viernes, 3 de febrero de 2017

China, el Gran Juego y el globalismo


China, el Gran Juego y el globalismo




Alexander Dugin


Trump se aleja de la geopolítica clásica fundada en la confrontación entre la Tierra y el Mar. Es en este marco que descansó el Gran Juego entre Rusia y Gran Bretaña en el siglo XIX, así como esencialmente toda la geopolítica del siglo XX, desde Mackinder a la Guerra Fría, hasta la globalización puramente atlantista y unipolar que la administración estadounidense ha venido desarrollando hasta el último minuto.

Esto significa que el factor China está cambiando su estatus geopolítico. El comienzo de la Perestroika china en la década de 1980 estuvo marcado por una visita a Pekín de una delegación de la Comisión Tripartita, que incluía a Brzezinski y Kissinger.

Su tarea consistía en separar a China de la URSS de una vez por todas, incluyéndola en el sistema capitalista global, rodeando a Eurasia, y cerrando el anillo de anaconda a lo largo de la zona costera. Posteriormente, según los planes de globalistas tales como Brzezinski y Kissinger, que formaron el Consejo de Relaciones Exteriores y el prototipo Trilateral de Gobierno Mundial, la URSS se disolvería pronto. De hecho, la rama rusa de la Comisión Trilateral, el Instituto Gvishiani de Análisis de Sistemas Aplicados, cuya tarea consistía en romper la URSS desde adentro, figuraba en los documentos de la Comisión Trilateral sobre la cuestión china. Chubais, Gaidar y Berezovsky vinieron todos de aquí, y cumplieron lo que tenían asignado. Pero todo comenzó con China.

¿Por qué? Porque China cayó bajo la tutela del Gobierno Mundial. Después del tiroteo contra los manifestantes democráticos en la plaza de Tiananmen, la respuesta de los Estados Unidos fue la indignación, que no fue seguida por ningún otro paso. China, como se suponía, estaba comprometida con el sistema de globalización, y éste era el objetivo principal. No es nada personal, diría Kissinger, sólo diplomacia. Los estándares dobles han sido aceptados desde hace mucho tiempo e incluso se han convertido en la norma obligatoria.

De ahí el milagro chino, la combinación de dos tipos de totalitarismo: el marxismo en la política y el liberalismo en la economía. Cero democratización, pero tanto capitalismo como se desee.

China aprovechó esto y creció sustancialmente. Pero como los globalistas actuaban estrictamente de acuerdo con los libros de texto clásicos de geopolítica, China seguía siendo nada más que una zona costera. El principal enemigo, la amenaza y el peligro se mantuvo en Rusia, el Heartland euroasiático. Así es como las cosas han continuado hasta Trump.

Pero en su campaña electoral, Trump esencialmente decidió abandonar la geopolítica. Tal vez no conozca la geopolítica, o tal vez no crea en ella. Pero esto no es tan importante, ya que la ha rechazado. Tiempo. Y esto, francamente hablando, es lo que tenemos entre manos.

El desmantelamiento de la China artificialmente apoyada por el Gobierno Mundial globalista se desprende lógicamente del anti-globalismo de Trump. Él mira las cosas claramente: un país comunista totalitario con una población masiva está desafiando los intereses estadounidenses en el Pacífico, amenaza con anexionar Taiwan, ha inundado los Estados Unidos con basura barata, roba la alta tecnología tan pronto como pone los ojos en ella, y está haciendo todo esto con éxito. El desafío de China es voluminoso y formidable, y las tasas de crecimiento económico de China representan un reto para los Estados Unidos. En este contexto, Rusia, con su pobre economía, es relegada a un problema de segunda fila. Esto no significa que vaya a haber políticas pro-rusas directas - no las habrá, porque Trump es un patriota y un realista. Pero esto significa que Trump va a ir seriamente a por China. Esto es suficiente para mantenerlo ocupado durante su presidencia.

Ciertamente tenemos que aprovechar esto. Esto no significa que debamos abandonar nuestra asociación con China y aferrarnos a Trump. Esto no es digno de una gran potencia. Pero el conflicto chino-americano simplemente no es nuestro negocio. Si la atención de Washington se centra en el Lejano Oriente, entonces tendremos la oportunidad de resolver rápidamente nuestros asuntos en el Medio Oriente y, lo que es más importante, en el espacio eurasiático. Si Trump ignora la geopolítica, entonces no prestará demasiada atención a esto. Por lo menos, eso espero.

Por cierto, sobre China: No creo que todo esté bien con la ideología en China. Hay claramente una crisis del Mandato del Cielo que Mao recibiera una vez. Detrás de la fachada de ostentoso éxito, la sociedad china se dirige hacia la crisis. Pero, una vez más, esto es sólo asunto chino.

EL COLECTIVO TERRORISTA ISIS (Daesh) PROTESTA POR LOS DECRETOS ANTIMUSULMANES DE TRUMP


EL COLECTIVO TERRORISTA ISIS (Daesh) PROTESTA POR LOS DECRETOS ANTIMUSULMANES DE TRUMP


Los simpatizantes y militantes de la organización terrorista Estado Islámico han reaccionado con enojo ante la orden ejecutiva firmada la semana pasada por el presidente de EE.UU., Donald Trump, que regula el flujo de inmigrantes y refugiados procedentes de Oriente Medio, informa el portal ‘Breitbart Jerusalen’.


La publicación asegura haber tenido acceso a un chat en grupo en el servicio de mensajería cifrada Telagram, donde los islamistas han mostrado su disconformidad por las nuevas disposiciones de Washington.
“Ese fracasado nazi piensa que al impedir que los musulmanes entren a EE.UU. evitará que los muyahidines (aquellos que hacen la yihad) ataquen su país. ¿No entiende que su país explotará? Cuando eso suceda, entrará en pánico y retrocederá en sus políticas de odio al islam”, señala un usuario de esa aplicación y simpatizante del EI.
Afirman que las decisiones tomadas por Trump “…arrastrarán a EE.UU. y a sus aliados a una guerra entre sí, que será provocada por los muyahidines y que se aprovecharán de ello”.
“Los enfrentamientos con los afroamericanos que comenzaron con Obama se repetirán, pero esta vez de una forma mucho más amplia entre los estadounidenses. Los musulmanes se aprovecharán de esos enfrentamientos para atacar en el corazón del país infiel”, asegura partidario del grupo terrorista.
Suspensión de entrada a EE.UU.
Entre las medidas para reducir el flujo de inmigrantes y refugiados, decretado por Trump establece que:
A partir del 27 de enero y durante los próximos 120 días queda suspendido el programa de admisión de todos los refugiados.
La entrada de los refugiados sirios queda suspendida indefinidamente.
Durante 90 días queda suspendida la llegada de inmigrantes provenientes de siete países con mayoría musulmana: Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.
Pasado este tiempo, se limitará a 50.000 el número de refugiados a admitir durante 2017 (en vez de los 110.000 que estableció aceptar Barack Obama).
Tendrán prioridad de entrada los refugiados de minorías religiosas perseguidas en los países musulmanes, especialmente cristianos sirios.

https://actualidad.rt.com/actualidad/229884-ei-enfadado-prohibicion-musulmana-trump

Occidente contra occidente (1ª parte)


Occidente contra occidente (1ª parte)



Federico Gastón Addisi

La quiebra de valores con la consecuente “desaparición” de la ciencia axiológica en nuestra cultura occidental hace trascendental develar si la misma es aún reflejo de la cosmovisión católica, como antaño lo fuere, o si por el contrario, se ha producido un divorcio difícil de subsanar.

Y si de valores hablamos resulta evidente contrastar lo que la modernidad entiende por ellos con lo que desde nuestra óptica realmente resulta valorable. Y en este ejercicio intelectual, que obliga a una introspección en el plano espiritual, aparecen claramente las causas y consecuencias que distanciaron al hombre moderno de su parte espiritual, trascendental, en definitiva, de Dios mismo.

Y si como afirmamos, el hombre es la composición de cuerpo y alma, es vital entender por qué y cómo éste, para los cenáculos de la ideología imperante, se ha vuelto sólo materia.

Así está planteada la interpelación, que suponemos, de acuciante actualidad y fundamental importancia, iniciamos este ensayo que no busca agotar un tema que nos supera, sino introducir al lector en una aproximación al mismo.

Creemos que lo que ocurre en la modernidad y por ende, en el hombre que en ella se expresa es un profundo problema espiritual. Y si decimos esto, desde ya que situamos, fundamentalmente, el presente estudio en lo filosófico-teológico. Y el enfoque teológico, católico, nos fue llevando en el desarrollo del trabajo a la filosofía perenne que lo sustenta. Los clásicos, la patrística, la escolástica, y allí el enlace con la Antropología Filosófica. La decadencia que ya se nos presenta como evidente, tiene su correlato en hechos concretos, puesto que la ética modernista en la que el relativismo es bandera es reflejo de esta sociedad de la inmanencia, el hedonismo y materialismo.

A esta degradación del “ser” nos fue arrastrando lo que hoy se conoce como Occidente. ¿Pero es así realmente? Para desmadejar el asunto tenemos que definir el objeto de estudio. Por lo tanto: ¿Qué es Occidente?

En una primera aproximación, citamos al filósofo Alberto Buela que sostiene: “Posee según nuestro criterio, los rasgos fundamentales siguientes:

a- El indo europeo como sustrato lingüístico fundamental irrecusable. Y aunque quiere verse allí cierto matiz oriental, ha sido, en definitiva Occidente que le ha dado el carácter operatorio.

b- La noción de ser aportada por la filosofía griega, que como se ha podido con justeza afirmar “el problema de ser-en el sentido” ¿Qué es el ser? Es el menos natural de todos los problemas…aquel que las tradiciones no occidentales jamás presintieron ni barruntaron.

c- La concepción del ser humano como persona, esto es como un “ser moral libre” como gustaba definirla Max Scheller. Este concepto conjuntamente con aquel de la propiedad privada, como el espacio de expresión de la voluntad libre según la definición de Hegel, son el núcleo de una antropología que nos ha llegado directamente del Imperio Romano a través de su concepción jurídica.

d- El Dios uno y trino, personal y redentor, como el aporte más propio del cristianismo.

e- La instrumentación de la razón humana como poder científico y tecnológico que ha dado hasta el presente la primacía a Occidente sobre Oriente”.

En la misma línea, podemos tomar una segunda definición, quizás más clara que la primera, extraída del eminente filósofo y pensador del nacionalismo católico argentino, nos referimos a Jordán Bruno Genta - asesinado por la guerrilla marxista del ERP en la década del 70-, quien señalaba los elementos constitutivos de Occidente: “Occidente es aquello que se nutre de tres grandes fuentes. Lo heredado a través de España, la cristiandad, la filosofía clásica de Platón, Sócrates y Aristóteles, cristianizada –si se permite el término- por la patrística y la escolástica, en particular por San Agustín y Santo Tomas, y es finalmente, el derecho romano”. Sin embargo, conviene insistir en que el emérito profesor se refería a los constitutivos; esto es, aquellos elementos que hicieron a Occidente, pero a nuestro criterio, Reforma Protestante mediante, ya no son los mismos que priman hoy día.

