La ministra de Economía y Empresa,
Nadia Calviño, ha pedido este martes no llegar a
conclusiones precipitadas
sobre los datos de paro y turismo, ya que a nivel anual lo datos de
empleo han mejorado y se ha aumentado el gasto de los turistas.
Calviño sostiene que el aumento del desempleo o la disminución de las afiliaciones a la Seguridad Social
no es buena noticia,
si bien lo importante es no llegar a conclusiones apresuradas basándose
en datos aislados de uno mes o un indicador en concreto.
Nos podemos preguntar: ¿Podemos considerar que Calviño tiene razón? ¿Esto es sólo un hecho aislado?
El mercado laboral se recupera, pero solo el femenino
Durante el pasado mes de junio se ha marcado un nuevo récord de
mujeres ocupadas en España y se han contabilizado en la Seguridad social
8,779 millones de mujeres, una cantidad que superar a los 8,249 millones de mujeres que había en junio de 2008, y que es un dato representativo de la
transformación del mercado laboral durante la crisis.
El avance del empleo femenino, contrasta con la
contracción del empleo masculino, y se puede observar un trasvase sectorial de la ocupación hacia servicios, con muchas veces con
contratos a tiempo parcial.
En España el
mercado laboral
ha realizado un efecto acordeón al pasar los años de la crisis y la
recesión económica tras años de demasiado despilfarro con una
recuperación del empleo femenino, mucho más
concentrado en el sector servicios, que ahora tiene más puestos de trabajo que en el ciclo anterior, y una pérdida bastante acentuada del empleo masculino.
En el registro de cotizantes de la Seguridad Social aún faltan más de
1 millón de empleos entre los hombre (12,014 millones en 2008 y 10,284
millones ahora), en la estadística de la EPA se ve una
reducción en 1,73 millones, como se puede ver en la gráfica “Evolución del empleo por género en la EPA de 2008 a 2018”:
Es decir, la ocupación masculina en EPA, está en el 85,6 por ciento
del máximo, mientras que entre las mujeres el nivel está en el
98,56 por ciento, del máximo de 2008, y solo contabiliza ya 124.700 ocupadas menos que entonces.
A nivel general, la
Seguridad Social los cotizantes están a poco menos del 2 por ciento del récord de
19,37 millones de ocupados,
casi 9 puntos porcentuales. Es trasvase de género se detecta también en
el número de activos y tasa de actividad (porcentaje de personas
dispuestas a trabajar), que reacciona también a los ciclos, como se
puede ver en la gráfica “Evolución tasa de actividad de 2008 a 2018”:
Si cuando se implantó la crisis los empleos activos rozaban los 23
millones, el 60 por ciento de los mayores de 16 años y menores de 65, la
cifra se amplió hasta los 23,5 millones por la llegada de las mujeres
buscado trabajo y rentas para aliviar la pérdidas de empleo de los
hombres, para descender de nuevo hasta el mismo nivel antes de la
recesión.
Pero mientras los hombres activos se ha
reducido en una década
en 900.000, las mujeres activas han aumento en 780.000, la tasa
relativa masculina ha decrecido en 5 puntos en el periodo, mientras la
de las mujeres se ha aumentado en 3.
La pérdida de empleo masculino no está sólo en la pérdida de la ocupación en la construcción, también se ha perdido en la
industria en 676.000 puestos
de trabajo, de 3,25 millones de empleos a 2,67 millones, y el mayor
golpe ha sido en el empleo masculino, de medio millón de puestos de
trabajo.
Hace falta una nueva reforma laboral ya que tenemos 'Working poors'
Actualmente, con el nuevo Gobierno del PSOE, se anuncian algunos
cambios, habiéndose producido en estos últimos días reuniones con los
sindicatos y la patronal para reformar aspectos concretos de mayor
urgencia.
La pregunta que nos puede surgir ahora: ¿es necesaria la reforma del mercado laboral? y ¿por qué?
La respuesta a esta pregunta es de sí. Hay que modificar aspectos de
nuestra normativa laboral actual, provenientes de la reforma de 2012,
porque más del
13 por ciento de los trabajadores se sitúa en nuestro país por debajo del umbral de pobreza relativa, generando lo que se denomina como
working poors (trabajadores pobres).
Estos datos demuestran des un punto de vista social, pero también con
respecto a la falta de iniciativa e impulso por parte de los diferentes
gobiernos en la
adopción de medidas reales, contundentes, efectivas y específicas para reducir las consecuencias ocasionadas a las personas más vulnerables en España.
La primera cuestión que se debería de abordar son las
modalidades contractuales.
El contrato indefinido bonificado de apoyo a emprendedores, de nueva
creación en la reforma de 2012, debería ser eliminado porque se basa en
dos grandes errores:
- La denominación como “emprendedores” a empresas de hasta 49 trabajadores y no a las microempresas o micropymes.
