Latina y Europa del Este. Además se celebran periódicamente
cumbres mundiales, que cuentan con el respaldo de grandes líderes
políticos y empresariales. “El Citibank es uno de los principales financiadores de los encuentros”,
resalta Carlos Gómez Gil. En el mismo ámbito actúa el CGAP (Grupo
Consultivo para ayudar a los pobres), con sede en el Banco Mundial, una
alianza de 34 donantes y agencias de ayuda que, según su página web, “buscan promover la inclusión financiera”.
En una década se disparó el número de clientes con microcréditos, al
pasar de 22,2 millones en 1999 a 128,2 millones (el 93 por ciento de
ellos, pobres). Por tanto puede hablarse, sin exageración, de una industria de las microfinanzas [...] “No existen datos ni estudios empíricos sobre sus efectos en cuanto a reducción de la pobreza”. Y en no pocas ocasiones se han utilizado “de forma fraudulenta para impulsar intervenciones neoliberales”.
El origen de las microfinanzas se retrotrae a los años 70 en Bangladés.
La extensión de la idea no se entiende sin la figura del doctor Mohammad
Yunus, economista formado en India y que amplió estudios en Estados
Unidos. En 1983 constituye el Grameen Bank (“Banco del Pueblo”) y anunció la buena nueva: las microfinanzas “erradicarían la pobreza en una generación”
[...] Pero las condiciones reales de los préstamos no siempre
resultaban tan generosas. Por ejemplo, Gómez Gil apunta la necesidad de
constituir grupos, integrados por cinco personas, que se
responsabilizaran solidariamente de devolver el préstamo. Este método de
concesión, piramidal y colectiva, hace que los prestatarios velen por
los intereses del banco. En 2002, año de constitución del Banco Grameen
II, Yunus declaró en una entrevista a El País: “Los pobres siempre pagan y son dignos de confianza”.
Con el tiempo la ingeniería financiera del Banco Grameen ha ido
depurándose hasta vincular los microcréditos a la apertura de cuentas de
“ahorro obligatorio”, incluido un fondo de pensiones, o a la
compra forzosa de acciones de la entidad financiera. La mayoría de los
créditos del banco –que según algunas estimaciones cuenta con 6,7
millones de prestatarios- se conceden por un año y a un tipo de interés
medio (anual) del 20 por ciento.
Carlos Gómez Gil [...] señala las regiones donde más se han propagado
las microfinanzas. Desde la mitad de los años 90 destaca el estado de
Andhra Pradesh, el quinto en población de India, donde diferentes
entidades han impulsado planes agresivos de crecimiento. Algunas como
SKS Microfinance han tomado como referencia a McDonald’s y Starbucks
para formar a los oficiales de préstamo.
Cinco grandes entidades implantadas en el estado de Andhra Pradesh en
2010, sumaban 17,1 millones de clientes. De hecho, el 83 por ciento de
las familias habían firmado microcréditos. Pero la expansión de los
préstamos tiene un reverso oculto: los suicidios ante la imposibilidad de pagar las deudas. “A los campesinos indios, les mata la deuda”,
titulaba el diario Liberation en febrero de 2011. Estos casos han
trascendido en países como India, Bangladés y Marruecos. A partir de
2005 se empezaron a denunciar en el estado de Andhra Pradesh serias
irregularidades: cobros indebidos, apropiación fraudulenta de ahorros o
abusos en las tasas de interés. Finalmente las autoridades legislaron
para establecer limitaciones en el negocio de los microcréditos.
Entre los estandartes del mundo de las microfinanzas destaca asimismo
Marruecos. Desde los inicios del negocio en los años 90, los préstamos
en el país magrebí se multiplicaron por diez en una década. Y también el
Gobierno intervino y reguló el sector, ante la “bomba” del endeudamiento “cruzado” (clientes
que habían contraído microcréditos con dos, tres y hasta cinco
entidades). Actualmente el sector de las microfinanzas cuenta en
Marruecos con 900.000 clientes y 1.300 agencias de microcrédito.
Después de los años de guerra (1992-1995), también el Banco Mundial dio
un impulso a los microcréditos en Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, el
epicentro mundial es el país de nacimiento de esta modalidad de negocio,
Bangladés, sede del Banco Grameen y los experimentos del doctor
Mohammad Yunus. Durante la década de los 90, subraya Carlos Gómez Gil,
los nuevos prestatarios en Bangladés crecían a un ritmo del 30 por
ciento anual. Y lo hacían en medio de estrategias comerciales agresivas y
una fuerte tendencia centralizadora: entre cuatro entidades acumulaban
dos tercios de los más de 20 millones de prestatarios.
Tendencias que no suponían una novedad, pero que contaban con el beneplácito de la ONU –que declaró el Año Internacional del Microcrédito en 2005-, el Banco Mundial y las agencias internacionales para el desarrollo.
Yunus y su criatura, el Banco Grameen, fueron galardonados con el
Premio Nobel de la Paz en 2006. Dos años después, la mitad de las
familias de Bangladés tenían contratado un microcrédito. La saturación
codujo a los “ajustes”, la reestructuración del modelo de microfinanzas y el afloramiento de irregularidades, como los créditos “fantasma” a personas inexistentes.
Frente a este elenco de prácticas, no faltó la contestación popular. La primera “rebelión” citada por Carlos Gómez Gil se sitúa en la ciudad india de Ramanagaram, en 2009. La revuelta contra los abusos
se extendió por otras ciudades indias, como Channapatna y Kolar.
También a otro de los territorios señeros, Andhra Pradesh. Iniciativas
promoviendo el impago se extendieron por Bangladés, Nicaragua, Ecuador,
Pakistán, Bolivia, México, Marruecos y Bosnia-Herzegovina.
En sintonía con el movimiento “No Pago”, el primer ministro de Bangladés resumía la cuestión en diciembre de 2010: los microprestamistas están “chupando sangre de la gente pobre en el nombre del alivio de la pobreza”.
Poco tenía que ver con los pobres –justificación teórica del modelo-
los métodos puramente bancarios y las salidas a bolsa de SKS
Microfinance, en India; y de Compartamos, en México. La primera de las
entidades pasó de 10.000 clientes en 2003 a 75.000 en 2005. Y captó
inversiones de Morgan Stanley, J.P. Morgan, BNP Paribás o Crédit
Agricole, con lo que salió como un cohete en la Bolsa de Bombay...
Gina Haspel: la reina de las torturas de la CIA irá a los tribunales
Gina Haspel, a la que Trump ha nombrado como número dos de la CIA,
podría ser llamada a declarar ante los tribunales para declarar por las
torturas a los detenidos y presos. La solicitud de su llamamiento fue
presentada por los abogados de Bruce Jessen y James Mitchell, los
psicólogos contratados por la CIA para crear el programa de torturas.
El caso que ha motivado la citación son las supuestas torturas que
sufrieron cuatro presos por agentes de la CIA mientras eran
interrogados. Las víctimas son Sulaiman Abdulla Salim, Mohamed Ahmed Ben
Soud, Obaid Ullah, y Gul Rahman. Este último murió en un centro clandestino de detención de la CIA.
Las revelaciones de las torturas practicadas por la CIA, no obstante, no
resultaron en un enjuiciamiento de las personas involucradas. Mitchell y
Jessen, que habían elaborado el programa de torturas para esta entidad
estatal, declararon que no eran los responsables del trabajo que
desempeñaron en los gulags clandestinos de la CIA.
En 2015 la ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) inició
en nombre de Salim, Ben Soud, Ullah y Rahman un proceso legal contra
los dos psicólogos. En abril de 2016 un juez federal del estado de
Washington, Justin L. Quackenbush, satisfizo la demanda civil presentada
por la ACLU.
Además, de la solicitud de llamar a Haspel, los abogados de Jessen y
Mitchell han prestado también una solicitud de citación ante el juez
para John Rizzo, exasesor legal interino de la agencia, y José
Rodríguez, exjefe del Servicio Clandestino Nacional y del Centro Contra
el Terrorismo. El juez ya ha aprobado la solicitud. Se espera que
Rodríguez y Rizzo comparezcan ante el tribunal en marzo.
Gina Haspel figura en los documentos de la CIA con el alias de “Gina Doe”.
Ocupó el cargo de ayudante de José Rodríguez y en 2005 ordenó la
destrucción de unas 100 cintas de vídeo de torturas practicadas por la
agencia. En Tailandia también dirigió una de las cárceles secretas
creadas tras los atentados del 11-S. En esta cárcel se practicaron
torturas, incluida la conocida como “ahogamiento simulado”, durante los interrogatorios de los detenidos.
En 2013 esta verdugo fue nombrada jefa del Servicio Clandestino Nacional
de la CIA, aunque fue reemplazada a las pocas semanas tras conocerse su
implicación en los interrogatorios durante los cuales se practicó la
simulación de ahogamiento.
Durante su campaña electoral, Trump expresó su deseo de restaurar la tortura a los detenidos. El 25 de enero el “Washington Post” publicó un proyecto filtrado de la orden ejecutiva de Trump para restablecer el programa de detenciones e interrogatorios de la CIA, prohibido por Obama en 2009.
Las organizaciones palestinas se alinean con la nueva correlación de fuerzas en Oriente Medio
Sinuar, dirigente de Hamas
A un lado tenemos las especulaciones, siempre sugerentes de DebkaFiles,
la inteligencia israelí, según las cuales Mahmud Abbas, Presidente de la
Autoridad Nacional Palestina se dispone a virar 180 grados y empieza a
mirar hacia Teherán.
