Un poco sobre el libro [1] Imaginar
el futuro es una empresa arriesgada. Por buena que sea nuestro
conocimiento de la historia y por fuerte que sea la fe en las lecciones
que nos enseña, por robustos que sean nuestros sistemas de modelado
usando las mejores metodologías y tecnologías disponibles, aun así,
podemos estar horrible y embarazosamente equivocados. Pero también
podría pasar que la visión resultase correcta. Más importante, podría
incluso influenciar realmente en el curso de los actuales
acontecimientos de forma que al menos algunos elementos se hagan
realidad. Miremos la ciencia ficción: ¡cuán a menudo han terminado
siendo hechos científicos!
Nuestra propuesta a la apasionante
galaxia de autores de este volumen fue permitirnos caer en este tipo de
creación de una visión, dejando por un momento volar la imaginación sin
quedar atrapados por las cadenas de lo que es ‘realista’ y ‘factible’.
Pero como no queremos que sea un ejercicio
solo de imaginación,
también pedimos a los autores que se basasen en el contexto actual y nos
diesen ejemplos y casos del pasado o del presente que señalen la
posibilidad real de que tales visiones lleguen a hacerse reales. Los
ensayos en esta recopilación van desde algo más bien cauto a lo
aventureramente imaginativo y creemos que todos ellos tienen el valor de
darnos dirección, esperanza y una corazonada de lo que puede llegar a
ser.
En este ensayo introductorio damos principalmente una visión
general de la recopilación, agrupando los ensayos en cuatro esferas
clave de la existencia humana: la política, la sociocultural, la
económica y la ecológica. En el artículo final hemos elaborado con más
detalle estos escenarios, esbozando una visión futurista de justicia,
igualdad y sabiduría ecológica. Debemos reconocer aquí que el marco de
cuatro esferas que usamos tanto en el ensayo introductorio como en el
conclusivo se basa en un proceso en curso de diálogo y compartición de
experiencias en el que estamos implicados, el Vikalp Sangam o
Confluencia de Alternativas [2] así como en algunos de nuestros
anteriores trabajos de un paradigma alternativo llamado democracia
radical ecológica o ‘
ecoswaraj’ (véase, por ejemplo, Kothari, 2014)
La
división de los 32 artículos temáticos en este volumen en cuatro
esferas es necesariamente imperfecta, porque los artículos y los temas
que cubren no encajan limpiamente en un único escenario, y las esferas
se solapan entre ellas (¡un poco como el símbolo olímpico!). Nos
gustaría evitar la trampa académica de la categorización quisquillosa.
En cualquier caso, creemos que este marco nos da una base para el
análisis y también para imaginar el futuro.
Elementos clave del futuro
Futuros ecológicos
El
medio ambiente en peligro de India ha sido objeto de mucha
investigación, activismo y acción. La abrumadora pérdida de ecosistemas y
biodiversidad, el envenenamiento de nuestras aguas, aire y suelos, la
erosión de los suelos productivos y una multitud de otros problemas son
prueba de la insostenibilidad de la actividad humana en India (como de
hecho en el mundo en su conjunto, como muestran recientes estudios del
cruce de varios límites planetarios, especialmente el de Rockstrom
et al.,
2009). Ante una situación así, ¿qué futuros se pueden imaginar que nos
rescaten de la abrupta pendiente hacia el colapso ecológico?
Salvaguardar
los ecosistemas y la biodiversidad que nos mantienen es claramente una
parte sustancial de lo que debe hacerse. En las últimas décadas ha
habido muchas iniciativas, tanto dentro como fuera de los gobiernos,
hacia esto. Entre estas se incluyen áreas protegidas y protección legal a
determinadas especies, ‘reservas’ de bosques para un uso restringido y
otras medidas gubernamentales. También incluyen amplias iniciativas
comunitarias que sostienen ya sean antiguas prácticas como ecosistemas
sagrados ya permitan otras nuevas como una respuesta a la escasez, la
disminución de la vida salvaje, u otras situaciones. Desgraciadamente,
las primeras en particular, se han ubicado mayoritariamente dentro de un
paradigma de conservación exclusivista que intenta separar a la gente
de la naturaleza. Y simultáneamente el estado ha sido más bien generoso
al abandonar ecosistemas críticos a proyectos de ‘desarrollo’ como minas
y presas.
En este volumen, Kartik Shanker, Meera Anna Oommen y
Nitin Rai señalan los problemas de tales paradigmas y cómo el
neoliberalismo ha promovido de diversas formas la conversión de todo en
mercancías. Ellos defienden un enfoque holístico que integre los ideales
de conservación con la justicia social y medioambiental. Proponen una
ecología de reconciliación que tenga como objetivo mayores valores de
conservación para el campo y reconozca que las influencias étnicas y
lingüísticas han dado como resultado paisajes heterogéneos, multiuso,
con una increíble variedad de biodiversidad. Cualquier enfoque
conservacionista tiene que aceptar el conocimiento comunitario y
tradicional como un imperativo ético y moral para una justicia
distributiva de manera que se puedan resolver una variedad de problemas
que van de la desigualdad a la opresión.
Claramente, un enfoque
de este tipo también pone en cuestión el modelo global de gobierno
medioambiental en India. Sharachchandra Lele y Geetanjoy Sahu señalan
que, aunque el país tiene muchas leyes para proteger el medio ambiente,
ayudadas por un sistema judicial pro-activo (que ha interpretado incluso
que el derecho constitucional a la vida incluye el derecho a un medio
ambiente limpio), el estado actual del medio ambiente es deplorable.
Actualmente, el gobierno medioambiental tiene cuatro problemas
principales: el fracaso regulatorio, los límites al activismo judicial,
la dominación de las ideas de crecimiento neoliberales y el supuesto que
el conservacionismo es ecologismo. Ellos defienden que el futro del
gobierno medioambiental tiene que empezar por aceptar el ecologismo como
un modo de vida, esto es, calidad de vida, sostenibilidad y justicia
medioambiental. Segundo, el diseño institucional debe ser reelaborado de
manera que pueda abarcar objetivos biofísicos y justicia social. La
mejor gobernanza medioambiental exige un cambio en el sistema de
valores, preocupación por la justicia social y creer en el proceso
democrático.
Un aspecto específico de los recursos naturales de
India que se encuentra bajo una crisis seria y se está agravando es el
agua. Tenemos esta situación extrañamente contradictoria en la que todas
las culturas del país han venerado el agua como algo sagrado, han
considerado los ríos o el mar como el lugar de nacimiento de la vida, y
sin embargo hemos permitido en todas partes su degradación hasta
convertirse en ecosistemas contaminados, invadidos, sobreexplotados o
drenados. Hay una importante desigualdad en el acceso al agua para
propósitos diversos. Ante la amenaza de crisis acuíferas en muchas
partes de India, hacen falta cambios de paradigma en cómo gestionamos
este elemento crucial de la naturaleza. Sobre esto escriben Srhripad
Dharmadhikary y Himanshu Thakkar, señalando la necesidad de alejarse del
extremo antropocentrismo y desigualdad del actual uso del agua hacia
uno en el que el agua sea vista como una parte integral de los
ecosistemas y se tengan en cuenta sus valores polifacéticos (culturales,
de sostenibilidad y económicos). Hace falta un cambio fundamental hacia
los valores centrales de sostenibilidad, justicia, eficiencia y
democratización. Los autores nos dan algunos ejemplos de semillas de
esperanza, tanto procedentes de fuentes oficiales como de actores
no-gubernamentales, y sugieren elementos de una visión futura, así como
su logro mediante cambios institucionales, la creación de ejemplos de
éxito y su replicación a un nivel más amplio.
