De hecho, la esfera de los estudios
sobre el Holocausto está repleto de tonterías…
Norman Finkelstein Dios tuvo un hijo en la tierra sin pecado,
pero nunca uno sin sufrimiento.
San Agustín
El único camino para salir del laberinto
del sufrimiento es el perdón.
John Green
Resulta realmente notable como nuestra prensa local se ocupa de un acontecimiento ocurrido hace ya más de medio siglo largo en un lugar ubicado a más de 10.000 km de distancia, en una contienda en la cual la República Argentina no tuvo ni arte ni parte. Insisto: es realmente extraordinario constatar como ciertos acontecimientos resultan de pronto transportados al unísono por los medios masivos de difusión a los rincones más alejados del planeta. Como que no menos interesante es constatar cuales son los acontecimientos que los medios NO recuerdan o sólo lo hacen en forma esporádica y tímida, casi como pidiéndonos perdón por hacernos acordar de algo desagradable.
Sea como fuere, este año (también) tenemos un amplio abanico de artículos y editoriales para enterarnos de por qué tenemos que recordar el Holocausto.
Una aclaración: en todos los casos me refiero a la versión digital de los medios mencionados.
Empecemos, pues, por Infobae.
Para comenzar a ilustrarnos podemos leer el artículo (sin firma): ¿Por qué se celebra el 27 de enero el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto? [1] Luego, Mario Eduardo Cohen nos relata: “Auschwitz, la pesadilla más oscura” [2] y Germán Padinger nos cuenta “La increíble historia del militar polaco que logró infiltrarse en Auschwitz para contarle al mundo lo que allí ocurría” [3]. Claudio Avruj – nuestro Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación – nos ofrece “Holocausto: un recuerdo permanente y federal” [4] mientras que el juez Daniel Rafecas colabora con “La Shoá: una historia para conmemorar a todas sus víctimas“. [5] Finalmente, Alejandro Finocchiaro – el Ministro de Educación de la Nación– propone “Reflexionar sobre el pasado para construir sociedades más diversas“. [6]
La Nación aporta dos artículos. El de Ariel Gelblung – Representante del Centro Simon Wiesenthal para América Latina – Dos memorias sobre el Holocausto, [7] que fue publicado el viernes 26/01/2018, y uno sin firma en donde, al igual que en Infobae, se nos aclara “Por qué hoy se conmemora el Día en Memoria de las Víctimas del Holocausto“. [8]
Clarín, por su parte, también aporta dos artículos. El de Agustín Romero: Recordación de la Shoá, política de Estado; [9] y el de Julián Schvindlerman: La recordación del Holocausto, frente a los discursos del odio. [10]
La oveja negra de este año es Perfil. Contrariamente a Enero del año pasado en que hubo al menos 4 artículos sobre el tema, este año parece ser que lo olvidaron. Me hice un paseo por todo el sitio de www.perfil.com y no encontré nada. Incluso hice una búsqueda por “site:” en Google… y nada. Me parece que alguien le va a pegar un regio tirón de orejas al amigo Jorge Fontevecchia.
Después de leerme todos estos artículos me puse a reflexionar un poco (sí; no se burlen; a veces lo hago) y pasaron por mi loca mente algunas preguntas.
El próximo 24 de Abril, ¿también habrá tantos artículos conmemorando el Día del Genocidio Armenio?
El 10 de Noviembre próximo, ¿Alguien se acordará de la masacre de Katyn?
El último sábado de Noviembre, ¿habrá muchos artículos recordando el Holodomor ucraniano?
En Rusia, desde el año 1991 el 30 de Octubre es oficialmente el día de las víctimas de la represión política. ¿El próximo 30 de Octubre habrá varios artículos en la prensa argentina conmemorando los millones que murieron en el Gulag soviético?
El 4 de Noviembre ¿alguien se acordará de la masacre que los soviéticos cometieron en Hungría para sofocar la rebelión de 1956?
En algún momento ¿alguien se acordará de los millones y millones de muertos que produjo “El Gran Salto Adelante” con la mortal hambruna subsiguiente y la “Revolución Cultural” en la China de Mao?
O quizás algún día la prensa internacional recordará masivamente a los millones de camboyanos asesinados por el régimen marxista de Pol Pot.
Quizás.
Perdónenme pero hay cosas que no entiendo.
El marxismo sigue siendo tolerado con respetuosa benevolencia como una especie de “buena idea que, desgraciadamente y por culpa de Stalin, salió mal”. ¿Por qué esa tolerancia con una ideología que tiene sobre su conciencia por lo menos diez veces más ciudadanos propios muertos que cualquier otro régimen político del Siglo XX?
Pero sobre todo sigo sin entender algo que he preguntado ya cientos de veces: ¿Por qué matar sistemáticamente a personas por pertenecer a una etnia ha de ser más grave que matarlas igual de sistemáticamente por pertenecer a una clase social?
La Historia Universal registra la brutalidad con lamentable frecuencia. No es arbitrario sospechar que, por desgracia, forma parte de una condición humana que se manifiesta bajo ciertas oportunidades o condiciones. No es exclusiva de nadie y el sufrimiento que produce tampoco es propiedad única, singular o sagrada de nadie. No hay privilegios en el sufrimiento.
Como dijo alguna vez Platón: “No puedes comparar a dos personas desdichadas y decir que la una es más feliz que la otra”.
¡Ah! Y una última cosa antes que me olvide. Las imágenes que ilustran (es una manera de decir) la nota no son de Auschwitz ni de ningún campo de concentración alemán. La primera es la imagen de una serie de calaveras de las víctimas de Pol Pot en Camboya. [11]. La segunda es de la época del Holodomor (1932-1933) y muestra unos niños ucranianos famélicos. [12]
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