Al otro lado tenemos que Hamas ha nombrado como responsable de la franja
de Gaza, que está bajo su control gubernativo, a Yahya Sinuar, uno de
los creadores de las Brigadas Ezzedin Al-Qassam, la rama militar de
Hamas.
Ahora que Trump no sabe lo que hacer con Netanyahu, desde Hamas le envían señales muy claras, las peores posibles: “Irán vuelve a Gaza”.
Como todas las organizaciones palestinas, Hamas es un movimiento muy
influido por el contexto regional y en su seno coexisten partidarios
tanto de acercarse a Turquía, como a Qatar, como a... Irán, que ha
salido triunfadora porque Sinuar está en la línea favorable a Hezbollah y
a la República Islámica.
El nuevo dirigente de Hamas en Gaza estuvo preso hasta 2011 en las
cárceles israelíes durante 23 años, de donde salió gracias a un canje de
prisioneros. Es un viejo remanente de lo que fue el Frente de Rechazo,
que nunca admitió compromisos ni con Israel, ni con la Autoridad
Nacional Palestina de Arafat y Abbas.
Lo mismo que Hamas, el Frente de Rechazo se creó en 1993 tras la firma
de los Acuerdos de Oslo que crearon la Autoridad Nacional Palestina, a
costa de admitir la solución de dos Estados (Palestina e Israel) en las
fronteras establecidas tras la Guerra de los Siete Días de 1967.
Desde su nacimiento hace 25 años, Hamas aportó varias novedades al
movimiento palestino, como su carácter confesional y su apoyo a la lucha
armada, que presentaba un carácter táctico muy original, ya que se
alejaba tanto de la Autoridad Nacional como del Frente de Rechazo: la
posibilidad de conceder una “tregua” a Israel sobre la base del
reconocimiento de las fronteras de 1967, lo cual no suponía un
compromiso palestino sobre la cuestión de fondo.
Cuando en 2011 estalló la Guerra de Siria, la organización palestina se
alineó contra el gobierno de Bashar Al-Assad, lo que supuso una ruptura
total con Hezbollah y con Irán.
El significado del nombramiento de Sinuar al frente del gobierno de la
franja de Gaza adquiere así todo el importante significado de que el
fiel de la balanza se está inclinando de manera irreversible en Oriente
Medio, arrastrando a Hamas, que experimenta su propia “negación de la negación”.
El miércoles durante una reunión con altos funcionarios del FSB, el
servicio ruso de inteligencia, Putin aseguró que la actividad del
espionaje exterior en Rusia, cuyo objetivo es la desestabilización,
creció el pasado año de manera importante, especialmente en el terreno
militar.
Más de 400 espías fueron “neutralizados” en Rusia y los
ciberataques se triplicaron. Putin afirmó que las potencias occidentales
provocan a Rusia para llevar al país a un choque directo.
Tras la cumbre de la OTAN en Varsovia que se celebró en julio, Rusia ha
sido designada como una amenaza mayor para la alianza imperialista. Al
mismo tiempo, el Presidente ruso destacó la aceleración del despliegue
de armas estratégicas y convencionales en las fronteras de Ruia.
En materia de terrorismo, la policía trabaja bajo la coordinación del
HAK, Comité Nacional de Lucha contra el Terrorismo, y el año pasado
impidió 45 ataques. Putin exigió que el FSB concentre sus fuerzas en la
erradicación de estas agresiones.
A escala internacional, Putin indicó que los terroristas tienen el apoyo
encubierto, y a veces explícito, por parte de ciertos países y propuso
restablecer la coordinación con los centros de inteligencia
estadounidenses y de otros países de la OTAN para luchar eficazmente
contra el terrorismo.
Sobre la situación en Ucrania, Putin acusó al gobierno de Kiev de
agravar la situación, al apostar por una solución militar en el Donbas y
preparar atentados en Rusia y, especialmente, en Moscú.
Recientemente, Serguei Mijailov, un especialista en ciberseguridad del
FSB, fue detenido y acusado de filtrar información a Estados Unidos.
Fueron detenidas otras tres personas más, incluyendo a Ruslan Stoyanov,
jefe de investigaciones de delitos informáticos en la empresa Kaspersky
Labs, y Dmitry Dokuchaev, que trabajaba en la misma unidad del FSB que
Mijailov.
Según la cadena de televisión Tsargrad, Mijailov era miembro del
colectivo Anonymous, conocido en Rusia como Humpty Dumpty (Shaltay
Boltay).
Los primeros planes de la CIA para desestabilizar a Siria se remontan a 1986
Según documentos recién desclasificados, la Agencia Central de
Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) desde los
años 80 estudiaba planes para desestabilizar a Siria y derrocar a su
gobierno.
El documento de 24 páginas bajo el título de “Siria: escenarios de los cambios dramáticos de la política”, fue redactado en julio de 1986 durante la Administración del expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan (1981-1989).
Aunque
el título del documento muestra un estudio teórico de posibles
escenarios de la caída del Gobierno sirio, pero una parte de este
informe se trata de una lista de resultados que satisfacen los “intereses económicos de Estados Unidos” en este país árabe.
“Un
Gobierno suní controlado por los moderados que se concentran en el
comercio serán el mejor proveedor de intereses de EEUU. Ellos tendrían
una fuerte necesidad de ayuda del Occidente y las inversiones que
realizan para construir la economía privada de Siria, lo que abriría el
paso para lazos más profundos con los gobierno occidentales”, reza una parte del documento.
De acuerdo con sitio web The Libertarian Institute,
este informe que representa las opiniones de autoridades
estadounidenses en décadas anteriores contiene estrategia actual de
Washington sobre Siria.
En este sentido compara las similitudes
del documento del año 1986 con otros más recientes en la víspera de la
guerra destructiva que sufre el país desde 2011 y ha dejado 280 mil
personas muertas mientras también ha obligado a la mitad de la población
a huir de sus hogares. Por el momento.
China considera que el proteccionismo económico de Trump conduce a la guerra
Jack Ma, presidente de Alibaba
Jack Ma, el segundo hombre más rico de China, dijo el lunes durante una visita a Australia, que “todo mundo está preocupado por la guerra comercial. Si el comercio para, la guerra empieza”.
Ma, presidente de Alibaba, el gigante del comercio electrónico de China,
se reunió con Trump unos días antes de su toma de posesión y en
Australia advirtió de los riesgos de las medidas proteccionistas de
Estados Unidos, no sólo en el aspecto económico, sino también en el
militar.
A los foros a los que acude, el capitalista chino difunde los beneficios
del llamado libre mercado, y considera que Trump es un proteccionista
que quiere gravar con impuestos aduaneros a las importaciones
procedentes de México, China y otras latitudes, pese a que esto viola
las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
El problema del proteccionismo es que conduce a que todos los países lo
imiten, una carrera en la que toda barrera arancelaria contra la entrada
de una determinada mercancía, es contestada con una medida similar del
otro lado, una guerra comercial que termina siendo armada.
De ahí que en el portal del Ejército Popular de Liberación, un alto oficial ha publicado que con Trump una guerra es “no sólo una consigna” sino que se está convirtiendo en una “realidad práctica”.
El lema de Jack Ma es el mismo que el de su gobierno: “el comercio ayuda a la gente a comunicarse”.
El 11 de diciembre del pasado año, mientras China celebraba el 15
aniversario de su adhesión a la Organización Mundial del Comercio, los
medios de comunicación públicos alardeaban de que su país se había “convertido en un referente del libre comercio mundial y un ejemplo de la globalización en general”.
Es una paradoja total: mientras Pekín se ha convertido en La Meca del
libre comercio mundial, su máximo exponente, la Organización Mundial de
Comercio, le niega el estatuto de economía de mercado. La
explicación es la siguiente: las disputas internas entre los miembros de
dicha Organización no se resuelven por medio de un mercado libre sino
por la fuerza y en ella los países más fuertes acusan a China de
dumping.
El 11 de diciembre China se quejó contra Estados Unidos y la Unión
Europea por no considerar a su país como un miembro de pleno derecho de
la Organización Mundial de Comercio, algo que en Pekín daban por sentado
en base al acuerdo de adhesión de 2001. Pero las potencias dominantes
son las que ponen y quitan las etiquetas.
Entre esas potencias está, naturalmente, Estados Unidos. Pero si Trump
sigue adelante con el proteccionismo va a resultar que quien no es una
economía de mercado es... Estados Unidos. ¿Le rebajarán a la misma
condición que China, es decir, dejará de ser un miembro de pleno de
recho de la Organización Mundial de Comercio?
La cadena de televisión CNN es una de las grandes fábricas ideológicas del imperialismo
La CNN no es una simple cadena televisiva. Forma parte de la corporación
de propaganda Time Warner (que concentra más de 20 medios y
publicaciones impresas, como HBO, el canal musical HTV, Cartoon
Networks, TNT y la revista Time, incluyendo a la CNN, entre otros). Es
una de las mayores fábricas de producción de películas y programas
televisivos del planeta.
Time Warner, a su vez, se fusionó con la corporación AT&T por 85.400 millones de dólares el año pasado, formando el tercer mayor conglomerado mediático y de telecomunicaciones,
el cual controla aproximadamente el 33 por ciento de la infraestructura
de internet, servicios telefónicos, satelitales y de producción
cultural de todo el mundo.