Un tema básico para
un futuro ecológicamente justo y sostenible, y para una igualdad
económica y social que trataremos más abajo, es el de la energía. El
acceso a cantidades suficientes de energía es un determinante importante
del bienestar humano. Ante el cambio climático, las fuentes de energía y
los modos de generación se han convertido en algo extremadamente
crítico. Harish Hande, Vivek Shastry y Rachita Misra abogan por la
disponibilidad de tecnología para una energía limpia y asequible que
pueda cumplir tanto los objetivos de desarrollo como de calidad del
medio ambiente. Para ello es básica la promoción de la Energía Renovable
Descentralizada (ERD), que nos ofrece una oportunidad de mejorar el
acceso a modernos servicios de energía para los miembros más pobres de
la sociedad. Este ensayo expone posibilidades para el futuro que
implican a varios niveles políticos y los cambios financieros y
tecnológicos necesarios para promover un desarrollo sostenible y una
distribución igualitaria de los recursos. Para asegurar el acceso a la
energía a las poblaciones diferenciadas de los centros urbanos rurales,
los autores destacan iniciativas como la extensión e integración de DRE,
la convergencia política hacia un desarrollo aldeano de bajo uso de
carbono, el espíritu emprendedor en la industria energética como medio
de sustento y los centros de recursos comunitarios. El futuro de la
energía de India se encuentra en la creación de una economía
colaborativa en la que se promuevan cambios en los modelos de consumo y
que el acceso a los servicios de energía se considere más importante que
la propiedad.
Futuros políticos
Las
relaciones de poder son una parte integral de todas las interacciones en
la sociedad, desde las interpersonales y familiares hasta la gobernanza
mundial. Las relaciones se encuentran en una compleja telaraña de
jerarquías, desigualdades y complementariedades. Para este volumen
usamos el término ‘político’ de manera que incluya procesos e
instituciones colectivos de toma de decisiones a varios niveles, desde
la aldea y la ciudad (o colectivos dentro de estas) a estados, naciones y
el mundo.
De muchas formas, India es una sociedad intensamente
jerárquica, con desigualdades en el poder que se manifiestan en todas
las esferas de la vida, desde la familia hasta el país. A las
desigualdades tradicionales basadas en casta, etnia, género, riqueza y
estatus en la jerarquía dominante se les ha añadido en época reciente la
posición personal en la jerarquía del estado y el creciente dominio del
capitalismo en el mercado. La interacción entre todas estas
desigualdades es compleja y a veces contradictoria, pero la realidad
predominante es la de una sociedad con intensas desigualdades de poder.
La forma representativa de democracia que ha adoptado India no ha
conseguido lograr un cambio fundamental en esta situación, a pesar de la
ventaja potencial de que comunidades marginadas con grandes poblaciones
tienen en una organización en la que la mayoría de votos pueden contar.
Ante esta situación, ¿qué cambios son necesarios para conseguir una
sociedad mayor acceso e igualdad política?
M.P. Parameswaran
imagina una unidad rural que sea política, económicamente y en otros
aspectos autogobernada. Lo describimos con más detalle en la sección
"Futuros económicos" más abajo.
Pallav Das, en su ensayo sobre el
poder, describe los contornos de las desigualdades, tradicionales y
nuevas, y destaca que en respuesta a los intentos de cambiar el statu
quo, el estado o las fuerzas afianzadas están respondiendo cada vez con
más violencia. Investiga a continuación los intentos orgánicos de
resistencia enraizados en las tradiciones de las comunidades, y se
pregunta si estas nos muestran el camino a una estructura de poder
igualitaria basada en "los comunes". Él propone que los movimientos
populares y las fuerzas progresistas forjen una 'Nueva Alianza de Poder'
que tenga la experiencia y la motivación para desafiar a la estructura
de poder existente y su agenda económicamente explotadora y
ecológicamente ruinosa.
Aruna Roy, Nikhil Dey y Pravita Kashyap,
usan su enorme experiencia en organizaciones de base para conseguir un
gobierno que responda más de sus actos para examinar los cambios
necesarios en el marco democrático de India. El surgimiento y expansión
de movimientos de masas que exigen transparencia, rendición de cuentas,
salarios y derechos comunitarios, ha presionado los centros nerviosos de
toda la estructura neoliberal. Campañas como la del Derecho a la
Información y la de Empleo Garantizado han aumentado nuestra comprensión
de la naturaleza y retos de la democracia participativa. Nos han
mostrado que a pesar de una economía y política neoliberales lo que
parecía imposible se ha conseguido. Proponen la idea de democracia
directa, a través de una 'coalición arcoíris de movimientos sociales de
base', en algunos aspectos similar a la propuesta de Das. Una coalición
de este tipo permitiría el intercambio fecundo de ideas y resaltaría las
complejas conexiones entre los derechos económicos, sociales y
políticos con los derechos ecológicos.
Un aspecto específico de
la estructura política es la ley. India tiene una Constitución compleja,
uno de los mayores cuerpos legislativos del mundo, y un gran repertorio
de interpretaciones judiciales de la ley, en sí mismas pioneras. En
este contexto Arpitha Kodiveri examina las oportunidades y limitaciones
de la ley, describe el abanico de factores (sociales, políticos,
económicos y culturales) que la influencian, y hace un listado de los
tres principales y sobrecogedores retos: el acceso a la justicia, la
aceptación social de la ley y las múltiples formas de injusticia. Ella
aboga por un futuro legal que luche por una democracia social, mediante
la interacción de los principios de descentralización, igualdad e
innovación en el sistema judicial. Propone abrir el poder legislativo y
el judicial a la participación de los ciudadanos en la creación de la
ley, así como en la resolución de disputas legales. Un punto central es
la creación de centros de mediación que puedan interpretar un papel
crucial en el establecimiento de una conexión constante entre la ley y
la sociedad, sacando a relucir capas y nociones complejas de identidad.
Un
tema recurrente en India, especialmente en los debates que tienen lugar
dentro de la sociedad civil respecto a diversos aspectos de la
sociedad, es la relación entre diferentes ideologías políticas, o
diferentes tradiciones ideológicas y filosóficas que tienen
ramificaciones políticas. El debate causa a menudo divisiones, cuando se
toman posiciones ortodoxas y rígidas que llevan a Gandhi contra
Ambedkar contra Marx contra cualquier otro, o a una religión y
espiritualidad contra el racionalismo, o al cisma entre tradición y
modernidad. ¿Hay forma de superar estas divisiones? ¿Se puede encontrar
algo en todas o en muchas de estas ideologías que nos permita llegar a
una gran síntesis, o a algún tipo de unidad en la diversidad que nos
ayude a conseguir una sociedad igualitaria, justa y sostenible?
