Trump, Putin y la Guerra Fría 2.0
La
irrupción mediática de Edward Snowden, ex-técnico de Booz Allen,
sub-contrata de la CIA, confesando ser el autor material de las
filtraciones a The New York Times y The Guardian sobre el programa PRISM
(espionaje de las telecomunicaciones a cargo de la Agencia Nacional de
Seguridad (NSA), habría desatado todas las alarmas en la CIA ante el
peligro evidente de destapar los secretos inconfesables de los sótanos
secretos del establishment. Putin habría jugado con maestría sus bazas y
tras conceder a Snowden el asilo temporal, apareció ante el Mundo como
adalid de la defensa de los Derechos Humano, aunque consciente de la
nueva dinámica acción-reacción propia de escenarios de Guerra Fría en la
que verán envueltas las relaciones ruso-estadounidenses a partir de
este momento (Guerra Fría 2.0).
La Guerra Híbrida
La nueva doctrina geoestratégica conocida como
“Guerra Híbrida” sería atribuible al Jefe de Estado Mayor de las FF.AA.
Rusas, Valery Gerasimov quien afirmó que “ cada vez es más frecuente que
se dé prioridad a un uso conjunto de medidas de carácter no militar,
políticas, económicas, informativas y de otro tipo que estarían
sustentadas en la fuerza militar. Son los llamados métodos híbridos”,
concepto que se habría puesto en práctica por primera vez con ocasión de
las recientes Elecciones Presidenciales en EE.UU. Así, en la web de
investigación “Mother Jones” apareció una versión reducida del informe
de los servicios de inteligencia de EEUU en el que acusaban directamente
al Gobierno de Putin de estar detrás de “supuestos ataques cibernéticos
de hackers rusos para desequilibrar la campaña electoral de Hilary
Clinton e inclinar la balanza a favor del supuesto “submarino ruso,
Donald Trump”.
Nueva Carrera armamentista
Putin estableció como prioridad tras su primer
nombramiento como Presidente en el año 2000, la Modernización de las
Fuerzas Armadas, Infraestructuras de Transporte y Energéticas y el
Desarrollo de Nuevas Tecnologías,(aeroespacial; robótica; bio-medicina;
bio-combustibles y nano-tecnología) aprovechando la exuberante liquidez
proporcionada por los ingresos del petróleo. Así, Moscú tiene
presupuestado más de 550.000 millones $ para el próximo quinquenio (el
25% para arsenal nuclear), destacando el nuevo caza de quinta generación
Sukhoi T 50, el nuevo misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat
(Satán II) (“el asesino del escudo antimisiles de EEUU”) junto con lo
más avanzado en tecnología de interceptación de aeronaves, (sistema de
misiles antiaéreo S-500) con el objetivo confeso de equipararse a EEUU
como superpotencia mundial en el horizonte del 2020.
Por su parte, EEUU tendría planificado un programa
nuclear con una duración de treinta años y un coste de un Billón $ así
como un sistema diseñado para detectar misiles de crucero en territorio
estadounidense (JLENS), carrera armamentística que por mimetismo se
extenderá al espacio geográfico que se extiende desde Israel hasta Corea
del Norte (incluyendo a países como Irán, Paquistán, India y China),
quedando América Latina y el Caribe libres de armas nucleares tras la
firma del Tratado de Tlatelolco (1.967) a pesar del riesgo potencial de
la presencia de submarinos nucleares británicos en las Malvinas.
Asimismo, Putin habría restaurado la Doctrina Brézhnev (también llamada
doctrina de la soberanía limitada), doctrina que instauró que “Rusia
tiene derecho a intervenir (incluso militarmente) en asuntos internos de
los países de su área de influencia” y conjugando hábilmente la ayuda a
minorías étnicas rusas oprimidas (Crimea, Ossetia. Akjasia) ,el
chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención
militar quirúrgica, la desestabilización de gobiernos vecinos “non
gratos” y el ahogamiento de la oposición política interna, procederá a
situar bajo su órbita a la mayoría de los países desgajados de la
extinta URSS integrados en la futura Unión Euro-Asiática.
Conferencia de Ginebra y partición de Siria y Ucrania
La nueva geopolítica rusa en Oriente Próximo
pasaría pues por un decidido apoyo al régimen sirio de Al-Assad y a Irán
con el objetivo de fijar su posición como colaborador ineludible en la
búsqueda de un acuerdo global para todo el Oriente PROME y consciente de
que jugaba con ventaja ante la incapacidad de EE UU y sus aliados
europeos de marcar la iniciativa en los conflictos de Oriente Medio y
Próximo (Egipto, Siria, Palestina e Irán), Putin aprovechó la gran
oportunidad que se le presentó de recuperar la influencia internacional
que Rusia había perdido en los últimos años. Así, la jugada maestra de
Putin convenciendo a Assad para que entregue todo su arsenal de armas
químicas y el escaso apoyo internacional recibido por Obama para iniciar
su operación militar contra Siria, forzará a las partes implicadas a
una nueva Conferencia de Ginebra que levantará acta de la división “de
facto” de Siria en tres partes ( rememorando la Guerra de Laos y los
Acuerdos de Ginebra de 1.954 con Jruschov).