Trump y las mariposas


Trump y las mariposas


“Le obligarán a sacar bandera blanca y de nuevo conseguirán que triunfe la vida sobre La Tierra”, escribe Domingo Sanz.



Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. FOTO: G. SKIDMORE.






redaccion@lamarea.com




DOMINGO SANZ // Andábamos los humanos tan entretenidos jugando a cómo era posible que el batir de las alas de un lepidóptero en un punto del planeta pudiera provocar un temporal en sus antípodas, cuando llega un millonario, elegido por el uno por ciento de los más desquiciados de todos nosotros, y decide romper la baraja fusilando mariposas contra los paredones e implantando un huracán de amenazas a la velocidad de ciento cuarenta caracteres por segundo.

En el supuesto de que tras unas cuantas semanas como la última siga amaneciendo, imagino que el próximo mes de septiembre regresará el ejército anual de bellas monarcas de oriente migrando desde Canadá hacia los bosques de pinos y oyameles de México. De repente, encontrarán un muro donde antes había cielo y libertad y regresarán todas, enfadadas y en formación militar, a pedir explicaciones al nuevo habitante de la Casa Blanca.

Al llegar, entrarán nocturnas por la ventana de su dormitorio eligiendo el sueño de una resaca tras la borrachera de crueldades firmadas unas horas antes. Levantarán sus sábanas, atravesarán su pijama con tacto mínimo e invadirán suaves hasta el rincón más pequeño y oculto del cuerpo del gran Donald, tapizándolo de colores como si fuera uno cualquiera de los árboles que cada año adornan para nuestras miradas. Entonces, todas de acuerdo y en el mismo instante, descargarán millones de cosquillas, le obligarán a sacar bandera blanca y de nuevo conseguirán que triunfe la vida sobre La Tierra.

EL F.M.I. EXIGE A GRECIA QUE SE ARRUINE ANTES DEL 20 DE FEBRERO

EL F.M.I. EXIGE A GRECIA QUE SE ARRUINE ANTES DEL 20 DE FEBRERO

 

 

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha exigido al gobierno de Grecia que los acuerdos en las negociaciones se terminen antes del 20 de febrero, fecha para la que se prevé una reunión de los ministros de Finanzas de la Eurozona.

 

 

 

Ahora es el pueblo contra las élites


Ahora es el pueblo contra las élites


James George Jatras


Obviamente, Trump está amenazando al poder establecido democrático liberal o al denominado poder establecido republicano conservador. Este es el mismo objeto que quiere cambiar. Él comprende a las élites de ambos partidos como algo más o menos similar entre sí.

Realmente no es cuestión de Demócratas o Republicanos, de izquierda o derecha, sino del pueblo contra el poder establecido (‘establishment’).

Creo que él quiere intentar mejorar las vidas de toda la gente en este país (EEUU). Cómo él dijo, para cada ciudad desde Detroit a Nebraska.

Donald Trump se fijó una tarea muy difícil y ha de cumplir lo prometido en estas cosas: Traer de vuelta los trabajos a nuestro país, él ha de traer la producción a nuestro país.

Creo que es realmente importante también el modo en que habló sobre nuestra relación con el resto de mundo. Porque él no quiere luchar con el pueblo, quiere lo que es mejor para nosotros. Él entiende que los demás países están buscando lo que es mejor para ellos. No hay nada malo en ello, eso es lo que él espera. No queremos decirle a la gente de otros países cómo vivir, qué es herejía – no puedes decir cosas como estas en los EEUU.

Así pues, veremos. Mi preocupación no solamente es él pueda realizar partes de su programa, sino cuánta de esta retórica estará reflejada en las iniciativas de políticas reales. Y supongo que lo veremos avanzando muy rápido.

Ciudadanos del mundo rechazados


Ciudadanos del mundo rechazados




Gerson de la Rosa


La globalización a través de sus bocinas, los medios de comunicación y los seudo-intelectuales, vendieron la idea del ciudadano del mundo. Muchos se lo creyeron. Bajaron la guardia ante las iniquidades económicas y sociales, sobre todo en los países subdesarrollados. Allí creció de forma vertiginosa la brecha entre pobres y ricos.

Sin referente ideológico, con valores elásticos, y las ONGs en el terreno, creando el espejismo de paladines de los derechos fundamentales y sustitutas de los partidos; se crearon las bases para la desesperanza. El neoliberalismo y la globalización se convirtieron en los únicos caminos visibles. Sólo los más hábiles, individuos otrora de vanguardias y aquellos encontrados en las cúspides económicas, están conforme con el rumbo impuesto.

Expoliadas las riquezas naturales de los países más pobres, con el concurso de las burguesías nacionales, las principales empresas multinacionales extractivas y otros grandes inversores, dejan solo contaminación, desolación y miserias. La imposibilidad de articulación de proyectos reivindicativos empuja a grandes cantidades de individuos a ciclópeas aventuras migratorias desde Centroamérica y el Caribe, vía terrestre y marítima, en tren o a pies, cruzando zonas muy áridas o adentrándose en el golfo de México o desafiando al bravío Canal de la Mona en el Mar Caribe hasta Estados Unidos. Hacia Europa, atravesando el inhóspito desierto de Sahara luego, en frágiles embarcaciones aventurándose, hasta las orillas europeas del mar romano.

Siempre buscando el bienestar negado en sus países, los ciudadanos de los países económicamente subdesarrollados enfilan rumbo hacia la comida, los servicios; ¿y, por qué no?, a entregarse en plenitud al consumo. Por todos los medios nos dicen que somos iguales, tenemos derechos y somos de donde nos encontramos o está nuestro corazón; somos ciudadanos del mundo. No existen barreras infranqueables para alcanzar los objetivos impuestos por las necesidades perentorias. La concentración de las riquezas en cada vez menos manos, y las políticas de desestabilización, como las revoluciones de colores que impone Estados Unidos, y la rica Europa, amenazan sus propias existencia, por las impredecibles consecuencias derivadas de éstas.

La llegada de las manos de obras que necesita una economía pujante es asimilable. Pero, cuando esta inmigración supera la necesidad, es forzosa, y está compuesta de individuos de poca valía, o ninguna para el aparato productivo, la situación se torna doblemente preocupante. Todavía esperamos las protestas de los ciudadanos del primer mundo, por los desmanes, abusos y tropelías de sus autoridades en los países de han generado tantos migrantes. Es fácil, sin acudir a las causas que provocan esa situación para los habitantes originario del Norte desarrollado, quejarse por las migraciones y los actos terroristas que se suscitan en sus países y esferas de movimiento. Cuando esto sucede lejos de ellos y los afectados, son otros, poco les importa.

A pocos les gusta desarrollar sus vidas, lejos o fuera del lugar en que les siembran los ombligos. Viajar por placer es magnífico. Casi siempre los turistas solo ven las mieles de los lugares a los que van. Los migrantes, sobre todo los económicos, suelen conocer las partes oscuras, las animadversiones, los desprecios, las descargas de frustraciones sobre ellos; de las partes más perversas y sufridas de las sociedades donde van. De todo hay en “la viña del Señor”, como reza una máxima; donde las migraciones presionan hacia la baja el nivel de vida y los empleos; se forjan acusaciones ridículas, grotescas y risibles contra estos visitantes. Con esto se busca sacar a los intrusos que allí llegan. En algunos lugares se agreden físicamente a esos extranjeros.

La desestabilización de Irak, Libia, Siria, y buena parte de África, Europa del Este, y otros lugares, genera graves crisis humanitarias. La ambición de los más ricos y poderosos para adueñarse, o controlar las zonas, rutas, y los recursos energéticos; es la culpable del despertar de los fundamentalismos occidentales e islámicos. La prensa occidental, dueña y control de los principales medios de comunicación y, “muchas veces de las noticias”, mantiene un filtro dictatorial en la entrega de éstas a la población. La cómoda posición de ciega credibilidad y la pereza en cuestionar, o cuestionarse, ante lo que se lee, o es escuchado, les ha dado un poder inaudito a las grandes cadenas noticiosas. Estas tienen en su haber el defender los intereses de los más ricos y privilegiados. La creación de confusión en torno a las causas que generan las actuales migraciones, es tarea principalísima de estos medios.

Los europeos y norteamericanos enfrascados en sus zonas de confort, son incapaces de entender la posibilidad de amor de los migrantes perturbadores de su paz, por sus lugares de origen. Las actitudes groseras, diciéndoles que se marchen a sus países, contracta con la depredación de sus inversionistas en los lugares de los cuales proceden sus desafortunados visitantes. Esto deja ver la ignorancia y el desconocimiento histórico de buenas partes de estas sociedades que se jactan de su desarrollo, modernidad, tolerancia, respetuosidad de los derechos humanos, y ser demócratas. La necesaria simbiosis entre las sociedades, las cuales están en la cumbre del desarrollo, y con sus niveles de vida, atraen a los pobres; y, en aquellas donde sus pobladores viven muchas veces en las más abyectas indigencias, se rompe, ocasionando los problemas de incomprensión y convivencias dificultosas.

A las cabezas inquietas, ante las avalanchas de migrantes a Europa, les genera suspicacia los actos terroristas. Los lugares, los momentos y la repetición de los mismos errores de los malvados, hacen pensar en “acciones de falsas banderas”. Las presiones en la Comunidad Europea para que cada país asuma una cuota de migrantes es negada, por la estigmatización hacia la población con rasgos característicos de las poblaciones de Medio Oriente y África. Según la prensa, detrás de cada rostro de esos no europeos, hay un terrorista, alguien que vino a hacer daño. En cambio, los dirigentes e inversionistas en los países de origen de estos despreciados, son salvadores, generadores de empleos y modernizadores de los agrestes, salvajes lugares, y personas.

De forma premeditada, se ven creando sentimientos adversos entre los grupos llamados a convivir, por lo menos, un período de tiempo. De parte de los nativos, animadversiones hacia los extraños se generan. De estos, resentimientos, por las vejaciones y ser tratados como ciudadanos de última se fomentan Unos y otros son utilizados. En este punto se rompe la globalización de las manos de obras. Cada cual debe vivir en su espacio, pero las riquezas ha de estar regionalmente mejor distribuida. para evitar situaciones como la actual.

Las migraciones, y los abusos que vienen con ellas aparejadas, empezarán a ceder cuando la palabra democracia deje de ser una espada que solo pende sobre las formas y estilos de vida de las sociedades más pobres, como en favor de los negocios e iniquidades de las más desarrolladas. También, cuando verdaderamente se respeten las diferencias, riquezas culturales e idiosincrasia, como bien de todos. Contribuirá a eso, la comprensión de que la riqueza debe ser para dignificar al hombre, y no al revés.

