jueves, 5 de abril de 2018

Cambridge Analytica-Facebook o como manipular la democracia y echar la culpa a Rusia


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Cambridge Analytica-Facebook o como manipular la democracia y echar la culpa a Rusia


Cambridge Analytica, la empresa de recolección de datos que trabajó para la campaña Trump, se encuentra en medio de un escándalo que debería hacer que todos los que se preocupan por un proceso político limpio demanden investigaciones importantes de cualquiera que haya adquirido los servicios de la compañía, de aquellos que han violado las leyes en múltiples naciones y una revitalización de las leyes electorales para evitar que los políticos vuelvan a adquirir los servicios de compañías no éticas como Cambridge Analytica.
Hace unos días, el denunciante  Christopher Wylie hizo público cómo, durante el tiempo que trabajó para Cambridge Analytica, la empresa obtuvo ilegalmente los datos públicos y privados, incluidos los mensajes privados de 50 millones de usuarios de Facebook. También expuso cómo Cambridge Analytica usó esta información para llevar a cabo campañas de manipulación social altamente científicas con el fin de lavar el cerebro del público en varios países para apoyar a cierto candidato o facción política.
Los métodos dudosos de Cambridge Analytica se utilizaron para inmiscuirse en las elecciones de EE.UU. después de que la oficina electoral de Trump pagara a Cambridge Analytica sumas considerables de dinero por sus servicios. La firma también se inmiscuyó en las dos últimas elecciones presidenciales, en las elecciones en Nigeria, en las de Chequia, Argentina, India, la campaña del Brexit, y la reciente elección de la Primera Ministra británica Theresa May y ahora está acusada de trabajar con el ex primer ministro pakistaní. Nawaz Sharif en un intento de revertir su prohibición judicial de ocupar cargos públicos, mientras ayuda a su partido PML-N a ganar las próximas elecciones generales.
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Putas ucranianas, sobornos, manipulación y espías israelíes

 Más allá del escandaloso uso de los datos personales de usuarios de Facebook y el acceso ilegal a los mensajes privados de esas personas, Cambridge Analytica tras las declaraciones grabadas con cámaras ocultas de su CEO Alexander Nix, ha sido acusada de actividades nefastas, ilegales e indignantes por todo el mundo.
El canal de televisión británico Broadcaster Channel 4 emitió también el video del director general y gerente de Cambridge Analytica en una conversación con un reportero encubierto que se hace pasar por un empresario de Sri Lanka interesado en interferir en las elecciones nacionales. Durante la conversación, Nix se jactó de la capacidad de Cambridge Analytica de realizar trampas, sobornos e intimidación contra los oponentes políticos de sus clientes. Además, Nix presumía de la capacidad de su empresa para procurar putas ucranianas como medio para atrapar a los adversarios y al mismo tiempo obtener los servicios de “espías israelíes” como parte de operaciones sucias.
Las actividades de las que Nix presumía de haber utilizado en el pasado son las que le ofrecía al presunto cliente son ilegales en prácticamente todos los países del mundo. Pero para Nix y su cartera de clientes ultra ricos, actuar como si uno estuviera por encima de la ley es la regla más que la excepción. Hasta ahora, Cambridge Analaytica ha podido escapar de la justicia en todo el mundo por su intromisión en elecciones, recolección de datos, robo de datos e intentos de difamar a los políticos a través de calculadas operaciones de soborno y manipulaciones.
Una persona que se negó a ser tentada por Cambridge Analytica fue Julian Assange. Alexander Nix personalmente le escribió pidiéndole acceso directo a la información que posee Wikileaks y Assange se negó. Este es un claro ejemplo de ética periodística e integridad personal por parte de Assange.
Mientras que Facebook intenta “salirse” del escándalo afirmando que fue engañado y, en consecuencia, victimizado por Cambridge Analytica y que posteriormente prohibió la firma desde su plataforma, muchos, incluido Edward Snowden, alegaron que Facebook sabía muy bien lo que Cambridge Analytica estaba haciendo con los datos recuperados de las bases de datos de Facebook.


Se desinfla la “trama rusa”

 Robert Mueller, el abogado especial que investiga si la campaña de Donald Trump estuvo mediatizada por Rusia, ha quedado en una posición muy ingrata. Cuando inevitablemente descubre que no hubo connivencia entre la campaña de Trump y Rusia, el partido demócrata y muchos republicanos van a sentirse muy decepcionados. Al mismo tiempo, Trump y sus partidariosya están furiosos por la suciedad que Mueller está buscando para desentrañar las actividades que rodean a la primera familia de los EE.UU. y sus asociados que están relacionadas con una trama “no rusa”.
El objetivo de la investigación de Mueller fue determinar si el sistema político de los Estados Unidos fue manipulado durante las elecciones de 2016. La respuesta corta es que efectivamente el sistema político de Estados Unidos fue manipulado durante las elecciones de 2016. Pero lo importante en este momento es que queda en evidencia que las personas que hicieron la intromisión no eran rusos. Fue una empresa del Reino Unido que operaba en los EE.UU. llamada Cambridge Analytica, la cual conspiró para inmiscuirse en las elecciones en complicidad abierta con miembros del equipo de campaña de Donald Trump, incluido Steve Bannon, que ¡oh sorpresa! anteriormente trabajó para Cambridge Analytica.
Los empleados y contratistas estadounidenses de la firma con sede en Londres utilizaron una aplicación de detección psicológica para redes sociales desarrollada por el profesor Aleksandr Kogan de la Universidad de Cambridge, con el fin de obtener datos vitales sobre los hábitos ideológicos y de comportamiento de 50 millones de usuarios de redes sociales. La aplicación seleccionó datos privados de los usuarios de Facebook y luego utilizó algoritmos complejos para manipular a esos usuarios en lo que equivale a una campaña de lavado de cerebro de los servicios de campaña de Trump.
Uno de los socios de Kogan que participó en el proyecto de recolección de datos de Cambridge Analytica fue Christopher Wylie. Wylie ahora se ha convertido en el informante que ha descubierto el vínculo entre Kogan, Cambridge Analytica y la campaña de Trump. Además, Wylie ha expuesto al CEO de Cambridge Analytica, Alexander Nix, como una persona supremamente arrogante que una vez se jactó de trabajar con el Pentágono, la CIA y el MI6.
Según Wylie, Cambridge Analytica no solo obtuvo los datos públicos privilegiados de los usuarios de Facebook, sino también los datos privados, incluido el contenido de los mensajes privados. Esto fue negado por Nix, que testificó ante un comité parlamentario del Reino Unido. Ahora está acusado de falsa declaración por Wylie.
Por el momento, Cambridge Analytica niega todas las acusaciones de robo ilegal y inadecuado uso de datos privados, mientras que Kogan afirma que su aplicación de recolección de datos fue aprobada por Facebook. Facebook ha negado tener conocimiento de que Cambridge Analaytica usó la aplicación de Kogan para violar las leyes nacionales o sus propias políticas y haya suspendido Cambridge Analytica de su red, mientras simulaba ignorancia sobre lo que Cambridge Analytica hizo, aunque tanto Facebook como Cambridge Analytica se beneficiaron generosamente de su relación corporativa.
Cuando se trata de un uso masivode datos privados y un claro intento de inmiscuirse en el sistema político de Estados Unidos con la complicidad abierta de funcionarios de la campaña Trump, tanto el FBI como el abogado especial Mueller deberían priorizar inmediatamente una investigación sobre Cambridge Analytica, su CEO, el Profesor Kogan y los miembros de la oficina electoral  de Trump involucrados en la adquisición de los servicios de la empresa.
Además, Mueller y el FBI deberían investigar si los servicios de Cambridge Analytica fueron adquiridos por cualquier persona involucrada en la promoción de la teoría de que fue Rusia y no la firma del Reino Unido la que manipuló la campaña electoral e inmiscuirse en el sistema político estadounidense.
Cuando se analizaen su totalidad, parece que Cambridge Analyatica ha hecho todo y mucho más de lo que Rusia y los rusos han sido acusados ​​. Además, mientras que Rusia no ha sido acusada de robar datos privados de los usuarios de EE.UU en Facebook., incluidos sus mensajes privados, Cambridge Analaytica es acusada de cometer lo que es un auténtico crimen contra la intimidad y la libertad de las personas.
Este debería ser el titular principal de todos esos medios de noticias que tan rápidamente se aferraron a la historia de la “injerencia” rusa, que resultó ser una gran cantidad de… nada, mientras que la historia de Cambridge Analytica es el verdadero negocio. Los mercados reaccionaron rápidamente a las noticias ya que los precios de las acciones de Facebook cayeron más del 7% en el S & P 500. Esto representa la mayor caída en el precio de las acciones de Facebook desde 2014. Además, la caída ha sacado a Facebook del codiciado big five de empresas a la cabeza del S & P 500.
En una época donde las bolsas de valores dicen mucha más verdad que los políticos, uno debe preguntarse si la evidencia de acusaciones gratuitas de que Rusia está detrás del envenenamiento de un ex agente doble en el Reino Unido no estará relacionada con la explosión del escándalo de Cambridge Analytica. Las revelaciones de Christopher Wylie fueron publicadas por The New York Times y The Observer (una versión de The Guardian) el 17 de marzo, solo tres días después de que el primer ministro británico anunciara que ha encontrado a Rusia culpable del envenenamiento de Skripal, a pesar de no presentar ninguna evidencia real. La lógica dictaría que se tardó  mucho más de tres días para elaborar y editar el artículo sobre las revelaciones de Wylie.
Sabiendo que los editores de los principales medios de comunicación como el New York Times y el Observer tienen altos niveles de comunicación con los gobiernos, parece razonable la plausibilidad de que hubo un intento calculado de enterrar la historia de Cambridge Analytica detrás del envenenamiento de Skripal, para salvar a las elites políticas de EE.UU. y Reino Unido, aún más embarazoso cuando se ha dedicado tanto tiempo y dinero investigando la injerencia rusa en la elección de Trump y el referéndum del Brexit, cuando en realidad fue Cambrige Analytica quien utilizó datos privados de ciudadanos estadounidenses y británicos para entrometerse en ambos eventos políticos. Esta es, por supuesto, solo una teoría, pero es una teoría que debe ser explorada, incluso por Robert Mueller.
Mientras que en diciembre de 2017, Mueller solicitó que Cambridge Analytica entregara los correos electrónicos pertinentes como parte de la investigación sobre la conexión Trump-Rusia, las nuevas revelaciones de Christopher Wylie nos dicen que Cambridge Analyatica debería pasar de ser un elemento periférico al principal foco de su investigación. Cualquier otra cosa significaría que no se está haciendo justicia. Por cierto… ¿Habrá sanciones de EEUU contra el Reino Unido por la injerencia en sus elecciones presidenciales? A que no…


