Libertinaje Digital
¡A putear niña que ese es tu "derecho" aunque seas menor de edad!
Jorge
Valín, columnista de Libertad Digital y miembro del ultraconservador
Instituto Juan de Mariana, lleva la libertad de mercado al paroxismo al
justificar la prostitución infantil.
Sin
entrar en mayores profundidades, considera que si el Estado la combate,
“al prohibir [a la prostituta infantil] su libre elección a trabajar y
obligarla a estudiar, le estamos negando una fuente de financiación
fundamental para ella y su familia”. Además, califica a los turistas
sexuales de "héroes de la libertad".
Sobre
la base de que la regulación estatal es siempre perjudicial, Jorge
Valín, colaborador de Libertad Digital y miembro del Instituto Juan de
Mariana, defiende la libertad absoluta de mercado para todo, incluso
para la prostitución infantil. En su blog personal, califica de héroes
de la libertad a una serie de categorías que considera perjudicadas por
los controles estatales y ahí incluye la prostitución infantil.
Señala
que “probablemente la prostituta infantil no quiera serlo, pero a nadie
le gusta trabajar (…) La prostituta menor de edad, suele trabajar, no
para vivir mejor, sino para sobrevivir en la mayoría de casos. Al
prohibirle su libre elección a trabajar y obligarla a estudiar, le
estamos negando una fuente de financiación fundamental para ella y su
familia. La prostituta infantil suele estar en países pobres donde
apenas tiene alternativas. Su trabajo le permite sobrevivir, y no vivir
mejor”. No tiene así ningún escrúpulo en mezclar infancia y "libre
elección a trabajar" como prostituta. Eso sí, los niños que van al
colegio son "obligados a estudiar".
Valín,
economista, también encuadra al turista sexual en la categoría de
"héroe de la libertad". Se ampara en el economista del siglo XIX David
Ricardo para presentar el turismo sexual como una ventaja comparativa en
términos de competencia de algunos países frente a otros, y opina que
los que tienen la fortuna de contar con ese reclamo “viven del turista
sexual. Cuando el Estado lucha contra el negocio del turismo sexual por
razones morales, lo único que está haciendo es ayudar a que la nación no
obtenga el capital necesario para conseguir otras formas de producción
en escenarios futuros”.
El
economista realiza luego un añadido a sus propias consideraciones en la
que se cura en salud calificando a la izquierda de neo puritana para
señalar a continuación que “no defiendo la prostitución infantil, pero
sí critico que en su nombre se cometan atrocidades o se mezcle con
sentimientos (…) La situación es similar a la del trabajo infantil donde
fue el capitalismo quien lo eliminó de verdad. En la Inglaterra de la
Revolución Industrial muchos niños trabajaron y no fue ningún dirigente
político quien acabó con la situación, sino la prosperidad y riqueza del
libre mercado. Las leyes sólo favorecen las mafias, corrupción política
y la pobreza de todos”.
Valín
obvia así factores que permitieron el progreso social en Occidente,
como que las jornadas laborales de hasta 14 horas diarias en régimen de
semiesclavitud a las que estaban sujetos hombres, mujeres y niños fueran
descendiendo progresivamente, entre otras cosas por la movilización
sindical y el reconocimiento creciente de derechos, y no por la
voluntaria elección del libre mercado.
Pero
el columnista de Libertad Digital sí recuerda a los sindicatos para
incluir en su tipología heroica otra categoría, el matón. Explica que el
matón contratado por quien lo pueda pagar debe defender de los
“auténticos malos”, y éstos no son otros que los que define como
“matones legalizados”. Entre los "malos" incluye “los sindicatos con los
piquetes informativos, las fuerzas del Estado como la policía, bandas
de delincuentes, etc.”
Otros
mártires del libre mercado acosados por el Estado serían entre otros,
según Valín, los traficantes de armas, los traficantes de niños, el
empresario sumergido que evade impuestos, el chantajista que calla a
cambio de dinero o el especulador financiero.
El Plural
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