Aditya
Nigam y Bharat Patankar se enfrentan a este reto de diferente forma. El
primero se vale de algunos pensadores importantes indios de principios a
mediados del siglo XIX para proponer el concepto de democracia social
radical, una idea para el futuro que hace un llamamiento para un cambio
en lo que Ambedkar llamaba la conciencia social de la gente. En su
práctica, esto institucionalizaría la ética de la compartición, de
manera que los recursos se conviertan en parte de los comunes. La
democracia social radical lucharía por sistemas que no caigan víctimas
de las oligarquías poderosas y permitirían por contra formas
institucionales que puedan proporcionarnos un espacio para la pluralidad
de visiones del futuro imaginado. Le daría a la gente, como poco, la
oportunidad de tomar decisiones informadas cuando surjan cuestiones
problemáticas que no puedan prestarse a soluciones fáciles. Sería un
socialismo liberado del estado, 'profundamente conectado con las
prácticas reales de vida sobre el terreno y extrayendo sus principios y
normas de ellas'. De esta y otras formas, un sistema de este tipo,
liberado de las disputas históricas, podría integrar muchos ideales de
Gandhi, Ambedkar, M.N. Roy, Iqbal, Tagore y otros pensadores críticos
que de otra forma podrían ser vistos como contradictorios entre sí.
Patankar
enfoca el problema desde el punto de vista de la teoría. Defiende una
teoría crítica multilineal que reconozca la existencia humana como la
combinación de diversas relaciones sociales, políticas, económicas y
culturales, y surja de la multilinealidad [3] de la explotación, la
evolución de las luchas y la evolución de los sueños de una sociedad
futura. En su esfuerzo por desarrollar esta teoría crítica multilineal,
Patankar saca ideas de los escritos de Ambedkar, Phule, Marx y Kosambi.
Una sociedad de una humanidad liberada es un sueño que se puede hacer
realidad, dice el autor, si el enfoque para la transformación total
tiene la base de una teoría de este tipo.
Finalmente, es
relevante para los futuros políticos una cuestión crucial: ¿cuál es el
papel de la India en el orden mundial? Muchkund Dubey se enfrenta a esta
cuestión poniendo el foco en las Naciones Unidas (ONU), con un rol
fundamental en la creación de un mundo pacífico en el que gente de todos
los países pueda prosperar. Él señala que los 60 y los 70 fueron una
era dorada de la cooperación internacional. Sin embargo, al llegar los
90 las grandes potencias consiguieron debilitar esto mediante el
desmantelamiento de la capacidad de la ONU de entregar bienes públicos a
la comunidad internacional. Dubey aboga por una nueva gobernanza
dinámica, democrática y multilateral del futuro orden mundial. Para ello
es central restaurar y modernizar las funciones esenciales y aumentar
la capacidad de la ONU. Debería convertirse en una voz para los pueblos
mediante la participación efectiva de todos los países y organizaciones
de la sociedad civil. También exigiría la democratización de los
procesos de toma de decisiones en el FMI y el Banco Mundial, y traer la
OMC al marco de la ONU, asegurando la rendición de cuentas de las
corporaciones multinacionales, la vigilancia global y la regulación de
los mercados financieros internacionales. El papel de India debería ser
el de plantear una iniciativa para reestructurar el orden mundial
construyendo una coalición global para una nuevo multilateralismo
dinámico y democrático, que incluya el intentar subir a bordo a países
como China (y los otros países del BRIC).
Futuros económicos
Aunque el origen de la palabra ‘economía’ se refiere a la gestión de la
oikos (nuestro
hogar/familia en griego), aquí nos referimos a ella principalmente como
la gestión de materiales y finanzas. La economía de India, basada en
una larga historia de producción primaria (agricultura, pastoreo, pesca,
forestal) así como secundaria (textil, artesanía, trabajo de metales y
muchas más) ha cambiado tras la Independencia desde un carácter
predominantemente estatal (‘socialista’ al menos en parte) a uno
predominantemente empresarial o estatal-empresarial (cada vez más
‘capitalista’). Si usamos los parámetros convencionales es hoy una de
las mayores economías del mundo. Pero también está claro que este modelo
de desarrollo económico que ha adoptado India no ha traído bienestar y
prosperidad para todos y también parece ser insostenible, dados los
recursos naturales y humanos de que disponemos. Esto es así aún con más
razón con la economía globalizada hacia la que nos hemos dirigido,
especialmente a partir de 1991 (Shrivastava y Kothari, 2012). ¿Es
posible imaginar un futuro económico diferente en el que los problemas
de extrema desigualdad, marginación de centenares de millones e
insostenibilidad ecológica sean abordados y exista un bienestar
sostenible para todos?
Bajo este tema tenemos ensayos que cubren
el pastoreo, la agricultura y la alimentación, el desarrollo
agroindustrial basado en la biomasa, la artesanía, la industria, la
energía, la localización, el transporte y los mercados. Tomados
conjuntamente despliegan aspectos cruciales de un futuro que puede ser
económica y ecológicamente regenerativo y democrático.
El
pastoreo, una forma de vida y una actividad para ganarse el sustento,
precede a la agricultura estable. Ilse Köhler-Rollefson y Hanwant Singh
Rathore, este último un pastor él mismo, sacan a relucir la contribución
que hace tanto a la economía como a los sistemas ecológicos en India,
aunque muy a menudo pasa inadvertido. Es un sistema de producción de
alimentos perspicaz desarrollado por ganaderos mediante la observación y
el conocimiento durante muchas generaciones. A pesar del nexo natural
con la economía verde, esta población no está fuertemente organizada y
reemplazada por la producción industrial. Los autores abogan por un
medio ambiente propicio que pueda integrar la producción pastoral con la
conservación de la naturaleza, asegurar un espacio para los pastores en
el paisaje y desarrollar la combinación de una producción ganadera con
la protección ambiental como una ‘carrera’ atractiva para los jóvenes.
Según ellos, el futuro de la producción pastoral será una forma
descentralizada de cuidado del ganado y de uso óptimo de la biomasa
local. También proponen vías -como la documentación de la producción
ganadera indígena, un marco de desarrollo del cuidado del ganado
alternativo y el desarrollo de cadenas de valor- para promover y apoyar
el pastoreo.
La agricultura (el cultivo), otro sector primario de
producción, está íntimamente ligada a la seguridad alimentaria, los
medios de sustento y la ecología, aunque desde la introducción de la
revolución verde en la agricultura esta relación está cada vez más
amenazada debido a que cada vez más es una agricultura basada en la
comercialización y en elevadas aportaciones externas. Bharat Mansata,
Kavitha Kuruganti, Vijay Jardhari y Vasant Futane (tres de ellos
granjeros a tiempo parcial o total) esbozan brevemente la historia de
las raíces de alimentación y cultivo de antiguos bosques y su seguridad
alimentaria para las comunidades dependientes de los bosques. Los
paradigmas políticos gubernamentales han ignorado los sistemas de
conocimiento tradicional y los conjuntos de destrezas de los granjeros,
especialmente mujeres, y
adivasis. Estos autores abogan por un
futuro que asegure Anna Swaraj (soberanía alimentaria) y seguridad
alimentaria para todos, medios de ganarse el sustento dignos para los
granjeros, sostenibilidad ecológica y coevolución. Un punto central en
esta propuesta es la agricultura ecológica, biodiversa, –una vía de
agorecología basada en la gestión cuidadosa de los recursos naturales
por parte de granjeros a pequeña escala- de la que se presentan varios
ejemplos. Esta vía reduce la vulnerabilidad ante las fluctuaciones y las
condiciones climáticas extremas y aumenta la autosuficiencia hacia la
soberanía alimentaria.
