La transparencia nunca ha sido el fuerte de Andrés Manuel
López Obrador. El candidato presidencial de MORENA fue uno de los
principales opositores a la aprobación de la llamada Ley 3 de 3, una
iniciativa impulsada desde la ciudadanía para promover la transparencia
y la rendición de cuentas. López Obrador la describió como una
“tomadura de pelo” y como una “simulación”, aunque, de hecho, esas
palabras lo describían a sí mismo. Una investigación realizada por
PejeLeaks revela que el hoy candidato presidencial del Movimiento de
Regeneración Nacional (MORENA) omitió incluir la propiedad de dos
departamentos en su declaración “3 de 3”, presentada en agosto de 2016.
Documentos del Registro Público de la Propiedad confirman que
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés Manuel, era dueña de dos
departamentos en la Ciudad de México al momento que López Obrador
presentó su “3 de 3”; sin embargo, estos departamentos se ocultaron de
la ciudadanía, a pesar de que Andrés Manuel se comprometió, al firmar
su declaración, a incluir no solo sus datos patrimoniales, fiscales y
de intereses, sino también los de su esposa y su dependiente
económico.
Posteriormente, en una transacción que sería inusual e
incomprensible si no fuera para esconder esta omisión, Gutiérrez
Müller “vendió” ambos departamentos. Tan solo unos meses después de
la presentación de la declaración, Gutiérrez Müller vendió sus
propiedades a dos de los hombres más cercanos a López Obrador: César
Yáñez, el cuestionado vocero de Andrés Manuel; y a Julio Scherer
Ibarra, abogado personal de AMLO y coordinador regional de MORENA,
exhibido en dos investigaciones pasadas de PejeLeaks al recibir más de
25 millones de pesos de empresas fantasma utilizando esquemas similares a
la delincuencia organizada.
Ocultando propiedades millonarias
En junio de 2016, López Obrador publicó en su página de Facebook un curioso
video
en el que decía cuál era el remedio para acabar con la corrupción.
En ese momento, la sociedad civil acababa de apuntarse un logro
histórico, pues luego de años de presionar y denunciar, había
conseguido que al fin se aprobara la llamada “Ley 3 de 3”, la cual
obligaba a los funcionarios públicos y a sus familiares a ser
transparentes respecto a su patrimonio y sus ingresos. De esta manera,
la sociedad podría vigilar a sus representantes y tendría armas para
evitar que los corruptos siguieran actuando con total impunidad.
Sin embargo, para López Obrador esta ley era una “tomadura de pelo” y
una “simulación”, porque, según él, mientras la “mafia del poder”
siguiera controlando las instituciones, nada cambiaría. La corrupción
acabaría solo con un cambio de régimen, es decir, solo cuando él y
sus colaboradores de MORENA ganaran la presidencia en 2018. A pesar de
estas descalificaciones, el 10 de agosto de 2016, López Obrador cedió a
la presión de los medios y la sociedad y presentó su “3 de 3” bajo el
formato y en la plataforma promovida por organizaciones civiles como el
Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Transparencia
Mexicana.
“La declaración generó polémica, pues Andrés Manuel declaró no
tener ni una sola propiedad a su nombre, cuando años atrás, mientras
era Jefe de Gobierno del Distrito Federal, había asegurado que era
dueño de cinco inmuebles”
El formato “3 de 3” obliga al declarante, en este caso a López
Obrador, a incluir tanto sus ingresos, como los montos de ingresos netos
totales percibidos por su esposa. Es decir, Andrés Manuel debía
incluir cuánto dinero ganó él y cuánto ganó Beatriz Gutiérrez
Müller durante el año 2015 en total, ya descontando impuestos.
Además, el declarante está obligado a incluir cualquier cuenta de
ahorros o inversiones que posea, así como cualquier obligación
financiera, préstamo o crédito que haya adquirido ya sea él, su
esposa o alguno de sus hijos. De igual manera, AMLO se comprometía a
declarar cualquier propiedad que tuviera él, su esposa o su dependiente
económico.
