jueves, 4 de octubre de 2012

A LOS 44 DEL 2 DE OCTUBRE

A los 44 del 2 de octubre Escrito por Autor Invitado por Jorge Meléndez Preciado A las últimas marchas que asistí en conmemoración del 2 de octubre, podíamos encontrar a dos contingentes muy diferenciados. Quienes había participado en dicho movimiento y una cantidad de jóvenes que se expresaban ruidosamente. Unos y otros parecían seguir un guión diferente. Los primeros muy ordenados y varios tratando de estar en primera fila; los segundos, incluso retando a los policías. Ahora, las cosas han cambiado. La aparición del #YoSoy132 ha traído más conjugación de esfuerzos, integración de los veteranos a los muchachos y, afortunadamente, una mayor cantidad de investigaciones que muestran la inconformidad con una matanza que no se ha aclarado y, con el agravante que jamás se ha castigado a los responsables del bárbaro acto en Tlatelolco, la mayoría de ellos, por cierto, ya fallecidos. En este último caso, se muestra que el 2 de octubre no puede olvidarse, ya que vivimos en un sistema que posibilita la impunidad, la arbitrariedad, la prepotencia y hasta la humillación de generaciones que entienden cada vez más: la justicia en México es inexistente. Recientemente, el historiador Alberto del Castillo Troncoso presentó el libro: Ensayo sobre el movimiento estudiantil de 1968/ La Fotografía y la construcción de un imaginario (Instituto Mora/ IISUE- UNAM). El trabajo investiga más de 10 mil imágenes de aquellos años. Lo mismos en periódicos de la época que en materiales de los fotorreporteros: Rodrigo Moya, Enrique Bordes Mangel, Héctor y María García, Aarón Sánchez, Enrique Metinides y Daniel Soto. Además, pudo usar el Archivo General de La Nación. El autor llega a una conclusión: la prensa era un peón del Estado. Algo que avala la consigna principal de quienes se levantaron hace 44 años: “Prensa vendida”. No está demás corroborar que el clamor popular era acertado. Más bien es importante darse cuenta que las masas, como antaño se les decía, si bien no tenían un conocimiento preciso de lo que ocurría, si entendían bien por dónde iba la ruta a seguir. Y algo les daba la pista- aparte de un titular del jueves 3 de octubre en El Sol de México: “Barrió el ejército con un foco de subversión en Tlatelolco”-, el noticiario 24 Horas con Jacobo Zabludovsky, el principal desinformador social y defensor a ultranza del gobierno en turno. (Cualquier semejanza con los ataques a los estudiantes de la Universidad Iberoamericana, es mera coincidencia entre los medios anotados y otros más. Es la hora, por cierto, que Televisa no abre sus archivos de aquellos siniestros años). Una de las colecciones que no rastreó, o no pudo, Del Castillo, fue el periódico Excélsior, que tenía una gran hemeroteca, incluso en la época que estuvo a cargo de Regino Díaz Redondo. En el portal Sin embargo, la siempre valiente Sanjuana Martínez, presenta una serie de imágenes que le hicieron llegar anónimamente, señalándole que fueron tomadas por un fotógrafo oficial. En las mismas hay descubrimientos, entre otros cómo es bajada en camilla una persona. Pero también reiteraciones: la participación de los hombres del guante blanco en la mano izquierda, que eran del Batallón Olimpia, y que, se sabe, fueron los primeros en disparar contra la multitud y el ejército, el cual fue llevado a una trampa. No por los estudiantes, sino por miembros del estado Mayor Presidencial, por la Presidencia de la República y la secretaría de Gobernación. Está circulando en Youtube el más reciente documental del Canal Seis de Julio, en colaboración del periódico La Jornada. El mismo, titulado “Las claves de la masacre”, continúa la indagación que se hizo anteriormente en: “Operación Galeana”. El actual tiene algo muy original: las versiones de los habitantes de Tlatelolco, los cuales dan su punto de vista de cómo estuvieron los acontecimientos y de dónde dispararon en varios momentos. Las tropas desplegadas eran tales que parecía iban a combatir para salvar la patria, aunque únicamente se tratara de un mitin en el cual había ocho mil personas. Y una de las escenas muestra a un soldado defendiendo con su vida a una niña, lo que da idea de lo perverso y ruin que fueron los orquestadores de esta masacre, independientemente del número de víctimas, que un cable del Departamento de Defensa de los Estados Unidos estima entre 150 y 200. En la operación contra los alumnos y pobladores estuvieron coludidos policías, fuerzas armadas, un argentino que formó después la abominable Triple A (Héctor García Rey), la CIA y quizás hasta mafiosos. En tanto los mismos servicios de inteligencia gringos dicen que ni la URSS ni Cuba participaron de ninguna manera en este rechazo al despotismo mexicano. Tiene razón el escritor Heriberto Yépez: “Como pedirle a una cultura que olvide una masacre dolorosa en un régimen político que precisamente funciona gracias a la desmemoria histórica”. Por lo que 2 de octubre no se olvida, pero tampoco se perdona. Y sólo buscando la verdad podremos curar una herida que todavía sangra. FUENTE HOMOZAPPING

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