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reporteindigo.comSin pretexto para no trabajar
Eduardo Buendia
Los diputados electos que asumirán su cargo el 1 de
septiembre no tendrán pretexto para no realizar su trabajo: presentar
iniciativas y legislar.
Los próximos ocupantes de San Lázaro tendrán que esforzarse por dos motivos: uno, para buscar reelegirse, y otro, por la entrada en vigor del Sistema de Evaluación de Diputados, el cual consistirá en un análisis de su labor legislativa y que será presentado al final de cada periodo de sesiones.
Debido a que los legisladores de la Cámara baja que comiencen su trabajo en septiembre tendrán la oportunidad de reelegirse hasta por cuatro periodos consecutivos, también serán examinados y con ello la ciudadanía podrá tomar una determinación de si mantenerlos más tiempo en una curul o sustituirlos.
El Sistema de Evaluación de los diputados entró en vigor el 9 de mayo. Y durante las funciones de la legislatura entrante deberá analizar el ejercicio de las tareas de los 500 diputados que fueron elegidos por mayoría relativa en las urnas el 1 de julio pasado o por representación proporcional -también llamados plurinominales.
La evaluación de los diputados a través de dicho sistema consistirá en difundir de manera permanente en el sitio electrónico de la Cámara de Diputados las conclusiones de las valoraciones que serán actualizadas al término de cada periodo de sesiones.
Para su funcionamiento, el Sistema de Evaluación de Diputados contará con un consejo coordinador el cual estará integrado hasta por cinco representantes de la sociedad civil, cinco representantes de organizaciones del sector productivo, un representante de cada grupo parlamentario, uno por parte de los congresistas independientes y el titular de la Unidad de Transparencia de la Cámara baja, entre otros funcionarios.
El consejo coordinador estará presidido por el Presidente de la Mesa Directiva y sus demás integrantes serán definidos por la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Las personas y organizaciones que han calificado el desempeño de los diputados se han basado en el número de iniciativas presentadas o en las asistencias al Palacio Legislativo de San Lázaro, no obstante, esto es un análisis meramente cuantitativo que no mide objetivamente la calidad del trabajo realizado por cada legislador.
“A los diputados se les evalúa por cuántas iniciativas presentaron, cuántas veces fueron a la Cámara, cuántas veces llegaron temprano, cuántas veces se quedaron dormidos; eso es un examen solamente cuantitativo (…) Este último periodo hubo más de 6 mil iniciativas, por lo tanto, si se valorara el trabajo a partir de esa cifra, posiblemente seríamos la número uno en el mundo”.
El otro dictamen, con fecha de publicación en la gaceta del día 7 de marzo de 2017, tuvo el objetivo de reformar el artículo 8 de la Ley del Imjuve, para agregar en la junta directiva del mismo instituto al Secretario de Cultura.
Haciendo un análisis de los recursos ejercidos por la Comisión de Juventud, cada dictamen resultó en un costo para el erario de 699 mil 424 pesos. Dicha comisión es presidida por la diputada del PAN, Karla Karina Osuna Carranco.
Otra comisión que ejerció una gran cantidad de recursos pero que no fueron reflejados en la elaboración de dictámenes fue la de Población.
La Comisión de Población hizo uso de un millón 364 mil 380 pesos y en la gaceta sólo fueron publicados tres dictámenes, de los cuáles sólo uno de ellos se convirtió en ley y fue publicado en el Diario Oficial de la Federación; los dos restantes fueron turnados al Senado
En la página de la Cámara de Diputados, en el portal de la Comisión de Población, se informa de 13 reuniones ordinarias, este grupo de trabajo fue presidido por el priista Adolfo Mota Hernández.
Las comisiones de Desarrollo Rural y de Pesca también figuran entre las que más gastaron entre el 2016 y marzo de 2018.
La Comisión de Desarrollo Rural utilizó para sus tareas un millón 233 mil pesos; en la gaceta parlamentaria se encontraron sólo tres dictámenes. Por su parte, la Comisión de Pesca hizo uso de un millón 387 mil pesos con sólo cinco dictámenes publicados.
