martes, 20 de marzo de 2018

Las propiedades ocultas de López Obrador y su familia (Primera Parte)


pejeleaks.org

Las propiedades ocultas de López Obrador y su familia (Primera Parte)


La transparencia nunca ha sido el fuerte de Andrés Manuel López Obrador. El candidato presidencial de MORENA fue uno de los principales opositores a la aprobación de la llamada Ley 3 de 3, una iniciativa impulsada desde la ciudadanía para promover la transparencia y la rendición de cuentas. López Obrador la describió como una “tomadura de pelo” y como una “simulación”, aunque, de hecho, esas palabras lo describían a sí mismo. Una investigación realizada por PejeLeaks revela que el hoy candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) omitió incluir la propiedad de dos departamentos en su declaración “3 de 3”, presentada en agosto de 2016.
Documentos del Registro Público de la Propiedad confirman que Beatriz Gutiérrez Müller, esposa de Andrés Manuel, era dueña de dos departamentos en la Ciudad de México al momento que López Obrador presentó su “3 de 3”; sin embargo, estos departamentos se ocultaron de la ciudadanía, a pesar de que Andrés Manuel se comprometió, al firmar su declaración, a incluir no solo sus datos patrimoniales, fiscales y de intereses, sino también los de su esposa y su dependiente económico.
Posteriormente, en una transacción que sería inusual e incomprensible si no fuera para esconder esta omisión, Gutiérrez Müller “vendió” ambos departamentos. Tan solo unos meses después de la presentación de la declaración, Gutiérrez Müller vendió sus propiedades a dos de los hombres más cercanos a López Obrador: César Yáñez, el cuestionado vocero de Andrés Manuel; y a Julio Scherer Ibarra, abogado personal de AMLO y coordinador regional de MORENA, exhibido en dos investigaciones pasadas de PejeLeaks al recibir más de 25 millones de pesos de empresas fantasma utilizando esquemas similares a la delincuencia organizada.

Ocultando propiedades millonarias

En junio de 2016, López Obrador publicó en su página de Facebook un curioso video en el que decía cuál era el remedio para acabar con la corrupción. En ese momento, la sociedad civil acababa de apuntarse un logro histórico, pues luego de años de presionar y denunciar, había conseguido que al fin se aprobara la llamada “Ley 3 de 3”, la cual obligaba a los funcionarios públicos y a sus familiares a ser transparentes respecto a su patrimonio y sus ingresos. De esta manera, la sociedad podría vigilar a sus representantes y tendría armas para evitar que los corruptos siguieran actuando con total impunidad.
Sin embargo, para López Obrador esta ley era una “tomadura de pelo” y una “simulación”, porque, según él, mientras la “mafia del poder” siguiera controlando las instituciones, nada cambiaría. La corrupción acabaría solo con un cambio de régimen, es decir, solo cuando él y sus colaboradores de MORENA ganaran la presidencia en 2018. A pesar de estas descalificaciones, el 10 de agosto de 2016, López Obrador cedió a la presión de los medios y la sociedad y presentó su “3 de 3” bajo el formato y en la plataforma promovida por organizaciones civiles como el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y Transparencia Mexicana.
“La declaración generó polémica, pues Andrés Manuel declaró no tener ni una sola propiedad a su nombre, cuando años atrás, mientras era Jefe de Gobierno del Distrito Federal, había asegurado que era dueño de cinco inmuebles”
El formato “3 de 3” obliga al declarante, en este caso a López Obrador, a incluir tanto sus ingresos, como los montos de ingresos netos totales percibidos por su esposa. Es decir, Andrés Manuel debía incluir cuánto dinero ganó él y cuánto ganó Beatriz Gutiérrez Müller durante el año 2015 en total, ya descontando impuestos. Además, el declarante está obligado a incluir cualquier cuenta de ahorros o inversiones que posea, así como cualquier obligación financiera, préstamo o crédito que haya adquirido ya sea él, su esposa o alguno de sus hijos. De igual manera, AMLO se comprometía a declarar cualquier propiedad que tuviera él, su esposa o su dependiente económico.
Gracias a al formato “3 de 3”, resultado de la “tomadura de pelo” por la que miles de ciudadanos han luchado, PejeLeaks descubrió que López Obrador y su familia ocultan propiedades e ingresos. No era la “mafia del poder” lo que le preocupaba a Andrés Manuel, sino que los ciudadanos descubrieran que él también es un político sin ética ni honestidad.
“AMLO se comprometía a declarar cualquier propiedad que tuviera él, su esposa o su dependiente económico”
Las declaraciones mencionadas dicen que Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa de López Obrador, tiene cuatro propiedades: La casa que habita López Obrador con su esposa y su hijo menor, Jesús Ernesto, en la Ciudad de México, ubicada en la delegación Tlalpan en un fraccionamiento privado en la calle de Cuitláhuac número 90, en la colonia Toriello Guerra; mientras que, en Puebla posee dos terrenos ubicados al interior de fraccionamientos privados y un departamento en una zona exclusiva.
“La casa que habita López Obrador con su esposa y su hijo menor, Jesús Ernesto, en la Ciudad de México, ubicada en la delegación Tlalpan”

