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PALESTINA: Sobreviviente de la masacre de Sabra y Shatila: ‘Le dispararon a mi padre en la cabeza’ / Facciones palestinas en Gaza piden la anulación de los Acuerdos de Oslo / Las colonias israelíes en Palestina se cuadruplican en 25 años / Más información…
A
25 años de los Acuerdos de Oslo, los palestinos de la Franja de Gaza
viven sometidos a un bloqueo israelí y aislados del resto del mundo. La
situación en términos de salud es particularmente preocupante.
Una mujer palestina en el campo de refugiados de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, este 10 de septiembre de 2018. REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa
En casa de Nivim Haboub se habla en voz baja, como si fuera un hospital. En parte por respetar el reposo de esta madre de familia de 40 años, en parte para no preocuparla con conversaciones sobre su tratamiento médico y su futuro. Nivim vive en Gaza y tiene cáncer desde hace siete años. Empezó en un pecho y ahora se ha extendido a los huesos. Desde que le fue detectado se ha tratado de manera intermitente, dependiendo de los rebrotes de su enfermedad, de las existencias de medicamentos en Gaza y de la concesión del permiso de salida por parte de las autoridades israelíes.
El difícil acceso a los tratamientos
En este momento, el tratamiento que necesita no está disponible en Gaza y tiene que salir a un hospital palestino de Jerusalén. “No tenemos radioterapia en Gaza, sólo en Jerusalén, y la quimioterapia no está siempre disponible en Gaza. Cuando está, a veces es una marca nueva, no es la que tomé antes y eso agrava mi caso. La quimioterapia no reduce mi tumor, sólo la radioterapia me ayudará y me aliviará el dolor”, cuenta Nivim.
La Franja de Gaza lleva 11 años sometida al bloqueo israelí, apoyado también por Egipto. En el caso de los enfermos, la espera es dramática e insoportable. El proceso es largo y hay algunos enfermos que se quedan en el camino. Israel debe concederles un permiso de salida para hacerse pruebas o tratarse en un hospital fuera de la Franja. Además, el hospital al que acuden debe darles una cita médica y en el caso de la mayoría de gazatíes, la Autoridad Palestina debe aceptar correr con los gastos de su tratamiento.
Nivim sabe que tiene el tiempo contado. Israel ha rechazado su permiso en los últimos meses sin explicar por qué. Recientemente, la razón fue que tenía un pariente miembro del movimiento palestino islámico Hamas, que gobierna Gaza y que Israel considera un grupo terrorista. Pero ella niega tener familiares que pertenezcan a Hamas: “La culpa es de la ocupación israelí. Cuando voy a un hospital en Israel respeto sus reglas, voy al hospital y regreso directo a mi casa. ¿Por qué ellos no respetan mis derechos? ¿Por qué hacen eso con nosotros? Estoy enferma, tengo cáncer, tengo derecho a curarme”.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2017, sólo la mitad de las 25.500 solicitudes de gazatíes enfermos para salir de la Franja vía Israel fueron aceptadas. El año pasado también, al menos 54 personas fallecieron en la Franja esperando un permiso israelí, aunque la cifra real podría ser mayor.
Hace algunas semanas, varias ONG israelíes y palestinas elevaron una petición al Tribunal Supremo israelí para denunciar que hay pacientes en Gaza cuya vida corre peligro e Israel no les deja salir argumentando que tienen parientes relacionados con Hamas. Su petición incluía a siete mujeres, la mayoría enfermas de cáncer. La justicia israelí les dio la razón, concedió que la ley humanitaria está por encima de todo y que las pacientes debían salir de Gaza. El nombre de Nivim estaba incluido en esta petición. La mujer espera ahora que la Autoridad Palestina agilice los trámites para que pueda ser recibida en un hospital de Jerusalén-Este.
La ONG Al Mezan, de Gaza, es una de las organizaciones que consiguió esta decisión de la justicia israelí. Desde principios de año, Al Mezan ha tratado 300 casos de personas que necesitan ser trasladadas para recibir tratamiento. No más del 30% ha recibido una respuesta positiva. “Incluso si tuvieran algún pariente miembro de Hamas, eso no les da ningún derecho a prohibir la salida de esta persona ni a privarla de sus derechos. Es un castigo colectivo, es algo inaceptable que va contra las leyes humanitarias. Nadie puede ser castigado por un error cometido por otros”, estima Samir Zaqut, subdirector de Al Mezan.
El hospital Rantissi de Gaza es el único centro médico de la Franja especializado en el tratamiento contra el cáncer. Decenas de pacientes han venido a hacerse una radiografía o recibir quimioterapia. Hace dos semanas, el hospital tuvo que suspender sus tratamientos de quimioterapia porque no había sido enviada por la Autoridad Palestina desde Ramala.
Las divisiones entre Hamas y la Autoridad Palestina no ayudan
Además del bloqueo israelí, los palestinos de Gaza son víctimas de la división entre Hamas y la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abbas, que funcionan como dos entidades separadas. Del gobierno palestino de Abbas dependen muchos tratamientos médicos, el salario de los funcionarios o el pago de una gran parte de la factura de electricidad de la Franja, que vive con cuatro horas de suministro al día. Una circunstancia que dificulta el trabajo diario de los hospitales.
Según Mohamed Abu Silmiyah, el director del hospital Rantissi, “la situación de los enfermos de cáncer en Gaza es muy mala. 80% de las medicinas no está disponible y no tenemos reservas. Mucha gente está muriendo a la espera de medicamentos o de un traslado fuera de la Franja. Hace dos semanas, el Ministerio de Salud en Ramala nos envió medicinas para un mes, sólo para un mes. Creo que todo esto es una decisión política. El primer problema es la ocupación israelí y después las diferencias entre Hamas y la Autoridad Palestina”.