Alertar sobre Trump, porque el nazismo no comenzó en Auschwitz










Alertar sobre Trump, porque el nazismo no comenzó en Auschwitz



Donald Trump no es Adolf Hitler. Pero alertar sobre los elementos coincidentes que propician la conformación de los totalitarismos es necesario y responsable.








Antonio Maestre

redaccion@lamarea.com

 

MADRID// La llegada al poder de Donald Trump ha puesto de moda el texto de referencia sobre la formación de los totalitarismos de Hanna Arendt, que es, junto con 1984 de George Orwell, uno de los libros más vendidos en EEUU para encontrar respuestas a la situación actual. La conformación de los totalitarismos tiene unas características comunes de las que aprender para alertar cuando se producen, sin que para ello sea necesario decir que Donald Trump es Adolf Hitler. Escribía Augusto Assía en sus Crónicas de Berlín (La Vanguardia, 24 de febrero de 1933) sobre las primeras medidas adoptadas por Hitler al llegar al poder: “La represión de Hitler-Papen-Hugenberg no comienza con mucha más imaginación ni con más nuevos recursos o métodos que han comenzado todas las reacciones de nuestro tiempo”.

Cuando se establecen analogías entre periodos históricos distintos siempre se está cometiendo un error si no se produce un enorme ejercicio de contextualización. Más aún cuando la analogía se establece con el régimen más criminal del siglo XX. El genocidio perpetrado a cabo por Adolf Hitler y sus fieles pervierte la visión de cualquiera al establecer comparaciones. Pero es precisamente por la barbarie extrema que perpetró el Reich alemán por lo que es necesario hacer sonar todas las alarmas cuando exista el riesgo de que se conforme un Estado totalitario con el poder suficiente para establecer un reino de terror. Que podrá ir en una dirección o en otra y sin alcanzar las cuotas de salvajismo de anteriores; pero que con sus actitudes advierte de las consecuencias gravísimas que pueden traer sus políticas y que obliga a estar alerta para no minusvalorar el posible devenir, en este caso del gobierno de Trump. El régimen nazi no comenzó su andadura con los campos de exterminio, sino con medidas de odio contra colectivos determinados muy similares a las que Donald Trump ha comenzado a llevar a cabo.

La orden de Trump de prohibir la entrada en territorio estadounidense a ciudadanos de siete países musulmanes ha inoculado el peor virus posible, el del racismo y la xenofobia institucional. Supone validar un sentimiento de odio dándole carta de naturaleza y dotándolo de los instrumentos represores que el poder confiere. Las protestas que se han visto en los aeropuertos han provocado cierto alivio en el observador externo al comprobar que la contestación popular evitará la conformación de un Estado totalitario. No es como en Alemania. Allí nadie protestó. Lo aceptaron sin reclamar. Una conclusión que no se ajusta a la realidad.

La llegada al poder de Adolf Hitler en enero de 1933 provocó manifestaciones masivas en Alemania que intentaron contrarrestar las demostraciones de fuerzas de las SA hitlerianas. En aquellos momentos las protestas iban acompañadas de actos violentos. Un día después de que Hitler fuera nombrado canciller fue asesinado Hans Maikowski, un miembro de las SA, por su participación en la marcha de las antorchas que celebraba el ascenso del nazismo. Sí que hubo resistencia con Hitler en el poder, no sólo en sus primeros días como gobernante. Tras la aprobación de las leyes de Nuremberg en septiembre de 1935 que privaron de la ciudadanía a los judíos, se constituyó una asociación cristiana de apoyo a los represaliados. Con la represión nazi ya presente hubo solidaridad y resistencia.

En su primera semana en la Casa Blanca, Trump se atrevió a privar de su hogar y de los derechos adquiridos en el país a un número indeterminado de ciudadanos con permiso de residencia activo. La marcha de mujeres en Washington un día después de la toma de posesión de Trump recordó a la que se celebró en Nueva York en mayo de 1933 contra Hitler. No es cierto que nadie viera venir la conformación del totalitarismo en Alemania, como prueba el enorme trabajo de los periodistas del Münchener Post. El mayor problema siempre fue el silencio cómplice de los tibios o la connivencia de aquellos que creen que a los integristas se les puede moderar o controlar. Y, sobre todo, de aquellos que pensando lo mismo no fueron capaces de llevar a cabo esas políticas que admiraban o no pudieron llegar al poder para implementarlas.

El efecto arrastre de Trump en Europa

El efecto devastador que las medidas de Trump pueden tener no es sólo el que provoque sobre miles de personas —motivo de por sí más que suficiente—, sino el efecto legitimador que sus actuaciones tendrán sobre la derecha europea que siempre coqueteó con dar un paso más allá. No hay diferencias entre las palabras de Donald Trump y las de Jorge Fernández Díaz sobre los refugiados, o con las declaraciones de Xavier García Albiol sobre inmigración. Pero Trump no tiene complejos para ir más lejos y pasar de las palabras a los hechos, por lo que el efecto arrastre que en la derecha acomplejada europea pueden tener las medidas del presidente de los EEUU se prevé dramático. Lo dijo literalmente Esperanza Aguirre, quien todavía no se atreve en apoyar al presidente americano en público pero poco a poco deja asomar su verdadero ser y no tardará en hacerlo: “Lo bueno de Donald Trump es que ha roto con lo políticamente correcto”. Porque es precisamente una figura como la del multimillonario neoyorquino lo que personajes como Aguirre necesitaban para definitivamente pasar de su liberalismo impostado a la extrema derecha populista que siempre han representado pero que nunca se atrevieron a encabezar de forma abierta.

La política en EEUU tiene la capacidad para marcar las normas al resto del mundo. Los estándares de libertades que muchos en Europa han implantado se vieron impuestos o marcados por el marco que establecía la gran potencia norteamericana. Ése es el mayor riesgo de lo que ya es un verdadero drama. La importación al resto de potencias de unas medidas reaccionarias y xenófobas que establezcan los parámetros de exclusión muy similares a los que se dieron en la Alemania de los años 30 pero sin la necesidad de implantarlos por la fuerza, sino con el poder de asimilación que tiene EEUU en el mundo y con el efecto normalizador que tiene el tiempo. Lo que hoy vemos escandaloso será asumido de forma natural en pocas semanas o meses cuando la efervescencia de las protestas se relaje.

Donald Trump no es Adolf Hitler, no impondrá el nazismo ni acabará con millones de personas en campos de exterminio. Todos los totalitarismos que se han impuesto en el siglo XX han tenido sus propias características y siempre son diferentes a los anteriores. Pero todos han comenzado a instaurarse buscando un enemigo interno como causa de todos los males de la sociedad. Todos los Estados de terror comienzan a conformarse con unas características similares, y están influidos por sus predecesores. En 1937 el escritor Friedrich Rech-Malleczewen escribía Historia de una locura masiva, un libro en el que comparaba a Hitler con Jan Bockelsön (Jan Van Leiden), el responsable de un régimen de terror anabaptista en la región del Münster en el siglo XVI. Los medios y acólitos nazis se escandalizaron con aquella comparación. No se sostenía. El escritor acabó muerto por tifus en el campo de concentración de Dachau.

Trump: una maraña de contradicciones crispa los nervios en Washington


Trump: una maraña de contradicciones crispa los nervios en Washington




Pablo Gandolfo

Donald Trump, ubicado en el centro de las contradicciones, crispa los nervios en Washington. Un repaso por la política exterior estadounidense de los años pasados, y los dilemas del futuro próximo.

Todo gobierno, mantiene en su interior contradicciones entre sus miembros, representantes sectoriales con intereses divergentes. Esa verdad obvia, está multiplicada hasta la hipérbole en el nuevo gobierno estadounidense. Por un lado, por la personalidad del próximo presidente, impune para sostener dos líneas de intervención contradictorias sin inmutarse.

Su personalidad, seria un problema menor –las fuerzas sociales moldean las personalidades que necesitan para expresarse- si el establishment estadounidense estuviera unificado. Ocurre lo contrario y la elección fue un sintoma. Las crisis provocan estampidas, divergencias y reacciones menos predecibles entre quiénes ostentan lugares de poder que ven amenazados.

En el plano de las fuerzas sociales y de aparatos poderosísimos, como son las principales agencias del estado norteamericano y sus multinacionales, las opiniones adversas no son las de un debate que se resuelve en el plano de la palabra. Son fuerzas materiales que necesariamente van a colisionar. Dónde más claramente se está expresando, es en las líneas de acción divergentes al interior del propio establishment.

En 2014, señalamos que las urgencias debidas a su declive provocan divergencias en su elite, que tienen como consecuencia la inconsistencia en las principales líneas de acción geoestratégicas implementadas por Estados Unidos en su triple relación con Rusia, China, y la Unión Europea (goo.gl/RW3fiu).

Esas contradicciones vuelven a expresarse en primerísimo primer plano respecto a la relación que Trump trata de de establecer con Rusia. Desde su triunfo, se pueden anotar al menos 5 medidas relevantes -y más de orden secundario- tomadas por Obama y destinadas a boicotear líneas de acción de primer orden, que previsiblemente querría desarrollar Trump.

Respecto a Rusia, Obama trató de tensionar al máximo la relación para dificultar la distensión que Trump propone. Una vez asumido, es previsible que el “Deep State” buscará detonar, para evitar esa política, eventos más radicales, que no puedan ser ignorados por Trump. Ucrania aparece como el escenario predilecto para ese fin.

El mundo, con Estados Unidos como actor principal -y primer perjudicado- atraviesa una larga transición geopolítica, desde la caída del ordenamiento bipolar –con un primer y falso momento unipolar- hacia un nuevo ordenamiento que no ha llegado, ni llegará sin grandes convulsiones. En ese orden futuro, Estados Unidos no será la potencia hegemónica de medio mundo, ni mucho menos de un mundo entero.

Como responder a esa realidad, es el dilema que parte aguas en el poder económico y político de la potencia en declive. Los que se denominan halcones, se niegan a aceptar el declive y no descartan ningún instrumento para evitarlo. Otros, conocidos como “declinacionistas”, descartan la posibilidad de evitarlo y sostienen que lo menos dañino es administrar el declive lo mas lentamente posible. Entre esos dos extremos, todos los matices posibles, y todas las variaciones tácticas respecto a cada país, a cada situación. Un ejemplo, ¿que hacer con Irán? ¿un ataque nuclear a Teherán, agredirlo con fuerzas regulares convencionales, con fuerzas irregulares o firmar un acuerdo?

Dilemas similares se repiten para infinidad de temas y escenarios. Sus sintomas podemos encontrarlos a diario en la prensa estadounidense y actualmente con una virulencia inusitada. Mejor elaborados, los encontramos también en los think tank y las publicaciones especializadas donde los “policy makers” desarrollan sus trabajos.