Pero esto es mentira. Una búsqueda en el Registro Público de la Propiedad revela que, al momento en que López Obrador presentó su “3 de 3”, Beatriz Gutiérrez era dueña no de cuatro sino de seis propiedades.
Dichas propiedades adicionales están ubicadas en las colonias del Valle y Portales de la Ciudad de México. De acuerdo con el folio real 9056296, desde 2002 Beatriz Gutiérrez era la propietaria del departamento 102 del condominio 1519, ubicado en la calle Heriberto Frías de la colonia del Valle. El valor aproximado de este departamento, calculado a partir del costo promedio del metro cuadrado en la zona, es de 4.5 millones de pesos.
“El valor aproximado de este departamento, calculado a partir del costo promedio del metro cuadrado en la zona, es de 4.5 millones de pesos”

Por otra parte, el folio 1395981 indica que, para agosto de 2016, Beatriz Gutiérrez también poseía el departamento B-101 del edificio localizado en el 415 de la calle Tokio, en la colonia Portales. Gutiérrez Müller adquirió este inmueble de contado en agosto de 2015, un año antes de que López Obrador se viera obligado a presentar su “3 de 3”. Por este inmueble, Gutiérrez Müller pagó 1 millón 628 mil 300 pesos. No obstante, el valor actual aproximado del departamento de la Portales, calculado con el mismo método que el anterior, es de 2.3 millones de pesos.
“Por este inmueble, Gutiérrez Müller pagó 1 millón 628 mil 300 pesos. No obstante, el valor actual aproximado del departamento de la Portales, calculado con el mismo método que el anterior, es de 2.3 millones de pesos”

Así pues, López Obrador y su esposa ocultaron propiedades por un valor cercano a los 6.8 millones de pesos. ¿Qué es lo que temían? ¿Por qué no se lo dijeron a la ciudadanía? López Obrador buscaba mantener, con mentiras, su falsa imagen de austeridad y honestidad.

