por
Youssef Hindi* –
¿Está la sumisión de Francia al campo atlantista en el origen de los atentados?
Una
cosa es cierta, Francia no ha sido golpeada por el terrorismo debido a
su lucha contra él, sino indirectamente a causa de su apoyo a los
terroristas. Esos rebeldes considerados moderados como los de Al-Nusra,
alias Al Qaeda, sobre quienes Laurent Fabius nos dijo en diciembre de
2012, que estaban haciendo “un buen trabajo”. En términos más generales,
los franceses pagaron el precio de la política interior y exterior de
Francia, que se alinea con la de sus enemigos objetivos: los Estados
Unidos y sus aliados históricos.
El
punto de partida de este análisis se sitúa a finales de los años
noventa (podríamos remontarnos también al final de la Segunda Guerra
Mundial), cuando Zbigniew Brzezinski, uno de los geoestrategas
estadounidenses más influyentes, publicó su libro seminal,
Le grand échiquier [
El Gran Tablero Mundial]
(1997). En ese momento, el geopolítico estadounidense veía lo que
quedaba residualmente del espíritu de independencia entre los líderes
franceses, bajo la presidencia de Chirac, como un obstáculo a la
hegemonía estadounidense. El objetivo era entonces, de acuerdo a la
lógica de Washington, el de someter imperativamente a Francia a los
Estados Unidos. En 1997, Brzezinski escribió que había que “
hacer de
Europa uno de los pilares fundamentales de una gran estructura de
seguridad y de cooperación bajo la égida estadounidense y extendida a lo
largo de Eurasia“. Y continuaba: “
Para decirlo sin rodeos,
Europa Occidental sigue siendo en gran medida un protectorado
estadounidense y sus Estados recuerdan lo que antaño eran los vasallos y
los tributarios de los antiguos imperios”
[1]; para hacerlo proponía “
oponerse tácticamente a las posiciones francesas y apoyar el liderazgo alemán”
[2].
Para los estadounidenses, Alemania se convirtió, especialmente desde la
introducción del euro en 2002 (que ayudó positivamente a la balanza
comercial alemana), en el pequeño imperio regional que somete a Europa a
la dominación estadounidense – una condición
sine qua non de
su liderazgo europeo – para la neutralización de Francia, económica (con
la moneda única que contribuyó a la destrucción de la industria
francesa, que ya había comenzado la política del franco fuerte para
preparar el país para el euro en la segunda mitad de los años 90) y
diplomáticamente. Francia que ha sido, hasta hace poco, la nación
europea con una visión, un peso y una ambición geopolítica relativamente
autónomas. Brzezinski citaba, como ejemplo de esta clase política
neo-gaullista, a Alain Juppé, el cual defendía en mayo de 1995 en la
Asamblea Nacional,
un afinamiento de la vocación de poder mundial de Francia, lo que Brzezinski calificaba de
ilusión [3].
Esta
“ilusión” desapareció completamente en mayo de 2007 con la llegada al
poder de Nicolás Sarkozy y todo un lote de atlantistas, e incluso
neoconservadores, al Quai d’Orsay [Ministerio de Asuntos Exteriores] y
otros ministerios clave. No voy a mencionar aquí uno por uno a todos los
políticos y los líderes de opinión franceses y europeos cooptados por
los Estados Unidos a través de organizaciones como la French-American
foundation [Fundación franco-americana] y el programa de los Young
Leaders [Jóvenes Líderes]
[4].
Fue
en 2011 cuando vimos realizarse en la práctica el proyecto de
Brzezinski, cuando el atlantista Sarkozy, después de haber reducido
definitivamente a Francia a un estado vasallo de los Estados Unidos,
atacó Libia, y Bernard -Henry Levy cortocircuitó al ministro de Asuntos
Exteriores, Alain Juppé, para comprometer a Francia en un conflicto
liderado por la OTAN. Una guerra que ha costado la vida a más de un
centenar de miles de libios y para el cual el contribuyente francés ha
invertido más de 300 millones de euros. Esta es por otra parte una de
las utilidades de la OTAN, la de hacer asumir a los vasallos europeos el
coste de las guerras de Washington en lugar de a los Estados Unidos.
Pero
el apoyo de Francia a los grupos terroristas es obvio (y bien
documentado) desde la Guerra del Golfo de Sidra. El gobierno de Sarkozy
envió agentes de la DGSE [**] para dirigir sobre el terreno a los
mercenarios financiados por Qatar, y coordinar los ataques aéreos desde
el territorio de los falsos rebeldes pero verdaderos terroristas que, en
principio, luchaban por la libertad contra la tiranía etc. El gobierno
de Hollande continuó el impulso al armar a grupos terroristas en Siria,
como el ASL, una rama de la Hermandad Musulmana que comenzó la guerra en
2011 contra el gobierno de Damasco.
