sábado, 6 de diciembre de 2014

¿La sexta desaparición de las especies?

¿La sexta desaparición de las especies?

¿La sexta desaparición de las especies?
Podemos cuantificar las extinciones masivas de especies en 5. La primera aconteció hace más de 440 millones de años y se conoce como la del Ordovícico-Silúrico, en la que desaparecieron el 86% de las especies.
La del Pérmico-Triásico es considerada la más grande de estas extinciones, puesto que  fueron eliminadas el 95% de las especies, hace más 250 millones de años.
La más reciente -y quizás la más conocida- fue hace más de 65 millones de años (finales del Cretácico), cuando los dinosaurios se extinguieron y se eliminaron más de la mitad de las especies de flora y fauna mundiales por causas climáticas extremas. El final de la era de los dinosaurios se tradujo en la diversificación de los mamíferos, al no tener ni predadores ni competidores en la cadena alimentaria, marcando su hegemonía dentro del reino animal.
En la actualidad, la cifra de especies faunísticas y florísticas está descendiendo a un ritmo alarmante, esta vez por diferentes motivos, pero apuntando siempre al mismo culpable: el ser humano.
Figura 1. La babosa rosada Kaputar (Triboniophorus).
La babosa rosada Kaputar (Triboniophorus).
¿Estamos ante la sexta desaparición masiva de especies?; ¿van a seguir descendiendo a este ritmo?, ¿se eliminará alguna clase faunística en concreto?
Pues las respuestas a estas preguntas aún están por resolver. Sin embargo, lo que sí sabemos es lo que está aconteciendo en la actualidad y es que, a las ya extintas especies como el pájaro dodo, el tigre de Tasmania o el lobo de las Malvinas, hay que sumar más de 22.000 las especies florísticas y faunísticas al borde de la extinción de un total de 1,7 millones conocidas en el mundo. (Arthur D. Chapman, 2005).

El Congreso de Sídney y La Lista Roja

Esta cifra se puso encima de la mesa en el último Congreso Mundial de Parques Nacionales celebrado en la ciudad australiana de Sidney. Se ha cuantificado, según la última actualización de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), un total de 76.199 especies y unas 22.408 que estarían al borde de la extinción, esto es, el 41% de los anfibios, el 33% de los corales formadores de arrecifes, el 25% de los mamíferos, el 13% de las aves y el 30% de las coníferas.  Algunas de las especies al borde la extinción serían, por ejemplo, el atún rojo del Pacífico (Thunnus orientalis), la babosa rosada Kaputar  (Triboniophorus) o el pez globo (Takifugu chinensis).
En nuestro país, la lista incluye 552 especies amenazadas –338 animales y 214 plantas– de un total de 2.827 especies evaluadas lo que supone casi el 20% del total.
Según el Índice Planeta Vivo (IPV), un indicador elaborado por WWF y la Sociedad Zoológica de Londres, el número de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces en el planeta se ha reducido un 52% en 40 años (entre 1.970 y 2.010), tanto en las regiones templadas como en las tropicales.
Dos de las zonas más afectadas han sido Latinoamérica y los reservorios de agua dulce. Las poblaciones de fauna salvaje de Latinoamérica han descendido una media del 83% desde 1970 y en las zonas de agua dulce han caído un 76% del total de las especies, cuyas causas principales han sido la contaminación y las especies invasoras.

El ser humano, el principal culpable

El cambio climático está siendo una de las principales causas de la desaparición de muchas especies. Algunos estudios muestran que podría conducir a la extinción de incluso una cuarta parte de todos los animales y plantas en el año 2050. (Fuentes: Nature  y New Scientist)
Desde la Revolución Industrial, el modelo económico se ha basado en el consumo irresponsable de recursos naturales y ha destruido los ecosistemas terrestres y marinos, reduciendo el tamaño de los hábitats (selvas, bosques, océanos, ríos, glaciares, etc.) de las especies. Además, el aumento de la población mundial (en 2.050 llegaremos a 9.000 millones de habitantes) supondrá un crecimiento exponencial del consumo de recursos no renovables como el petróleo y el carbón; una creciente sobrexplotación (minería, madera, pesca, caza, etc.) del planeta y presión sobre el recurso hídrico y el suelo (aumento de los zonas cultivadas) en detrimento de los ecosistemas y de las especies vivas, que verán desaparecer el tamaño de sus hábitats y la calidad de los mismos.
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¿Futuro?
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Fuentes:
Arthur D. Chapman (2005) Numbers of Living Species in Australia and the World, Australian Government, Departament of the Environment and Heritage, ISBN (printed) 978 0 642 56849 6, ISBN (online) 978 0 642 56850 2.
Informe Planeta Vivo 2014, publicado por WWF:
Imagen de portada: Iguana autóctona del valle de San Juan, Venezuela. Autor: Wilfredor, 2011.

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