Las empresas se unen para hacerse más fuertes. De cara a un
entorno corporativo cada vez más complejo, las organizaciones apuestan
por dejar de lado antiguas rivalidades para crear nuevos vínculos que
favorezcan su crecimiento.
Esta clase de operaciones son muy comunes en México, y aunque casi todas se realizan con un bajo perfil, existen otras que salen a la luz por los jugadores involucrados.
El caso más reciente fue la fusión entre Disney y Fox, que tras una serie de polémicas finalmente el regulador de telecomunicaciones dio luz verde a su concentración, aunque con varias condiciones de por medio.
Javier Núñez, consultor en competencia económica y regulación, comenta que se tiene la creencia de que esta clase de transacciones dan pie a la creación de monopolios ocasionando una distorsión en el mercado, pero esto no siempre ocurre así.
Aunque la cifra fue 12 por ciento menor a las transacciones reportadas un año antes, en términos generales, 2018 fue un buen periodo considerando la incertidumbre en el entorno de los negocios a nivel nacional, el cierre de las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las elecciones presidenciales.
En la lista de las M&A más relevantes del año pasado por su tamaño destacan la adquisición del Proyecto Solar Guajiro con una capacidad instalada estimada en 101.4 MW, en el municipio de Nopala de Villagrán, en el estado de Hidalgo.
El comprador fue la empresa chilena Atlas Renewable Energy y desembolsó mil 300 millones de dólares por el proyecto que tiene un contrato de venta de energía con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esta operación fue la más valiosa a nivel nacional en términos financieros.
Otra transacción representativa, pero de menor tamaño, fue la compra que realizó Walmart a la plataforma de entregas a domicilio sobre pedido Cornershop en septiembre por 225 millones de dólares.
Al mirar hacia el exterior, las empresas mexicanas realizaron 47 transacciones en el extranjero con un valor de cinco mil 53 millones durante el transcurso de 2018, cifra que representó un alza en volumen de 21 por ciento.
No obstante, en cuanto a valor experimentó un decremento de 42 por ciento en contraste con un año previo, debido a que las transacciones de 2017 fueron de gran tamaño.
Tan sólo dos M&A sumaron cuatro mil 800 millones, casi la misma cifra que todo el valor reportado en 2018. Arca adquirió Southwest Beverages y Grupo México adquirió Florida East Coast.
Por tal motivo, Javier Núñez, quien también es profesor titular en la Facultad de Economía en la UNAM, hace énfasis en el papel del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y de la Cofece como reguladores y la importancia de defender las atribuciones de estos organismos, con el objetivo de que se garantice la transparencia en los procesos de fusión en México.
“El mayor riesgo es que las autoridades tomen malas decisiones, como aprobar algo que sea anticompetitivo o evitar aprobar algo que no es dañino para el mercado. En ambos casos es malo para el consumidor porque paga más por un producto de menor calidad y a las empresas se les impide crecer de manera legítima”.
Todo comenzó en diciembre de 2016 cuando la empresa del ratón Mickey Mouse anunció su intención de comprar por 71 mil 300 millones de dólares a una de las industrias que distribuye más de 300 canales de entretenimiento, deportes, películas en 45 idiomas, y que además, con su cobertura, ha llegado a mil 725 millones de hogares en todo el mundo.
En occidente, Estados Unidos y Brasil aceptaron el proyecto siempre y cuando se vendieran los 22 canales deportivos de Fox, a fin de preservar la competencia del entretenimiento en ambos países.
El país más reciente en avalar la fusión Walt Disney-Fox fue México. A un mes de que la Cofece aprobara dicha operación, el IFT dio el visto bueno para que la industria de la animación proceda.
Sin embargo, y así como sucedió en los otros países, el IFT también puso obstáculos, pues la aprobación debe ser conforme a la Ley Federal de Competencia y sólo se realizará si la empresa acepta vender los canales y derechos de la programación de Fox Sports en territorio nacional.
Muchos canales de la competencia se podrían ver afectados ante el nuevo horizonte que trae consigo la fusión de estas industrias, ya que en promedio los suscriptores de TV de paga obtienen 73.4 por ciento de sus canales deportivos por medio de las señales que son propiedad de Disney (36.5 por ciento) y Fox (36.9 por ciento), de acuerdo con un informe de The Competitive Intelligence Unit (The CIU).
“Es una situación que definitivamente afectaría a los medios del entretenimiento en el país, las fusiones generan monopolios. No es lo mismo que un consumidor tenga una variedad de opciones para elegir a que de repente llegue una marca y se presente como la única”
Escobosa afirma que la fusión Disney-Fox afectará de manera mínima a las industrias mexicanas del entretenimiento, ya que el IFT con las condiciones de ley que le impuso asegura la justa competencia.
