Por Inés Armand de Red Kalinka.
Que
la Unión Soviética ha sido un referente mundial para los trabajadores,
ninguna obrera lo discute. Que también fue un ejemplo de medidas
sociales para la población mundial, tratan de silenciarlo. Y sobre todo,
que nos enseñó a las nuevas generaciones cual es la senda de la
liberación de la esclavitud asalariada, esta es su principal aurora.
Pero
también que los sovieticos, realizaron importantes avances tecnológicos
en la mayoría de los campos científicos y humanos, se está olvidando. Y
también de avances técnicos cotidianos, inventos que llenan hoy
nuestras vidas.
El teléfono móvil
Si haces caso a la historia más extendida, el teléfono móvil
fue un invento de Motorola que se presentó en 1973. Sin embargo, en
Rusia ya se llevaba años trabajando con este tipo de dispositivos.
Pero su gran invención fue el “Altai” un teléfono del tamaño de nuestros actuales smartphones que permitía realizar llamadas a otros “Altai”,
a cabinas de teléfono convencionales y a teléfonos fijos y que se puso
a la venta en 1963. Es decir, la telefonía móvil existía en la Unión
Soviética ¡diez años antes que la presentación del “primer teléfono móvil” de Motorola!
El ordenador personal
La
historia de la informática es tan compleja que a la hora de preguntar
¿quién hizo el primer PC?, la respuesta no está clara.
Muchos piensan en Steve Jobs y Steve Wozniak construyendo en 1976 su Apple I en un garaje y mostrando al mundo el “primer ordenador personal del mundo”. Hay expertos que opinan que el primer PC nació en 1975 y se llamó Altair 8800.
Otros
opinan que el primer fue el Kenbak-1, creado en 1971. Pero de nuevo la
historia nos puede sorprender. El primer ordenador personal fue
diseñado en la ciudad rusa de Omsk por el ingeniero Arseny Gorokhov y lo llamó “Intellektor”.
Su
diseño original incluía monitor, unidad de sistema con un disco duro
independiente, placa base, memoria, tarjeta de video independiente e
incluso una especie de ratón con el que interactuar con el ordenador.
Pero su diseño no pasó de los planos aunque sí que llegó a patentarse en
1968, casi 8 años antes de que se lanzara a la venta el primer Apple.
El paracaídas
Ahora vamos a hablar de un invento por partida doble: el paracaídas en mochila y el paracaídas
de frenado. Aunque ya Leonardo Da Vinci había hecho diseños de una
estructura parecida al paracaídas, no fue hasta 1911 cuando el inventor
ruso Gleb Kotelnikov se le ocurrió crear un sistema de cuerdas unidos a una lona de seda e introducirlo todo en una mochila portátil.
Así fue la Unión Soviética quien por primera vez utilizó tropas aerotransportadas en una acción de combate. Fue en la primavera de de 1929, cuando quince paracaidistas del Ejército Rojo aterrizaron en la ciudad tayika de Garm, que se encontraba rodeada por guerrillas contrarrevolucionarias Basmachi. Con la ayuda de la población local, los paracaidistas consiguieron expulsar a los guerrilleros.
Así tras esta feliz demostración práctica, el dos de Agosto de 1930 la Fuerza Aérea Soviética realiza un ejercicio en el aeródromo de Vorónezh. En este, un avión Farman Goliath efectuó dos vuelos consecutivos para lanzar sendos grupos de seis paracaidistas completamente armados que aterrizaron detrás de unas imaginarias líneas enemigas, demostrando así las posibilidades tácticas que tenían este tipo de unidades. Con este ejercicio se crean las Tropas Aerotransportadas del RKKA ( Воздушно-десантные войска РККА, Vozdushno-Desántniye Voiská RKKA).
Por ello en 1934 las VDV (Fuerzas aerotransportadas) ya contaban con cuatro brigadas, con un total de 8.000 hombres. Su presentación mundial tuvo lugar un año más tarde en Kiev, cuando 1.500 paracaidistas saltaron ante la mirada de numerosas delegaciones militares extranjeras, hecho que impulsó el desarrollo de unidades militares alemanas, y estadounidenses.
La
primera prueba real de paracaídas en aviones nuestro inventor
Kotélnikov la realizó en 1914, siendo aprobado por el ejército ruso,
pero no sabían su resultado práctico. Kotélnikov no vió como en 1937
utilizando grandes paracaídas, fue la primera vez en el mundo, frenar la
caída de los aviones en un estrecho tramo de terreno.
Ocurrió
en el Ártico, en las pruebas de asistencia a las estaciones permanentes
soviéticas, donde los aviones tenian una minúsculas pistas de
aterrizaje y utilizando los paracaidas llegaban a aquellas estaciones.
Posteriormente
en la Epopeya Espacial Soviética, los paracaídas múltiples anejos a las
cápsulas espaciales, fueron fundamentales para la entrada de los
cosmonautas en la tierra, amerizando o aterrizando.
Sello conmemorativo de Kotelnikov
La bombilla
Otro invento controvertido es el de la bombilla.
Históricamente se cita como su inventor al estadounidense Thomas Alva
Edison, pero hay que leer la “letra pequeña” de su patente: Edison
patentó la primera bombilla “comercialmente viable” al utilizar en
bombillas ya inventadas un filamento de carbono más estable a altas
temperaturas.
Pero
el inventor de la bombilla fue el ruso Pavel Yablochkov, que construyó
una bombilla eléctrica con un bulbo de cristal y lámparas de arco
eléctrico con electrodos de carbón que empleaban corriente alterna para
arder constantemente. Su invento fue bautizado como “vela Yablochkov”.
Pero no fue un simple experimento de laboratorio, ya que Yablochkov
explotó comercialmente su invento y su bombilla iluminó lugares tan
importantes como los grandes almacenes Grand Magasins del Louvre, en
París y el puente Holborn Viaduct y la calle Thames Embankment de
Londres.
Pero
fue en la Unión Soviética donde al margen de los carteles de
fabricación occidentales, pactos creados por los principales fabricantes
de bombillas para que están tuvieran una obsolescencia programada para
vender más bombillas, la fabricación de bombillas incasdescentes
soviéticas fue desarrollada para que durasen el tiempo más largo
posible. Estos inventos que revolucionaron las fábricas y los hogares
soviéticos, han sido ocultados sistemáticamente en Occidente.
El ekranoplano
¡Qué
es esto! Detrás de este nombre tan extraño se esconde un invento
soviético de los años cincuenta. En el siglo XXI aún es una de las
mayores investigaciones de los ejércitos más importantes del mundo.
El ekranoplano
es una mezcla de avión, barco y hovercraft (aerodeslizador). La primera
vez que los espías occidentales vieron un ekranoplano lo llamaron “el monstruo del Caspio”, porque era en ese mar donde se realizaban las pruebas los modelos experimentales soviéticos.
Este
vehículo puede desplazarse a grandes velocidades porque casi no se
separa del agua y consigue el llamado “efecto suelo” que le ayuda,
además, a ahorrar combustible (su elevación máxima es de unos tres
metros). Puede llevar grandes cargas y atravesar océanos enteros sin
preocuparse del oleaje.
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