La artesanía nos ofrece una transición
desde los sectores primarios a los secundarios de la economía. Hay dos
ensayos sobre sectores secundarios: artesanía e industrias. Según
Uzramma, las industrias artesanas en India han conservado su relevancia a
lo largo de la Era Industrial a pesar de la dominación de la producción
industrial con alto uso de energía. Esto da una oportunidad a India
para sortear la opción de industrialización con alto uso de energía que
beneficia solo a unos pocos en favor de industrias artesanas dispersas
con bajo consumo energético que podrían abrir paso a la democracia en la
producción, una pieza fundamental para una verdadera igualdad social.
Las industrias artesanas usan una infraestructura de bajo coste y
necesitan poca inversión de capital, lo que hace posible que la
propiedad de la producción esté ampliamente repartida. Con la inminente
amenaza del cambio climático, las industrias artesanas con bajo consumo
energético de la India ganarán en viabilidad. Los productos artesanos
tradicionales indios, como la herencia de prácticas artesanas de otras
civilizaciones, encarnan trazos culturales específicos que les dan una
identidad distintiva, muy valorada en los mercados contemporáneos. En
reconocimiento de todos estos aspectos, los derechos democráticos de los
productores a materias primas, financiación institucional y la
propiedad legal de las identidades de sus productos específicos deben
ser garantizadas por el estado.
Duno Roy empieza su ensayo sobre
la industria y los trabajadores industriales con una breve historia de
la industrialización en el mundo y las pautas paralelas en India. En el
sector organizado, formal, de la industria india las leyes laborales son
algo funcional, principalmente debido a la fortaleza de la fuerza de
trabajo organizada. Los trabajadores en el sector informal están
auto-empleados – no hay un empleador con el que negociar, falta de
acceso al crédito, transporte, mercados, destrezas y espacio para
continuar este modo de ganarse el sustento-. Luego tenemos el sector
‘ilegal’ en el que los trabajadores no tienen ni siquiera la mínima
protección de la ley pues se consideran ilegales. Trabajadores de todos
estos sectores han estado mostrando de manera creativa su oposición a la
desinversión y la reestructuración, la privatización y la inversión
extranjera, la negativa a los derechos de organización y a sueldos
justos, las reformas de los contratos y las leyes laborales, las
demoliciones y los desahucios. Esto ha avivado la resistencia a la
estrategia empresarial-estatal de división y consolidación. Sin embargo,
según Roy, el futuro del trabajo industrial se encuentra en un cambio
radical de dos determinantes esenciales de la sociedad capitalista, a
saber, la competencia y el beneficio. El ensayo proporciona algunos
ejemplos de movimientos que han intentado plantear un desafío a estos
determinantes, pero el problema real se encuentra en la ausencia de una
política y teorización que pueda ir más allá de estos intentos por parte
de los trabajadores y plantee un reto y cambio de todas las estructuras
de explotación, desigualdad e injusticia.
El discurso acerca de
las reformas económicas –liberalización, privatización y globalización-
en el país ha ido más allá de la mera crítica hacia la articulación así
como la fundamentación de ideas y enfoques alternativos. Hay varios
ensayos que tratan este importante tema, discutiendo posibilidades de
economías regionales y locales, y la conceptualización de
bazaars para intercambios locales.
Según
Aseem Shrivastava y Elango Rangasamy, la economía empresarial de
mercado ha equiparado desarrollo con crecimiento económico y eso ha
llevado a un enorme daño ecológico y a la destrucción de comunidades
humanas. La globalización ha dado como resultado la centralización del
poder en unos pocos países y empresas, quienes regulan la estrechamente
interconectada economía empresarial. El ensayo aboga por la localización
y regionalización de economías que sean ecológicamente estables y
renovables. Esto significaría grupos de 20-30 aldeas, con una ciudad
como centro, que sean colectivamente autosuficientes y una academia de
panchayat como institución crucial para el aprendizaje. Una economía de
este tipo será una ‘Economía de Crecimiento en Red’. El ensayo enumera
estrategias para conseguir una nueva estructura económica
descentralizada, con la que desafiar a la economía industrial y
globalizada. Uno de los ejemplos que se dan es la aldea de Kuthambakkam
en Tamil Nadu, que se apoyó en la visión de Gram Swaraj cuando Elango,
uno de los autores de este ensayo, fue
sarpanch (jefe de aldea).
La aldea disfruta hoy de buenas carreteras de cemento, un sistema de
drenaje efectivo, agua potable segura, medios de vida basados en la
manufactura y una iluminación de las calles con un uso eficiente de la
energía, además de casas
pucca (con buenos materiales, nota del
tr.). Esta aldea es un ejemplo de una economía descentralizada,
ecológicamente más sensata y renovable.
Relacionado con esto está
también el ensayo de K. J. Joy sobre cómo la estrategia basada en la
biomasa puede revitalizar o regenerar la economía y la ecología rurales,
abriendo una vía de desarrollo sostenible y justa. Si una familia
típica de cinco personas puede o producir o conseguir acceso a unas 18
toneladas de biomasa, puede entonces cubrir todas sus necesidades de
alimentación, forraje y combustible y aún puede quedar suficiente para
un desarrollo agroindustrial en las áreas rurales con un uso eficiente
de la energía. El ensayo detalla cómo la fibra de la biomasa se puede
utilizar en sectores de infraestructuras como agua, edificios,
carreteras, etc. Con tecnologías ya disponibles que tienen importantes
ventajas en costes, ahorro de energía, empleo y participación sobre las
tecnologías convencionales. Si se pueden también introducir fuentes de
energía renovables, la energía necesaria para procesar la biomasa
también se convierte en algo disponible de una manera dispersa. El autor
propone un concepto de unidades de producción integrada con generación
de energía (UPIGE) para todo esto.
M.P. Parameswaran lleva más
lejos las posibilidades mencionadas más arriba con una visión de largo
alcance de una aldea autosuficiente vibrante en la Kerala de 2047.
Basada en los movimientos populares y la inspiración combinada de
Gandhi, Jayaprakash Narayan y Marx, la aldea se ha planteado como
objetivo el aumento de una longevidad libre de morbilidad hasta que se
alcance un equilibrio entre la tasa de natalidad y la de mortalidad y la
población se estabilice, aumentando la libertad de la dependencia del
trabajo alienado, y aumentando la igualdad, la diversidad y la
tolerancia. Esto se consiguió con el aumento del proceso de
planificación descentralizada ya experimentado en Kerala, en el que la
gente escoge a sus propios candidatos en lugar de permitir que lo hagan
los partidos políticos. Este proceso estuvo apoyado por un esfuerzo
importante por parte de una educación alternativa mediante un conjunto
de profesores dedicados, seguridad social para niños y ancianos, un
sistema de agricultura cíclica que permita la seguridad alimentaria, la
manufactura local de toda una serie de productos (intercambiados con
otros productos en los panchayats vecinos), la redistribución de los
hogares desocupados a aquellos que no dispongan de una vivienda
adecuada, y una autosuficiencia descentralizada del agua y la energía.
La combinación de una base rural con algunas comodidades urbanas
convirtieron el área en rurbana. Hubo que superar varios obstáculos en
el camino, algo que se hizo con un potente diálogo democrático y la
generación de conocimiento.
Rajni Bakshi resume brevemente 2500
años de historia para señalar las características de la cultura de
mercado india. Según ella, las ideas contemporáneas de crecimiento y
avance económico han cambiado tanto los modos como las relaciones de
producción. En una cultura de mercado de acumulación ilimitada, es
necesario explorar la posibilidad de una cultura basada en la idea de
suficiencia y bien común. El ensayo visualiza una economía a nivel de
aldea, que será autosuficiente para lo esencial y capaz de expandir el
espacio para un intercambio no monetario. Una economía de este tipo
tendrá sistemas de protección y revitalización de los recursos naturales
basados en la comunidad. El punto inicial de este
bazaar es cambiar desde la aspiración a la acumulación a una ética de los comunes y los bienes públicos.
