La cadena de televisión CNN es una de las grandes fábricas ideológicas del imperialismo
La CNN no es una simple cadena televisiva. Forma parte de la corporación
de propaganda Time Warner (que concentra más de 20 medios y
publicaciones impresas, como HBO, el canal musical HTV, Cartoon
Networks, TNT y la revista Time, incluyendo a la CNN, entre otros). Es
una de las mayores fábricas de producción de películas y programas
televisivos del planeta.
Time Warner, a su vez, se fusionó con la corporación AT&T por 85.400 millones de dólares el año pasado, formando el tercer mayor conglomerado mediático y de telecomunicaciones, el cual controla aproximadamente el 33 por ciento de la infraestructura de internet, servicios telefónicos, satelitales y de producción cultural de todo el mundo.
El consejo de administración de Time Warner/AT&T está constituido por individuos conectados al Fondo Monetario Internacional, las fundaciones de la oligarquía Rockefeller, tanques de pensamiento pagados por Exxon Mobil (como el Consejo de Relaciones Exteriores), el fondo de inversión de la oligarquía Warburg (Warburg Pincus) y la empresa armamentista, AMR Corporation, además de Goldman Sachs y JP Morgan como accionistas claves. La crema del 1 por ciento más rico de los más ricos del planeta.
Estas conexiones reflejan que la CNN está integrado a la mega estructura del poder económico mundial, constituida por empresas y grandes corporaciones financieras, armamentísticas e industriales. La CNN es la vitrina para exhibir sus intereses políticos en regiones y países estratégicos para ellos, como por ejemplo Venezuela, Rusia, China e Irán, donde sus ataques han sido sostenidos, producto de los grandes intereses financieros y geopolíticos que allí circulan.
En las sucesivas guerras contra Oriente Medio, la CNN ha sido el púlpito estrella para que asesores de seguridad nacional y operadores justifiquen ante la opinión pública las intervenciones de Estados Unidos. Como es el caso de Anderson Cooper, uno de sus periodistas más famosos, que transmitió en vivo una llamada en 2011 de una mujer libia que se refugiaba de los “bombardeos” en Trípoli.
Anderson dijo después: “Si hacéis que Libia sea una zona de exclusión aérea no podrán entrar más mercenarios... Hay que actuar. ¿Cuánto tiempo más hay que esperar, cuánto más hay que ver, cuánta gente más tiene que morir?”. Luego se demostró que los “bombardeos” en Trípoli fueron fabricados. Anderson fue formado por la CIA en su juventud y días después de esta transmisión, la OTAN comenzó a bombardear -ahora sí en serio- a la población libia.
La CNN está conectada también a la división de operaciones psicológicas del ejército de Estados Unidos, a la CIA, desde la Operación Ruiseñor (Mockingbird) dirigida a controlar los medios convencionales en los años cincuenta por parte de la inteligencia estadounidense, y al sector de los llamados neoconservadores, quienes plantean el intervencionismo militar directo y unilateral para proteger a Estados Unidos de las amenazas al estatuto de gran superpotencia mundial. Una de sus principales referencias es George W. Bush.
Sus principales intelectuales y operadores (Robert Kagan, Paul Wolfowitz, John McCain, etc.) están ligados orgánicamente a la industria financiera y de las armas, y por razón lógica, son unos de los principales promotores de la guerra contra Irak, Afganistán, Siria y Libia, entre otras naciones. Son además constantemente entrevistados en reportajes y programas de opinión en la CNN, como parte de la distribución a gran escala de esa visión del mundo y de sus intereses ante la opinión pública.
En Venezuela (así como en Bolivia) la CNN también ha realizado operaciones de propaganda para manipular la realidad de país. En agosto de 2015 su corresponsal en Venezuela (Osmary Hernández) reportó supuestos saqueos y disturbios por alimentos en el estado Carabobo. Días después, Fernando del Rincón afirmó que había sido un “error” ese reportaje y que realmente los saqueos nunca sucedieron. La CNN mintió.
La corporación dueña de la CNN, Time Warner, fue uno de los principales financistas de las dos campañas presidenciales de Barack Obama con casi dos millones de dólares. Este dato que pone en relieve cómo las políticas de injerencia de la anterior administración (el Decreto Obama, leyes de sanciones, intimidación por parte del Comando Sur, etc.) contra Venezuela tuvieron su brazo mediático en la CNN.
No nos referimos entonces únicamente a corresponsales y conductores de programas mentirosos (como Osmary Hernández o Fernando del Rincón), sino a toda la estructura de poder económico mundial que tiene intereses políticos en lo que esta cadena televisiva transmite día a día, sobre todo tratándose del país con las mayores reservas de petróleo y una de las principales de gas, oro y minerales estratégicos del mundo.