“Los consumidores tampoco tienen nada que temer en cuanto a este caso, pues a lo único que se podrían enfrentar es a la disminución de los contenidos que usualmente consumen”.
En el primer trimestre de 2018, la ganancia neta atribuible a las acciones de Disney aumentó a 2 mil 920 millones de dólares. Con la compra de algunas unidades de TV y cine de Twenty-First Century Fox, los ingresos totales aumentarán a 15 mil 230 millones de dólares, según los datos de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto se presentó una iniciativa de reforma a diversas disposiciones de la Constitución para mejorar las leyes existentes de libre concurrencia y competencia.
El objetivo de la Reforma en Materia de Competencia Económica estuvo enfocado en fortalecer al sistema para garantizar las condiciones en los mercados, así como eliminar las barreras que obstaculizaban su funcionamiento eficiente y que afectaban a los consumidores y a todas las empresas, particularmente a las pequeñas y a las medianas.
Sergio Chagoya, socio de Santamarina y Steta a cargo del área de fusiones y adquisiciones, explica que la mayor fortaleza de esta reforma es que planteó un control previo a que se realizara el acto de manera plena, esto quiere decir que las empresas no pueden concretar la operación antes de que los reguladores determinen si no existe un efecto contracompetitivo.
Las M&A se dividen en horizontales: las empresas son competidoras entre sí y pertenecen a la misma industria; en verticales: las empresas están situadas en distintas fases del ciclo completo de explotación de un producto; y conglomeradas: las empresas tienen actividades muy distintas entre sí.
Aunque la cifra es atractiva, aún se encuentra lejos de lo que el mercado brasileño recibirá a finales de este año: 46 mil 800 millones de dólares.
Especialistas consideran que el talón de Aquiles de México frente al gigante sudamericano es que de manera interna se necesita impulsar la diversificación de las industrias porque las transacciones están concentradas en sectores muy específicos.
Un análisis del proveedor de información financiera Capital IQ muestra que la industria minera lideró el total de fusiones durante el año pasado en México. Aproximadamente 32 ocurrieron dentro de este segmento, representando 14 por ciento del total.
En tanto que el sector industrial y el sector de consumo concentraron el mayor número de las fusiones y adquisiciones acumuladas de México en el extranjero.
Sergio Chagoya se muestra optimista sobre el potencial que tiene el mercado mexicano para los gigantes empresariales, sobre todo, porque los reguladores han demostrado que protegen y garantizar los derechos de los consumidores y de las organizaciones.
Esta clase de operaciones son muy comunes en México, y aunque casi todas se realizan con un bajo perfil, existen otras que salen a la luz por los jugadores involucrados.
El caso más reciente fue la fusión entre Disney y Fox, que tras una serie de polémicas finalmente el regulador de telecomunicaciones dio luz verde a su concentración, aunque con varias condiciones de por medio.
Javier Núñez, consultor en competencia económica y regulación, comenta que se tiene la creencia de que esta clase de transacciones dan pie a la creación de monopolios ocasionando una distorsión en el mercado, pero esto no siempre ocurre así.
“Las fusiones no son buenas ni malas porque se deben analizar caso por caso, las circunstancias que las rodean y el tipo de operación. Los ciudadanos, los empresarios y el gobierno deben acostumbrarse a que siempre habrá adquisiciones porque las compañías son muy dependientes de los mercados internacionales y los negocios cada vez son más globales”, dice el también excomisionado de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).Durante 2018, se registraron en México 212 fusiones y adquisiciones (conocidas en inglés como M&A) por un valor de 8 mil 644 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones de Capital IQ y Mergermarket.
Aunque la cifra fue 12 por ciento menor a las transacciones reportadas un año antes, en términos generales, 2018 fue un buen periodo considerando la incertidumbre en el entorno de los negocios a nivel nacional, el cierre de las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las elecciones presidenciales.
En la lista de las M&A más relevantes del año pasado por su tamaño destacan la adquisición del Proyecto Solar Guajiro con una capacidad instalada estimada en 101.4 MW, en el municipio de Nopala de Villagrán, en el estado de Hidalgo.
El comprador fue la empresa chilena Atlas Renewable Energy y desembolsó mil 300 millones de dólares por el proyecto que tiene un contrato de venta de energía con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esta operación fue la más valiosa a nivel nacional en términos financieros.