FUENTE: El espía digital


Operaciones psicológicas de los Estados Profundos del Reino Unido y los Estados Unidos


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Operaciones psicológicas de los Estados Profundos del Reino Unido y los Estados Unidos



El escándalo que rodea a la relación de Facebook con Cambridge Analytica, la compañía de datos electorales previamente asociada con el ex presidente de la campaña de Trump , Steve Bannon , domina los medios de comunicación en Estados Unidos y Gran Bretaña.
Las serias preocupaciones de privacidad involucradas en la recolección de la información personal de unos 50 millones de usuarios de Facebook fueron destacadas por Channel 4 News de Gran Bretaña. Una investigación encubierta filmó al director general de Cambridge Analytica, Alexander Nix, presumiendo de operaciones sucias para atrapar a políticos y manipular las elecciones.
Pero si bien las revelaciones se utilizan para reforzar los reclamos histéricos de “intromisión rusa”, un examen más detallado revela que la amenaza real y mucho más fundamental a los derechos democráticos involucra programas psicopedagógicos dirigidos por elementos del estado profundo británico y estadounidense.
La empresa matriz de Cambridge Analytica es SCL, con sede en Gran Bretaña. Antiguamente Strategic Communication Laboratories, es una compañía privada de investigación de comportamiento y comunicación estratégica, fundada en 1993 por Nigel Oakes, hijo del mayor John Waddington Oakes y ex novio de Lady Helen Windsor, Oakes trabajó anteriormente en la agencia de publicidad favorita de Margaret Thatcher, Saatchi & Saatchi, antes de establecer SCL.
Al igual que con Oakes, los miembros de la junta de SCL incluyen vástagos de la clase dominante británica, desde ex oficiales militares y contratistas de defensa hasta importantes donantes del Partido Conservador.
Lord Ivar Mountbatten, primo tercero de la reina Isabel, está en el consejo, mientras que el CEO Roger Gabb es un comerciante de vinos millonario, un ex oficial de las fuerzas especiales británicas y un importante colaborador del Partido Tory. El presidente de SCL, Sir Geoffrey Pattie, fue ministro de defensa bajo Thatcher. El presidente de SCL es el capitalista de riesgo Julian Wheatland, también presidente de la Asociación de Conservadores de Oxfordshire. El ex tesorero del Partido Conservador Jonathan Marland, agente comercial del primer ministro David Cameron, es accionista.
Otros asociados, pasados ​​o presentes, con SCL incluyen al multimillonario inmobiliario y donante del Partido Tory Vincent Tchenguiz; Sir James Allen Mitchell, consejero privado desde 1985; el contraalmirante John Tolhurst, ex subdirector de guerra naval en el Ministerio de Defensa y ayuda de campo de la Reina; y Gavin McNicoll, creador de la firma Eden Intelligence, que ha dirigido proyectos para el gobierno británico.
SCL se jacta de proporcionar “datos, análisis y estrategia a gobiernos y organizaciones militares de todo el mundo”, especialmente al Ministerio de Defensa británico, el Departamento de Estado de los EE.UU. y la OTAN. Afirma que ha llevado a cabo “programas de cambio de comportamiento” en más de 60 países. Uno de sus primeros contratos en 1999 fue la promoción del presidente de Indonesia, Abdurrahman Wahid. Ha trabajado para influir en las elecciones en Afganistán, Letonia, Ucrania, Nigeria y Kenia, entre otros.
Cambridge Analytica se lanzó en 2012 por SCL para extender sus operaciones a los EE.UU. en asociación con el multimillonario de fondos de cobertura Robert Mercer, esto incluyó las primarias republicanas para las elecciones de 2016, donde trabajó para apoyar a Ted Cruz y luego a Donald Trump.
No hay nada nuevo en esto. Actividades similares fueron conocidas, facilitadas y aprobadas por el establishment político y militar en Gran Bretaña y los Estados Unidos durante años.
Según Liam O’Hare en  Bella Caladonia, SCL se hizo pública en 2005 en la conferencia DSEI, una feria global de armas de Londres, promocionándose como la primera compañía privada en proporcionar servicios de guerra psicológica al ejército británico:
“Su “producto en venra” fue una demostración de cómo el gobierno del Reino Unido podría usar una sofisticada campaña mediática de engaño masivo para inducir a los británicos con el pensamiento de que había ocurrido un accidente en una planta química y amenazaba el centro de Londres”.
Tal demostración es aún más escalofriante dados los recientes acontecimientos en Salisbury, donde el supuesto intento de asesinato del doble agente Sergei Skripal y su hija, Yulia -víctimas de un agente nervioso todavía no identificado- está siendo utilizado por el gobierno para organizar provocaciones contra Rusia. .
Una solicitud de Freedom of Information de agosto de 2016 mostró que el Ministerio de Defensa firmó un contrato de £ 40,000 con SCL para la “provisión de capacitación externa” en 2010/11 y £ 150,000 para la “adquisición del análisis de público objetivo” en 2014/15.
“Además, SCL también tiene una autorización secreta como contratista de ‘lista X’ para el MOD. Un sitio de la Lista X es un sitio comercial en suelo británico que está aprobado para contener información del gobierno del Reino Unido marcada como ‘confidencial’. Esencialmente, SCL obtuvo la luz verde para guardar los secretos del gobierno británico en sus instalaciones”.
Las revelaciones de las conexiones del ejército británico con SCL obligaron a la primera ministra Theresa May a declarar en el Parlamento el miércoles,
“Hasta donde yo sé, el gobierno no tiene contratos actuales con Cambridge Analytica o con SCL Group”.
Un portavoz admitió que el gobierno había celebrado tres contratos anteriores con SCL Group, pero dijo que estos ya habían terminado.
Según  The Guardian, en 2014 “los funcionarios del Ministerio de Defensa trabajaron con SCL Group en el ‘Project Duco’ para analizar cómo las personas interactuarían con ciertos mensajes del gobierno”.
El proyecto fue llevado a cabo por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de la Defensa (DSTL) del Ministerio de Defensa, que se centra en maximizar “el impacto de la ciencia y la tecnología para la defensa y la seguridad del Reino Unido”.
Project Duco era parte del trabajo para medir la “influencia humana y social” del gobierno, y SCL recibió un pago de £ 150,000. Evaluó cómo un Target Audience Analysis (TAA) podría “contribuir a las comunicaciones estratégicas del gobierno”.
The  Guardian ha estado a la vanguardia de la campaña sobre las noticias falsas rusas en el Reino Unido. Pero se vio obligado a reconocer que el trabajo de SCL en Project Duco y su clasificación como “lista X” probablemente suscite preocupación porque los funcionarios gubernamentales conocían las operaciones de Cambridge Analytica y SCL, y tenían la intención de utilizarlas para promover los mensajes del gobierno”.
En otras palabras, Cambridge Analytica y SCL no actuaron como representantes del estado ruso, sino más bien para secciones significativas del aparato militar y de inteligencia de los Estados Unidos y el Reino Unido. Un enlace al informe redactado sobre Project Duco está  aquí . Tenga en cuenta que los derechos de autor intelectual son propiedad del laboratorio de ciencia y tecnología del gobierno en Porton Down, a solo ocho millas de Salisbury.
Nafeez Ahmed de INSURGE elaboró ​​las conexiones entre SCL, la oficina exterior británica y “otros elementos del establishment político y financiero del Reino Unido”. Estas son tan cercanas que “el año pasado la agencia ejecutiva de Foreign Office, Wilton Park, invitó a la subsidiaria de SCL Group, SCL Elections, para hablar sobre cómo el uso de datos en las elecciones presidenciales de 2016 podría aplicarse en la agenda de política exterior y diplomática del gobierno británico”.
Los ejecutivos del Grupo SCL fueron Mark Turnbull, director administrativo de SCL Elections, y David Wilkinson, entonces científico de datos principal, quien se dirigió al FCO en febrero de 2017 sobre el tema de “examinar la aplicación de datos en las recientes elecciones presidenciales estadounidenses”.
“La reunión contó con la presencia de Jonathan Allen, entonces Director Interino de Defensa e Inteligencia del FCO. Allen es ahora el Representante Permanente Adjunto de Theresa May ante las Naciones Unidas”.
O’Hare explica que el TAA “evolucionó durante la lucha por los corazones y las mentes en Afganistán”.
Un denunciante de SCL informó que las técnicas utilizadas por el Grupo SCL han rastreado desde el TAA hasta los métodos utilizados por los militares estadounidenses y británicos en Iraq. IR.net informa que el denunciante afirma que
“Parte de esta tecnología en realidad era propiedad del Ministerio de Defensa del Reino Unido y / o las Fuerzas Armadas de los EE. UU., Y ahora no quieren que la gente sepa que era su arma lo que está actualmente en uso, siendo utilizada privadamente para manipular elecciones en todo el mundo”
SCL recibió £ 548,000 para impartir capacitación a la OTAN que incluyó la provisión de un curso de ocho semanas para su personal. Esto fue “transmitido posteriormente a los funcionarios del gobierno georgiano, ucraniano y moldavo”.
Turnbull es también director de Cambridge Analytica Political Global. Anteriormente trabajó durante 18 años en Bell Pottinger, donde O’Hare informa que encabezó “la campaña de relaciones públicas financiada por el Pentágono en el Iraq ocupado, que incluyó la producción de videos falsos de al-Qaeda”.
El Departamento de Estado de EE.UU. tiene un contrato de $ 500,000 con SLC para proporcionar “investigación y apoyo analítico en relación con nuestra misión de contrarrestar la propaganda terrorista y la desinformación en el extranjero”.
Una rama, SCL Defense, recibió $ 775,000 para “apoyar las operaciones de la OTAN en Europa del Este dirigidas a Rusia”.
O’Hare informa,
“La compañía impartió un curso de tres meses en Riga que enseñó ‘técnicas avanzadas de contrapropaganda diseñadas para ayudar a los estados miembros a evaluar y contrarrestar la propaganda de Rusia en Europa del Este’.
“El sitio web de la OTAN dijo que este entrenamiento ‘revolucionario’ ayudaría a los ucranianos a defenderse mejor contra la amenaza rusa ‘”.
SCL también ha tenido contratos con el Pentágono para operaciones psicológicas en Irán y Yemen.
Cualesquiera sean los comienzos exactos del programa TAA, la verdadera noticia que ocultan los medios oficiales es que las operaciones encubiertas y las técnicas de subversión desplegadas en las aventuras neocoloniales del imperialismo estadounidense y británico ahora se utilizan contra sus propis poblaciones nacionales.

