Presentado en Occidente como la realización de una simpática utopía, "
Rojava"
es en realidad un Estado colonial, fruto de la voluntad de Washington
que lo impone sin importarle su costo en sangre. El objetivo es, en este
caso,
expulsar a las poblaciones originarias del norte de Siria
y remplazarlas con gente que no nació allí. Es una operación de
limpieza étnica en la que el Pentágono y la CIA utilizan combatientes de
la extrema izquierda europea. Thierry Meyssan revela ese proyecto sin sentido que viene aplicándose desde hace año y medio.
En
febrero de 2016, el presidente Obama envió el “Zar antiterrorista” de
la Casa Blanca, Brett McGurk, a supervisar la batalla de Ain el-Arab
(Kobane). McGurk (a la izquierda en la foto) recibió entonces una
condecoración otorgada por las YPG, cuya matriz –el PKK turco– está
catalogada por Washington como organización “terrorista”.
La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es fuerza. - George Orwell, 1984.
En los años 1980-1980, la sociedad kurda era extremadamente feudal y
patriarcal. Se veía mantenida en un profundo subdesarrollo, lo cual
llevó a algunos kurdos a sublevarse contra las continuas dictaduras
militares de Ankara [
1].
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) era una organización marxista-leninista
que contaba con respaldo de la Unión Soviética y luchaba contra las
dictaduras de los generales turcos kemalistas, miembros de la OTAN. El
PKK liberó a las mujeres y se unió a las luchas progresistas. Con ayuda
del presidente sirio Hafez al-Assad, instaló un campo de formación
militar en la llanura libanesa de la Bekaa, bajo la protección de la
fuerza de paz siria desplegada entonces en Líbano. El campamento del PKK
estaba al lado del campamento del FPLP palestino.
En aquellos tiempos el PKK no hallaba calificativos lo suficientemente duros contra el «imperialismo americano».
En el momento de la disolución de la URSS, el PKK contaba con más
de 10 000 soldados, dedicados a la actividad militar a tiempo completo, y
más de 75 000 reservistas. Aquella guerra de liberación destruyó más 3
000 localidades y dejó más de 2 millones de desplazados. Pero fracasó, a
pesar de aquel enorme sacrificio.
Arrestado en Kenya, en 1999, durante una operación conjunta de los
servicios de inteligencia de Turquía, Estados Unidos e Israel, el líder
histórico de la rebelión kurda, Abdullah Ocalan, fue entregado al
gobierno turco y encarcelado en la isla de Imrali, en el Mar de Mármara.
Se produjo entonces un derrumbe del PKK, dividido entre su jefe
encarcelado -favorable a una negociación de paz- y sus lugartenientes
-para
quienes la guerra se había convertido en un modo de vida.
Hubo aún algunos atentados, de los que no se sabe cuáles fueron obra de
los combatientes del PKK que rechazaban el desarme o de una fracción de
la gendarmería turca, el JITEM, igualmente contraria al cese de
hostilidades.
Al inicio de la «primavera árabe», Abdullah Ocalan reconstruyó el PKK
desde su celda, alrededor de una nueva ideología. A raiz de sus
negociaciones secretas con la OTAN, en la prisión de Imrali,
Ocalan abandonó el marxismo-leninismo para pasar al «municipalismo libertario».
El hombre que siempre había luchado contra Turquía para crear su propio
Estado, el Kurdistán, pasó a considerar que todo Estado es en sí una
herramienta de opresión [
2].
Los militantes del PKK obligados a huir de Turquía durante la guerra civil habían encontrado refugio en el norte de Siria [
3]. En nombre de su pueblo,
Ocalan se había comprometido por escrito a no reclamar nunca una porción de territorio sirio.
En 2011, al inicio de la guerra que Occidente desató contra Siria, los
kurdos constituyeron milicias para defender el país que los había
acogido y les había otorgado su nacionalidad.
Pero el 31 de octubre de 2014, Salih Muslin, uno de los dos
copresidentes de las YPG, la rama siria del PKK, participó en una
reunión secreta, en la sede de la presidencia de la República Francesa,
con el presidente francés Francois Hollande y con el presidente turco
Recep Tayyip Erdogan, quienes le prometieron convertirlo en jefe de
Estado
si se comprometía a crear un Estado kurdo... en Siria.
De inmediato, la coalición internacional que Estados Unidos acababa de
crear -supuestamente para combatir al Emirato Islámico (Daesh)- aportó
su respaldo a las YPG,
garantizándoles dinero, entrenamiento, armas y consejeros militares.
