El ministro de Justicia de Colombia, Enrique Botero, informa que, en breve, el Gobierno emitirá una orden para poner en libertad a 1000 integrantes de las FARC. Con este anuncio gubernamental realizado el viernes, y tras haber tenido en cuenta las recomendaciones de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que supervisa el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), muchos miembros de esta guerrilla saldrán de las cárceles donde se hallan recluidos.
“Se va a proferir un decreto que supera obstáculos y trabas que se estaban interponiendo en la materialización de las libertades y para lograr el cumplimiento de lo pactado en el Acuerdo Final de Paz”, comunicó Botero, según un boletín expedido por su despacho ministerial.
Antes de darse a conocer esta noticia, Botero se reunió con el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, y con el alto consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, así como con varios jueces, para abordar cómo se conduciría el tema para llevarlo a la práctica.
Se va a proferir un decreto que supera obstáculos y trabas que se estaban interponiendo en la materialización de las libertades y para lograr el cumplimiento de lo pactado en el Acuerdo Final de Paz”, informó el ministro de Justicia de Colombia, Enrique Botero.
Por su parte, Jaramillo, tras reunirse con el titular colombiano de Justicia, subrayó que 1700 miembros de las FARC ya han salido de diferentes prisiones y que aun queda pendiente la salida de otros 1200, después de que altos responsables de la guerrilla entregasen un nuevo listado de presos.
Con anterioridad, la ONU había advertido al Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de que la detención de los miembros de las FARC en las cárceles por más de seis meses después de la aprobación, por el Congreso Nacional, de la Ley de Amnistía y dos semanas después de la finalización del abandono de las armas, podría poner en peligro la consolidación de la paz.
El pasado 20 de junio comenzó la tercera y última fase del abandono de las armas por parte de las FARC, un paso clave para que la principal guerrilla del país inicie su transición hacia la vida civil y se convierta en un movimiento político.
Estas medidas contempladas y propiciadas por la firma del segundo acuerdo de paz, rubricado entre el Ejecutivo colombiano y los máximos representantes de las FARC en Bogotá (capital colombiana), el pasado 24 de noviembre, cuentan con el beneplácito y el apoyo de la ONU, pues pondrán fin a más de medio siglo de conflicto en el país sudamericano.
hispantv
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