Utilizar el aparato militar para lograr un nuevo siglo americano fue la línea implementada por los “halcones” durante el gobierno de Bush. Fracasada y enterrada en las arenas del desierto iraquí, esa idea acabó acelerando el debilitamiento de Estados Unidos.

Durante el gobierno de Barack Obama, la nueva estrategia explicitada en un célebre artículo publicado por la entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton, fue el “liderazgo en la retaguardia”, o tirar la piedra y esconder la mano. Esa noción tuvo un complemento no explicitado por la administración, la “estrategia del caos” o destruir lo que no se puede controlar. Ella misma, es un sintoma de debilidad: antes, Washington usaba sus peones para controlar territorios; luego, para evitar que otros los controlen.

Como concreción de esa estrategia, Estados Unidos impulsó desde un segundo plano, la destrucción de Libia y de Siria. Contra Trípoli, encomendó la vanguardia a Francia, Gran Bretaña (creando al mismo tiempo una tensión que le era funcional al interior de la Unión Europea) y a una fracción de Al Qaeda a la que entregó la seguridad de Tripoli, germen de lo que luego seria ISIS. Contra Damasco tercerizó sus objetivos en el Ejército Sirio Libre –los moderados según su denominación-, Al Qaeda e ISIS, financiados por Qatar, Arabia Saudita y Turquía, con apoyo de Francia y Gran Bretaña.

Esta segunda estrategia, logró sofrenar el aceleramiento del declive en el plano internacional heredado de la administración Bush, pero estuvo lejos de revertirlo. Por el contrario, Rusia realizó movimientos precisos en escenarios claves -Ucrania, Siria, acuerdo estratégico con China- y se posicionó como articulador geopolítico del bloque antihegémonico -cuyo motor económico es China- y como principal contraparte militar de Estados Unidos.

La política implementada por el Departamento de Estado principalmente en Ucrania, impulsó a Rusia y China a cuidarse las espaldas. Más que una metáfora, una realidad geográfica: Rusia de cara a Europa, China mirando al Pacífico; cimentando el lazo entre ambos, enormes acuerdos energéticos, financieros y militares.

Otra línea principal de intervención geopolítica durante el gobierno de Obama fue el pivote en Asia Pacífico, área geográfica en la que se encuentra su competidor estratégico. Esto suponía ocupar todas las dimensiones en esa región para contener su ascenso: acuerdos comerciales, presencia militar e influencia política.

Si aquello era llenar un espacio para evitar que su rival avance, en uno de los planos, el económico, Trump preanuncia un vaciamiento que dejará terreno libre a su competidor. China ya tomó la iniciativa para impulsar acuerdos de libre comercio que la tengan como actor principal en reemplazo del fenecido Tratado Transpacífico.

Otro giro de similar voltaje, es el que Trump propone respecto a Rusia. Con el enemigo declarado de la administración saliente, busca un acercamiento que crispa los nervios del establishment de política exterior. Un columnista estrella del New York Times, Nicholas Kristoff, tituló su nota central de la semana, calificando a Trump como empleado del mes del Kremlin. “Trump elogia a Putin, critica a la OTAN y resta importancia a los crímenes de guerra rusos y a su intento de robar la elección. En contraste, Trump compara la comunidad de inteligencia estadounidense a los Nazis (…) Es asombroso ver a un presidente electo abrazando a los rusos mientras que (…) crea un abismo entre la Casa Blanca y la comunidad de inteligencia. "Es extraordinariamente grave", dijo Jeffrey H. Smith, un ex abogado general a la C.I.A. "No he visto nunca nada parecido”” (goo.gl/cAHin5).

Estos dos movimientos marcan un giro de 180 grados respecto a la política actual. Donde Obama concentraba su enemigo en Rusia y mantenía los modales y las apariencias con China, Trump propone un acercamiento a Rusia e iniciar una escalada que promete una guerra comercial con China. Así, se interrunpen políticas sin haber cosechado sus frutos, si es que los hubiera habido. Lo mismo vale para Irán, ISIS, Israel y tantos otros temas.

Si la incertidumbre marca el tono del momento, el decano democrata de la política exterior estadounidense, Zbigniew Brzezinski, invocó en su twitter a que Trump brinde certezas, “Después de entrar la Casa Blanca, Trump debe dar un discurso de política exterior que aclare los principios y objetivos de la administración” (goo.gl/Xgx9vM). Anticipándose a futuras tormentas, su homólogo republicano Henry Kissinger, tras entrevistarse con el presidente electo, viajó luego a China y visitó personalmente a Xi Jinping (goo.gl/8wbfFs).

En nuestro diagnóstico, en la presidencia de Trump -sea por decisiones, por incapacidad de acción, o por acciones contradictorias- Estados Unidos dejará multiples vacíos. Como la política rechaza al vacío con paralela fuerza a la de los griegos, esos espacios serán ocupados por otros actores. Lejos del “Make América Great Aginst” y tal como lo hizo con George W. Bush, lo previsible es que Estados Unidos experimentará un brutal retroceso en los lugares que ocupa en la arena internacional. ¿Será esa proyección la que crispa los nervios en Washington?

Una “revolución de color” está en marcha en los Estados Unidos

Published 29 January, 2017 by Comunidad Saker Latinoamérica

Una “revolución de color” está en marcha en los Estados Unidos

Este artículo fue escrito para la revista Unz: http://www.unz.com/tsaker/a-color-revolution-is-under-way-in-the-united-states/

Un chiste ruso dice así: “Pregunta: ¿por qué no puede haber una revolución de color en los Estados Unidos? Respuesta: porque no hay embajadas estadounidenses en Estados Unidos “.

Divertido, quizás, pero equivocado de hecho: creo que una revolución del color se está ocurriendo en los EEUU ahora.

Politico parece sentirse de la misma manera. Vea su cobertura reciente:



Aunque yo predije que “Estados Unidos está a punto de afrontar la peor crisis de su historia” en octubre del año pasado, un mes antes de las elecciones, tengo que admitir que me sorprende, y me sorprende la magnitud de la lucha que vemos que tiene lugar ante nuestros ojos. Ahora está claro que los neoconservadores declararon la guerra a Trump y algunos, como Paul Craig Roberts, creen que Trump les ha devuelto el favor. Espero que tenga razón.

Veamos un ejemplo:

Las agencias de inteligencia estadounidenses actualmente están investigando a su propio jefe! Sí, según informes recientes, el FBI, la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional y el Departamento del Tesoro están investigando las conversaciones telefónicas entre el general Flynn y el embajador ruso Sergey Kislyk. Según Wikipedia, el general Flynn es el ex
Director de la Agencia de Inteligencia de Defensa
Comando Conjunto de Componentes Funcionales para Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento
Presidente de la Junta de Inteligencia Militar
Subdirector de Inteligencia Nacional
Oficial superior de inteligencia del Comando Conjunto de Operaciones Especiales.

También es asesor de seguridad nacional de Trump. En otras palabras, su capacitación en seguridad es estratosféricamente alta y pronto se convertirá en el jefe de todos los servicios de inteligencia de EE.UU. Y sin embargo, estos mismos servicios de inteligencia lo están investigando por sus contactos con el embajador ruso. Esto es absolutamente increíble. Incluso en la vieja Unión Soviética, la KGB no tenía derecho a investigar a un miembro del Comité Central del Partido Comunista sin una autorización especial del Politburó (un gran error, en mi opinión, pero no importa). Eso significa que los 500 miembros más sobresalientes del estado soviético no podían ser investigados por la KGB, en absoluto. Además, tal era la subordinación de la KGB al partido que para asuntos criminales comunes, a la KGB le fue prohibido investigar a cualquier miembro de la nomenklatura soviética entera, aproximadamente 3 millones de personas (un error incluso más grande).

Pero en el caso de Flynn, varias agencias de seguridad de Estados Unidos pueden decidir investigar a un hombre que por todos los estándares debe considerarse al menos dentro de los cinco principales funcionarios de Estados Unidos y que claramente tiene la confianza del nuevo presidente. Y eso no provoca ninguna indignación, aparentemente.

Por la misma lógica, las agencias de tres letras también podrían investigar a Trump por sus conversaciones telefónicas con Vladimir Putin.

Que, llegado a pensarlo, bien podrían hacerlo pronto …

Todo esto es absolutamente una locura, porque esto es evidencia de que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos se ha deshonrado y ahora está recibiendo órdenes de los neoconservadores y del estado profundo y no del presidente, y que estas agencias están actuando en contra de los intereses del nuevo presidente.



Mientras tanto, la multitud de Soros ya ha elegido un color: rosa. Ahora estamos siendo testigos de la “revolución del coño” como se explica en este sitio web. Y si usted piensa que esto es sólo una pequeña franja de feministas lunáticas, está muy equivocado. Para las feministas verdaderamente locas, la sugerencia “sutil” sobre su “revolución del coño” es demasiado sutil, por lo que prefieren hacer su declaración menos ambigua como muestra la imagen aqui arriba.

Esto sería bastante divertido, de una manera nauseabunda, supongo, si no fuera por el hecho de que los medios de comunicación, el Congreso y Hollywood apoyan totalmente estos “100 días de Resistencia a Trump”, que comenzó con una ” Fiesta de baile “en frente de la casa de Mike Pence.

Esto sería bastante hilarante, si no fuera por la gravedad con las que los medios de comunicación corporativos están tratando estas “protestas”, por otra parte bastante patéticas.

Escuche cómo la cabeza de MCNBS tan graciosamente divulga este acontecimiento:

http://www.msnbc.com/the-last-word



Escuche atentamente lo que dice Moore en el minuto 2:00. Dice que “celebrarán el hecho de que Obama sigue siendo el Presidente de los Estados Unidos” y el periodista le responde: “sí, él lo es” no una, sino dos veces.

¡¿De qué están hablando?! El * hecho * que Obama sigue siendo el Presidente ?!

¿Cómo es que la Seguridad Nacional y el FBI no están aun investigando a MCNBC y a Moore por rebelión y sedición?

Hasta ahora, las protestas no han sido demasiado grandes, pero sí ocurrieron en varias ciudades de Estados Unidos y estaban bien cubiertos por los medios de comunicación:

https://www.liveleak.com/view?i=d13_1485101699

No se equivoquen, tales protestas no son más espontáneas que las de Ucrania. Alguien está pagando por todo esto, alguien lo está organizando todo. Y están usando una bolsa llena de trucos. Un ejemplo más:

¿Recuerdan la cara bonita de Nayirah, la enfermera kuwaití que le dijo al Congreso que había presenciado a soldados iraquíes arrojando a nuestros bebés de incubadoras kuwaitíes (y que más tarde resultó ser la hija de Saud Al-Sabah, el embajador kuwaití en los Estados Unidos)? ¿Recuerdas la bonita cara de Neda, que “murió en la televisión” en Irán? Bueno, permítanme presentarles a Bana Alabe, que escribió una carta al presidente Trump y, por supuesto, los medios de comunicación se apoderaron de la misma y ahora ella es la “cara de los niños sirios”.