Terminaron allí las grandes declaraciones contra Washington, ahora
convertido en un excelente aliado. La organización kurda inició entonces
la expulsión de los habitantes de las regiones que le interesaba
controlar.
Publicidad estadounidense
Como hasta entonces no se había registrado ninguna batalla de las YPG
contra Daesh, Estados Unidos orquestó un terrible enfrentamiento en Ain
el-Arab, localidad siria rebautizada para la propaganda con el nombre
kurmanji de Kobane. Incluso se invitó a la prensa extranjera para que
cubriera el enfrentamiento sin peligro. Kobane está junto a la frontera
que separa Siria de Turquía y los periodistas podían seguir los combates
con prismáticos, desde el lado turco. Pero en realidad no se sabe lo
que pasó en Ain el-Arab porque la prensa nunca fue autorizada a entrar
en esa localidad. Sólo hay imágenes captadas con teleobjetivos que,
desde lejos, parecen confirmar los comunicados que relataban
encarnizados combates. Fue así como Occidente concluyó unánimemente que
los kurdos eran los aliados que necesitaba contra Daesh... y contra
Siria.
La prensa occidental asegura que la mitad de los combatientes kurdos son
mujeres, al igual que la mitad de los responsables de las diferentes
instancias del PKK y de las YPG, según los estatutos de ambas
organizaciones.
Pero la presencia de mujeres en el terreno es extremadamente excepcional.
Los periodistas afirman también que esas mujeres son el terror de los
yihadistas porque estos creen que si mueren a manos de una mujer no
podrán ir al paraíso. Curiosamente, esa misma prensa nunca menciona que
el Ejército Árabe Sirio -las fuerzas regulares de la República Árabe
Siria-
también tiene batallones de mujeres.
A pesar de las apariencias, las YPG no tienen tantos combatientes como dicen.
Muchos kurdos sirios ven a Estados Unidos como una potencia enemiga y a Siria como su nueva patria.
Esos kurdos se niegan a apoyar las ambiciones de Salih Muslim. Por
tanto, para "inflar" la cantidad de combatientes de "sus" kurdos, el
Pentágono ha tenido que reforzarlos con
mercenarios árabes y asirios,
pero sobre todo con militantes de la extrema izquierda europea.
La
CIA, que antes embaucó y reclutó decenas de miles de jóvenes musulmanes
occidentales para convertirlos en islamistas, ha reclutado ahora
anarquistas europeos para crear "Brigadas Internacionales",
explotando el recuerdo de las Brigadas Internacionales que lucharon
contra los fascistas en Barcelona, en 1936. Así encontramos en el papel
de tropas de refuerzo de las YPG/OTAN al Batallón antifascista
Internacionalistas (
Antifascist Internationalist Tabûr, de Europa Central), la
Brigada Bob Crow (que se compone de ingleses e irlandeses), la
Brigada Henri Krasucki (franceses), las Fuerzas Internacionales Revolucionarias de Guerrilla del Pueblo (
International Revolutionary People's Guerrilla Forces,
estadounidenses), la Unión Revolucionaria por la Solidaridad
Internacional (griegos), la Unidad del Partido Marxista-Leninista
(españoles), y todos los grupúsculos turcos pro-estadounidenses (DK,
DKP, MLSPB-DC, PDKÖ, SI, TDP, TKEP/L, TKPML), por citar sólo los más
visibles [
4].
La batalla de Ain el-Arab, en la que supuestamente jóvenes sirios
defensores del califato luchaban contra jóvenes kurdos, en realidad
costó la vida sobre todo a jóvenes europeos que -en ambos bandos
- creían luchar por un mundo mejor. Los países de Europa se inquietan ahora ante el posible regreso de jóvenes yihadistas,
pero nadie habla del regreso de jóvenes anarquistas, igualmente peligrosos.
Si esto último no se menciona es probablemente porque resulta más fácil
manipular a los jóvenes anarquistas para volver a utilizarlos en las
próximas aventuras imperialistas.
En junio de 2015, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), nueva
rama política del PKK en Turquía, recibió abundante apoyo financiero y
consejería de la CIA contra el AKP de Recep Tayyip Erdogan. Esa
formación política sobrepasó inesperadamente el mínimo de 10% de votos
necesario para estar representado en la Gran Asamblea Nacional de
Turquía y obtuvo 80 escaños.
El 17 de marzo de 2016, las YPG proclamaron la autonomía de «Rojava», o
sea de la franja de tierra que conectaría el Kurdistán iraquí con el
Mediterráneo, a lo largo de la frontera entre Siria y Turquía, pero sólo
del lado sirio.
