Washington,
16 jun (PL) El Congreso de Estados Unidos y el lobby de las armas que
bloquean medidas de seguridad contra esos artefactos son cómplices del
terrorismo, denuncia hoy un editorial del diario The New York Times.
El diario cita a un portavoz de Al-Qaeda cuando dijo que este país está
absolutamente inundado de armas de fuego que se obtienen fácilmente, lo
cual pone en el centro del debate la incapacidad de los legisladores
para aunar posiciones y aprobar medidas de control.
Afirma que
en pocos lugares en el mundo un terrorista obtiene con más facilidad
armas de asalto para acribillar a decenas de personas en cuestión de
minutos.
Todo esto se hace mucho más fácil, agrega, por un lobby
de las armas que bloquea medidas de seguridad sensibles a cada paso, y
por miembros del Congreso que parecen prometer una mayor fidelidad a la
industria de las armas de fuego que a sus propios electores.
El diario neoyorquino sostiene que hay una palabra para referirse a esta forma de apoyar el terrorismo: "complicidad".
Asimismo aborda los intentos fallidos de los demócratas en el Senado,
el último esta madrugada, para forzar una votación sobre medidas para
enfrentar la proliferación de los artefactos bélicos que no tiene el
respaldo de sus pares republicanos.
Sostiene el editorial que se
deben apoyar "esfuerzos razonables" para cerrar la llamada brecha de
terror, lo que haría más difícil para los sospechosos de terrorismo
tener en sus manos un arma de fuego.
Cita un proyecto de la
senadora Dianne Feinstein, demócrata, y el representante Peter King, un
republicano, que daría capacidad al FBI de evitar la venta de armas a
personas de las cuales se tengan razones para creer que podrían estar
relacionados con el terrorismo.
Aunque está basado en ideas que
vienen desde la administración de George W. Bush, los republicanos en
el Capitolio, en deuda con la Asociación Nacional del Rifle y otras
organizaciones de derechos de las armas, lo rechazan, sostiene el
editorial.
Tras enumerar varias medidas que pueden ser aprobadas
por el Congreso para enfrentar el derramamiento de sangre y otras
tragedias, el texto señala que una abrumadora mayoría de los
estadounidenses apoyan la verificación de antecedentes universales,
entre otras acciones.
Igualmente critica que en Estados Unidos,
la industria de las armas y sus facilitadores insisten en que la única
solución es más armas y más balas disparadas, y puntualiza que, por
desgracia, después de cada nueva matanza, demasiados ofrecen nada más
que condolencias y momentos de silencio. Ese silencio, acentúa, nos está
matando.
jha/lb |
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