 Julie Hyland

Fuente: World Socialist Web Site

Traducido al español por: El espía digital


El mito de la compatibilidad: familias de diseño


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El mito de la compatibilidad: familias de diseño

Luis I. Gómez Fernández

La compatibilidad es uno de los fetiches de nuestro tiempo. Todo debe ser compatible: trabajo y ocio, ganar dinero y autorrealización y, por supuesto, trabajo y familia, niños y carrera. En nuestra extenuante marcha hacia la perfecta compatibilización, no olvidamos uno de nuestros máximos deseos: no sólo debemos compatibilizarlo todo, también hemos de hacerlo desde el máximo confort, sin remordimientos de ningún tipo.
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Así es como el hombre posmoderno pretende, además, liberarse de consecuencias declaradas “non gratas”: queremos prosperidad sin impacto, movilidad sin calles, physalis sin globalización.
Aparecen los políticos y sus diseñadores sociales vendiéndonos libertad sin responsabilidad, autonomía personal con seguro a todo riesgo, pecado sin penitencia
Desafortunadamente, la vida no es nunca como queremos que sea. La razón es muy sencilla: todas las acciones tienen consecuencias. Y esto parece resultar cada vez más molesto. ¡Sería tan agradable poder “hacer” y no tener que soportar las consecuencias! Y aquí es donde aparecen los políticos y sus diseñadores sociales vendiéndonos por un puñado de votos libertad sin responsabilidad, autonomía personal con seguro a todo riesgo, pecado sin penitencia (pero mucho remordimiento).
Por otro lado, no podemos olvidar que el deseo de hacer posible lo imposible también ha sido y es motor civilizador y emancipador. Fijémonos, por ejemplo, en la introducción del arado, la rotación trienal o la invención de la máquina de vapor: estas técnicas son una expresión de la necesidad humana de poder cosechar o producir más con menos esfuerzo o menos mano de obra. Visto desde esta perspectiva, la civilización es el resultado del esfuerzo humano por hacer posible lo imposible.
El mito de la compatibilidad: familias de diseño
Por lo tanto, no hay nada de malo en seguir intentando compatibilizar cosas que hoy nos parecen imposibles: energía barata y respetuosa con el medio ambiente para miles de millones de personas, prosperidad global y naturaleza intacta, envejecer libres de enfermedades, … el desaliento, el miedo al progreso y la hostilidad hacia la tecnología son justamente expresión de aquello que en absoluto necesitamos. La humanidad solo dominará los problemas a los que se enfrenta si es capaz de seguir fomentando la acción de los científicos, técnicos e ingenieros que intentan compatibilizar cosas que hoy nos parecen irreconciliables.
El posmoderno culto a la compatibilidad es el resultado de la cultura de la comodidad, la falta de imaginación y el miedo a la realidad
Y aquí es donde nos damos de bruces con la raíz del problema: el nuevo, posmoderno culto a la compatibilidad no es expresión de una forma de pensar valiente, visionaria u optimista sobre nuestras capacidades. Es justamente lo contrario: es el resultado de la cultura de la comodidad, la falta de imaginación y el miedo a la realidad. El contemporáneo anhelo de compatibilidad absoluta no es más que la variante posmoderna de la táctica del avestruz: meter la cabeza en la arena, lanzar al aire nuestras recién descubiertas exigencias y esperar “que no pase nada”.
Un ejemplo: todos queremos energía abundante y barata, pero que no nos pongan un poste de la luz en el jardín, o una central nuclear en el vecindario, o ninguno de esos horribles molinos de viento modernos en nuestro paisaje favorito.
El mito de la compatibilidad: familias de diseño
Donde mejor podemos ver la completa desconexión con la realidad del posmoderno mito de la compatibilidad es en el ámbito de los problemas personales. Allí donde no estamos dispuestos a asumir las consecuencias de nuestras acciones, allí donde ignoramos que las decisiones personales tienen consecuencias en nuestras vidas particulares, recurrimos a la comunidad. Los otros deben ayudar en nuestro afán compatibilizador y, si no lo hacen, será únicamente porque son insolidarios, antisociales y neoliberales.
Existe una tendencia a socializar los costos de las decisiones privadas, de los estilos de vida particulares para transferirlos a la sociedad
Es posible mantener una larguísima discusión sobre si esta cosmovisión es síntoma de una progresiva infantilización de los individuos en nuestras sociedades occidentales o simplemente consecuencia directa de la decadencia asociada al bienestar alcanzado. En cualquier caso, y durante décadas, podemos observar una progresiva tendencia a socializar los costos de las decisiones privadas y los estilos de vida particulares y transferirlos a la sociedad; aquí los rescates bancarios apenas son un botón de muestra.

Los derechos de nuevo cuño: fruto de la lucha clientelista

La hiperproliferación de derechos de nuevo cuño, que no son otra cosa que el fruto de la desesperada lucha clientelista entre quienes se disputan el poder, exige el generalizado e ilimitado apoyo social y financiero. La asunción de responsabilidad no se ve ya como el producto consecuente del uso de la libertad individual, sino como su limitación.
La mayoría de nuestros contemporáneos únicamente se sienten realmente libres cuando no solo son maestros ilimitados (compatibilizados) de su biografía, sino que además pueden delegar las consecuencias de sus decisiones privadas en la sociedad, si fuese necesario. No es necesario explicar, creo, lo abyecto de la situación.
Los sabios padres de la Constitución de los Estados Unidos formularon, no sin razón, el derecho de de todo ciudadano a luchar por alcanzar su propia felicidad (pursuit of happiness). No, no se trata en absoluto de un derecho a la felicidad. Porque las personas pueden fracasar con sus elecciones de carrera, sus sueños y sus visiones. O su propio proyecto de vida puede ser difícil, complicado e incompatible con otras necesidades, preferencias y objetivos. Las personas generalmente tienen diferentes prioridades. Y en ocasiones es imposible reconciliarlas todas.
Quien quiera ser artista y vivir de su arte, difícilmente dispondrá de una paga mensual segura. Un atleta semiprofesional que quiere dedicar mucho tiempo a sus entrenamientos, debe hacerlo recortando tiempo en su profesión o su vida privada. Quienes fundan una familia, aquí tocamos uno de los puntos centrales del mito de la compatibilidad posmoderna, tendrán que estar dispuestos a renunciar a muchos otros objetivos, también en su carrera profesional.

Formar una familia implica renuncias

Los niños necesitan atención; la atención necesita tiempo. Tiempo que nos faltará para hacer otras cosas. Por lo tanto, los padres tienen que asumir pequeñas (o grandes) renuncias: en su deporte favorito, sus intereses culturales, sus reuniones con los amigos y también en su trabajo. Tener hijos, en general, es incompatible con el estilo de vida de los “niños” que anteriormente no tenían hijos. Y quien piensa en formar una familia pensando que nada va a cambiar en su vida, actúa de forma groseramente negligente. Las acciones tienen consecuencias. Siempre.
Quien piensa en formar una familia pensando que nada va a cambiar en su vida, actúa de forma negligente
No me malinterpreten: ¡Los niños son algo grandioso! Acompañarlos en su proceso de crecimiento físico, emocional e intelectual compensa todas las renuncias que inevitablemente asumimos como padres. Pero uno no debe pretender que estas renuncias no existen. Por otro lado, en ningún sitio está escrito que únicamente el proyecto de vida de la mujer sea el que tenga que “sufrir” por la aparición de los hijos.
Por lo general, fundar una familia es cosa de dos. Dos personas con dos proyectos vitales diferentes e individuales que deben llegar a acuerdos sobre los cambios y las renuncias que ambos están dispuestos a materializar para rediseñar los objetivos y los caminos del futuro: el de cada uno de ellos y el de esa nueva institución que crean: la familia. Las negociaciones han de ser duras, completas, de igual a igual, desde la consciencia de aquello a lo que se renuncia y aquello que se anhela.
Fundar una familia es cosa de dos personas, que deben llegar a acuerdos sobre las renuncias que ambos están dispuestos a materializar
La educación de los hijos es y siempre ha sido un trabajo físico y emocional difícil. Para nuestros propios padres y abuelos tal vez incluso más que para nosotros, que estamos perfectamente equipados con logros modernos como juegos infantiles, lavadoras, pediatría, … Desde siempre, “sacar a los hijos adelante” se ha considerado una parte ardua, pero normal de la vida.
Sin embargo, hoy unos cuantos vigilantes de la virtud se sirven de la idea del abrumado ciudadano, muy especialmente de la abrumada ciudadana, necesitado de medidas que permitan compatibilizar los sueños de soltería con los de la propia descendencia, vía socialización, y socavando con rotundidad los principios de responsabilidad individual y de autoridad parental.
Algunos pretenden compatibilizar los sueños de soltería con los de descendencia, socavando los principios de responsabilidad individual y de autoridad parental
Deberíamos aprender, recordar diría yo, que hay cosas que son incompatibles. Elegir un proyecto vital nuevo tiene su precio, y no le corresponde a la sociedad compensarlo. Tampoco diseñarlo. Quien quiera ser artista y vivir de su arte debería intentarlo, como quien entrena para la Maratón de Nueva York.
El mito de la compatibilidad: familias de diseño
Y quien quiera tener hijos que los tenga. Pero por favor, seamos adultos y asumamos las consecuencias de nuestras decisiones nosotros solitos. Después de todo, la felicidad que resulta de tales decisiones es algo profundamente personal, irrepetible, impagable.



Crisis 3.0 ¿Qué es una crisis capitalista?


elcapitalismonofunciona
Veamos en primer lugar lo que NO es una crisis capitalista.
1. Que haya 950 millones de hambrientos en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
2. Que haya 4.750 millones de pobres en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
3. Que haya 1.000 millones de desempleados en todo el mundo, eso no es una crisis capitalista.
4. Que más del 50% de la población mundial activa esté subempleada o trabaje en precario, eso no es una crisis capitalista.
5. Que el 45% de la población mundial no tenga acceso directo a agua potable, eso no es una crisis capitalista.
6. Que 3.000 millones de personas carezcan de acceso a servicios sanitarios mínimos, eso no es una crisis capitalista.
7. Que 113 millones de niños no tengan acceso a educación y 875 millones de adultos sigan siendo analfabetos, eso no es una crisis capitalista.
8. Que 12 millones de niños mueran todos los años a causa de enfermedades curables, eso no es una crisis capitalista.
9. Que 13 millones de personas mueran cada año en el mundo debido al deterioro del medio ambiente y al cambio climático, eso no es una crisis capitalista.
10. Que 16.306 especies están en peligro de extinción, entre ellas la cuarta parte de los mamíferos, no es una crisis capitalista.
Todo esto ocurría antes de la crisis.
jorge-lizama-cybermedios-capitalismo-3.0
¿Qué es, pues, una crisis capitalista? ¿Cuándo empieza una puta crisis capitalista?

