tenacarlos.wordpress.com EN QUÉ CONSISTE EL LLAMADO DE MADURO A LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
EN QUÉ CONSISTE EL LLAMADO DE MADURO A LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE
El presidente Nicolás Maduro convocó este lunes a una Asamblea Nacional Constituyente. Aunque lo había advertido, la apuesta se concretó.
Pero, ¿en qué consiste la inesperada jugada del gobierno venezolano? “Convoco al poder constituyente originario del pueblo, es la hora, es el camino. No dejaron más alternativa”, sostuvo este lunes el presidente Nicolás Maduro. La posibilidad de una Constituyente, aunque ya se había asomado semanas atrás, se concretó este lunes en medio de una multitudinaria movilización del chavismo a propósito del Día del Trabajador en el centro de Caracas. En paralelo, la oposición se concentró en otra jornada de protestas en contra del mandatario, que pretendió llegar ―sin permiso ni éxito― hasta la sede del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ubicada en la misma zona donde estaba reunida la marcha pro-gubernamental. La escalada de violencia en las calles, producto de los llamados a la confrontación de la oposición, así como las reiteradas acusaciones a Maduro de “dictador”, han catalizado un escenario que busca legitimar el carácter democrático de la Revolución Bolivariana al convocar al denominado “poder constituyente originario” para resolver la coyuntura política. Pero, ¿en qué consistirá ese proceso?
¿Qué busca la Asamblea Nacional Constituyente? Según el artículo 347 de la Constitución, el pueblo venezolano ―como depositario del poder constituyente― puede convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”.
¿Puede Maduro convocar a una Asamblea Nacional Constituyente? Sí. De acuerdo al artículo 348 de la Constitución Bolivariana, el presidente en consejo de ministros está facultado para tal convocatoria.
¿Puede la oposición política participar en la Asamblea Nacional Constituyente? Sí. Entre 200 y 250 constituyentes, de cualquier signo político, serán electos por votación directa, universal y secreta para conformar un congresillo, que quedará encargado de redactar el nuevo texto constitucional.
¿Qué paso viene ahora? Una vez anunciado el proceso, debe aprobarse el decreto de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente. El presidente Maduro lo rubricó la noche de este lunes.
¿Qué papel juega el Consejo Nacional Electoral? El Poder Electoral debe verificar que la convocatoria fue debidamente ejercida.
¿Y qué pasará con la Asamblea Nacional? El Parlamento cesará sus funciones, puesto que el congresillo de constituyentes será el encargado de legislar.
¿Se someterá a votación el texto constitucional? Sí, todo lo que decida el congresillo debe ser sometido a la aprobación del pueblo.
¿Algún organismo puede objetar las decisiones del congresillo? Lo que apruebe el congresillo debe estar ajustado a la Constitución vigente. Si, por ejemplo, se propone un artículo que permita la pena de muerte, eso entra en contradicción con los principios de la Carta Magna actual, por lo que puede activarse el artículo 350 que faculta al Tribunal Supremo de Justicia a decidir sobre el asunto. Nazareth Balbás
Todas las personas con elevadas cotas de poder de este mundo y todos los altos mandatarios, sin excepción, son conspiradores, mentirosos, manipuladores y egoístas. Todos, y cada uno de ellos. A muchos les parecerá que ésta es una afirmación exagerada e incluso temeraria y que no se puede generalizar. Pero aunque lo parezca, esto no es un arrebato visceral e irreflexivo de rabia contra el poder establecido. Esta conclusión se basa en la lógica más básica y parece mentira que la mayoría de gente aún se niegue a verlo.
CONSPIRADORES Una de las frases que se ha puesto de moda últimamente es: “yo no creo en teorías de la conspiración” Se trata de una frasecilla que mucha gente pronuncia con semblante serio, revistiéndola además de un cierto tono de superioridad intelectual que resulta francamente patético. Porque no creer en “teorías de la conspiración” per se, refleja una ingenuidad enternecedora…por no decir otra cosa. Y es que la conspiración y la confabulación son el estado natural de la actividad política Son inherentes al ejercicio del poder.
Al fin y al cabo, para que surja la conspiración o la confabulación, solo hace falta que un grupo de personas con intereses comunes dispongan de información privilegiada y de los recursos suficientes para llevar a cabo las operaciones pertinentes. Intereses, información, recursos. Tres factores que encontramos de forma natural en los círculos formados por gente poderosa. Lo que convierte la combinación de estos tres factores en “conspiración” o “confabulación” es la ocultación de la información y de las maniobras realizadas para alcanzar los objetivos. Es decir, el secretismo. Y el secretismo es la actitud lógica que convierte la información en poder: la única forma de convertir una información de la que solo dispones tú en algo que solo sea ventajoso para ti, es mantenerla oculta a ojos de los demás. Eso cae por su propio peso.
Entonces es fácil deducir que la conspiración y la confabulación, es decir, la actuación acordada y coordinada de un grupo de personas con intereses comunes actuando con secretismo, debe ser la cosa más habitual del mundo. Mucho más habitual que grupos de personas poderosas regalando a espuertas la información de la que disponen y haciendo públicas sus intenciones y objetivos y con ello perdiendo toda la ventaja conseguida gracias a su posición. Creer eso sí que es risible. Así pues, alguien puede decir que no cree en “tal” o “cuál” teoría de la conspiración en concreto, analizando caso por caso. Pero ¿tiene alguna base lógica decir, en términos generales, “yo no creo en conspiraciones”? ¿Como se puede soltar tamaña memez sin sonrojarse?
MENTIROSOS De lo expuesto anteriormente, podemos extraer una conclusión inquietante. Hemos visto que ejercer el poder implica necesariamente ocultar información. Y ocultar información, implica a su vez, no decir la verdad sobre las propias actividades e intenciones, con el fin de no perder la ventaja obtenida. De lo que podemos deducir que ejercer el poder implica necesariamente mentir. Como más poder acumula una persona, de más información privilegiada dispone y por lo tanto, más esfuerzos debe realizar para ocultarla a los demás, lo que conlleva que más mentiras debe fabricar para mantener su posición ventajosa a salvo. Así pues, el ejercicio del poder, siempre y de forma sistemática, lleva asociada la mentira. Y como más poder, más mentiras son necesarias para mantener la posición de privilegio. Por lo tanto, creer en las palabras de alguien poderoso es ridículo, porque por lógica, existen muchas probabilidades de que no diga la verdad. Recuérdalo cuando veas al presidente de tu gobierno, sea quien sea y ante todo recuérdalo cuando observes el estúpido candor con que la población escucha a sus mandatarios…
MANIPULADORES A alguna gente le molesta la insistencia con la que tildamos de “manipuladoras psicológicas” a las élites gobernantes. Consideran que tenemos una visión de la realidad propia de un paranoico. Pero si utilizamos de nuevo la lógica más básica, nos daremos cuenta, otra vez, de que la manipulación psicológica también forma parte inherente del ejercicio del poder. Para empezar, las personas que atesoran los puestos de privilegio en una sociedad, son una pequeñísima minoría que depende plenamente para su subsistencia de la mayoría subordinada. Esta élite se ve beneficiada por el funcionamiento del Sistema y sus estructuras y por lo tanto, su interés primordial es mantenerlo en pie en beneficio propio. Eso es evidente.
Pero la pervivencia del Sistema se fundamenta, básicamente, en que la mayoría de gente subordinada acate sus reglas y convenciones. Como hemos dicho otras veces, el Sistema vive en el interior de las mentes de los individuos y las estructuras sociales, económicas y políticas externas solo son un reflejo de esas estructuras psíquicas Si un porcentaje significativo de personas subordinadas dejara de creer en el Sistema, la estructura externa se hundiría por completo. Con un número suficiente de gente dejando de acatar las leyes, las normas, las creencias y las convenciones sociales, esa pequeña élite perdería su posición de privilegio y se vería obligada a usar la fuerza represiva directa para obligarles a obedecer sus dictados.
Pero la represión directa y explícita comporta grandes desventajas: para empezar conlleva un enorme gasto de recursos y energías y además toda fuerza aplicada genera una fuerza de oposición que debe controlarse aplicando una nueva fuerza aún mayor. En definitiva, se trata de una dinámica ineficiente y potencialmente inestable, que tarde o temprano acaba convirtiéndose en un mal negocio. Por lo tanto, la mejor forma de mantener el Sistema en pie es impedir que los individuos lleguen a concebir ideas embrionarias que los lleven a poner en duda las estructuras del propio Sistema. Y eso solo se consigue programando la mente de la población. Se trata, sin duda, del método de represión más eficiente, barato y efectivo. Un método genial en el que las cadenas y las porras son sustituidas por conceptos y creencias, es decir, puro software psíquico, que una vez instalado en las mentes, las moldea a perpetuidad.
Comprendido esto, ¿qué es más lógico pensar? ¿Que las personas que ocupan los puestos de poder invierten gran parte de sus esfuerzos en manipular la mentes de sus subordinados o que por contra no lo hacen y les dejan pensar libremente por sí mismos con el riesgo que ello conlleva? ¿Hay alguna razón lógica para pensar que las personas que controlan directa o indirectamente los medios de comunicación, los de entretenimiento o la educación no van a utilizar estos elementos en favor de sus intereses? No seamos tan ingenuos…
EGOÍSTAS Sabemos que lo que vamos a decir a continuación no va a gustar a mucha gente, pues no es un punto de vista popular ni ofrece el típico mensaje positivo cargado “de buen rollito”. Pero creemos que el estado natural de todos los seres vivos, tiende a la violencia y al egoísmo. Ésta tendencia natural se debe a un principio físico universal: “la energía no se crea ni se destruye. Se conserva” Ésta ley física se refleja a escala biológica en toda su crudeza. Los seres vivos no pueden crear materia ni energía de la nada. Para obtener la materia orgánica y la energía necesaria para su subsistencia, deben arrebatársela a otros seres vivos. Por esa razón, todos los seres vivos nos comemos, devoramos y digerimos los unos a los otros.