Sólo en agosto, el hospital pidió a Israel que dejara salir a 500 personas para recibir tratamiento o someterse a un escáner completo que no se puede realizar en la Franja. Menos de la mitad obtuvo el permiso. La pregunta es qué pasa con el resto: “Esperan. Mucha gente muere y otros muchos empeoran. La enfermedad se extiende y afecta a otros órganos. Es muy difícil, muy duro para los médicos cuando el paciente viene y no sabemos qué decirle, no tenemos respuesta”, comenta Mohamed Abu Silmiyah.
Desde finales de marzo, hospitales y ONG de Gaza viven una situación de emergencia. Las manifestaciones semanales que se registran en la barrera de separación entre Gaza e Israel han dejado ya 180 muertos y casi 20.000 heridos. Los palestinos de la Franja piden el fin del bloqueo y el retorno a las tierras de sus padres y abuelos, de las que salieron en 1948 tras la creación del Estado de Israel. Más de dos tercios de la población de Gaza son refugiados.
Varias ONG trabajan con el personal médico de Gaza para atender esta urgencia, entre ellas Médicos del Mundo, que prepara misiones para operar a heridos en estas protestas, explica Marco Velasco, coordinador de la organización en Jerusalén: “Más del 90% son pacientes de género masculino, de edad comprendida normalmente entre los 20 y los 30 años. Empezamos ayer, pasando consulta con un cirujano plástico español para ver exactamente cuáles son las necesidades quirúrgicas, materiales, cuál sería el pronóstico de cara a preparar la llegada de los equipos de cirugía que trabajarían junto con los equipos locales pero que tienen un conocimiento que aquí no hay”.
Una situación de emergencia
Mohamed Raed, un niño de 13 años que vive en una casa del campo de refugiados de Jabalia, en Gaza, fue herido de bala el 29 de julio cerca de la frontera con Israel. Su pierna tuvo que ser amputada. “Fui a una manifestación pacífica, estaba con mis vecinos y de repente me dispararon. Tuvieron que cortarme la pierna”, explica Mohamed.
Su familia elogia el hecho de que estuviera aquel día en la frontera con Israel porque se pedía Justicia, sobre todo para los refugiados. Mohamed comienza a darse cuenta día tras día de lo que significa ser amputado en Gaza. Ir al colegio le cuesta el doble, ir andando a rehabilitación es un suplicio casi tan intenso como ver jugar al fútbol a sus amigos del barrio: “Quiero tirar mis muletas, correr, jugar, nadar… Me gustaría ser doctor”, comenta.
La vida de Mohamed está marcada por la guerra y la pérdida. La casa en que se encuentra fue bombardeada por Israel en 2008. Según la familia, la bomba tenía sustancias que provocaron el cáncer que años después mató al padre de Mohamed y a su abuela. Unas acusaciones difíciles de probar.
El objetivo de la familia es ahora conseguir una prótesis para Mohamed y ayudarle a tener una vida normal. En Gaza existe desde hace 20 años un centro que fabrica prótesis y podría ayudarlo en su rehabilitación. La institución, que trabaja con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja, ha visto cómo el número de pacientes ha aumentado de manera preocupante en los últimos meses debido a los heridos en las manifestaciones en la frontera con Israel.
Mohamed Dwima, el director del centro, explica que las dificultades son muchas: importación laboriosa de materiales debido al bloqueo, falta de electricidad, reducción de la financiación internacional. “Hemos recibido 75 casos de amputados que necesitan una prótesis. Para cubrir esos casos hemos aumentado nuestro horario de trabajo y el número de material importado que compramos en Israel u otros países, pero nos enfrentamos al grave problema de la electricidad. Necesitamos más horas de generador y más combustible para hacerlo funcionar. Por otra parte, nuestros trabajadores, que son funcionarios están recibiendo sólo el 50% de sus salarios”, cuenta.
El puerto de Gaza es uno de los pocos lugares de la Franja donde se tiene la sensación de respirar y sentir una cierta libertad. Sentados a orillas del mar, un grupo de amigos toman un refresco y hablan de la situación en la frontera con Israel, donde acuden semanalmente a manifestarse desde el mes de marzo. Uno de ellos recibió un tiro en la pierna y no quiere hablar con periodistas.
Son todos universitarios, odian la política y están hartos de sus dirigentes, sea Hamas o la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas, explica Anas al Krinawi: “Las protestas son totalmente apolíticas, no están apoyadas por ningún movimiento armado. Lo único que queremos es reivindicar nuestros derechos y regresar a la Palestina histórica. No pertenecemos a Hamas. Míranos”.
Tienen 20 años y ninguno de ellos ha podido salir nunca de la pequeña Gaza. Les cuesta proyectarse en el futuro y las protestas son para ellos el único medio de hacerse oír. Aseguran no tener miedo: “¿Asustados? ¿De qué? Ya estamos encerrados. ¿Qué quieren ahora? ¿Matarnos? La muerte es lo único que nos queda”.
Fuente: Beatriz Lecumberri, Radio Francia Internacional
Una mujer palestina en el campo de refugiados de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, este 10 de septiembre de 2018. REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa
En casa de Nivim Haboub se habla en voz baja, como si fuera un hospital. En parte por respetar el reposo de esta madre de familia de 40 años, en parte para no preocuparla con conversaciones sobre su tratamiento médico y su futuro. Nivim vive en Gaza y tiene cáncer desde hace siete años. Empezó en un pecho y ahora se ha extendido a los huesos. Desde que le fue detectado se ha tratado de manera intermitente, dependiendo de los rebrotes de su enfermedad, de las existencias de medicamentos en Gaza y de la concesión del permiso de salida por parte de las autoridades israelíes.