El consejo de administración de Time Warner/AT&T está constituido
por individuos conectados al Fondo Monetario Internacional, las
fundaciones de la oligarquía Rockefeller, tanques de pensamiento pagados
por Exxon Mobil (como el Consejo de Relaciones Exteriores), el fondo de
inversión de la oligarquía Warburg (Warburg Pincus) y la empresa
armamentista, AMR Corporation, además de Goldman Sachs y JP Morgan como
accionistas claves. La crema del 1 por ciento más rico de los más ricos
del planeta.
Estas conexiones reflejan que la CNN está integrado a la mega
estructura del poder económico mundial, constituida por empresas y
grandes corporaciones financieras, armamentísticas e industriales.
La CNN es la vitrina para exhibir sus intereses políticos en regiones y
países estratégicos para ellos, como por ejemplo Venezuela, Rusia, China
e Irán, donde sus ataques han sido sostenidos, producto de los grandes
intereses financieros y geopolíticos que allí circulan.
En las sucesivas guerras contra Oriente Medio, la CNN ha sido el púlpito
estrella para que asesores de seguridad nacional y operadores
justifiquen ante la opinión pública las intervenciones de Estados
Unidos. Como es el caso de Anderson Cooper, uno de sus periodistas más
famosos, que transmitió en vivo una llamada en 2011 de una mujer libia
que se refugiaba de los “bombardeos” en Trípoli.
Anderson dijo después: “Si hacéis que Libia sea una zona de exclusión
aérea no podrán entrar más mercenarios... Hay que actuar. ¿Cuánto
tiempo más hay que esperar, cuánto más hay que ver, cuánta gente más
tiene que morir?”. Luego se demostró que los “bombardeos” en Trípoli fueron fabricados. Anderson fue formado por la CIA en su juventud y días después de esta transmisión, la OTAN comenzó a bombardear -ahora sí en serio- a la población libia.
La CNN está conectada también a la división de operaciones psicológicas
del ejército de Estados Unidos, a la CIA, desde la Operación Ruiseñor
(Mockingbird) dirigida a controlar los medios convencionales en los años
cincuenta por parte de la inteligencia estadounidense, y al sector de
los llamados neoconservadores, quienes plantean el intervencionismo
militar directo y unilateral para proteger a Estados Unidos de las
amenazas al estatuto de gran superpotencia mundial. Una de sus
principales referencias es George W. Bush.
Sus principales intelectuales y operadores (Robert Kagan, Paul
Wolfowitz, John McCain, etc.) están ligados orgánicamente a la industria
financiera y de las armas, y por razón lógica, son unos de los
principales promotores de la guerra contra Irak, Afganistán, Siria y
Libia, entre otras naciones. Son además constantemente entrevistados en
reportajes y programas de opinión en la CNN, como parte de la
distribución a gran escala de esa visión del mundo y de sus intereses
ante la opinión pública.
En Venezuela (así como en Bolivia) la CNN también ha realizado
operaciones de propaganda para manipular la realidad de país. En agosto
de 2015 su corresponsal en Venezuela (Osmary Hernández) reportó
supuestos saqueos y disturbios por alimentos en el estado Carabobo. Días
después, Fernando del Rincón afirmó que había sido un “error” ese reportaje y que realmente los saqueos nunca sucedieron. La CNN mintió.
La corporación dueña de la CNN, Time Warner, fue uno de los principales financistas de las dos campañas presidenciales de Barack Obama con casi dos millones de dólares.
Este dato que pone en relieve cómo las políticas de injerencia de la
anterior administración (el Decreto Obama, leyes de sanciones,
intimidación por parte del Comando Sur, etc.) contra Venezuela tuvieron
su brazo mediático en la CNN.
No nos referimos entonces únicamente a corresponsales y conductores de
programas mentirosos (como Osmary Hernández o Fernando del Rincón), sino
a toda la estructura de poder económico mundial que tiene intereses
políticos en lo que esta cadena televisiva transmite día a día, sobre
todo tratándose del país con las mayores reservas de petróleo y una de
las principales de gas, oro y minerales estratégicos del mundo.
El yihadismo como arma de guerra no convencional del imperialismo
Alejandra Loucau
La
nueva cúpula de la CIA, presidida por Mike Pompeo, el flamante jefe
mundial de espías y operaciones encubiertas elegido por el presidente
Trump, hizo entrega de un premio al príncipe heredero saudí, Mohamad bin
Nayef bin Abdulaziz Al Saud, en honor a su “lucha antiterrorista y sus contribuciones para asegurar la paz y la seguridad internacional”. Demasiadas ironías en una sola oración.
Inmediatamente después de este escandaloso acto condecorativo, numerosos analistas se aprestaron a juzgar el hecho como “una broma de mal gusto”,
teniendo en cuenta no sólo la responsabilidad de la CIA en la creación y
organización de las principales redes terroristas en todo el mundo,
especialmente árabe, sino también el oscuro prontuario del reino saudí
en el financiamiento y reclutamiento de los grupos extremistas activos
en la región mediooriental. Pero el hecho en sí no sólo se trata de un
acto de hipocresía de los que nos tienen acostumbrados los miembros de
la alta política global; expresa además un elemento de continuidad en
materia de política exterior que indica ciertos indicios de la relación
entre el presidente Trump y su aún incierta estrategia hacia esta zona
invadida, saqueada y destruida por las distintas caras de la
intervención imperialista durante las últimas décadas.
Antes de
adentrarnos en especulaciones debemos pensar qué tan ciertas o posibles
pueden ser las ideas del nuevo presidente norteamericano, respecto a las
intenciones declaradas de acabar “realmente” con Daesh y Al-Qaeda y, por decantación, con la estrategia de la CIA de utilizar al terrorismo como arma de guerra “no convencional” contra gobiernos opuestos a los planes norteamericanos. Para analizar este tema debemos tener en cuenta algunos elementos.
Después
de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos creó oficialmente la CIA
como parte fundamental de una nueva estructura de dominación global. La
llamada Guerra de cuarta generación fue introducida en la
doctrina militar norteamericana muchas décadas antes, pero cobró impulso
en esta época como un cambio cualitativo en la forma de ejercer el
poder. Así, Estados Unidos reemplazó la vieja doctrina de lo que Eric
Hobsbawn llamó el “imperialismo formal” (a través del cual las
potencias coloniales dominaban y administraban de forma directa los
pueblos subyugados militar y económicamente) por una doctrina más “informal”
de dominación imperialista, que se desligó del problema de la
administración colonial y la ocupación militar permanente, optando por
utilizar mecanismos más indirectos, claro está, sin abandonar nunca la
táctica de la intervención militar directa.
Tal orientación implicó, en el plano militar, el desarrollo de técnicas no convencionales y el uso de lo que se conoce actualmente como “guerra en las sombras” o “guerra sucia” para
ejercer el dominio sobre países cuyos gobiernos eran hostiles a sus
designios o ejercían algún tipo de obstáculo para los intereses de los
capitales transnacionales. La manipulación de los medios de
comunicación, la organización de atentados y asesinatos políticos, la
tortura sistemática, el reclutamiento de mercenarios, etc. fueron
elementos empleados en el marco de esta estrategia. El terrorismo fue
apropiado por la CIA como un método ‘anónimo’ para producir el caos, la desestabilización o a la eliminación de actores políticos a escala internacional.
Hacia
el final de la Guerra Fría surgió la Doctrina Reagan que comenzó a
considerarse válida contra gobiernos o grupos con respaldo soviético, y
que, años después, fue revitalizada ante los atentados del 11-S por la
Doctrina Bush, que implicó el desarrollo de tácticas usadas contra
diferentes insurgencias, el radicalismo, el crimen transnacional y otras
actividades que se empezaban a denominar genéricamente como
terroristas. Desde este punto de vista, se introducía una concepción de guerra total basada en operaciones políticas y psicológicas enmarcadas en conflictos de baja intensidad. De esta manera, la estrategia militar utilizada en este tipo de conflictos se convertía en política.
Transcurridos más de 15 años de los atentados de las torres gemelas y desde que la denominada “primavera árabe”
llegó al mundo árabe, fuimos testigos del surgimiento y la
multiplicación de numerosos grupos terroristas surgidos en el contexto
de las desastrosas incursiones por parte de Estados Unidos, con la
complicidad de las potencias de la OTAN, en Medio Oriente. Hay que
recordar que el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) nació al calor
de la intervención militar norteamericana en Libia, que culminó con el
asesinato de su entonces presidente Muamar Gadafi, en 2011. Previamente a
este suceso, los más altos estrategas norteamericanos junto a sus “seguidores”
de la OTAN se encargaron de armar una compleja red de grupos
radicales de índole terrorista que sirvieron como punto de apoyo para
desencadenar desestabilización en aquellos países donde los gobiernos no
fueran lo suficientemente colaborativos con sus intereses. La CIA formó
parte constitutiva de esta orientación funcionando como nexo entre los
servicios de inteligencia de las principales potencias mundiales y los
colaboradores regionales. Dicha agencia organizó la entrada en Libia de
estos grupos desde Túnez y Egipto, durante los bombardeos que realizó el
gobierno francés.
