Las opciones que tiene Rusia para responder el derribo de su avión militar por Turquía
El Ejército de Turquía anunció
el martes que sus cazas F-16 habían derribado un Sujoi-24 ruso que,
supuestamente, había violado el espacio aéreo turco. La medida agresiva
tomada por Turquía puede influir tajantemente el proceso de evoluciones
futuros de Oriente Medio, especialmente en Siria.
Internacional |
Alwaght |
El
ministro de defensa ruso ha declarado que Turquía se enfrentaría a
pérdidas ingentes de beneficios por haber derribado un avión militar
ruso. También, El presidente ruso, Vladimir Putin, ha tachado el acto de
“apuñalamiento por la espalda” por parte de los cómplices del
terrorismo.
El desarrollo del incidente
Sin duda, Turquía, al igual que cualquier país, tiene derecho a proteger su territorio pero la verdad es que, antes del evento reciente, los aviones de combate rusos entraban en el espacio aéreo del país turco pero la defensa aérea de Turquía no reaccionaba de ningún modo. Según los informes, la aeronave rusa fue derribada en Siria a 4 kilómetros de la frontera turca. Tras perder sus aeronaves militares, los pilotos rusos descendieron en paracaídas y las fuerzas militares turcomanos apoyados por Turquía han matado a uno de los pilotos rusos y han capturado al otro. El incidente ha afectado las relaciones de Moscú con Ankara de modo negativo. Sin duda, Ankara es consciente de la importancia del tema y sabe lo notable que pueden ser las reflexiones. En primer paso, Turquía notificó a los miembros de la OTAN y El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró que Turquía tiene derecho a defender su soberanía territorial. Por otra parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, ha afirmado que Rusia revisará de forma seria sus relaciones con Turquía y añadió que el derribo del caza ruso por parte de Turquía parece una provocación planeada. Es obvio que Rusia responde el acto de Turquía y toma medidas que cualquiera de ellas puede cambiar el proceso de evoluciones del Medio Oriente. Entre las opciones más importantes de Moscú, se puede mencionar:
1. Intervención directa en las competencias regionales para disminuir el papel de Turquía en Oriente Medio:
Una de las supuestas medidas que va a aplicar Rusia para presionar a Ankara es intentar hacer fracasar el plan de Turquía basado en crear una zona de seguridad al norte de Siria. La mencionada zona es una región con una longitud de 90 kilómetros y un ancho promedio de 50 kilómetros, ubicada entre las ciudades de Yarabulus y Azaz, en el norte de la provincia de Alepo (entre los dos distritos kurdos de Kobani y Afrin). Por una parte, Rusia puede allanar el terreno para su avance desde Kobani hacia el oeste, apoyando y armando a las fuerzas kurdas, y así unir los tres cantones de Cizîre, Kobani y Afrin. El acto de unir estos tres cantones kurdos resultará en que Ankara pierda gran parte de sus vías de conexión con las fuerzas del llamado Ejército Libre de Siria y los otros grupos que están bajo su égida. De esta manera, los kurdos se hacen con el control de más del 80 % de la frontera turco-siria, Turquía perderá todos los lazos terrestres con el mundo árabe y a lo largo de sus fronteras sureñas tiene que tolerar a un Kurdistán que ya ha dejado el aislamiento geopolítico. Este asunto se considera un fracaso drástico para Ankara.
Por otra parte, Rusia puede intensificar sus ataques en Alepo y los territorios limítrofes con Turquía, y de este modo facilitar la victoria de las fuerzas sirias a la coalición de Arabia Saudí, Turquía y Catar. La mencionada situación causará la presencia masiva de los cazas rusos, hecho que obstaculizará la posibilidad de cualquier operativo militar de parte de Turquía.
En esta misma línea, es de recordar que de ahora en adelante Rusia aunará todos los esfuerzos para impedir semejantes incidentes. El primer paso se dio un día después del derribo del avión militar ruso por Turquía, por lo cual el presidente ruso emitió la orden del despliegue de sistemas antiaéreos S-400 en una de las bases militares de Rusia en el territorio sirio, acto que podría aumentar el riesgo de acaecer un conflicto militar entre Turquía y Rusia. En este caso no se espera una guerra a gran escala, pero se trata de una postura militar defensiva o una paz armada que en cualquier instante es posible que se recrudezca la tensión debido a un cambio en los comportamientos de una parte
2. El apoyo a los opositores del gobierno turco (PKK y Fathulá Gullen)
Las potencias regionales y mundiales, para debilitar a un país adversario intentan reforzar a los movimientos opositores dentro de ese país. En Turquía, la influyente minoría kurda podría convertirse en un instrumento en las manos de Rusia para presionar a Ankara. Sería posible que Rusia busque entrar en una guerra indirecta contra Turquía y fortalecer a los miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en las montañas de Qandil para presionar a Turquía. El apoyo financiero y armamentístico ruso a PKK podría cambiar el balance del poder en Turquía e intensificar la inseguridad en este país, hecho que afectará también la situación económica turca. Tal plan, que tiene una larga historia en las relaciones entre los países, sería la más probable opción que Rusia podría elegir tras el derribo de su Sukhoi-24.
