domingo, 26 de marzo de 2017

¿Puede partirse el Reino Unido?

¿Puede partirse el Reino Unido?






El sociólogo Anthony Giddens advierte que el Brexit puede traer una separación geopolítica inesperada.





Ideólogo de la Tercera Vía. Giddens sostiene que salir de la Unión Europea es un desastre para Gran Bretaña.


Una Escocia independiente sería un precio carísimo a pagar por el Brexit. Es una de las incógnitas que pueden hacer cambiar de idea a los ingleses sobre el desastroso proyecto de salir de la Unión Europea”. El sociólogo Anthony Giddens, teórico de la tercera vía que llevó al poder a Tony Blair en Gran Bretaña y a la centroizquierda en gran parte del continente, es veterano de la batalla contra el gobierno de Theresa May en la cámara de los lores, que integra desde 2004. “Vivimos tiempos difíciles; es el peor momento posible para una negociación como la que está por iniciarse sobre el divorcio del Reino Unido de la UE”, dice el ex rector de la London School of Economics. “Pero el viento del populismo”, advierte, “podría estar cerca de agotarse. Si Emmanuel Macron, Martin Schulz y Matteo Renzi ganaran las elecciones en sus países, de aquí a un año se hablará sobre todo de la recuperación del reformismo”.


Ideólogo de la Tercera Vía. Anthony Giddens sostiene que salir de la Unión Europea es un desastre para Gran Bretaña.

–¿Cuánto puede influir el referéndum de Escocia en el Brexit, Lord Giddens?

–Muchísimo. Cómo reaccionarán la opinión pública y el mundo político británico ante la posibilidad de que Escocia se independice es una cuestión que no puede excluirse en absoluto. Pero sobre el Brexit pesan también otras incógnitas, aquí y en el exterior. Incluso Irlanda del Norte ya ha respondido a la salida del Reino Unido de la UE con pedidos de un referéndum por la secesión y la reunificación con el resto de la isla. El riesgo de que el Brexit provoque la desunión británica es serio. Sería un precio carísimo por salir de Europa.

–¿Y cuáles son las incógnitas en el extranjero?

–La negociación con la UE se producirá en el peor momento posible, con Estados Unidos conducido por un presidente como Trump, inexperto y desconsiderado hacia Europa, y con elecciones en Holanda, Francia, Alemania, que pueden redefinir el mapa de los gobernantes europeos.

–Después del Brexit y de Trump, ¿continuará la oleada populista?

–También podría aplacarse, precisamente por las campanas de alarma que hicieron sonar los triunfos del Brexit y Trump. Es probable que no sea Geert Wilders quien gane las elecciones en Holanda. Y una victoria de Macron en Francia, de Schulz en Alemania, de Renzi en Italia, podría relanzar la centroizquierda y el reformismo en el término de un año en toda Europa.

–¿Con qué consecuencias para la izquierda británica?

–También aquí la izquierda podría cambiar de rumbo. Me parece que Jeremy Corbyn, con su línea ideológicamente radical pero concretamente débil, como lo ha demostrado con la frágil oposición al Brexit, está perdiendo el apoyo de la base como ha perdido ya el de su grupo parlamentario. Creo que en el laborismo también surgirá un nuevo líder, quizá Keir Starmer, un diputado que puede unir las diversas corrientes del partido.

–¿Por qué Theresa May, alineada a favor de permanecer en la UE antes del referéndum, se ha vuelto una fanática tan recalcitrante del Brexit?

–También por la escasa oposición laborista, que permite que la extrema derecha del partido conservador tenga el control e influya para que la primera ministra lleve a cabo en los hechos una política digna del UKIP (el partido populista británico antieuropeo).

–¿Por lo tanto ha sido inútil la votación de la cámara de los lores contra el Brexit?

–No, sirvió para llamar la atención nacional sobre dos cuestiones: la necesidad de garantizar a los tres millones de europeos residentes en este país que van a poder quedarse, porque los necesitamos y porque es moralmente justo; y la necesidad de un escrutinio parlamentario pleno del acuerdo final de salida de la Unión Europea. Cuando se considere esta historia, los lores podrán decir: nosotros no estuvimos de acuerdo, nosotros votamos en contra.

–¿Cuál, según usted, sería el resultado menos malo de la negociación?

–La permanencia del Reino Unido al menos en el mercado común europeo. Pero la negociación se perfila como un salto en la oscuridad cargado de imprevistos. Salir de la Unión Europea es un desastre para nuestro país. Tal vez alcancen los próximos dos años para que los ingleses se den cuenta de eso.

Enrico Franceschini

© La Repubblica Traducción: Román García Azcárate

Fuente:http://www.clarin.com/revista-n/ideas/puede-partirse-reino-unido_0_Bkdnppb2x.html

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