martes, 11 de agosto de 2015

Qué es el Apartheid

Cartel en una playa de Durban indicando el uso reservado de la misma para los miembros de la raza blanca (1989).
El apartheid1 fue el sistema de segregación racial en Sudáfrica y Namibia, entonces parte de Sudáfrica, en vigor hasta 1992. Fue llamado así porque significa ‘separación’ en afrikáans, lengua germánica derivada del neerlandés hablada principalmente en Sudáfrica y Namibia.
Básicamente, este sistema consistía en la creación de lugares separados, tanto habitacionales como de estudio o de recreo, para los diferentes grupos raciales, en el poder exclusivo de la raza blanca para ejercer el voto y en la prohibición de matrimonios o incluso relaciones sexuales entre blancos y negros.
Su propósito era conservar el poder para la minoría blanca, 21 % de la población, que en otras condiciones habría perdido su posición de privilegio. Estuvo en vigor hasta los años 1990, siendo en 1992 la última vez en que sólo votaron plenamente los blancos. Antes de la victoria del partido Nacional en 1948, los negros podían votar pero con muchas restricciones.
En teoría, el sistema consistía básicamente en la división de los diferentes grupos raciales para promover el "desarrollo". Todo este movimiento estaba dirigido por la raza blanca, que instauró todo tipo de leyes que cubrían, en general, aspectos sociales. Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, a la aceptación social o a la ascendencia. Este nuevo sistema produjo revoluciones y resistencias por parte de los ciudadanos no blancos del país.

Índice

El sistema

Antecedentes

Era efectivamente practicado en Sudáfrica durante siglos por los colonos blancos de origen holandés (los afrikáner) contra la población negra de este territorio, pero desde la instauración de la Colonia del Cabo en 1814 por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, esta actitud racista no había sido apoyada por las normas legales impuestas por los británicos. Asimismo, el abierto racismo de la mayoría de la población blanca de origen afrikáner no era compartido por la minoría de blancos de origen británico ni por las autoridades coloniales designadas desde el Reino Unido.
A pesar de que el racismo contra la población negra no era respaldado oficialmente por las autoridades británicas, durante varias décadas, y especialmente después de las dos Guerras de los Bóeres, la población afrikáner había luchado para evitar el "peligro inglés" y había rechazado las medidas liberales de las autoridades coloniales británicas, insistiendo en que el racismo contra los negros era parte de la lucha por la "preservación de la identidad nacional afrikáner" siendo ésta la meta esencial de su actividad política.
Después que en 1910 la Unión Sudafricana logra la autonomía interna dentro de la Commonwealth británica, los políticos afrikáner insistieron en mantener una política de segregación racial de facto, aprovechando el debilitamiento del control británico y emitiendo normas internas para frustrar el desarrollo político y económico de la población negra. Así, la presión afrikáner impidió otorgar el sufragio a los negros y vetó que éstos asumieran cargos en la administración pública. Todas estas normas segregacionistas y racistas, impuestas de modo semioficial por la presión afrikáner, fueron llamadas "Pequeño Apartheid".

Instauración

La discriminación racial de los afrikáner hacia la población negra no fue formalizada sino hasta 1948, fecha en la cual empezó a tomar forma jurídica al ser respaldada por leyes promulgadas a tal efecto. En las elecciones de 1947, el radical Partido Nacionalista ganó las elecciones en una coalición con el Partido Afrikáans, dirigido por el pastor protestante Daniel François Malan, oponiéndose a los candidatos más liberales que contaban con apoyo británico.
Por una perversión de la ley electoral, que le dio mayoría a pesar de obtener menos votos que su rival, el Partido Unido, ocurrió lo mismo en 1953 cuando se repitió el triunfo del Partido Nacionalista. Malan, en su primer discurso de 1948, consideró que su triunfo electoral significaba que "Hoy día Sudáfrica vuelve a ser nuestra, Dios permita que sea nuestra siempre", entendiendo que el término "nuestra" abarcaba solamente a los blancos de origen afrikáner. Para esa fecha, la población blanca formaba el 21 % de los habitantes de Sudáfrica, siendo el 68 % de raza negra y el 11 % restante mestizos e indostanos.
Poco después del triunfo nacionalista, el gobierno de Malan emitió leyes para segregar oficialmente a cada individuo de acuerdo a su raza, estableciendo un registro racial obligatorio bajo control del gobierno. En 1949 otra ley prohibía los matrimonios interraciales y castigaba como un delito a las relaciones sexuales entre individuos de razas diferentes.
Una ley promulgada en 1950 reservaba ciertos distritos en las ciudades donde sólo podían habitar los blancos, forzando a los no blancos a emigrar a otros lugares, lo cual estaba previsto para mantener la mayor cantidad posible de negros en las zonas rurales y evitar su transformación en una clase media urbana. También se prohibió para todos los efectos que la población negra pudiera comprar inmuebles dentro de los centros urbanos. Para el nuevo régimen afrikáner el "peligro étnico" ya no estaba encarnado en los británicos sino en la población negra, a la cual se marginaba de todas las maneras posibles para conservar el país bajo dominio de los blancos.