RESPUESTA: Hablamos de crisis capitalista cuando matar de hambre a 950 millones de personas, mantener en la pobreza a 4700 millones, condenar al desempleo o la precariedad al 80% del planeta, dejar sin agua al 45% de la población mundial y al 50% sin servicios sanitarios, derretir los polos, denegar auxilio a los niños y acabar con los árboles y los osos, ya no es suficientemente rentable para 1.000 empresas multinacionales y para 2 millones y medio de millonarios…

FUENTE: Ecomunidades, Miguel Valencia, diciembre 2011
Nota: La imagen la retomé del original y altamente crítico cómic:  Bienvenido al mundo. Enciclopedia Universal Clismón de Miguel Brieva, 2007

Si esto sucediera en Alabama habría un alboroto, en Israel es la norma


rebelion.org

 Si esto sucediera en Alabama habría un alboroto, en Israel es la norma




¿Cómo describirías una ciudad blanca en un estado sureño de los Estados Unidos que congela la licitación por parcelas en un nuevo vecindario porque correría el riesgo de permitir que los negros se mudaran? ¿Racista?
¿Qué pensarías del alcalde de la ciudad por afirmar que la decisión fue tomada con el interés de preservar el "carácter blanco" de su comunidad? ¿Que es un fanático?
¿Y cómo calificarías la política del Estado en el que se encontrase esta ciudad si impusiera una segregación casi total entre blancos y negros, formando un gueto para la población negra? ¿Apartheid o tal vez leyes Jim Crow?
Seguimos, sustituye la palabra "blanco" por "judío" y así se describe lo que acaba de ocurrir en Kfar Vradim, un pequeño pueblo de 6.000 residentes en la Galilea, en el norte de Israel. Aún más inquietante, la política de Kfar Vradim no se puede juzgar aisladamente. Es un reflejo de como se ha estructurado la sociedad israelí intencionalmente durante décadas.
La segregación como norma
La segregación residencial entre ciudadanos judíos y no judíos es la norma en Israel. En realidad es un hecho de la vida tan establecido que apenas se comenta. Hay muchos cientos de comunidades rurales que controlan casi todas las tierras de Israel que son exclusivamente judías y lo han sido desde que Israel fue creado hace 70 años.
Así que uno podría casi compadecerse del alcalde de Kfar Vradim, Sivan Yechiel, cuando provocó la condena la semana pasada por su decisión de congelar la construcción de un nuevo vecindario de más de 2.000 casas, con la intención de duplicar el tamaño de su ciudad. Se descubrió que en la primera ronda de licitaciones más de la mitad de las ofertas más altas para parcelas fueron hechas por ciudadanos palestinos, no por judíos.
La minoría palestina de Israel, un quinto de su población, es el resto del pueblo palestino que fue expulsado de su patria -en su mayoría en 1948- durante lo que los palestinos llaman Nakba, la palabra árabe que significa "catástrofe".
Según Israel y sus partidarios, los ciudadanos palestinos disfrutan de derechos plenos e iguales con los ciudadanos judíos, a diferencia de los palestinos en los territorios ocupados, que viven bajo el gobierno militar. Pero la realidad, que se oculta cuidadosamente a los extraños, es muy diferente.
La decisión de Kfar Vradim ilumina brevemente la fea realidad de lo que significa el Estado judío. Proporciona el contexto para entender el Land Day -Día de la Tierra (N. de T.)- cuyo aniversario es esta semana y señala el día de 1976 cuando las fuerzas de seguridad israelíes mataron a seis ciudadanos palestinos desarmados mientras la minoría realizaba una huelga general para protestar contra la continua confiscación de sus tierras.
Kfar Vradim y docenas de comunidades judías más se crearon en respuesta al Día de la Tierra, explícitamente para "judaizar Galilea". La tradición del racismo que inspiró el establecimiento de Kfar Vradim es simplemente honrada y preservada hoy por Yechiel.
Es por eso que Adalah, un grupo jurídico para la minoría palestina de Israel, acusó al alcalde de estar "motivado por el racismo". Y por lo que Jamal Zahalka, un miembro palestino del Parlamento de Israel, lamentó la política de "apartheid" de Kfar Vradim.
Liberal y "racista"
Dicho esto, Kfar Vradim está lejos de la comunidad intolerante y autoritaria que uno podría imaginar a partir de estas críticas. Tres cuartas partes de sus residentes votaron por los partidos de izquierda y centro izquierda en las últimas elecciones de Israel. Han resistido decisivamente a la tendencia ultranacionalista que ha mantenido a Benjamin Netanyahu y la extrema derecha en el poder durante casi una década.
No obstante, en un debate en Facebook entre los residentes de Kfar Vradim sobre la licitación, muchos expresaron su preocupación. Un intermediario inmobiliario local, Nati Sheinfeld, advirtió de que era hora de "despertar" ante la amenaza de que los palestinos se hicieran con la comunidad.
Yechiel defendió la decisión de congelar el nuevo vecindario sobre la base de que se le encomendó mantener Kfar Vradim "sionista y judío". En una aclaración adicional dijo que presionaría al Gobierno para que brinde a su comunidad soluciones de vivienda que no perturben sus "balances demográficos" actuales, en otras palabras, soluciones que excluyan a los ciudadanos palestinos.
No a vecinos árabes
De hecho la respuesta del alcalde de Kfar Vradim fue completamente típica. Ha habido una avalancha de historias similares en los últimos años. Ciudades cercanas en Galilea como Nazareth Ilit, Karmiel, Afula, Nofit, Tzfat y Nahariya han estado batallando para prohibir la entrada de ciudadanos palestinos con diversos grados de éxito.
En encuestas recientes la mitad de los judíos israelíes confiesa que no quieren que los "árabes" sean sus vecinos. La realidad, como ilustra Kfar Vradim, es que en la práctica muchos más concuerdan con esta manera de pensar. Como observó el comentarista de Haaretz David Rosenberg, casi con seguridad muchos encuestados "estaban demasiado avergonzados para decir al encuestador lo que realmente piensan".
La oposición a tener palestinos como vecinos no se basa en cuestiones de seguridad o económicas. Los ciudadanos palestinos han demostrado ser una minoría en gran parte pacífica, aunque muy marginada. Y aquellos que pueden permitirse mudarse a las comunidades judías, especialmente Kfar Vradim, una de las más ricas del país, son los más exitosos entre la minoría palestina. Son personas de negocios y profesionales como doctores, abogados, ingenieros y arquitectos.
Arraigado en el sionismo
Entonces, ¿por qué Kfar Vradim está decidido a muerte a no permitirles entrar? La respuesta requiere un análisis histórico de cómo Israel se ha estructurado y organizado como un Estado judío. De hecho la política de Kfar Vradim está profundamente enraizada en una ideología, el sionismo, cuyos valores no son cuestionados por casi ninguno de los judíos israelíes.
Los fundadores de Israel, hombres como David Ben Gurion, eran europeos del este que se veían a sí mismos como comunistas o socialistas. Antes de la creación de Israel, bajo el patrocinio británico, establecieron colectivos agrícolas pioneros como el kibbutz y el moshav.
Pero en el espíritu del sionismo se aseguraron de que estas comunidades fueran todas exclusivamente judías. Estuvieron allí para "judaizar" la tierra a través del "trabajo hebreo". Los líderes del sionismo creían firmemente que, mediante el trabajo físico, los judíos podían transformar tanto la tierra -haciendo que el desierto floreciera- como a sí mismos, convirtiéndose en un volk o pueblo fuerte y autosuficiente.
Pero hubo un corolario importante. La judaización despojaría al pueblo palestino de la tierra de la que dependía como granjero, mientras que la mano de obra hebrea les negaría un empleo alternativo en lo que se convertiría en una economía exclusivamente judía. Era una forma de colonialismo agresivo.
Tierra nacionalizada para judíos
Después de la Nakba y la expulsión de la mayoría de la población palestina, el nuevo Estado de Israel no abandonó estas políticas y adoptó una noción cívica inclusiva de ciudadanía, la base de la democracia liberal, pero amplió e intensificó el proyecto de judaización.
A menudo los observadores extranjeros se mostraban encantados con la idea del kibbutz socialista y el tipo de política progresista y transformadora que supuestamente encarnaba. Pasaron por alto el hecho de que todo esto se estaba construyendo sobre la exclusión racista de los palestinos nativos.
Las tierras de los refugiados palestinos fueron expropiadas -al igual que la mayoría de las tierras pertenecientes a la minoría de palestinos que lograron permanecer en Israel y que finalmente recibieron la ciudadanía- y ha sido el disparador de los eventos del Día de la Tierra que se conmemoran esta semana.
Más tarde Israel "nacionalizó" casi la totalidad de su territorio, el 93 por ciento, manteniéndolo colectivamente en fideicomiso para el pueblo judío de todo el mundo, no para los ciudadanos israelíes.
Como resultado, los ciudadanos palestinos fueron acorralados en unas 120 comunidades palestinas, en poco más del 2 por ciento del territorio israelí. Estas comunidades palestinas languidecen en los estratos socioeconómicos más bajos de Israel.
