Preocupación del Gobierno por la construcción de otra base de China en territorio argentino
A las instalaciones en Neuquén se sumaría una en San Juan. El Gobierno busca que el país asiático se comprometa al estricto uso civil.
Una segunda base espacial china, que se proyectaba construir en San Juan y se sumaría a la ya construida en Neuquén, complica las gestiones de la canciller Susana Malcorra para normalizar las relaciones con el gigante asiático.
El
proyecto no sólo afecta los planes espaciales de ambos países sino que
también complica los planes económicos del oficialismo argentino: dentro del paquete chino “heredado” hay también grandes proyectos de inversión que la gestión macrista necesita para reactivar la economía.
Tres fuentes gubernamentales de primera línea confirmaron a Perfil.com la existencia de este proyecto que, hasta hoy, había sido mantenido en estricta reserva. El dato suma dolores de cabeza al gobierno argentino, que busca por estos días lograr un compromiso expreso del gobierno de China sobre el estricto uso civil de la base existente.
“En
el tratado no hay ninguna definición al respecto y en las declaraciones
del gobierno Chino se entiende que una rama militar del gobierno la que
gestiona este proyecto”, explicó una figura de primera línea de
Cambiemos que, antes de asumir en el Ejecutivo, supo recorrer estudios
de televisión rechazando la polémica base espacial.
Otra
fuente de alto rango que interviene en el tema explicó que el proyecto
de la segunda base, que se proyectaba construir en la provincia del
cacique peronista José Luis Gioja, complica aún más las gestiones con el
país asiático, por el fuerte interés chino en la concreción del
proyecto espacial.
El temor surge porque la tecnología para el control de operaciones espaciales que trajo China a la Argentina es de “uso dual”,
reconoció una de las fuentes. Puede ser utilizada para monitorear la
llegada del primer astronauta chino a la Luna; pero también para
controlar el curso de misiles balísticos intercontinentales nucleares
chinos o de un tercer país.
La
cuestión ocupa -y preocupa- a Malcorra, quien decidió pedir asistencia
con el delicado tema de las bases a otras reparticiones del Gobierno.
Durante la primera reunión del presidente Mauricio Macri con su par chino, Xi Jinping, se comprometieron a trabajar para confirmar los tratados bilaterales legados por la gestión kirchnerista.
La
idea es lograr dicho objetivo antes del viaje de Macri a China para la
reunión del G20, en septiembre. Además de la cooperación aeroespacial y
el delicado tema de las bases, en la mesa hay grandes proyectos de
infraestructura: dos plantas nucleares y las represas hidroeléctricas en
Santa Cruz que el kirchnerismo bautizó Presidente Kirchner y Gobernador
Cepernic.
Son iniciativas que el
Gobierno necesita de forma urgente, ante el austero panorama económico.
El objetivo es lograr anuncios de inversiones millonarias, con tasas
razonables, como las que buscan acordar con las empresas estatales
chinas involucradas en los proyectos energéticos.
El
acuerdo por la base espacial que construye China en Neuquén, fue
firmado por Cristina Fernández de Kirchner en febrero de 2015.
La denominada Estación del Espacio Lejano y debería iniciar sus operaciones en 2017. Se encuentra ubicada en las cercanías de la localidad de Las Lajas en Neuquén, a pocos kilómetros de la frontera con Chile.
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