Todo queda en familia

Las evidencias documentales muestran que, tan pronto como la sociedad civil comenzó a presionarlos, López Obrador y Beatriz Gutiérrez buscaron la manera de primero, ocultar las propiedades al no incluirlas en la declaración “3 de 3”, y más tarde “deshacerse” de ellas. “Deshacerse” es un decir, pues las operaciones de compraventa apuntan a que se trató de una simulación.
Lo primero que hizo López Obrador para lidiar con la presión fue omitir la existencia de dos departamentos. Pocos meses después de presentar la “3 de 3” con omisiones, López Obrador decidió “vender” ambas propiedades, previendo un posible escándalo. Conseguir compradores para dos departamentos no es algo sencillo, pero conseguirlos para simular la venta resultó mucho más fácil para el candidato presidencial de MORENA. López Obrador“vendió” las dos propiedades ocultas a dos hombres clave en el su círculo más cercano: César Yáñez y Julio Scherer Ibarra, las manos derecha e izquierda de Andrés Manuel, y dos de los personajes más poderosos e influyentes de MORENA. Comparativamente, es como si Enrique Peña Nieto le hubiera “vendido” la Casa Blanca a Rosario Robles y Gerardo Ruiz Esparza.
El folio 1395981, antes citado, señala que Beatriz Gutiérrez le vendió el departamento de la calle Tokio a César Yáñez Centeno el 7 de septiembre de 2016, menos de un mes después de que López Obrador presentara su “3de3”. Yáñez compró el inmueble por $1,628,000 pesos, $300,000 pesos menos de lo que le costó a Beatriz Gutiérrez, y ni siquiera la mitad de su valor real de mercado.
En una entrevista transmitida en el canal televisivo ADN 40 a finales de febrero del año en curso, César Yáñez fue descrito por el propio Andrés Manuel como su “secretario de comunicación, de logística, coordinador de asesores, secretario particular, etcétera, etcétera, etcétera”. En otras palabras, López Obrador describió su cercanía utilizando los cuatro cargos de mayor importancia para un funcionario público: quien le lleva su agenda, quien lo aconseja, quien maneja sus relaciones públicas y quien lleva su relación con los medios. César Yáñez es el guardián de la puerta, su fiel escudero, el copiloto y al parecer, su cómplice.
En los templetes, Yáñez prefiere las sombras. Quienes lo conocen, saben lo incómodo que le resultan los reflectores y lo mucho que le gusta el anonimato. Ante una cámara, Yáñez se convierte en un tímido niño que prefiere esconderse; tras bambalinas, Yáñez es descrito como un operador con dotes de tirano.
Yáñez es el vocero perfecto para Andrés Manuel: odia los reflectores, es un hombre de pocas palabras y nunca le robará atención. Solo en una ocasión los noticieros hablaron más de Yáñez que de López Obrador. En octubre de 2016, el periódico El Universal publicó una serie de audios en los que se exhibía a Yáñez negociando con autoridades del gobierno de Puebla para que ayudaran a Dulce Silva, su novia, a salir de la cárcel, pues había sido aprehendida por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita. Yáñez confirmó la veracidad de las llamadas, sin embargo, argumentó que no se trataba de tráfico de influencias, pues Dulce Silva todavía seguía en la cárcel. López Obrador se negó a comentar sobre las acusaciones de tráfico de influencias en contra de su cercano colaborador.
Por su parte, Julio Scherer Ibarra adquirió el departamento de la calle Heriberto Frías el 9 de diciembre de 2016 por $2.3 millones de pesos, apenas la mitad de su valor real de mercado. Los dos reportajes previos de PejeLeaks, publicados los días 5 y 12 de marzo, demostraron que entre 2015 y 2016, Julio Scherer Ibarra y su hijo, recibieron más de 25 millones de pesos de una red de empresas fantasma. Dado que el dinero de este tipo de empresas suele ser de procedencia ilícita, es posible que Scherer le haya comprado el departamento a Beatriz Gutiérrez no solo para ayudarle a ella y a López Obrador a fingir que solo tienen las propiedades declaradas en su “3 de 3”, sino también para lavar dinero. Uno de los destinos preferidos del dinero de las empresas fantasma son precisamente los bienes raíces, pues de esa manera es más fácil ocultar los recursos de procedencia ilícita.
Julio Scherer Ibarra es consejero nacional y coordinador territorial de MORENA; también es abogado personal de Andrés Manuel López Obrador y uno de los encargados de administrar el dinero que MORENA reunió para los damnificados por los terremotos de 2017. Aunque se mantiene alejado de los medios de comunicación, Scherer es uno de los principales operadores políticos y consejeros de López Obrador, encargado de acercarle el apoyo de personajes influyentes del medio político y empresarial. Además del caso de las empresas fantasma, Scherer estuvo involucrado en el escándalo de una defraudación millonaria al Consorcio Azucarero Escorpión, e intentó obtener financiamiento ilícito para la campaña de López Obrador y el PRD en 2012.
Este último caso fue exhibido en un audio en el que Scherer exigía al empresario Julio Villarreal Guajardo, presidente de Banca Afirme, que aportara 30 millones de pesos más a la campaña del PRD, partido que en ese momento impulsaba la candidatura presidencial de López Obrador. Misteriosamente, Banca Afirme, propiedad de Villareal, es el mismo banco en el que se abrió la cuenta del fideicomiso para los damnificados del sismo de septiembre pasado, que administra Scherer Ibarra, y casualmente, el mismo banco en el que López Obrador tiene la única cuenta de banco que declaró en su “3 de 3”.
Así que, de nueva cuenta, ¿por qué López Obrador ocultó que su esposa tenía dos departamentos más en la Ciudad de México? ¿Y por qué, apenas unos meses después de que lo ocultara, Beatriz Gutiérrez se “deshizo” de ellos vendiéndoselos a precios inverosímiles a dos de los principales consejeros y operadores de López Obrador?
Es posible que, en realidad, Beatriz Gutiérrez y Andrés Manuel sigan disfrutando de estas propiedades, pero que Yáñez y Scherer hayan fingido haberlas comprado para que nadie se diera cuenta de las omisiones en la “3 de 3”. Sin embargo, el registro público, al que cualquier ciudadano puede acceder, guardó el testimonio de las tomaduras de pelo y simulaciones de López Obrador y su esposa. Que hubo ocultamiento de patrimonio y que hay una posible venta simulada de propiedades son hechos irrefutables.
Pero este no es el fin de la historia. Además de mentir y ocultar, López Obrador y su esposa tampoco tenían el dinero suficiente para comprar estos departamentos. O eso decían, pues también ocultaron fuentes de ingresos.

