martes, 2 de octubre de 2012

NI A LOS EMPRESARIOS LES GUSTA LA REFORMA LABORAL

Sin comentarios La reforma laboral, que de la Cámara de Diputados pasó al Senado de la República para su discusión, no ha convencido a nadie por completo. Por supuesto, los trabajadores –principales afectados por los cambios propuestos por Felipe Calderón Hinojosa y refrendados por los diputados– han manifestado su inconformidad. También lo han hecho analistas y abogados laborales, quienes consideran que no favorece ni a la mayor creación de empleo ni a la mejora del salario y las prestaciones. Ahora, incluso los empresarios, quienes durante décadas han sido favorecidos por la Ley Federal del Trabajo, se han pronunciado contra la ambigüedad de los cambios que fueron votados por los legisladores en San Lázaro. Ayer, el Consejo Coordinador Empresarial, que preside Gerardo Gutiérrez Candiani, dio a conocer el documento “La Voz del CCE”, donde se establece la necesidad de clarificar y afinar los puntos relacionados con los procesos de inicio y conclusión de la relación laboral. “En particular, en el sector empresarial nos preocupan limitantes excesivas que quedaron en el tema de la terciarización”, expuso el propio Gutiérrez Candiani, quien además advirtió que esta situación podría impedir que se realice esa actividad, lo que no sólo cerraría la posibilidad de cientos de miles de oportunidades de empleo, sino que acabaría con muchos puestos de trabajo que ya existen bajo esta modalidad de contratación, y que cumplen con las prestaciones de ley. A juicio del Consejo Coordinador Empresarial [organización que integran siete asociados: Concamin, Concanaco, Coparmex, AMIS, CMHN, CNA y ABM, así como cinco permanentes: Canaco, Canacintra, AMIB, COMCE y ANTAD], los senadores tienen la obligación de clarificar y eliminar candados innecesarios, para un mecanismo de contratación que es válido, legal y ha probado su pertinencia en todo el mundo. Los senadores, insistieron, deben revisar además varios asuntos que generan dudas, para que realmente quede una reforma que detone el crecimiento económico y el empleo en el país. La reforma, uno de los cambios estructurales pedidos por el empresariado y que llevaba 42 años entrampado en México, está ahora en manos del Senado, que la discutirá en un máximo de 30 días e incluso podría modificarla. La normativa pasó el primer escollo legislativo en el Congreso después de que el presidente de México, Felipe Calderón, pidiera su aprobación como “iniciativa preferente”, un procedimiento expedito que obliga a los legisladores a discutirla en un plazo de 30 días. Tan expedita fue la discusión que los diputados la pasaron en una semana y ahora los senadores tendrán la responsabilidad de aclarar las inconformidades que han presentado no sólo los trabajadores, sino también los empresarios. El Senado de la República tiene ahora un doble reto: no sólo deben ajustar esa legislación sino también evitar la polarización que se ha dado tras su aprobación en la Cámara de los Diputados Tras las elecciones federales, otra vez y como sucedió en 2006, México ha quedado dividido. Ahora, con los cambios aplicados a la Ley del Trabajo la división se ahonda entre quienes temen despidos masivos y una mayor precarización del empleo, y aquellos que consideran que los cambios abren la posibilidad de tener una economía emergente más competitiva. Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/02-10-2012/9837. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

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