El difícil acceso a los tratamientos
En este momento, el tratamiento que necesita no está disponible en Gaza y tiene que salir a un hospital palestino de Jerusalén. “No tenemos radioterapia en Gaza, sólo en Jerusalén, y la quimioterapia no está siempre disponible en Gaza. Cuando está, a veces es una marca nueva, no es la que tomé antes y eso agrava mi caso. La quimioterapia no reduce mi tumor, sólo la radioterapia me ayudará y me aliviará el dolor”, cuenta Nivim.
La Franja de Gaza lleva 11 años sometida al bloqueo israelí, apoyado también por Egipto. En el caso de los enfermos, la espera es dramática e insoportable. El proceso es largo y hay algunos enfermos que se quedan en el camino. Israel debe concederles un permiso de salida para hacerse pruebas o tratarse en un hospital fuera de la Franja. Además, el hospital al que acuden debe darles una cita médica y en el caso de la mayoría de gazatíes, la Autoridad Palestina debe aceptar correr con los gastos de su tratamiento.
Nivim sabe que tiene el tiempo contado. Israel ha rechazado su permiso en los últimos meses sin explicar por qué. Recientemente, la razón fue que tenía un pariente miembro del movimiento palestino islámico Hamas, que gobierna Gaza y que Israel considera un grupo terrorista. Pero ella niega tener familiares que pertenezcan a Hamas: “La culpa es de la ocupación israelí. Cuando voy a un hospital en Israel respeto sus reglas, voy al hospital y regreso directo a mi casa. ¿Por qué ellos no respetan mis derechos? ¿Por qué hacen eso con nosotros? Estoy enferma, tengo cáncer, tengo derecho a curarme”.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2017, sólo la mitad de las 25.500 solicitudes de gazatíes enfermos para salir de la Franja vía Israel fueron aceptadas. El año pasado también, al menos 54 personas fallecieron en la Franja esperando un permiso israelí, aunque la cifra real podría ser mayor.
Hace algunas semanas, varias ONG israelíes y palestinas elevaron una petición al Tribunal Supremo israelí para denunciar que hay pacientes en Gaza cuya vida corre peligro e Israel no les deja salir argumentando que tienen parientes relacionados con Hamas. Su petición incluía a siete mujeres, la mayoría enfermas de cáncer. La justicia israelí les dio la razón, concedió que la ley humanitaria está por encima de todo y que las pacientes debían salir de Gaza. El nombre de Nivim estaba incluido en esta petición. La mujer espera ahora que la Autoridad Palestina agilice los trámites para que pueda ser recibida en un hospital de Jerusalén-Este.
La ONG Al Mezan, de Gaza, es una de las organizaciones que consiguió esta decisión de la justicia israelí. Desde principios de año, Al Mezan ha tratado 300 casos de personas que necesitan ser trasladadas para recibir tratamiento. No más del 30% ha recibido una respuesta positiva. “Incluso si tuvieran algún pariente miembro de Hamas, eso no les da ningún derecho a prohibir la salida de esta persona ni a privarla de sus derechos. Es un castigo colectivo, es algo inaceptable que va contra las leyes humanitarias. Nadie puede ser castigado por un error cometido por otros”, estima Samir Zaqut, subdirector de Al Mezan.
El hospital Rantissi de Gaza es el único centro médico de la Franja especializado en el tratamiento contra el cáncer. Decenas de pacientes han venido a hacerse una radiografía o recibir quimioterapia. Hace dos semanas, el hospital tuvo que suspender sus tratamientos de quimioterapia porque no había sido enviada por la Autoridad Palestina desde Ramala.
Las divisiones entre Hamas y la Autoridad Palestina no ayudan
Además del bloqueo israelí, los palestinos de Gaza son víctimas de la división entre Hamas y la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abbas, que funcionan como dos entidades separadas. Del gobierno palestino de Abbas dependen muchos tratamientos médicos, el salario de los funcionarios o el pago de una gran parte de la factura de electricidad de la Franja, que vive con cuatro horas de suministro al día. Una circunstancia que dificulta el trabajo diario de los hospitales.
Según Mohamed Abu Silmiyah, el director del hospital Rantissi, “la situación de los enfermos de cáncer en Gaza es muy mala. 80% de las medicinas no está disponible y no tenemos reservas. Mucha gente está muriendo a la espera de medicamentos o de un traslado fuera de la Franja. Hace dos semanas, el Ministerio de Salud en Ramala nos envió medicinas para un mes, sólo para un mes. Creo que todo esto es una decisión política. El primer problema es la ocupación israelí y después las diferencias entre Hamas y la Autoridad Palestina”.
Sólo en agosto, el hospital pidió a Israel que dejara salir a 500 personas para recibir tratamiento o someterse a un escáner completo que no se puede realizar en la Franja. Menos de la mitad obtuvo el permiso. La pregunta es qué pasa con el resto: “Esperan. Mucha gente muere y otros muchos empeoran. La enfermedad se extiende y afecta a otros órganos. Es muy difícil, muy duro para los médicos cuando el paciente viene y no sabemos qué decirle, no tenemos respuesta”, comenta Mohamed Abu Silmiyah.
Desde finales de marzo, hospitales y ONG de Gaza viven una situación de emergencia. Las manifestaciones semanales que se registran en la barrera de separación entre Gaza e Israel han dejado ya 180 muertos y casi 20.000 heridos. Los palestinos de la Franja piden el fin del bloqueo y el retorno a las tierras de sus padres y abuelos, de las que salieron en 1948 tras la creación del Estado de Israel. Más de dos tercios de la población de Gaza son refugiados.
Varias ONG trabajan con el personal médico de Gaza para atender esta urgencia, entre ellas Médicos del Mundo, que prepara misiones para operar a heridos en estas protestas, explica Marco Velasco, coordinador de la organización en Jerusalén: “Más del 90% son pacientes de género masculino, de edad comprendida normalmente entre los 20 y los 30 años. Empezamos ayer, pasando consulta con un cirujano plástico español para ver exactamente cuáles son las necesidades quirúrgicas, materiales, cuál sería el pronóstico de cara a preparar la llegada de los equipos de cirugía que trabajarían junto con los equipos locales pero que tienen un conocimiento que aquí no hay”.