Segregación cotidiana

En 1953 se establecieron zonas segregadas en las ciudades de Sudáfrica, abarcando sitios tales como playas, autobuses, hospitales, escuelas y hasta bancos en los parques públicos, siendo separados en "lugares sólo para blancos" o "sólo para negros", siendo estos últimos casi siempre de muy inferior calidad (autobuses escasos y anticuados, hospitales sobrepoblados y con escaso personal profesional, escuelas hacinadas donde la enseñanza se reducía a actividades manuales). Inclusive las ambulancias estaban segregadas, por lo cual en caso de accidente era indispensable avisar de la raza de la víctima en tanto una ambulancia "para blancos" tenía derecho de negarse a llevar un negro mientras que las ambulancias "para negros" rara vez contaban con equipo médico para emergencias. Las paradas de autobuses estaban segregadas y estaba prohibido emplear la parada de "otra raza", sea cual fuere el motivo.
Los negros debían, por otra parte, portar documentos de identidad en todo momento y les estaba prohibido quedarse en algunas ciudades o incluso entrar en ellas sin el debido permiso de las autoridades blancas. Ese mismo año de 1953 se estableció también la segregación completa en la educación para todos sus niveles. El retiro de Malan en 1954 llevó al poder a Johannes Strijdom, quien continuó con la aplicación del apartheid.

Regulación

- El sistema: El apartheid fue un acto de racismo practicado en Sudáfrica durante muchos años, pero no fue sino hasta 1948 que tomó forma jurídica al ser respaldado por leyes promulgadas a tal efecto. En las elecciones de 1947, el radical Partido Nacionalista ganó las elecciones en una coalición con el Partido Afrikáans, dirigido por el pastor protestante Daniel François Malan. Por una perversión de la ley electoral, que le dio mayoría a pesar de obtener menos votos, que su rival, el Partido Unido, igualmente ocurrió en 1953.
Poco después de ganar se segregó a cada individuo de acuerdo a su supuesta raza. Una ley promulgada en 1950 reservaba ciertos distritos en las ciudades donde sólo podían ser propietarios los blancos, forzando a los no blancos a emigrar a otros lugares. Las leyes establecieron zonas segregadas tales como playas, autobuses, hospitales, escuelas y hasta bancos en los parques públicos. Los negros y demás gente de color debían, por otra parte, portar documentos de identidad en todo momento y les estaba prohibido quedarse en algunas ciudades o incluso entrar en ellas sin el debido permiso.
Johannes Gerhardus Strijdom, que sucedió a Malan como primer ministro en 1954, instauró además las siguientes leyes:
  • Los negros no podían ocupar posiciones en el gobierno y no podían votar, excepto en algunas aisladas elecciones para instituciones segregadas.
  • Los negros tenían prohibido habilitar negocios o ejercer prácticas profesionales dentro de las áreas asignadas específicamente para los blancos, bajo pena de cárcel. Sólo podrían ejecutar tales actividades en sus bantustanes.
  • El transporte público era totalmente segregado, tanto en trenes, buses, aviones, o inclusive los taxis de las ciudades.
  • A los negros no les estaba permitido entrar en zonas asignadas para población blanca, a menos que tuvieran un pase emitido por la policía. Los blancos también tenían que portar un pase para entrar en las zonas asignadas a los negros.
  • Edificios públicos tales como juzgados u oficinas de correos, disponían de accesos diferentes para blancos y negros. Del mismo modo, en caso de ser "inevitable" que individuos de ambas razas se junten en una cola de espera, la atención preferencial y prioritaria era para blancos, sin distinción alguna.
Las principales consecuencias de esta situación fueron:
  • Las áreas asignadas a los negros raramente tenían electricidad o agua. Los hospitales también eran segregados: los hospitales para los blancos tenían la calidad de cualquier nación desarrollada, mientras que los asignados a los negros estaban pobremente equipados, faltos de personal y eran muy pocos en relación a la población que servían.
  • En 1948 el Partido Nacional de Sudáfrica (PN) ganó unas elecciones en las que sólo podían votar los blancos e instaló un sistema de segregación racial con represivas contra los negros.
  • En 1952 Nelson Mandela organizó una campaña de desobediencia civil sin violencia que le valió su primera condena.
  • En 1952 y consciente del liderazgo que había alcanzado, el gobierno decidió silenciarle y para ello le mandó una orden de inhabilitación lo que redujo su libertad de actuación y de movimiento.
  • En 1970 la educación de un escolar negro costaba el 10 % de la correspondiente a un escolar blanco. La educación superior era de un costo casi imposible de abonar para los negros.
  • El ingreso mínimo para el pago de impuestos era de 360 rand para los negros pero el límite de "exoneración" era mucho más alto para los blancos, unos 750 rand.