Por otro lado, Rusia apoyaría al movimiento de Gullen, que se opone al Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP). Los seguidores de este movimiento, que se encuentran en la mayoría de organizaciones turcas, son considerados una amenaza por parte del gobierno de Ankara. Las tensiones entre el influyente movimiento de Gullen y los partidarios del gobierno podrían dar lugar a una crisis interna en el país euroasiático.
3. Amenaza blanda y presión dura
Se trata de un plan según el cual las presiones multilaterales de Rusia podrían centrarse en los sectores políticos y económicos de Turquía. En cuanto al aspecto político, se debe tener en cuenta las declaraciones del canciller ruso, quien canceló su viaje programado a Turquía tras el derribo del avión ruso. Serguei Lavrov dijo que su país reconsideraría sus relaciones diplomáticas con Turquía. Por otra parte, el alto nivel de los intercambios económicos entre los dos países llama la atención Las exportaciones turcas a Rusia superan 30 mil millones de dólares. Estaba previsto que esta cifra llegue a 50 mil millones de dólares. Ahora Rusia podría frenar el aumento de las importaciones desde Turquía, el acto cuya fase siguiente podría ser reducir las importaciones desde Turquía hasta el nivel más bajo posible. Además, Turquía, que es uno de los principales importadores del gas ruso enfrentará un difícil invierno. Si se alivian las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia, sería posible que Moscú sancione de forma permanente la exportación de gas a Turquía, si bien se trata de una opción difícil para Rusia debido a las sanciones europeas, que acaban de ser renovadas hasta el próximo año.
Una de las fuentes financieras del gobierno turco son los negocios con Daesh cuyos documentos revelados provocaron una ola de críticas contra Ankara. Ahora Rusia podría perturbar los negocios entre Turquía y Ankara intensificando sus ataques contra Daesh. El petróleo y sus derivados, los monumentos históricos y los órganos humanos forman parte de los intercambios comerciales entre Ankara y Daesh. Los turcos son los que más se benefician de estos negocios.
Por otra parte, Rusia podría apuntar el sector del turismo de Turquía. Tras el derribo del Sukhoi-24, Rusia pidió a sus ciudadanos no viajar a Turquía. Si Rusia logra evitar el viaje de sus ciudadanos a Turquía, el país turco perderá una gran parte de los 4 mil millones de dólares que consigue anualmente a través de los turistas rusos.
Otra medida adoptada por Rusia contra Turquía tras el derribo de su avión ha sido la revelación de documentos sobre la corrupción de los líderes turcos y su entorno familiar. La cadena televisiva Russia24 emitió fotos de las reuniones entre Bilalm hijo de Erdogan, con los líderes de Daesh, así como documentos sobre la corrupción de la familia de Erdogan. Rusia siempre ha amenazado que dispone de documentos sobre las cooperaciones entre Turquía y Daesh.
El desarrollo del incidente
Sin duda, Turquía, al igual que cualquier país, tiene derecho a proteger su territorio pero la verdad es que, antes del evento reciente, los aviones de combate rusos entraban en el espacio aéreo del país turco pero la defensa aérea de Turquía no reaccionaba de ningún modo. Según los informes, la aeronave rusa fue derribada en Siria a 4 kilómetros de la frontera turca. Tras perder sus aeronaves militares, los pilotos rusos descendieron en paracaídas y las fuerzas militares turcomanos apoyados por Turquía han matado a uno de los pilotos rusos y han capturado al otro. El incidente ha afectado las relaciones de Moscú con Ankara de modo negativo. Sin duda, Ankara es consciente de la importancia del tema y sabe lo notable que pueden ser las reflexiones. En primer paso, Turquía notificó a los miembros de la OTAN y El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, aseguró que Turquía tiene derecho a defender su soberanía territorial. Por otra parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, ha afirmado que Rusia revisará de forma seria sus relaciones con Turquía y añadió que el derribo del caza ruso por parte de Turquía parece una provocación planeada. Es obvio que Rusia responde el acto de Turquía y toma medidas que cualquiera de ellas puede cambiar el proceso de evoluciones del Medio Oriente. Entre las opciones más importantes de Moscú, se puede mencionar:
1. Intervención directa en las competencias regionales para disminuir el papel de Turquía en Oriente Medio:
Una de las supuestas medidas que va a aplicar Rusia para presionar a Ankara es intentar hacer fracasar el plan de Turquía basado en crear una zona de seguridad al norte de Siria. La mencionada zona es una región con una longitud de 90 kilómetros y un ancho promedio de 50 kilómetros, ubicada entre las ciudades de Yarabulus y Azaz, en el norte de la provincia de Alepo (entre los dos distritos kurdos de Kobani y Afrin). Por una parte, Rusia puede allanar el terreno para su avance desde Kobani hacia el oeste, apoyando y armando a las fuerzas kurdas, y así unir los tres cantones de Cizîre, Kobani y Afrin. El acto de unir estos tres cantones kurdos resultará en que Ankara pierda gran parte de sus vías de conexión con las fuerzas del llamado Ejército Libre de Siria y los otros grupos que están bajo su égida. De esta manera, los kurdos se hacen con el control de más del 80 % de la frontera turco-siria, Turquía perderá todos los lazos terrestres con el mundo árabe y a lo largo de sus fronteras sureñas tiene que tolerar a un Kurdistán que ya ha dejado el aislamiento geopolítico. Este asunto se considera un fracaso drástico para Ankara.
