Tiempos de Nigromante
Arturo Rueda
@Nigromanterueda
artrueda@diariocambio.com.mx
artrueda@yahoo.com
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18/10/2012
La elección de los consejeros se vuelve asunto nacional
La cuenta atrás para elegir el nuevo Consejo General del IEE ya arrancó y el tema tomará visos nacionales porque Pedro Joaquín Coldwell, tal y como lo había advertido, tomó en sus manos la elección de los consejeros electorales. Edgar Salomón Escorza y Fernando Morales Martínez fueron citados hoy en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional para dictarles línea y advertirles de las gravísimas consecuencias
que enfrentarán en caso de jugarle las contras a los intereses de su
propio partido. El presidente del CEN priista dictará una línea muy
clara: impedir a sangre y fuego el agandalle del morenovallismo con cinco asientos en el consejo, y muy específicamente, bloquear el ingreso de Víctor Cánovas. La hora de la verdad llegó porque ambos personajes quedaron atrapados entre la espada y la pared.
Hasta ayer el conflicto para la designación de consejeros electoral era un asunto inexistente por aldeano. Pero una vez que ha trascendido a la esfera nacional puede convertirse en una crisis política para el régimen morenovallista ya que, en caso de no negociar y bajar a algunos de los aspirantes declarados non gratos para el PRI nacional, entrarían en colisión directa con el peñismo que gobernará el país los próximos seis años. Las consecuencias, pues, pueden ser imprevisibles.
En el gobierno estatal tienen claro que Pedro Joaquín Coldwell no voltearía a mirar a Puebla y sus asuntos aldeanos si no fuera por la intervención de dos poblanos con asiento en el CEN: Jorge Estefan Chidiac y Juan Carlos Lastiri. Una vez uno, y otra vez el otro, le pasan tarjetas informando a detalle lo que ocurre en la entidad. El campesino holandés, en especial, es quien trata de quedar bien con Dios y con el Diablo, pues lo mismo hace la barba al gobernador que denuncia por entreguistas a Fernando Morales y a Salomón Escorza, y es de los impulsores de una línea dura.
Apercibidos el presidente de la Junta de Coordinación Política así como el dirigente estatal, y casi amenazados, ¿cómo actuarán Fernando Morales y Edgar Salomón Escorza? ¿Se jugarán su futuro en el sexenio peñista al colgarse en la frente la T de traidores? ¿Se alinearán al morenovallismo en una última gran batalla que les puede costar el cargo en el Congreso y el Comité Estatal? Hasta hoy lo sabremos.
El control del IEE es una prerrogativa inherente al gobernador que todos los exmandatarios han ejercido puntualmente. Pero los promotores de la línea dura le quieren expropiar a Moreno Valle esa prerrogativa. El problema es que han vuelto nacional el tema, por lo que un eventual conflicto también tendrá consecuencias nacionales.
La crisis política es inminente.
El teatro de las operaciones arranca y el final luce imprevisible.
Queda un apotegma para recordar: por las buenas bueno, por las malas
mejor. El morenovallismo se juega su futuro y los promotores de la línea dura su asalto al poder en 2018. Y en medio, como un dios, Enrique Peña Nieto y un sexenio que arranca.
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