«Rojava» incluiría entonces parte de la región siria de Idlib, actualmente bajo control de al-Qaeda.
Por tratarse de un nuevo Estado proclamado por gente que no nació en esa
tierra y en detrimento de la población autóctona, esto no es otra cosa
que un proyecto colonial, comparable al Estado de Israel proclamado en
Palestina por los judíos que habían comprado las tierras de los
palestinos. La denominación «Rojava» fue escogida para diferenciar ese
territorio del «Kurdistán», situado... en Turquía, donde fue incluso
proclamado en 1920 por la conferencia de Sevres.
En momentos en que el emirato de al-Qaeda en Idlib y el califato del
Emirato Islámico (Daesh) en Raqqa pierden terreno diariamente, la OTAN
prosigue así su plan de destrucción contra la República Árabe Siria y
trata de crear «Rojava» en Qamishli.
La prensa occidental observa deslumbrada este «Rojava», que parece reunir todas las virtudes de moda: pacifista, igualitario, feminista, ecologista, favorable a la construcción de género, etc. [
5]
Las YPG son un ejército, pero eso no importa. Tampoco importa que esté
desplazando por la fuerza a los habitantes históricos del norte de
Siria, que son los árabes y los asirios, porque -en el papel- ese
ejército ha constituido una alianza con elementos provenientes de esas
poblaciones, con los que ha formado las llamadas Fuerzas Democráticas
Sirias (FDS).
Los programas de las YPG sirias y del HDP turco corresponden a la
estrategia militar de Estados Unidos. Desde 2001, el Pentágono tiene
previsto a mediano plazo
el «rediseño del Medio Oriente
ampliado», o sea dividir los países grandes en pequeños Estados
homogéneos, incapaces de oponer resistencia ante los designios de
Washington. A más largo plazo, el Pentágono planea hacer que esos
pequeños Estados luchen entre sí para hacer retroceder toda la región al
caos inicial.
En «Rojava» no se ha proclamado un Estado independiente porque cualquier
Estado-nación ya sería un mal en sí. Según la OTAN, es sólo un Estado
autónomo que tendrá que formar una confederación con otros Estados
autónomos, como los que aparecerían en lugar del actual Estado-nación
sirio,
si se logra el derrocamiento de la República Árabe Siria.
Según el principal teórico del «municipalismo», el estadounidense
Murray Bookchin, para funcionar de manera democrática, las comunidades
libertarias tienen que ser homogéneas.
Es por eso que las supuestamente pacifistas YPG realizan actualmente la limpieza étnica en «Rojava».
CQD [
6].
Nota de la Red Voltaire:
En nuestro constante interés por garantizar y demostrar la
veracidad de la información que publicamos, habíamos previsto ilustrar
este artículo con un video realizado por un grupo de anarquistas
alemanes que se unió a las fuerzas de la OTAN y de las YPG en «Rojava».
En la tarde del domingo 10 de septiembre de 2017, incluimos esta prueba
en nuestra cuenta de YouTube. Pero YouTube, que claramente no tiene las
mismas exigencias que la Red Voltaire al servicio de la verdad, censuró
de inmediato esta prueba documental como «contraria a su deontología»
(sic).
[1] Blood and belief: the PKK and the Kurdish fight for independence, Aliza Marcus, Nueva York University Press, 2007.
[2]
The Political Thought of Abdullah Öcalan: Kurdistan, Women's Revolution
and Democratic Confederalism, Abdullah Öcalan, Pluto Press, 2017.
[3] The Kurds in Syria: the forgotten people, Kerim Yildiz, Pluto Press, 2005.
[4] "LGBT Brigades In Syria? Western Anarcho-Leftists Cutting Their Teeth With Western-Backed Kurdish YPG"
[¿Brigadas LGTB en Siria? Anarco-izquierdistas junto a las YPG kurdas
respaldadas por Occidente], Brandon Turbeville, Activist Post, 27 de
julio de 2017. "Le Rojava, un califat d'extrême gauche? Réseaux « antifascistes » et terrorisme: le laboratoire kurde"
[Rojava, ¿califato de extrema izquierda? Redes "antifascistas" y
terrorismo: el laboratorio kurdo], Observatoire des extrêmes de gauche,
16 de agosto de 2017.
[5]
The Pkk: Coming Down From the Mountains, Paul White, Zed Books, 2015.
Revolution in Rojava: Democratic Autonomy and Women's Liberation in the
Middle East, Michael Knapp, Ercan Ayboga y Anja Flach, Pluto Press,
2016.
[6] Utilizado al final de una demostración matemática, el acrónimo CQD significa "Como queda demostrado". Nota del Traductor.