La
ciudad india se enfrenta a múltiples crisis, incluidas las abismales
condiciones de vida de la mayor parte de sus residentes, especialmente
los pobres. También causa múltiples crisis fuera de sus límites, en su
relación parasitaria con la aldea. ¿Cómo se puede cambiar esto?
Rakesh
Kapoor considera los principales desafíos a los que la India urbana se
enfrenta en las próximas tres décadas y más allá, entre los que se
incluye una pobre infraestructura, un suministro de agua y electricidad
muy inadecuado, chabolismo, eliminación de residuos y un pobre
transporte público. Entre las causas subyacentes de estos problemas se
encuentra una gobernanza pobre, debilidad financiera, la falta de
innovación y los esquemas populistas. Al defender que una mejor calidad
de vida para los indios –urbanos y rurales- requiere desviarse de manera
fundamental de los actuales enfoques, marcos mentales e instituciones,
Kapoor sugiere una visión radicalmente diferente para la India urbana
plus
rural de 2047, basada en las ideas de una urbanización dispersa con
pequeñas ciudades y centros de desarrollo y formación, mecanismos
innovadores para la financiación, autoridades públicas a múltiples
niveles para regular el uso de la tierra y el agua, dar poder a los
cuerpos locales urbanos (CLU) o gobiernos locales urbanos (GLU) para un
gobierno descentralizado, innovación en el uso sostenible de los
recursos y soluciones en las áreas urbanas para crear ciudades
“regenerativas” e “inteligentes” y vías con bajo consumo de carbono.
Este futuro sugerido estará basado en el uso extensivo de fuentes de
energía renovables, una mínima generación de desechos, una huella
ecológica mínima, la provisión de viviendas decentes para todos los
ciudadanos y resiliencia frente a los desastres. Kapoor destaca que el
reto definitivo para los indios, incluidos los líderes políticos, es,
antes que nada,
tener una visión de otro futuro para la India urbana
plus rural, y luego llevar a todos los miembros de nuestra población a conseguir esta visión.
Uno
de los sectores cruciales de la India urbana es el transporte. Aunque
la mayor parte de las ciudades tienen una extensa planificación urbana, a
pesar de todos los pasos elevados, ampliaciones de carreteras y otros
proyectos de infraestructura viaria, el problema del tráfico se está
intensificando cada año que pasa. Sujit Patwardhan explora la escena
contemporánea, y detalla la visión para el futuro del transporte en la
India urbana. Según él, la planificación del transporte en India ha
estado centrada predominantemente en el coche, dando como resultado el
desplazamiento de la bicicleta, los carros y otros modos de transporte
público. También ha dado como resultado mayores tasas de aumento de los
niveles de contaminación. El ensayo propone un transporte sostenible
centrado en la gente que pueda hacer de la ciudad algo placentero y
seguro, donde la gente pueda caminar, circular en bicicleta y llegar a
sus destinos sin la dependencia de los automóviles. Es fundamental para
ello una planificación urbana centrada en el medio ambiente que promueva
formas compactas de desarrollo residencial, una dependencia reducida
del transporte en automóvil, una planificación de un uso mixto de la
tierra, la protección de los valores naturales de la ciudad y una
efectiva gestión de los recursos.
Unos futuros sostenibles y
justos están estrechamente vinculados, entre otras cosas, a las
elecciones tecnológicas que haga una sociedad. Dinesh Abrol se enfrenta
con la cuestión de la tecnología dentro de un marco más amplio de
economía política. Los sistemas tecnológicos contemporáneos están
guiados por la producción de conocimiento neoliberal dominante, que es
extremadamente extractiva sobre la naturaleza y da como resultado una
desigualdad creciente. Las instituciones de investigación y desarrollo
están centralizadas y han cerrado sus puertas a formas alternativas de
ciencia y tecnología. Por ejemplo, los ecosistemas y paisajes agrarios
se han degradado drásticamente debido a los actuales modelos de
monocultivo y una agricultura con un uso intensivo de productos
químicos. Hoy, India se enfrenta a una creciente dependencia del modo de
producción y consumo capitalista. El ensayo explora alternativas
tecnológicas en agricultura y programas de industrialización rural,
transporte sostenible, el sector de la energía y la vivienda o el
desarrollo de hábitats. Exhorta a estrategias que prioricen el proceso
de desarrollo de cambios en las estructuras dominantes y en las normas
de consumo culturales existentes, por parte de protagonistas
comprometidos a luchar por democracias populares y democracias
socialistas. Las necesidades básicas del campesinado y la clase obrera
son su prioridad. El ensayo aboga por alternativas tecnológicas que
puedan interpretar un papel importante en lo anterior, y que puedan
desencadenar una transformación radical de los sistemas socio-técnicos,
guiados por una transformación ecológica guiada por la igualdad social
con portadores de alternativas sociales de innovación y desarrollo.
Futuros socio-culturales
Las
antiguas características civilizatorias de India están cambiando
rápidamente bajo la influencia de la modernización, pero sin embargo
siguen dándonos unos cimientos y continúan siendo un factor en la vida
cultural y social. Abundan las contradicciones y las complementariedades
en las relaciones de casta, clase, género, edad, etnicidad, capacidad,
geografía, parentesco, demografía, sexualidad y en la interacción entre
tradición y modernidad. Profundas desigualdades y explotación se
encuentran al lado de igualmente fuertes solidaridad y armonía. En lo
que parece ser una cada vez más confusa complejidad, ¿qué futuros se
pueden imaginar que minimicen los conflictos y maximicen la
complementariedad, en los que la diversidad sea más una fuente de
fortaleza que de división?
La sección de futuros socio-culturales
tiene ensayos que tratan del lenguaje, el arte, los medios de
comunicación, el conocimiento, la salud, la sexualidad, los dalits y las
castas, el género, los adivasis y las minorías. La mayor parte también
abarcan las esferas económica, política y socio-cultural.
Un
aspecto crucial de la cultura es el lenguaje. India es una tierra de al
menos 780 idiomas vivos –una de cada ocho lenguas en el mundo-. Según
Ganesh Devy, los idiomas son visiones del mundo más que simplemente
modos de comunicación y la falta de este reconocimiento junto con la
insistencia en la viabilidad económica, ha dado como resultado la
desaparición de muchas lenguas indígenas. La revolución tecnológica
desde el punto de vista de la comunicación ha afectado profundamente la
forma en que el mundo moderno se comunica, y varios grupos étnicos y
culturales se enfrentan a la amenaza de la eliminación. El ensayo
defiende que tenemos que apoyar idiomas que no son populares o estén en
la cultura dominante o no hayan llegado a las ciudades. Esto
significaría emplear iniciativas para proteger las lenguas con mucha
mayor extensión, como por ejemplo mantener bibliotecas electrónicas,
sociedades literarias e iniciar revistas de y para lenguas indígenas.
India podrá enfrentarse al reto de asegurar su gran diversidad de
lenguas únicamente si acepta su identidad multilingüística y
multicultural.
