Washington,
26 abr (PL) Las tropas norteamericanas en Siria operan sin un basamento
legal claro, y el aumento de la presencia militar en ese país soberano
constituye una medida riesgosa, señala hoy un editorial del diario The
New York Times.
Existen buenas razones para estar preocupados por la decisión del
presidente Barack Obama de enviar 250 militares más a territorio sirio
para combatir al Estado Islámico (EI), sin la debida autorización del
Congreso, agrega el rotativo.
De esta forma el Pentágono aumenta
allí el número de soldados, mucho más allá de los 50 miembros de las
Fuerzas de Operaciones Especiales que hasta ahora permanecían en suelo
sirio.
Al anunciar esa decisión en Alemania este lunes, el
mandatario aclaró que las tropas participarán en actividades de
entrenamiento y asistencia a las "fuerzas locales" -al referirse a las
bandas antigubernamentales- y no en acciones combativas en el terreno.
Resulta obvio que la mejor manera de derrotar a los extremistas es
poner fin al conflicto en Siria, de manera tal que todas las partes
puedan centrarse en combatir al EI, que según Obama dijo a los europeos
"es la amenaza más urgente a nuestras naciones", concluye el editorial
del Times.
La coalición militar liderada por Washington inició una campaña aérea en agosto de 2014 contra los fundamentalistas en Iraq.
Estas acciones se extendieron a Siria en septiembre del mismo año, sin
autorización del Gobierno de Damasco, que en reiteradas ocasiones
denunció que Estados Unidos y otras potencias occidentales sostienen a
las grupos armados que pretenden derrocar por la fuerza al presidente
Bashar Al Assad.
/rgh |
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