Atrapados en guetos
En las últimas décadas las comunidades palestinas han llegado a un hacinamiento masivo porque Israel se niega a liberar tierras para su expansión sin crear una nueva comunidad palestina desde 1948.
Como resultado, miles de familias palestinas se han visto obligadas a construir viviendas ilegalmente y ahora viven con la amenaza permanente de la demolición colgando sobre sus cabezas.
Esto no es solo por negligencia. Los funcionarios israelíes tienen una metodología y un objetivo en mente poco diferentes de los que se aplican cerca, en los territorios ocupados.
El objetivo era hacer que la minoría palestina fuera pobre e internamente dividida: como los niños que juegan a las sillas tendrían que pelear por los recursos cada vez más escasos.
En la desesperación algunos optan por colaborar o convertirse en informantes a cambio de un alivio parcial de su angustia. Una sociedad débil y dependiente como esta sería incapaz de reclamar sus derechos. Y en última instancia los funcionarios israelíes esperaban que creciera la desesperación de los ciudadanos palestinos y decidieran emigrar.
Comités de investigación
Pero también existía el peligro de que los palestinos más ricos y exitosos pudieran huir de sus guetos no dejando Israel sino buscando hogares en comunidades judías e intentando integrarse. Eso violaba los impulsos más profundos de un Estado judío sionista.
No fue difícil cerrar la puerta de la mayoría de las comunidades. Los cientos de aldeas rurales que controlan la mayoría de las "tierras nacionales" de Israel establecieron comités de admisión. Su trabajo consistía en investigar a los solicitantes y excluir a los ciudadanos palestinos. Eso fue parte integral de su misión de "judaización".
Hasta el día de hoy cientos de comunidades colectivas impiden el acceso, argumentando que los ciudadanos palestinos son "socialmente inadecuados". La endeble lógica -a la que ha recurrido ahora el alcalde de Kfar Vradim- ha sido que es vital para estas comunidades preservar un carácter judío y sionista.
Pero fue más complicado usar esa argucia legal para excluir a los ciudadanos palestinos de los pueblos y ciudades.
Algunas ciudades en Israel se denominan engañosamente "mixtas", donde un pequeño número de familias palestinas sobrevivió a la limpieza étnica de 1948. Por lo general viven en barrios separados, marginados de la principal ciudad judía. La segregación en estas áreas ha tomado una forma diferente.
Pero tanto en ciudades comunes como en las mixtas Israel no podía argumentar fácilmente que los comités de admisión eran necesarios para detener la integración y proteger el carácter especial judío de la vida de la ciudad. Hacerlo se arriesgaba a parecer demasiado obvio, como el apartheid en Sudáfrica.
Liberación de la escasez de tierras
Durante la mayor parte de la historia de Israel se mantuvieron la segregación y la exclusión en los pueblos y ciudades, sin embargo la economía de libre mercado y una planificación cuidadosa fueron suficientes para mantener a raya a los palestinos.
La gran mayoría de los judíos israelíes crecen como ardientes sionistas y sostienen que la "judaización", que convierte el territorio en judío, es un valor supremo. No había carteles que decían "árabes no", pero pocos estaban dispuestos a vender sus casas a ciudadanos palestinos, especialmente cuando podían encontrar un comprador judío.
Y pocos ciudadanos palestinos podían comprar casas en las ciudades judías de todos modos. Además no había escuelas que enseñaran en árabe a sus hijos, los trabajos eran escasos y los prejuicios abundaban. Era una perspectiva que pocos ciudadanos palestinos contemplaban. Hasta hace poco.
La escasez de tierra en las comunidades palestinas de Israel se ha intensificado -el hacinamiento, la falta de servicios e infraestructura, la ausencia de espacios verdes y la mala calidad de las escuelas gubernamentales para la minoría palestina- desde los eventos del Día de la Tierra.
Mientras tanto, en un mundo cada vez más globalizado, los ciudadanos palestinos están mucho menos dispuestos a continuar viviendo en sus comunidades segregadas. Tienen aspiraciones a una mejor calidad de vida para sus hijos y están cada vez más "occidentalizados": valoran la independencia personal por sobre la protección ofrecida por vivir cerca de la familia extendida.
Todos estos factores se combinaron para impulsar a aquellos con buenos empleos y altos salarios a liberarse de sus guetos palestinos y buscar soluciones de vivienda en las comunidades judías.
En primera línea
La primera línea de esta batalla por los derechos a la vivienda es Galilea, donde los ciudadanos palestinos constituyen la mitad de la población. Por esta razón, en los primeros años del Estado, Ben Gurion priorizó una campaña oficial para "judaizar Galilea", construyendo comunidades judías en tierras confiscadas a los palestinos para contenerlos y privarlos de espacio para una futura expansión.
El mismo Kfar Vradim se estableció en 1984 en una parte de las tierras de la vecina ciudad palestina de Tarshiha. Como en otras comunidades judías, muchos de sus residentes creen, de acuerdo con la filosofía de Ben Gurion, que son el principal baluarte contra la "toma de posesión árabe" de Galilea.
Pero Kfar Vradim se ha encontrado indefenso frente a una primera ola de profesionales palestinos que esperan vivir el sueño que ven vivir a sus vecinos judíos disfrutando a sus expensas. Ya un puñado de familias palestinas ha logrado mudarse. Yechiel y otros residentes están preocupados de que esto pronto se convierta en una inundación en la medida en que busca expandirse.
Kfar Vradim carece de un comité de admisiones que habría resuelto su problema. Y las recientes sentencias de los tribunales israelíes también han atado sus manos: en la mayoría de los casos los pueblos y ciudades deben incluir a todos los ciudadanos en el proceso de licitación para nuevos proyectos de vivienda.
Detener una afluencia árabe
Por el momento el número de familias palestinas que pueden pagar y quieren mudarse a las ciudades judías es pequeño. Pero está creciendo, e incluso estos pequeños números son demasiados para la mayoría de las comunidades judías.
Yechiel puede negarse a las soluciones adoptadas por algunas ciudades judías vecinas.
Por ejemplo Nazaret Ilit, que se construyó en las tierras de Nazaret, la ciudad palestina más grande de Israel, ha intentado detener la afluencia de palestinos planificando un gran barrio judío ultraortodoxo.
Los tribunales han hecho una excepción que permite licitaciones restrictivas en el caso de judíos religiosos para que puedan vivir en comunidades autónomas. Los líderes de Nazaret Ilit parecen estar esperando que una fuerte presencia ultraortodoxa, con altas tasas de natalidad y actitudes intolerantes, pueda disuadir a más palestinos de mudarse.
Pero es probable que este enfoque sea considerado un paso demasiado extremo para los residentes muy laicos y ricos de Kfar Vradim.
En cambio Yechiel puede esperar contar con un remedio legal. En 2016 un tribunal de distrito falló a favor del municipio de Afula después de que bloqueó a 48 familias palestinas que habían ganado licitaciones de vivienda. Los legisladores palestinos calificaron la decisión del tribunal de "vergonzosa" y "racista".
Búsqueda de soluciones permanentes
Pero el alcalde de Kfar Vradim también está apelando al Gobierno para que ayude a diseñar una solución más permanente. No le pueden decepcionar.
La Organización Sionista Mundial, una organización internacional que goza de estatus cuasi gubernamental en Israel, anunció el verano pasado que estaba reviviendo la campaña de judaización de Ben Gurion. Se está preparando para establecer varias comunidades nuevas, exclusivamente judías.
Y este mes un comité parlamentario israelí aprobó el borrador final de una nueva legislación: la Ley Básica: Israel como Estado-nación del pueblo judío. Dará respaldo constitucional a la creación de comunidades "compuestas por personas de la misma fe o nacionalidad para mantener una comunidad exclusiva". En la práctica, esta medida está diseñada solo para ayudar a la fe y nacionalidad judías.
Estos movimientos se producen mientras Israel se prepara para demoler el próximo mes Umm al-Hiran, un pueblo beduino en el Negev, que será reemplazado por una comunidad exclusivamente judía, Hiran. Los estatutos de Hiran le dan derecho a admitir como residentes solo a aquellos "que observan la Torá y los mandamientos según los valores judíos ortodoxos".
Los residentes ricos y liberales de Kfar Vradim no son una aberración por querer mantener a raya a sus conciudadanos palestinos. Son los auténticos herederos de una tradición sionista que ha arraigado un sistema de gobierno de apartheid en Israel durante más de 70 años.
Ben Gurion y los fundadores de Israel estarían orgullosos de Kfar Vradim.
Fuente: https://www.jonathan-cook.net/2018-03-29/alabama-israel-apartheid/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.