Las oportunidades de aprendizaje y educación están
en el corazón de la cultura (y mucho más de lo que contiene este
libro). Tultul Biswas y Rajesh Khindri señalan que la educación
interpreta un papel crucial en la transmisión de ideas, experiencias de
vida, cultura, conocimiento, lenguaje y demás, de una generación a la
siguiente. La escuela, una agencia para impartir educación, se convierte
en un sitio vital para estas transmisiones. Sin embargo, los sistemas
escolares son también responsables de reforzar las desigualdades y
prejuicios que ya son prevalentes en la sociedad. El disfuncional
sistema escolar público en India está poblado por estudiantes de los
sectores más marginados de la sociedad. Por otra parte, las escuelas
privadas reflejan la sociedad india altamente estratificada por clases, y
ni si quiera se relacionan con estudiantes de los sectores marginados.
Esta estratificación se amplía aún más con las desigualdades de casta,
religión y género que están profundamente incrustadas en la sociedad
india. La educación ha sido reducida a un negocio y no hay espacio para
el desarrollo creativo y holístico de un niño. Inspirado por las ideas
de Avijit Pathak, este ensayo defiende como visión del futuro de la
educación que se puedan abrir oportunidades y liberar el potencial para
el desarrollo de una educación equilibrada, justa y receptiva a
estudiantes y profesores. Algunos ejemplos de unas cuantas iniciativas
que se han alejado de la estructura escolar convencional y han abierto
nuevas vías de creación de un ambiente interactivo, inclusivo, con final
abierto, muestran que este futuro, aunque difícil, es posible.
Sudha
Gopalakrishnan explora la herencia y la representación contemporánea
del arte (limitándose a las artes escénicas) en India. India ha sido
tierra de diversas formas artísticas tradicionales como artes, teatro,
danza y música. Estas han sido también lugares de resistencia y de
ridiculización de la clase dominante. Sin embargo, un enfoque orientado
al mercado de las artes escénicas ha degradado el legado de las formas
artísticas y las ha reducido a meros fines económicos. El ensayo
argumenta que el futuro del arte tiene que equilibrar el significado
específico del contexto con la relevancia para un mundo mayor. Este tipo
de ‘equilibrio’ se puede dar creando espacios públicos, colectivos y
organizaciones que trabajen explorando y conservando culturas locales.
El arte también tiene que transgredir fronteras más allá de lo
establecido/convencional para permitir el flujo cultural. También puede
ser archivado y conservado sistemáticamente. Una nueva posibilidad para
el arte implicaría reconocer su potencial renovable o algo que crea
valor.
Paranjoy Guha Thakurta busca qué deberían esforzarse por
llevar a la esfera pública los medios de comunicación alternativos y
también cómo hacerlos más receptivos a los segmentos de la población y a
los temas a menudos dejados fuera por los medios de comunicación
empresariales enfocados a conseguir beneficios. La emergencia de
oligopolios en los media indios ha dado como resultado la pérdida de
heterogeneidad y pluralidad. Se han convertido en algo insensible y han
restringido su cobertura sobre temas como la agricultura, los dalits,
los campesinos marginados y el medio ambiente. La digitalización de los
medios ha dado como resultado un flujo de información transformado a
pesar de la brecha en el acceso a la información en todo el mundo, y da
esperanzas de un futuro democrático. Un escenario ideal sería que la
recopilación y difusión de la información en el mundo digital no
estuviese controlada por unos pocos poderosos, sino que ciudadanos
normales del país interesados reuniesen y difundiesen información
regulada por un cuerpo independiente, que pueda disuadir a periodistas
descarriados. Este ensayo sugiere la necesidad de que gente con
diferente historial, aunque con las mismas convicciones, se unan. Los
profesionales de los medios deberían colaborar con informantes,
representantes de la sociedad civil y activistas políticos para publicar
verdades incómodas y conseguir mayor transparencia.
Según Rajeshwari Raina, en la era del neoliberalismo el conocimiento se ha reducido al simple logro de fines económicos. Un
establishment científico
y técnico muy centralizado solo sirve al estado y a las empresas del
sector privado. La gestión política, la educación superior, la
investigación científica, la producción de mercancías, todas las
empresas del conocimiento aceptan la versión monetizada del
conocimiento. El ensayo imagina un futuro del conocimiento en India
basado en valores democráticos y sistemas de conocimiento radicados en
la comunidad. Este sistema integraría y descentralizaría las
interconexiones entre diferentes recursos naturales, sociales, físicos y
financieros. Para ello es imprescindible la creación de acuerdos
institucionales que integren diversos sistemas de conocimiento y
respeten los principios de igualdad y justicia. La comunidad científica
tiene que movilizarse para hacer el tipo de ciencia correcta de formas
democratizadas, descentralizadas, con capacidad de inclusión y
deliberación. Esto se relaciona estrechamente con el ensayo de Abrol
sobre tecnología.
Abhay Shukla y Rakhal Gaitonde dicen que la
historia del desarrollo del sistema sanitario en India está marcada por
constantes diferencias entre la retórica expresada en los documentos
políticos y los recursos reales asignados para la puesta en marcha de
estas políticas. India tiene políticas como la Misión Sanitaria Rural
Nacional, basada en un modelo de planificación participativa y gobierno
comunitario, pero la aplicación se tambalea por la lógica de la
mercantilización del sector de la salud en un marco neoliberal. El
ensayo aboga por un Enfoque de Sistemas Sanitarios para moverse hacia la
democratización del sistema público de salud y la socialización del
sistema sanitario privado. Fundamental para este enfoque es el Sistema
Universal de Asistencia Sanitaria (SUAS) que lleva a la gran mayoría de
proveedores públicos y privados sanitarios a un único sistema integrado
que incluya múltiples sistemas sanitarios. Este sistema estará
financiado y gestionado públicamente. SUAS exigirá cambios radicales en
el suministro, gestión y financiación de manera que pueda asegurar el
libre acceso a una asistencia sanitaria de calidad para toda la
población, a la vez que se asegura un ingreso decente y seguro y la
satisfacción profesional a los profesionales sanitarios.
Una de
las cuestiones con las que ha luchado siempre la filosofía es: ¿qué es
lo que hace que nuestras vidas tengan sentido? Arvind Narrain lo
investiga desde la perspectiva de múltiples sexualidades, destacando que
la respuesta que da el capitalismo tardío es el consumo, que proclama
que satisface diversas (creadas) necesidades humanas. La naturaleza
profundamente insatisfactoria de esta afirmación es mucho mejor
expresada por el antihéroe de
American Psycho de Brett Easton,
quien descubre que una existencia en la que ‘consumir’ es la definición
exacta de lo que significa ser humano, mata al humano en tu interior.
Este ensayo está escrito con el espíritu de intentar descifrar cómo uno
consigue dar significado a la vida en la edad contemporánea. Aunque hay
muchas respuestas posibles, este ensayo defiende que al menos dos
conceptos son profundamente importantes para la existencia humana. El
primero es la idea del amor por una persona y el segundo es la idea de
amor en un sentido más amplio, que se puede caracterizar como el amor a
la justicia o la empatía con alguien que sufre. Los dos conceptos se
exploran biográficamente yendo a tres vidas
queer vividas en los márgenes del consenso social, en concreto, las vidas de Swapna y Shecheta así como la de Chelsea Manning.