Es una dinámica dolorosa y cruel, consustancial al funcionamiento del propio universo, nos guste o no y que acaba derivando en actitudes esencialmente egoístas y violentas. Egoístas porque todos los seres vivos anteponen sus necesidades biológicas a las de los demás y violentas porqué todo ser vivo antepone su propia supervivencia a las de los otros y hace uso de la fuerza a su disposición con el fin de garantizarla.
Ya hablamos de ello en un anterior artículo titulado: LA VERDAD SOBRE LA VIOLENCIA Esta visión del universo puede resultar desalentadora y cruel, sin embargo alberga en su interior un mensaje absolutamente maravilloso, de una belleza sin igual. Y es que nuestra mente es tan extraordinaria, que a pesar de partir de este sustrato biológico universal tan egoísta y violento, nos permite crear conceptos opuestos como la solidaridad o la empatía. La solidaridad o la empatía, en el fondo son manifestaciones de amor desinteresado hacia los seres que nos rodean y forman parte de un nivel de conciencia evolutiva superior. Algo que parece trascender más allá de la biología pura y dura a la que todos estamos sometidos.
Pero desgraciadamente, estos sentimientos tan nobles, no van necesariamente ligados al desarrollo intelectual. Parece que no se pueden aprender o condicionar: se sienten o no se sienten. Una persona puede tener un alto nivel intelectual y una buena educación y sin embargo no sentir ningún tipo de apego ni amor por los seres que le rodean. Las personas poderosas y los gobernantes son un claro ejemplo de ello. Todos ellos se caracterizan por ser profundamente egoístas y albergar muy débiles (por no decir nulos) sentimientos de solidaridad y empatía hacia los demás. La demostración de esto es bastante evidente: si albergaran este tipo de sentimientos, no acumularían riquezas ni lujos innecesarios sabiendo que hay tantas personas en el mundo que no pueden ni tan solo subsistir.
Si les moviera la solidaridad y el amor hacia sus semejantes en lugar del egoísmo, dedicarían sus recursos a transformar activamente las estructuras del sistema para que no se produjeran tales injusticias, aunque ello fuera en detrimento de sus privilegios. Es cierto que muchas personas ricas realizan generosos donativos de dinero a través de las más variopintas fundaciones, ayudando a los pobres o a los necesitados. Pero no hacen absolutamente nada para cambiar el sistema que genera las injusticias, pues eso les perjudicaría. Solo dan parte de su fortuna y consiguen desgravaciones fiscales con ello y beneficios evidentes de cara a la opinión pública. El suyo, pues, no es un acto profundo de amor y solidaridad, sino algo interesado.
Ahora muchos dirán que lo que decimos es una tontería y que nadie jamás haría un sacrificio de este tipo. Pero eso no hace más que reforzar lo que tratamos de decir: y es que el egoísmo reina por encima de la solidaridad y las clases dirigentes son el exponente más evidente de ello. Pero esto no es lo peor. Las élites no se conforman con ser profundamente egoístas y tener un bajo nivel de conciencia, convirtiéndose en una nutrida selección de lo más abyecto de la especie humana. Además promueven tanto como les es posible que el resto de personas sean como ellos y que las masas estén compuestas de personas egoístas, insolidarias y poco empáticas.
Hay una razón práctica en esta actitud: las personas con un alto nivel de conciencia, representan el mayor peligro para sus intereses. Cada vez que un individuo evoluciona hasta alcanzar un elevado nivel de autoconciencia, el entorno formado por la masa egoísta e insolidaria tiende a neutralizarlo como si fuera un cuerpo extraño, con el fin de evitar un “efecto contagio”. Y es que tristemente, una sola persona que albergue sentimientos de solidaridad y amor hacia los demás resulta ser muy ineficiente cuando está inmersa en un entorno competitivo basado en el egoísmo y eso la convierte en fácilmente eliminable. Sin embargo, una masa suficiente de individuos conscientes y solidarios puede crear estructuras mucho más poderosas y eficientes que las que forman un conjunto de individuos egoístas.
Y estas estructuras “revolucionarias” (por ir contracorriente a nivel mental) pondrían realmente en peligro la supervivencia del sistema y los intereses de aquellos que se benefician de él. Por lo tanto, para evitar la aparición de una cantidad crítica de individuos conscientes, las élites promueven, tanto como pueden, el egoísmo y la división en sus subordinados, con el fin de que ejerzan de anticuerpos ante sus enemigos naturales. Y es que no solo son conspiradores, mentirosos y manipuladores, sino que además se esfuerzan en corromper al resto de la sociedad con su egoísmo enfermizo. Se han convertido, literalmente, en un foco de infección psicológica.
Ciertamente, estas afirmaciones pueden resultar muy duras. Lo más posible es que a mucha gente le cueste aceptar estos puntos de vista. La mayoría prefiere pensar que las conspiraciones, las mentiras y las manipulaciones son hechos puntuales y extraordinarios que solo se producen cuando el destino caprichoso reúne por azar a unas cuantas manzanas podridas. Quieren creer que el sistema básicamente funciona, que las leyes son iguales para todos y que solo algunos elementos corruptos minoritarios alcanzan los puestos de poder y las desobedecen. Que la mayoría de gobernantes tienen nobles intenciones y que algunos se pierden por el camino, aplastados por el peso de la responsabilidad o las malas compañías. Y que podrán arreglarlo todo votando al partido adecuado en las urnas y que algún día aparecerá un líder honrado que hará limpieza y servirá de ejemplo a todos. Su inocencia resultaría divertida si no fuera tan dañina… GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
¡Misil norcoreano fue abortado porque iba a caer en Rusia!
El
misil lanzado el sábado por Corea del Norte fue abortado
intencionadamente porque iba a alcanzar Rusia, confirman las autoridades
coreanas y rusas.
La madrugada del sábado pasado, Corea del
Norte disparó un misil balístico desde un sitio cerca de Buckchang en
Pyeongannam-do (provincia de Pyongan del Sur). Más tarde, las fuentes
militares de Corea del Sur indicaban que el misil norcoreano había
estallado segundos después de su lanzamiento.
Según ha informado este lunes el rotativo británico Daily Star,
citando al medio surcoreano SE Daily, el misil habría sido abortado
deliberadamente por los funcionarios norcoreanos después de darse cuenta
de que el aparato se dirigía a Rusia.
Si el misil balístico que
voló a la región nororiental no hubiera fallado, habría impactado un
puerto o el territorio ruso. Es por esta razón que Corea del Norte
destruyó intencionalmente el misil", recoge el medio el medio surcoreano
SE Daily.
"Si el misil balístico que voló a la región
nororiental no hubiera fallado, habría impactado un puerto o el
territorio ruso. Es por esta razón que Corea del Norte destruyó
intencionalmente el misil", recoge el medio surcoreano.
Por
su parte, las autoridades de Rusia han corroborado los hechos mientras
han afirmado que de haber impactado el misil, el lado oriental del
territorio ruso se habría visto afectado, ha informado el sitio Web Neon Nettle.
El
lanzamiento de misil por Pyongyang ocurrió en momentos de máxima
tensión en la región del sudeste asiático, que vive un clima de alta
tensión por la decisión de Washington de enviar el portaaviones nuclear USS Carl Vinson a
la península coreana, así como el despliegue en Corea del Sur del
escudo antimisiles de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés).
Esta medida se ha convertido en punto de partida para diarias amenazas mutuas con una guerra total y respuestas contundentes. Corea del Norte ha jurado “ir hasta el final” en una eventual confrontación con el país norteamericano.
El mes de abril se inició en Petrogrado con una protesta de 40.000
personas que exigen igualdad de derechos para las mujeres. Si en febrero
ellas habían encendido la mecha de la revolución, no se iban a quedar
sin derechos. El gobierno provisional no había acordado nada al
respecto, lo dejaba para un futuro indeterminado. No se empieza una
revolución para ir aplazando derechos, hay que conquistarlos y
ejercerlos. Las mujeres ocuparon el centro de la ciudad y con grandes
pancartas exigiendo “Derecho de voto”, “Si una mujer es esclava, no hay
libertad”, “¡Viva la igualdad para las mujeres!”, se presentaron ante la
residencia del gobierno y allí permanecieron hasta que lograron el
compromiso de legalizar el derecho de voto para las mujeres. Al gobierno
no le quedó otro remedio. ¡Es lo que tiene un proceso revolucionario!
En la primavera de 1917, las mujeres rusas conquistaron un derecho que
no tenía ningún otro país europeo. Dos días después, el 3 de abril,
según el viejo calendario ruso; el 16 de abril, según el nuestro, Lenin
llegará a Rusia y dará un vuelco a los contenidos políticos de la
revolución. Todo proceso revolucionario exige audacia y valentía, hay que
convertir en posible lo que parecía imposible. Audaz fue la decisión de
Fidel Castro y 82 revolucionarios que navegaron en el Granma para
desembarcar en Cuba en 1956 e iniciar la guerra de guerrillas que llevó a
la victoria de la revolución en 1959. Lo fue también la decisión de Mao
Tse Tung de replegar sus fuerzas en China recorriendo durante los años
1934-1935 más de 10.000 kilómetros, la llamada Larga Marcha.. ...Pero,
probablemente, no existe en la historia una decisión tan audaz como la
que impulsó a Lenin y a otros 31 revolucionarios rusos para llegar a
Rusia. El escritor austríaco Stefan Zweig lo escribió así: “Durante la
guerra mundial millones de balas alcanzaron su objetivo. Los ingenieros
idearon los proyectiles más violentos, más potentes y de más largo
alcance. Pero ninguno lo tuvo mayor ni fue más decisivo para la historia
reciente que ese tren que, cargado con los más peligrosos y más
decididos revolucionarios del siglo y procedente de la frontera suiza,
atraviesa silbando toda Alemania, para llegar a Petrogrado y allí hacer
que el orden de la época salte en pedazos.” (Momentos estelares de la
humanidad). Con la caída del zarismo, los exilados desean participar activamente
en la revolución. Las potencias imperialistas, de cualquiera de los
bandos en guerra, no se fían y ponen todas las trabas posibles. Las
peticiones para poder viajar son denegadas, e incluso el nuevo gobierno
provisional pone dificultades. En Zurich, donde reside Lenin, se hacen
todo tipo de planes de imposible realización. Finalmente, mediante el
concurso de diputados socialdemócratas suizos y alemanes se establecen
negociaciones con el Alto Estado Mayor alemán que llegan a buen término.