Posteriormente, esos núcleos recibieron
armamento a través de una red montada por la misma CIA cuando, después
de haber ayudado al derrocamiento de Gadafi, pasaron a Siria en 2011
para derrocar a Al-Asad y seguidamente atacar Irak, en momentos en que
el gobierno de Al Maliki se alejaba de Occidente y se acercaba a China y
Rusia.
En consecuencia, se fueron diseminando los grupos
extremistas por territorios particularmente estratégicos para asentar
sus centros de mando. El infierno de la guerra y la anarquía resultaron
un buen escenario para reclutar y entrenar a cientos de terroristas.
Cuando el presidente Obama puso en manos de la CIA la brillante idea de organizar a diversos grupos armados, la agencia “ya sabía que tenía un socio dispuesto a financiarla: Arabia Saudita”. Junto con Qatar, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos, el reino wahabita “proporcionó
armas y miles de millones de dólares, mientras que la inteligencia
estadounidense dirigió el entrenamiento de los rebeldes”. Así lo documentó el New York Times
en una investigación publicada el 23 de enero de 2016. Wikileaks hizo
lo propio al sacar a la luz las conexiones entre la ex Secretaria de
Estado y posterior candidata presidencial Hillary Clinton y el lobby
saudí, para llevar adelante los mencionados planes.
Pero antes, George Bush Junior había declarado que los atentados del 11-S “fueron perpetrados por Al-Qaeda”,
lo cual justificaba la invasión de Afganistán y posteriormente de Irak,
luego de la escandalosa mentira mundial posteriormente probada de que
Sadam Hussein albergaba en su territorio armas de destrucción masiva y
planeaba utilizarlas contra la población norteamericana.
En 15
años, Estados Unidos había sacrificado a más de 10.000 vidas
estadounidenses, mientras el saldo de ciudadanos medioorientales muertos
fue de más de 2 millones, sin contabilizar el desplazamiento
poblacional, la destrucción y la guerra inacabada en el continente.
Durante todos esos años se ocultó el rol jugado por Arabia Saudí como
cerebro de Al-Qaeda y, más concretamente, su relación con los
terroristas que llevaron supuestamente a cabo los atentados del 11-S.
Pero
la estrecha colaboración entre los servicios secretos de Estados Unidos
y Arabia Saudí ya tenía sus antecedentes. En Angola la CIA apoyó, con
financiamiento saudita, a los rebeldes que operaban contra el gobierno
de Luanda, aliado de la URSS; en Afganistán Estados Unidos organizó una
red de grupos extremistas para luchar con los soviéticos, que Arabia
Saudita financió a través de una cuenta de la CIA en un banco suizo; los
saudíes financiaron la operación de la CIA para ayudar a los contras en
Nicaragua con 32 millones de dólares a través de una cuenta en las
Islas Caimán, sólo por nombrar algunos casos recopilados por Red
Voltaire.
Republicanos y demócratas han sabido aprovechar la
especial relación con esta potencia del Golfo Pérsico que, a su vez,
también ha recibido sus beneficios. Por ello nunca vimos que Estados
Unidos condenara la violación de los derechos humanos o la ejecución de
civiles entre las fronteras que protegen a esta monarquía. No obstante,
este trabajo de colaboración desigual también se extiende a otras
esferas. Arabia Saudí es principal exportador de crudo del mundo, de un
gobierno que, por su poder es el único en el mundo árabe que puede
contrarrestar el alcance regional de su archirrival Irán. De hecho, el
Estado árabe constituyó una pieza clave para mantener los precios del
petróleo bajos cuando estos comenzaron a desplomarse en el 2015. La
petromonarquía se negó a recortar su cuota de producción, inclusive en
su propio desmedro, para poder amortiguar la caída estrepitosa de la
renta proporcionada por este recurso natural a partir de la disminución
de la oferta. La medida fue tomada luego de una clara presión por parte
de Estados Unidos, que sí logró sus cometidos al lograr desequilibrar
rápidamente, en mayor o menor medida, los pilares de las economías de
países que se resistían a sus órdenes como Venezuela, Rusia e Irán.
En
el ocaso de su mandato, Obama aprobó una operación de venta de armas a
los saudíes por un valor de 154,9 millones de dólares, en el medio de la
feroz agresión que dicha monarquía sigue perpetrando aún hoy contra el
pueblo yemení. Ya en 2014, Arabia Saudí se había convertido en el mayor
importador de armas del mundo con la compra de equipamiento militar,
principalmente de Estados Unidos, por un valor de 6.400 millones de
dólares.
[...] El nuevo presidente Donald Trump no ve razón
alguna para estropear tan provechosas relaciones. Si bien su
administración, ya desde la época preelectoral viene declarando la
intención de dejar de apoyar y financiar a grupos extremistas, no parece
que la relación con los principales patrocinadores del terrorismo
internacional vaya a menguar.
El objetivo principal de la
utilización del terrorismo como arma se enmarca en la necesidad más
general por parte de la principal potencia del mundo, de influir a
través de actividades clandestinas en gobiernos extranjeros,
organizaciones o personalidades, con el fin de lograr un escenario
adecuado para la aplicación de su política exterior, sin tener que
recurrir a la costosa (desde todo punto de vista) intervención militar
clásica. Esta estrategia es constitutiva del aparato de dominación
imperialista contemporáneo y, por ende, imprescindible para la
conservación de la hegemonía en un mundo globalizado.
[...]
Debemos analizar si efectivamente están dadas las condiciones para que
el presidente Trump cambie de rumbo en la estrategia política exterior
de Estados Unidos. ¿Dejará Trump en el pasado la táctica que promueve la
utilización de actores indirectos como “contras” o “terroristas”
en sus acciones internacionales, para pasar a desarrollar políticas de
injerencia directa? ¿O combinará ambos métodos, como lo hizo el segundo
presidente Bush? En el primer caso, el método resultaría por demás
anacrónico y obsoleto, con casi ninguna esperanza de éxito para sus
perpetradores; más bien nos hallaríamos ante el empleo de un recurso por
extrema debilidad, que dejaría mucho más expuestos los mecanismos del
poder imperialista. En el segundo, los resultados recientes no han sido
nada exitosos para los paladines de la política imperialista y
catastróficos para el resto de la humanidad.
En definitiva, sólo
cuando se acabe la incertidumbre que genera el hoy imprevisible rumbo
que marca el nuevo jefe de la Casa Blanca y el imperialismo
norteamericano pase a la acción, se podrán resolver las actuales
incógnitas, lo que nos pondrá a los incómodos analistas en la obligación
de pensar la entrada en una nueva y desconocida era de “guerras no convencionales”.
En
1948 la CIA estaba en pañales. Frank Wisner fue nombrado director de la
Oficina de Proyectos Especiales, que en breve sería renombrada como
Oficina de Coordinación Política. Hablamos de la matriz de la red de
espionaje y contrainteligencia de la CIA.
El propósito de la
oficina era dirigir las operaciones clandestinas de la agencia,
incluyendo: sabotaje, demolición, medidas de evacuación, subversión
contra estados hostiles, creación de grupos de resistencia ilegales,
guerra económica, propaganda, y apoyo a grupos fascistas o
anticomunistas.
Para conocer más sobre las operaciones clandestinas de esta oficina en Europa, te recomendamos leer: Premio Nobel de la OTAN Parte 1
Desde esa oficina se diseñó la Operación Mockingbird para influir en los medios de comunicación. Mockingbird o Sinsonte es un pájaro de canto peculiar.
Los
machos pueden contar con un repertorio que llegan a más de 200
melodías. Y fue más o menos lo que la CIA ideó para este proyecto.
La
metodología usual consistía en poner informes elaborados- a partir de
la inteligencia proporcionada por la CIA- a reporteros voluntarios o
involuntarios. Algunos medios fueron reclutados (e infiltrados) por la CIA para propósitos de propaganda, y muchas de las informaciones que publicaban eran erróneas o falsas.
Difundidos
a través de la prensa escrita, radio o la TV, gracias a estos
periodistas, dichos informes serían repetidos o citados a través de los
servicios de distribución de noticias e información.
Este programa
de propaganda fue clave para el derrocamiento del Presidente Jacobo
Arbenz en Guatemala y de Salvador Allende en Chile.
En 1975 el
Senador Frank Church encabezó el Comité de Estudio de Operaciones
Gubernamentales para las actividades de inteligencia. Su informe
reconoce que la CIA invirtió al menos 4 millones 300 mil dólares en propaganda e influencia sobre los medios de comunicación chilenos.
“…Además
de financiar a los partidos políticos…(el servicio secreto
norteamericano) aprobó grandes sumas para sostener a los medios de
oposición y para mantener así una campaña de oposición implacable. La CIA
gastó un millón y medio de dólares para apoyar a “El Mercurio”, el
principal periódico del país y el canal más importante de propaganda
contra Allende. Según documentos de la CIA, estas gestiones tuvieron un papel significativo en la preparación del escenario para el golpe del 11 de septiembre de 1973…”
A
raíz de esta investigación, el Congreso de los Estados Unidos admitió
que, en tiempos de “paz”, la CIA había planeado el asesinato de líderes
mundiales como Fidel Castro, Patrice Lumumba (la CIA confesó su
asesinato en 2014) y el General René Schneider en Chile.
También
admitieron, en los años 70, que la CIA invertía al menos 265 millones
dólares al año en desinformar a los ciudadanos estadounidenses. El
Reporte publicado por el congreso en 1976 confesaba que la CIA mantenía
una red de centenares de individuos a lo largo y ancho del mundo, que
entregaban información a la agencia, además de influir en la opinión
pública de sus propios países por medio de propaganda encubierta.