Los
dalits han vivido en las condiciones más inhumanas a lo largo de la
historia. Según Anand Teltumbde, el movimiento dalit no ha conseguido
reconocer la conciencia de clase, de manera que incluso políticas como
las reservas solo han beneficiado a los sectores más acomodados de los
dalits. La mayor parte de los dalits todavía no tienen acceso a la
educación básica, la salud, el empleo, los derechos democráticos y los
valores modernos, puesto que las identidades de casta siguen dominando
la esfera pública india. Es fundamental para su visión la abolición de
la conciencia comunal y de casta en los espacios públicos para que la
humanidad pueda marchar hacia una sociedad basada en los principios de
libertad, igualdad y fraternidad. También ofrece una agenda de diez
puntos para esta transformación, que incluye la ilegalización de las
castas, la abolición de las reservas políticas, la separación de la
política y la religión, la congelación de las reservas a la población
actual y su puesta al día, mantener la justicia distributiva como su
núcleo y la adopción del sistema de representación proporcional.
Si
podemos imaginar una India libre de castas, ¿podemos también imaginar
un futuro sin desigualdades de género y patriarcado? Sí, es posible,
dice Manisha Gupte. Las ideas patriarcales que legitiman el control de
los hombres sobre la producción, reproducción y sexualidad de las
mujeres dominan el mundo actual. La autora destaca vislumbres de una
India sin géneros binarios y patriarcado. Una sociedad sin géneros
binarios rechazará las interacciones sexuales como transacciones
cargadas de poder; la gente tendrá derechos reproductivos y sexuales;
las mujeres tendrán un acceso libre y seguro a espacios públicos y
privados y las desigualdades relacionadas con casta, clase y religión
serán abolidas. El ensayo defiende un enfoque intersectorial (de clase,
casta, patriarcado, etnicidad) y volver a imaginar la política a través
de las realidades vividas de los subordinados, para luchar por los
problemas de desigualdad e injusticia. Esto obligará a eliminar
cualquier tipo de jerarquía relacionada con la casta, el género, la
clase, la etnia y la sexualidad y fortalecerá los valores de igualdad,
participación democrática, poniendo en el centro de la escena el
conocimiento y la sabiduría de gente que es testigo y experimenta la
discriminación.
Otro grupo marginado en India son las minorías
étnicas (incluidas las religiosas). Irfan Engineer investiga la
evolución de las identidades religiosas en la India colonial y
postcolonial y el consiguiente debilitamiento de la vida comunitaria.
Debido a la profundización de la conciencia comunal por parte de algunos
actores culturales, han aparecido prejuicios y disputas más fuertes. La
Constitución de India ha garantizado privilegios más fuertes a las
minorías sin reconocer la diferente intensidad con la que experimentan
la discriminación y la marginación. Por otra parte, los
‘fundamentalistas’ han usado estos vacíos legales para crear malestares
comunales. Tomando el ejemplo de un comité de
Mohalla (Barrio) en
Bhiwandi, el ensayo propone la creación de redes sociales locales y
grupos de comunidades diversas para resolver las tensiones comunales.
Según él, resulta difícil imaginar el futuro de las minorías bajo el
régimen político actual y una sociedad dominada por las ideas
capitalistas de desarrollo. No obstante, junto con la lucha por la
justicia social, la inclusión y el sustento, este ensayo imagina una
lucha por la democratización de la cultura. Esto significaría una lucha
intra-entre comunidades y la deconstrucción de identidades por parte de
los marginados, de manera que la diferenciación entre la mayoría y la
minoría se vuelva irrelevante.
Los adivasis han estado entre los
más marginados en India, perseguidos de maneras diversas, desposeídos,
abandonados, vilipendiados y mirados por encima del hombro. Gladson
Dungdung destaca esta realidad en su ensayo, mostrando las muchas formas
en que los adivasis no han sido nunca tratados como ciudadanos iguales y
su historia raramente ha sido parte de la narrativa dominante de qué es
India. En los últimos tiempos la alienación de los adivsasis de sus
tierras por el proceso globalizado de desarrollo se ha vuelto más aguda.
No puede sorprender que muchos de ellos se pregunten si alguna vez han
conseguido la independencia. Hasta el enfoque de bienestar por parte del
estado hacia los adivasis ha sido inapropiado y ha violado su cultura
(incluidas sus lenguas), las conexiones ecológicas, los sistemas de
gobierno y la autonomía. En este contexto, Dungdung pinta un futuro
alternativo que contendría autonomía territorial, bienestar o vías de
desarrollo según sus propias visiones del mundo y aspiraciones, acciones
sobre los problemas urgentes de salud y educación, que las comunidades
recuperen sus tierras perdidas, territorios y recursos, y pleno derecho a
la autodeterminación, la autosuficiencia y el autogobierno. A través de
esto, Dungdung dice que quizá los adivasis ‘también pueden ayudar al
resto de la sociedad india a llegar a ser más igualitaria, justa y
ecológicamente sostenible’.
¿Surge una visión coherente?
Dado
el amplio conjunto de temas tratados y los diversos historiales y
orígenes de los autores, no se puede esperar que haya una visión común
que surja de este volumen. De hecho, puede que ni siquera sea deseable,
porque no hay razón para priorizar una sola visión sobre la pluralidad.
No obstante, pensamos que algunos trazos comunes, como la búsqueda de la
sostenibilidad ecológica y la justicia y la igualdad socio-económicas,
la exploración de una democracia más profunda y que rinda mejor cuentas y
la celebración de diferentes clases de diversidades (sin dejarnos caer
en la división), se muestran como denominadores comunes a lo largo del
volumen. Admitimos que en parte se debe a la elección de autores que
hemos hecho como editores, pero solo parcialmente, porque en muchos
casos no éramos plenamente conscientes del tipo de posiciones que iban a
adoptar. Los factores complejos y complicados están, sin embargo, en el
detalle de lo que la gente ha dicho sobre sostenibilidad e igualdad y
justicia, no solo los grandes rasgos.
Tratamos de este análisis
de grano fino, incluyendo en él nuestras propias perspectivas, en el
ensayo final. Hemos elaborado allí cómo podría ser India en 2100,
contado por una mujer dirigiéndose a una gran reunión que tuviese lugar
simultáneamente en muchos sitios. Habla de una civilización basada en
cinco esferas cruciales entrecruzadas: democracia política directa en la
que todo el mundo tenga el derecho, la capacidad y foros en los que
formar parte en el proceso de toma de decisiones; democracia económica
en la que los medios de producción y las formas de consumo están
controlados públicamente (‘público’ significando aquí colectividades de
gente, no el estado), la autosuficiencia local tiene prioridad sobre las
relaciones económicas a gran escala y las relaciones de cuidado y de
compartir vuelven al centro del escenario en lugar de las monetarias o
mercantilizadas; justicia social que lucha por la igualdad y el respeto
mutuo entre los diversos sectores de la población así como la abolición
de las categorías divisorias como la casta; diversidad cultural y del
conocimiento en la que todas las formas de conocer y ser son respetadas;
y todo ello construido sobre una base de sostenibilidad ecológica,
resiliencia y sabiduría que incluye reconstruir una relación de respeto y
unidad con el resto de la naturaleza. Ella da varios ejemplos de
principios del siglo XXI que nos dan ya una pista de qué
transformaciones fueron posibles. No es un cuadro en el que todo sea
rosa y positivo, pero sí uno en el que los procesos de igualdad,
justicia y sabiduría ecológica se han afianzado firmemente y ya se han
conseguido bastantes transformaciones.
¿Utopías imposibles?