Una situación de emergencia
Mohamed Raed, un niño de 13 años que vive en una casa del campo de refugiados de Jabalia, en Gaza, fue herido de bala el 29 de julio cerca de la frontera con Israel. Su pierna tuvo que ser amputada. “Fui a una manifestación pacífica, estaba con mis vecinos y de repente me dispararon. Tuvieron que cortarme la pierna”, explica Mohamed.
Su familia elogia el hecho de que estuviera aquel día en la frontera con Israel porque se pedía Justicia, sobre todo para los refugiados. Mohamed comienza a darse cuenta día tras día de lo que significa ser amputado en Gaza. Ir al colegio le cuesta el doble, ir andando a rehabilitación es un suplicio casi tan intenso como ver jugar al fútbol a sus amigos del barrio: “Quiero tirar mis muletas, correr, jugar, nadar… Me gustaría ser doctor”, comenta.
La vida de Mohamed está marcada por la guerra y la pérdida. La casa en que se encuentra fue bombardeada por Israel en 2008. Según la familia, la bomba tenía sustancias que provocaron el cáncer que años después mató al padre de Mohamed y a su abuela. Unas acusaciones difíciles de probar.
El objetivo de la familia es ahora conseguir una prótesis para Mohamed y ayudarle a tener una vida normal. En Gaza existe desde hace 20 años un centro que fabrica prótesis y podría ayudarlo en su rehabilitación. La institución, que trabaja con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja, ha visto cómo el número de pacientes ha aumentado de manera preocupante en los últimos meses debido a los heridos en las manifestaciones en la frontera con Israel.
Mohamed Dwima, el director del centro, explica que las dificultades son muchas: importación laboriosa de materiales debido al bloqueo, falta de electricidad, reducción de la financiación internacional. “Hemos recibido 75 casos de amputados que necesitan una prótesis. Para cubrir esos casos hemos aumentado nuestro horario de trabajo y el número de material importado que compramos en Israel u otros países, pero nos enfrentamos al grave problema de la electricidad. Necesitamos más horas de generador y más combustible para hacerlo funcionar. Por otra parte, nuestros trabajadores, que son funcionarios están recibiendo sólo el 50% de sus salarios”, cuenta.
El puerto de Gaza es uno de los pocos lugares de la Franja donde se tiene la sensación de respirar y sentir una cierta libertad. Sentados a orillas del mar, un grupo de amigos toman un refresco y hablan de la situación en la frontera con Israel, donde acuden semanalmente a manifestarse desde el mes de marzo. Uno de ellos recibió un tiro en la pierna y no quiere hablar con periodistas.
Son todos universitarios, odian la política y están hartos de sus dirigentes, sea Hamas o la Autoridad Palestina de Mahmud Abbas, explica Anas al Krinawi: “Las protestas son totalmente apolíticas, no están apoyadas por ningún movimiento armado. Lo único que queremos es reivindicar nuestros derechos y regresar a la Palestina histórica. No pertenecemos a Hamas. Míranos”.
Tienen 20 años y ninguno de ellos ha podido salir nunca de la pequeña Gaza. Les cuesta proyectarse en el futuro y las protestas son para ellos el único medio de hacerse oír. Aseguran no tener miedo: “¿Asustados? ¿De qué? Ya estamos encerrados. ¿Qué quieren ahora? ¿Matarnos? La muerte es lo único que nos queda”.
Fuente: Beatriz Lecumberri, Radio Francia Internacional
Los residentes de la ocupada Cisjordania temen que aumente la
violencia de los colonos, como resultado de las relajantes leyes de
posesión de armas de Israel.
Más de medio millón de israelíes se han convertido en elegibles para los permisos de armas según las nuevas leyes de posesión de armas de fuego [Archivo: Tsafrir Abayov / AP]
Mahmoud Ahmad Zaal Odeh fue asesinado a tiros por un colono israelí mientras trabajaba en sus 30 dunums (7,5 acres) de tierras de cultivo en Ras al-Nakleh, junto a su pueblo natal de Qusra, al sur de Naplusa, en la ocupada Cisjordania.
Zaal Odeh tenía 46 años al momento de su muerte en noviembre del año pasado, y dejó atrás no solo a su esposa sino también a siete hijos, cuatro niñas y tres niños.
“Si hubiera estado allí, lo habría comido con mis dientes”, le dijo a Al Jazeera, Manal Shekadeh Abdel Raziq, viuda de Zaal Odeh.
“Fue asesinado en su tierra”, continuó.
“El colono vino, molestó a mi esposo y destrozó nuestras vidas”.
“Creo que mi esposo estaba tratando de alcanzar algo en el suelo para golpearlo y al colono le disparó a quemarropa, en su hombro y en su espalda”.
Ahmed sotiene fotos de su padre Mahmoud, que fue asesinado a tiros por un colono israelí en noviembre pasado [Tessa Fox / Al Jazeera]
Con el reciente debilitamiento de las leyes de posesión de amas en Israel, muchos palestinos temen que historias como la de Mahmoud se vuelvan más comunes, tanto en Cisjordania como en Israel propiamente tal.
El 20 de agosto, el ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, comunicó que más de medio millón de ciudadanos israelíes ahora podrán poseer armas de fuego sin la necesidad de entrenamiento regular o permisos especiales.
Erdan citó la necesidad de que los civiles respondan a los “ataques terroristas” como la razón detrás de este cambio.
“Los ciudadanos calificados que portan armas de fuego en público contribuyen a la sensación de seguridad, son una importante línea de defensa a los ataques de ‘lobo solitario’ y así fortalecen a la seguridad pública”, indicó Erdan en un comunicado.