Para el politólogo y académico de la UNAM, Ulises Corona, el trabajo legislativo en México resulta muy caro debido a los pocos resultados que entrega.
“Hay comisiones ordinarias que tienen amplio presupuesto y tienen pocos dictámenes o ni siquiera se reúnen, tenemos un costo legislativo muy alto. Las pocas iniciativas que se llegan a aprobar son leyes muy caras, y la mayoría de las veces poco efectivas. Es decir, hay un trabajo ineficiente muy caro”, señala Ulises Corona.
Entre el 2016 y marzo de 2018, el monto total ejercido por las 142 comisiones de la Cámara de Diputados fue de 66 millones 447 mil pesos.
Del total de comisiones, 69 fueron de carácter especial, que significa que fueron creadas con el propósito de atender situaciones específicas, como la Comisión Especial para Impulsar la Agroindustria de la Palma de Coco y Productos Derivados; o la Comisión Especial para dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los hechos ocurridos en iguala, Guerrero a alumnos de la escuela normal rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”.
“La explicación es que la creación de comisiones se volvió una repartición de carteras. Me gustó mucho el término que le dio la consultora Integralia, que le llama “clientelismo legislativo”, comenta Alvarado.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017 (ENCIG), elaborada por el Inegi, el 74 por ciento de la sociedad mexicana no tiene o tiene poca confianza en los diputados y senadores; es decir, tres de cada cuatro mexicanos.
El diputado Edgar Romo, considera que la premisa de la creación del nuevo esquema que plantea el Sistema de Evaluación de Diputados es que la sociedad esté más informada sobre las tareas que se realizan en San Lázaro.
“La primera premisa es reunir otra vez a la sociedad con el Poder Legislativo y poderle transmitir, no mediante spots ni comerciales, sino en números reales, lo que hoy la Cámara de Diputados realiza día a día. (…) hay que transmitir con objetividad la realidad de la Cámara y esta realidad se traduce en resultados que muchas veces están a la vista de la gente de manera negativa”, explica Romo.
La desconfianza de los mexicanos hacia sus representantes es muy evidente, debido a que los partidos políticos son las instituciones que más provocaron desconfianza con un 80 por ciento entre la población. Los diputados y senadores son los segundos, mismos que están respaldados por los mismos partidos.
La reelección consecutiva fue aprobada de manera escalonada en los congresos locales de todas las entidades del país y en la LXIV Legislatura, los diputados y senadores podrán ser reelectos en su cargo hasta por 12 años.
Uno de los argumentos de esta reforma fue que los congresistas tuvieran más tiempo para dar continuidad a sus proyectos legislativos y así entreguen mejores resultados a la ciudadanía.
“En el momento en que se tenga la presión de que la próxima Legislatura que va a tener el derecho de la reelección va a ser evaluada, el ciudadano va a contar ya con un instrumento para poder decidir de manera objetiva si le da su voto de confianza para reelegirlo o no. En esa medida los protocolos parlamentarios van a ir cambiando por el mismo esfuerzo individual de cada diputado de poder estar ‘ranqueado’ en un mejor lugar en la Cámara”, comenta el diputado Edgar Romo, con respecto a la implementación del Sistema de Evaluación.
El tema de la reelección será exitoso en cuanto a la continuidad de proyectos legislativos siempre y cuando no generen cotos de poder, expresa Ulises Corona, quien resalta que en los tres años siguientes se debe hacer un examen minucioso de las tareas que realicen los diputados.
Los próximos ocupantes de San Lázaro tendrán que esforzarse por dos motivos: uno, para buscar reelegirse, y otro, por la entrada en vigor del Sistema de Evaluación de Diputados, el cual consistirá en un análisis de su labor legislativa y que será presentado al final de cada periodo de sesiones.
Debido a que los legisladores de la Cámara baja que comiencen su trabajo en septiembre tendrán la oportunidad de reelegirse hasta por cuatro periodos consecutivos, también serán examinados y con ello la ciudadanía podrá tomar una determinación de si mantenerlos más tiempo en una curul o sustituirlos.