El 14 de agosto de 2014, Laurent Fabius, lejos de revertir su declaración de diciembre de 2012, anunció en un
tweet
que armas muy poderosas estaban a punto de ser entregadas a los
combatientes en Siria; desde entonces, no es sorprendente ver a los
miembros del Daesh, en las imágenes, portando el rifle de asalto Famas,
un arma de fabricación francesa. En efecto, contrariamente a lo que
pudiera pensarse, no hay fronteras ni oposición real entre las docenas
de grupos terroristas que operan en Siria e Irak. Los terroristas “
moderados”
del ASL le entregan al Daesh, en particular a través de su aliado Al
Nusra, las armas que reciben de Occidente cuando el Daesh no se
beneficia de entregas directas.
Con la llegada de Sarkozy a la
presidencia Francia ha tenido los dos pies en el ámbito de influencia
del campo atlantista, y también se le ha visto convertirse
de facto
en un aliado de los principales proveedores del terrorismo
internacional: Arabia Saudita y Qatar… Las dos petromonarquías con las
que un cierto número de hombres y mujeres, políticos tanto de izquierdas
como de derechas, mantienen vínculos particularmente estrechos…
Pocos
días después de la masacre del 13 de noviembre, Manuel Valls declaró,
en absoluta contradicción con la realidad de los hechos, que Qatar y
Arabia Saudita, que según él combaten al Daesh, estaban decididos a
luchar contra el terrorismo. Llegó incluso a señalar con el dedo los
vínculos entre “
el régimen de Bashar” y el Daesh.
¿Hace
falta recordar que los ingleses, y los estadounidenses después de ellos,
han apoyado el wahhabismo y a los sauditas desde sus primeras
embestidas expansionistas en Arabia, y que han contribuido en gran
medida a la difusión de la doctrina wahhabita en todo el mundo? La
doctrina del terrorismo que los occidentales se sorprenden de ver
influenciar a tantos jóvenes musulmanes y nuevos conversos.
¿Deberíamos
también repetir que el terrorismo wahhabita ha sido desde su origen una
herramienta geoestratégica de los británicos y de los Estados Unidos en
contra de sus enemigos? Además, Zbigniew Brzezinski, entonces Consejero
de Seguridad Nacional de los Estados Unidos bajo la presidencia de
Jimmy Carter, fue el promotor de una maniobra de coordinación de la CIA
con los servicios pakistaníes y saudíes con el fin de financiar y armar a
los futuros terroristas, incluyendo a Bin Laden, a finales de los años
setenta, para atraer a la Unión Soviética al cementerio afgano
[5].
El terrorismo doméstico, ¿para qué sirve?
Curiosamente,
de lo que nos atrevemos a hablar menos es del uso del terrorismo dentro
del marco de la política interior, muy particularmente en tiempos de
crisis. Está en efecto muy mal visto suponer que un estado occidental, “
democrático” y “
liberal”
pueda recurrir al arma del terrorismo contra su propio pueblo; pero en
lo concerniente, por ejemplo, a la reciente serie de atentados que
afectaron a Turquía, grandes periódicos franceses y expertos mediáticos
no han dudado en hablar de la probable implicación de los servicios
secretos turcos, poniendo en evidencia, como hizo el diario
Le Point, una “
connivencia del poder” con los terroristas, y hablar de “
dudas [en cuanto a las competencias]
de los servicios de inteligencia turcos, fuertemente criticados por no haber sido capaces de prevenir el ataque mortal en Ankara”
[6].
Las
mismas acusaciones podrían hacerse en contra del poder francés y de los
servicios de inteligencia franceses a sus órdenes. Por otra parte, el
mismo periódico revelaba en 2012 las graves deficiencias de la DCRI
[***] en el caso Merah. Mohamed Merah, que tenía un oficial de enlace en
el DCRI y que, con toda probabilidad, trabajaba para la inteligencia
nacional
[7].
Porque
cuando nos fijamos en los tres principales casos de terrorismo que han
afectado a Francia desde 2012, se observan hechos recurrentes como
documentos de identidad y pasaportes encontrados en la escena del
crimen, individuos seguidos estrechamente y bien conocidos por los
servicios de inteligencia, a lo que se añade el hecho de que los
servicios franceses fueron advertidos en varias ocasiones por servicios
extranjeros de la preparación de atentados, los de Charlie Hebdo como
los del 13 de noviembre.