Otra transacción representativa, pero de menor tamaño, fue la compra que realizó Walmart a la plataforma de entregas a domicilio sobre pedido Cornershop en septiembre por 225 millones de dólares.
Al mirar hacia el exterior, las empresas mexicanas realizaron 47 transacciones en el extranjero con un valor de cinco mil 53 millones durante el transcurso de 2018, cifra que representó un alza en volumen de 21 por ciento.
No obstante, en cuanto a valor experimentó un decremento de 42 por ciento en contraste con un año previo, debido a que las transacciones de 2017 fueron de gran tamaño.
Tan sólo dos M&A sumaron cuatro mil 800 millones, casi la misma cifra que todo el valor reportado en 2018. Arca adquirió Southwest Beverages y Grupo México adquirió Florida East Coast.
Desde el punto de vista de las empresas, estas operaciones les permiten crecer de manera rápida en el mercado, acceder a nueva tecnología, fomentar buenas prácticas corporativas y mejorar su eficiencia, además de expandir su portafolio de productos hacia otros mercados internacionalesSin embargo, en algunos casos aislados, las fusiones de los gigantes mal ejecutadas reducen la competencia y provocan que los precios a los consumidores finales sean más altos.
Por tal motivo, Javier Núñez, quien también es profesor titular en la Facultad de Economía en la UNAM, hace énfasis en el papel del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y de la Cofece como reguladores y la importancia de defender las atribuciones de estos organismos, con el objetivo de que se garantice la transparencia en los procesos de fusión en México.
“El mayor riesgo es que las autoridades tomen malas decisiones, como aprobar algo que sea anticompetitivo o evitar aprobar algo que no es dañino para el mercado. En ambos casos es malo para el consumidor porque paga más por un producto de menor calidad y a las empresas se les impide crecer de manera legítima”.
Polémica fusión
The Walt Disney Company generó críticas en México previo a la adquisición de 21st Century Fox.Todo comenzó en diciembre de 2016 cuando la empresa del ratón Mickey Mouse anunció su intención de comprar por 71 mil 300 millones de dólares a una de las industrias que distribuye más de 300 canales de entretenimiento, deportes, películas en 45 idiomas, y que además, con su cobertura, ha llegado a mil 725 millones de hogares en todo el mundo.
El proceso que tuvo que pasar este gigante del entretenimiento para lograr fusionarse con la cadena Fox ha sido una batalla ganada de poco en pocoChina aprobó de manera incondicional la megafusión y la Comisión Europea (CE) dio luz verde pero con condiciones, ya que pidieron que los canales como History Channel, H2, Crime & Investigation y Blaze and Lifetime channels continuarán como parte de la competencia.
En occidente, Estados Unidos y Brasil aceptaron el proyecto siempre y cuando se vendieran los 22 canales deportivos de Fox, a fin de preservar la competencia del entretenimiento en ambos países.
El país más reciente en avalar la fusión Walt Disney-Fox fue México. A un mes de que la Cofece aprobara dicha operación, el IFT dio el visto bueno para que la industria de la animación proceda.
Sin embargo, y así como sucedió en los otros países, el IFT también puso obstáculos, pues la aprobación debe ser conforme a la Ley Federal de Competencia y sólo se realizará si la empresa acepta vender los canales y derechos de la programación de Fox Sports en territorio nacional.
Muchos canales de la competencia se podrían ver afectados ante el nuevo horizonte que trae consigo la fusión de estas industrias, ya que en promedio los suscriptores de TV de paga obtienen 73.4 por ciento de sus canales deportivos por medio de las señales que son propiedad de Disney (36.5 por ciento) y Fox (36.9 por ciento), de acuerdo con un informe de The Competitive Intelligence Unit (The CIU).
Es por eso que la Cofece y el IFT han dado un plazo de seis meses para que la compañía Disney se desprenda de Fox Sports, de no cumplir con los lineamientos que marca la ley, la empresa tendrá que vender todoMario Escobosa, presidente de la Comisión del Sector Empresarial del Colegio de Contadores Públicos de México, asegura que si Disney no vende a otros espacios Fox Sports, esta compañía de alguna manera estaría monopolizando el mercado del entretenimiento en México, pues la mayor parte de los contenidos deportivos los tienen estas cadenas.
“Es una situación que definitivamente afectaría a los medios del entretenimiento en el país, las fusiones generan monopolios. No es lo mismo que un consumidor tenga una variedad de opciones para elegir a que de repente llegue una marca y se presente como la única”
Escobosa afirma que la fusión Disney-Fox afectará de manera mínima a las industrias mexicanas del entretenimiento, ya que el IFT con las condiciones de ley que le impuso asegura la justa competencia.