Según las estadísticas del grupo de derechos B’Tselem, 29 palestinos fueron asesinados por civiles israelíes en todo Israel y Cisjordania en los últimos 10 años, mientras que 84 civiles israelíes fueron asesinados por palestinos.
La mayoría de estas muertes en ambos bandos fueron por munición real.
El Concilio de Yesha, organización que agrupa a todos los concejos municipales de asentamientos, fue contactado para comentar sobre el cambio en las leyes de posesión de armas de Israel, pero se negó a hablar con Al Jazeera.
Bajo leyes anteriores, para obtener un arma, los israelíes tenían que demostrar que lo necesitaban, por ejemplo, porque vivían en un área considerada peligrosa: los asentamientos ilegales en Cisjordania se definen como tales.
De acuerdo con la Oficina Nacional para la Defensa de la Tierra de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en Nablus, actualmente hay 145.000 israelíes en Cisjordania que tienen permisos para portar armas.
Con el debilitamiento de la ley, se estima que 200.000 colonos más ahora llevarán armas.
Las nuevas leyes permiten a cualquier veterano de la infantería de las FDI obtener permisos de armas y oficiales de policía.
Dado el reclutamiento obligatorio en Israel es a los 18 años, estas leyes podrían eventualmente aplicarse a la mayoría de la población.
Además de esto, el personal del ejército clasificado como primer teniente o superior y los suboficiales clasificados como primer sargento o superior, se les permitirá mantener sus armas después del servicio, sin tener que devolverlas.
Luchando contra el “terrorismo”
Como miembro de la Knesset (MK) de la Lista Árabe Conjunta, Haneen Zoabi cree que el cambio en la ley de armas de Israel es solo la última de una serie de medidas contra los palestinos.
“Si bien han aprobado su ley estatal, sienten que pueden hacer cualquier cosa sin ninguna consideración con respecto a los valores democráticos y con respecto a la igualdad entre los ciudadanos”, comentó MK Zoabi a Al Jazeera.
“En Israel, es tan fácil insistir en que el ciudadano palestino es un terrorista”, indicó Zoabi, refiriéndose a las razones establecidas detrás de la nueva ley.
“En el contexto del odio y la demonización de los palestinos, dicen: ‘Ok, sé que no te gustan los palestinos… así que legalizo las armas y te permito tener un arma'”, explicó.
Si bien la ley afectará más a los números dentro de Israel, la situación existente en Cisjordania se puede ver como un ejemplo de lo que está por venir, ahora que todas las áreas de Israel se consideran “peligrosas”.
“El mensaje político de este procedimiento tendrá implicaciones psicológicas e incluso prácticas”, explicó Zoabi.
“Los israelíes se sentirán más seguros de dispararle a un palestino… y aumentar el potencial para matar”.
Zoabi señaló que el debilitamiento de la ley también afectaría el sistema judicial, que ya sistemáticamente discrimina a los palestinos.
“Cuando estás frente a un juez, donde está un israelí que ha disparado a un palestino, después de esta ley, el juicio diferirá mucho, ahora es más legal dispararles”, explicó Zoabi.
“Ahora los palestinos se definirán legalmente como terroristas, y el israelí que tiene un arma se definirá legalmente como alguien que tiene permiso para matar”.
La experiencia de Abdel Raziq de Qusra, resuena en esto.
El caso judicial por la muerte de su esposo continúa, incluso 10 meses después, ella explicó que el tribunal israelí culpa a su esposo y no al colono, aunque el israelí ingresó en propiedad privada.
“La corte dice que fue en defensa propia para el colono”, señaló Abdel Raziq.
La familia aún espera que se divulgue el informe de la autopsia, según Abdel Raziq, la policía israelí está reteniendo los documentos.
“Me siento muy impotente, ellos caminan por su propia ley. No creo que vaya a suceder nada a nuestro favor en la corte”.
‘Los israelíes ya tienen un ejército’
Si bien el número de muertes de civiles es mayor en el lado israelí que el palestino, MK Zoabi argumenta que no hay comparación que hacer.
“Los colonos en Cisjordania no necesitan dispararles a los palestinos, hay un ejército que lo hace, ya tienen a alguien para hacer este negocio sucio por ellos”, explicó.
“Los colonos están atacando y violando la propiedad palestina, y siempre tienen al ejército israelí para defenderlos. Es un extra, es por diversión e ideología, no por peligro”.
Zoabi se refiere a la violación de los colonos israelíes del derecho internacional al residir en territorio ocupado.
“Los colonos no deben estar allí, se ponen en peligro”.
“Nadie tiene el derecho de venir y tomar tierras palestinas, desarraigar sus árboles y decir ‘no me ataquen, tengo derecho a estar protegido’. No, son colonos, de acuerdo con la ley internacional y no ‘tiene derecho a estar protegido”.
. No, ellos son colonos, según la ley internacional usted no tiene el derecho para ser protegido.
Pero el portavoz de B’Tselem, Amit Gilutz, señala que incluso los civiles que se instalan en territorio ocupado no deberían ser blanco de ataques.
“Uno de los principales ejes del derecho internacional es la distinción entre combatientes y civiles”, señaló Gilutz.
“Por lo tanto, vivir en un área ocupada, que en sí misma constituye una violación de la ley internacional, no te convierte en un objetivo legítimo si eres un civil”.
Continuó afirmando que incluso si los palestinos perpetran ataques contra civiles israelíes primero, la muerte extrajudicial de palestinos por parte de israelíes a menudo es injustificada.
“La fuerza letal solo puede usarse cuando se enfrenta a un peligro inminente para uno o para otras personas y cuando no hay otra opción”, explicó Gilutz.
“Las fuerzas de seguridad israelíes han sido documentadas muchas veces usando la fuerza letal sin justificación, incluso contra los palestinos que han llevado a cabo o intentado llevar a cabo un ataque contra ellos”.