El Sistema de Evaluación de los diputados entró en vigor el 9 de mayo. Y durante las funciones de la legislatura entrante deberá analizar el ejercicio de las tareas de los 500 diputados que fueron elegidos por mayoría relativa en las urnas el 1 de julio pasado o por representación proporcional -también llamados plurinominales.
La evaluación de los diputados a través de dicho sistema consistirá en difundir de manera permanente en el sitio electrónico de la Cámara de Diputados las conclusiones de las valoraciones que serán actualizadas al término de cada periodo de sesiones.
Para su funcionamiento, el Sistema de Evaluación de Diputados contará con un consejo coordinador el cual estará integrado hasta por cinco representantes de la sociedad civil, cinco representantes de organizaciones del sector productivo, un representante de cada grupo parlamentario, uno por parte de los congresistas independientes y el titular de la Unidad de Transparencia de la Cámara baja, entre otros funcionarios.
El consejo coordinador estará presidido por el Presidente de la Mesa Directiva y sus demás integrantes serán definidos por la Junta de Coordinación Política (Jucopo).
Evaluaciones, ¿equivocadas?
Tanto el diputado del PRI, Edgar Romo, impulsor del Sistema de Evaluación, así como el politólogo de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Ricardo Alvarado, coinciden en que anteriormente a los diputados se les ha evaluado de una manera equivocada.Quienes han calificado el desempeño de los diputados se han basado en el número de iniciativas presentadas o en las asistencias, sin embargo, esto es un análisis meramente cuantitativo que no mide objetivamente la calidad del trabajo realizado por cada legisladorAmbos afirman que siempre se ha medido el desempeño de los diputados en cuántas iniciativas presentan y cuántas de ellas se aprueban; sin embargo, aseguran que el análisis debe ir más allá de lo cuantitativo y examinar lo cualitativo.
“Como politólogo no estoy conforme con este análisis de productividad legislativa. Porque productividad legislativa es examinar iniciativas presentadas. Pero también se debe discutir cuántas de esas iniciativas fueron aprobadas”“No estoy muy seguro si ese es el mecanismo para medir a las Cámaras, yo preguntaría, ¿una Cámara que hace muchas reformas es buena, y una cámara que no las hace es mala? Y yo no estoy muy seguro de que las respuestas sean sí y no”, explica el experto de MCCI.
- Ricardo Alvarado
Politólogo de MCCI
Las personas y organizaciones que han calificado el desempeño de los diputados se han basado en el número de iniciativas presentadas o en las asistencias al Palacio Legislativo de San Lázaro, no obstante, esto es un análisis meramente cuantitativo que no mide objetivamente la calidad del trabajo realizado por cada legislador.
“A los diputados se les evalúa por cuántas iniciativas presentaron, cuántas veces fueron a la Cámara, cuántas veces llegaron temprano, cuántas veces se quedaron dormidos; eso es un examen solamente cuantitativo (…) Este último periodo hubo más de 6 mil iniciativas, por lo tanto, si se valorara el trabajo a partir de esa cifra, posiblemente seríamos la número uno en el mundo”.
El trabajo que realizan los legisladores también debe ser calificado desde el punto de vista cualitativo, de lo contrario el análisis sería incompleto“Pero tampoco es congruente que valoremos a los diputados por el número de iniciativas que presentan. En ese sentido, este Sistema (de Evaluación) lo que pretende aportar son aquellos elementos cualitativos también, que permitan a la ciudadanía conocer el interior de la Cámara de Diputados, pero sin perder la objetividad; es decir, una valoración objetiva de elementos cualitativos”, señala Romo, quien funge como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja actualmente.
