Una de las mayores noticias en los papeles de Panamá que usted no conocerá
Como
era de esperar, las noticias generadas por la publicación de los
papeles de Panamá están creando un gran revuelo. Y puesto que hay 11,5
millones de documentos que han sido hechos públicos que antes eran
confidenciales, hay mucho tema y más noticias para publicar sobre tales
papeles. Ahora bien, es sorprendente que elementos clave ya conocidos,
de gran significado político, apenas se conozcan o se ignoren
completamente (ver mi artículo “Lo que no se dice ni se dirá de los
papeles de Panamá”, Público, 11.04.16). Por ejemplo, ¿quién es y
quiénes son los fundadores de la firma de abogados Mossack Fonseca, que
mantenía toda esta información? Es curioso que apenas se haya analizado
este hecho. Emile Schepers, de la revista World News, que goza de gran credibilidad, ha publicado un artículo de gran interés, “Panama Papers and Latin America: The elephant in the room”
(11.04.16), que detalla datos que son de una enorme importancia y que
no he leído en los mayores medios de información españoles. Veamos en
primer lugar los datos.
Un miembro
fundador de la firma de abogados Mossack Fonseca es el Sr. Jürgen
Mossack, el cual es hijo de un miembro de las enormemente represivas SS
del Partido Nazi alemán, que tras escapar de Alemania al terminar la II
Guerra Mundial se fue a Panamá, y allí se estableció. El hijo es miembro
prominente del partido de la derecha panameña, el Partido Panameñista,
muy activo en el establishment económico-político-mediático de aquel
país, con conocidas conexiones con la derecha y la ultraderecha
latinoamericana. El presidente de este partido ha sido hasta hace muy
poco el partner del Sr. Mossack en la firma de abogados, el Sr. Ramón
Fonseca Mora.
El centro de ocultación de la financiación de las derechas y ultraderechas latinoamericanas
De
ahí que gran parte de los negocios de tal firma incluyan el ser
depositaria de grandes fondos ocultados, procedentes y de propiedad de
instituciones y de personajes prominentes de la derecha y ultraderecha
latinoamericana, que incluye políticos y/o gobiernos de sensibilidad
conservadora y liberal (que constituyen los grandes ejes de la gran
derecha latinoamericana). Según Schepers, dicha lista incluye hoy a los
políticos más prominentes de esta derecha, desde el hoy presidente
argentino, el Sr. Mauricio Macri, hasta la familia Fujimori de Perú,
pasando por el presidente Enrique Peña Nieto, de México (del PRI), y el
presidente de la Cámara Baja brasileña, el congresista Eduardo Cunha,
miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) que hoy
ha roto su alianza con el Partido de los Trabajadores que gobierna
Brasil, a fin de facilitar el impeachment de la presidenta del país. De
nuevo, segúun el artículo del Sr. Schepers, tal personaje, el Sr. Cunha,
parece haber recibido alrededor de 5 millones de dólares de un
consorcio de construcción portugués que intentaba conseguir un contrato
con la compañía petrolera pública Petrobas, hoy el centro de un gran escándalo en Brasil.
Tratándose
de las derechas y ultraderechas latinoamericanas, no podía faltar entre
los que ocultaban dinero en la firma de abogados Mossack Fonseca, la
institución que más ha participado en la promoción y defensa de tales
grupos de América Latina: nada menos que la CIA del gobierno federal de
EEUU. Según el autor del citado artículo, el origen de la firma Mossack
Fonseca, así como otras compañías fantasmas panameñas, estaba
relacionado con las actividades de la CIA. Por lo visto, tal firma de
abogados era la base también de los fondos ocultos destinados por la CIA
para desestabilizar a todos los gobiernos de izquierdas de América
Latina, desde Cuba hasta Brasil, Bolivia, Argentina, Perú, Nicaragua, El
Salvador y una larga lista.
La doble moral de los grandes medios de información
La
CIA, fundada en 1947, ha tenido un presupuesto que se ha mantenido
secreto, no conocido ni por la población estadounidense ni por el
Congreso de EEUU. Se calcula que son alrededor de 52.000 millones de
dólares, que incluyen la financiación, también secreta, de actividades
desestabilizadoras de los gobiernos que el gobierno federal de EEUU (y,
sobre todo, las grandes empresas financieras e industriales que ejercen
una excesiva influencia sobre tal gobierno) considera contrario a sus
intereses. Una de sus primeras acciones fue el golpe militar contra el
presidente Jacobo Arbenz de Guatemala en 1954. Entre los colaboradores
de la CIA se encontraba el dictador de Panamá, Manuel Noriega. Desde
entonces, Panamá ha sido uno de los focos financieros de la intervención
desestabilizadora de esta agencia. Panamá también ha sido, no solo un
lugar donde esconder dinero, sino también donde traficar con dinero
escondido procedente del tráfico de armas y el comercio de las drogas.
Supongo
que el lector estará de acuerdo en que de haberse descubierto que tal
firma de abogados era una de las sedes financieras establecidas por el
gobierno cubano para desestabilizar los gobiernos de derecha en América
Latina, ello habría sido una noticia mayúscula, apareciendo en la
primera página de El País. Pues bien, no solo no ha aparecido en la primera, sino tampoco en la última página de El País.
¿No le parece al lector esta situación más que preocupante para la
salud de la democracia española? En su lugar, la gran noticia que
apareció en su día era la supuesta financiación del Partido político
Podemos por parte de Venezuela e Irán, sin que se haya mostrado ni un
ápice de evidencia sobre ello. Pero esto nunca ha sido un hándicap para
los grandes medios de información y persuasión de este país, que
continúan la distribución y promoción de tal acusación.
Mientras,
los mismos medios silencian y ocultan la documentada financiación
(parte de la cual está basada en Panamá) de la CIA a grupos opositores a
los gobiernos de izquierdas en América Latina, que están recurriendo a
métodos antidemocráticos en su intento por interrumpir el proceso
democrático y que el Presidente Obama, en su reciente visita a América
Latina, tuvo la gran nobleza (impensable entre los dirigentes del Estado
español) de reconocer y excusarse de tales intervenciones llevadas a
cabo por muchos gobiernos estadounidenses para desestabilizar gobiernos
progresistas en aquel continente. En España, por el contrario, la gran
mayoría de medios de información están contribuyendo a crear una gran
hostilidad contra tales gobiernos. Los recientes casos de Argentina,
Brasil y Venezuela, entre otros, son clara muestra de su doble moral,
que, a nivel popular, se llama correctamente hipocresía.
http://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2016/04/20/una-de-las-mayores-noticias-en-los-papeles-de-panama-que-usted-no-conocera/