Incluso con las nuevas leyes, Abdel Raziq comentó que ella y su comunidad no sienten mayor temor.
“No tememos a la muerte. La gente muere todo el tiempo. A la comunidad no le importa. De cualquier forma, no me voy a ir de mi tierra”.
La entrada a la casa de Manal Shekadeh Abdel Raziq en Qusra, en el norte de Cisjordania, eterniza la muerte de su esposo, Mahmoud Ahmad Zaal Odeh [Tessa Fox / Al Jazeera]
Fuentes: Israel’s eased gun laws: Palestinian fear over new gun permits
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: Tessa Fox, Al Jazeera News / Traducción: Palestinalibre.org
Más de medio millón de israelíes se han convertido en elegibles para los permisos de armas según las nuevas leyes de posesión de armas de fuego [Archivo: Tsafrir Abayov / AP]
Mahmoud Ahmad Zaal Odeh fue asesinado a tiros por un colono israelí mientras trabajaba en sus 30 dunums (7,5 acres) de tierras de cultivo en Ras al-Nakleh, junto a su pueblo natal de Qusra, al sur de Naplusa, en la ocupada Cisjordania.
Zaal Odeh tenía 46 años al momento de su muerte en noviembre del año pasado, y dejó atrás no solo a su esposa sino también a siete hijos, cuatro niñas y tres niños.
“Si hubiera estado allí, lo habría comido con mis dientes”, le dijo a Al Jazeera, Manal Shekadeh Abdel Raziq, viuda de Zaal Odeh.
“Fue asesinado en su tierra”, continuó.
“El colono vino, molestó a mi esposo y destrozó nuestras vidas”.
“Creo que mi esposo estaba tratando de alcanzar algo en el suelo para golpearlo y al colono le disparó a quemarropa, en su hombro y en su espalda”.
Ahmed sotiene fotos de su padre Mahmoud, que fue asesinado a tiros por un colono israelí en noviembre pasado [Tessa Fox / Al Jazeera]
Con el reciente debilitamiento de las leyes de posesión de amas en Israel, muchos palestinos temen que historias como la de Mahmoud se vuelvan más comunes, tanto en Cisjordania como en Israel propiamente tal.
El 20 de agosto, el ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, comunicó que más de medio millón de ciudadanos israelíes ahora podrán poseer armas de fuego sin la necesidad de entrenamiento regular o permisos especiales.
Erdan citó la necesidad de que los civiles respondan a los “ataques terroristas” como la razón detrás de este cambio.
“Los ciudadanos calificados que portan armas de fuego en público contribuyen a la sensación de seguridad, son una importante línea de defensa a los ataques de ‘lobo solitario’ y así fortalecen a la seguridad pública”, indicó Erdan en un comunicado.
Según las estadísticas del grupo de derechos B’Tselem, 29 palestinos fueron asesinados por civiles israelíes en todo Israel y Cisjordania en los últimos 10 años, mientras que 84 civiles israelíes fueron asesinados por palestinos.
La mayoría de estas muertes en ambos bandos fueron por munición real.
El Concilio de Yesha, organización que agrupa a todos los concejos municipales de asentamientos, fue contactado para comentar sobre el cambio en las leyes de posesión de armas de Israel, pero se negó a hablar con Al Jazeera.
Bajo leyes anteriores, para obtener un arma, los israelíes tenían que demostrar que lo necesitaban, por ejemplo, porque vivían en un área considerada peligrosa: los asentamientos ilegales en Cisjordania se definen como tales.
De acuerdo con la Oficina Nacional para la Defensa de la Tierra de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en Nablus, actualmente hay 145.000 israelíes en Cisjordania que tienen permisos para portar armas.
Con el debilitamiento de la ley, se estima que 200.000 colonos más ahora llevarán armas.
Las nuevas leyes permiten a cualquier veterano de la infantería de las FDI obtener permisos de armas y oficiales de policía.
Dado el reclutamiento obligatorio en Israel es a los 18 años, estas leyes podrían eventualmente aplicarse a la mayoría de la población.
Además de esto, el personal del ejército clasificado como primer teniente o superior y los suboficiales clasificados como primer sargento o superior, se les permitirá mantener sus armas después del servicio, sin tener que devolverlas.
Luchando contra el “terrorismo”
Como miembro de la Knesset (MK) de la Lista Árabe Conjunta, Haneen Zoabi cree que el cambio en la ley de armas de Israel es solo la última de una serie de medidas contra los palestinos.
“Si bien han aprobado su ley estatal, sienten que pueden hacer cualquier cosa sin ninguna consideración con respecto a los valores democráticos y con respecto a la igualdad entre los ciudadanos”, comentó MK Zoabi a Al Jazeera.
“En Israel, es tan fácil insistir en que el ciudadano palestino es un terrorista”, indicó Zoabi, refiriéndose a las razones establecidas detrás de la nueva ley.
“En el contexto del odio y la demonización de los palestinos, dicen: ‘Ok, sé que no te gustan los palestinos… así que legalizo las armas y te permito tener un arma'”, explicó.
Si bien la ley afectará más a los números dentro de Israel, la situación existente en Cisjordania se puede ver como un ejemplo de lo que está por venir, ahora que todas las áreas de Israel se consideran “peligrosas”.
“El mensaje político de este procedimiento tendrá implicaciones psicológicas e incluso prácticas”, explicó Zoabi.
“Los israelíes se sentirán más seguros de dispararle a un palestino… y aumentar el potencial para matar”.
Zoabi señaló que el debilitamiento de la ley también afectaría el sistema judicial, que ya sistemáticamente discrimina a los palestinos.
“Cuando estás frente a un juez, donde está un israelí que ha disparado a un palestino, después de esta ley, el juicio diferirá mucho, ahora es más legal dispararles”, explicó Zoabi.