Comisiones Ineficientes
La tabla muestra las comisiones de la Cámara de Diputados que más dinero reciben y que menos trabajo realizan.Comisiones: gastan mucho, legislan poco
Mediante solicitudes de información vía plataforma de transparencia, Reporte Indigo tuvo acceso al monto que las comisiones de la Cámara de Diputados ejercieron para discutir las iniciativas y emitir sus dictámenes.Una de las comisiones más caras para el erario y que menos resultados ofreció fue la Comisión de Juventud, a la cual se le otorgaron un millón 398 mil 848 pesos para la realización de sus funciones entre el año 2016 y marzo del 2018La Comisión de Juventud se reunió en 14 ocasiones y en la gaceta parlamentaria solamente se encuentran publicados dos dictámenes. Uno de ellos, del 29 de noviembre de 2016, consistió en la modificación del artículo primero de la Ley del Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), la cual tuvo el propósito de que en vez de que dijera que su domicilio estaba ubicado en el Distrito Federal, se actualizara por Ciudad de México luego de la reforma constitucional para que la capital fuese considera una entidad más de la República Mexicana.
El otro dictamen, con fecha de publicación en la gaceta del día 7 de marzo de 2017, tuvo el objetivo de reformar el artículo 8 de la Ley del Imjuve, para agregar en la junta directiva del mismo instituto al Secretario de Cultura.
Haciendo un análisis de los recursos ejercidos por la Comisión de Juventud, cada dictamen resultó en un costo para el erario de 699 mil 424 pesos. Dicha comisión es presidida por la diputada del PAN, Karla Karina Osuna Carranco.
Otra comisión que ejerció una gran cantidad de recursos pero que no fueron reflejados en la elaboración de dictámenes fue la de Población.
La Comisión de Población hizo uso de un millón 364 mil 380 pesos y en la gaceta sólo fueron publicados tres dictámenes, de los cuáles sólo uno de ellos se convirtió en ley y fue publicado en el Diario Oficial de la Federación; los dos restantes fueron turnados al Senado
En la página de la Cámara de Diputados, en el portal de la Comisión de Población, se informa de 13 reuniones ordinarias, este grupo de trabajo fue presidido por el priista Adolfo Mota Hernández.
Las comisiones de Desarrollo Rural y de Pesca también figuran entre las que más gastaron entre el 2016 y marzo de 2018.
La Comisión de Desarrollo Rural utilizó para sus tareas un millón 233 mil pesos; en la gaceta parlamentaria se encontraron sólo tres dictámenes. Por su parte, la Comisión de Pesca hizo uso de un millón 387 mil pesos con sólo cinco dictámenes publicados.
Para el politólogo y académico de la UNAM, Ulises Corona, el trabajo legislativo en México resulta muy caro debido a los pocos resultados que entrega.
“Hay comisiones ordinarias que tienen amplio presupuesto y tienen pocos dictámenes o ni siquiera se reúnen, tenemos un costo legislativo muy alto. Las pocas iniciativas que se llegan a aprobar son leyes muy caras, y la mayoría de las veces poco efectivas. Es decir, hay un trabajo ineficiente muy caro”, señala Ulises Corona.
Entre el 2016 y marzo de 2018, el monto total ejercido por las 142 comisiones de la Cámara de Diputados fue de 66 millones 447 mil pesos.
Del total de comisiones, 69 fueron de carácter especial, que significa que fueron creadas con el propósito de atender situaciones específicas, como la Comisión Especial para Impulsar la Agroindustria de la Palma de Coco y Productos Derivados; o la Comisión Especial para dar seguimiento a las investigaciones relacionadas con los hechos ocurridos en iguala, Guerrero a alumnos de la escuela normal rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”.
Las comisiones de la Cámara de Diputados encargadas de discutir las iniciativas y emitir dictámenes reciben cientos de miles de pesos para llevar a cabo su labor, sin embargo, muchas de estas no cumplen con sus responsabilidades o lo hacen mediocrementeDel listado de 142 comisiones en la Cámara baja, Ricardo Alvarado de MCCI asegura que muchas de ellas, sobre todo las comisiones especiales, responden a una repartición de carteras de estos grupos de trabajo.
“La explicación es que la creación de comisiones se volvió una repartición de carteras. Me gustó mucho el término que le dio la consultora Integralia, que le llama “clientelismo legislativo”, comenta Alvarado.