Los estados negros y similitudes

Ante las condenas internacionales ocurridas desde la década de 1950, los defensores del apartheid decían que la discriminación racial contra los negros estaba basada legalmente en que éstos no eran ciudadanos de Sudáfrica, sino ciudadanos de otros estados independientes (llamados bantustanes), por lo cual carecían de ciudadanía sudafricana y no tenían derechos que reclamar al gobierno de Pretoria.
En efecto, desde 1960 el gobierno de Sudáfrica procedió a crear diez estados autónomos para otorgar la ciudadanía de estos a los negros que constituían el 70 % de la población sudafricana. Así, a una gran parte de la población negra se le eliminó la ciudadanía sudafricana para otorgarles la nacionalidad de algún bantustán. Gracias a este argumento, a dicha población negra se le consideraba como "transeúntes" o "población temporal" que debía circular por el territorio de Sudáfrica solamente si estaba provista de pasaportes en lugar de pases. Durante las décadas de 1960 hasta 1980, el gobierno forzó a un gran porcentaje de la población negra a reubicarse en dichos estados que habían sido designados para ellos. Un total de 3 millones y medio de individuos se vieron obligados a desplazarse hacia estas zonas para vivir allí, o en caso que ello no fuera posible se les otorgó la nacionalidad de un "Estado" donde jamás habían vivido.
La creación de los bantustánes fue mal recibida por la ONU y en el extranjero se acusó al gobierno de Sudáfrica de "inventar" Estados solamente para privar de derechos a la población negra. Cabe destacar que todos los bantustanes fueron fundados mediante leyes del gobierno sudafricano (ninguno por decisión popular de sus habitantes) y sus fronteras habían sido diseñadas por las autoridades de raza blanca para no interferir en "zonas de interés" de los blancos. La propia realidad mostraba que hasta dos tercios de los "ciudadanos" de los bantustánes en realidad no vivían en ellos sino que residían en la "Sudáfrica blanca" como "trabajadores extranjeros" sin derechos políticos.
Hubo casos de vecindarios de población negra ubicados en las afueras de las grandes ciudades, cuyos residentes fueron expulsados de sus hogares para ejecutar proyectos urbanos en favor de la población blanca. El caso más publicitado fue el de Johannesburgo, donde en 1954 unos 60.000 habitantes negros fueron reubicados en una zona llamada Soweto. Otro caso fue el de Sophiatown, un lugar "multirracial" donde a los negros les permitían poseer tierras. Sin embargo, la expansión de la población y de la zona industrial en Johannesburgo convertía esta zona en un lugar estratégico para dicha expansión. En febrero de 1955, los cincuenta mil habitantes negros en la zona fueron evacuados a la fuerza por la policía, localizándolos en una zona denominada Meadowlands, actualmente anexa a Soweto. Sophiatown fue totalmente destruida por topadoras y se construyó una nueva urbanización llamada Triomf para la población blanca.