Los revolucionarios rusos podrán atravesar Alemania en un tren al que
nadie tendrá acceso, de ahí su denominación de tren blindado, a cambio
de interceder por la liberación de presos alemanes en Rusia. No es fácil
imaginarlo. Unos revolucionarios, había bolcheviques, mencheviques y
socialrevolucionarios, suben a un tren al que nadie puede acceder, en el
mismo tren una raya en el suelo hecha con tiza marca la zona neutral de
soberanía rusa frente al compartimento de los dos oficiales alemanes
que acompañan el transporte, y que ni siquiera pueden tener contacto con
los exilados rusos. Al abandonar Zurich, firman con otros revolucionarios franceses,
alemanes, suizos, suecos… una declaración de intenciones: “Los
internacionalistas rusos que se dirigen a Rusia con el fin de ponerse al
servicio de la revolución nos ayudarán a levantar a los proletarios de
los demás países, sobre todo a los de Alemania y Austria, contra sus
gobiernos”. Esta audaz decisión, por la que la burguesía y los
socialistas moderados acusarán a Lenin de estar pagado y al servicio del
gobierno alemán, permitió que el 3 de abril llegara a la estación de
Finlandia en Petrogrado. Las Tesis de Abril Unas miles de personas fueron a recibirle y les dirigió unas
palabras: “Queridos camaradas, soldados, marineros y obreros: Me siento
feliz al saludar en vosotros a la revolución rusa triunfante, al
saludaros como a la vanguardia del ejército proletario internacional… La
revolución rusa, hecha por vosotros, ha iniciado una nueva era. ¡Viva
la revolución socialista mundial!”. No era el tipo de mensaje que
esperaban los que en ese momento tenían mayoría en los soviets, ni
siquiera algunos de sus camaradas de partido. Cuando posteriormente
explicó sus propuestas para el desarrollo de la revolución el escándalo
será mayúsculo. Estos son algunos de los calificativos que recibió:
“¡Esto es el delirio de un loco!” (Bogdanov, menchevique). “¡Lenin se ha
constituido en candidato para uno de los tronos europeos que ha estado
vacante por treinta años –el trono de Bakunin! Las nuevas palabras de
Lenin recuerdan algo de las anticuadas verdades del anarquismo
primitivo” (Goldenberg, antiguo bolchevique). “Es una vieja gloria que
está fuera de las filas del movimiento [socialdemócrata]”. “Lenin
quedará como una figura solitaria fuera de la revolución y nosotros
seguiremos nuestro propio camino” (Cheidse, dirigente del soviet). “No
olvidaré nunca aquel discurso, parecido a un trueno, que me conmovió y
asombró” –escribió Nicolás Sujánov en sus recuerdos sobre la revolución.
“Su programa –escribió el socialrevolucionario Zenzinov- fue entonces
acogido más con burla que con indignación. Tan absurdo le parecía a todo
el mundo”.“Las tesis de Lenin cayeron como una bomba. En aquel día, el
camarada Lenin no encontró un partidario resuelto ni aun dentro de
nuestras filas” (Zalechski, bolchevique). Efectivamente, Lenin puso patas arriba las ideas hegemónicas del
momento, incluso las de su propio partido. Lo que propuso en sus Tesis
de Abril se puede resumir en los siguientes puntos: 1.- La guerra sigue siendo imperialista. Sin abatir el capital es
imposible poner fin a la guerra con una paz verdaderamente democrática.
2.- La peculiaridad del momento en Rusia es el paso de la primera etapa
de la revolución, que ha dado el poder a la burguesía, a su segunda
etapa, que debe poner el poder en manos del proletariado y los sectores
pobres de los campesinos.
3.- Ningún apoyo al gobierno provisional.
4.- Reconocer que el partido está en minoría en los soviets. Explicar
que los soviets son la única forma posible de gobierno revolucionario.
La tarea es explicar de manera paciente para que, sobre la base de la
experiencia, las masas superen sus errores.
5.- Sustituir el ejército regular por el armamento del pueblo. Los
salarios de los funcionarios no excederán el salario medio obrero.
Elegibilidad y revocabilidad de los funcionarios públicos, jueces,
policías, etc.
6.- Confiscación de las tierras de los terratenientes. Reparto de la tierra a partir de los soviets.
7.- Fusión de los bancos en un banco nacional único, bajo el control de los soviets.
8.- Poner la producción social y la distribución bajo el control de los soviets.
[Tesis de Abril https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/abril.htm]Hasta entre los suyos le costó encontrar partidarios. La redacción de
Pravda, el periódico bolchevique, publicó: “Por lo que se refiere al
esquema general del camarada Lenin, lo juzgamos inaceptable, en cuanto
arranca del principio de que la revolución democrático-burguesa ha
terminado ya y se orienta en el sentido de transformarla inmediatamente
en revolución socialista”. Desde el punto de vista político es un
momento decisivo. Hay que elegir un camino: o mantenerse como oposición
en el marco de un gobierno de la burguesía, manteniendo el esfuerzo de
la guerra y aplazando sine die las reformas urgentes, o luchar para que
la revolución se encamine hacia el poder de la clase social que ha
encabezado la caída del zarismo y ha levantado los soviets, y así poner
fin a la guerra y en marcha las transformaciones sociales a favor de las
clases trabajadoras y los campesinos. No se pueden conciliar ambos
caminos... La guerra lo determina todo ...Los acontecimientos ayudaron a convencer al partido, y posteriormente
a la mayoría de la clase trabajadora, de que había que preparar la
segunda etapa de la revolución. La guerra seguía presente y el gobierno
hacía oídos sordos. Los problemas de abastecimiento se agudizaban, había
nerviosismo en los cuarteles y en las fábricas. En las trincheras
crecía la impaciencia. Solo entre el 1 y el 7 de abril, el Alto Mando
reconoce que más de 8.000 soldados han desertado. La masa de los
soldados solo deseaban una cosa: que acabe la guerra y volver a casa. El 5 de abril el gobierno declara que “respetará escrupulosamente las
alianzas que nos unen a otras potencias y cumplirá concienzudamente con
los acuerdos pactados con los aliados.” O sea, mantendrá el esfuerzo
militar. La chispa estalló cuando el 18 de abril, Miliukov, ministro de
Asuntos Exteriores y dirigente del partido ka detenido (algo así como el
PP actual) declaró que Rusia seguía manteniendo sus objetivos de
guerra: la liberación de los pueblos eslavos del dominio austro-húngaro;
la fusión con Rusia de los territorios ucranianos actualmente bajo
control de Austria-Hungría (entre ellos Galitzia) y la adquisición de
Constantinopla y los Estrechos. ¡Empezar una revolución para que todo
continúe igual! ¡De ninguna manera! Algunos cuarteles decidieron salir armados en manifestación. Cuando
las noticias llegaron a las fábricas muchas pararon y desde los barrios
obreros se unieron a los soldados. Una muchedumbre de más de 25.000
personas se dirigió hacia el palacio del gobierno. Las pancartas y los
gritos eran unánimes: “¡Abajo Miliukov!”. Los partidos burgueses
movilizaron también y aparecieron banderas con “¡Abajo Lenin!”. Los
manifestantes obreros y populares exigen que se acabe la guerra. Los que
salen detrás de los burgueses gritan: “¡Queremos Constantinopla!”. Dos
mundos amenazan con enfrentarse. Los dirigentes del soviet a duras penas
lograron apaciguar los ánimos. La crisis expresó un enfrentamiento
claro con el gobierno provisional (recordemos que era un gobierno
burgués apoyado por los socialistas reformistas desde los soviets); la
exigencia clara a favor de la paz, los soldados estaban dispuestos a
luchar para defender la revolución pero no para atacar; reforzó el papel
de los soviets, que pasaron en la práctica a ser el único “gobierno”
que aceptaban las masas. La crisis de abril acabó con la salida de
Miliukov del gobierno y con un crecimiento de la influencia del
bolchevismo. Todavía es un primer choque. Hay que tener paciencia. “La
tarea del momento – escribirá Lenin – es explicar de manera más precisa,
más clara y más ampliamente la política del proletariado, su camino
para poner fin a la guerra”. En Europa se precipitan los acontecimientos La guerra imperialista dura ya 33 meses y la muerte, el hambre y la
miseria hace tiempo que campa por todo el continente. En las trincheras,
en los pueblos y en las ciudades se suspira por la paz, pero los
gobernantes continúan la guerra. El 2 de abril, Estados Unidos decide
entrar en la guerra y dar el paso para convertirse en el imperialismo
hegemónico, política y económicamente. Después de meses sin grandes
batallas, el día 9, los británicos lanzan una ofensiva en Artois (norte
de Francia). El 16, son los franceses quienes inician la batalla
conocida como Le Chemin des Dames (cerca de Reims) y también ofensiva
Nivelle (por el general que la dirigió), en la que fallecieron o fueron
heridos cerca de 200.000 personas, tres cuartas partes pertenecientes al
ejército francés. Fue también un desastre para las tropas africanas que
combatían con los franceses, 7.000 soldados senegaleses de los 16.500
que estaban en el ejército murieron en esa batalla. Desde el 17 de abril
empiezan diversos motines de soldados franceses que se extenderán hasta
el mes de julio. De estas experiencias surgirá la Chanson de Craonne,
uno de los himnos contra la guerra: “Los que tienen la pasta, ésos volverán,
ya que por ellos morimos.