Por otra parte, Rusia puede intensificar sus ataques en Alepo y los territorios limítrofes con Turquía, y de este modo facilitar la victoria de las fuerzas sirias a la coalición de Arabia Saudí, Turquía y Catar. La mencionada situación causará la presencia masiva de los cazas rusos, hecho que obstaculizará la posibilidad de cualquier operativo militar de parte de Turquía.
En esta misma línea, es de recordar que de ahora en adelante Rusia aunará todos los esfuerzos para impedir semejantes incidentes. El primer paso se dio un día después del derribo del avión militar ruso por Turquía, por lo cual el presidente ruso emitió la orden del despliegue de sistemas antiaéreos S-400 en una de las bases militares de Rusia en el territorio sirio, acto que podría aumentar el riesgo de acaecer un conflicto militar entre Turquía y Rusia. En este caso no se espera una guerra a gran escala, pero se trata de una postura militar defensiva o una paz armada que en cualquier instante es posible que se recrudezca la tensión debido a un cambio en los comportamientos de una parte
2. El apoyo a los opositores del gobierno turco (PKK y Fathulá Gullen)
Las potencias regionales y mundiales, para debilitar a un país adversario intentan reforzar a los movimientos opositores dentro de ese país. En Turquía, la influyente minoría kurda podría convertirse en un instrumento en las manos de Rusia para presionar a Ankara. Sería posible que Rusia busque entrar en una guerra indirecta contra Turquía y fortalecer a los miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en las montañas de Qandil para presionar a Turquía. El apoyo financiero y armamentístico ruso a PKK podría cambiar el balance del poder en Turquía e intensificar la inseguridad en este país, hecho que afectará también la situación económica turca. Tal plan, que tiene una larga historia en las relaciones entre los países, sería la más probable opción que Rusia podría elegir tras el derribo de su Sukhoi-24.
Por otro lado, Rusia apoyaría al movimiento de Gullen, que se opone al Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP). Los seguidores de este movimiento, que se encuentran en la mayoría de organizaciones turcas, son considerados una amenaza por parte del gobierno de Ankara. Las tensiones entre el influyente movimiento de Gullen y los partidarios del gobierno podrían dar lugar a una crisis interna en el país euroasiático.
3. Amenaza blanda y presión dura
Se trata de un plan según el cual las presiones multilaterales de Rusia podrían centrarse en los sectores políticos y económicos de Turquía. En cuanto al aspecto político, se debe tener en cuenta las declaraciones del canciller ruso, quien canceló su viaje programado a Turquía tras el derribo del avión ruso. Serguei Lavrov dijo que su país reconsideraría sus relaciones diplomáticas con Turquía. Por otra parte, el alto nivel de los intercambios económicos entre los dos países llama la atención Las exportaciones turcas a Rusia superan 30 mil millones de dólares. Estaba previsto que esta cifra llegue a 50 mil millones de dólares. Ahora Rusia podría frenar el aumento de las importaciones desde Turquía, el acto cuya fase siguiente podría ser reducir las importaciones desde Turquía hasta el nivel más bajo posible. Además, Turquía, que es uno de los principales importadores del gas ruso enfrentará un difícil invierno. Si se alivian las sanciones de la Unión Europea (UE) contra Rusia, sería posible que Moscú sancione de forma permanente la exportación de gas a Turquía, si bien se trata de una opción difícil para Rusia debido a las sanciones europeas, que acaban de ser renovadas hasta el próximo año.
Una de las fuentes financieras del gobierno turco son los negocios con Daesh cuyos documentos revelados provocaron una ola de críticas contra Ankara. Ahora Rusia podría perturbar los negocios entre Turquía y Ankara intensificando sus ataques contra Daesh. El petróleo y sus derivados, los monumentos históricos y los órganos humanos forman parte de los intercambios comerciales entre Ankara y Daesh. Los turcos son los que más se benefician de estos negocios.
Por otra parte, Rusia podría apuntar el sector del turismo de Turquía. Tras el derribo del Sukhoi-24, Rusia pidió a sus ciudadanos no viajar a Turquía. Si Rusia logra evitar el viaje de sus ciudadanos a Turquía, el país turco perderá una gran parte de los 4 mil millones de dólares que consigue anualmente a través de los turistas rusos.
Otra medida adoptada por Rusia contra Turquía tras el derribo de su avión ha sido la revelación de documentos sobre la corrupción de los líderes turcos y su entorno familiar. La cadena televisiva Russia24 emitió fotos de las reuniones entre Bilalm hijo de Erdogan, con los líderes de Daesh, así como documentos sobre la corrupción de la familia de Erdogan. Rusia siempre ha amenazado que dispone de documentos sobre las cooperaciones entre Turquía y Daesh.
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