“Estos
individuos proveen a la CIA de acceso directo a un sinnúmero de
periódicos y tabloides, servicios periodísticos y agencias noticiosas,
estaciones de radio y televisión, editores de libros comerciales y
medios extranjeros .”
Carl
Bernstein adquirió notoriedad por destapar el escándalo del Watergate.
Tras abandonar las oficinas de The Washington Post, pasó seis meses
investigando la relación de la CIA y la prensa durante los años de la
Guerra Fría. Las conclusiones fueron publicadas el 20 de octubre de
1977, en la revista Rolling Stone. Resumimos sus puntos trasversales:
1.- En los 25 años precedentes, más de 400 periodistas estadounidenses habían realizado secretamente tareas para la CIA.
2.- Agentes de la CIA se disfrazaban de periodistas en el extranjero
3.-
Los periodistas fueron contratados para realizar tareas para la CIA con
el consentimiento de las direcciones de las principales organizaciones
de noticias de Estados Unidos.
4.- Los periodistas fueron
utilizados para ayudar a reclutar y manejar extranjeros como agentes;
Para adquirir y evaluar información y para plantar información falsa.
Robert Parry escribió “La victoria de la gestión de la percepción”,
para explicar cómo en los años 80, la administración Reagan manipuló a
los ciudadanos estadounidenses para superar lo que llamaron el Síndrome
de Vietnam, como un paso previo para que la opinión pública
reinterpretara como “legítimo” el intervencionismo yanqui en el mundo.
Según el autor, la “gestión de la percepción” sentó las bases de la
propaganda estadounidense contra su propia población y continúa vigente:
“El
punto no sería informar honestamente al pueblo estadounidense acerca de
los acontecimientos en todo el mundo, sino manejar sus percepciones
aumentando el temor en algunos casos y desactivando la indignación en
otros dependiendo de las necesidades del gobierno de Estados Unidos.”
En
Estados Unidos la ley prohíbe que las actividades de Operaciones
Psicológicas y propaganda sean aplicadas contra su población o
financiadas con el dinero de los contribuyentes. Entonces, entró a jugar
el capital privado: el primero de ellos Rupert Murdoch.
Así,
Reagan logró convencer a los estadounidenses de que Nicaragua era una
amenaza y lavó la cara de los contrarrevolucionarios de comportamiento
salvaje y violadores de derechos humanos.
Desde junio de 1999 hasta marzo de 2000, CNN empleó a especialistas militares en “operaciones psicológicas“.
Trabajaron como empleados regulares de CNN. Ayudaron en la producción
de noticias durante la guerra de Kosovo. Christopher St. John para el
momento era Coronel y Comandante del Cuarto Grupo de Operaciones
Psicológicas. En un simposio militar sobre operaciones especiales
realizado en Arlington, Virginia, dijo que la cooperación con CNN era un
ejemplo de libro de texto de los lazos que el ejército estadounidense
quiere tener con los medios.
CNN fue decisiva para la cobertura de
la operación “Tormenta del Desierto” que movilizó una amplia coalición
internacional para obligar a Irak a retirarse de Kuwait. A partir de
entonces se empezó a emplear el concepto “Efecto CNN”, que pretendía, en
principio e ingenuamente, denotar la influencia de los medios de
comunicación sobre las decisiones de política exterior. La historia nos
ha demostrado que CNN es un instrumento de la inteligencia
norteamericana.
Para conocer más sobre el “Defecto CNN”
Thierry Meyssan
define: “En el modelo CNN, la información no es una herramienta de
conocimiento, sino un espectáculo.” Y así, presentan al genocidio y la
guerra.
En el año 2006, el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington consiguió desclasificar La “hoja de ruta” de propaganda secreta del Pentágono. Este documento, fue aprobado por el entonces Secretario de Defensa Donald Rumsfeld.
El
informe modernizaba la concepción de las campañas psicológicas-
particularmente en tiempos de guerra- a las que definen como
“operaciones planificadas para transmitir información e indicadores
seleccionados a audiencias extranjeras para influir en las emociones,
los motivos, el razonamiento objetivo y, en última instancia, el
comportamiento de gobiernos, organizaciones, grupos e individuos
extranjeros”.
El documento esbozaba cinco áreas claves:
1.- Operaciones de Información
2.- Guerra electrónica
3.- Operaciones psicológicas
4.- Seguridad Operacional – engaño militar
5.- Operaciones de redes informáticas.
Reconocían
una vulnerabilidad con peso específico: son incapaces de garantizar que
el público estadounidense salga ileso de la propaganda de guerra
fabricada por el Pentágono.
Un año antes, el periodista de
investigación James Bamford, había revelado la existencia de este
documento en un artículo titulado “El hombre que vendió la guerra de Iraq”, publicado originalmente en la Revista Rolling Stone.
El
artículo gira en torno a John Rendón, un propagandista que en 1989
diseñó una campaña de Operaciones Psicológicas en Panamá, para conducir a
la elección de la CIA, Guillermo Endara, hasta el palacio presidencial
en sustitución del General Manuel Noriega. El 20 de diciembre de 1989,
mientras los estadounidenses bombardeaban distintos puntos de la capital
panameña, Endara fue juramentado como Presidente de Panamá, en una
ceremonia realizada dentro de una base militar de Estados Unidos.
Rendon es un experto en la llamada “gestión de la percepción”.
Su
firma estuvo involucrada en la invasión a Irak: el Pentágono otorgó
secretamente a Rendon un contrato de $16 millones para atacar a Irak y
otros adversarios con propaganda.
Los trabajos realizados por
periodistas, en el marco de esta operación, fueron citados por altos
funcionarios como Condoleezza Rice, Colin Powell y Donald Rumsfeld.
Un artículo suscrito por David Barstow denuncia que detrás de ciertos analistas de TV está la mano del Pentágono.
La
investigación realizada para el Diario The New York Times revelaba que
el Pentágono había echado mano de unos 75 oficiales retirados a los que
convirtieron en analistas de televisión para hacer de la Invasión a Irak
una agresión legítima. Casi todos aparecieron en las pantallas de Fox
News, NBC, CNN, CBS y ABC.
Estos
tertulianos estrellas mantenían vínculos con contratistas militares. El
Pentágono les proporcionaba “información privilegiada” y acceso a altos
funcionarios con influencia decisiva en la contratación y presupuesto
de compañías privadas de servicios militares.
Documentos del
Pentágono, citados por Barstow, explicaban las ventajas de la
utilización de estos analistas como multiplicadores de los mensajes
claves para reforzar las ideas fuerza en la opinión pública, capaces de
sustituir e influir con mayor eficiencia que la vocería oficial.
Algunos cobraban entre 500 y 1000 dólares por aparición. Los utilizaban para neutralizar o refutar las críticas sobre la guerra. Nicky Davies, en la promoción de su libro sobre propaganda, compartió a través de Independent:
“Por
primera vez en la historia de la humanidad, existe una estrategia
concertada para manipular la percepción global. Y los medios de
comunicación están operando como sus asistentes complacientes, fallando
tanto para resistirse como para exponerlo.”
“El Pentágono ha
designado ahora “operaciones de información” como su quinta “competencia
básica” junto a las tierra, mar, aire y fuerzas especiales. Desde
octubre de 2006, todas las brigadas, divisiones y cuerpos del ejército
estadounidense han tenido su propio elemento de “operaciones
psicológicas” produciendo resultados para los medios locales. Esta
actividad militar está vinculada a la campaña del Departamento de Estado
de “diplomacia pública”, que incluye el financiamiento de emisoras de
radio y sitios web de noticias.”
Misión verdad
puso la lupa en las operaciones mediáticas de la cadena CNN en 4
conflictos recientes de Washington: Libia, Siria, Irak y Afganistán.
Este medio pone en evidencia a varios “agentes mediáticos” que
aparecieron compartiendo con mercenarios y terroristas o con los propios
soldados norteamericano en el terreno bélico. El objetivo es “gestionar
las percepciones” para que el público norteamericano apoye los
genocidios cometidos por Estados Unidos en esos países.
En Irak y
Afganistán los corresponsales de CNN convivían con los soldados
invasores y los acompañaban en las misiones. No existió nunca una mirada
crítica ni objetiva.
En la cobertura previa a la Invasión a Libia, Anderson Cooper, periodista formado por la CIA, anunció en vivo:
“El primer paso [es] convertir [a] Libia en una zona de exclusión
aérea. Si hacéis que Libia sea una zona de exclusión aérea no podrán
entrar más mercenarios… Hay que actuar.”
Ben Wedeman fue el
corresponsal de CNN en Libia cuando empezó el conflicto gracias a los
mercenarios inoculados o patrocinados por Estados Unidos y otras
potencias para derrocar a Gaddafi. La operación de propaganda fue tan
exitosa que hasta voces de la izquierda mundial justificaron la invasión
que destrozó al país que tenía los mejores índices de desarrollo humano
de África.
Clarissa
Ward, corresponsal de CNN en Siria desde el 2012, ha convivido con los
mal llamados rebeldes, e incluso, ha logrado entrevistar a líderes
militares de movimientos terroristas que buscan el derrocamiento de
Bashar Al Assad.
Fernando del Rincón ha sido el ungido de la cadena de noticias para las operaciones en Venezuela.