Gracias a al formato “3 de 3”, resultado de la “tomadura de pelo” por
la que miles de ciudadanos han luchado, PejeLeaks descubrió que López
Obrador y su familia ocultan propiedades e ingresos. No era la “mafia
del poder” lo que le preocupaba a Andrés Manuel, sino que los
ciudadanos descubrieran que él también es un político sin ética ni
honestidad.
“AMLO se comprometía a declarar cualquier propiedad que tuviera él, su esposa o su dependiente económico”
Las declaraciones mencionadas dicen que Beatriz Gutiérrez Müller,
la esposa de López Obrador, tiene cuatro propiedades: La casa que
habita López Obrador con su esposa y su hijo menor, Jesús Ernesto, en
la Ciudad de México, ubicada en la delegación Tlalpan en un
fraccionamiento privado en la calle de Cuitláhuac número 90, en la
colonia Toriello Guerra; mientras que, en Puebla posee dos terrenos
ubicados al interior de fraccionamientos privados y un departamento en
una zona exclusiva.
“La casa que habita López Obrador con su esposa y su hijo menor,
Jesús Ernesto, en la Ciudad de México, ubicada en la delegación
Tlalpan”
Pero esto es mentira. Una búsqueda en el Registro Público de la
Propiedad revela que, al momento en que López Obrador presentó su “3
de 3”, Beatriz Gutiérrez era dueña no de cuatro sino de seis
propiedades.
Dichas propiedades adicionales están ubicadas en las colonias del
Valle y Portales de la Ciudad de México. De acuerdo con el folio real
9056296, desde 2002 Beatriz Gutiérrez era la propietaria del
departamento 102 del condominio 1519, ubicado en la calle Heriberto
Frías de la colonia del Valle. El valor aproximado de este
departamento, calculado a partir del costo promedio del metro cuadrado
en la zona, es de 4.5 millones de pesos.
“El valor aproximado de este departamento, calculado a partir del
costo promedio del metro cuadrado en la zona, es de 4.5 millones de
pesos”
Por otra parte, el folio 1395981 indica que, para agosto de 2016,
Beatriz Gutiérrez también poseía el departamento B-101 del edificio
localizado en el 415 de la calle Tokio, en la colonia Portales.
Gutiérrez Müller adquirió este inmueble de contado en agosto de 2015,
un año antes de que López Obrador se viera obligado a presentar su “3
de 3”. Por este inmueble, Gutiérrez Müller pagó 1 millón 628 mil
300 pesos. No obstante, el valor actual aproximado del departamento de
la Portales, calculado con el mismo método que el anterior, es de 2.3
millones de pesos.
“Por este inmueble, Gutiérrez Müller pagó 1 millón 628 mil 300
pesos. No obstante, el valor actual aproximado del departamento de la
Portales, calculado con el mismo método que el anterior, es de 2.3
millones de pesos”
Así pues, López Obrador y su esposa ocultaron propiedades por un
valor cercano a los 6.8 millones de pesos. ¿Qué es lo que temían? ¿Por
qué no se lo dijeron a la ciudadanía? López Obrador buscaba
mantener, con mentiras, su falsa imagen de austeridad y honestidad.
Todo queda en familia
Las evidencias documentales muestran que, tan pronto como la sociedad
civil comenzó a presionarlos, López Obrador y Beatriz Gutiérrez
buscaron la manera de primero, ocultar las propiedades al no incluirlas
en la declaración “3 de 3”, y más tarde “deshacerse” de ellas.
“Deshacerse” es un decir, pues las operaciones de compraventa apuntan a
que se trató de una simulación.
Lo primero que hizo López Obrador para lidiar con la presión fue
omitir la existencia de dos departamentos. Pocos meses después de
presentar la “3 de 3” con omisiones, López Obrador decidió “vender”
ambas propiedades, previendo un posible escándalo. Conseguir
compradores para dos departamentos no es algo sencillo, pero
conseguirlos para simular la venta resultó mucho más fácil para el
candidato presidencial de MORENA. López Obrador“vendió” las dos
propiedades ocultas a dos hombres clave en el su círculo más cercano:
César Yáñez y Julio Scherer Ibarra, las manos derecha e izquierda de
Andrés Manuel, y dos de los personajes más poderosos e influyentes de
MORENA. Comparativamente, es como si Enrique Peña Nieto le hubiera
“vendido” la Casa Blanca a Rosario Robles y Gerardo Ruiz Esparza.