Blancos, negros, mulatos e indios

Dos carteles en una playa de Ciudad del Cabo en 1985: el letrero en inglés y en afrikáans dice que el acceso a la playa y sus instalaciones sólo es permitido a los blancos, el cartel inferior prohíbe el ingreso de perros a la playa.
La población de Sudáfrica estaba clasificada en cuatro grupos. Los «de color» (en afrikáans kleurling) lo componían los mulatos provenientes de la mezcla de bantúes y khoisan con personas de ascendencia europea. La determinación de quién era catalogado como mulato a veces era un tanto difícil, llegando al extremo de examinar las encías de los individuos para distinguirlos entre negros y mulatos.
Los mulatos también fueron objeto de discriminación abierta desde 1948 y obligados a reubicarse en zonas asignadas a ellos, a veces abandonando casas y tierras que les habían pertenecido por muchas generaciones. Si bien los de color o kleurling recibían mejor trato que la población de raza puramente negra, jugaron un papel preponderante en la lucha contra el apartheid. El derecho al sufragio les era negado a los "de color" en la misma forma que a los negros.
En 1983 una reforma a la Constitución permitió a los de color e indios (estos últimos inmigrantes originarios de la India y Pakistán y establecidos desde los años de la dominación británica) participar en unas elecciones separadas para formar un parlamento de color que actuara como subordinado al parlamento de los blancos. La teoría del apartheid era que los individuos de color debían ser considerados como ciudadanos de Sudáfrica pero con derechos bastante reducidos, mientras que los negros solamente podían ser "ciudadanos" de algún bantustán, nombre dado a unos diez estados presuntamente "autónomos" creados específicamente para albergar población negra.
Ocasionalmente, se daban casos en los que hermanos descendientes de padres de diferentes razas eran "racialmente separados" por la variación del color de su piel, lo cual obligaba a que individuos de una misma familia debieran residir y trabajar en áreas diferentes del país, imposibilitados muchas veces de visitarse, y con derechos personales muy diferentes entre sí.

Resistencia pasiva

Tienda "para no blancos" en la localidad sudafricana de Kliptown, 1979
La intensificación de la discriminación movió al Congreso Nacional Africano (ANC), formado por sudafricanos "negros" a desarrollar un plan de resistencia que incluía desobediencia pública y marchas de protesta. En 1955 en un congreso llevado a cabo en Kliptown, cerca de Johannesburgo, un número de organizaciones incluyendo el ANC y el "Congreso Indio" formaron una coalición adoptando una Proclama de Libertad, que contemplaba la creación de un Estado donde se eliminara totalmente la discriminación racial.
En 1959 y 1960 un grupo del ANC decidió salirse de las filas del partido para formar otro más radical al que denominaron Partido del Congreso Africano (ACP). El principal objetivo del nuevo partido era organizar una protesta a nivel nacional en repudio a las leyes discriminatorias. El 21 de marzo de 1960 un grupo se congregó en Sharpeville, un pueblo cerca de Vereeniging para protestar contra la exigencia que los negros portaran pases. Si bien no se sabe con exactitud el número de manifestantes, lo cierto es que la policía abrió fuego contra la multitud matando a 69 personas e hiriendo a 186. Todas las víctimas eran negros y la mayoría habían sido disparados por la espalda. Seguidamente el ANC y el ACP fueron ilegalizados.
Este evento tuvo un gran significado, ya que la protesta pacífica se tornó en protesta con violencia, si bien, militarmente, los proscritos partidos políticos no eran una gran amenaza para el gobierno por carecer de una estructura armada, como sucedía en Mozambique o Angola contra el gobierno colonial portugués.
Las protestas siguieron hasta tal punto que en 1963 el primer ministro Hendrik Frensch Verwoerd declaró un estado de emergencia, permitiendo la detención de personas sin orden judicial. Más de 18.000 manifestantes fueron arrestados, incluyendo la mayoría de los dirigentes del ANC y del ACP. Las protestas tomaron en adelante la forma de sabotaje a través de la sección armada de dichos partidos. En julio de 1963 varios dirigentes políticos fueron arrestados, entre ellos Nelson Mandela. Mandela fue condenado a cadena perpetua acusado de alta traición junto con el resto de los miembros del ANC. En el Proceso de Rivonia en junio de 1964, Mandela y otros siete disidentes políticos fueron condenados por traición y sentenciados a cadena perpetua.
La declaración de Mandela en dicho juicio se hizo memorable: "He luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros. He deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades. Es un ideal con el cual quiero vivir y lograr. Pero si fuese necesario, también sería un ideal por el cual estoy dispuesto a morir".
El juicio fue condenado en las Naciones Unidas y fue un elemento muy importante para implantar sanciones contra el régimen racista de Sudáfrica. Con los partidos de los hombres perseguidos y sus dirigentes en prisión, Sudáfrica entró en la etapa más turbia con la comunidad internacional de su historia. La aplicación del apartheid se intensificó. El primer ministro Verwoerd fue asesinado, pero sus sucesores B.J. Vorster y P.W. Botha mantuvieron sus políticas.

