sábado, 29 de marzo de 2014

Cuba vota proyecto de inversión extranjera, en tierra de Fidel

Cuba vota proyecto de inversión extranjera, en tierra de Fidel
La Asamblea Popular vota este sábado el proyecto de inversión extranjera, que podría autorizar la participación privada en todos los sectores, excepto servicios de salud, educación e instituciones armadas. Las áreas que podrían resultar más atractivas son turismo, energía eléctrica y agricultura.
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Diputados cubanos alistan la nueva Ley de Inversión Extranjera que definirá cuánto se abrirá Cuba al capital foráneo en su economía centralizada.
El diario cubano Granma puntualiza que la Ley de Inversión Extranjera será sometida a consideración de los diputados en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular convocada para este sábado.
No fue fácil que llegara el proyecto al territorio cubano. Esto ocurre tras un amplio proceso de revisión y consultas a organismos, entidades e instituciones relacionados con la materia, resultado de la revisión y adecuación de la Ley No. 77, de la Inversión Extranjera, de septiembre de 1995.
El proyecto incluye 34 principios generales y 11 políticas sectoriales para la inversión extranjera en el país, encaminadas a complementar el desarrollo de la economía nacional con capital extranjero.
En la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional (el parlamento cubano) del sábado, según estimaciones oficialistas, será aprobada la inversión extranjera; no obstante, el texto final aún es retocado este viernes por legisladores de las comisiones de Asuntos Económicos y Asuntos Constitucionales y Jurídicos.
Funcionarios del gobierno y medios oficiales han dejado claro que en la nueva ley, que sustituye a la número 77 de 1995, no habrá “concesiones ni retrocesos” en cuanto al rumbo socialista de las últimas cinco décadas y media.
La sesión extraordinaria de los 612 diputados del cuerpo unicameral, que suele adoptar sus acuerdos por unanimidad, fue convocada por el Consejo de Estado el pasado 19 de marzo.
En las últimas semanas se realizaron reuniones de los parlamentarios en varias provincias del país, donde el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca explicó los alcances de la normativa.
Malmierca es un personaje clave para entender que el gobierno cubano está de acuerdo con la inversión privada. Por ejemplo, el 20 de marzo pasado, según Granma, el ministro de Comercio aseguró que Cuba posee todas las condiciones para atraer y favorecer la inversión extranjera, entre ellas la actualización de nuestro modelo económico, la estabilidad política y social del país, los marcos legales establecidos y recursos humanos con una alta calificación.
En su explicación, aseguró que la nueva Ley para la Inversión Extranjera está encaminada a fortalecer el desarrollo económico y social del país, lo cual significa también robustecer su proyecto social.
El funcionario cubano reconoció que su revisión se inserta en el proceso de actualización de la política económica y social, aunque en su alcance también tiene una profunda connotación política.
“Respecto a la ley vigente, la nueva propuesta tiene cambios sustanciales, al ser más completa, moderna, flexible y transparente que la anterior. En ella se define el tratamiento a cada sector de la economía y los regímenes especiales en materia de comercio, relación laboral y otros aspectos importantes”, señaló.
Atractivos para la inversión, el turismo, la energía y la agricultura
Fuentes parlamentarias han adelantado que la inversión extranjera en Cuba podría ser autorizada en todos los sectores, excepto en los servicios de salud y educación y todas las instituciones armadas, salvo en sus sistemas empresariales. Es decir, las áreas que podrían resultar más atractivas es el turismo, la energía eléctrica y la agricultura.
El texto de la legislación no ha sido publicado, pero la prensa oficial asegura que ofrece mayores incentivos a los inversionistas y debe contribuir al desarrollo económico del país.
Quienes arriesguen sus capitales serán exonerados durante ocho años del impuesto sobre utilidades a partir de su constitución y al expirar este periodo de gracia, pagarán un impuesto del 15 por ciento sobre la utilidad neta imponible, según el diario Juventud Rebelde.
Pero el periódico advirtió que cuando “concurra la explotación de recursos naturales, renovables o no, puede aumentarse el tipo impositivo sobre utilidades, por decisión del Consejo de Ministros hasta un 50 por ciento”.
Déborah Rivas, funcionaria del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, dijo que las inversiones no podrán ser expropiadas, salvo por motivos de utilidad pública o interés social, “y con la debida indemnización, establecida por mutuo acuerdo”.
Explicó que el nuevo marco de la inversión extranjera también decretará “un sustancial incremento” del pago a los cubanos contratados por los foráneos.
Los medios locales se han abstenido hasta ahora de especificar si cubanos residentes en otros países, como Estados Unidos, que han acumulado fortunas, serán contemplados en la nueva legislación.
El presidente de la Comisión Permanente de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional (parlamento), José Luis Toledo, explicó que la legislación otorgará carácter prioritario a la inversión extranjera en casi todos los sectores de la economía.
En el marco de un continuo proceso de descapitalización, Cuba sufrió en la década pasada una reducción de empresas mixtas que en 2002 ascendían a 403 pero en 2012 descendieron a menos de 240.
Algunos analistas estiman que la aceleración para aprobar una nueva Ley de Inversiones tiene como telón de fondo las tensiones políticas en Venezuela, principal socio económico comercial de la isla.
En la década de 1990 del siglo pasado, el gobierno isleño impulso la captación de capitales foráneos a partir de la crisis que desató la caída de la Unión Soviética, entonces su aliado estratégico.
Por este tema, nada menor, una misión empresarial de Brasil visitó Cuba para avanzar en la identificación de oportunidades de inversión en sectores priorizados por ambos gobiernos, sobre todo, en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM).
Hipólito Rocha Gaspar, director general de Apex Brasil (Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones), en La Habana, confirmó el interés del gobierno brasileño.
Este fin de semana se concretará el asunto.
(Con información de Francisco Ramírez/La Habana/Notimex y el Diario Granma)

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