El folio 1395981, antes citado, señala que Beatriz Gutiérrez le
vendió el departamento de la calle Tokio a César Yáñez Centeno el 7
de septiembre de 2016, menos de un mes después de que López Obrador
presentara su “3de3”. Yáñez compró el inmueble por $1,628,000 pesos,
$300,000 pesos menos de lo que le costó a Beatriz Gutiérrez, y ni
siquiera la mitad de su valor real de mercado.
En una
entrevista
transmitida en el canal televisivo ADN 40 a finales de febrero del año
en curso, César Yáñez fue descrito por el propio Andrés Manuel como
su “secretario de comunicación, de logística, coordinador de
asesores, secretario particular, etcétera, etcétera, etcétera”. En
otras palabras, López Obrador describió su cercanía utilizando los
cuatro cargos de mayor importancia para un funcionario público: quien
le lleva su agenda, quien lo aconseja, quien maneja sus relaciones
públicas y quien lleva su relación con los medios. César Yáñez es
el guardián de la puerta, su fiel escudero, el copiloto y al parecer,
su cómplice.
En los templetes, Yáñez prefiere las sombras. Quienes lo conocen,
saben lo incómodo que le resultan los reflectores y lo mucho que le
gusta el anonimato. Ante una cámara, Yáñez se convierte en un tímido
niño que prefiere esconderse; tras bambalinas, Yáñez es descrito
como un operador con dotes de tirano.
Yáñez es el vocero perfecto para Andrés Manuel: odia los
reflectores, es un hombre de pocas palabras y nunca le robará
atención. Solo en una ocasión los noticieros hablaron más de Yáñez
que de López Obrador. En octubre de 2016, el periódico
El Universal publicó
una serie de audios en los que se exhibía a Yáñez negociando con
autoridades del gobierno de Puebla para que ayudaran a Dulce Silva, su
novia, a salir de la cárcel, pues había sido aprehendida por el delito
de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Yáñez confirmó
la veracidad de las llamadas, sin embargo, argumentó que no se trataba
de tráfico de influencias, pues Dulce Silva todavía seguía en la
cárcel. López Obrador se negó a comentar sobre las acusaciones de
tráfico de influencias en contra de su cercano colaborador.
Por su parte, Julio Scherer Ibarra adquirió el departamento de la
calle Heriberto Frías el 9 de diciembre de 2016 por $2.3 millones de
pesos, apenas la mitad de su valor real de mercado. Los dos reportajes
previos de PejeLeaks, publicados los
días 5 y
12 de marzo,
demostraron que entre 2015 y 2016, Julio Scherer Ibarra y su hijo,
recibieron más de 25 millones de pesos de una red de empresas fantasma.
Dado que el dinero de este tipo de empresas suele ser de procedencia
ilícita, es posible que Scherer le haya comprado el departamento a
Beatriz Gutiérrez no solo para ayudarle a ella y a López Obrador a
fingir que solo tienen las propiedades declaradas en su “3 de 3”, sino
también para lavar dinero. Uno de los destinos preferidos del dinero de
las empresas fantasma son precisamente los bienes raíces, pues de esa
manera es más fácil ocultar los recursos de procedencia ilícita.
Julio Scherer Ibarra es consejero nacional y coordinador territorial
de MORENA; también es abogado personal de Andrés Manuel López Obrador
y uno de los encargados de administrar el dinero que MORENA reunió
para los damnificados por los terremotos de 2017. Aunque se mantiene
alejado de los medios de comunicación, Scherer es uno de los
principales operadores políticos y consejeros de López Obrador,
encargado de acercarle el apoyo de personajes influyentes del medio
político y empresarial. Además del caso de las empresas fantasma,
Scherer estuvo involucrado en el escándalo de una defraudación
millonaria al Consorcio Azucarero Escorpión, e intentó obtener
financiamiento ilícito para la campaña de López Obrador y el PRD en
2012.