¿Quiere más pruebas?

Bien, haga clic aquí y eche un vistazo a una muestra de caricaturas y dibujos animados anti-Trump compiladas por el excelente coronel Cassad. Algunos de ellos son bastante notables. De esta nauseabunda colección, seleccionaré solamente dos:





El primero acusa claramente a Trump de estar en manos de Putin. El segundo hace Trump el heredero de Adolf Hitler y sugiere fuertemente que Trump podría querer reiniciar Auschwitz. Traducido en Inglés claro esto envía un doble mensaje: Trump no es el Presidente legítimo de los EE.UU. y Trump es el mal extremo.

Esto va mucho más allá del tipo de sátira a la que anteriores presidentes han sido sometidos.

Mi propósito al enumerar todos los ejemplos anteriores es sugerir lo siguiente: lejos de haber aceptado la derrota, los neoconservadores y el estado profundo de EE.UU. han decidido, como siempre lo hacen, doblar la apuesta y ahora se están embarcando en una ” Revolución del color “que terminará solamente con el impeachment, el derrocamiento o la muerte de Donald Trump.

Una de las características más sorprendentes de esta revolución de color contra Trump es el hecho de que quienes están detrás no se preocupan por el daño que su guerra contra Trump hace a la institución de la Presidencia de los Estados Unidos y, a Estados Unidos en su conjunto. Ese daño es, de hecho, inmenso y la conclusión es la siguiente: el Presidente Trump está en peligro inmenso de ser derrocado y su única esperanza para la supervivencia es golpear duro y rápido.

La otra cosa asombrosa es el feo papel que Gran Bretaña juega en este proceso: la peor suciedad contra Trump siempre se remonta a la derecha al Reino Unido. ¿Cómo? Sencillo. ¿Recuerdan cómo, formalmente por lo menos, la CIA y la NSA no tenían el derecho de espiar a los nacionales de EE.UU. y el MI6 británico y GCHQ no tenía derecho a espiar a los ciudadanos británicos?. Ambas partes encontraron una salida fácil: simplemente intercambiaron servicios: la CIA y la NSA espiaron a los británicos, el MI6 y el GCHQ espiaron a los estadounidenses, y luego simplemente intercambiaron los datos entre “socios” (parece que desde que Obama llegó al poder estas medidas se han convertido en anticuadas y todo el mundo es libre de espiar a quien quiera, incluyendo a sus propios nacionales). Los neoconservadores estadounidenses y el estado profundo de Estados Unidos ahora están utilizando los servicios especiales británicos para producir una avalancha de inmundicias contra Trump, que luego distribuyen como “inteligencia” y que puede ser utilizada por el Congreso como base para una investigación. Agradable, simple y eficaz.

La conclusión es la siguiente: el Presidente Trump está en peligro inmenso de ser derrocado y su única esperanza para sobrevivir es golpear duro y rápido.

¿Puede hacer eso?

Hasta ahora he sugerido varias veces que Trump debería tratar con los neoconservadores de los EE.UU.en la forma en que Putin se ocupó de los oligarcas en Rusia: imputarles por cargos de evasión de impuestos, corrupción, conspiración, obstrucción de justicia, etc Todas las bondades que el Estado profundo de los EE.UU. ha perpretado durante años. El Pentágono y las Agencias de las Tres Letras son probablemente las entidades más corruptas del planeta y como nunca han sido desafiadas, ni aun menos castigadas, por su corrupción deben haberse vuelto fantásticamente complacientes acerca de cómo estaban haciendo las cosas, contando esencialmente con la Casa Blanca Para rescatarlos en caso de problemas. La principal arma utilizada por estos círculos son las numerosas leyes de secreto que las protegen del escrutinio público y del Congreso. Pero aquí Trump puede usar su tarjeta más poderosa: el general Flynn quien, como ex director de la DIA y actual Asesor de Seguridad Nacional del Presidente tendrá acceso total. Y si no lo hace, puede crearlo, si es necesario, enviando fuerzas especiales para asegurar la “colaboración”.

Sin embargo, ahora estoy empezando a pensar que esto podría no ser suficiente. Trump tiene un arma mucho más poderosa que puede desencadenar contra el Neocon: 9/11.

Si Trump lo sabía antes o no, ahora está asesorado por personas como Flynn, que debe haber sabido durante años que el 11 de septiembre fue un trabajo interno. Y si el número real de personas directamente implicadas en la operación del 11 de septiembre fue relativamente pequeño, el número de personas que pusieron su plena credibilidad moral y política detrás de la narración oficial del 11-S es inmenso. Permítanme decirlo de esta manera: mientras que el 9/11 fue una operación del “estado profundo” de Estados Unidos (probablemente subcontratada para ejecución a los israelíes), todo el “pantano” de Washington ha sido desde el “11 de septiembre cómplice después del hecho” de mantener el encubrimiento. Si esto sale a la luz, entonces miles de carreras políticas se van a estrellar y quemar en el escándalo.

El 11 de septiembre fue un crimen colectivo por excelencia. Algunos hombres lo ejecutaron, pero miles, posiblemente decenas de miles, han utilizado su posición para ejecutar el encubrimiento y para evitar cualquier investigación real. Todos son culpables de obstrucción a la justicia. Al abrir una nueva investigación del 911, pero una dirigida por el Departamento de Justicia y NO por el Congreso, Trump podría literalmente colocar una “pistola política” en la cabeza de cada político y amenazar con tirar del gatillo si no renuncia inmediatamente a seguir tratando de derrocar a Trump. Lo que Trump necesita para ello son hombres con 100% de confianza y 100% fieles como el director del FBI, un hombre con “manos limpias, cabeza fría y un corazón ardiente” (para usar la expresión del fundador de la policía secreta soviética , Felix Dzerzhinsky). Este hombre inmediatamente se encontrará en peligro físico por lo que tendrá que ser un hombre de gran valor personal y determinación. Y, por supuesto, este “hombre” podría ser una mujer (un equivalente estadounidense de la fiscal rusa, Natalia Poklonskaia).

Comprendo perfectamente que el peligro de lo que estoy sugiriendo, como cualquier uso del “arma del 11 de septiembre”, resultará, por supuesto, en un inmenso contraataque de los Neocons y del estado profundo. Pero aquí está el trato: estos últimos ya están muertos en la acusación, derrocamiento o asesinato de Donald Trump. Y, como Putin dijo una vez en una entrevista, “si sabes que una pelea es inevitable, ¡ataca primero!”.

¿Cree que todo esto es exagerado? Considere lo que está en juego.

Primero, por lo menos, la misma Presidencia Trump: los Neocons y el estado profundo de Estados Unidos no permitirán que Trump implemente sus promesas y programa de campaña. En su lugar sabotearán, ridiculizarán y tergiversarán todo lo que haga, incluso si resulta ser un gran éxito.

En segundo lugar, parece que el Congreso ahora tiene el pretexto para abrir varias investigaciones congresales a Donald Trump. Si ese es el caso, será fácil para el Congreso chantajear a Trump y amenazarle constantemente con represalias políticas si no “cumple con el programa”.

Tercero, la persecución rabiosa de Trump por los neoconservadores y el estado profundo está debilitando la institución de la Presidencia. Por ejemplo, la última noción loca de algunos políticos es “prohibir al Presidente de los Estados Unidos el uso de armas nucleares sin la autorización del Congreso, excepto cuando Estados Unidos está bajo ataque nuclear”. Desde un punto de vista técnico, esto es una tontería, Pero lo que hace es enviar la siguiente señal al resto del planeta: “nosotros, en el Congreso, creemos que a nuestro comandante en jefe no se le pueden confiar armas nucleares”. No importa que hubieran confiado a Hillary las mismas armas nucleares y no importa que Trump podría usar sólo armas convencionales para desencadenar una guerra nuclear global (por ejemplo, un ataque convencional contra el Kremlin), lo que están diciendo es que el presidente de Estados Unidos es un lunático en quien no se puede confiar. ¿Cómo pueden entonces esperar que se le tome en serio en cualquier tema?

Cuarto, ¿puede imaginar qué pasará si las fuerzas anti-Trump tienen éxito?! No sólo la democracia será aplastada total y terminalmente dentro de los Estados Unidos, sino que los riesgos de la guerra, incluida la nuclear, simplemente subirán al techo.

Hay mucho más en juego aquí que la pequeña política estadounidense.

Cada vez que pienso en Trump y cada vez que miro las noticias siempre vuelvo al mismo pensamiento angustiado: ¿Trump tendrá la inteligencia para darse cuenta de que está siendo atacado y tendrá el coraje de atacar lo suficientemente fuerte?

No lo sé.

Tengo muchas esperanzas en el general Flynn. Estoy seguro de que él entiende perfectamente la imagen y sabe exactamente lo que está pasando. Pero no estoy seguro de que tenga suficiente empuje con el resto de las fuerzas armadas para mantenerlos en el lado correcto en caso de que ocurra una crisis. En general, a los tipos militares “regulares” no les gustan los inteligentes. Mi esperanza es que Flynn tenga aliados leales en SOCOM y JSOC, ya que, al final del día, tendrán la última palabra sobre quién ocupa la Casa Blanca. La buena noticia aquí es que a diferencia de los tipos militares regulares, las fuerzas especiales y la inteligencia suelen estar muy cerca y solían trabajar juntas (a los tipos militares regulares tampoco les gustan las fuerzas especiales). SOCOM y JSOC también sabrán cómo asegurarse de que la CIA no se vuelva malintencionada.

Por último, pero no por ello menos importante, mi mayor esperanza es que Trump usará el mismo arma que Putin usó contra las élites rusas: el apoyo del pueblo. Pero para esa tarea, Twitter simplemente no es lo suficientemente bueno. Trump necesita ir por la “ruta RT” y abrir su propio canal de televisión. Por supuesto, esto será muy difícil y consume mucho tiempo, y podría tener que comenzar con un canal basado en Internet sólo, pero siempre y cuando haya suficiente dinero allí, puede hacer que suceda. Y, al igual que RT, tiene que ser multinacional, políticamente diverso (incluyendo figuras anti-Imperio que no apoyan a Trump) e incluir celebridades.