El Movimiento de Conciencia Negra y los disturbios de Soweto

Durante la década de 1970 la resistencia al apartheid se intensificó. Al principio fue a través de huelgas y más adelante a través de los estudiantes dirigidos por Steve Biko. Biko, un estudiante de medicina, fue la fuerza principal detrás del Movimiento de Conciencia Negro que abogaba por la liberación de los negros, el orgullo de la raza y la oposición no violenta.
En 1974 el gobierno emitió una ley que obligaba el uso del idioma afrikáans en todas las escuelas, incluyendo las de los negros. Esta medida fue muy impopular, pues se consideraba como el idioma de la opresión blanca. El 30 de abril de 1976 las escuelas de Soweto se declararon en rebeldía. El 16 de junio de 1976 los estudiantes organizaron una marcha que terminó en violencia, donde 566 niños murieron a consecuencia de los disparos de la Policía, los cuales habían respondido con balas a las piedras que lanzaban los manifestantes. Este incidente inició una ola de violencia que se extendió por toda Sudáfrica.
En septiembre de 1977 Steve Biko fue arrestado. Las torturas a las que fue sometido fueron tan brutales que falleció tres días después de su arresto. Un juez dictaminó que no había culpables, si bien la Sociedad Médica de Sudáfrica afirmó que murió a causa de los vejámenes recibidos y la falta de atención médica. Después de estos incidentes Sudáfrica cambió radicalmente. Una nueva generación de jóvenes negros estaban dispuestos a luchar con el lema "liberación antes que educación".

Oposición blanca

Si bien la mayoría de los blancos de origen afrikáner en Sudáfrica estaban de acuerdo con mantener el apartheid, había una minoría opuesta a esto, principalmente entre los blancos de origen británico. El grupo político blanco opuesto al apartheid se centraba en torno al Partido Progresista, liderado por Helen Suzman, y luego se adhirió al Partido Progresista Federal desde 1977. Otros grupos blancos opuestos al apartheid eran el colectivo civil Black Sash y el United Democratic Front, un partido político multirracial.

Aislamiento internacional

Conflictos armados

En 1960 después de la Masacre de Sharpeville, Verwoerd llevó a cabo un referéndum pidiendo al pueblo blanco que se pronunciara a favor o en contra de la unión con el Reino Unido. El 52 % votaron en contra. Sudáfrica se independizó del Reino Unido, pero permaneció en la Commonwealth. Su permanencia en esta organización se hizo cada vez más difícil, pues los estados africanos y asiáticos intensificaron su presión para expulsar a Sudáfrica, que finalmente se retiró de la Commonwealth el 31 de mayo de 1961, fecha en que se proclamó como una república independiente.
Al año siguiente dio comienzo la Guerra de la frontera de Sudáfrica, entre la policía primero y después las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica, contra la SWAPO, la guerrilla independentista de Namibia. La SWAPO actuaba desde Zambia y, a partir de 1975, desde Angola. El Ejército sudafricano era el más poderoso del área y podía imponerse a cualquier país del continente por lo que decidió invadir en reiteradas ocasiones las dos naciones que daban apoyo a la SWAPO. Sin embargo, el masivo apoyo enviado por la URSS, Cuba (y en menor medida Etiopía) frenaron el avance sudafricano y comenzó una de las guerras más largas del continente, muy unida a la Guerra civil de Angola.
Al mismo tiempo el gobierno de Sudáfrica financió al grupo insurgente RENAMO para tratar de derrocar al gobierno socialista de Mozambique instaurado en 1975, alimentando así una guerra civil en dicha nación, considerando que su gobierno era frontalmente opuesto al apartheid.