La "teoría del loco": Nixon, Trump y Bolton


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 La "teoría del loco": Nixon, Trump y Bolton

 

 


Al principio de su presidencia Richard Nixon dijo a su jefe de gabinete Bob Haldeman que su estrategia secreta para poner fin a la guerra de Vietnam era utilizar la amenaza de usar armas nucleares. Nixon creía que la amenaza de utilizar armas nucleares del presidente Eisenhower en 1953 permitió un rápido fin de la Guerra de Corea, y tenía previsto utilizar el mismo principio de amenazar con la máxima utilización de fuerza. Nixon la llamó la “teoría del loco,” cuyo objetivo era conseguir que los norvietnamitas “crean... que estoy dispuesto a todo para parar con la guerra”.
Irónicamente Daniel Ellsberg, que como se sabe filtró los Papeles del Pentágono, puede haber sido quién en sus conferencias en 1959 en el seminario de Henry Kissinger en Harvard presentó por primera vez la teoría del uso político consciente de las amenazas militares irracionales. Ellsberg llamó a la teoría el “uso político de la locura”, y señaló que cualquier amenaza extrema sería más creíble si la persona que amenaza es percibida como no totalmente racional. Ellsberg no podía imaginar que alguna vez un presidente estadounidense considerase la posibilidad de utilizar una estrategia de este tipo, pero creía que el comportamiento irracional podría ser una herramienta útil de negociación.
Es de destacar que Kissinger, que se convirtió en asesor de seguridad nacional de Nixon diez años más tarde, dijese que “aprendí más de Dan Ellsberg que de cualquier otra persona sobre negociación”. Y en su libro “Las armas nucleares y la política exterior”, abogó por una “estrategia de la ambigüedad”en cualquier discusión sobre el uso de armas nucleares tácticas. Los escritos de Kissinger en la década de 1950, por otra parte, sugieren que la “teoría del loco" de Nixon era una versión de la tesis de Kissinger de que el poder no es tal sino se está dispuesto a utilizarlo.
Por supuesto, no se utilizaron armas nucleares en Vietnam, pero la guerra secreta en Camboya y los bombardeos masivos en Vietnam fueron diseñados para obligar a Hanoi a hacer concesiones a los Estados Unidos. Estas tácticas no arrancaron concesiones a Hanoi y no restringieron la capacidad operacional de las fuerzas de Vietnam del Norte, pero a Kissinger le encantaba “jugar a los bombardeos” junto con su ayudante militar, general Alexander Haig. Le apasionaba seguir la campaña de bombardeos aéreos y navales y exigía estar al día dude los informes de inteligencia sobre sus consecuencias. Kissinger y Nixon creían en la lógica de la escalada, aunque los resultados indicasen su futilidad y fracaso.
Avancemos ahora varias décadas hasta la situación actual. Los Estados Unidos tiene un presidente autoritario que se siente atraído por el poder y se ha rodeado de consejeros pelotas. Recientemente, Trump ha nombrado como nueva directora de la CIA a Gina Haspel, que fue clave en el uso de torturas y abusos sádicos en las prisiones secretas. Ha nombrado a un nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo, que defiende el uso de la tortura y los malos tratos, y apoya un cambio de régimen en Irán y Corea del Norte. Y ahora, el nuevo asesor de seguridad nacional, John Bolton ha recomendado asimismo el uso de la fuerza y un cambio de régimen en Irán y Corea del Norte.
El año pasado se han acumulado múltiples evidencias de que Donald Trump no es apto para servir como comandante en jefe. Es un hedonista extremo y desenfrenado al que no le importan las consecuencias de sus acciones. Su estilo de vida personal, sus políticas de personal, sus diatribas en Twitter, y sus acciones políticas apuntan a un ególatra que excluye cualquier tipo de preocupación. Trump no es un teórico, no estamos hablando de una utilización de la “táctica del loco”. Más bien, lo que tenemos es un presidente que de verdad está “loco” que ha designado a otro “loco” para dirigir su Consejo de Seguridad Nacional.
La idea de Trump y Bolton discutiendo de seguridad nacional y el uso de la fuerza en la Casa Blanca es simplemente aterradora. Ambos han demostrado ser impulsivos y explosivos hasta la megalomanía. Los biógrafos de Nixon lo describieron como una persona aguda y analítica, con una memoria notable. Los biógrafos de Trump apuntan a señales peligrosas de irritabilidad y agresividad, así como a una tendencia a una conducta engañosa en su vida personal y profesional. Bolton es más extremista que Trump.
Tanto Trump como Bolton se han visto envueltos en discusiones irresponsables sobre las armas nucleares. Trump contó a unos entrevistadores que no tiene sentido tener armas nucleares si no se está dispuesto a usarlas. Bolton sigue defendiendo el uso de la fuerza en Irak, y esta a favor de usarla contra Irán y Corea del Norte. Bolton jugó un papel clave en la politización de inteligencia para justificar la guerra de Irak y, como embajador ante la ONU, manipuló inteligencia para hacer declaraciones falsas en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad con respecto a Siria y Cuba.
Dos secretarios de Estado, Colin Powell y Rex Tillerson, se negaron a aceptar a Bolton como secretario de estado adjunto debido a sus puntos de vista extremistas y su trató brutal de sus subordinados. Es interesante que Bolton ya haya descrito su trabajo como asesor de seguridad nacional como levantar una barrera para que la burocracia no bloquee las decisiones del presidente. Una de las tareas principales del asesor de seguridad nacional es ser un intermediario honesto, que presente diferentes puntos de vistas al presidente. Esto claramente no es el modus operandi de Bolton.
Nuestra democracia depende en gran medida de que los ciudadanos tengan confianza en el sentido común y la sensibilidad de nuestros dirigentes. En un mundo que parece estar fuera de control, simplemente no es posible tener fe en la toma de decisiones de nuestra dirección actual. La utilización de la “teoría del loco” en la política internacional es un tema discutible, pero la idea de tener locos auténticos en posiciones de poder es aterradora. En el momento de su disolución en 1991, los líderes de la Unión Soviética ya no eran creíbles para sus ciudadanos. El aumento del cinismo de los estadounidenses y de sus líderes de opinión cambiará la naturaleza de nuestra democracia.
Melvin A. Goodman. Investigador principal del Center for International Policy y profesor de la Universidad Johns Hopkins. Antiguo analista de la CIA, Goodman es autor de Failure of Intelligence: The Decline and Fall of the CIA, National Insecurity: The Cost of American Militarism, y de Whistleblower at the CIA: An Insider’s Account of the Politics of Intelligence. Actualmente prepara la edición de American Carnage: Donald Trump’s War on Intelligence.
Fuente: http://www.counterpunch.org/2018/03/26/the-mad-man-theory-nixon-trump-and-bolton/
Traducción de Enrique García para Sin Permiso: http://www.sinpermiso.info/textos/la-teoria-del-loco-nixontrump-y-bolton

¿Por qué Vietnam sigue siendo importante?


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 ¿Por qué Vietnam sigue siendo importante? 

 


¿Fue Khe Sanh una victoria o una derrota?  