Uno de los muchos errores cometidos por Yanukovich en Ucrania fue que no se atrevió a usar los instrumentos legales de poder para detener a los neonazis. Y en la medida en que los usó, fue un desastre (como cuando los policías antidisturbios golpearon a los estudiantes manifestantes). Después de escuchar algunas entrevistas de Yanukovich y de las personas cercanas a él durante esas horas cruciales, parece que Yanukovich simplemente no sentía que tenía el derecho moral de usar la violencia para reprimir la calle. Nunca lo haremos, si lo que realmente lo retenía son principios morales de cobardía básica, pero lo cierto es que traicionó a su pueblo y a su país cuando se negó a defender la democracia real y dejar que la “calle” asumiera la sustitución de la democracia por la oclocracia, ley de la calle). Por supuesto, la oclocracia real no existe, todas las turbas están siempre controladas por las fuerzas detrás de escena que les sueltan sólo el tiempo suficiente para lograr sus objetivos.

Las fuerzas que actualmente están tratando de acusar, derrocar o asesinar al Presidente Trump son un peligro claro y presente para los Estados Unidos como un país y para la República Federal de los Estados Unidos. Son, para utilizar una palabra rusa, un tipo de oposición “no sistema” que no quiere aceptar el resultado de las elecciones y que al rechazar este resultado se opone esencialmente a todo el sistema político.

No soy ciudadano de los Estados Unidos (lo puedo, pero rechazo esa ciudadanía por principio porque me niego a prestar el juramento de lealtad) y la única lealtad que debo a los Estados Unidos es la de un invitado: nunca dañarlo deliberadamente en ninguna forma y obedecer sus leyes. Y sin embargo, me da la vuelta al estómago el ver lo fácil que ha sido volver a millones de estadounidenses contra su propio país. Escribo mucho sobre rusofobia en este blog, pero también veo una profunda “Americanophobia” o “USophobia” en las palabras y acciones de los que hoy dicen que Trump no es su Presidente. Para ellos, la micro-identidad como “liberal” o como “gay” o como “afro-americano” significa más que los principios fundamentales básicos sobre los cuales se ha construido este país. Cuando veo a estas multitudes de Trump-bashers veo odio puro y ardiente no del Imperio anglo-sionista, ni de una plutocracia disfrazada de democracia, sino un odio a lo que yo llamaría la “América simple” o la “América diaria” Las personas sencillas entre las que he vivido durante muchos años y aprendido a respetar y apreciar y que los renacuajos Clintons sólo tachan de “deplorables”.

Me asombra ver que las pseudo-élites estadounidenses tengan tanto odio, desprecio y miedo de las masas americanas como las pseudo-élites rusas tienen odio, desprecio y miedo de las masas rusas (el equivalente ruso o los “deplorables” de Hillary sería un poco difícil de pronunciar para los anglo-parlantes “быдло“, aproximadamente “ganado”, “lumpen” o “chabola”). Me asombra ver que las mismas personas que han demonizado a Putin durante años están ahora demonizando a Trump usando exactamente los mismos métodos. Y si su propio país tiene que hundirse en su lucha contra la gente común – así sea! Estas élites autoproclamadas no tendrían ningún tipo de compunción en destruir la nación que han estado parasitando y explotando para sus propios beneficios de clase. Hicieron exactamente eso con Rusia hace exactamente 100 años, en 1917. Espero que no se saldrán de nuevo con la suya en 2017.

El Saker

DESDE TEXAS A DONETSK PARA COMBATIR AL RÉGIMEN FASCISTA UCRANIANO


DESDE TEXAS A DONETSK PARA COMBATIR AL RÉGIMEN FASCISTA UCRANIANO

 

 

 

 

 

 

La agenda globalista de China


La agenda globalista de China



Kerry Bolton

La China moderna, creación de Wall Street.

Finalmente, China ha hecho una declaración inequívoca de apoyo a la globalización. El presidente Xi Jinping hizo muy apropiadamente una declaración globalista en el Foro Económico Mundial de Davos, celebrado del 17 al 20 de enero. Se había informado de que esta reunión de Davos se centraría en el aumento de la reacción anti-globalista, personificada en la elección de Trump. También se ocupó de la preocupación por el surgimiento del "populismo", la manifestación política conservadora del anti-globalismo que no es tan fácil de cooptar como la variedad de "izquierdas", como lo indica - de nuevo - la histriónica oposición de la izquierda a Trump.

Esta reunión de Davos propició un momento de despedida entre los plutócratas estadounidenses y sus líderes, con los EE.UU. representados por el vicepresidente Biden y el secretario de Estado, John Kerry, en sus actos finales en esos puestos.

El Presidente Xi promocionó la "globalización inclusiva", mientras que condenó el "populismo" como promotor de "guerra y pobreza". Jiang Jianguo, jefe de la Oficina de Información del Consejo de Estado, dijo en un simposio organizado por la Organización Mundial del Comercio en Ginebra, que el presidente Xi iría a Davos para impulsar el desarrollo, la cooperación y la globalización económica a fin de construir "una comunidad humana con un destino compartido". (‘China; Xi to promote globalization at Davos, not war and poverty’, Reuters, 11 January 2017; http://www.cnbc.com/2017/01/11/chinas-xi-to-promote-globalization-at-davos-not-war-and-poverty.html). Jiang explicó:

"Con el auge del populismo, el proteccionismo y el nativismo, el mundo ha llegado a un cruce histórico donde un camino conduce a la guerra, la pobreza, la confrontación y la dominación, mientras que el otro camino conduce a la paz, el desarrollo, la cooperación y las soluciones mutuamente beneficiosas". (Ibídem).

El viceministro de Relaciones Exteriores, Li Baodong, en un informe sobre Davos, dijo que "China responderá a la preocupación de la comunidad internacional por la globalización, presentando las opiniones de Pekín sobre cómo impulsar la globalización económica hacia una mayor inclusión". Li dijo que las críticas al proteccionismo comercial dirigidas contra China, por parte de Trump y otros, eran injustas. "El proteccionismo comercial conducirá al aislamiento y no le interesa a nadie", dijo. (Ibídem).

Aquí tenemos la retórica primaria que los globalistas han estado usando durante mucho tiempo. Las demandas y expectativas de una "comunidad internacional" son un eufemismo para la "comunidad internacional" de los oligarcas y la "opinión pública" generada por sus medios de comunicación. Hacerlo en nombre de la paz, el desarrollo y la cooperación es indicativo de que China adopta las palabras que han sido utilizadas por los políticos occidentales desde que los Catorce Puntos de Woodrow Wilson promovieron el "libre comercio" como un objetivo de guerra en nombre de un "nuevo orden mundial", como se llama ahora. Las aventuras imperiales desde Alejandro Magno han sido justificadas en nombre de la paz y la cooperación, y en la era de hoy con frecuencia en referencia a los "derechos humanos". La Segunda Guerra Mundial fue combatida por los Estados Unidos en el interés - nuevamente - del libre comercio mundial (globalización), como se declara abiertamente en la Carta del Atlántico de Roosevelt. La devastación de Serbia con el fin de obtener la riqueza mineral de Kosovo a través de la globalización se llevó a cabo en nombre de la "paz y la cooperación". Actualmente existe un departamento kosovar de privatización. Y así podríamos continuar a través de la historia hasta nuestros días, con las aventuras imperiales, las guerras y las revoluciones que se han emprendido en nombre de la "paz". China salta a bordo del tren globalista y su verdadero rostro queda expuesto ahora que hay un presidente de Estados Unidos que ha hecho algunos comentarios indicando que el comercio globalista de Estados Unidos y las políticas exteriores podrían ser revertidas. Ahora que las líneas de interés se están definiendo con más franqueza,

China se ve obligada a mostrar su mano como un partidario principal de la globalización. De hecho, si Trump hace revertir el globalismo, a pesar de la prominencia de las luminarias de Goldman Sachs como sus asesores económicos, China surgirá como el principal patrocinador estatal de la globalización, con Soros, Goldman Sachs y Rockefeller agarrándose a sus faldas.

China está como siempre dominada por el interés propio en nombre de consignas teóricas. Mientras se practica una economía de mando, exige que otros estados permanezcan abiertos a su dumping. En Nueva Zelanda, recientemente se ha importado acero chino de baja calidad. Actualmente existe una investigación sobre el dumping del acero, pero cuando se plantean preguntas con respecto al comercio con China siempre existe la preocupación por que ella tome represalias. Esta es la «asociación» y la «cooperación» según la definición de China; el otro "socio" debe permanecer siempre subordinado. Esta exigencia de sumisión es parte de la mentalidad de China durante milenios, cuando el emperador fue mantenido como el gobernante mundial por mandato divino. Esta mentalidad imperial ha sustituido al emperador por el Estado. El dumping del acero es un ejemplo práctico de lo que China entiende por "globalización". (‘MBIE launches investigation into Chinese steel dumping’, Stuff Business Day, 23 December 20156; http://www.stuff.co.nz/business/87920079/MBIE-launches-investigation-into-Chinese-steel-dumping).
El omnipotente Henry Kissinger

El viceministro de Relaciones Exteriores Li añadió en el foro que "los canales de comunicación están abiertos" entre China y el equipo de transición de Trump", pero advirtió que programar una reunión podría ser difícil". Una vez más, la actitud es de dominio y desprecio por el extranjero detrás de las sonrisas, los apretones de manos y los trajes de negocios al estilo occidental. Sin embargo, independientemente de la política de Trump, la oligarquía estadounidense siempre tiene asegurado el contacto influyente con China a través del perenne Henry Kissinger. El ex Secretario de Estado, que ha estado cerca de los intereses oligárquicos y especialmente de los de los Rockefeller durante la mayor parte de su larga vida, no ha perdido tiempo en asegurar que, independientemente de Trump, las relaciones de China con los globalistas se mantendrán. ¿Por qué necesitaría China mantener relaciones diplomáticas formales con un gobierno Trump cuando habrá negocios como siempre a través de las excursiones de Kissinger entre los niveles más altos de los negocios de Estados Unidos y China?

Kissinger, cuya llamada “diplomacia del ping-pong” introdujo a China en el sistema mundial de comercio en la década de 1970, cumplía un objetivo principal de los globalistas y, en particular, de los intereses de Rockefeller centrados en torno a la Comisión Trilateral y el Consejo de Relaciones Exteriores. Bloomberg News informa que Kissinger estuvo en Pekín poco después de la elección de Trump, después de haber tenido conversaciones secretas con Trump el 18 de noviembre. Kissinger dijo a la CNN que 'la gente no debería crucificar' a Trump 'a las posiciones que había tomado en la campaña, en las que no insiste'. ('‘China, Grappling With Trump, Turns to “Old Friend” Kissinger’, Bloomberg News, 2 December 2016, https://www.bloomberg.com/news/articles/2016-12-02/china-grappling-with-trump-turns-to-old-friend-kissinger).

Si salvar puestos de trabajo de la globalización, que Trump claramente identificó con China, no es una línea esencial para el presidente, entonces nada lo es. Es preocupante si Trump indicó a Kissinger que los comentarios sobre China y la globalización eran sólo retórica electoral. Ciertamente los nombramientos de Goldman Sachs para el gobierno no promueven confianza.