Búsqueda de apoyos internacionales

Pese a las condenas contra el régimen del apartheid, muchos países de África gobernados por líderes de raza negra aceptaron ayuda financiera y tecnológica de Sudáfrica e inclusive admitieron realizar proyectos económicos de infraestructura basados en capital sudafricano: tal fue el caso de Malaui y Botsuana, que pese a ello no se retractaron de sus condenas al apartheid. Otros países africanos que paulatinamente aceptaron mantener lazos comerciales y financieros con Sudáfrica fueron Ghana, Gabón, Liberia, Madagascar, Zaire, y Costa de Marfil, aunque ninguno de ellos abandonó sus críticas oficiales al apartheid.
El regímen capitalista no veía con buenos ojos al gobierno comunista mozambiqueño, y menos a sus acciones. La Guerra Fría y el anticomunismo demostrado por Pretoria convertían a Sudáfrica en un buen aliado de Estados Unidos para detener la Teoría del Dominó. Los gobiernos occidentales, especialmente Estados Unidos, apoyaron así al gobierno sudafricano con armas y dinero en su guerra contra el comunismo en el sur de África, prefiriendo omitir las denuncias contra el apartheid. De esta forma las protestas de Estados Unidos y la OTAN no fueron significativas cuando el régimen de Sudáfrica comenzó su programa nuclear en 1977 (muy opuestas a cuando Libia o Irak lo intentaron), ni tampoco cuando hipotéticamente detonó su primera bomba atómica en 1979.2
En razón de su fuerte aislamiento, Sudáfrica se vió obligada a buscar alianzas con países en situación similar de aislamiento internacional, así fue como en la década de 1970 y década de 1980 sus nuevos aliados fueron Brasil, Chile e Israel quienes debido a sus políticas internas (los dos primeros países estaban gobernados por dictaduras militares) y externas en el caso de Israel (no reconocido por sus vecinos árabes) eran rechazados en el concierto internacional, se llegó a hablar del "triángulo" (por la ubicación geográfica) Santiago-Brasilia-Jerusalén-Pretoria. No obstante, la comparativa debilidad económica de Chile y Brasil, así como la siempre difícil situación de Israel en Oriente Medio causó que esta alianza no fuera del todo útil para Sudáfrica, al no poder con ella sustituir el decisivo apoyo financiero y comercial estadounidense y británico, no obstante los votos de Chile y Brasil le eran vitales en la ONU especialmente considerando que la diplomacia chilena y brasileña eran hábiles sorteando las condenas en la Asamblea General de la ONU, razón por la cual la dictadura militar brasileña duró 21 años sin mayores problemas y la chilena 17 años en condiciones similares a la brasileña, chilenos y brasileños eran condenados de manera unilateral por gobiernos pero éstos no tenían el peso para condenarles en organismos internacionales donde chilenos y brasileños, como se señaló previamente, tenían una buena diplomacia que permitía anular las pretensiones de sus adversarios.

Continuación del aislamiento

La política de apartheid promovió el aislamiento de Sudáfrica en el plano internacional que fue incrementándose con el tiempo, el cual afectó severamente la economía y la estabilidad del país. La guerra en Namibia no parecía terminar ni ganarse, y consumía gran parte de las finanzas del país, de hecho Sudáfrica invirtió grandes recursos humanos y materiales en ella y en 1987 llegó a librar en suelo namibio Batalla de Cuito Cuanavale la mayor batalla de la historia del África Subsahariana contra tropas angoleñas y cubanas. Muchas naciones de Europa, así como Canadá y Australia, paulatinamente prohibieron a sus compañías hacer negocios con el país y hasta a los equipos deportivos de Sudáfrica les era impedido participar en campeonatos internacionales en tanto el gobierno sudafricano prohibía los elencos deportivos formados por personas de distintos grupos raciales: se mantenían "equipos para blancos", "equipos de color" o "equipos para negros" para cada selección nacional de cualquier deporte.
El apartheid motivó a que el Comité Olímpico Internacional impidiera la participación de los "equipos segregados" de Sudáfrica en los Juegos Olímpicos desde 1964 y así Sudáfrica se apartó en la práctica del movimiento olímpico. Idéntica posición adoptó la FIFA, causando la expulsión de Sudáfrica de su seno en 1963; en 1970 Sudáfrica fue excluida de la Copa Davis de tenis también por su insistencia en presentar equipos "sólo para blancos". La International Rugby Board mantuvo a Sudáfrica como afiliada durante todo el periodo del apartheid debido a la excelente performance (y gran popularidad) del rugby sudafricano, pero las giras internacionales de equipos sudafricanos (o las visitas de equipos extranjeros a Sudáfrica) siempre se vieron rodeadas de protestas políticas y diplomáticas. Como consecuencia de este ambiente negativo la Selección de rugby de Sudáfrica no disputó partidos internacionales desde 1981 (en una visita a los All Blacks neozelandeses) hasta 1994.
A inicios de la década de 1980 Sudáfrica confiaba en su riqueza en materia prima de gran valor (como oro y platino) así como su anticomunismo, como elementos que permitirían mantener apoyo político y económico de Estados Unidos y el Reino Unido, que podían tolerar el apartheid a cambio que el régimen sudafricano combatiera a los aliados africanos de la Unión Soviética durante la Guerra Fría, pero esta política se hizo cada vez más difícil de sostener conforme pasaban los años y el gobierno sudafricano no daba señales de modificar su política racista.
La designación del arzobispo Desmond Tutu como Premio Nobel de la Paz en diciembre de 1984 causó mayores condenas a Sudáfrica entre la opinión pública británica y estadounidense, cuyos gobiernos veían cada vez más difícil justificar la tolerancia a Sudáfrica sólo por su calidad de "bastión anticomunista". Ello terminó forzando a que los gobiernos de EE.UU. y el Reino Unido presionaran a su vez a Sudáfrica para iniciar cambios políticos relevantes contra el apartheid, pero sin lograr mayor éxito. La Comunidad Económica Europea tampoco ocultaba su condena al apartheid, al igual que países ligados tradicionalmente a la Commonwealth como Canadá, Nueva Zelanda, o Australia.