Pero se terminó, los soldados
vamos todos a ponernos en huelga.
Os tocará a vosotros, señores gordos,
subiros a la meseta.
Porque si queréis hacer la guerra,
pagadla con vuestra piel” El estallido de la revolución en Rusia ha abierto la esperanza de las
clases trabajadoras europeas. En Alemania empieza a extenderse la idea
de “poner fin a la guerra mediante las huelgas”. Los primeros días de
abril aparecen en Berlín octavillas de Spartakus (el grupo de Liebneckt y
Rosa Luxembourg) llamando a seguir el ejemplo ruso. En ciudades como
Hamburgo, Bremen y Nuremberg se producen paros en algunas empresas. Pero
es en Leipzig donde el movimiento toma mayor fuerza. El 12 de abril,
una manifestación de mujeres se reúne frente a la Alcaldía en demanda de
pan. El 14, una manifestación de obreros exige en el mismo lugar la
mejora de abastecimientos. El 15, se anuncia la reducción de pan semanal
de 1.350 a 450 gramos. La noticia se envuelve con comunicados
celebrando los éxitos de la guerra submarina lanzada por la Armada
alemana. Ya ha pasado el tiempo del entusiasmo militar. En Berlín, las
fábricas responden. El 16, alrededor de 300.000 personas, pertenecientes
a más de 300 empresas se declaran en huelga y se manifiestan
espontáneamente por las calles. Los dirigentes sindicales y de la
socialdemocracia, que, recordemos, han apoyado la guerra, intentan
detener el movimiento. Una asamblea masiva en Leipzig aprueba una
resolución que exige el aumento de las raciones alimentarias y de las
cantidades de carbón para calentar los hogares; se incorporan
reivindicaciones políticas: una declaración del gobierno a favor de una
paz sin anexiones; la supresión de la censura y el levantamiento del
estado de sitio; la liberación de los presos políticos y el sufragio
universal en todas las elecciones. En algunas asambleas de fábrica se
exige la libertad de Karl Liebneckt, el único diputado de la izquierda
que votó contra la guerra y que está detenido desde mayo de 1916. En
otras, se eligen consejos obreros, al estilo ruso. El gobierno reacciona militarizando al personal de las empresas en
huelga y deteniendo a los dirigentes obreros que defienden seguir la
movilización. Días después, el general Groener, declarará: “Nuestros
peores enemigos están entre nosotros […] son los agitadores huelguistas.
[…] Quienquiera que se ponga en huelga mientras nuestros ejércitos
están frente al enemigo es un perro.”. [No es un error, dijo “perro”]
Una etapa ha sido superada. Las masas han aprendido cómo actuar. Les
servirá en los próximos meses. El movimiento, con mayor o menor intensidad, se desarrolla por toda
Europa. En Francia, durante el mes de enero, se producen algunas huelgas
en los alrededores de París, protagonizadas por mujeres. La mayoría de
los hombres están en el frente y ellas tienen que soportar largas
jornadas y bajos salarios –todo sea por la guerra- dicen los
capitalistas. Será en el mes de mayo que estallará la huelga de las
costureras que se mantendrá durante semanas y que, junto a los motines
en el ejército, pondrá nerviosos a gobernantes y capitalistas.
Se sintió la amenaza expresada años antes por Joseph Joffre,
comandante en jefe del ejército francés, cuando declaró: “Si las mujeres
que trabajan en las fábricas se detuvieran veinte minutos, los Aliados
perderían la guerra”. Hubo también un “brusco aumento de la actividad
huelguística en Inglaterra… en Austria-Hungría tumultos por los
comestibles y, en las ciudades del norte de Italia, violentas
manifestaciones contra la guerra.” (La izquierda revolucionaria en
España, 1914-1923. Gerald H. Meaker) También en España las nubes amenazaban tormenta revolucionaria. El
bipartidismo de la época se estaba agotando. Las huelgas y
movilizaciones contra la carestía de la vida y el aumento de salarios
recorría todo el país. En marzo se produjo una oleada de huelgas en
Barcelona, Valencia, Bilbao, Sabadell, Algeciras, Alcira, etc. Del 1 al 3
de abril se desarrolló una fuerte movilización obrera en Valladolid. El
gobierno, temeroso de que se extendiera, declaró el estado de sitio, y
eso aún agravó más la situación. El 19 de abril dimitió el conde de
Romanones, presidente del Consejo de Ministros. “Se iniciaba la crisis
más aguda de la España contemporánea” (La crisis española de 1917. Juan
Antonio Lacomba) El papel de las personalidades en la historia En pocas semanas las propuestas de Lenin ganaron la confianza de la
mayoría del partido bolchevique y este cambio político representó un
giro que preparará el triunfo de la revolución en el mes de octubre.
Durante los cien años transcurridos se han escrito miles de páginas para
intentar explicar cómo en tan pocos meses esas ideas, tan minoritarias y
denostadas, pudieron ganar la confianza de millones de personas. Unos
pretendieron explicarlo por el supuesto régimen personalista del
partido; otros por el atraso de la sociedad rusa o incluso por una
supuesta “alma eslava”. Aún y así, ¿cómo pudo suceder? A las pocas
semanas, sobre Lenin se desató una campaña de calumnias, acusado de ser
un agente pagado por el gobierno alemán. Llegó a Rusia en abril, pero en
julio tuvo que esconderse perseguido por el gobierno provisional y no
volvió a aparecer hasta octubre. En realidad, la explicación es más
materialista: fue posible por la evolución de las contradicciones
sociales y políticas del desarrollo revolucionario, que Lenin supo
comprender y a las que dió una formulación adecuada. No hay duda de que en los procesos históricos ciertas personalidades
juegan un papel determinante en la evolución de los acontecimientos. Los
dirigentes políticos, como los pensadores o científicos, son siempre el
resultado de su tiempo. No son accidentes, ni surgen de la nada, son el
producto de la historia y, al mismo tiempo, con capacidad para
intervenir en ella. Esa es la grandeza de determinadas personalidades. Rusia era un país atrasado, pero también con una industria avanzada;
con un régimen político autoritario y represivo bajo el zarismo, con una
clase burguesa débil, temerosa y dependiente del capital internacional.
Esas condiciones habían permitido el desarrollo de una clase obrera
concentrada, formada y experimentada en duras luchas, tanto contra la
explotación capitalista como contra la falta de libertades (recordemos
que en 1905 ya vivió una revolución) y con una intelectualidad en
relación con la cultura y la tradición política europea… en ese caldo de
cultivo se forjó la personalidad de Lenin... ...El papel dirigente de Lenin se forjó también en contacto con las
luchas obreras y populares, aprendió de esas experiencias y, al mismo
tiempo, formó en el marxismo a los futuros dirigentes de la clase
trabajadora. Ese inmenso trabajo no podía hacerse de una manera
individual, necesitaba de una organización, de un partido, en el que
compartir y socializar la teoría y la práctica, sin las cuales no puede
haber acción revolucionaria. “Las ideas no viven sin organización”
–escribiría más tarde el revolucionario italiano Antonio Gramsci-. Lenin
jugó un papel decisivo en el desarrollo de la revolución, pero pudo
hacerlo por las circunstancias históricas y porque dispuso de una
organización que permitió transmitir a millones de hombres y mujeres las
propuestas políticas. Tanto a nivel internacional, como en Rusia, el mes de abril anunció
un giro, pero todavía quedaba mucho por hacer. “Tenemos poco tiempo y
mucho trabajo” –escribirá Lenin-, y recomendará: “organizar, organizar y
una vez más organizar…en cada fábrica, en cada taller, en cada barrio,
en cada manzana”.
Tú me das tu fuerza de trabajo y yo te doy comida y un jergón donde dormir. Los «stagiers» son el argot culinario los aprendices de cocina que
trabajan sin cobrar y que en muchos restaurantes Michelin suponen entre
el 50% y el 80% del total de los cocineros. Los grandes «chefs», entre
ellos algunos tan mediáticos como Jordi Cruz o Pepe Rodríguez, defienden
tener en sus cocinas a estos becarios sin cobrar, según revela en un
reportaje El Confidencial. «Me molesta que se hable del trabajo del ‘stagier’ como algo
negativo, como si fuera un abuso o una mala práctica», explica Jordi
Cruz en declaraciones en El Confidencial. «Estás aprendiendo de los
mejores en un ambiente real, no te está costando un duro y te dan
alojamiento y comida. Es un privilegio. Imagínate cuánto dinero te
costaría eso en un máster en otro sector», argumenta el miembro del
jurado de MasterChef. Hasta dice sentir «envidia» de no haber podido él
mismo hacer uno Jordi Cruz y Pepe Rodríguez defienden tener becarios en sus
restaurantes sin cobrarPolémica en Twitter por la opinión de los dos
jurados de MasterChef y otros cocineros famosos que apoyan la figura de
los «stagiers»L Los «stagiers» son el argot culinario los aprendices de cocina que
trabajan sin cobrar y que en muchos restaurantes Michelin suponen entre
el 50% y el 80% del total de los cocineros. Los grandes «chefs», entre
ellos algunos tan mediáticos como Jordi Cruz o Pepe Rodríguez, defienden
tener en sus cocinas a estos becarios sin cobrar, según revela en un
reportaje El Confidencial. «Me molesta que se hable del trabajo del ‘stagier’ como algo
negativo, como si fuera un abuso o una mala práctica», explica Jordi
Cruz en declaraciones en El Confidencial. «Estás aprendiendo de los
mejores en un ambiente real, no te está costando un duro y te dan
alojamiento y comida. Es un privilegio. Imagínate cuánto dinero te
costaría eso en un máster en otro sector», argumenta el miembro del
jurado de MasterChef. Hasta dice sentir «envidia» de no haber podido él
mismo hacer uno. Jordi Cruz, que es el chef del restaurante Àbac, con una estrella
Michelin, en Barcelona, piensa que un restaurante de ese nivel es casi
inviable económicamente sin «stagiers» en la plantilla. «Si toda la
gente en cocina estuviera en plantilla, no sería viable. Tener
aprendices no significa que me quiera ahorrar costes de personal, sino
que para ofrecer un servicio de excelencia necesito muchas manos» dice a
El Confidencial.En su restaurante, Jordi Cruz tiene 14 personas con
contrato y entre 10 y 20 «stagiers» según la temporada. «Las dos partes
ganan. Es un ‘tú me das tus manos y yo te enseño'», cuenta lavozdegalicia.es
Por qué debemos temerle más que nunca. Un artículo de Patrick Cockburn.