Ciudadanos con desconfianza
Los órganos legislativos son de los que menos confianza generan en la sociedad mexicana. Su labor de formular nuevas leyes que se adapten a la realidad del país, con base en las necesidades que surgen con el paso del tiempo, no es bien vista por la ciudadanía.De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017 (ENCIG), elaborada por el Inegi, el 74 por ciento de la sociedad mexicana no tiene o tiene poca confianza en los diputados y senadores; es decir, tres de cada cuatro mexicanos.
La desconfianza, asegura Ulises Corona, tiene que ver con la percepción de que los legisladores trabajan poco y no se ve reflejada la labor que deben realizar“La gente supone que son servidores públicos que ganan mucho, que trabajan poco y que nada más levantan la mano o que se duermen en las sesiones. Lo que la gente no ve es que no solamente es el del pleno, el verdadero está en las comisiones legislativas y en el cabildeo que se debe hacer para que una ley llegue a buen puerto”, detalla el catedrático de la UNAM.
El diputado Edgar Romo, considera que la premisa de la creación del nuevo esquema que plantea el Sistema de Evaluación de Diputados es que la sociedad esté más informada sobre las tareas que se realizan en San Lázaro.
“La primera premisa es reunir otra vez a la sociedad con el Poder Legislativo y poderle transmitir, no mediante spots ni comerciales, sino en números reales, lo que hoy la Cámara de Diputados realiza día a día. (…) hay que transmitir con objetividad la realidad de la Cámara y esta realidad se traduce en resultados que muchas veces están a la vista de la gente de manera negativa”, explica Romo.
La desconfianza de los mexicanos hacia sus representantes es muy evidente, debido a que los partidos políticos son las instituciones que más provocaron desconfianza con un 80 por ciento entre la población. Los diputados y senadores son los segundos, mismos que están respaldados por los mismos partidos.
La falta de resultados visibles por parte de los congresistas ha provocado que los mexicanos pierdan la confianza tanto en los partidos políticos como en quienes los integranEl tercer lugar de las instituciones con mayor desconfianza lo ocupa el gobierno federal con un 72 por ciento; le sigue la policía con 69 por ciento y los gobiernos estatales con un 67 por ciento.
Dar resultados para reelegirse
Aprobada en la reforma político-electoral de 2014, la figura de la reelección volvió a las leyes mexicanas.La reelección consecutiva fue aprobada de manera escalonada en los congresos locales de todas las entidades del país y en la LXIV Legislatura, los diputados y senadores podrán ser reelectos en su cargo hasta por 12 años.
A partir del 1 de septiembre los legisladores que conformen el Congreso de la Unión tendrán la oportunidad de reelegirse, por lo tanto, si quieren permanecer por un periodo hasta de 12 años en el cargo, tendrán que demostrar que están cumpliendo con sus obligacionesEsto significa que los diputados podrían participar en cuatro gestiones consecutivas (que son de tres años) y los senadores en dos (que son de seis años).
Uno de los argumentos de esta reforma fue que los congresistas tuvieran más tiempo para dar continuidad a sus proyectos legislativos y así entreguen mejores resultados a la ciudadanía.
“En el momento en que se tenga la presión de que la próxima Legislatura que va a tener el derecho de la reelección va a ser evaluada, el ciudadano va a contar ya con un instrumento para poder decidir de manera objetiva si le da su voto de confianza para reelegirlo o no. En esa medida los protocolos parlamentarios van a ir cambiando por el mismo esfuerzo individual de cada diputado de poder estar ‘ranqueado’ en un mejor lugar en la Cámara”, comenta el diputado Edgar Romo, con respecto a la implementación del Sistema de Evaluación.
El tema de la reelección será exitoso en cuanto a la continuidad de proyectos legislativos siempre y cuando no generen cotos de poder, expresa Ulises Corona, quien resalta que en los tres años siguientes se debe hacer un examen minucioso de las tareas que realicen los diputados.
La figura de la reelección en México entró en vigor una vez más después de la reforma políticoelectoral de 2014“El mejor diputado no es el que presenta más, ni el que se suma a más iniciativas. Por eso es importante este proceso de evaluación, porque permitirá ver la relación legislador-distrito electoral. En esos tres años se evaluará su presencia, su trabajo y capacidad de respuesta”, concluye Corona.
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