- Por el periodo de prueba de 1 año, de dudosa legalidad, incluso a nivel internacional.
En este sentido, este contrato ha degenerado su finalidad, siendo un
mecanismo de empleo temporal,
pero, además, sin las garantías propias de un contrato indefinido, por
ejemplos, de la indemnización que debe cobrar el trabajador.
Respecto a la adopción de
medidas flexibilizadoras en las empresas y el
aumento del poder unilateral del empresario, es necesario retomar el sistema previo que se llevaba a cabo para 2012.
Entre otras, menciona la distribución irregular de jornada en un
5 por ciento
por el empresario, a falta de convenio o acuerdo colectivo a empresa,
pues se le otorga la misma validez a la decisión unilateral del
empresario que al acuerdo colectivo que tiene fuerza normativa.
Referente a las causas económicas, técnicas, organizativas o de
producción para la adopción de grandes modificaciones de condiciones de
trabajo, reducciones y suspensiones del contrato o despidos colectivos
sería muy necesario volver a introducir la objetivación, para que la
medida sea razonable al fin perseguido.
Además, es deseable volver a la necesidad de autorización de la
autoridad laboral para la ejecución de decisiones muy discutibles como
las suspensiones, reducciones o despidos colectivos.
Por último, se deben revisar las indemnizaciones, reglas de
ordenación y estructura de negociación colectiva. La gran reducción de
las
indemnizaciones por despido improcedente de 45 días a 33 días por año trabajado, reduciendo el máximos de
42 mensualidades a 24
o la eliminación de los salarios de tramitación en caso que, ante un
despido improcedente, la empresa optase por la indemnización y no por la
readmisión (opción que si se ha mantenido para los representantes de
los trabajadores).
El cambio de reglas de ordenación y estructura de negociación colectiva:
- Prioridad aplicativa de convenio de empresa en determinadas materias.
- Posibilidad de revisión del convenio durante su vigencia.
- La desaparición de la ultraactividad indefinida, provocando el impulso forzoso a una negociación a último momento con respecto al convenio.
El principal motor de la economía, el turismo, se está estancando
El
turismo es y ha sido uno de los
principales motores
que ha ido sacando poco a poco la economía española de la crisis
financiera y también se ha convertido uno de los sectores donde se han
creado más empleos.
Durante esta primavera, el sector turístico español tenía trabajando a
2,65 millones de personas.
Esta cifra roza el máximo que alcanzó la construcción en pleno boom y
supone un 13,7 por ciento del total del trabajo que hay en España, es
decir, 6 décimas más que la construcción durante el 2007.
No obstante, la temporalidad, está por encima del
35 por ciento, siendo mayor que en el conjunto del mercado laboral español.
Sin duda que España sigue teniendo muchos
millones de turistas, y más que Turquía y Egipto juntos, y las llegadas de los
turistas se están estancando. Claramente, se tiene que actuar cuando hay tiempo, y ocuparse en vez de preocuparse sin poner solución.
El segmento que más está sufriendo son los hoteles que ofrecen
productos 'low cost' y apartamentos turísticos, cuyas pernoctaciones se ha reducido en un
6 por ciento.
La causa principal es la estrategia de este segmento, hoteles y
apartamentos turísticos, que dependen totalmente de las ventas que
realizan los turoperadores, y al no tener contacto directo con sus
clientes no los pueden fidelizar sino a través del precio que están
ofreciendo.
Teniendo en cuenta que los países emergentes son los países objeto de
las acciones de nuestros hoteles, se debe aprovechar para realizar
acciones para atraer este público hacia nuestro país, a través de
acciones propias o a través de los turoperadores.
Por una parte el sector hotelero se está
produciendo una concentración, para
reducir costes y poder
competir mejor
en el mercado, ofreciendo una mejor oferta de servicios. En definitiva,
para adaptarse mejor a los cambios e impulsar la internacionalización
de sus hoteles.
Tanto adaptarse mejor a los cambios del
sector turístico,
como impulsarse a nivel internacional ayuda a aumenta la rentabilidad y
la inversión, renovar el diseño de los hoteles y aumentar la
satisfacción de los clientes que entran por sus puertas.
Claramente este es la clave que ha permitido el aumento del empleo y
ha mejorado los salarios de los trabajadores que están trabajando en el
sector del turismo.
Los hoteles españoles que compiten con el sector turístico de Turquía o el Egipcio sólo podrán sobrevivir pagando el
nivel de salarios
de Turquía y, por consiguiente, dudo mucho que pase eso, ya que
claramente los sueldos están por encima de los sueldos de los
trabajadores turcos o egipcios.
