El
presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se disculpó con el presidente
de Rusia, Vladimir Putin, en relación con la trágica muerte de un piloto
ruso en noviembre del año pasado. La fuerza aérea turca derribó un
avión ruso en el área de la frontera sirio-turca. Hombres armados
pertenecientes a grupos nacionalistas turcos asesinaron al piloto que se
lanzó al aire. El presidente ruso, Vladimir Putin, lo llamó una
"puñalada por la espalda" a Rusia.
Plan norteamericano
Según
nuestras informaciones, la provocación de la destrucción de la aeronave
rusa fue coordinada directamente con los EE.UU.. Partidarios de
Fethullah Gülen, un ideólogo islamista turco con residencia permanente
en los Estados Unidos, así como otros agentes de influencia
estadounidense en Turquía, podrían haber estado involucrados. El
objetivo estadounidense era beneficiarse del conflicto entre dos rivales
regionales, haciendo a ambos más dependientes de una potencia exterior.
Según
la prensa turca y la prensa mundial, el primer ministro de Turquía,
Ahmet Davutoglu, estaba detrás del derribo de la aeronave rusa en la
frontera entre Turquía y Siria el 24 de noviembre de 2015. De acuerdo
con las informaciones, en su declaración informó que las fuerzas armadas
turcas ejecutaron su orden. Fue Davutoglu quien expresó las iniciativas
más radicales de los dirigentes turcos en relación a la invasión de
Siria. Sin embargo, su crimen más grave contra Turquía fue la ruptura de
relaciones con Rusia, que aisló al país de su socio más importante y lo
hizo directamente dependiente de los Estados Unidos y Qatar. Un
análisis geopolítico imparcial demuestra que Turquía no estaba
interesado en la pérdida de Rusia como socio. Era el único factor que
permitía a los turcos actuar con independencia de los Estados Unidos,
jugando con las contradicciones entre Moscú, Washington y las capitales
europeas. Sí, las posiciones de ambos países sobre Siria diferían
significativamente, pero antes de los trágicos acontecimientos de
noviembre de 2015, ambos países fueron capaces de negociar sus
intereses.
La catástrofe neo-otomana
La
destrucción de la aeronave rusa marcó el pico de la política
neo-otomana de Ahmet Davutoglu. Bajo Davutoglu, Turquía se ha convertido
en un elemento regional perturbador y uno de los cabecillas de los
conflictos, y esos conflictos han tenido un impacto negativo sobre
Turquía. A través de Davutoglu, Turquía se involucró en el conflicto en
Siria, una de cuyas consecuencias fue la reactivación del factor kurdo,
que ahora amenaza la integridad de la República de Turquía. El islamismo
radical atrincherado en Siria e Irak también es una amenaza para la
seguridad nacional. De hecho, el "neo-otomanismo" de Davutoglu
significaba el rechazo de la política pragmática dictada por los
intereses de Turquía como un estado nación, en nombre de su
transformación en un centro islámico global, pero como resultado, el
país ha recibido sólo terror, caos, la interrupción de las rentables
relaciones económicas con Rusia, y una posición de mayor dependencia de
los EE.UU..
Erdogan cambia la política
La
destitución de Davutoglu en mayo de 2016 significa que Erdogan tiene la
intención de cambiar radicalmente su política exterior. Los EE.UU.
consideraban a Davutoglu como el más probable sucesor de Erdogan en esta
situación, de ahí las diferencias notables entre las dos figuras a la
luz de los medios de comunicación occidentales. Si Erdogan todavía es
acusado de autoritarismo, estas graves acusaciones no se dirigen hacia
el arquitecto de la catástrofe turca: Davutoglu.
Erdogan
se deshizo de su principal rival en la lucha por el poder y uno de los
principales conductores de la influencia de Estados Unidos. Así, el
líder turco mostró una voluntad de cambiar la política exterior de
Turquía de una manera más racional y pragmática, compatible con los
intereses nacionales del país.
El nuevo primer
ministro de Turquía, Binali Yildirim, busca superar las catastróficas
consecuencias del rumbo de Davutoglu respecto a Rusia. Él está muy cerca
de Erdogan y por lo tanto expresa también la voluntad del líder turco.
Desde que asumió el cargo de primer ministro, casi de inmediato anunció
que iba a tratar de restablecer relaciones amistosas con todos los
países con los que Turquía había entrado en conflicto. En particular,
esto se aplica a Rusia. Bajo Yildirim, Ankara ha intensificado los
esfuerzos por mejorar las relaciones con Moscú. Según nuestras fuentes,
el acercamiento de Turquía con Rusia y la preservación de la integridad
territorial de Siria son los dos puntos clave del programa de política
exterior de Yildirim. El canciller Mevlüt Çavuşoğlu le está apoyando en
este esfuerzo.
Derrotar a la sexta columna
Turquía,
afectada por las sanciones rusas y los resultados catastróficos del
neo-otomanismo, busca la reactivación de las relaciones con Rusia.
Erdogan ha superado la importante barrera psicológica de un hombre
acostumbrado a gobernar solo. Ahora le corresponde a Rusia.
Anteriormente, los partidarios estadounidenses de las filas de la sexta
columna en los liderazgos turco y ruso utilizaron diferentes pretextos
seudo-patrióticos para evitar el nuevo acercamiento entre Rusia y
Turquía. Por lo tanto, ellos y los patriotas manipulados por ellos
actuaron en interés de los EE.UU.. Fueron ellos los que estuvieron
detrás de la indiferencia rusa hacia las señales de aproximación desde
la parte turca. Evitaron que Erdogan se disculpara, pero él se sobrepuso
a su influencia. Ahora le corresponde a Rusia. En tanto una cesión,
sólo la parte turca fue muy seria. Comienza el juicio sobre Celik, el
guerrillero que organizó el asesinato del piloto ruso. Davutoglu
presentó su renuncia. Ahora, Erdogan se disculpó.
Hacia la nueva política en Siria
Es
probable que Turquía participe el viernes en la reunión de Ministros de
Asuntos Exteriores de la Cooperación Económica del Mar Negro en Sochi.
Los Jefes de las misiones diplomáticas rusa y turca tienen algo que
discutir. La consecuencia lógica del acercamiento con Rusia debería ser
un cambio en la política exterior de Turquía.
Es
necesario cambiar toda la política que Turquía ha llevado a un callejón
sin salida y que le ha puesto al borde de la guerra. Esto significa no
sólo restablecer la paz y la alianza con Rusia, sino también renunciar a
sus vínculos con el ISIS, reconocer la legitimidad de Assad, asegurar
la integridad territorial de Siria, y, finalmente, romper con la tutela
estadounidense. Para ir más lejos Turquía necesita el apoyo de Rusia.
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