El turbio papel de los servicios secretos franceses en el asunto Merah llevó a una investigación parlamentaria en 2013
[8], cuyo informe revela, entre otras cosas, que los servicios actúan
fuera del marco de la ley y que
sus medios son risibles; lo que contrasta con el celo del gobierno en la aplicación de la ley de inteligencia (el equivalente francés de la
Patriot Act
I y II), cuyo objetivo aparente es más la vigilancia de la población y
de los opositores políticos que la prevención el terrorismo.
De
hecho, a raíz de los recientes atentados, nos enteramos por medio del
antiguo director de la DCRI, Bernard Squarcini, que Manuel Valls,
entonces ministro del Interior, había rechazado la lista de yihadistas
franceses que quería comunicar los servicios de inteligencia sirios.
Tras los atentados de 13 de noviembre, el actual ministro del Interior,
Bernard Cazeneuve, reafirmó la negativa a cooperar con los servicios
sirios. Así que si el ejecutivo no permite los atentados, en todo caso
tampoco hace nada por prevenirlos.
Desde entonces, según un experto de la cuestión terrorista y ex instructor del ejército alemán, Christoph Hörstel
[9], asistiríamos en Francia a una
gestión del terror
consistente en fabricar o dejar hacer atentados para distraer a la
población y sobre todo desviar su ira. Este experto afirma que todos los
gobiernos miembros de la OTAN mienten, debido a que los autores de los
atentados serían, según él, en el 95% de los casos, bien conocidos por
los servicios de seguridad.
En 2009, durante una entrevista,
François Hollande, entonces primer secretario del Partido Socialista,
hizo acusaciones extremadamente graves. Declaró: “
en el nombre de la
lucha contra el terrorismo, estamos haciendo una amalgama y una
confusión … uno que no está en la norma, que tiene una conducta desviada
puede ser equiparado con un terrorista. Esto puede ser un grave ataque a
las libertades“. Fue más lejos todavía al afirmar que “
hay una
voluntad política de la autoridad para dar la sensación de que existe
una amenaza y que la autoridad responde, para justificar su intervención
en la seguridad pública“, que describió “
como una deriva de la
seguridad pública que justifica leyes represivas en nombre de una
amenaza que a veces es real, pero que a veces es sólo virtual, o incluso
inexistente“. El propósito de esta maniobra, según François Hollande, sería “
demostrar una eficacia que es deficiente en el plano económico y social…“.
El
poder político y una serie de medios amalgama o confunde a sabiendas la
lucha contra el terrorismo y la reducción de las libertades
fundamentales
[10];
ahora bien, como hemos visto, el número de atentados no disminuye
gradualmente a medida que la vigilancia de la población y los opositores
políticos aumenta, sino todo lo contrario…
Podemos finalmente
entender este fenómeno sólo si analizamos la evolución de un régimen
político que ya no es capaz de absorber la contestación y que por lo
tanto corre así el riesgo de volar en pedazos, de implosionar debido a
su endurecimiento, esto en el contexto de una creciente deslegitimación
de la
casta política francesa
[11].
El peligro principal hoy es la activación de las tensiones
intercomunitarias, es decir, de una confrontación horizontal que
desviaría a la población francesa del verdadero objeto de contestación y
de una eventual rebelión. Una eventualidad para la cual el ejecutivo se
preparó el 30 de junio de 2011 (alrededor de 8 meses antes del caso
Merah) mediante un decreto que autoriza a los representantes del estado,
los funcionarios y los militares, a disparar munición real sobre la
población para el mantenimiento del orden público
[12].
Prospectiva y soluciones
La
estrategia estadounidense para hacer de Europa la cabeza de puente
geoestratégica fundamental de los EEUU (según Brzezinski), para penetrar
profundamente en el continente ha tenido éxito a través de la
ampliación de la Unión Europea y de la instalación de bases de la OTAN
hasta las fronteras rusas.
Hoy, Francia está en la encrucijada..
Dada la profunda crisis política (y no la amenaza terrorista) que podría
conducir a un colapso del régimen, Francois Hollande propone concederse
plenos poderes por la aplicación del artículo 16 y el artículo 36 de la
Constitución, mientras se modifica, ya que el artículo 36 prevé
específicamente transferir los poderes a las autoridades militares
[13].