Kissinger se reunió con el presidente Xi, agradeciéndole que explicara «la naturaleza de su pensamiento y los propósitos de su política a largo plazo», mientras que Xi respondió que era 'todo oídos a lo que usted tiene que decir acerca de la situación mundial actual y el crecimiento futuro de las relaciones entre China y Estados Unidos'.

Gao Zhikai, intérprete del difunto líder chino Deng, que se encontraba con Kissinger con frecuencia, dijo que Kissinger estaba en "una posición única" para actuar como "mensajero" entre Estados Unidos y China. "Nadie podría reemplazarlo", dijo Gao. "Ningún otro estadounidense podría obtener el mismo respeto de los líderes chinos o tener intercambios honestos con los líderes chinos". (Ibídem).

El informe de Bloomberg afirma que Kissinger visitó China 80 veces desde su viaje secreto en 1971 (según la agencia oficial de noticias Xinhua), para restablecer las relaciones diplomáticas, y se ha reunido con todos los líderes chinos desde Mao. 'Los medios de comunicación estatales lo alaban en cada visita, describiéndolo como un "viejo amigo del pueblo chino"'. (Ibídem).

Kissinger estuvo entre los expertos de los Estados Unidos, entre ellos el ex secretario del Tesoro, Hank Paulson y Elaine Chao, candidato de Trump para el secretariado de transporte, con los que Xi se reunió en febrero de 2012 antes de tomar el poder. El grupo aconsejó a Xi que la comunicación frecuente con su contraparte estadounidense era más importante que repetir visitas formales, según una persona familiarizada con la reunión que pidió no ser identificada porque las conversaciones eran privadas". (Ibídem.)

Esto indica cómo funciona la diplomacia mundial: por encima y más allá del nivel oficial del gobierno, entre oligarcas y sus embajadores, tales como Kissinger. Podríamos agregar que el globalista republicano Paulson, apoyando a Hillary Clinton, condenó el "populismo" de Trump, pero recientemente elogió la elección de Steven Mnuchin como secretario del tesoro por parte de Trump, llegando desde su posición como CEO de Goldman Sachs. ('‘Former Hillary backer Henry Paulson hails Trump’s choice for treasury’, Newsmax, 30 November 2016; http://www.newsmax.com/John-Gizzi/john-gizzi-paulson-supports-steven-mnuchin/2016/11/30/id/761489/).
Brzezinski

El veterano rusófobo Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional de Jimmy Carter y, como Kissinger, durante gran parte de su vida cercano a los intereses de Rockefeller, es también una figura fundamental en el establecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y China. Brzezinski sirvió como director fundador de la Comisión Trilateral, establecida por David Rockefeller con el propósito de promover las relaciones entre China y los oligarcas globalistas. En una reciente entrevista con Huffington Post, Brzezinski reiteró la agenda globalista, incluyendo la alarma por la expansión del populismo y la victoria de Trump. Como Kissinger, Brzezinski sigue siendo un destacado actor en la diplomacia internacional. Sus puntos de vista indican que los oligarcas occidentales y China están de acuerdo. Brzezinski sigue siendo anti-ruso como pro-chino, expresando la línea que se ha lanzado en los medios de comunicación de que Rusia interfiere en la política interna, aunque el National Endowment for Democracy haya sido patrocinado por el gobierno de los EE.UU. precisamente para ese propósito. Habiendo sido el negociador de la política de Estados Unidos de "One China", a Brezinski se le preguntó por su reacción ante la audacia de Trump de aceptar una llamada telefónica de felicitación de la presidente de Taiwan, indignando a China. Como durante la Guerra Fría, los estrategas estadounidenses siguen viendo a China como un elemento importante para contener a Rusia:

"El peligro que veo es que está provocando antagonismo en esta relación principal de la política exterior estadounidense sin ningún logro estratégico significativo. No es nuestro interés antagonizar con Pekín. Es mucho mejor para los intereses americanos que los chinos trabajen estrechamente con nosotros, forzando así a los rusos a seguir su ejemplo si no quieren quedar afuera, en el frío. Esa constelación da a los EE.UU. la capacidad única de llegar a todo el mundo con una influencia política colectiva. ... Un mundo en el que Estados Unidos y China están cooperando es un mundo en el que la influencia estadounidense se maximiza. Si reducimos esto a través de estúpidas irritaciones, ¿qué conseguiremos? (Nathan Gardels, ‘Brzezinski: America’s Global Influence Depends On Cooperation With China’, The World Post, Huffpost, 23 December 2016; http://www.huffingtonpost.com/entry/zbigniew-brzezinski-america-influence-china_us_585d8545e4b0d9a594584a37)

Brzezinski ve en el acuerdo chino-estadounidense una "maximización" del poder de Estados Unidos. Se le preguntó si las indicaciones pro-rusas de Trump serían útiles para contener a China como rival de Estados Unidos. La respuesta de Brzezinski es un inequívoco "no". Él ve a los verdaderos actores de poder en Estados Unidos y China como tándem, como parte del 'grupo dominante', y a Rusia siendo mantenida como subordinada.

"Rusia no es rival de América en términos de lo que tiene que ofrecer en el trato con China. Los chinos saben muy bien que, aunque nos debilitemos, agotemos y confundamos, Estados Unidos es básicamente el número uno en el mundo, y ellos, los chinos, también son casi un número uno. Por lo tanto, China tiene que elegir. Si opta por estar en contra de Estados Unidos, acabará perdiendo. Está más en su interés pertenecer al grupo dominante. Lo contrario también es cierto para Estados Unidos si empuja a China lejos". (Ibídem).

Brzezinski utiliza la misma lógica para justificar la hegemonía globalista mundial que la que ahora es promovida por el presidente Xi en Davos; que sólo la supremacía chino-estadounidense puede asegurar la estabilidad global. Rusia no tiene importancia. Puede ser mantenida abajo por las dos súper potencias hegemónicas. China está leyendo el guión globalista escrito por Kissinger y Brzezinski. Brzezinski continúa:

"Para subrayar la realidad estratégica que ya he esbozado, los EE.UU. y China son las potencias dominantes del mundo. En la medida en que hemos trabajado juntos durante los años transcurridos desde la normalización de las relaciones, no ha sido para el mal propósito de la guerra o de la conquista, sino para el bien de mejorar la seguridad y la estabilidad necesarias para que cada uno persiga sus propios intereses. En el mundo de hoy, China no puede conducir sola. Tampoco puede Estados Unidos. Para ponerlo en términos más agudos, aun si parecen paradójicos, si Estados Unidos intenta ir solo en el mundo sin China, no será capaz de afirmarse. Si tenemos esto en mente, podemos comenzar gradualmente a dar forma a un mundo que sea más estable que el mundo de hoy, que es muy inestable y muy impredecible. Los intereses a largo plazo de Estados Unidos radican fundamentalmente en profundizar nuestros lazos con China, no en desarraigarlos por ganancias percibidas a corto plazo". (Ibídem).
Cómo crearon los globalistas la China moderna

La "revolución popular" en China fue tan falsa como las "revueltas espontáneas" patrocinadas por Soros/la NED en Europa del Este y África del Norte. Aunque este no es el lugar para examinar cómo los Estados Unidos barrieron a Chiang Kai-shek y cómo Taiwán bajo Chiang persiguió un auténtico sistema económico autárquico durante décadas, examinaremos brevemente la forma en que los oligarcas aseguraron a China como parte del sistema económico globalista. En una historia oficial del Consejo de Relaciones Exteriores, el CFR Peter Grose explica:

El Consejo se centró seriamente en el problema de la China comunista a principios de los años sesenta. Varias publicaciones del Consejo habían comenzado a desarrollar la idea de una política de "dos Chinas" - el reconocimiento tanto del gobierno nacionalista de Taiwán como del gobierno comunista en el continente. Esta, sugirieron los autores del Consejo, podría ser la dirección política menos mala. El profesor A. Doak Barnett publicó un libro para el Consejo en 1960, Communist China and Asia. Un gran estudio del Consejo sobre las relaciones entre los Estados Unidos y China comenzó en 1964, el año en que China explotó su primera bomba nuclear; el grupo se reunió sistemáticamente durante los siguientes cuatro años. "Contentarse con el actual estancamiento en las relaciones con los chinos no es diplomacia", declaró Robert Blum, de la asia Society, el primer director del proyecto. "La impaciencia americana y las fuertes corrientes de emoción política a menudo hacen imposible planificar con anticipación para administrar nuestra política de una manera perseverante pero flexible." (Peter Grose, Continuing The Inquiry: The Council on Foreign Relations from 1921 to 1996, New York, Council on Foreign Relations, 2006; ‘ ‘X’ Leads the Way’; http://www.cfr.org/about/history/cfr/index.html).

Robert Blum, el analista de China del CFR, se refiere al susodicho como una luminaria de la Asia Society. La Asia Society fue fundada en 1956 por John D Rockefeller III, y sigue siendo un actor importante en el cultivo de las relaciones económicas y diplomáticas con China en beneficio de los grandes capitales.

Taiwán presentó un problema para los globalistas en la medida en que los Estados Unidos habían garantizado la seguridad de la República.

El CFR por lo tanto formuló una solución dialéctica, apoyando aparentemente una política de "dos Chinas" que en la práctica significaría que Taiwan podría ser abandonado sin que fuera demasiado obvio. Eso es lo que sucedió, ya que los Estados Unidos utilizaron la "política de dos Chinas" formulada años atrás en el CFR para asegurar la entrada de la China Roja en las Naciones Unidas, y dejar al margen a Taiwan. El enfoque del CFR era el de una promoción gradual del régimen de Mao, desacreditando las llamadas 'fuertes corrientes de emoción' que estaban frenando la relación globalista con China. Sin embargo, Grose es explícito con respecto a la actitud del CFR hacia China:

"Este parecía justo el tipo de estancamiento político que el Consejo de Relaciones Exteriores, libre de restricciones electorales y partidistas, estaba destinado a reparar. A medio camino del proyecto, el Consejo publicó un análisis de opinión pública llamado The American People and China, de A.T. Steele, quien llegó a la inesperada conclusión de que los estadounidenses estaban más dispuestos que muchos de sus cargos electos a forjar nuevas relaciones con China. Este estudio argumentaba que era sólo una dieta habitual de declaraciones públicas hostiles lo que había hecho que los estadounidenses "estuvieran dispuestos a creer lo peor de la China comunista y que ellos [los chinos] eran peores que nosotros" (Ibid).

