sábado, 13 de junio de 2015

MORENA. Victoria.

MORENA. Victoria.


LUEGO DE LAS ELECCIONES A DIPUTADOS FEDERALES Y RENOVACIÓN DE 8 GUBERNATURAS EN MÉXICO, MORENA IRRUMPE EN EL ESCENARIO NACIONAL DESPEDAZANDO AL DERECHIZADO P.R.D.
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El gran ganador de la elección del 2015 es Morena o, para ser más precisos, Andrés Manuel López Obrador. El Movimiento de Regeneración Nacional salió de la nada para colocarse como el cuarto partido del país y el primero de la ciudad de México. Está a un paso de rebasar al PRD para ser el primer partido de la izquierda.
No se están haciendo públicas todavía las encuestas sobre posibles candidatos a la Presidencia de la República en 2018, pero quienes las tienen me dicen que López Obrador aparece en el primer lugar en respuesta espontánea. Es verdad que los demás partidos no han perfilado ni siquiera a aspirantes hasta este momento y que la situación cambiará cuando lo hagan, pero no podemos cerrar los ojos ante el salto que ha registrado Morena en su primera oportunidad frente las urnas ni ante la popularidad de Andrés Manuel.
El éxito no fue cuestión de dinero. En la campaña de 2015 el PRI contó con un total de 1,360 millones de pesos nada más de financiación pública, sin considerar fondos aportados por los propios candidatos o por sus simpatizantes. Morena recibió solamente 101 millones de pesos de dinero público (gobiernofacil.com, sumando todos los rubros).
"Somos el partido con los costos más bajos -me dice Andrés Manuel--. Nuestros candidatos a diputados recibieron 20 mil pesos para la campaña. Esto es equivalente a un mes de renta de un espectacular. A los [candidatos] a presidentes municipales no les dimos nada o a lo mucho dos mil o tres mil pesos."
¿Por qué se ha fortalecido López Obrador en un momento en que los ciudadanos parecen haber castigado a los demás partidos y candidatos? En primer lugar por su claridad de objetivos, valores y mensajes. En el confuso bombardeo de spots políticos que sufrimos en la campaña, los anuncios de Morena eran claros, populistas y sencillos. Siempre había un vocero, el mismo Andrés Manuel. El tono de voz era natural. El mensaje simplista y maniqueo pero fácil de entender: hay una mafia del poder que impide que se apliquen las medidas sencillas que se necesitan para sacar al país adelante.
Los Dias de Jefe de Gobierno de AMLO.
López Obrador busca proyectar para él y su partido una imagen de honestidad: "Morena tiene que ser un referente moral -me dice--. No es ganar a toda costa sin escrúpulos morales. Es ganar poniendo por delante los principios." Se niega a considerar siquiera la posibilidad de una alianza con el PRD, el partido del que fue presidente y candidato presidencial, porque considera que se ha corrompido y se ha unido a la mafia del poder.
El Andrés Manuel que mandó al diablo las instituciones en 2006 parece haber sido remplazado por un político más maduro y más convencido de la democracia. Se preocupa por los ciudadanos que "no votaron o anularon su voto. Hay que convencerlos de que se tiene que participar. No es correcto lo que hicieron algunos de no votar. Hay que convencerlos de que no hay otra vía para transformar al país que la vía pacífica y la vía democrática, aunque tengamos que enfrentar dificultades, aunque los dados estén cargados y las cartas estén marcadas".
López Obrador no es santo de la devoción de muchos. Si bien un grupo lo adora y lo considera distinto a los demás políticos, otros lo aborrecen y piensan que no es más un cacique populista. Quizá es inevitable que un político exitoso sea también controvertido.
Por lo pronto, no hay duda de que la estrategia de Andrés Manuel está funcionando. Su salida del PRD y la creación de un nuevo partido lo han colocado nuevamente en la delantera de la que carrera, que nunca termina, para la Presidencia de la República.
Fuente: Columna de Sergio Sarmiento a nivel nacional.

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