“Los consumidores tampoco tienen nada que temer en cuanto a este caso, pues a lo único que se podrían enfrentar es a la disminución de los contenidos que usualmente consumen”.
En el primer trimestre de 2018, la ganancia neta atribuible a las acciones de Disney aumentó a 2 mil 920 millones de dólares. Con la compra de algunas unidades de TV y cine de Twenty-First Century Fox, los ingresos totales aumentarán a 15 mil 230 millones de dólares, según los datos de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
La adquisición de 21st Century Fox por parte de Disney generó muchas críticas ya que existía la posibilidad de que se creara un monopolio en la industria del entretenimiento debido a que acapararían el 73.4 por ciento de los canales deportivos de paga que consumen los suscriptoresCon su reciente compra, se sumarán al imperio de Disney el grupo de cable FX Networks, National Geographic, 300 canales internacionales, la participación de Fox en Hulu, así como las franquicias de los superhéroes de Marvel, Avatar y los Simpsons.
La mayor fortaleza
México cuenta con uno de los mejores marcos legales de competencia económica a nivel mundial. Los pilares de este sistema son la Cofece y el IFT, ambos facultados como órganos reguladores.Durante la administración del expresidente Enrique Peña Nieto se presentó una iniciativa de reforma a diversas disposiciones de la Constitución para mejorar las leyes existentes de libre concurrencia y competencia.
El objetivo de la Reforma en Materia de Competencia Económica estuvo enfocado en fortalecer al sistema para garantizar las condiciones en los mercados, así como eliminar las barreras que obstaculizaban su funcionamiento eficiente y que afectaban a los consumidores y a todas las empresas, particularmente a las pequeñas y a las medianas.
Sergio Chagoya, socio de Santamarina y Steta a cargo del área de fusiones y adquisiciones, explica que la mayor fortaleza de esta reforma es que planteó un control previo a que se realizara el acto de manera plena, esto quiere decir que las empresas no pueden concretar la operación antes de que los reguladores determinen si no existe un efecto contracompetitivo.
“La legislación mexicana en materia de competencia económica es una de las más avanzadas en todo el mundo, gracias a que se han puesto en práctica las mejores recomendaciones internacionales, también cuenta con un grado de autonomía que le permite garantizar un proceso transparente”, detalla el especialista.
México, país atractivo
El mercado de fusiones y adquisiciones en México experimenta un firme avance. En América Latina, el territorio azteca se ubica como el segundo país favorito para realizar esta clase de operaciones, por debajo de Brasil.Las M&A se dividen en horizontales: las empresas son competidoras entre sí y pertenecen a la misma industria; en verticales: las empresas están situadas en distintas fases del ciclo completo de explotación de un producto; y conglomeradas: las empresas tienen actividades muy distintas entre sí.
Gracias a que se han puesto en práctica las mejores recomendaciones internacionales de competencia económica, México cuenta con una de las legislaciones más avanzadas a nivel mundial en esta materiaEl apetito por crear nuevos gigantes corporativos provocará que este año se perciban 14 mil 400 millones de dólares en M&A, según estimaciones de Baker McKenzie, con lo que casi se duplicará el monto obtenido al cierre de 2018.
Aunque la cifra es atractiva, aún se encuentra lejos de lo que el mercado brasileño recibirá a finales de este año: 46 mil 800 millones de dólares.
Especialistas consideran que el talón de Aquiles de México frente al gigante sudamericano es que de manera interna se necesita impulsar la diversificación de las industrias porque las transacciones están concentradas en sectores muy específicos.
Un análisis del proveedor de información financiera Capital IQ muestra que la industria minera lideró el total de fusiones durante el año pasado en México. Aproximadamente 32 ocurrieron dentro de este segmento, representando 14 por ciento del total.
En tanto que el sector industrial y el sector de consumo concentraron el mayor número de las fusiones y adquisiciones acumuladas de México en el extranjero.
Sergio Chagoya se muestra optimista sobre el potencial que tiene el mercado mexicano para los gigantes empresariales, sobre todo, porque los reguladores han demostrado que protegen y garantizar los derechos de los consumidores y de las organizaciones.
“Que el número de fusiones y adquisiciones vaya al alza es bueno porque manda señales positivas para la economía de que los empresarios están activos y se están moviendo. La expectativa para México es muy favorable porque los mecanismos legales de competencia hacen más ágiles los procesos para fusiones de montos importantes”
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