En
febrero del 2014, el periodista viajó a nuestro país para entrevistar a
Angel Vivas. Este ex general incitó al homicidio de una forma muy
peculiar: a través de su cuenta twitter instó a los manifestantes de las
guarimbas a tensar guayas de alambre galvanizado para asesinar
motorizados. La fotografía del reportero con el autor intelectual de
varias muertes por decapitaciones es un manifiesto en píxeles de lo que
la cadena de noticias defiende en el mundo.
El
15 de febrero de este año, la Congresista republicana Ileana Ros
Lehtinen, en declaraciones a CNN, informó que su colega Marco Rubio
consiguió colar a Lilian Tintori en una cena con el nuevo Presidente de
los EEUU.
En breve, Trump compartió un trino con el que se
confirmó que la esposa de Leopoldo López fue hasta la Casa Blanca para
hacer campaña contra Venezuela.
Un par de días después, el presidente Trump emitía su primer comunicado contra Venezuela, en el que pedía la liberación del agente al servicio de los EEUU: Leopoldo López, el mismo que aparece mencionado al menos en 77 cables filtrados por Wikileaks dejando en evidencia sus vínculos con el imperialismo norteamericano.
El
pronunciamiento de Trump no está inspirado en los derechos humanos, ni a
la solidaridad: Rex Tillerson actual secretario de Estado fue, hasta el
mes de diciembre, directivo de la Exxon Mobil.
Esta trasnacional
fue una de las más entusiastas en los intentos de privatización de la
industria petrolera venezolana en los años noventa. Exxon había apostado
a dos grandes proyectos: Cerro Negro y La Ceiba.
Cuando Chávez inició el proceso de renacionalización de PDVSA, Rex Tillerson fue uno de los más renuentes a llegar a un acuerdo con Venezuela.
En
2014, el tribunal arbitral internacional del Banco Mundial determinó
que las expropiaciones de Chávez eran legales, pero que habían calculado
mal la compensación ofrecida. Los árbitros ordenaron a Venezuela pagar a
la Exxon 1.000 millones de dólares, y no los 10.000 millones que
Tillerson había pedido.
Tillerson fue también uno de los líderes
del proyecto de la Exxon Mobil en la Guyana Esequiba. La foto de Tintori
en la casa Blanca vale mucho más que su peso en petróleo.
Sí,
más adelante hablaremos de la MUD, de los chavistas buenos y los
escuálidos malos; le diremos fea a Lilian, perdedor a Chúo y estúpido a
Capriles, cómo no. Pero antes quiero echar un ojo sobre un asunto que
arropa a todo este tema de los liderazgos, fracasos y cólicos misereres
de la política venezolana actual, porque es un tema anterior (iba a
decir "superior") a todo esto. Permítanme entonces estos tres parrafitos
aburridos, y después vamos a la acción, a la divertidísima faena de
tratar de explicar por qué los escuálidos no consiguen un candidato a
mesías, por mucho que lo hayan buscado.
***
Sobre el papel del héroe en la historia han disertado y teorizado
cientos o miles de analistas, incluidos muchos personajes aureolados por
el don del heroísmo y la adoración de las masas. Napoleón, Bolívar,
Alejandro de Macedonia, César y otros, se asomaron con tratados,
discursos o simples sentencias, en ese tema que parece tan fácil de
dilucidar en una tasca o café, o en este chinchorro, pero que a la hora
de la chiquita, es decir, cuando la historia comienza a pedirles cuentas
a sus figuras cimeras, estalla el tema en mil pedazos difíciles de
armar.
Cuando Chávez, parafraseando a Bolívar, asumía que él era tan solo
"una débil brizna de paja que se la lleva el viento", una pelusa más en
el huracán de la historia, mientras mejor explicaba esa posición más
desprotegido quedaba en su análisis. A estas alturas nadie (léase bien:
NADIE) se ha atrevido a decir ni siquiera en juego que el factor Chávez
no torció el rumbo de la historia venezolana. Unos, por supuesto, dicen
que lo torció hacia un abismo horrible, y la mayoría dice, siente y sabe
que el torcimiento chavista significó un salto adelante, una luminosa
conmoción en la triste, vacía e ignominiosa vereda que transitamos los
venezolanos en la segunda mitad del siglo XX.
La paradoja a resolver, al menos por quienes hemos entendido qué es
la democracia (allá los que creen que eso se come con alternabilidad en
el poder, estímulo a la empresa privada y libertad para la prensa
burguesa) es la siguiente: si sólo el pueblo salva al pueblo, pero al
mismo tiempo le reconocemos méritos y carácter vanguardista a los
líderes, estadistas y conductores que promovieron e impulsaron
revoluciones, ¿nos quedamos con la sentencia de Bolívar, que indica que
un líder no es líder ni nada sin un pueblo que lo acompañe y una
historia lista para ser cambiada? ¿Y qué tal la discusión sobre la
presunta necesidad que tienen los pueblos de guías y conductores que los
lleven por el camino de la emancipación?
***
Primera, segunda y tercera lecciones de la historia reciente
venezolana: 1) los pueblos (el pueblo-clase históricamente oprimida)
producen sus propios líderes; 2) cuando los líderes son impuestos de
manera postiza o artificial, puede que ganen un par de elecciones y se
ganen algún aplauso, pero jamás alcanzarán categoría de líderes
fundamentales, de figuras populares; 3) los líderes que lo logran son
aquellos capaces de leer e interpretar a su pueblo, y de actuar en
consecuencia.
El punto número 2 explica bien lo que les ha ocurrido toda la vida (y
seguramente les va a seguir ocurriendo) a las cúpulas antichavistas
(llámense partidos, Coordinadora Democrática, Mesa de la Unidad,
etcétera). Desde siempre, la falla de origen o pata coja de la oposición
fue su imposibilidad de conectarse emocional y efectivamente con el
pueblo más humilde, su empeño en acudir a la televisión para seleccionar
a las figuras capaces de mover multitudes. He usado la palabra
"figura"; nótese la obvia diferencia con la idea de conductor o líder.
Cuando en 2014 se anunció que Chúo Torrealba iba a ser el jefe,
secretario ejecutivo, máximo representante o vocero o mandamás o títere
más visible de la coalición proempresarial, él mismo hizo públicos dos o
tres detalles más o menos ocultos en ese entonces que revelaban la
fragilidad de su jefatura.
En una entrevista
que muchos leyeron pero pocos supieron leer, Chúo le mostró a quien la
quiso ver la bombita de tiempo que dos años y pico después acaba de
borrarlo de la escena mudista: "En los partidos se pierde mucho tiempo
en la maraña interna de las organizaciones", decía, en una premonición o
anuncio claro de que eso de conciliar posiciones partidistas antes de
tomar una decisión le produjo siempre una enorme ladilla. Si Chúo no
creía en los partidos, los partidos no tenían por qué creer en Chúo.
Pero en aquella alborada de la era chuísta los partidos creyeron en él, a
causa de una especie de leyenda o mito autoadjudicado.
Chavistas del mundo, celebremos
De Chúo a Borges (pasando por Ramos Allup)
Ese mito/leyenda cobró forma en un programa de Globovisión titulado
"Radar de los barrios", en el que Chúo hacía de reportero y recogía el
sentir del pueblo en unas entrevistas que repetían la misma estructura.
Con apenas dos o tres variables en el libreto, el programa de Chúo
consistía en ir a un barrio a preguntarle a la gente qué le parecían las
aguas pestilentes corriendo por las aceras, qué le parecían los
derrumbes, qué le parecían los malandros, qué le parecía eso de que la
policía hubiera matado a un muchacho inocente, qué le parecía el tráfico
de drogas, qué le parecían los huecos en las calles, qué le parecía
que, a causa de la incapacidad del gobierno para presentarles opciones a
los muchachos, la hija de la señora Gloria haya terminado metiéndose a
puta. Y obvio que a la gente todo eso le parece mal, y si el señor de la
televisión decía que Chávez era el culpable de todo eso pues en el
programa se concluía que Chávez era el culpable.
Ese aparecer en pantalla subiendo a los barrios a los que ningún
dirigente de derecha se atrevió a subir configuró en las mentes
antichavistas una reflexión que les pareció concluyente: "Si este tipo
va por todos esos barrios y la gente pobre le habla de sus problemas,
entonces este tipo es un líder actual o potencial entre los pobres". Y
de ahí en adelante la yuca completa: "Y como es líder de los pobres
entonces cuando él dirija a la MUD se va a traer a todos esos pobres
para acá y entonces nosotros vamos a poder tumbar al Gobierno, porque
Chúo se va a encargar de lograr que todo el pueblo pobre crea en la
MUD".
Ni más ni menos, la misma forma de "pensar" que los ha llevado a
creer que Julio Borges, Vanessa Senior, Kico, Nacho, Lilian Tintori,
Orlando Urdaneta y todo el elenco de la extinta RCTV califican como
líderes o protolíderes de la Venezuela antichavista. ¿Cómo es que no se
han dado cuenta de que sus victorias electorales y avances en la calle
han tenido lugar después de que fue aplacada la histeria, la enfermedad
neurótica llamada Globovisión?