Las cuentas no dan

En su “3 de 3”, López Obrador manifiesta que ni él ni su esposa o hijos participan en direcciones y/o consejos de administración de empresa privada alguna. Asimismo, declara que ni él, ni su esposa, o hijos, son accionistas de empresas privadas. El único ingreso declarado que no está relacionado con un salario es la renta de un departamento en Puebla, propiedad de Gutiérrez Müller. El resto de los ingresos provendrían de sus actividades profesionales.
En 2015, Andrés Manuel López Obrador declaró haber tenido ingresos netos totales por 600 mil pesos, equivalentes a 50 mil pesos mensuales libres de impuestos. En 2014, López Obrador tuvo exactamente el mismo ingreso como presidente de MORENA: 50 mil pesos al mes. En 2013, López Obrador no declaró ingreso alguno; y en 2012 declaró ingresos totales por 550 mil pesos, equivalentes a $45,833 pesos mensuales. De acuerdo con el formato firmado por Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial de MORENA no es dueño de ninguna propiedad; no tiene automóvil, ni cuenta de ahorros. Su única cuenta bancaria es la de nómina y se trata de una cuenta del banco Afirme en la que declara tener una cantidad igual o menor a 100 mil pesos.
Beatriz Gutiérrez Müller se dedica a la academia y a decir de su esposo, no tiene más ingresos que los que recibe de la investigación universitaria y de la renta de un inmueble en Puebla. Según la “3 de 3” de López Obrador, Gutiérrez Müller recibe un ingreso total anual de 570 mil pesos después de impuestos. Sin embargo, los ingresos reportados para el año 2015 contrastan con los montos que Gutiérrez Müller habría invertido en propiedades.