Referencia documental Imágenes: añadidos nuestros. __________________
100 días de Trump. Por qué debemos temerle más que nunca Por Patrick Cockburn Los políticos y los medios del establishment acogen favorablemente
lo que ven como el regreso del Presidente Trump a las normas de la
política exterior de Estados Unidos. Dan la bienvenida a la utilización
real o la amenaza de la fuerza militar en Siria, Afganistán y Corea del
Norte, y alaban su nombramiento de un general alcohólico para un puesto
de seguridad de alto nivel. Una característica notable de los primeros
100 días de Trump fue la forma en que la campaña para demonizar tanto a
él como a su séquito como criaturas del Kremlin, se acabó tan
súbitamente como se retiró de su radicalismo anterior. En realidad, la administración Trump debe ser más temida como un
peligro para la paz mundial al final de sus primeros 100 días de
gobierno de lo que era al principio. Esto se debe a que Trump en la Casa
Blanca ha dado poder a muchos que, lejos de ser confiables, han llevado
a los EE.UU. a una serie de guerras desastrosas en Oriente Medio en la
era post 9/11. No hay ninguna razón para pensar que hayan aprendido de
los errores del pasado. Esto se entiende mejor en Oriente Medio que en EE.UU. y Europa.
Por ejemplo, en Bagdad, la gente está preocupada porque ven que Estados
Unidos está construyendo una renovada confrontación con Irán,
posiblemente incumpliendo el acuerdo nuclear con Teherán y tratando de
reducir o eliminar la influencia iraní en Irak. Jim Mattis, el
Secretario de Defensa y ex general de Marina, y H.R. McMaster, el asesor
de Seguridad Nacional y un general con experiencia de combate en Irak,
son a la vez anti-iraníes y volubles. Para los militares como McMaster,
el fracaso de Estados Unidos en Irak fue innecesario y autoinfligido y
tienen la intención de revertirlo. Una confrontación entre EE.UU. e Irán es una mala noticia para
Irak porque puede no ser una guerra exterior (aunque sería posible),
sino que se libraría en territorio iraquí por intermediarios y aliados
locales. “Irak realmente no puede soportar más violencia”, dice un comentarista iraquí, “y no habría un claro ganador”. Argumenta
que la experiencia de la guerra Irán-Irak de 1980-1988, cuando los
iraníes sufrieron medio millón de muertos, se grabó en las mentes de los
líderes iraníes y nunca permitirán que un estado extranjero hostil como
EE.UU. sea dominante en Irak. Muchos comentaristas occidentales se alegraron del ataque con
misiles de Trump en Siria el 7 de abril, interpretándolo como un regreso
a la política estadounidense que exigía la salida de Assad como parte
de un acuerdo de paz. Sin embargo, esta política lleva muerta mucho
tiempo porque Assad no tiene ninguna razón para irse. La política sobre
Siria de Trump durante la campaña electoral tenía más sentido que la de
Hillary Clinton como la voz del establishment de la política exterior de
Estados Unidos. El gran dilema para los sirios corrientes y las potencias
occidentales es que si Assad se va o se debilita, los principales
beneficiarios serán Al Qaeda e ISIS. La elección es entre algo muy malo y
algo peor. Ha habido muchos esfuerzos propagandísticos para pretender
hacer creer que la oposición armada siria no está mayoritariamente
dirigida por grupos salafistas-yihadistas. Sin embargo, estos intentos
fracasan en la medida en que Jabhat al-Nusr, que es propenso a los
cambios de nombre, barre a sus últimos oponentes en el norte de Siria. Un punto fuerte de la propaganda ha sido afirmar que el gobierno
sirio es o bien un cómplice de Isis o bien no hace nada para combatirlo.
Pero esto se contradice con un nuevo análisis realizado por el Grupo de
Seguimiento de IHS Markit, que revela que en el último año ISIS ha
combatido a las fuerzas del gobierno sirio más que cualquier otro
oponente. El 1 de abril de 2016 y 31 de marzo de 2017 de marzo, el 43
por ciento de los combates del ISIS en Siria han sido contra las fuerzas
de Assad, el 17 por ciento contra las Fuerzas Democráticas Sirias
respaldadas por Estados Unidos pero dominadas por los kurdos, y el 40
por ciento contra otros grupos, intermediarios turcos reforzados por el
ejército turco en el norte de Alepo. “Es una realidad incómoda que cualquier acción tomada por
Estados Unidos para debilitar al gobierno sirio involuntariamente
beneficiaría al Estado islámico y otros grupos yihadistas”, dice Columb Strack, analista de Oriente Medio de IHS Markit. “El
gobierno sirio es esencialmente el yunque del martillo de la coalición
encabezada por Estados Unidos. Mientras que las fuerzas respaldadas por
Estados Unidos rodean Raqqa, el Estado Islámico se dedica a la intensa
lucha con el Gobierno sirio alrededor de Palmira y en otras partes de
las provincias de Homs y Deir al-Zour”. Si ISIS capturase Deir al-Zour, la ciudad más grande en el este de Siria, se fortalecería aunque perdiese Raqqa y Mosul. La administración Trump dice que su prioridad sigue siendo
eliminar el ISIS y nadie discrepa abiertamente con esto. Pero la
resurgente influencia de la política exterior de Estados Unidos junto
con Israel y los neoconservadores, a pesar de su pésimo historial en
Irak y Siria, es una buena noticia para ISIS. Washington busca
relaciones más estrechas con los estados sunitas como Turquía y Arabia
Saudí, que tienen vínculos oscuros con grupos salafistas-yihadistas y
que estaban en desacuerdo con el presidente Obama. Las personas y las políticas que ganan influencia en la toma de
decisiones de la administración Trump, son los mismos que ayudaron a
convertir la región de Oriente Próximo, desde el Hindu Kush al Sáhara,
en un escenario de guerra sin fin. No tienen idea de cómo poner fin a
estos conflictos, y no muestran deseos de hacerlo. Hay una razón más general para que Washington pueda en el futuro
inclinarse por el empleo de la amenaza o el uso de la fuerza militar
para proyectar su poder. Es porque su poder político, económico e
ideológico está disminuyendo en relación con el resto del mundo. Estuvo
en su apogeo entre el colapso de la Unión Soviética en 1991 y la crisis
financiera de 2007-8. El ascenso de China y el regreso de Rusia como un
actor internacional, limita su capacidad para actuar unilateralmente. La
elección de Trump es la prueba de una sociedad profundamente dividida. Como potencia militar, EE.UU. todavía puede reclamar su
predominio: el escarnio internacional de Trump se acalló rápidamente
cuando disparó 59 misiles Tomahawk en Siria, dejó caer una gran bomba en
Afganistán y afirmó, aunque resultó ser falso, que una armada de
Estados Unidos se dirigía hacia Corea del Norte. La lección de las
últimos intervenciones exteriores de Estados Unidos es que es difícil
convertir el poder militar en beneficios políticos, pero esto no
significa que Washington no intente hacerlo. Trump habrá aprendido durante el último mes que el mínimo ruido de
sables en el extranjero produce grandes dividendos políticos en el
país. Los líderes de todas las épocas han tenido la tentación de
organizar una pequeña y corta guerra exitosa para movilizar al país con
ellos. Con frecuencia lo han conseguido de forma absoluta y
autodestructivamente mala y estas guerras han resultado ser grandes,
largas y fracasadas.
Trump hizo campaña como un
aislacionista, lo que debería protegerle de desventuras extranjeras,
pero nunca se ha rodeado de aislacionistas. Los arquitectos de las
fallidas intervenciones militares estadounidenses desde Afganistán
todavía se mantienen. Quítale a Trump su aislacionismo y lo que queda es
un bravucón patriotero que presume del regreso a la grandeza de
América. En futuras crisis, estos dos impulsos harán más difícil el
compromiso y la guerra más probable.
El pasado sábado 29 de abril y varias horas después de una reunión
del Consejo de Seguridad, Corea del Norte procedió a efectuar un nuevo
ensayo de un misil balístico, según informó la agencia de prensa Yonhap
en Corea del Sur. El ensayo no fue confirmado por Pyongyang.
Un breve comunicado de la Casa Blanca afirmó que el test era “un
nuevo desafío a China”, al que EEUU atribuye un papel de mediador en la
crisis. Sin embargo, la realidad es que EEUU parece estar amenazando a
China a través de Corea del Norte.
Aunque las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump,
han tenido un tono elevado mencionando la palabra “guerra”, EEUU parece
haber adoptado últimamente un tono más comedido, en especial en boca
del secretario de Estado, Rex Tillerson, que dijo que EEUU y sus aliados
occidentales se contentarían con “incrementar las presiones económicas y
diplomáticas” sobre Pyongyang y que Washington no quería “derrocar al
régimen norcoreano”. La última resolución del Consejo de Seguridad de la
ONU llamó a Corea del Norte a poner fin a sus actividades nucleares y
balísticas sin más.
Por otro lado, Pyongyang prometió “un ataque implacable” contra cualquier agresor que amenace su seguridad y soberanía.