En estos días indagábamos en las andanzas de un viejo héroe de la
lucha libre venezolana, el gigante Bassil Battáh. Este luchador ganaba
siempre, destrozaba a todos sus contrincantes, era un ídolo de
multitudes; el país se detenía unas horas cuando transmitían por
televisión la cartelera en la que Bassil Batáh iba a acabar con los
malos. Cuarenta y tantos años después de admirar en mi niñez a ese
gladiador invicto me vengo a enterar de que Bassil Battáh era en los
años de su gloria el presidente y principal financista de la Federación
Venezolana de Lucha Libre (pues así cualquiera, ¿no?). Pero hablando del
aquí y ahora, ¿será que nadie en ese club de rabipelaos llamado MUD se
ha percatado de cuánto estorba una diva, un falso héroe o falso líder,
en la importante tarea de hacer política de cara al pueblo? ¿Nadie se
dio cuenta de que una cosa es aparecer en las pantallas como el
periodista chévere y adorado por todas las viejitas y sufrientes del
barrio, y otra cosa muy distinta es ser carne de pueblo y gente de tu
gente?
***
Así que la MUD se ha despojado de ese lastre llamado Chúo Torrealba, y
para tratar de corregir el dislate ha hecho lo que mejor o peor saben
hacer los entes burocráticos por excelencia: los partidos saben
burocratizar, y la MUD se ha burocratizado. Han designado como hablador
principal a un José Luis Cartaya, hombre de bajísimo perfil aunque
ganador de elecciones regionales. Pero ya va, que la cosa viene con
comisiones o secretarías: una política, una técnica y una social. ¿A qué
suena eso de Secretaría Social? A cualquiera le suena lo que en efecto
es: la secretaría del contacto con el pueblo y los movimientos sociales.
Al frente de esa secretaría colocaron a un Alfredo Padilla y a un
Tinedo Guía. Este último, ¿famosísimo por qué? Ni más ni menos que por
su aparición diaria durante muchos años en un noticiero de televisión.
Chavistas del mundo, celebremos: estos vergajos que nos han puesto como contendores no han aprendido ni quieren aprender.
Una nota de prensa difundida
por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos informa que la
Oficina de Control de Activos Extranjeros acusa al vicepresidente de la
República Bolivariana de Venezuela Tareck El Aissami de ser
"facilitador" del transporte y traslado de narcóticos desde 2008.
Mi
primera reacción al leer la nota fue pensar que había sido escrita por
un master troll de la CIA. ¿No es de esperar que estas acusaciones
provengan de una agencia de inteligencia en lugar de una oficina que
administra el tesoro público de Estados Unidos? En 15 y último se hicieron la misma pregunta, y nos ofrecen la respuesta:
"Ninguno de los gobiernos de Estados Unidos, desde el de George
Washington hasta la fecha, jamás se ha tomado en serio aquello de la
neutralidad de los bancos centrales y de la moneda, por más que se lo
impongan al resto", utilizan esas instancias como instrumentos para
"torcer el brazo" de los países.
"Dentro de la doctrina norteamericana, las herramientas de coacción
económica y financiera, son tan o más válidas que las convencionales a
efectos de tratar conflictos que afecten su hegemonía". Hablamos, pues,
de la guerra financiera.
La presunta "sociedad" de El Aissami con cárteles de la droga ha
estado más iluminada por focos del espectáculo que por la genialidad de
sus autores.
Examinemos los hechos:
El empresario Samark López fue acusado por el departamento del Tesoro de actuar como testaferro de El Aissami. CNN apeló
a una fuente no identificada del Departamento del Tesoro para explicar
lo que la nota de prensa de la OFAC dejó inconcluso: el empresario
supuestamente se encargaba de abrir cuentas en Estados Unidos y de crear
empresas fantasmas para enviar el dinero del vicepresidente El Aissami
desde este país hasta Europa. Samark López emitió un comunicado al que se le ha dado una cobertura marginal. Lo resumimos en sus puntos claves:
El señor López es un empresario que conoce a Tareck El Aissami desde hace varios años.
El señor López no es un funcionario gubernamental ni ha estado involucrado en el tráfico de drogas.
El listado parece estar motivado políticamente.
Samark López ejercerá todos los recursos legales, administrativos y judiciales posibles.
Irónicamente, ese mismo día, un vocero del Kremlin pedía no confiar en las fuentes no confirmadas de CNN y The New York Times.
Sobre las acusaciones de narcotráfico
El actual Vicepresidente se desempeñó como Ministro de Interior y
Justicia de Venezuela durante el mandato de Hugo Chávez en el período
comprendido entre 2008 y 2012. Mientras ejerció el cargo, 102 capos de
la droga fueron aprehendidos y presentados ante la justicia. Asimismo,
coordinó la extradición de 21 narcotraficantes solicitados por el país
norteamericano.
En aquel pasado, no tan lejano, Washington envió notas de
felicitación a El Aissami que reposan en los archivos documentales del
Gobierno Bolivariano.
De los cables y correos filtrados por Wikileaks, y localizados por La Tabla:
"Un informe elaborado en 2010 por la entonces subsecretaria para
Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado de EEUU, Roberta
Jacobson, recomendaba 'no alabar' al gobierno venezolano por la
realización de capturas y deportaciones de jefes del narcotráfico
colombiano que eran requeridos por la justicia estadounidense".
Acusan al vicepresidente El Aissami de estar vinculado al Cártel de
Los Zetas en México. Advierten de "alianzas" con el narcotraficante
colombo-venezolano Hermágoras González Polanco y el capo colombiano
Daniel Barrera Barrera, a través Walid Makled. Juzguemos la verosimilitud de los datos ordenados cronológicamente: Hermágoras González Polanco era líder
del llamado Cártel de La Guajira, vinculado a las Autodefensas Unidas
de Colombia. Se le sindicó de haber traficado 9 toneladas de cocaína
junto a Salomón Camacho Mora. González Polanco fue capturado en una
operación efectuada en el año 2008 bajo la gestión de Ramón Rodríguez
Chacín como Ministro de Interior y Justicia de Venezuela. Sin embargo, Camacho Mora fue capturado dos años después cuando
los organismos de seguridad del Estado venezolano estaban al mando de
Tareck El Aissami. Fue deportado a EEUU el 2 de febrero de 2010.
González Polanco, de nacionalidad venezolana, no fue deportado. Tras el juicio fue condenado a 15 años y 6 meses de prisión. Su socio, en Estados Unidos, tuvo una condena menor de 11 años.
Desde que huyó del país en el año 2010, Walid Makled alias
"El Turco", figuraba entre los delincuentes más buscados a nivel
internacional. Al año siguiente, Makled fue capturado en Colombia y
solicitado en extradición por Venezuela. En Caracas fue juzgado y
condenado por los delitos de legitimación de capitales, corrupción y
asociación para delinquir.
En 2011, la policía científica de Venezuela, adscrita al Ministerio que comandaba El Aissami, capturó a Gloria Inés Rojas Valencia,
una colombiana que operaba en nombre del Cártel de Los Zetas. Fue
deportada a los EEUU junto a su pareja, también involucrado en hechos
delictivos bajo el alias "El Negro Tello". Para mayores señas: era
segundo al mando de la organización liderada por Daniel Barrera. Daniel Barrera Barrera, alias "El Loco", fue apresado en Venezuela en
septiembre del año 2012 durante la gestión de Tareck El Aissami. El
operativo fue coordinado por la Policía Nacional de Colombia -desde
Washington- y con la ayuda de los gobiernos venezolano y británico.
Aprovechamos la oportunidad para responder a otras fuentes de
reciclaje de información que apuntan a una "narco-poligamia" de El
Aissami. Según sus detractores, el Vicepresidente tendría la sagacidad
de pertenecer -a un mismo tiempo- a los cárteles de Sinaloa y de Los
Zetas. Ambas organizaciones delictivas mexicanas son enemigas, por lo
que no permiten una doble cooperación entre sus miembros so pena de ser
descuartizado.
El tercer cártel con el que vinculan a El Aissami es un misterio. El
Cártel de los Soles fue el nombre periodístico que se otorgó para
designar a los generales de la Guardia Nacional (GN) implicados en la
llamada Operación Norte, en específico a los ex jefes del comando
antidrogas Ramón Guillén Dávila y Orlando Hernández Villegas. Ambos
fueron procesados por tráfico de drogas y sobreseídos en 1993 por el
entonces presidente Carlos Andrés Pérez. La medida fue otorgada antes de
que hubiese sentencia firme.
Aunque abunda información en los medios de comunicación, al Cártel de
los Soles no se le ha incautado ni un solo gramo de drogas, ni ha
aparecido ningún distintivo de la organización en ningún decomiso, ni se
ha atribuido ni una sola muerte. Existen dos opciones: o es el más inofensivo de los cárteles o sencillamente no existe.
Peter Dale Scott, ex diplomático canadiense, escribió un libro titulado La máquina de guerra americana.
En él se menciona a uno de los verdaderos líderes del Cártel de los
Soles, Ramón Guillén Dávila, ex director de una unidad antidroga creada
por la CIA en Venezuela, quien fue inculpado en Miami por haber
traficado una tonelada de cocaína a Estados Unidos.
Se calcula que el ex general Guillén envió, por la ilegal, más de
22 toneladas de drogas a ese país. Las autoridades estadounidenses
nunca solicitaron a Venezuela la extradición de Guillén porque se
trataba de un aliado incondicional de la CIA (es que era "todo un sol").
Fue a prisión en 2007, por planificar, junto a su hijo, un atentado contra el presidente Chávez.