Foto: Lawrence J. Sullivan | CC BY 2.0  
Matthew Stevenson, en exclusiva para CounterPunch, ha viajado desde Hài Phòng y Hanoi, en lo que antes era Vietnam del Norte, hasta las tierras altas centrales y Ciudad Ho Chi Minh, la antigua Saigón, en búsqueda de los vestigios de la guerra de EE. UU. en Vietnam. Esta es la V Parte de una de serie de ocho (Véase: I Parte , II Parte , III Parte , IV Parte ).  
Asedio de Khe Sanh, 1968.- Khe Sanh se halla al sur de la Zona Desmilitarizada, en lo que constituía la esquina noroeste de Vietnam del Sur, cerca de la frontera con Laos. Se puede llegar allí desde Hue.
Desde la Calle sin Alegría, hice que el taxi me llevara a través de Le Thuy, un pueblo costero donde los franceses lanzaron en 1953 la Operación Camargue, que finalizó con un desembarco de lanchas, al igual que en Normandía. Doce años después, los marines estadounidenses se harían eco del teatral amerizaje con un grupo similar de desembarco en Danang (descendiendo por la costa durante varias horas), aunque ninguna de esas misiones impresionó mucho al Viet Cong, que acechaba en las dunas que se extienden desde las playas hasta la autopista 1.
Ni los soldados franceses ni los marines estadounidenses nunca pudieron pacificar los matorrales que se extendían a lo largo de la Calle sin Alegría, porque la mayoría de los pueblos y aldeas de la zona, incluyendo Lai Ha, donde mataron a Fall, se asemejan a pequeñas fortalezas insulares que flotan en un mar interior plagado de diques y arrozales.
No puedo imaginar siquiera que las patrullas más fuertemente armadas de cualquier ejército invasor quisieran enredarse con el Viet Minh en los remotos caminos de la jungla de esas aldeas, razón por la cual se mantenían pegadas a las carreteras (que, a su vez, eran blanco de minas y morteros).
El puente entre el norte y el sur
Desde la costa sur de la ciudad de Quang Tri, el taxista se dirigió hacia el puente de Hien Luong, que en otra época separaba Vietnam del Norte de Vietnam del Sur, especialmente después de la Conferencia de Ginebra de 1954, que de forma temporal partió el país a lo largo del paralelo 17.
Al mismo tiempo, los estadounidenses, ayudados por su Marina, orquestaban el reasentamiento de miles de refugiados (incluidos muchos católicos) que habían decidido huir hacia Vietnam del Sur en vez de continuar viviendo en el agnóstico Norte. Fue precisamente ese puente el que atravesaron muchos refugiados (tanto de Vietnam del Norte como del Sur) buscando nuevos mundos.
Finalmente, un total de unos 800.000 vietnamitas abandonaron el Norte, muchos de ellos de religión católica romana, a quienes sus sacerdotes advertían: “La Virgen María se ha trasladado al Sur, ¿y tú vas a ser menos?”.
La ironía de la partición, según Loren Baritz en Backfire: A History of How American Culture Led Us into Vietnam and Made Us Fight the Way We Did , es que sirvió para alinear el naciente país en el Norte con dos enemigos de EE. UU. Baritz relata: “Esa línea puso el vientre de Vietnam del Norte en manos de la República Popular China, mientras su cabeza permanecía con Moscú”. (El fin de la guerra de Corea permitió también que muchas armas fabricadas en China se enviaran a Vietnam del Norte.)
Según los términos de la Conferencia de Ginebra de 1954, Vietnam del Norte y Vietnam del Sur debían celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias en 1956, pero ni el presidente Dwight Eisenhower ni su secretario de Estado, John Foster Dulles, vieron razón alguna para permitir que el norte comunista ganara en las urnas.
Una vez aplazadas las elecciones, el paralelo 17 se reforzó convirtiéndose en una frontera internacional, similar al paralelo 38 que dividió Corea del Norte y Corea del Sur tras la tregua de 1953. Pero ninguna línea en la arena (en Vietnam, el suelo es más pantanoso) tuvo su origen en frontera o división histórica algunas reconocibles.
El puente peatonal, pintado la mitad en amarillo y la mitad en azul, permanece como parte de un memorial a la reunificación de Vietnam, aunque hasta donde puedo decir, son sólo turistas occidentales los que se acercan al lugar.
Es una especie de Vía Crucis de sus excursiones sobre la guerra a partir de Hue, que incluye algunos túneles de la Zona Desmilitarizada, la base de marines en Khe Sanh, la Colina de la Hamburguesa y el almuerzo en un café que vende sopa y Kit Kats al comercio turístico.
La línea McNamara
Quizá el legado más extraño en la Zona Desmilitarizada sea lo que se llamó la Línea McNamara, una creación del secretario de defensa Robert McNamara. Durante el apogeo de la guerra de Vietnam, harto de los infiltrados del Norte que cruzaban la ZDM, a McNamara se le ocurrió la idea de limpiar una franja de una milla de ancho a través de la ZDM y controlar el desfiladero con una línea de sensores electrónicos (algunos de los cuales se exhiben aún en los museos locales).
En teoría, cuando la infantería del EVN cruzara ese corte, los estadounidenses utilizarían helicópteros de combate o artillería para acabar con ellos. La Línea McNamara oscureció un problema mayor en el esfuerzo de guerra estadounidense: que ni los ejércitos de los EE. UU. ni los vietnamitas del sur tenían suficientes hombres para derrotar las armas combinadas del EVN y sus afiliados locales en el Viet Cong.
Desde el mar del sur de China hasta la frontera con Laos, la ZDM tiene alrededor de 80 kms. de ancho, aunque gran parte del paisaje, especialmente en el oeste, está compuesto por altas colinas y montañas rugosas, no muy diferentes de la descripción de Daniel Boone sobre Kentucky: “una tierra oscura y maldita”.
Aunque se hubieran alineado todos los 550.000 soldados estadounidenses en Vietnam siguiendo el perímetro sur de la ZDM, no hubieran podido impedir que el EVN pasara al sur. Para complicar aún más las cosas, muchas de las incursiones venían del oeste, a lo largo de las Rutas Ho Chi Ming que rodeaban la ZDM y que se dirigían hacia el sur a través de Laos y Camboya, ninguna de ellas incluida en el alcance los sensores de McNamara.
Todo lo que los estadounidenses pudieron hacer en la ZDM fue establecer bases de combate artillero sobre las colinas estratégicas, y desde aquellos picos aislados –tenían nombres como Campo Carrikk y el Montón de Rocas-, lanzaban cohetes y patrullas con la vaga esperanza de que así podrían ralentizar la invasión del Sur.
Por desgracia, las bases de combate no fueron más barrera ante la invasión de lo que fue la Línea Maginot en la primavera de 1940, cuando los alemanes sobrepasaron la frontera francesa.
Los marines toman posiciones
La base de combate más famosa cercana a la ZDM era la de Khe Sanh, que en 1967-68 fue testigo de algunos de los combates más duros de la guerra de Vietnam. Khe Sanh es el nombre de una ciudad en el borde occidental del país, justo al sur de la ZDM.
La base estadounidense que había allí tenía capacidad para que aterrizaran enormes aviones de transporte y helicópteros, y tenía también como misión proteger la carretera 9, que iba del este al oeste, desde la costa hacia Laos.
Aunque la analogía no es muy exacta, la presencia estadounidense en Khe Sanh y las batallas en las colinas circundantes, se hicieron eco de determinados aspectos de la batalla que los franceses mantuvieron en 1954 para mantener su puesto de avanzada estratégico en Dien Bien Phu.
Khe Sanh era un campamento solitario que durante lo peor de los combates se quedó aislado de las líneas de suministro y sólo pudo recibir refuerzos desde el aire.
En la historia de la guerra, Neil Sheehan describe como el comandante estadounidense en Vietnam, el general William Westmoreland, albergaba algunas de las mismas fantasías que los franceses tenían en Dien Bien Phu. Escribe:
Como Westmoreland relató, Krulak [un general de marines] entendió que su principal motivo para enviar marines a Khe Sanh era la esperanza en que una base de marines aislada en las montañas atrajera a miles de soldados norvietnamitas que, presumiblemente, podían ser pulverizados por la potencia de fuego de EE. UU.
Los combates para defender Khe Sanh fueron los más desesperados de la guerra, aunque varios meses después de luchar contra los ataques del EVN (en el verano de 1968), el sucesor de Westmoreland, Creighton Abrams, decidió abandonar esa base, una retirada que simbolizó en gran medida la confusión estadounidense sobre los objetivos de la guerra.
La ruta 9 a Khe Sanh
Esta era mi segunda visita a Khe Sanh. Desde mi primer viaje en 2016, había leído varios relatos sobre los combates, incluyendo dos memorias del Cuerpo de Marines de las luchas a muerte para mantener las líneas en las colinas de los alrededores.
Ni en mis libros ni en mis visitas a los campos de batalla pude decidir nada sobre una de las preguntas más interesantes de la guerra de Vietnam: ¿Fueron los ataques contra Khe Sanh durante la ofensiva Tet de 1968 un señuelo destinado a desviar los recursos estadounidenses a un rincón distante del país; o intentaba el general Giap en Khe Sanh repetir sus grandes éxitos contra los franceses en Dien Bien Phu, y, al hacerlo así, confiaba en aniquilar a los estadounidenses en una trampa mortal que estaba muy alejada de todos los centros de población?
Para cualquiera de los marines que defendieron Khe Sanh y las bases artilleras que lo rodeaban, los ataques del EVN contra las líneas estadounidenses eran parte de “uno muy grande”. Gregg Jones, en su historia de la batalla en Last Stand at Khe Sanh: The U.S. Marines’ Finest Hour in Vietnam , sostiene que los ataques eran parte de una campaña más importante contra los campamentos vulnerables de EE. UU. Escribe:
Es probable que nunca sepamos con certeza la verdad sobre los objetivos de los norvietnamitas, pero el compromiso de Giap con tres divisiones reforzadas en la fase inicial de la campaña de Khe Sanh fue realmente algo más de lo necesario para una estratagema eficaz.
Otra de las razones de que Khe Sanh fuera un suceso fundamental en la guerra de Vietnam es que se extendía a horcajadas de uno de los caminos principales de la Ruta Ho Chi Minh, que en años recientes se ha convertido en una vía interestatal a través de las tierras altas, completada con rampas de salida, zonas de descanso y puentes colgantes, si bien algo primitivos.
Aunque Giap no hubiera querido desviar a tantos de sus hombres hacia las selvas de los alrededores de Khe Sanh, no tuvo más opción que atacar la base de combate si quería mantener los suministros de las tropas que luchaban más al sur, y Giap, al igual que Dwight Eisenhower, fue un general bien conocido como intendente de cinco estrellas.
Incluso un alto dirigente del Viet Cong pensó que se trataba de una batalla importante. En A Viet Cong Memoir , Truong Nhu Tang relata las dificultades de renovar la ofensiva en los primeros años de la década de 1970: “Lo que pudiera sucederle a las principales fuerzas de las divisiones del norte bajo la trituradora del poder aéreo estadounidense era una incógnita. Ciertamente, Khe Sanh no fue un precedente alentador”.
¿Fue Khe Sanh un episodio secundario?
Entre quienes han argumentado en contra de Khe Sanh como batalla crucial figuran los historiadores-periodistas Howard Simpson y Neil Sheehan; ambos llegaron a la conclusión de que Khe Sanh fue una argucia para desviar la atención de los comandantes estadounidenses, cuando no del presidente, del objetivo de la Ofensiva Tet, que pretendía asestar un duro golpe en las zonas urbanas y poner fin a la guerra.
En su accesible historia Dien Bien Phu: The Epic Battle America Forgot , Simpson, que sirvió muchos años en Vietnam como diplomático y corresponsal extranjero, sostiene que Khe Sanh no fue sino una repetición de la batalla anterior que condenó a los franceses. Escribe:
No hubo equivalentes de Dien Bien Phu durante la guerra de EE. UU., aunque el presidente Lyndon B. Johnson, el general William Westmoreland y otros percibieron erróneamente una repetición de la batalla en Khe Sanh a principios de 1968. Pero esta batalla fue una maniobra de distracción de Giap, destinada a alejar a las fuerzas estadounidenses de las ciudades costeras para que él pudiera lanzar la ofensiva Tet. Sabía que los estadounidenses y los franceses eran diferentes y que carecía de la fuerza necesaria para desafiar el poderío abrumador de EE. UU. en una única confrontación.
Ni hay duda tampoco de que tanto Westmorland como Lyndon Johnson estaban obsesionados con mantener Khe Sanh, aunque se mostraran reacios a comprometer más batallones de marines estadounidenses en su defensa. (Apoyándoles estaban la artillería y los bombardeos en alfombra, a los que se convocaba en cuanto localizaban alguna concentración de soldados del EVN.)
Irónicamente, una de las unidades presentes en Khe Sanh fue el primer batallón, noveno de marines, con el que Bernard Fall patrullaba cuando le mataron. Fue también durante el asedio a Khe Sanh cuando Fall, en la historia recientemente publicada de Dien Bien Phu, titulada Hell In a Very Small Place , consiguió su amplio número de lectores. (Puede que leerlo les parezca complicado y largo, pero el esfuerzo merece la pena).
No hay duda de que si los ataques contra Khe Sanh fueron una estratagema, tanto Westmoreland como Johnson mordieron el anzuelo. Westmoreland dijo enfáticamente en una de sus reuniones de comando: “No, repito, NO van a derrotarnos en Khe Sanh”. En numerosas ocasiones tuvo que hacer las mismas representaciones ante el presidente Johnson (a quien le gustaba suplicar a sus asesores: “¡No quiero ningún maldito Din-Bin-Fu! [Dien Bien Phu]).