En el mundo árabe, la crisis coreana es vista con interés. Por encima
de todo, muchos analistas señalan que Kim no ha repetido la experiencia
de algunos dirigentes árabes, como Muammar el Gadafi, en Libia que,
aparte de los factores geográficos y políticos, cayó en la trampa de los
responsables norteamericanos, que buscaron la ayuda de un personaje tan
siniestro como Tony Blair. Este último convenció a Gadafi de que
renunciara a sus experiencias nucleares y su arsenal químico para
posteriormente invadir Libia y provocar el fin tráfico del líder libio.
De este modo, Gadafi firmó su sentencia de muerte, y de paso la del
Estado libio, al confiar en tales promesas.
Los dirigentes occidentales piden ahora a Kim Jong-un que renuncie a
su arsenal nuclear. Sin embargo, para este último la prioridad es la
inversa: reforzar su poder nuclear para garantizar la seguridad de su
país. Kim ha adivinado que las potencias occidentales, comenzando por
EEUU, no osarán nunca atacar a una potencia nuclear. De ahí el coraje
con el que desafía a los norteamericanos, no aceptando ninguna de sus
limitaciones en lo que respecta a un ensayo nuclear o una prueba de un
misil balístico.
Su mensaje es claro. Cualquier ataque convencional o nuclear
norteamericano contra Corea del Norte será respondido con armas
atómicas. Esta amenaza es en sí misma una garantía de que Corea del
Norte no será agredida. Kim se comporta así como un comandante militar
digno de tal nombre. Se trata de una estrategia militar bien calculada.
Es un hombre que ha dado una lección de dignidad y orgullo nacional.
El mesiánico paranoico y genocida Lieberman mete a Israel en más problemas
Ministros israelíes criticaron el sábado al ministro de Defensa
israelí, Avigdor Lieberman, por haber arrastrado a la entidad sionista a
una guerra de palabras con Corea del Norte, a la que acusó de poner en
peligro la seguridad de Israel, informó la radio Kol Israel, citada por
el canal de televisión israelí i24. Según los ministros, cuyos nombres no fueron revelados por la
radio, Lieberman debe “hablar menos” y centrarse más en el
“mantenimiento de la seguridad nacional”. “No tenemos nada que ver con Corea del Norte, así que ¿por qué nos
metemos con ella?”, dijo un ministro. “¿No tenemos ya suficientes
enemigos?”. Poco antes, Lieberman declaró al sitio israelí Walla que el líder
norcoreano, Kim Jong-un, “ese loco, que es el gran aliado de Assad y de
Irán” y que “forma parte de un eje que va desde Corea del Norte pasando
por Irán hasta llegar a Siria y Hezbolá”. También acusó a Pyongyang de
“querer desestabilizar el mundo entero”. El ex ministro de Defensa, Moshe Yaalon, acusó a Netanyahu de ser
cómplice de las declaraciones de Lieberman al que acusó de “hablar de
forma irresponsable de Corea del Norte”. “¿Acaso no hay un primer
ministro que vigile las salidas de tono y posturas de los ministros?”,
se preguntó. Por su parte, Corea del Norte amenazó con “castigar a Israel” y
acusó a Lieberman de insultar a su jefe de estado y a la nación
asiática. “Nuestro mensaje constante consiste en castigar sin piedad a
aquellos que ofenden la dignidad de nuestro líder y nuestra nación”,
declaró un comunicado del Ministerio de Exteriores norcoreano. El ministerio añadió que “Israel es el único país en disponer de forma ilegal de armas nucleares bajo los auspicios de EEUU”. Agencias
¿Y por qué Trump bombardeó Sheyrat?, por Thierry Meyssan
Thierry Meyssan,Red Voltaire
En el momento del ataque estadounidense contra
la base aérea siria de Sheyrat, hice notar que aquella acción no era más
que una farsa y que el secretario de Estado la había utilizado para
presionar a sus aliados europeos y obligar al verdadero organizador de
la agresión contra la República Árabe Siria –el Reino Unido– a mostrar
su rostro. Hoy se sabe un poco más al respecto.
El presidente
Trump, enfrentado simultáneamente a la oposición de la clase dirigente y
la del Estado Profundo estadounidense, utilizó el ataque contra la base
siria de Sheyrat para «restaurar la credibilidad» (sic) de la Casa Blanca.
En el verano de 2013, el presidente Obama, acusó a Siria de haber utilizado armas químicas y de haber cruzado así una «línea roja».
Pero Obama no decidió tomar “represalias”, incluso se escudó en el
Congreso para no hacerlo. Su impotencia fue entonces particularmente
evidente ya que, en virtud de la «Syrian Accountability Act» –la
declaración de guerra que el Congreso había adoptado contra Siria
en 2003–, Obama podía haber bombardeado ese país sin pedir la opinión de
los congresistas.
Al acusar a Siria de haber utilizado armas
químicas, esta vez en Khan Cheikhun, y bombardeándola de inmediato,
Donald Trump no buscaba otra cosa que dar prueba de la «credibilidad» que había faltado a su predecesor.
Sabiendo
perfectamente que Siria no era culpable –ni en el verano de 2013,
ni ahora en Khan Cheikhoun–, el presidente Trump se las arregló para que
el Ejército Árabe Sirio supiera de antemano que la base iba a ser
atacada y tuviera tiempo de evacuarla.
A continuación, Trump
inició negociaciones con el Estado Profundo estadounidense –o al menos
con uno de sus voceros, el senador John McCain. Un representante
de Israel, el también senador [estadounidense] Lindsey Graham, participó
en las discusiones.
Por supuesto, los europeos se sorprenderán mucho al enterarse de que Donald Trump tuvo que comportarse como un vulgar «señor de la guerra»
para reafirmar su posición como presidente de un Estado miembro de
la ONU. No estaría de más que tuviesen en mente el excepcional contexto
actual en Estados Unidos, donde el Estado Profundo se compone
fundamentalmente de militares y, sólo de forma secundaria, de civiles.
Según
nuestras informaciones, el presidente Trump aceptó al parecer renunciar
–al menos por ahora– al desmantelamiento de la OTAN y de su versión
civil –la Unión Europea. Esa decisión implica que Washington sigue
–o finge seguir– considerando a Rusia como su principal enemigo. Por su
parte, el Estado Profundo estadounidense parece haber aceptado renunciar
a seguir apoyando a los yihadistas y haber abandonado a la aplicación
del plan británico de las «primaveras árabes».
Para sellar
ese acuerdo, dos personalidades provenientes de las filas de los
neoconservadores entrarían próximamente en la administración Trump y
se encargarían de dirigir la política hacia Europa:
Kurt
Volker, el director del McCain Institute (universidad del Estado de
Arizona), sería nombrado director de Eurasia en el Departamento de
Estado. Volker es un ex juez militar y fue embajador del presidente Bush
Jr. ante la OTAN durante la guerra de Georgia –en agosto de 2008.
Tom
Goffus, uno de los asistentes del senador McCain en la Comisión
senatorial a cargo de las fuerzas armadas, sería nombrado asistente
adjunto del secretario de Defensa a cargo de Europa y de la OTAN. Goffus
es un oficial de la US Air Force y ya desempeñó ese tipo de funciones
bajo la jefatura de Hillary Clinton y en el Consejo de Seguridad
Nacional.
En cuanto a Siria, ese acuerdo –si ambas partes llegan a
ratificarlo– debería poner fin a la guerra de Estados Unidos contra la
República Árabe Siria. Pero la guerra podría continuar por iniciativa
del Reino Unido y de Israel, respaldados por sus aliados –Alemania,
Arabia Saudita, Francia, Turquía, etc.
Poco a poco sigue reduciéndose el grupo de los llamados «Amigos de Siria», que en 2012 llegó a reunir 130 países y organizaciones internacionales. Hoy sólo quedan 10.
ARTÍCULO ANTERIOR DEL: lun, 01 mayo 2017 20:10 UTC
En una entrevista con Bloomberg el presidente de EE.UU. ha
asegurado que considera recurrir a una ley de la época de la Gran
Depresión y "regresar al antiguo sistema".
En una entrevista
con Bloomberg el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha asegurado este
lunes que considera recurrir a una ley de la época de la Gran Depresión
que separa la banca de depósito de la banca de inversión.
Se trata de la Ley Glass-Steagall, adoptada en 1933 y anulada en 1999 por el entonces presidente Bill Clinton.
Bloomberg recalca que durante su campaña electoral el magnate ya abogó
por la creación de una versión "para el siglo XXI" de esta ley.
"Hay quienes quieren regresar al antiguo sistema, ¿no? Entonces vamos a
echarle un vistazo [a la idea]", ha declarado el mandatario. Las
declaraciones de Trump han causado una caída en los mercados, según la
cadena CNBC.
Art Hogan, estratega de mercados de la firma Wunderlich
Securities, asegura que las palabras de Trump "no van bien con ciertos
componentes grandes" del índice Dow Jones —uno de los que han sufrido
una caída tras las declaraciones del mandatario—, si bien ha apuntado
que no es cierto que las acciones de Trump, de llevarse a cabo, vayan a
desembocar en la desregulación, informaCNBC.
"Me honraría encontrarme con Kim Jong-un"
En el marco de la misma entrevista, Trump también ha afirmado
que "se sentiría absolutamente honrado" de reunirse con el líder de
Corea del Norte, Kim Jong-un, si bien ha apuntado que tal encuentro se
celebraría solo si "fuera apropiado" y si "las circunstancias fueran
adecuadas".
El propio presidente calificó su predisposición como algo que "la
mayoría de los políticos nunca dirían" y la ha expresado en un momento
de creciente tensión entre Washington y Pionyang.
Las tensiones entre ambos países aumentaron después de que Trump
prometió en enero que no permitiría que Corea del Norte desarrolle un
arma nuclear capaz de llegar a EE.UU. Por su parte, las autoridades
norcoreanas calificaron de "intimidación y chantaje" las acciones
estadounidenses en la península coreana.