“Ahora los palestinos se definirán legalmente como terroristas, y el israelí que tiene un arma se definirá legalmente como alguien que tiene permiso para matar”.
La experiencia de Abdel Raziq de Qusra, resuena en esto.
El caso judicial por la muerte de su esposo continúa, incluso 10 meses después, ella explicó que el tribunal israelí culpa a su esposo y no al colono, aunque el israelí ingresó en propiedad privada.
“La corte dice que fue en defensa propia para el colono”, señaló Abdel Raziq.
La familia aún espera que se divulgue el informe de la autopsia, según Abdel Raziq, la policía israelí está reteniendo los documentos.
“Me siento muy impotente, ellos caminan por su propia ley. No creo que vaya a suceder nada a nuestro favor en la corte”.
‘Los israelíes ya tienen un ejército’
Si bien el número de muertes de civiles es mayor en el lado israelí que el palestino, MK Zoabi argumenta que no hay comparación que hacer.
“Los colonos en Cisjordania no necesitan dispararles a los palestinos, hay un ejército que lo hace, ya tienen a alguien para hacer este negocio sucio por ellos”, explicó.
“Los colonos están atacando y violando la propiedad palestina, y siempre tienen al ejército israelí para defenderlos. Es un extra, es por diversión e ideología, no por peligro”.
Zoabi se refiere a la violación de los colonos israelíes del derecho internacional al residir en territorio ocupado.
“Los colonos no deben estar allí, se ponen en peligro”.
“Nadie tiene el derecho de venir y tomar tierras palestinas, desarraigar sus árboles y decir ‘no me ataquen, tengo derecho a estar protegido’. No, son colonos, de acuerdo con la ley internacional y no ‘tiene derecho a estar protegido”.
. No, ellos son colonos, según la ley internacional usted no tiene el derecho para ser protegido.
Pero el portavoz de B’Tselem, Amit Gilutz, señala que incluso los civiles que se instalan en territorio ocupado no deberían ser blanco de ataques.
“Uno de los principales ejes del derecho internacional es la distinción entre combatientes y civiles”, señaló Gilutz.
“Por lo tanto, vivir en un área ocupada, que en sí misma constituye una violación de la ley internacional, no te convierte en un objetivo legítimo si eres un civil”.
Continuó afirmando que incluso si los palestinos perpetran ataques contra civiles israelíes primero, la muerte extrajudicial de palestinos por parte de israelíes a menudo es injustificada.
“La fuerza letal solo puede usarse cuando se enfrenta a un peligro inminente para uno o para otras personas y cuando no hay otra opción”, explicó Gilutz.
“Las fuerzas de seguridad israelíes han sido documentadas muchas veces usando la fuerza letal sin justificación, incluso contra los palestinos que han llevado a cabo o intentado llevar a cabo un ataque contra ellos”.
Incluso con las nuevas leyes, Abdel Raziq comentó que ella y su comunidad no sienten mayor temor.
“No tememos a la muerte. La gente muere todo el tiempo. A la comunidad no le importa. De cualquier forma, no me voy a ir de mi tierra”.
La entrada a la casa de Manal Shekadeh Abdel Raziq en Qusra, en el norte de Cisjordania, eterniza la muerte de su esposo, Mahmoud Ahmad Zaal Odeh [Tessa Fox / Al Jazeera]
Fuentes: Israel’s eased gun laws: Palestinian fear over new gun permits
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: Tessa Fox, Al Jazeera News / Traducción: Palestinalibre.org
La mayoría de los judíos israelíes, el 56%, creen que son el
“pueblo elegido” según una encuesta realizada por Haaretz. Esa cifra es
considerablemente más alta entre las familias ultraortodoxas, con el
79%.
¿Hay un pueblo elegido? – Caricatura [Carlos Latuff / Twitter]
La mayoría de los judíos israelíes, el 56%, creen que son el “pueblo elegido” según una encuesta realizada por Haaretz. Esa cifra es considerablemente más alta entre las familias ultraortodoxas, con el 79%.
Los resultados de la encuesta, llevada a cabo por la conmemoración del Año Nuevo judío, incluyeron una serie de hechos reveladores sobre la sociedad israelí y la dirección de la política del país. Una tendencia que puede ser de gran preocupación para quienes desean ver una resolución política en Palestina sobre la base del derecho internacional y la justicia, es que más de la mitad de los judíos israelíes creen que su derecho percibido a la “Tierra de Israel” procede de la alianza de un pueblo elegido con Dios.
Con la gran mayoría de judíos israelíes sosteniendo tales puntos de vista, los autores de la encuesta sugirieron que, bajo la superficie, se está librando una guerra religiosa. La actitud religiosa de los judíos israelíes, señalaron, era el “subtexto siniestro del amargo debate político sobre los territorios”. Sin embargo, el gobierno israelí presenta su disputa con los palestinos por la seguridad y la real política. Los resultados de la “fe ciega”, agregaron, “son fácilmente predecibles y potencialmente peligrosos”.
Según la encuesta, el 54% de los judíos israelíes cree en Dios, y otro 21% acepta la existencia de un poder superior indefinido además del de Dios. Esto es considerablemente más alto que en los países de la Europa Occidental, pero no en los Estados Unidos, que tienen un porcentaje similar de personas que cree en Dios.
Este hallazgo marcó una característica clave en la forma en que el conflicto se está moviendo en el ámbito internacional y en la polarización entre Israel y Estados Unidos, por un lado, y los aliados europeos, por el otro. “Las tensas relaciones políticas entre Israel y la Unión Europea, y recientemente también entre la UE y Washington, también pueden ser delineadas por creencias religiosas”, explicaron los autores de la encuesta. “Los israelíes y los estadounidenses ven a Europa como impíos y decadentes, pero para los brahmanes en Bruselas, Israel y los Estados Unidos se están desviando hacia el locura fundamentalista”.