Este último caso fue exhibido en un
audio
en el que Scherer exigía al empresario Julio Villarreal Guajardo,
presidente de Banca Afirme, que aportara 30 millones de pesos más a la
campaña del PRD, partido que en ese momento impulsaba la candidatura
presidencial de López Obrador. Misteriosamente, Banca Afirme, propiedad
de Villareal, es el mismo banco en el que se abrió la cuenta del
fideicomiso para los damnificados del sismo de septiembre pasado, que
administra Scherer Ibarra, y casualmente, el mismo banco en el que
López Obrador tiene la única cuenta de banco que declaró en su “3 de
3”.
Así que, de nueva cuenta, ¿por qué López Obrador ocultó que su
esposa tenía dos departamentos más en la Ciudad de México? ¿Y por
qué, apenas unos meses después de que lo ocultara, Beatriz Gutiérrez
se “deshizo” de ellos vendiéndoselos a precios inverosímiles a dos de
los principales consejeros y operadores de López Obrador?
Es posible que, en realidad, Beatriz Gutiérrez y Andrés Manuel
sigan disfrutando de estas propiedades, pero que Yáñez y Scherer hayan
fingido haberlas comprado para que nadie se diera cuenta de las
omisiones en la “3 de 3”. Sin embargo, el registro público, al que
cualquier ciudadano puede acceder, guardó el testimonio de las
tomaduras de pelo y simulaciones de López Obrador y su esposa. Que hubo
ocultamiento de patrimonio y que hay una posible venta simulada de
propiedades son hechos irrefutables.
Pero este no es el fin de la historia. Además de mentir y ocultar,
López Obrador y su esposa tampoco tenían el dinero suficiente para
comprar estos departamentos. O eso decían, pues también ocultaron
fuentes de ingresos.
Las cuentas no dan
En su “3 de 3”, López Obrador manifiesta que ni él ni su esposa o
hijos participan en direcciones y/o consejos de administración de
empresa privada alguna. Asimismo, declara que ni él, ni su esposa, o
hijos, son accionistas de empresas privadas. El único ingreso declarado
que no está relacionado con un salario es la renta de un departamento
en Puebla, propiedad de Gutiérrez Müller. El resto de los ingresos
provendrían de sus actividades profesionales.
En 2015, Andrés Manuel López Obrador declaró haber tenido ingresos
netos totales por 600 mil pesos, equivalentes a 50 mil pesos mensuales
libres de impuestos. En 2014, López Obrador tuvo exactamente el mismo
ingreso como presidente de MORENA: 50 mil pesos al mes. En 2013, López
Obrador no declaró ingreso alguno; y en 2012 declaró ingresos totales
por 550 mil pesos, equivalentes a $45,833 pesos mensuales. De acuerdo
con el formato firmado por Andrés Manuel López Obrador, el candidato
presidencial de MORENA no es dueño de ninguna propiedad; no tiene
automóvil, ni cuenta de ahorros. Su única cuenta bancaria es la de
nómina y se trata de una cuenta del banco Afirme en la que declara
tener una cantidad igual o menor a 100 mil pesos.
Beatriz Gutiérrez Müller se dedica a la academia y a decir de su
esposo, no tiene más ingresos que los que recibe de la investigación
universitaria y de la renta de un inmueble en Puebla. Según la “3 de 3”
de López Obrador, Gutiérrez Müller recibe un ingreso total anual de
570 mil pesos después de impuestos. Sin embargo, los ingresos
reportados para el año 2015 contrastan con los montos que Gutiérrez
Müller habría invertido en propiedades.
De acuerdo con el folio real 04475411, el 7 de julio de 2015, un mes
antes de que Andrés Manuel presentara su declaración “3 de 3”, Beatriz
Gutiérrez compró el departamento ubicado en la calle de Ciprés #102,
en la colonia Santa Cruz Buena Vista, en Puebla, Puebla. Según la
declaración de López Obrador, el departamento fue adquirido por medio
de un crédito hipotecario con el Banco Banorte. El folio del Instituto
Registral y Catastral de Puebla, indica Gutiérrez Müller se hizo del
departamento por un monto de 1 millón 552 mil pesos.
