viernes, 6 de junio de 2014

De enero a abril, el peor déficit fiscal en 22 años



De enero a abril, el peor déficit fiscal en 22 años



2014-06-05




ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR, La Jornada

El gobierno federal gastó entre enero y abril pasados 49 mil 400 millones de pesos más de los ingresos que obtuvo en el mismo periodo, situación a la cual recurrió para compensar la “caída inesperada” en los ingresos petroleros y que provocó que el déficit fiscal acumulado en el primer cuatrimestre de 2014 fuera el más pronunciado para un periodo similar en los pasados 22 años, aseguró ayer Bank of America-Merrill Lynch.

La disminución en los ingresos petroleros, que atribuyó a una caída tanto en la producción como en el precio de exportación, “constituye un riesgo para las finanzas públicas y la recuperación de la actividad económica”, apuntó.

El déficit entre ingresos y gastos del sector público, que incluye las cuentas del gobierno federal y entidades como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, por 49 mil 400 millones de pesos es el más grande desde 1992, cuando gobernaba el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

La situación en que el gobierno ha gastado más de lo que recauda se ha convertido en la práctica en un estímulo fiscal equivalente a 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) calculado para 2014, de acuerdo con los datos de la firma financiera.

Para el cierre del año, el gobierno tiene autorizado un déficit equivalente a 1.5 por ciento del PIB, lo que significa la posibilidad de gastar 270 mil millones de pesos más de lo que ingrese.

Resultado contrastante

La situación deficitaria de las finanzas públicas en el primer cuatrimestre de este año contrastó con la que prevaleció en el mismo periodo de 2013, cuando el balance fiscal del sector público presentó un excedente de 39 mil 800 millones de pesos, cantidad que en la práctica representaba una contracción fiscal de 0.5 por ciento del PIB, por el hecho de que el gobierno estaba gastando menos del dinero que recaudaba por el cobro de impuestos y derechos, como los relacionados con la explotación de hidrocarburos.

Entre enero y abril pasados, los ingresos petroleros del gobierno federal, que financian un tercio del gasto público, fueron de 393 mil 922.5 millones de pesos, cantidad menor en 0.4 por ciento real, descontado el efecto de la inflación, a los captados en el mismo periodo de 2013, de acuerdo con datos publicados el viernes pasado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Los ingresos tributarios, en los que se incluyen los impuestos a la renta y al consumo, así como a las bebidas y alimentos de alto contenido calórico –y que fueron elevados con la reforma fiscal que entró en vigor en enero– alcanzaron 662 mil 978.1 millones de pesos, también en el primer cuatrimestre de este año. Esta cantidad superó en 13 por ciento real a la correspondiente al mismo periodo de 2013, según los datos de la SHCP.

Aun cuando el déficit fiscal del sector público –que incluye a Pemex– fue de 49 mil 400 millones de pesos, si no es considerada la inversión que realizó Petróleos Mexicanos, el balance entre ingresos y gastos del sector público fue deficitario en 73 mil 345 millones de pesos, cantidad superior en 43 por ciento a la del primer cuatrimestre de 2013, muestran los datos de Hacienda.

El retraso con el que el gobierno federal ejerció el gasto público en 2013, conocido como “choque fiscal”, el primer año de la actual administración fue una de las causas de la desaceleración de la economía, como ha reconocido la Secretaría de Hacienda y mencionado analistas privados.

Choque fiscal, revertido

“El choque fiscal, que fue uno de los elementos que desaceleraron la economía en 2013, se ha revertido completamente. El gobierno ha cambiado la postura fiscal para generar un estímulo en los primeros cuatro meses del año. Ello se alinea con nuestra previsión de una postura fiscal expansionista para el año, a pesar del aumento a los impuestos en enero de 2014”, mencionó Carlos Capistrán, economista en jefe para México de Bank of America-Merrill Lynch.

Los aumentos de impuestos derivados de la reforma fiscal están generando una recaudación mayor a la esperada, añadió, como muestra el incremento de 13 por ciento en los ingresos tributarios.

“Sin embargo, los ingresos por el petróleo han caído inesperadamente. En contraste con lo que ocurre con los tributarios (originados en el cobro de impuestos) los ingresos petroleros han caído 0.4 por ciento anual en abril”, dijo.

Para valorar la magnitud de la disminución, mencionó que en los primeros cuatro meses de 2013 los ingresos petroleros aumentaron a una tasa anual de 2.7 por ciento. Este año “han caído a consecuencia de una reducción en la producción y en el precio de la mezcla mexicana. Hasta ahora esto constituye un riesgo para las finanzas públicas y la recuperación de la actividad económica”, afirmó.

El cambio en la postura fiscal del gobierno, de una condición restrictiva en 2013 a una expansiva este año, implica “un importante aumento en el gasto público”, comentó Capistrán. El gasto de capital, esto es, en inversiones, creció en abril a una tasa anual de 32 por ciento, mientras que el corriente –relacionado con sueldos y la operación del gobierno– lo hizo a un ritmo anual de 8 por ciento. “Esto es un impulso considerable para el sector público, dado que la economía solamente creció 1.8 anual en el primer trimestre”.

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