Culpables del genocidio: EEUU y la UE
El 26 de marzo se cumplen dos años del inicio de la ofensiva armada lanzada por la coalición que lidera Arabia Saudí en Yemen, que ha dejado a 19 millones de personas con necesidades humanitarias y 3,2 millones de desplazados.
En Yemen, 17 millones de personas –el 60% de la población- se encuentran en situación de inseguridad alimentaria. “462.000 niños y niñas de menos de cinco años están al borde de la muerte por desnutrición aguda severa. Eran 170.000 en 2014, lo que significa un aumento de 200%”, destaca Serge Breysse, director técnico y de incidencia política de Acción contra el Hambre en Francia. Se ha declarado la emergencia humanitaria en siete gobernaciones.
En abril de 2015, la resolución 2216 de Naciones Unidas lanzó un embargo armamentístico contra los hutíes y sus aliados. Hoy esta resolución se ha transformado de facto en un bloqueo aéreo y marítimo que afecta a casi la totalidad de las importaciones de productos de primera necesidad. Las restricciones a las importaciones de trigo son ahora uno de los principales problemas y la mayor amenaza para la seguridad alimentaria de la población, dado que el país ya importaba el 90% de los alimentos antes del conflicto. “En enero de 2017, el precio del trigo había aumentado un 32% respecto al inicio de la crisis. La situación de hambruna amenaza con extenderse por todo el país”, señala Serge Breysse.
Los civiles están totalmente desprotegidos
Acción contra el Hambre alerta de que la utilización masiva y reiterada de armas explosivas en zonas densamente pobladas vulnera el Derecho Internacional Humanitario, una práctica que se ha extendido en los conflictos contemporáneos. El sistema de salud en Yemen, especialmente deteriorado por el conflicto, amenaza con colapsar. En octubre de 2016, la violencia ha provocado que menos de la mitad de los centros de salud y hospitales puedan funcionar en buenas condiciones. Las instituciones también han sido afectadas por el bloqueo impuesto y la crisis financiera en el país: el suministro de medicamentos y materiales sanitarios está muy limitado y el personal médico lleva varios meses sin cobrar. El cólera se ha propagado desde el pasado mes de octubre con más de 20.000 casos sospechosos y cerca de 100 muertes. Los trastornos de la salud mental, como la psicosis, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático también se diagnostican a menudo.
La ayuda humanitaria no llega
Dos años después del inicio del conflicto, el acceso a las poblaciones vulnerables sigue siendo limitado, uno de los principales desafíos para los actores humanitarios. Ninguna de las partes en el conflicto facilita la entrega efectiva de la ayuda. La destrucción parcial o total de muchas infraestructuras (carreteras, puentes, aeropuertos) y edificios públicos restringe en gran medida el movimiento del personal humanitario y la entrega de bienes, así como el acceso a los servicios básicos para los yemeníes.
"El acceso de los trabajadores humanitarios a las poblaciones afectadas se está dificultando cada vez más. Instamos a la comunidad internacional y las partes en el conflicto a que intensifiquen sus esfuerzos para mejorar el acceso a las víctimas", declara Serge Breysse. Acción contra el Hambre insta a la comunidad internacional y a todas las partes del conflicto a que se comprometan para garantizar que la ayuda llegue a las víctimas, exijan que el bloqueo que impide que las importaciones de alimentos y medicinas sea levantado y que se respeten los derechos civiles.
Acción contra el Hambre es una organización humanitaria internacional que lucha contra las causas y los efectos del hambre. Salvamos la vida de niños y niñas desnutridos. Garantizamos acceso a agua segura, alimentos, formación y cuidados básicos de salud. Trabajamos también para liberar a niños, mujeres y hombres de la amenaza del hambre.
accioncontraelhambre.org
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