De acuerdo con el folio real 04475411, el 7 de julio de 2015, un mes antes de que Andrés Manuel presentara su declaración “3 de 3”, Beatriz Gutiérrez compró el departamento ubicado en la calle de Ciprés #102, en la colonia Santa Cruz Buena Vista, en Puebla, Puebla. Según la declaración de López Obrador, el departamento fue adquirido por medio de un crédito hipotecario con el Banco Banorte. El folio del Instituto Registral y Catastral de Puebla, indica Gutiérrez Müller se hizo del departamento por un monto de 1 millón 552 mil pesos.
Sin embargo, esa no es la única propiedad que Gutiérrez Müller adquirió ese año. Uno de los dos departamentos que López Obrador omitió declarar en su “3 de 3”, el departamento ubicado en la calle de Tokio, en la Ciudad de México, fue adquirido por la académica tan solo un mes después del departamento en Puebla. En agosto de 2015, Gutiérrez Müller compró el departamento en la calle de Tokio de contado, es decir, pagando en una sola exhibición, por un monto de 1 millón 628 mil 300 pesos. Únicamente el departamento comprado de contado por Gutiérrez Müller, equivaldría a más del doble de su ingreso anual total, o casi al ingreso total sumado de López Obrador en 2012, 2013, 2014 y 2015. En pocas palabras, las cuentas simplemente no dan.

El enemigo de la transparencia

En agosto de 2017, Marco Levario, director de la revista Etcétera, publicó el editorial titulado “AMLO siempre ha estado contra la transparencia”. En él, Levario describe cómo el actual candidato presidencial de MORENA tiene una relación conflictiva con la transparencia desde que fungía como Jefe de Gobierno. La publicación de la Etcétera relata cómo López Obrador se opuso en 2003 a la creación del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y cómo “se opuso a transparentar todos los gastos de publicidad que su gobierno orientó (y que implicó cantidades millonarias a las principales televisoras y a la prensa –entre la que destaca La Jornada –, pero ese dinero del erario no le pareció oneroso)”. El director de la revista Etcétera también recuerda que en 2012 López Obrador declaró “que el IFAI no sirve de nada”.
En 2005, Daniel Lizárraga, jefe de información de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, ex subdirector de Animal Político y ex subdirector de la unidad de investigaciones especiales de MVS Radio bajo la dirección de Carmen Aristegui, publicó en la revista Proceso una entrevista con el entonces lopezobradorista Federico Arreola, hoy director de SDP Noticias, en la que destaca los “múltiples obstáculos a los reclamos de transparencia y a las leyes e instituciones que la norman” que opuso Andrés Manuel López Obrador como Jefe de Gobierno. En dicha entrevista, Lizárraga cuestionó a Arreola, quien se desempeñaba como coordinador de finanzas de la campaña, pues se negaba a transparentar quiénes eran los empresarios que donaban a la campaña presidencial de López Obrador.
El historial de López Obrador contra la transparencia es amplio y está documentado. PejeLeaks revela hoy evidencia clara y verificable del por qué López Obrador ha combatido los esfuerzos de la ciudadanía en favor de la transparencia y la rendición de cuentas. López Obrador siguió el mismo modus operandi que otro de sus colaboradores más cercanos: Ricardo Monreal.
Una nota publicada en junio de 2015 por el periódico El Universal exhibió una lista de 19 propiedades a nombre de Ricardo Monreal, su esposa y sus hijas. El reportaje de El Universal fue respaldado con documentos del Registro Público de la Propiedad y del Comercio. En ellos, se detalla que Monreal era dueño de cinco de esas propiedades, el resto, se repartían entre su esposa y sus dos hijas. Sin embargo, en su declaración “3 de 3”, Monreal declaró ser propietario tan solo de un departamento en la Ciudad de México.
La declaración “3 de 3” se diseñó por la ciudadanía para que los mexicanos pudiéramos tener claridad quiénes son las personas que nos gobiernan. Los ciudadanos logramos algo sin precedentes: obligamos a los políticos a transparentar sus ingresos y su patrimonio. Sin embargo, los políticos han logrado una vez más burlarse de la ley y de los ciudadanos. La descripción que Andrés Manuel López Obrador hizo de la “3 de 3” ilustró su verdadera intención: tomarles el pelo a los mexicanos. No lo logró. Andrés Manuel López Obrador mintió y aquí están las pruebas.
“La descripción que Andrés Manuel López Obrador hizo de la “3 de 3” ilustró su verdadera intención: tomarles el pelo a los mexicanos. No lo logró. Andrés Manuel López Obrador mintió y aquí están las pruebas”
 

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