Abolición del apartheid

Crisis interna

Certificado del "registro poblacional": documento de identificación del apartheid donde la autoridad pública certificaba la raza a la cual pertenecía el poseedor
Hasta 1993, Sudáfrica era el único país del África negra gobernado por una minoría blanca. Pero desde muchos sectores de la población afrikaans las reformas se veían necesarias, aunque acarrearan la pérdida de privilegios. La economía sudafricana tenía como principales bases su producción de oro, platino y diamantes, pero el comercio internacional estaba casi paralizado para otro tipo de exportación. El crecimiento económico se había detenido en tanto el precio de la materia prima del país (como el oro) bajaba en los mercados mundiales, causando una recesión económica a mediados de la década de 1980.
El apartheid prohibía asimismo que millones de sudafricanos negros pudieran realmente integrarse a la economía nacional más que como mano de obra barata, privando a las empresas sudafricanas de un gran mercado interno potencial. Inclusive la expansión de la industria se veía frenada por la escasez de trabajadores calificados, en tanto el acceso a la educación especializada sólo era permitido a los sudafricanos blancos. La urgencia de mantener un aparato militar-policial represivo consumía la mano de obra de los blancos, quienes en virtud del apartheid ocupaban todos los cargos en la administración pública y las fuerzas armadas.
Así la aerolínea de bandera sudafricana produjo la campaña mostrando aeropuertos y terminales vacíos con el eslogan:
Sin reformas Sudáfrica no irá a ninguna parte.3
La demografía de Sudáfrica también mostraba la insostenibilidad del apartheid a largo plazo, pues la mejora en las atenciones médicas, pese a la marginación y la discriminación, permitieron un crecimiento demográfico sostenido de la población negra, el cual resultaba superior al de los blancos. De hecho, hacia 1985 los blancos ya constituían menos del 15 % de la población de Sudáfrica, mientras que en 1948 eran el 21 % de los habitantes del país, siendo cada vez más difícil en la práctica que una minoría tan exigua impusiera por la fuerza su dominio político y económico a las mayorías, peor todavía hacerlo en base a criterios abiertamente racistas. Para entonces el apoyo incondicional de Estados Unidos y el Reino Unido al "bastión anticomunista" era ya escaso debido a la presión de la opinión pública mundial, contraria al único Estado del mundo que se proclamaba abiertamente racista; inclusive se habían impuesto sanciones económicas por parte de la ONU y algunas naciones también requerían la desinversión total en Sudáfrica. La moneda sudafricana, el rand, llegó a un nivel tan bajo que el gobierno se vio obligado a declarar un estado de emergencia en 1985 que se mantuvo durante cinco años.
En 1984 el presidente Pieter Willem Botha inició políticas destinadas a evitar que creciera el descontento entre la población negra, permitiendo que los "no blancos" como indostanos, mulatos, y asiáticos, instalen sus domicilios en algunas "áreas de blancos", aboliendo la prohibición de matrimonios interraciales, y tolerando las agrupaciones políticas multirraciales, pero negándose a otorgar mayores libertades a los negros. La política del apartheid creaba cada vez más controversias y oposición de la comunidad internacional, mientras que dentro de Sudáfrica diversos líderes blancos asumían seriamente que, ante una inminente crisis social y económica, y con la reprobación de casi todo el planeta, el apartheid no podría existir muchos años más.

Cambios en el escenario mundial

El inicio de la perestroika y el glasnost en la Unión Soviética bajo el liderazgo de Mijaíl Gorbachov desde 1985 causó que paulatinamente el gobierno soviético se concentrase en los problemas internos de la Unión Soviética y retirase financiamiento a gobiernos aliados en todo el mundo. África no fue la excepción pues la Unión Soviética negoció públicamente con Estados Unidos poner fin a la guerra en Namibia, para lo cual la URSS retiró su apoyo económico y bélico a Angola y Cuba, haciendo inviable para ambos países proseguir la lucha; del mismo modo los EEUU cesaron su apoyo financiero a Sudáfrica, lo cual trajo graves consecuencias al gobierno de Pretoria.
También la URSS retiró su ayuda financiera y militar a los gobiernos de Mozambique y Angola, alegando la urgencia de ahorrar recursos internos y eliminando así la última posible justificación para el apoyo estadounidense a Sudáfrica; al reducirse dramáticamente la influencia soviética en el África Subsahariana, desaparecían los pretextos para que el gobierno de Washington evitara aún actuar decididamente contra el apartheid, por lo cual altas autoridades de EEUU empezaron a expresar juicios abiertamente condenatorios hacia el gobierno de Sudáfrica. La pérdida de apoyo político y financiero de Estados Unidos significó para Sudáfrica un duro golpe en su ya perjudicada economía.
A lo largo de 1988 se realizaron las negociaciones de paz para el fin de la guerra en Namibia, donde ambos bandos pactaron el fin de la contienda tras presiones de la URSS y EEUU en tal sentido, celebrando los acuerdos finales en diciembre de 1988. En febrero de 1989, el presidente Botha sufrió un ataque de apoplejía y fue reemplazado por su ministro conservador Frederik de Klerk, mientras que en el resto del mundo la caída del Muro de Berlín y las Revoluciones de 1989 en Europa Oriental precipitaban la disolución de la URSS.