Venezuela expulsó de su territorio a la DEA en el año 2005. Desde
entonces incrementó su eficiencia en el combate al tráfico de narcóticos
en un 60%. La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha ubicado a
Venezuela entre los seis países con mayor número de confiscación de
estupefacientes. También es considerado un país libre de cultivos
ilícitos. En el año 2012, Venezuela promulgó la Ley de control para la defensa integral del espacio aéreo que
permite -además de preservar la soberanía- la intercepción,
inutilización, inmovilización y disuasión de aeronaves que sirven al
tráfico internacional de drogas. Más de 100 aeronaves han sido objeto de
operaciones de esta naturaleza en nuestro país.
Quiénes son los "socios" del narcotráfico
Estados Unidos es uno de los países con mayor consumo de drogas en el
mundo. La droga no entra ni se trafica por arte de magia. Sin embargo,
usted casi nunca -por no incurrir en la temeridad de un tajante jamás-
leerá que en Estados Unidos fue apresado un capo.
En enero de 2014, una investigación del diario El Universal
de México reveló la siguiente perla: agentes de la DEA y fiscales del
Departamento de Justicia de Estados Unidos mantuvieron reuniones
clandestinas con miembros de cárteles del narcotráfico para obtener
información de organizaciones rivales, lo que incrementó la violencia en
el país.
Según la información, funcionarios autorizados por el Gobierno de los
Estados Unidos negociaron con cárteles como el de Sinaloa. Las
reuniones se realizaban a espaldas del gobierno mexicano y "permitieron,
bajo acuerdos por escrito, que los cárteles siguieran operando".
La DEA habría ejecutado acciones similares en Colombia, Tailandia, Cambodia y Afganistán.
La CIA se ha visto también salpicada por el contrabando de
estupefacientes. Se les considera los precursores de la producción de
opio y su tráfico en Afganistán. Agentes de contrabando de drogas de la
CIA han operado desde países latinoamericanos como Nicaragua, México,
Panamá y Venezuela. Vale aclarar que eso ocurrió hasta que llegó Chávez
al poder.
No son pocos los casos denunciados de tráfico de droga de la CIA en
su propio país. A finales de los 80, se acusaba a la Central de
Inteligencia de tener una base aérea para el tráfico de drogas en
Arkansas, y hasta se acusó a los presidentes Bush padre, Bush hijo y
Clinton de encubrimiento.
Parece que la CIA y la DEA han interpretado al narcotráfico más como un aliado que como un enemigo. Citamos a James Petras:
"Los investigadores del Congreso de los Estados Unidos, algunos ex
banqueros y los expertos bancarios internacionales coinciden todos en
que los bancos estadounidenses y europeos blanquean cada año entre 500
mil millones y un billón (con "b") de dólares de dinero negro, suma de
la cual la mitad corresponde a los bancos estadounidenses…
"Los flujos sumados de dinero blanqueado y dinero negro cubren buena
parte del déficit de la balanza de pagos norteamericana. Sin el dinero
negro, la balanza exterior sería totalmente insostenible, el nivel de
vida se derrumbaría, el dólar perdería valor, el capital de inversión y
préstamo disponible se contraería y Washington sería incapaz de mantener
su imperio global".
Un imperio que basa su excepcionalidad en la propaganda.
A quién responde CNN: el complejo mediático contra Venezuela
Por eso no escatiman en episodios endogámicos: el año pasado, Time
Warner se fusionó con AT&T formando el tercer mayor conglomerado
mediático y de telecomunicaciones, que controla un tercio de la
infraestructura de internet, telefonía, servicios satelitales y de
producción de entretenimiento del mundo.
Buscamos como referente a Misión Verdad:"El consejo de administración de Time Warner/ AT&T está constituido por
individuos conectados al Fondo Monetario Internacional, las fundaciones
de la oligarquía Rockefeller, tanques de pensamiento pagados por Exxon
Mobil (como el Consejo de Relaciones Exteriores), el fondo de inversión
de la oligarquía Warburg (Warburg Pincus) y la empresa armamentista, AMR
Corporation, además de Goldman Sachs y JP Morgan como accionistas
claves, según reseña una nota de Global Research. La crema del 1% más
rico de los más ricos del planeta". Es decir, un poderoso sector de la
FED, con decisiva influencia en el Departamento del Tesoro es dueño de
CNN. No hay libertad de imprenta.
CNN en Español difundió este febrero lo que llamaron un trabajo de
investigación. Para tales fines acudieron a un hombre que perteneció al
servicio exterior venezolano, Misael López, quien en noviembre de 2015
había compartido un mensaje en redes sociales en el que aseguraba que en
la embajada de Irak se habían vendido pasaportes a ciudadanos del Medio
Oriente.
La cadena presumió de haber conseguido a un testigo estrella que
cambió su propia historia. En la primera versión, López asegura tener
pruebas de un caso de un pasaporte supuestamente vendido a un militante
de Hezbolá. En CNN hablaron de 173 pasaportes entregados a miembros de
este movimiento. Nunca mostraron pruebas sólidas. Según la primera
versión, el embajador desestimó su denuncia. Para la producción
dolarizada de CNN, el embajador no sólo era cómplice sino uno de los
beneficiarios.
Aunque el embajador remitió una comunicación al canal de noticias
negando haber vendido visas, la mención de ese hecho fue tangencial para
la historia fabricada en Atlanta.
CNN reprobó en periodismo de investigación. Misael López
efectivamente fue un policía que terminó en el servicio exterior en la
embajada venezolana de Bagdad. Forjó un pasaporte venezolano: colocó su
foto y los datos del Embajador de la República Bolivariana de Venezuela
ante ese país. ¿Su misión? Retirar el dinero de la delegación
diplomática de la cuenta del Banco Cairo Amman Bank.
La entidad financiera remitió una comunicación a la embajada
venezolana en la que se puede leer: "En nuestra filial en City Mall
retuvieron un pasaporte venezolano debido a que la persona que
solicitaba el dinero en efectivo al cajero, no corresponde con los datos
del cliente". Adjuntaron la fotografía de Misael con fecha del 17 de
julio de 2014.
Al tiempo que Misael López trabajaba en la embajada de Irak, tramitó
su nacionalidad española y sin poseer una titulación en derecho, obtuvo
el permiso del gobierno español para ejercer la abogacía. También López
gestionó la visa de residencia en Israel.
También existe una colección de pases de abordaje de viajes de Misael
López que NO fueron autorizados por el servicio exterior venezolano.
Los destinos predilectos: Madrid y Estambul.
Rafael Romo, tras presentar su última entrega de "Pasaportes en la
Sombra" dijo lo siguiente: "Hemos hablado con expertos que aseguran que
efectivamente, por ejemplo, Isis tiene redes especiales que se encargan
de robar documentos y luego cambian la información biomética de pasaportes y visas y
así pueden pasar de país en país en su ruta para sembrar el terror. La
similitud con Venezuela, según estos analistas, es que también existe el
factor ideológico: una ideología hostil, como sabes, hacia Estados
Unidos".
Desde hace muchos años a Tareck El Aissami se le ha intentado
relacionar con Hezbolá, Daesh y Al-Qaeda. Todos esos grupos son
contrapuestos.
Hezbolá es un movimiento popular armado que surgió en el Líbano en
1982 para desafiar la invasión israelí. Posteriormente se ha enfrentado a
grupos terroristas como Al-Qaeda y el Estado Islámico. Muchos países,
especialmente los árabes, le reconocen como un movimiento de resistencia
legítimo.
Sobre Al-Qaeda debemos recordar que la propia Hillary Clinton ha
reconocido públicamente en varias ocasiones que es una creación de
Estados Unidos. Lo mismo pasa con el Daesh. Hurguemos en la historia
reciente, cuando el senador John McCain hizo una visita clandestina a
Siria y se reunió nada más y nada menos que con Abu Bakr al-Baghdadi un
mes después de la creación del mal llamado Estado Islámico. Las imágenes
que aquí vemos de fondo son las del senador declarando en TV que efectivamente los conocía y defendía.
Dice, en traducción del video, lo siguiente: Presentador: Además de eso, también me preocupa este informe sobre los rebeldes sirios y el alto al fuego con el Emirato Islámico (ISIS)… John McCain: Eso no es verdad. No es verdad… No me
importan los informes. Yo conozco a esa gente personalmente. Hablo con
ellos constantemente. Y déjeme decirle también que si tenemos que
manejar un conflicto de la manera que usted dice, Anderson, me temo que
será un caos y será un nuevo Vietnam, la escalada gradual que condujo a
una de las peores derrotas en la historia de Estados Unidos. Presentador: ¿Qué piensa usted de Ron Paul, quien
dice: "Es un error armarlos. La mayoría de las armas que estamos dando a
los llamados 'rebeldes moderados' acaban en manos del Emirato Islámico
ya sea porque el Emirato Islámico se las quita o porque las armas
son redirigidas o por descuido. El caso es que acabamos armando a
los extremistas'? Dígame… John McCain: Dígame, ¿Ron Paul ha estado en Siria?
¿Se ha reunido con el Emirato Islámico? ¿Conoce a esas personas? No y
no. Mire, vamos a tener un conflicto porque eso es totalmente falso. Ron
Paul también dijo que no teníamos nada que ir a buscar en el Medio
Oriente. Yo no quiero pelearme con él pero eso es falso. Yo conozco a
esa gente. Estoy en contacto permanente con ellos todo el tiempo.
Originalmente publicado en el blog de Larissa Costas.