Philip Giraldi, un exagente de la CIA y especialista en contraterrorismo, ha asegurado que, desde hace tiempo, el Gobierno estadounidense ha sido consciente de que Turquía compra petróleo de contrabando al Estado Islámico procedente de los territorios que los yihadistas controlan en Irak y Siria, pero Washington prefiere mantener a Ankara entre sus amigos.

EE.UU. "sabía que los turcos se dedican a la compraventa de petróleo del Estado Islámico y obtienen grandes ganancias, por eso no bombardeaba sus columnas de camiones cisterna", ha asegurado Philip Giraldi durante la conferencia internacional por el décimo aniversario en antena de la cadena RT.
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Recientemente, la aviación estadounidense "ha atacado algunos camiones cisterna que transportaban petróleo. Antes no lo hacía porque sabía que esos vehículos estaban bajo la protección de Turquía, que acoge bases aéreas de EE.UU.: esto es un factor importante", ha agregado este exagente de la CIA.

Para Giraldi, Washington no critica las relaciones del Gobierno turco con el Estado Islámico porque "prefiere mantenerle entre sus amigos; por este motivo, desde la Casa Blanca se muestran muy cautelosos en sus declaraciones" y nadie acusa a Ankara.

"¡Salgan de sus camiones y corran!"

Este mes de noviembre, varios altos mandos militares del Pentágono revelaron que los pilotos de la Fuerza Aérea estadounidense advierten al EI antes de bombardear sus camiones cisterna, que transportan el oro negro a territorio turco.

En el primer ataque aéreo contra los camiones de petróleo, realizado el pasado 18 de noviembre, "sobrevolamos los vehículos a baja altura para realizar una demostración de fuerza previa y, 45 minutos antes de la ofensiva, arrojamos unos papeles con la advertencia: "Destruiremos los camiones desde el aire. Abandonen los vehículos de inmediato. No arriesguen sus vidas", declaró el coronel norteamericano Steve Warren.