Así afectará a la banca el nuevo impuesto al sector financiero
La reforma que plantea el
Gobierno del PSOE establecer los siguientes aspectos: introducir un
impuesto de nueva creación para la grandes empresas tecnológicas, aplicar un
impuesto a la banca con el objetivo de recaudar alrededor de 1.000 millones de euros con los que financiar las pensiones y
reformar el impuesto de sociedades para establecer un tipo mínimo que no se inferior al 15 por ciento.
Para reducir las exenciones que permiten a las empresas reducir la factura del
impuesto de sociedades,
cuyo tipo general está actualmente en el 25 por ciento y para las
entidades bancarias en el 30 por ciento, una de las alternativas que
piensa el Gobierno es la posibilidad de neutralizar el uso de los
activos fiscales diferidos (DTAs).
Los
activos fiscales diferidos (DTAs) son conocidos también como los
créditos fiscales,
cuando su activación permita a una empresa a disminuir el tipo efectivo
del impuesto de sociedades por debajo del 15 por ciento. Por tanto, la
neutralización de las DTAs tiene un efecto negativo sobre el resultado
de las empresas.
Las empresas que componen el IBEX 35, acumulan en sus balances a finales del 2017 alrededor de
100.000 millones de euros
en créditos fiscales, provenientes de pérdidas, saneamientos y
aportaciones a planes de pensiones realizados en ejercicios de años
anteriores.
El tratamiento de estos activos fiscales diferidos (DTAs) es uno de
los aspectos más complicados de la reforma del impuesto de sociedades,
ya que reduce el tipo nominal al que se deducen las empresas los
créditos fiscales, o eliminar esta deducción, podría suponer un
importante efecto negativo para las empresas del
sector financiero español.
Debemos recordar que esto fue uno de los aspectos por los que, en
2014, el exministro de Hacienda del PP, Cristóbal Montoro, no aplicó
sobre las entidades financieras la rebaja del impuesto de sociedades del
30 al 25 por ciento.
Otros impuestos dentro del marco fiscal de nuevo gobierno
El Gobierno de Sánchez ya ha indicado sobre el
marco fiscal es el aumento de la presión fiscal para evitar que las empresas realicen comportamientos que afecten negativamente contra el
medio ambiente.
Entre las diferentes medidas del Gobierno, estaría la de incrementar
el impuesto especial sobre el gasóleo igualando al impuesto de las
gasolinas. De esta manera, los vehículos con motor diésel que
actualmente pagan un impuesto especial de 30,7 céntimos de euro por
litro, pasarían a
pagar 40,25 céntimos de euro por litro. Es decir, un aumento de 9,55 céntimos de euro más por litro.
Aquí no se acabarían las medidas del Gobierno de Sánchez. También estaría analizando crear
4 nuevos impuestos
de carácter verde junto con la reforma de algunas figuras tributarias
relativas a la energía para intentar luchar contra el calentamiento
global.
Otro de los
cambios fiscales que quiere realizar el Gobierno del PSOE es
eliminar el tope de las cotizaciones más altas. Esto significa que hasta este momento existe un límite a partir del cual, aunque ganes un salario mayor ya
no pagas más IRPF.
Por tanto, el Gobierno del PSOE quiere eliminar este tope con el
objetivo de luchar contra el déficit de la Seguridad Social al aumentar
los ingresos del sistema fiscal a través del IRPF. Este es un posible
mecanismo para garantizar la solvencia y la sostenibilidad del sistema
de pensiones.
En este sentido, el Gobierno cree que existe
la necesidad de racionalizar los gastos
del sistema de Seguridad Social para lo que habría que revisar la
política de bonificaciones de las que se benefician las empresas y
eliminar el tope de las cotizaciones máximas, al tiempo que se añaden
nuevas figuras impositivas al sistema.
El Gobierno del PSOE mantiene sus previsiones de crecimiento
Después de ver todo esto, se puede observar que los afiliados a la
Seguridad Social han aumentado un 3 por ciento en los afiliados, y una
reducción del paro registrado del 6 por ciento, y han aumentado la
contratación indefinida.
El Gobierno
no ha cambiado las previsiones de
crecimiento de la economía en España, por lo que el Gobierno del PSOE
mantiene su estimación de que España va a tener un crecimiento con bases
sólidas, salvo que se produzca un acontecimiento negativo.
De esta manera, sigue con la
previsión del 2,7 por ciento
del PIB para el 2018, la misma que predijo el Gobierno del PP. Aunque
se puede decir que existe una moderación del crecimiento económico
durante el 2018.
El Gobierno del PSOE tiene que
adoptar las reformas necesarias
en el mercado de trabajo, reducir la dualidad, la rotación, la alta
temporalidad laboral y tratar que no existan grandes variaciones en los
datos mensuales.
En El Blog Salmón |
La crisis del turismo como oportunidad de cambio de modelo para España
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