Las mesas de arena de Lyndon Johnson
LBJ llegó hasta instalar en la Casa Blanca una réplica del paisaje que rodeaba Khe Sanh, para poder seguir mejor los informes sobre su destino. (Johson tampoco hizo sugerencias tácticas durante la guerra de Vietnam. Después de todo, le gustaba alardear sobre la guerra aérea de que sus generales “no pueden bombardear ni un cagadero sin pedirme permiso primero”.)
En su biografía de John Paul Vann y la experiencia estadounidense en Vietnam, Neil Sheehan plantea repetidamente que Khe Sanh fue una estratagema, parte de la guerra psicológica contra los estadounidenses que se distraían con tanta facilidad. Escribe en varios fragmentos:
- Khe Sanh fue el mayor señuelo de la guerra. Los comunistas vietnamitas no tenían la intención de organizar allí un segundo Dien Bien Phu. El objetivo del asedio era William Westmoreland, no la guarnición de marines. El asedio fue un ardid para distraer a Westmoreland mientras se preparaba el golpe real.
- Para dar un giro decisivo a la guerra en su favor, tenían que lograr un golpe maestro que tuviera el efecto de romper la voluntad de los estadounidenses, del mismo modo que Dien Bien Phu lo había conseguido con los franceses. El golpe maestro fue Tet, 1968.
- Khe Sanh fue de los pocos lugares en Vietnam del Sur donde, a excepción de más bombardeos miserables, no estaba sucediendo nada.
Sheehan incluye también esta cita de un general de marines. Escribe:
La opinión de los generales de marines respecto a la creencia de poseer Khe Sanh no había cambiado desde que Lowell English, el asistente del comandante de la 3ª división de marines en 1966, observó: “Cuando estás en Khe Sanh, no estás realmente en ningún lugar”.
En su historia Tet! The Turning Point in the Vietnam War , Don Oberdorfer escribe: “Khe Sanh fue un lugar en Vietnam donde no hubo un gran ataque en Tet”.
Ese fragmento se hace eco de una memoria escrita por mi amigo, el novelista Larry Heinemann, quien dijo tras un viaje de posguerra a Hanoi, cuando se reunió con el general Giap:
Comprendió bastante bien que los vietnamitas ganarían una guerra de desgaste, aunque les llevara una generación o más. Estaba perfectamente dispuesto, por ejemplo, a dejar que el general Westmoreland pensara que el ataque de los norvietnamitas a Khe Sanh era un gran problema cuando ciertamente no lo era; en 1968, como en 1971, 1973 y 1975, había peces más grandes que freír. Él casi se retiró después de la reunificación, tras haber sido un soldado en guerra durante más de treinta años.
¿Quién ganó en Khe Sanh?
Mi propia conclusión, basada únicamente en las dos visitas que hice a Khe Sanh y en las lecturas sobre los combates, es que Giap nunca iniciaba una batalla que no tuviera posibilidades de ganar, y que consideró que los marines que había en Khe Sanh eran pan comido (sobre una prolongada línea a ninguna parte en una jungla remota).
Si a costa de una batalla notable podía asegurar un desvío importante en la Ruta Ho Chi Minh, y al hacerlo así rodear las líneas estadounidenses a lo largo de la ZDM, esa era una apuesta que merecía la pena plantear, aunque la respuesta viniera de los bombardeos estadounidenses. (Por parafrasear lo que el general Jean-Baptiste Kléber dijo de Bonaparte, Giap “era una clase de general que necesitaba 10.000 hombres al mes”.)
Uno de los biógrafos de Giap, Cecil B. Currey, escribe: “Los occidentales han criticado en ocasiones a Giap por intentar repetir su éxito de Dien Bien Phu en Khe Sanh. Si esto fue realmente así, ¿quién podría culparle por querer repetir una victoria tan sorprendente?”. Pero añade: “El objetivo de Giap era mayor que Khe Sanh; era toda la República de Vietnam”. 
En su libro sobre Khe Sanh, el periodista Gregg Jones pregunta:
“¿Quién ganó? ¿Quién perdió? ¿Fue el general Westmoreland engañado por su nemesis norvietnamita, el general Vo Nguyen Giap? ¿Estaban dispuestos los norvietnamitas a hacerse con Khe Sanh o estaban tratando de alejar a las fuerzas estadounidenses de las zonas urbanas antes de la Ofensiva Tet? ¿Fue Khe Sanh un ‘fiasco’ estadounidense, como concluyó el periodista Stanley Karnow ?”.
Jones continúa:
Los comentarios del general Giap sobre Khe Sanh a la periodista italiana Oriana Fallaci son exactamente los que cabía esperar. “Oh, no”, se le citó diciendo. “Khe Sanh no intentaba ser, ni podía haber sido, otro Dien Bien Phu. Khe Sanh no era importante para nosotros. O sólo en cuanto que era importante para los estadounidenses; en efecto, en Khe Sanh su prestigio estaba en juego”…
Tal y como están las cosas, el caso de Khe Sanh como golpe de gracia norvietnamita programado es circunstancial. Pero también lo es la opinión interesada del general Giap y sus lugartenientes de que nunca intentaron apoderarse del baluarte estadounidense.
Como resultó, tanto Tet como Khe Sanh fueron victorias militares para los estadounidenses, aunque derrotas políticas.
Khe Sanh hoy en día
Khe Sanh es hoy, parafraseando al poeta inglés de la I Guerra Mundial Rupert Brooke, un “rincón remoto de un campo extranjero” que, en mi opinión, será “estadounidense para siempre”.
Aunque envueltos a menudo por una niebla opresiva, todavía son visibles los contornos del perímetro de la base y, aparcados cerca de la vieja pista, hay varios aviones estadounidenses capturados, includos los restos descomunales de un avión de transporte C-130 y varios helicópteros.
En el lugar hay un pequeño museo, aunque las dos veces que estuve allí estuve solo. Por las razones que sean, los vietnamitas no muestran mucho interés en Khe Sanh, aunque unos cuantos hombres de la tribu Bru merodeaban por el lugar confiando en poder vender a los visitantes chapas para perros, fragmentos de metralla y refrescos de naranja.
Por lo demás, Khe San es tan sombrío como la casa de Usher de Edgar Allan Poe: “Una atmósfera sin afinidad con el aire del cielo, que apestaba a causa de los árboles en descomposición y los muros grises y el silente lago de montaña; un vapor pestilente y místico, aguado, aletargado, apenas perceptible y de tonos plomizos”.
Cazando fantasmas en la Colina 881 en Vietnam del Sur
Desde la base de combate, conduzco unos ocho kilómetros al noroeste, en dirección a la Colina 881, escenario de algunos de los combates más duros durante el asedio. Sobre esa colina, el capitán William Dabney estaba al mando de la I compañía, 3º batallón, 26º de marines durante la peor de las luchas, en la cual oleadas de atacantes del EVN intentaron arrasar la base. La compañía de Dabney mantuvo sus líneas, aunque sufrió bajas y necesitó del apoyo de los B-52.
A su vez, los vietnamitas se deslizarían cerca de las líneas estadounidenses en la cima de la colina, con la esperanza de que su proximidad limitaría la respuesta de los bombarderos y artillería estadounidenses. Como en una muralla medieval, los hombres de Dabney tuvieron que defenderse con armas de fuego pequeñas, granadas de mano y fuego de mortero.
Muchas de las imágenes que tenemos del asedio de Khe Sanh, de marines luchando cuerpo a cuerpo para defender una base en lo alto de una colina rocosa, proceden de puestos de avanzada como Colina la 881 Sur. Jones escribe sobre el inspirador liderazgo de Dabney:
Una cosa no había cambiado: la moral era alta, un tributo a la difícil operación dirigida por Dabney. Los hombres se mantenían ocupados, trabajando en trincheras, búnkeres y madrigueras cuando era demasiado peligroso ir a la parte superior, comprobando la alambrada o realizando otras tareas cuando estaba nublado o con niebla para proteger a sus actividades.
A veces, podía imaginar bien que Dabney, allá en lo alto de aquella colina solitaria, debía haber pensado que estaba cazando fantasmas, los suyos y los del enemigo. (En la vida civil, era yerno del condecorado y legendario Lewis “Chesty” Puller, del cuerpo de marines, para quien las guerras estadounidenses habían sido una especie de kindergarten, a pesar de las muchas bajas sufridas por los hombres bajo su mando.) Una historia sobre el cuerpo de marines escribe de su inconclusa conclusión:
El valor desenfadado, la determinación tranquila y el humor macabro de los hombres en la Colina 881 Sur ejemplificaron el espíritu de los defensores estadounidenses y sudvietnamitas, que no sólo desafiaron al enemigo sino que, en lucha clásica de 77 días, lo destruyeron. Al mismo tiempo, la lucha en torno a la aislada base de combate desencadenó una apasionada controversia en EE. UU y, por lo tanto, la batalla precisa de un escrutinio minucioso.
Reflexionando después sobre el sacrificio de los marines, muchos de los cuales lucharon cerca de la ZDM y en las colinas de los alrededores de Khe Sanh, Neil Sheehan escribió:
En esta guerra murieron 14.691 marines, tres veces más de los que habían muerto en Corea, una pérdida cuantiosa de vidas, una pérdida que pesó mucho más que los 24.511 marines perdidos durante la II Guerra Mundial. Pero el general Brute Krulak [estrecho colaborador del presidente Kennedy] debía saber, antes de que hubieran muerto la mayoría de estos marines en Vietnam, que todos ellos iban a morir en vano.
Por mucho que me hubiera gustado ver la Colina 881, su perfil apareció en una cordillera lejana, uno de los muchos picos en lo que resulta ser un paisaje petrificado marcado, incluso ahora, por la desolación creada por el Agente Naranja.
Piensen en las montañas Allegheny en el oeste de Pensilvania, elevadas y claustrofóbicas; el telón de fondo, al igual que Vietnam, para aquel juego fatal de la ruleta rusa en la película “El cazador”.
Tierra de nadie
Pasada la colina 558, que está cerca de la carretera de dos carriles, mi conductor empezó a inquietarse por lo tarde que era ya y por el hecho de que estábamos fuera incluso de la transitada ruta de Ho. Tampoco pensaba que más adelante fuéramos a encontrar nada digno de verse en un paisaje tan sombrío, aunque en aquel momento nos habíamos sacudido ya la niebla y podíamos ver las colinas de los alrededores que, en la lucha por Khe Sanh –utilizando la analogía de la batalla de Gettysburg- habían sido una especie de Little Round Tops .
Estaba claro que mi conductor nunca había leído la conclusión de 1968 sobre la batalla que se publicó en el periódico Washington Star. Se decía en ella:
Seguramente, Khe Sanh será un tema controvertido durante mucho tiempo, pero hay algo que es indiscutible: Se ha ganado un lugar importante en la historia de la guerra de Vietnam como ejemplo inspirador del valor estadounidense y aliado. En realidad, puede que un día se juzgue la victoria sobre el asedio como un punto de inflexión decisivo que finalmente sirvió para convencer al enemigo de que podía ganar.
Uno de los fragmentos más tristes que encontré en mis viajes y en mis lecturas aparece en los recuerdos sobre Khe Sanh de Michael Archer A Patch of Ground . Escribe de la ceremonia de entrega de medalla al que era el comandante de marines durante el asedio: 
Creo que la ceremonia en la Casa Blanca para el coronel Lownds fue programada para ocultar la decisión del Pentágono de abandonar la Base de Combate Khe Sanh. Sin embargo, parecía que sólo se magnificaba el problema. Si Khe Sanh hubiera sido tan vital para la defensa de Vietnam del Sur, justificando un derramamiento de sangre tan enorme, ¿por qué no lo fue? Alabar ceremoniosamente los grandes sacrificios hechos en Khe Sanh, mientras que al mismo tiempo se entregaba al enemigo, fue una contradicción que para muchos de nosotros resultaba difícil de aceptar .
Con demasiada frecuencia, en una guerra dominada en gran parte por los recuentos de cadáveres, los soldados y marines estadounidenses luchaban salvajemente por un claro en la jungla o una colina remota; luego, un día, una semana o un mes más tarde, recibían la orden de retirarse y volver a sus barracones. Los casacas rojas británicos lucharon en la guerra revolucionaria estadounidense con las mismas tácticas (y resultados).
Baritz escribe en Backfire:
Los reclutas odiaban los combates sangrientos para poder tomar una base de combate, con la consiguiente pérdida de amigos durante los mismos, y que después les ordenaran abandonar esa base para ir a combatir o a patrullar por otros lugares… Un soldado lo expresó de esta forma: “No tomamos tierra alguna. Ni la restituímos. Sólo mutilamos cuerpos”.
Recorriendo Khe Sanh en medio de la plomiza niebla, me vino a la memoria un fragmento de la excelente colección de historias de la guerra de Vietnam de Marc Levy How Stevie Nearly Lost the War and Other Postwar Stories . En él figura el siguiente diálogo:
VA [siglas en inglés de la Administración de Veteranos] Shrink: ¿Estuviste en Vietnam?
Veterano de Vietnam: Sí.
VA Shrink: ¿Cuándo estuviste?
Veterano de Vietnam: La pasada noche.
Antes de que el coche diera la vuelta para dirigirse de nuevo hacia Hue, me contenté con unas cuantas fotografías de las distantes colinas, aunque esas fotos no iban añadir nada al debate sobre si Khe Sanh fue una victoria o una derrota.
Por el momento, este rincón de un campo extranjero es una afligida tierra de nadie o, como Brooke escribe en “The Soldier”: “Bañada por los ríos, bendecida por los soles de casa”.
Matthew Stevenson es redactor colaborador de Harper’s Magazine y autor de varios libros, el más reciente de ellos Reading the Rails . Su próximo libro es Appalachia Spring. Vive en Suiza.
 
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y  como fuente de la misma.