Tropas de bufones y guerras reales
Ilustración: La Voz de Rusia
Como afirma EU observer,
en los últimos años se han animado las relaciones de Ucrania, vecina de
Rusia, con la OTAN. En los próximos ejercicios de rechazo a quien sabe
que "agresión" de un "estado vecino", también toma una unidad militar
ucraniana de cien efectivos. De Alemania, a guisa de comparación, tan
solo setenta y cinco uniformados. Amén de esto, concretiza el portal de
Internet, los efectivos ucranianos entran en misiones militares de la
OTAN en Afganistán y Kosovo, en el Mar Mediterráneo y en el Océano
Índico.
En el comentario del citado portal se alternan continuamente las menciones de la OTAN y la UE. En lo que atañe al componente castrense de las relaciones entre estas dos organizaciones europeas, en este sentido es difícil separar una de la otra. Primero, hoy de los veintiocho países de la UE veintidós son miembros de la OTAN. Segundo, tras la adopción por la alianza de la estrategia de la pretendida "defensa inteligente" (Smart Defence), orientada, entre otras cosas, a gastar más económicamente los recursos, parte de las funciones meramente castrenses se encomienda por el mando del bloque a los socios de la Europa unida.
Desde esta vertiente, la idea de formar un mini-ejército del Grupo de Visegrado, parece, al menos extraña. Mejor dicho, no realista. Como señalan los expertos, los miembros del "cuarteto" tienen diferente "peso", diversas posturas hacia la integración europea y las relaciones con la OTAN. Es cierto que de la creación de "grupos de reacción rápida" (Battle Groups) en la UE se habla ya durante varios años, pero las misiones militares reales en los puntos candentes del planeta corren a cargo de la OTAN. Entretanto, los miembros del cuarteto de Visegrado se preparan para un juego extraño de la alianza. Víctor Litovkin, redactor de Revista Militar Independiente, al estar de acuerdo con el carácter planificado de los ejercicios, expresa su perplejidad por su guión:
En el comentario del citado portal se alternan continuamente las menciones de la OTAN y la UE. En lo que atañe al componente castrense de las relaciones entre estas dos organizaciones europeas, en este sentido es difícil separar una de la otra. Primero, hoy de los veintiocho países de la UE veintidós son miembros de la OTAN. Segundo, tras la adopción por la alianza de la estrategia de la pretendida "defensa inteligente" (Smart Defence), orientada, entre otras cosas, a gastar más económicamente los recursos, parte de las funciones meramente castrenses se encomienda por el mando del bloque a los socios de la Europa unida.
Desde esta vertiente, la idea de formar un mini-ejército del Grupo de Visegrado, parece, al menos extraña. Mejor dicho, no realista. Como señalan los expertos, los miembros del "cuarteto" tienen diferente "peso", diversas posturas hacia la integración europea y las relaciones con la OTAN. Es cierto que de la creación de "grupos de reacción rápida" (Battle Groups) en la UE se habla ya durante varios años, pero las misiones militares reales en los puntos candentes del planeta corren a cargo de la OTAN. Entretanto, los miembros del cuarteto de Visegrado se preparan para un juego extraño de la alianza. Víctor Litovkin, redactor de Revista Militar Independiente, al estar de acuerdo con el carácter planificado de los ejercicios, expresa su perplejidad por su guión:
–El
escenario de los simulacros que se realizarán en Polonia, prevé el
rechazo a una agresión de parte de un país vecino con la inclusión del
artículo 5º del Tratado: la defensa de un aliado víctima de un ataque.
Es un planteamiento provocativo de la cuestión. Empero, cuando
combatimos juntos el terrorismo, en esto no hay nada provocativo.
La
doctora Margarete Klein de la Fundación para la Ciencia y la Política
de Alemania, en charla con nuestra emisora, destacó la importancia de la
confianza mutua entre Occidente y Rusia:
–La falta de confianza mutua es el principal mal de las relaciones.
En su tiempo Rusia presentó la propuesta de firmar un tratado de seguridad europea, pero Occidente no la tomó en serio. Pero permanece la necesidad de diálogo. Porque, mientras no se logre un consenso sobre los problemas cardinales, la cooperación seguirá siendo frágil.
En principio, en la creación de ciertas mini-ejércitos europeos de entretenedores no hay nada peligroso para otros. Si, por supuesto, esto no va acompañado de juegos a una guerra real con su "vecino agresivo".
En su tiempo Rusia presentó la propuesta de firmar un tratado de seguridad europea, pero Occidente no la tomó en serio. Pero permanece la necesidad de diálogo. Porque, mientras no se logre un consenso sobre los problemas cardinales, la cooperación seguirá siendo frágil.
En principio, en la creación de ciertas mini-ejércitos europeos de entretenedores no hay nada peligroso para otros. Si, por supuesto, esto no va acompañado de juegos a una guerra real con su "vecino agresivo".
vs/lj
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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