Las políticas de Frederik de Klerk

De Klerk con Nelson Mandela en 1992 reuniéndose en el Foro Económico Mundial de Davos
Tras una serie de choques con Botha a lo largo de 1989, De Klerk logró asumir el cargo de presidente de Sudáfrica el 20 de septiembre de 1989. Comprendiendo que el escenario de la política mundial presionaba a realizar grandes cambios políticos en Sudáfrica, De Klerk abandonó rápido sus posiciones conservadoras e inició negociaciones con otros políticos blancos para poner fin al apartheid, trabajando primero para suprimir la legislación racista que había estado en vigor durante los últimos 40 años.
En su discurso de apertura del parlamento el 2 de febrero de 1990, Frederik de Klerk anunció que empezaría un proceso de "eliminación de leyes discriminatorias", y que levantaría la prohibición contra los partidos políticos proscritos incluyendo el principal y más relevante partido de oposición negro, el Congreso Nacional Africano (más conocido como ANC, del inglés ‘‘African National Congress’’), que había sido declarado ilegal 30 años antes, anunciando también el fin del estado de emergencia declarado por el ex presidente Botha, una moratoria de la pena de muerte y la liberación del encarcelado líder negro Nelson Mandela (el cual fue efectivamente liberado de la cárcel nueve días después, el 11 de febrero, junto con otros 120 integrantes del ANC).
Así, entre 1990 y 1991 fue desmantelado de modo organizado el sistema legal sobre el que se basaba el apartheid, derogando paulatinamente las leyes que habían dispuesto la segregación racial desde 1948 y que habían privado de derechos políticos a la población negra. En marzo de 1992, en la última ocasión en que sólo los blancos votaron, un referéndum le concedió facultades al gobierno de F.W. De Klerk para avanzar en negociaciones para una nueva constitución con el ANC y otros grupos políticos de la población negra. Las mismas se prolongaron durante largos meses al surgir graves tensiones entre los sectores conservadores y liberales de la etnia afrikáner mientras aparecían también serias y violentas rivalidades entre el ANC y el partido Inkatha, de mayoría étnica zulú.
Finalmente las partes llegaron a un acuerdo sobre un borrador de constitución y fijaron una fecha tentativa para las nuevas elecciones para el presidente y el parlamento: éstas se producirían entre el 27 y el 29 de abril de 1994, fecha en las cuales la población negra ejerció su derecho al sufragio por vez primera en la historia del país, gozando de plena igualdad de condiciones y donde resultó amplio vencedor el ANC, suprimiendo los últimos vestigios del apartheid para todos los efectos. En dichas elecciones el líder del ANC, Nelson Mandela, resultó elegido presidente del país por una amplísima mayoría.

Otras acepciones del término

Por extensión se denomina apartheid a cualquier tipo de diferenciación social dentro del contexto de una nación, mediante la cual un sector de la población tiene plenos derechos y otro sector se relega a un estatus de marginalidad.
Mientras la mayoría de los ciudadanos del país tienen restringidas sus libertades y derechos, una minoría privilegiada y los extranjeros pueden acceder sin límites a las opciones comúnmente generales en cualquier Estado de Derecho.
El concepto de apartheid se manifiesta en este caso en la prohibición al individuo común del derecho a disfrutar de centros turísticos y de salud exclusivos para extranjeros y personas vinculadas a la alta dirigencia de la nación, salida y entrada libre del territorio nacional, posesión de medios de comunicación como la telefonía móvil, acceso a Internet y libertad de expresión del pensamiento, así como restricciones para el acceso a empleos teniendo la capacidad física e intelectual exigida para los mismos, se antepone la obligatoriedad de pertenecer a instituciones político-ideológicas.

Filmografía

Algunas películas que muestran la vida cotidiana de Sudáfrica o su historia pueden ser:

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