Sin embargo, esa no es la única propiedad que Gutiérrez Müller
adquirió ese año. Uno de los dos departamentos que López Obrador
omitió declarar en su “3 de 3”, el departamento ubicado en la calle de
Tokio, en la Ciudad de México, fue adquirido por la académica tan solo
un mes después del departamento en Puebla. En agosto de 2015,
Gutiérrez Müller compró el departamento en la calle de Tokio de
contado, es decir, pagando en una sola exhibición, por un monto de 1
millón 628 mil 300 pesos. Únicamente el departamento comprado de
contado por Gutiérrez Müller, equivaldría a más del doble de su
ingreso anual total, o casi al ingreso total sumado de López Obrador en
2012, 2013, 2014 y 2015. En pocas palabras, las cuentas simplemente no
dan.
El enemigo de la transparencia
En agosto de 2017, Marco Levario, director de la revista
Etcétera, publicó el editorial titulado
“AMLO siempre ha estado contra la transparencia”.
En él, Levario describe cómo el actual candidato presidencial de
MORENA tiene una relación conflictiva con la transparencia desde que
fungía como Jefe de Gobierno. La publicación de la
Etcétera
relata cómo López Obrador se opuso en 2003 a la creación del
Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y cómo “se opuso a
transparentar todos los gastos de publicidad que su gobierno orientó
(y que implicó cantidades millonarias a las principales televisoras y a
la prensa –entre la que destaca
La Jornada –, pero ese dinero del erario no le pareció oneroso)”. El director de la revista
Etcétera también recuerda que en 2012 López Obrador declaró “que el IFAI no sirve de nada”.
En 2005, Daniel Lizárraga, jefe de información de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, ex subdirector de
Animal Político y ex subdirector de la unidad de investigaciones especiales de MVS Radio bajo la dirección de Carmen Aristegui,
publicó en la revista
Proceso una entrevista con el entonces lopezobradorista Federico Arreola, hoy director de
SDP Noticias,
en la que destaca los “múltiples obstáculos a los reclamos de
transparencia y a las leyes e instituciones que la norman” que opuso
Andrés Manuel López Obrador como Jefe de Gobierno. En dicha
entrevista, Lizárraga cuestionó a Arreola, quien se desempeñaba como
coordinador de finanzas de la campaña, pues se negaba a transparentar
quiénes eran los empresarios que donaban a la campaña presidencial de
López Obrador.
El historial de López Obrador contra la transparencia es amplio y
está documentado. PejeLeaks revela hoy evidencia clara y verificable
del por qué López Obrador ha combatido los esfuerzos de la ciudadanía
en favor de la transparencia y la rendición de cuentas. López Obrador
siguió el mismo
modus operandi que otro de sus colaboradores más cercanos: Ricardo Monreal.
Una
nota publicada en junio de 2015 por el periódico
El Universal
exhibió una lista de 19 propiedades a nombre de Ricardo Monreal, su
esposa y sus hijas. El reportaje de El Universal fue respaldado con
documentos del Registro Público de la Propiedad y del Comercio. En
ellos, se detalla que Monreal era dueño de cinco de esas propiedades,
el resto, se repartían entre su esposa y sus dos hijas. Sin embargo, en
su declaración
“3 de 3”, Monreal declaró ser propietario tan solo de un departamento en la Ciudad de México.
La declaración “3 de 3” se diseñó por la ciudadanía para que los
mexicanos pudiéramos tener claridad quiénes son las personas que nos
gobiernan. Los ciudadanos logramos algo sin precedentes: obligamos a los
políticos a transparentar sus ingresos y su patrimonio. Sin embargo,
los políticos han logrado una vez más burlarse de la ley y de los
ciudadanos. La descripción que Andrés Manuel López Obrador hizo de la
“3 de 3” ilustró su verdadera intención: tomarles el pelo a los
mexicanos. No lo logró. Andrés Manuel López Obrador mintió y aquí
están las pruebas.
“La descripción que Andrés Manuel López Obrador hizo de la “3 de
3” ilustró su verdadera intención: tomarles el pelo a los mexicanos.
No lo logró. Andrés Manuel López Obrador mintió y aquí están las
pruebas”