El 26 de abril la Fuerza Aérea estadounidense ha llevado a cabo con éxito el lanzamiento de un misil balístico intercontinental Minuteman III que no llevaba carga nuclear. El proyectil voló unos 6.800 kilómetros.
El 29 de abril Corea del Norte fracasó al ensayar con otro misil balístico, el mismo día en que el portaaviones norteamericano USS Carl Vinson llegó al mar de Japón para realizar unas prácticas con la Marina de Corea del Sur.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos planea realizar el 3 de mayo un nuevo lanzamiento de prueba con un misil balístico intercontinental Minuteman III.
A estas alturas de la película nadie debería sorprenderse al comprobar que toda la información que los medios de manipulación facilita sobre el candidato del movimiento “En Marcha”, Enmanuel Macrón, no es otra cosa que una amalgama de falacias tras las que se esconde la terrible verdad que esconde este personaje.
El conocimiento de todo ello por parte del pueblo llevaría al Eliseo a la líder del Frente Nacional tras vencer en la segunda vuelta de las elecciones francesas de este 2017. Es por ello que a toda costa la realidad ha de permanecer oculta, y para ello sus dueños y señores, los sionistas globalistas, harán todo lo que esté en su mano para presentar a su siervo como la figura amable de un triunfador hecho a sí mismo, defensor de Europa, paladín de los derechos humanos de los inmigrantes, así como de las minorías. En otras palabras, el candidato perfecto para dirigir los destinos de Francia. Todo con tal de esconder la verdad de un globalista que desde la colaboración con la Banca Rothchild sirve al sionismo. Para este sujeto Francia es un peón más al servicio de la estrategia sionista internacional, la Unión Europea el elemento fundamental para acabar con la verdadera Europa y la inmigración masiva, especialmente la islámica, una herramienta para reducir a escombros la identidad europea. Al igual que todos los globalistas, busca la destrucción de los Estados-nación para después levantar una torre de Babel vacía de alma dominada por el “pueblo elegido” y al servicio del becerro de oro. Entre sus más que reveladoras propuestas se incluye la que reclama la venida a Francia de 20.000 judíos que, según dice, serían científicos que cubrirían necesidades del país, aunque la realidad sería bien distinta al tratarse de banqueros, economistas y agentes de la inteligencia israelí, el Mossad, que se encargarían de controlar el gobierno y las administraciones galas una vez que Macrón alcanzase el poder. Algo que resulta sumamente extraño es comprobar cómo un mero funcionario puede estar en posesión de una gran fortuna y cómo pudo convertirse en socio de la mayor banca de Francia. Pues bien, todo esto es el premio que la élite sionista concedió al antaño socialista Macrón por dejarse “moldear” tras su salida del Partido Socialista de Hollande en 2012, trabajando con un éxito fulgurante para la Banca Rothchild, de la que llegó a ser socio. Enmanuel Macrón ha sido elegido y formado por la élite para frenar a Marine Le Pen, cuestión fundamental para la élite globalista dado que la Unión Europea corre serio peligro de ruptura tras la victoria del brexit y el posible desarrollo de nuevos movimientos identitarios que pusiesen freno a esa inmigración descontrolada que se precisa para la materialización del Plan Kalergi. Sin una Unión Europea que robe soberanía a los Estados y sin una inmigración descontrolada, el globalismo pierde toda posibilidad de victoria.
Segunda vuelta en Francia: “La elección de Macron puede significar el camino para la victoria de Le Pen en futuras contiendas electorales” www.rebelion.org Ver original marzo 5º, 2017
Las elecciones presidenciales en Francia marcaron una derrota del bipartidismo que durante más de medio siglo controló la política francesa. El próximo 7 de mayo Emmanuel Macron y Marie Le Pen disputarán la presidencia gala en lo que será el inicio de un nuevo ciclo político en el segundo país en importancia de la Unión Europea.
El politólogo francés Franck Gaudichaud sostiene en esta entrevista de El Ciudadano que “los sectores dominantes todavía temen la opción neofascista de Le Pen y, de momento, Macron es el candidato favorito del sistema financiero y de la burguesía francesa”, y que por ello tanto los dirigentes del PS como de la derecha tradicional ya le entregaron su apoyo. Sin embargo, Gaudichaud sostiene que la fragmentación política que se hace patente tiene relación con que “la globalización capitalista neoliberal está socavando las bases de los partidos tradicionales, en especial de la socialdemocracia; eso está muy claro en Europa”. ¿Este es un quiebre histórico entre el establishment de la derecha tradicional y la socialdemocracia, con los grupos que se encuentran fuera del binomio tras 60 años de V República? Lo que podemos ver es el socavamiento acelerado de las instituciones de la V República, que fue fundada el año 1958 por De Gaulle. El bipartidismo se encuentra en gran parte destruido, los dos partidos hegemónicos de la derecha y la izquierda están fuera de la segunda vuelta y en particular el PS, que era el partido del gobierno saliente, se encuentra en crisis por dos motivos: primero, el presidente Hollande no fue capaz de presentarse a la reelección por su alto grado de impopularidad y, segundo, su partido logró solo el 6 % de los votos, algo que no se daba desde el año 1969. El PS se encuentra en la misma situación en la que estaba antes de que lo refundara Miterrand en 1971 y en este escenario de crisis política y social ”aparecen fuerzas que se presentan como de “recambio (como Macron), pero que de todas formas son parte del sistema. Este no es el primer caso. Está el caso de Trump, que es un tipo que está fuera del bipartidismo tradicional. Ahora ocurre en Francia y pasó en cierto modo en Holanda y Austria, y puede llegar a Alemania. ¿Dejó de ser un tema aislado? Creo que la globalización capitalista neoliberal está erosionando las bases de los partidos tradicionales, en especial de la socialdemocracia. Está muy claro en Europa: sucedió con el PASOK en Grecia, con el PSOE en España y ahora con el PS francés que aplicó la austeridad incluso más allá de lo que hizo la derecha. Eso destruyó lo que quedaba de las bases sociales populares de la socialdemocracia. La derecha conservadora también está muy afectada, pero es impresionante la resistencia que aún tienen, ya que su candidato, Francois Fillon, que está metido en un caso de malversación, alcanzó casi el 20 % de los votos y estuvo a punto de pasar a segunda vuelta, por lo que no se puede enterrar completamente a los partidos tradicionales, todavía tienen implantación, sobre todo local. El neoliberalismo afecta a las bases populares, pero también golpea a los partidos de las clases dominantes. Estas buscan otras formas de hegemonía y mientras tanto aparecen monstruos como Marine Le Pen, situada en la extrema-derecha populista. ¿Pero estos monstruos son creados por esta clase dominante? Estos monstruos, que podemos calificar de populismo reaccionario o derecha neofascista, no son “creados”, sino que son consecuencia de la situación sociopolítica y pueden ser funcionales al sistema hegemónico en la medida en que la crisis sigue su curso, en clave autoritaria y racista. En estos momentos los sectores dominantes todavía temen una victoria Le Pen y Macron es el candidato favorito del sistema financiero y de la burguesía francesa. Su paso a la segunda vuelta significó un alza de 8 % en la bolsa de París. Todos los dirigentes europeos lo felicitaron, porque representa garantías para el capital en el continente. Pero la elección del líder de ¡En Marcha! puede significar el camino mas directo para la victoria de Le Pen en las próximas elecciones presidenciales: en cierta manera es el “adversario perfecto” para la extrema derecha pues encarna a un banquero neoliberal “europeísta” (según el léxico de Le Pen) que seguirá por lo general el mismo camino que el gobierno de Hollande. ¿Dejaría el camino fértil para un proyecto de ultraderecha? Claro, porque de esta forma Marine Le Pen encarna lo que muchos franceses odian: el fondo de su comercio xenófobo con “ropajes sociales” es atacar a la Europa liberal, atacar a esa élite financiera, arrogante, que representa Macron en nombre de defensa de “la patria”. Esto a pesar de que es evidente que en caso de victoria Le Pen también va a gobernar con los bancos y los sectores dominantes nacionales, ademas de destruir todos los derechos fundamentales y atacar a los migrantes y musulmanes (franceses y extranjeros)... Estamos ante un peligro inmenso, de talla mayor para toda perspectiva democrática. El discurso de Macron es despolitizado y parece no tomar postura. Es tanta la fragmentación política que tenemos a Macron que se dice “ni izquierda ni derecha” -cuando en lo fundamental es de centroderecha- agrupando a todos los caciques del PS pero también sectores de la derecha. Pero en este escenario también tenemos a Jean-Luc Melenchón, que trató de recomponer a la izquierda con un discurso antineoliberal tipo Podemos, desde una base “populista de izquierda”, como él mismo reivindica. Esto es, un intento de “recomponer al pueblo” como actor del cambio en torno a la oposición pueblo frente a casta. Melenchon logra así realizar una campaña muy dinámica y captar el 19,5 % de los votos, o sea, 7 millones de votos. Un resultado histórico para una fuerza a la izquierda del PS, que recuerda a cifras del PC francés en su época “gloriosa”. En este sentido, Melenchon tiene una gran responsabilidad en el momento de proponer un nuevo proyecto de izquierda. La segunda vuelta se entiende como un “todos contra Le Pen”. ¿Cuánto va a tener que ceder frente a los partidos tradicionales que le van a apoyar? El llamado “Frente Republicano”, que funcionó en abril de 2002 la primera vez que el Frente Nacional llegó a segunda vuelta, ahora está funcionando parcialmente, porque algunos son reacios a llamar a votar por Macron, como es el caso de Melenchon y parte de la izquierda radical. Melenchon que dijo que consultaría a las bases, aclarando que había que combatir a Le Pen, obviamente. No obstante, Le Pen está subiendo peligrosamente en los sondeos estos ultimos días e incluso logró forjar alianza con pequeños sectores de la derecha dura “soberanista”, como Dupont-Aignan que ha captado el 4,8% de los votos en primera vuelta. Pero, globalmente, Macron va a capitalizar el voto de la derecha tradicional, de la socialdemocracia y de gran parte de la izquierda que no quiere ver -con mucha razón- a Le Pen acercarse del poder. El desafío de Macron es cómo enfrenta las elecciones legislativas que siguen y cómo compone una mayoría en estas condiciones... ¿El proceso que vive Francia se puede proyectar en el resto de Europa? Para algunos intelectuales críticos se está dando lo que Chantal Mouffe denomina “el momento populista”, es decir, se posicionan en la ruta del Podemos de España y de Melenchon en Francia. Ahora también está la izquierda anticapitalista, como la que encarnó Philippe Poutou y el Nuevo Partido Anticapitalista en Francia, que apuesta por una política de clase, ecosocialista, autogestionaria e internacionalista, un tema, por ejemplo, de fricción con JL Melechon que adoptó un perfil claramente nacionalista-republicano y de “caudillo” en estas elecciones. Ahora muchos miran hacia Podemos para intentar repetir en Francia lo que ha pasado en España que, más allá de las contradicciones internas de Podemos, será más difícil realizar aquí porque los partidos tradicionales aún pesan y porque la presencia de Le Pen y Macron son obstáculos que habría que sortear para reconstruir una izquierda de verdad, que represente a las clases populares. Queda mucho para la conformación de una alternativa real, pero la urgencia de ahora es combatir de manera unitaria en las urnas, y sobre todo en las calles, a Le Pen y sus ideas nauseabundas, lo que significara también movilizarse en contra del programa neoliberal de Macron… Publicado por WEB DE PROMOCIÓN ALTERNATIVA
‘Deportado 4443’, un grito español desde los campos de concentración nazis
Memoria histórica
A veces, el corte del papel puede doler más que el de un cuchillo.