Fuente: New poll: Majority of Israeli Jews believe they are ‘chosen people’
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: Middle East Monitor / Traducción: Palestinalibre.org
¿Hay un pueblo elegido? – Caricatura [Carlos Latuff / Twitter]
La mayoría de los judíos israelíes, el 56%, creen que son el “pueblo elegido” según una encuesta realizada por Haaretz. Esa cifra es considerablemente más alta entre las familias ultraortodoxas, con el 79%.
Los resultados de la encuesta, llevada a cabo por la conmemoración del Año Nuevo judío, incluyeron una serie de hechos reveladores sobre la sociedad israelí y la dirección de la política del país. Una tendencia que puede ser de gran preocupación para quienes desean ver una resolución política en Palestina sobre la base del derecho internacional y la justicia, es que más de la mitad de los judíos israelíes creen que su derecho percibido a la “Tierra de Israel” procede de la alianza de un pueblo elegido con Dios.
Con la gran mayoría de judíos israelíes sosteniendo tales puntos de vista, los autores de la encuesta sugirieron que, bajo la superficie, se está librando una guerra religiosa. La actitud religiosa de los judíos israelíes, señalaron, era el “subtexto siniestro del amargo debate político sobre los territorios”. Sin embargo, el gobierno israelí presenta su disputa con los palestinos por la seguridad y la real política. Los resultados de la “fe ciega”, agregaron, “son fácilmente predecibles y potencialmente peligrosos”.
Según la encuesta, el 54% de los judíos israelíes cree en Dios, y otro 21% acepta la existencia de un poder superior indefinido además del de Dios. Esto es considerablemente más alto que en los países de la Europa Occidental, pero no en los Estados Unidos, que tienen un porcentaje similar de personas que cree en Dios.
Este hallazgo marcó una característica clave en la forma en que el conflicto se está moviendo en el ámbito internacional y en la polarización entre Israel y Estados Unidos, por un lado, y los aliados europeos, por el otro. “Las tensas relaciones políticas entre Israel y la Unión Europea, y recientemente también entre la UE y Washington, también pueden ser delineadas por creencias religiosas”, explicaron los autores de la encuesta. “Los israelíes y los estadounidenses ven a Europa como impíos y decadentes, pero para los brahmanes en Bruselas, Israel y los Estados Unidos se están desviando hacia el locura fundamentalista”.
Fuente: New poll: Majority of Israeli Jews believe they are ‘chosen people’
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: Middle East Monitor / Traducción: Palestinalibre.org
El Hospital Abu Yusuf Al-Najjar en el sur de la Franja de Gaza
dejará de funcionar en nueve días debido a la falta de combustible
necesario para sus generadores de electricidad, advirtió hoy el
Ministerio de Salud de Gaza.
Debido a la escasez de combustible, los generadores de siete centros de salud en la sitiada Franja de Gaza dejaron de funcionar [Mohammed Asad / Middle East Monitor]
El Hospital Abu Yusuf Al-Najjar en el sur de la Franja de Gaza dejará de funcionar en nueve días debido a la falta de combustible necesario para sus generadores de electricidad, advirtió hoy el Ministerio de Salud de Gaza.
En un comunicado, el ministerio señaló que si se detienen los servicios de salud en el hospital, 250,000 personas podrían verse afectadas.
Aproximadamente 400 pacientes visitan regularmente dicho centro para recibir tratamiento médico vital, incluida la diálisis, indicó el ministerio.
En las últimas semanas, el ministerio repetidamente ha advertido sobre el inminente colapso del sector de salud local de Gaza debido a una crónica escasez de combustible necesario para mantener en funcionamiento los generadores de emergencia de los hospitales.
La Franja de Gaza, hogar de unos dos millones de personas, tiene un total de 13 hospitales administrados por el gobierno y 54 centros de atención primaria de la salud, que en conjunto representan aproximadamente el 95% de todos los servicios de salud en el enclave costero.
Gaza sufre una aguda escasez de electricidad como resultado del asedio impuesto por Israel ya por 11 años. Tanto Egipto como la Autoridad Palestina han apoyado el bloqueo imponiendo nuevas limitaciones a la Franja.
Fuente: Gaza hospital to close due to fuel shortfall
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Fuente: Middle East Monitor / Traducción: Palestinalibre.org
Debido a la escasez de combustible, los generadores de siete centros de salud en la sitiada Franja de Gaza dejaron de funcionar [Mohammed Asad / Middle East Monitor]
El Hospital Abu Yusuf Al-Najjar en el sur de la Franja de Gaza dejará de funcionar en nueve días debido a la falta de combustible necesario para sus generadores de electricidad, advirtió hoy el Ministerio de Salud de Gaza.
En un comunicado, el ministerio señaló que si se detienen los servicios de salud en el hospital, 250,000 personas podrían verse afectadas.
Aproximadamente 400 pacientes visitan regularmente dicho centro para recibir tratamiento médico vital, incluida la diálisis, indicó el ministerio.
En las últimas semanas, el ministerio repetidamente ha advertido sobre el inminente colapso del sector de salud local de Gaza debido a una crónica escasez de combustible necesario para mantener en funcionamiento los generadores de emergencia de los hospitales.
La Franja de Gaza, hogar de unos dos millones de personas, tiene un total de 13 hospitales administrados por el gobierno y 54 centros de atención primaria de la salud, que en conjunto representan aproximadamente el 95% de todos los servicios de salud en el enclave costero.
Gaza sufre una aguda escasez de electricidad como resultado del asedio impuesto por Israel ya por 11 años. Tanto Egipto como la Autoridad Palestina han apoyado el bloqueo imponiendo nuevas limitaciones a la Franja.
Fuente: Gaza hospital to close due to fuel shortfall
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original inglés y a la traducción de Palestinalibre.org
Fuente: Middle East Monitor / Traducción: Palestinalibre.org
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