Francia da pues un paso hacia una dictadura socialdemócrata policial,
en particular apartando al ejército como único capaz de deponer al
Presidente y de destituir al gobierno en caso de guerra civil y / o
desestabilización del poder. Curiosamente, en 2014 el Senado votó la
posibilidad de destituir al Presidente de la República por
incumplimiento de sus deberes
[14].
Si
lo consideramos con amplitud de miras y corremos el riesgo de hacer un
análisis en la frontera de la paranoia, podríamos inferir que el
presidente Hollande y su gobierno están tratando de caer en una trampa
que hacen como que no ven. Porque el camino seguido en la actualidad
debería conducir lógicamente a abolir el Estado como tal, en vista a una
transferencia definitiva del poder al
Politburó de Bruselas.
Escenario
que se corresponde perfectamente con los fines de la estrategia
estadounidense cuyo objetivo es neutralizar definitivamente a Francia,
único país de Europa que puede reorientar la evolución del subcontinente
europeo, actuando para establecer un eje estratégico con Rusia… París –
Berlín – Moscú. Este es el deseo expresado por el ministro de Asuntos
Exteriores francés, Hervé de Charette, en 1996, cuando declaró: “
Si
Francia quiere jugar un papel internacional, se beneficiará de la
existencia de una Rusia más fuerte. Debe ayudarla a reafirmar su poder… “. A lo que respondió favorablemente su homólogo ruso
[15]… La peor pesadilla de Estados Unidos, como escribió Brzezinski: “
Si
los lazos transatlánticos se relajan, sería el fin de la supremacía de
los Estados Unidos en Eurasia. Su control del Océano Atlántico, su
capacidad de penetrar profundamente en el continente estarían entonces
muy limitados”
[16].
La
desestabilización de Francia, si no conduce a su desaparición en tanto
que estado soberano bajo dominación transatlántica UE/EEUU, bien pudiera
abrir una ventana providencial a una nueva élite francesa capaz de
poner de nuevo a Eurasia en su ámbito geopolítico natural, de Brest a
Vladivostok y no de Washington a Tel Aviv.
Tal es la base de la
estrategia contra-atlantista que hay que establecer. No hay que olvidar
que la geopolítica determina la política nacional y no a la inversa.
04/12/15
* Youssef Hindi es escritor e historiador.
Notas
[1] Zbigniew Brzezinski,
Le grand échiquier, 1997, p. 88.
[2] Zbigniew Brzezinski,
Le grand échiquier, 1997, p. 104.
[3] Zbigniew Brzezinski,
Le grand échiquier, 1997, p. 92.
[4] Ver el sitio de la French-American Foundation :
http://french-american.org/
[5] Ver la entrevista a Brzezinski:
http://michelcollon.info/034-Pourqu…
[6] Le Point, Attentat d’Ankara: une enquête accablante pour la Turquie, 14/10/2015:
http://www.lepoint.fr/monde/attenta…
[7] Ver el artículo de
Le Point, Mohamed Merah travaillait pour les RG, 07/06/2012:
http://www.lepoint.fr/societe/merah…
[8] Ver el resumen del informe:
http://www.france24.com/fr/20130517…
[9] Ver entrevista en
Russia Today:
https://www.youtube.com/watch?v=hZh…
[10] Ver el artículo de
Le Point, 84% des Français acceptent une limitation des libertés en échange de plus de sécurité, le 17/11/2015.
[11] Ver la obra de Emmanuel Todd sobre la desaparición de la democracia en Francia,
Après la démocratie, 2008.
[12] Décret n° 2011-795 du 30 juin 2011 relatif aux armes à feu susceptibles d’être utilisées pour le maintien de l’ordre public, ver:
http://www.legifrance.gouv.fr/jopdf…
[13] Ver el artículo del periódico
Le Monde del 16 de noviembre de 2015:
http://www.lemonde.fr/les-decodeurs…
[14] Ver el artíuclo de
Le Figaro de 22/10/2014:
http://www.lefigaro.fr/politique/le…
[15] Le Nouvel Observateur, 12/08/1996.
[16] Zbigniew Brzezinski,
Le grand échiquier, 1997, p. 88.
(Traducción
Página Transversal)
Fuentes:
Geopolintel y
Égalité & Réconciliation.
Notas de la traducción:
[**] Direction Générale de la Sécurité Extérieure –
Dirección General de Seguridad Exterior, agencia de inteligencia francesa.
[***]
Direction Centrale du Renseignement Intérieur, sustituida en 2014 por
la Direction Générale de la Sécurité Intérieure (DGSI) .