Algunos
lectores de este volumen probablemente serán críticos con la naturaleza
a menudo ‘utópica’ de las visiones expresadas por los autores. Quienes
plantean estos futuros son acusados de ser ingenuos soñadores, poco
realistas, viviendo en sus propios mundos. Esto es comprensible, porque
somos conscientes continuamente de la seria situación en la que nos
encontramos, lo difícil que es hacer incluso pequeños cambios y
mantenerlos... y para aquellos con conocimientos históricos, cuántas
revoluciones han empezado con visiones similares pero fracasaron en el
intento de conseguirlas.
Es comprensible, sí, pero no, lo
mantenemos, justificadamente. Los movimientos basados en ideales de
igualdad, justicia, sostenibilidad ecológica, ecuanimidad, paz, etc.,
pueden haber fracasado en el intento por conseguir estados ideales, pero
han empujado hacia espacios abiertos para transformaciones importantes.
Solo hay que ver los movimientos de las mujeres, o las luchas de los
pueblos indígenas o de los etiquetados como ‘discapacitados’, o las de
aquellos que han luchado por reformas democráticas, o quienes se
sacudieron las cadenas coloniales para darse cuenta de cuánto han
conseguido. Si los pioneros de estos movimientos hubiesen abandonado sus
sueños tan pronto como chocaron con el primer obstáculo, o incluso
antes de eso por prestar atención a los escépticos que los rodeaban, no
hubiéramos visto tales transformaciones.
Diversos acuerdos
internacionales, y las Constituciones de muchos países, contienen
elementos utópicos. Pero no los descartamos rotundamente. Al contrario,
se convierten en documentos que guían la acción y la política para ir
hacia adelante, o para resistir cuando los derechos humanos y las
violaciones ecológicas se producen. Los documentos visionarios pueden
ser faros de luz que podemos ver en la distancia cuando luchamos a
través de la niebla de una noche oscura, puesto que al menos nos dan
alguna esperanza de una dirección a la que dirigirnos. Hemos estado
reprimidos, durante demasiado tiempo, por ideas de lo que es ‘práctico’ y
‘realista’, privándonos del poder de soñar. Nosotros defendemos que
este acto de soñar, de imaginar, es un ejercicio completamente legítimo y
necesario, especialmente en el contexto actual de desesperación y
cinismo atascado en la ciénaga de la realidad material.
Como dijo el director de cine argentino Fernando Birri, citado por Eduardo Galeano:
“La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos
pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más
allá. Por mucho que camine, nunca la alcanzaré. Entonces , ¿para qué
sirve la utopía? Para eso: sirve para caminar-” [5]
En cualquier
caso, aquellos que nos venden la quintaesencia del Sueño Americano,
donde todos tendremos una inmensa riqueza económica y lo último en
coches y una casa automatizada y demás, están demostrando estar
vendiéndonos no solo imposibilidades sino también una avaricia demencial
por adquisiciones materiales como algo que proporciona la “buena vida”.
Es una pesadilla, no un sueño: el planeta simplemente no puede mantener
estas promesas, y las enormes desigualdades que se están creando al
intentar conseguirlas nos están llevando a peligrosos conflictos
sociales. Y así, como uno de nosotros escribió anteriormente en
asociación con otro colega: “Entre la vía aparentemente ‘imposible’ (de
una democracia radical ecológica) y la manifiestamente descabellada,
preferimos la primera” (Shrivastava y Kothari, 2012).
Lo que este libro no cubre
Por
diversos y de amplio espectro que sean los ensayos de este volumen,
sigue habiendo grandes huecos y limitaciones en la cobertura. Éramos
conscientes de algunos incluso cuando los estábamos pidiendo, y hemos
identificado algunos más en el camino. Temas como la espiritualidad, la
religión y otros aspectos de la cultura (que no sean el lenguaje), o
faltan o se han tratado indirectamente. De los ocupaciones del sector
primario la pesca está completamente ausente. Los derechos humanos [6], y
dentro de estos el elemento específico de los derechos de los niños o
de la gente ‘diferentemente capacitada’ son otro hueco temático, como lo
es el de los derechos a la tierra y a los comunes. Las minorías en
otras áreas que no sea la religión tampoco se han tratado. No hay un
foco específico sobre la juventud. Un ensayo sobre macroeconomía hubiera
sido un añadido útil, como lo hubiera sido uno sobre el futuro del
trabajo. Y los deportes y entretenimientos siguen desatendidos -¡de
alguna manera no fue nunca parte de nuestro campo de visión hasta que
fue demasiado tarde! Finalmente, varios ensayos cubren una parte de los
temas que les ocupan, no necesariamente exhaustivamente, en parte debido
a restricciones de espacio, en parte dependiendo de la experiencia del
autor.
Aunque los ensayos no se centran en regiones concretas, es
evidente que en su cobertura geográfica colectiva hay huecos, como el
noreste de la India y la comunidades isleñas.
Los lectores sin
duda encontrarán otros huecos, cuya única responsabilidad recae sobre
los editores. Comprendemos también que para cubrir todo el rango de
temas y sectores hubieran sido necesarios varios volúmenes. Con suerte,
este volumen puede estimular que se escriba y dialogue más, cubriendo
temas y regiones, en un proceso continuo de cómo imaginar el futuro de
India.
Finalmente, debería estar claro pero no obstante vale la
pena decir que ni este volumen ni ninguno de los autores en él reclaman
ser
la visión definitiva o la voz sobre los temas tratados. En
cada uno de estos temas puede haber diferentes perspectivas, mucho más
cuanto estamos hablando de visiones
posibles del futuro, no solo
análisis de lo que ha pasado y lo que existe actualmente. Tampoco se
dice que todas las perspectivas y visiones presentadas aquí sean
coherentes entre sí. No obstante, nuestra esperanza es que este conjunto
de aproximadamente 30 ensayos proporcione algunos elementos de una
visión colectiva coherente basada en los elementos comunes de justicia,
igualdad y sostenibilidad, y estimule más reflexiones y pensamiento y
diálogo, para hacer que esta visión sea más robusta, inspiradora y, en
última instancia, factible.
Notas:
1) Agradecemos la
contribución de Shrishtee Bajpai de Kalpavikrish, quien redactó un
borrador de los resúmenes de los ensayos que hemos utilizado como base
para describir los puntos clave de cada autor
2) Véase
http://kalpavriksh.org/index.php/alternatives/alternatives-knowledge-center/353-vikalp-sangam-coverage; Véase en especial "La búsqueda de alternativas: aspectos clave y principios" [en inglés]:
http://kalpavriksh.org/images/alternatives/Articles/Alternativesframework3rddraftVSprocess20mar2015Eng.pdf
En esta nota los escenarios son denominados pilares y lo social y lo
cultural se tratan separadamente, mientras han sido fusionados en este
ensayo.
3) El autor ha adaptado este concepto algebraico para
interactuar con la teoría social desde una perspectiva multifacética y
ecléctica.
4) Vale la pena señalar aquí que hay una
inconsistencia en el marco temporal que los diferentes autores han
tomado. Muchos han hablado de India en 2100, pero un par han considerado
escenarios para 2047 (100 años tras la independencia de la India). Esto
se debe en parte a una comunicación no muy clara por parte de los
editores a los autores, y en parte debido a que los autores quisiesen
dar un escenario extendido (2100) o acortado (2047).
5)
http://leerporquesi-1007.blogspot.in/2012/12/galeano-eduardo-utopia.html
6) Un ensayo prometido sobre este tema no llegó a tiempo