Un refugiado más en el mundo cada cuatro segundos
El campamento de Dormiz, en el Kurdistán iraquí, con miles de refugiados sirios. Crédito: Acnur
RÍO DE JANEIRO, 19 jun 2013 (IPS) -
Antes de llegar a Brasil, Yves Norodom, de 21 años, sufrió un largo
viaje tras verse forzado a dejar su país, República Democrática del
Congo (RDC), en una peripecia repetida por 45,2 millones de refugiados
existentes en el mundo, el mayor número en más de 20 años.
Así lo indica el reporte
Tendencias Globales 2012,
divulgado este miércoles 19 en Río de Janeiro y otras ciudades en
diferentes regiones del mundo por el Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados (Acnur).
Do ese total, 28,8 millones de
personas fueron forzadas a trasladarse dentro de las propias fronteras
de sus países y 15,4 millones obtuvieron estatus de refugiados en otras
naciones.
Acnur registro el año pasado 33,8 millones de personas
bajo su asistencia, la mayor cifra desde 1994. De esa cantidad, 10,5
millones eran refugiados.
En promedio, 23.000 personas debieron
dejar su hogar forzadamente cada día de 2012 para elevar el número de
refugiados y desplazados forzosos al cierre del año a 45, 2 millones ,
la mayor cifra desde que en 1994 la guerra de los Balcanes y la crisis
humanitaria de Ruanda elevaron esa tragedia humana a 47 millones.
Al concluir 2011, el número de refugiados y desplazados forzosos era de 43 millones.
El representante de Acnur en Brasil,
Andrés Ramírez,
dijo, al lanzar el informe en la víspera del Día Mundial del Refugiado,
que las guerras y conflictos armados continúan siendo la principal
causa de desplazamiento forzado.
Resalto que la mitad de los refugiados del mundo proceden de Afganistán, Siria, Iraq, Somalia y Sudán.
“En
promedio, una persona más se convierte en refugiada cada cuatro
segundos. No ha habido voluntad política a nivel mundial para prevenir
los conflictos”, manifestó Ramírez.
“El tema de los refugiados es un drama, una tragedia humana de grandes dimensiones”, planteó.
Afganistán
encabeza la lista en cuanto al origen de los refugiados, una posición
que ocupa desde hace más de tres décadas. En 2012 procedían de ese país
asiático 2,5 millones de las personas en esta situación registradas por
Acnur.
Somalia está en segundo lugar, con 1,1 millones, seguido de Iraq con 746.000 y de Siria con 471.000.
Acnur
añadió que existen en el mundo casi un millón de personas desplazadas,
que están a la espera de obtener asilo en otros países.
Eso le
sucedió a Norodom, según contó a IPS. Tuvo que esperar hasta lograr huir
a Kenia y pasar por Gran Bretaña, antes de llegar a Brasil en 2010 sin
documentos ni pertenencias.
“Allá, en el Congo, todo el mundo
temía por su vida. Yo luchaba por sobrevivir, hice lo imposible para
lograrlo. Mi trabajo era salvar mi propia piel y en aquel entonces yo
tenía 17 años”, detalló.
Su padre, un representante de la
oposición, ya tuvo que dejar la RDC hace casi una década, mientras sus
15 hermanos fueron recibiendo refugio en diferentes países y la familia
terminó fragmentada por la diáspora.
“Nos amenazaron y seis
hermanos acabamos en Brasil, otros ya habían conseguido refugio, unos
dentro de África, otros en Francia. Nos tuvimos que separar”, se
lamentó.
Una de las mayores dificultades de Norodom fue aprender a
hablar portugués. “Era un idioma que no había escuchado nunca. Me costó
seis meses aprender lo básico y después un año para dominarlo mejor”,
comentó.
Actualmente está desempleado, pero le sostiene el sueño
de que un día podrá volver a estudiar y logrará ingresar a la
universidad pública de Río de Janeiro para cursar ingeniería química.
“No es que sea muy feliz, pero al menos estoy vivo y me encuentro bien”, confió.
La
vida de Norodom se parece a la de otros muchos otros llegados a Brasil.
Según el Comité Nacional para Refugiados (Conare), dependiente del
Ministerio de Justicia, en el país hay 4.715 extranjeros en esta
situación de 76 nacionalidades.
De ellos, 2.012 cuentan con la asistencia de Acnur.
“Son
personas pertenecientes a grupos étnicos que huyen por motivos de
pensamiento o conflicto. Nuestro desafío es ofrecer las mejores
condiciones de adaptación para la integración del refugiado”, comentó
João Guilherme Granja, vicepresidente de Conare.
Brasil tiene una
legislación apropiada para la acogida de refugiados y ofrece todos los
servicios públicos y similares derechos a los de las personas nacidas en
el país, pero recibe mucha menos cantidad que naciones más pobres, como
Paquistán, que mantiene acogidos un millón 638.000 personas.
También Iraq, Kenia, Siria y Etiopia están en el listado de los que más flujo de refugiados acogen, según los datos de Acnur.
En 2012, Brasil recibió más de 1.200 solicitudes de refugio y este año la cifra será mayor, anticipó el representante de Acnur.
“Tenemos
más solicitudes a causa de las crisis que soportan varios países.
Brasil es un país con dimensiones continentales y podría recibir más
refugiados, pero se encuentra muy alejado de los lugares donde se están
produciendo las emergencias humanitarias”, comentó Ramírez.
Entre
tanto, el incremento del costo de la vida en las ciudades brasileñas y
las dificultades de la mayoría de la sociedad afectan también la calidad
de vida de los refugiados, admitió Aline Thuller, coordinadora de la
organización humanitaria Caritas, vinculada a la Iglesia Católica.
“La
mayoría de los refugiados viven en comunidades con carencias y en
favelas (barrios hacinados y pobres). Ellos tienen los mismos derechos a
los servicios públicos y las mismas dificultades que sufren los
brasileños. La mayoría trabaja en el sector informal”, detalló Thuller a
IPS.
Según la coordinadora de la institución, “todavía hay mucho
prejuicio, los refugiados son confundidos con forajidos por
desconocimiento de ese estatus”.
Caritas recibía anteriormente
mayormente hombres angoleños, que huían del reclutamiento forzoso
durante la guerra civil en su país. Ahora, a Río de Janeiro arriban
muchas mujeres embarazadas y con hijos, y familias enteras.
Río de
Janeiro es el segundo estado brasileño que más refugiados recibe
después de São Paulo, y está ultimando un plan regional de atención a
los acogidos.
“La gente creó grupos de trabajo divididos en ejes
temáticos e incluyen actividades prácticas para facilitar el acceso a
derechos básicos por parte de los refugiados”, explicó la coordinadora
de Caritas.