El CFR vuelve a moldear la llamada "opinión pública", la "comunidad internacional". El informe del CFR indica que creían que el público sería susceptible a una política pro-China y al abandono de Taiwán. Grose continúa:

En 1969, el Consejo resumió el proyecto bajo el título "The United States and China in World Affairs", la publicación llegó cuando Richard Nixon, antiguo enemigo del comunismo chino, se convirtió en presidente de los Estados Unidos. (Algunos meses antes, el propio Nixon había elegido a Foreign Affairs como su foro para explorar una nueva mirada a Asia en general y a China en particular). Basculando la congelación prevaleciente desde hacía mucho tiempo, el proyecto del Consejo definió una política de dos Chinas con un análisis cuidadoso. Abogó por la aquiescencia de la adhesión de China continental a las Naciones Unidas, y argumentó que Estados Unidos debía "abandonar sus esfuerzos por mantener la ficción de que el régimen nacionalista es el gobierno de China" (Ibid.).

Grose concluye citando a Kissinger y Cyrus Vance en su papel central de abrirse a la China roja, inaugurando el proceso que hizo de China una potencia mundial:

"Kissinger, actuando como asesor de seguridad nacional de Nixon, se embarcó a Pekín en misión secreta en 1971, para establecer contacto oficial y exploratorio con el régimen comunista. Nixon mismo siguió en 1972. El proceso delicado de normalizar relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y China fue terminado en 1978 por el sucesor de Kissinger como secretario de estado, Cyrus R. Vance, un oficial principal del Consejo antes y después de su servicio en el gobierno. (Ibídem).

Ahora, los pollos globalistas están volviendo a casa para descansar. El Sr. Xi va a Davos con su guión globalista, pero ha sido aclarada una demarcación mediante las referencias de Trump a China y la globalización. El Sr. Xi afirma generosamente que China está dispuesta a tomar su lugar a la cabeza del proceso de globalización. Esta es la situación que ha sido buscada desde hace tiempo por Rockefeller, Soros, Goldman Sachs, y los círculos trilateralistas en América, Asia y Europa.

China ha adoptado el modelo de desarrollo económico liberal occidental. No hay contradicción entre el liberalismo y el autoritarismo político. Lo hemos visto desde 1789 en la Francia jacobina, y con qué rapidez las democracias liberales responden a una situación con bombas y armas en nombre de los "derechos humanos". De lo que los globalistas occidentales hablan es de que China "se reforme". Esta reforma ha estado avanzando rápidamente durante décadas hasta que China se encontrara como co-igual con los EE.UU., como un hegemon globalista; habla la misma comidilla y anda el mismo camino. Por otra parte, lo que los oligarcas quieren para Rusia es muy diferente: un 'cambio de régimen'. Rusia no puede ser dejada en paz hasta que sea un miembro subordinado de un sistema económico internacional. China es una entrada trasera globalista a Rusia. La relación ruso-china parece haber llevado a China todo a expensas de Rusia. Vale la pena tener en cuenta que el ejemplo BRICS fue una idea flotada por Goldman Sachs. (K. R. Bolton ‘BRICS development bank an instrument for globalization’, Foreign Policy Journal, http://www.foreignpolicyjournal.com/wp-content/uploads/2015/07/150714-BRICS-Development-Bank-KR-Bolton.pdf).

También significativo, aunque poco reconocido, es que el modelo de desarrollo económico liberal occidental adoptado por China es producto de una civilización en un estado terminal de decadencia. China buscó una transfusión de un organismo enfermo.

Con el modelo económico liberal llegan elementos concomitantes de degeneración moral y cultural. El carácter políticamente autoritario de China ha intentado minimizar este impacto en China. A través de milenios, los emperadores trataron de adaptar las influencias extranjeras moderadamente, manteniendo al mismo tiempo el organismo cultural chino inmune a la decadencia. Fueron capaces de hacer esto manteniendo el nexo tradicional de China, y aunque hubo cíclicos ascensos y caídas de muchas dinastías, la civilización china se mantuvo. Mao desató a los guardias rojos durante la revolución cultural en un celoso intento de borrar esa tradición. Recientemente, el régimen chino ha tratado de revivir algo de las tradiciones confuncionistas y taoístas de China. Si esto es algo más que un intento de manipular la tradición para mantener la autoridad del régimen es cuestionable. China ya se enfrenta a enormes problemas en términos de aumento de las rupturas matrimoniales donde antes no había ninguna, la expansión urbana, el envejecimiento de la población y otras cuestiones relacionadas con una civilización en un ciclo de decadencia. Además, existen los problemas propios de una economía de mercado, como la contaminación y el agotamiento del suelo. China es, como los maoístas fueron aficionados a declarar alguna vez sobre los Estados Unidos, 'un tigre de papel'.

Stephen Bannon está 100% en lo correcto: los medios de comunicación son ahora la oposición política




Stephen Bannon está 100% en lo correcto: los medios de comunicación son ahora la oposición política





por Paul Craig Roberts, en Instituto de Economía Política. Traducción de Leonardo Del Grosso

Bannon está en lo correcto en que los medios de comunicación estadounidenses -de hecho, toda la prensa y los medios televisivos occidentales- no son más que una máquina de propaganda para la élite gobernante. Los “presstitutes” carecen de integridad, de conciencia moral y de respeto a la verdad. (https://www.rt.com/usa/375271-bannon-trump-media-cnn/) Lea los comentarios en los que los imbéciles definen la libertad de prensa como la libertad de mentir al público.

¿Quiénes sino los despreciables medios occidentales justificaron los enormes crímenes de guerra cometidos contra millones de personas por los regímenes de Clinton, Bush y Obama en nueve países: Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Yemen, Siria, Somalia, Palestina y las zonas rusas de Ucrania?

Junto con los criminales de guerra comprendidos en los regímenes de Clinton, Bush y Obama, los medios occidentales deberían ser juzgados por su complicidad en los masivos crímenes contra la humanidad.

El esfuerzo de los medios de comunicación occidentales por mantener el alto nivel de tensión entre Occidente y Rusia es un peligro para toda la humanidad, una amenaza directa para la vida en la tierra. Las advertencias de Gorbachov son correctas. (http://time.com/4645442/gorbachev-putin-trump/?xid=time_socialflow_facebook) Sin embargo, los “presstitutes” declaran que si Trump levanta las sanciones eso demuestra que Trump es un agente ruso. ¡Resulta paradójico que los demócratas y la izquierda liberal progresista estén movilizando al movimiento contra la guerra para oponerse a la política contra la guerra de Trump!

Al negarse a reconocerlas y a disculparse por sus mentiras, eufemísticamente llamadas “noticias falsas”, los medios de comunicación occidentales han fallado a la humanidad de varias maneras. Por ejemplo, al relatar mentiras conscientemente, los medios de comunicación han legitimado el soborno del perjurio y el falso testimonio utilizado para condenar a inocentes acusados (como Walter McMillian, en Sólo Misericordia, de Bryan Stevenson) en el sistema de “justicia” de Estados Unidos, que tiene casi la misma relación con la justicia como el genocidio la tiene con la compasión. Si los medios de comunicación pueden mentir sobre acontecimientos mundiales, la policía y los fiscales pueden mentir sobre crímenes.

Al tomar el papel de la oposición política a Trump, los medios de comunicación se han desacreditado como críticos honestos sobre temas en los que Trump necesita ser criticado, como el medio ambiente y su tolerancia para con los métodos opresivos utilizados por la policía. Los “presstitutes” han puesto fin a todas las posibilidades de mejorar el desempeño de Trump con investigaciones y críticas.

Trump necesita moderación para con el medio ambiente, sobre la policía y sobre la guerra contra el terrorismo. Trump necesita entender que “la amenaza musulmana” es un engaño creado por los neoconservadores y el complejo militar/de seguridad con la complicidad de los “presstitutes” para servir a la agenda hegemónica y al presupuesto y poder de la CIA, el Pentágono y las industrias militares. Si Estados Unidos detiene el bombardeo y matanza de musulmanes y el entrenamiento y equipamiento a las fuerzas que pretenden derrocar a los gobiernos musulmanes que no son obedientes, como Siria, Irak y Libia, “la amenaza musulmana” desaparecerá.

Quizá Trump agregue a su agenda la desintegración, en centenares de piezas, de las seis mega-empresas de medios que poseen el 90% de los medios de comunicación estadounidenses, y venda las piezas a propietarios independientes que no tienen conexión con las élites gobernantes. Entonces Estados Unidos volvería a tener medios que pueden limitar al gobierno con la verdad en lugar de usar mentiras para actuar a favor o en contra del gobierno.

La siguiente versión reportada por King World News tiene algunas deliciosas palabras de antiguos periodistas sobre cómo su único trabajo es mentir para los ricos: http://kingworldnews.com/paul-craig-roberts-an-ominous-warning-for-what-promises-to-be-a-very-dangerous-year/

Las Ondas WiFi Pueden Causar Daño Biológico

Las Ondas WiFi Pueden Causar Daño Biológico


El profesor Martin Pall, profesor de Bioquímica y Ciencias Básicas de Medicina de la Universidad Estatal de Washington, dice que el WiFi y otros campos electromagnéticos pueden causar daño biológico.

En el año 2014, dijo "Creo que este va a ser uno de los principales problemas en la próximos años. La mayoría de las personas no son conscientes de ello, y la gente en su mayoría desconoce los problemas que esto puede causar". 

De acuerdo con algunos gobiernos, no es posible que las ondas WiFi de los teléfonos móviles, routers, etc, puedan causar daño, y que la investigación en el campo es incoherente y que no hay ninguna prueba de que dicha radiación puede causar problemas de salud. 

Pero el profesor Pall que es un físico, genetista y biólogo, cree que esto es realmente perjudicial para la Salud.



Pall sostiene que los resultados de las investigaciones oficiales, no son suficientes como a veces se afirma, y que la salud del público en la actualidad urge a proteger.

La extensa investigación de Pall en las últimas décadas revelan cosas como:

- Las microondas dañan a los seres humanos a niveles muy por debajo de los límites de radiación presentes, a través de mecanismos a nivel celular.

- Estos mecanismos biológicos pueden total o parcialmente estar detrás de la creciente "enfermedades inexplicables" como la muerte súbita cardiaca, el sistema inmunológico, la fibromialgia, estrés postraumático, el aumento de la rotura del ADN, debilitación etc.

- Los efectos pueden, en principio, afectar a todos los animales multicelulares, y se ha demostrado, por ejemplo, en los mejillones.

- No es necesario ni teorías científicas ni ninguna conspiración de la "Nueva Era" que lo justifique.

La conclusión que puede extraerse de los resultados de Pall es que nos enfrentamos a un nuevo y cada vez más presente contaminante ambiental.

Algunos lo han llamado "la bomba del medio ambiente del siglo 21", y estas cosas tienen implicaciones para el medio ambiente y la salud humana, como la construcción de torres móviles, ordenadores en las escuelas, y cada vez hay más gente que padece de una enfermedad rara como la Electrosensibilidad


Martin Pall, profesor en la Universidad Estatal de Washington, tiene un impresionante equipo de trabajo. Su primer artículo sobre los campos electromagnéticos y su papel en la activación VGCC a ganado un lugar en la lista "Global Medical Discovery" de los artículos más importantes de la medicina en 2013.