Time Warner, a su vez, se fusionó con la corporación AT&T por 85.400 millones de dólares el año pasado, formando el tercer mayor conglomerado mediático y de telecomunicaciones, el cual controla aproximadamente el 33 por ciento de la infraestructura de internet, servicios telefónicos, satelitales y de producción cultural de todo el mundo.
El consejo de administración de Time Warner/AT&T está constituido por individuos conectados al Fondo Monetario Internacional, las fundaciones de la oligarquía Rockefeller, tanques de pensamiento pagados por Exxon Mobil (como el Consejo de Relaciones Exteriores), el fondo de inversión de la oligarquía Warburg (Warburg Pincus) y la empresa armamentista, AMR Corporation, además de Goldman Sachs y JP Morgan como accionistas claves. La crema del 1 por ciento más rico de los más ricos del planeta.
Estas conexiones reflejan que la CNN está integrado a la mega estructura del poder económico mundial, constituida por empresas y grandes corporaciones financieras, armamentísticas e industriales. La CNN es la vitrina para exhibir sus intereses políticos en regiones y países estratégicos para ellos, como por ejemplo Venezuela, Rusia, China e Irán, donde sus ataques han sido sostenidos, producto de los grandes intereses financieros y geopolíticos que allí circulan.
En las sucesivas guerras contra Oriente Medio, la CNN ha sido el púlpito estrella para que asesores de seguridad nacional y operadores justifiquen ante la opinión pública las intervenciones de Estados Unidos. Como es el caso de Anderson Cooper, uno de sus periodistas más famosos, que transmitió en vivo una llamada en 2011 de una mujer libia que se refugiaba de los “bombardeos” en Trípoli.
Anderson dijo después: “Si hacéis que Libia sea una zona de exclusión aérea no podrán entrar más mercenarios... Hay que actuar. ¿Cuánto tiempo más hay que esperar, cuánto más hay que ver, cuánta gente más tiene que morir?”. Luego se demostró que los “bombardeos” en Trípoli fueron fabricados. Anderson fue formado por la CIA en su juventud y días después de esta transmisión, la OTAN comenzó a bombardear -ahora sí en serio- a la población libia.
La CNN está conectada también a la división de operaciones psicológicas del ejército de Estados Unidos, a la CIA, desde la Operación Ruiseñor (Mockingbird) dirigida a controlar los medios convencionales en los años cincuenta por parte de la inteligencia estadounidense, y al sector de los llamados neoconservadores, quienes plantean el intervencionismo militar directo y unilateral para proteger a Estados Unidos de las amenazas al estatuto de gran superpotencia mundial. Una de sus principales referencias es George W. Bush.
Sus principales intelectuales y operadores (Robert Kagan, Paul Wolfowitz, John McCain, etc.) están ligados orgánicamente a la industria financiera y de las armas, y por razón lógica, son unos de los principales promotores de la guerra contra Irak, Afganistán, Siria y Libia, entre otras naciones. Son además constantemente entrevistados en reportajes y programas de opinión en la CNN, como parte de la distribución a gran escala de esa visión del mundo y de sus intereses ante la opinión pública.
En Venezuela (así como en Bolivia) la CNN también ha realizado operaciones de propaganda para manipular la realidad de país. En agosto de 2015 su corresponsal en Venezuela (Osmary Hernández) reportó supuestos saqueos y disturbios por alimentos en el estado Carabobo. Días después, Fernando del Rincón afirmó que había sido un “error” ese reportaje y que realmente los saqueos nunca sucedieron. La CNN mintió.
La corporación dueña de la CNN, Time Warner, fue uno de los principales financistas de las dos campañas presidenciales de Barack Obama con casi dos millones de dólares. Este dato que pone en relieve cómo las políticas de injerencia de la anterior administración (el Decreto Obama, leyes de sanciones, intimidación por parte del Comando Sur, etc.) contra Venezuela tuvieron su brazo mediático en la CNN.
No nos referimos entonces únicamente a corresponsales y conductores de programas mentirosos (como Osmary Hernández o Fernando del Rincón), sino a toda la estructura de poder económico mundial que tiene intereses políticos en lo que esta cadena televisiva transmite día a día, sobre todo tratándose del país con las mayores reservas de petróleo y una de las principales de gas, oro y minerales estratégicos del mundo.
Fuente: http://misionverdad.com/columnistas/cnn-en-cinco-datos-claves
No hay comentarios.:
Publicar un comentario