Tiene una explicación física. La cuchilla es recta y su corte limpio,
mientras que el corte de un papel flexible es irregular y sucio. Pero
también existe en ocasiones una razón de raíz más poética: hay hojas que
al leerlas, duelen.
Es el caso de Deportado 4443, un cómic que remite a un dolor histórico con referentes de altura que van de Art Spiegelman a Fréderic Pajak pasando por Joe Sacco.
Y lo hace tanto por la durísima historia real que narra como por la
obliteración histórica a la que esta y muchas otras ha sido sometidas
durante demasiados años.
Se trata del testimonio de Antonio Hernández
Marín, uno de los 9.300 españoles y españolas que sufrieron en sus
carnes lo que significaba vivir y morir en un campo de concentración
nazi. Estuvo cuatro años y medio en Mauthausen, donde se estima que
fueron asesinadas más de 100.000 personas.
Hoy, su relato revive gracias a la unión de fuerzas de su sobrino, el periodista y colaborador de eldiario.es Carlos Hernández de Miguel, y del ilustrador e historiador Ioannes Ensis en Deportado 4443. El libro, publicado por Ediciones B, se presentará este miércoles 3 de mayo a las 19 horas en la galería Swinton & Grant, en un debate con familiares de las víctimas moderado por Ignacio Escolar.
La historia de una voz que son muchas voces
Antes de habitar las páginas de este cómic, el testimonio de Antonio
Hernández llegó a Twitter. En enero de 2015, la voz del prisionero
español tomó la forma de @deportado4443, una cuenta que durante tres meses y medio narró en directo su experiencia en el campo de concentración.
Tras combatir en la Guerra Civil, Hernández tuvo que exiliarse. Más
tarde se alistó en el Ejército francés para combatir el nazismo, pero
fue capturado y terminó en Mauthausen, donde se convirtió en un número:
4443.
La narración en Twitter de lo vivido allí llegó
a tener una gran repercusión, con más de 40.000 personas que siguieron
su testimonio. Su perfil era un agujero en el tiempo que nos trasladaba a
otra época para narrarnos en primera persona y en presente qué estaba
viendo. Su historia luego se convirtió en documental y ahora se ha transformado en un cómic.
Me cuesta dormir. Después de aguantar tres años y medio aquí, no quiero morir.
"El objetivo era imaginar que le habíamos dado un móvil a un prisionero
de Mauthausen y que tuiteaba lo que veía", cuenta a eldiario.es Carlos
Hernández, el artífice de la iniciativa para divulgar las vivencias de
su tío en la red social. "Era una mirada al pasado pero que contaba lo
que pasaba en tiempo real y que podías leer comiendo o en el bus",
cuenta el periodista. "Convertí a @deportado4443 en el portavoz de todos
sus compañeros e iba contando cosas que realmente pasaron a todo un
colectivo de nada menos que 9.300 españoles y españolas".
Su voz llegó hasta los oídos de Ioannes Ensis,
dibujante e historiador. "Me llamó y me dijo: 'Me ha emocionado tanto
esta historia que además no conocía, que tengo la necesidad de
ilustrarlo'", explica Hernández. "Cuando narré esto en Twitter conté con
imágenes históricas pero... de los campos de concentración hay muy
pocas referencias gráficas, casi todo lo que hay es sobre la liberación
pero no sobre su funcionamiento. Ioannes me ofrecía tapar los agujeros
que existían en mi relato de lo que eran los campos nazis". Así nació Deportado 4443, un cómic que es hijo directo de la iniciativa en la red social, que a su vez desciende del anterior libro de Hernández, Los últimos españoles de Mauthausen.
"Antes de lanzar la iniciativa tenía una inmensa duda de cómo
funcionaría algo tan inédito: un relato tan duro y tan real, pero a la
vez novedoso... no sabía cómo los usuarios de Twitter iban a reaccionar
ante eso", explica el autor. "Así que lo que hice fue prepararme con
mucha antelación y con mucho rigor histórico, para que nadie pudiera
acusar a esa historia de que no era real: había pasado de verdad",
explica. "Nacía de información que yo tenía acumulada y que venía de dos
fuentes: la documentación que recabé en archivos históricos de toda
Europa y la de los testimonios de los supervivientes".
El impacto del relato en Twitter sirvió
exactamente para lo que se había pensado: visibilizar el manto de
olvido que aún existe sobre los españoles que estuvieron en campos de
concentración nazis y cuya experiencia condensa y transmite el cómic que
ahora llega a nuestras librerías.
Un combate contra el olvido
En Deportado 4443,
la pluma del periodista carga de gravedad el peso del relato de un
cómic en blanco y negro perpetuo. El rigor histórico con el que relata
el calvario de Antonio Hernández lleva al lector hasta las profundidades
de lo que significaría el infierno si existiese. Ensis centra este
ambiente en los personajes, dibujados con una cercanía y un realismo que
pone los pelos de punta. Antonio fue uno entre tantos, que, como aquel poema de Estellés, no esperó y luchó.
La lucha antifascista le hizo dar con sus huesos en un campo de
concentración nazi. Su historia, y la del resto de españoles y españolas
cautivas en campos de concentración siguen hoy siendo grandes
desconocidos de nuestro pasado reciente y común. Algo que no es, de
ningún modo, una casualidad.
"Es un olvido
premeditado y absolutamente teledirigido por el poder", explica el
autor. En primer lugar por el empeño consciente del franquismo en borrar
sus huellas, pues al fin y al cabo estas personas son también fueron
sus víctimas. "Si estos españoles acabaron en campos de concentración
nazis fue exclusivamente porque Franco quiso que estuvieran allí. De
esto hay multitud de documentación que incluí en mi primer libro y que
también apuntaba a la responsabilidad de Serrano Suñer", explica
Hernández de Miguel.
"Francisco Franco fue responsable
directo de esto, pero es obvio que una vez terminada la Segunda Guerra
Mundial, intentó borrar todo rastro de complicidad con la Alemania nazi,
y en ese ‘trabajo’ se incluyó barrer de la historia a estos españoles
que habían sido víctimas del franquismo cómplice de Adolf Hitler",
defiende el periodista.
Es decir que durante 40 años,
este tema fue ignorado deliberadamente, algo entendible dentro de la
lógica dictatorial. Lo que no resulta tan lógico es que con la llegada
de la democracia, el sistema político español no hiciese acopio de
revisión histórica de los deportados y exiliados.
"Es
evidente que la Transición tuvo cosas buenas y cosas malas, pero
debemos recordar que a cambio de que los militares levantaran la amenaza
permanente de golpe de estado, los demócratas redactaron una
Constitución con una pistola en la cabeza", explica Carlos Hernández.
"En ese clima de coacciones se pagó un alto precio en el que se incluyó
el echar un manto de olvido sobre los últimos cuarenta años y con el que
se taparon todas las víctimas de la dictadura, tanto a los que estaban
en las cunetas como a estas personas que seguían en Francia".
Por eso, leer un cómic como este es
también combatir el olvido, reescribir los libros de historia contando
con la voz acallada de todos ellos. "Una de las cosas que más te
desgarra cuando hablas con los supervivientes de Mauthausen y otros
campos es que tras sufrir muchas traiciones a lo largo de su vida, la
que más les dolió fue la de nuestra democracia", explica el autor.
"Ellos pensaban que a partir del 75 les había llegado el momento del
reconocimiento por haber terminado en campos de concentración luchando
contra el fascismo. Pero cuando se dieron cuenta de que no iba a ser
así, les dolió profundamente", dice el periodista. "Ahora, 40 años
después de la muerte de Franco, tenemos que seguir peleando para que
esto se conozca, para que aparezca en los libros de historia y nuestros
hijos sepan lo qué les pasó a sus abuelos".
"Durante
la Transición, el franquismo hizo como que nos devolvía algo que era
nuestro, la libertad. A cambio le tuvimos que dar demasiadas cosas,
entre tantas el olvido de los crímenes que había cometido los últimos
cuarenta años", cuenta Carlos Hernández de Miguel. Olvidar el testimonio
de su tío es seguir bajo ese manto que ha tapado nuestra historia
demasiado tiempo. No olvidemos u olvidarán por nosotros. Aunque recordar
duela, claro.