Así, tendremos la Siria alawita, protectorado ruso
que abarcaría desde la costa mediterránea hasta Alepo, el Kurdistán
sirio tutelado por EEUU y la zona sunita del sur sirio que se englobaría
en el nuevo Sunistán sirio-iraquí. con lo que la crisis siria se
limitaría de momento a una puesta en escena en la que los actores
participantes usarán el escenario sirio como banco de pruebas para un
posterior conflicto a gran escala que englobará a Israel y Egipto y que
podría reeditar la Guerra de los Seis Días en el horizonte del próximo
quinquenio. Como contrapartida, asistiremos a la división de Ucrania en
dos mitades casi simétricas y separadas por el meridiano 32 Este,
quedando el Sur y Este del país (incluida Crimea) bajo la órbita rusa
mientras el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán tras la estela
de la UE.
¿Escisión en la OTAN?
En la última cumbre de la NATO realizada en
Bruselas que contó con la presencia de Donald Trump, se analizó el
“refuerzo del flanco oriental de la OTAN” y el despliegue de “unidades
de intervención rápida” ( Speardhead Force) en Polonia, Países Bálticos,
Rumania, Bulgaria y Países Bálticos así como la asunción por la OTAN de
la nueva doctrina ‘Smart Defense” (Defensa Inteligente): Dicho concepto
operativo implicará la cesión parcial de la soberanía de los países
miembros a la coordinación de defensa con la OTAN y del incremento de
las partidas de gasto de los países europeo, .pues la aportación
económica de dichos países europeos sería de un exiguo 2% del PIB
nacional, quedando el grueso de la financiación en manos de EEUU.(el 70%
de cerca del Billón $ del total del presupuesto). Ello significará el
retorno a la Doctrina de la Contención (Doctrina Truman), cuyas bases
fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo “Las fuentes del
comportamiento soviético “ publicado en la revista Foreign Affairs en
1.947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita “ el poder
soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la
lógica de la fuerza”.
Por otra parte, aparcado de momento la quinta fase
del despliegue del Euro DAMN, asistimos a unas sorprendentes
declaraciones del ministro británico de Exteriores, Philip Hammond
recogidas por el diario “The Telegrah” en las que afirma que “Londres
podría acoger misiles nucleares estadounidenses en suelo británico en
medio de las tensiones con Rusia”, lo que podría entenderse como el
retorno a una carrera armamentista como la mantenida durante la Guerra
Fría con la URSS ( reviviendo el proyecto Partnership entre los EE.UU y
Europa para proveer al Reino Unido de misiles Polaris de julio de 1962) y
teniendo como efecto colateral una posible escisión en el seno de la
OTAN. Así, podríamos asistir a la escisión y finiquito de la actual OTAN
de la que surgirá una nueva estructura militar que estaría integrada
por EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Países Bálticos, Polonia, Hungría,
Bulgaria, Eslovaquia, República Checa, Rumania, España, Italia,
Portugal, Malta, Chipre, Grecia y Turquía con el objetivo inequívoco de
ser bloque de contención de los “ideales expansionistas de Putin”. De
otro lado, asistiremos al robustecimiento del Eje Berlín-París, liderado
por Francia y Alemania que se plasmará en la Agencia Europea de Defensa
y que tendrá gravitando en su órbita de influencia a los países de su
área de influencia primigenia (Holanda, Dinamarca, Noruega, Bélgica,
Luxemburgo y Austria), fruto de la reafirmación de las soberanías
nacionales francesa y alemana como estrategia defensiva ante la deriva
del otrora “socio americano”, (reviviendo el Tratado del Elíseo entre De
Gaulle y Adenauer (1.963).
¿Nueva Guerra en Oriente Medio?
El Plan Biden-Gelb, aprobado por el Senado de EEUU
en el 2007 y rechazado por Condolezza Rice, Secretaria de Estado con
George W. Bush, preveía la instauración en Irak de un sistema federal
con el fin de evitar el colapso en el país tras la retirada de las
tropas estadounidenses y proponía separar Irak en entidades kurdas,
chiíes y sunitas, bajo un gobierno federal en Bagdad encargado del
cuidado de las fronteras y de la administración de los ingresos por el
petróleo. Así, asistiremos a la aparición del Kurdistán Libre presidido
por Masoud Barzani con capital en Kirkust y que incluiría zonas
anexionadas aprovechando el vacío de poder dejado por el Ejército iraquí
como Sinkar o Rabia en la provincia de Ninive, Kirkuk y Diyala así como
todas las ciudades de etnia kurda de Siria (excepto Hasaka y Qamishli)
ocupadas por la insurgencia kurda del BDP.
El nuevo Kurdistán contará con las bendiciones de
EEUU y dispondrá de autonomía financiera al poseer el 20% de las
explotaciones del total del crudo iraquí con la “conditio sine qua non”
de abastecer a Turquía, Israel y Europa Oriental del petróleo kurdo a
través del oleoducto de Kirkust que desemboca en el puerto turco de
Ceyhan . De otra parte, el Sunistán con capital en Mosul y que abarcaría
las ciudades suníes de Ramadi, Faluya, Mosul, Tal Afar y Baquba (
triángulo suní), con fuertes conexiones con Arabia Saudí y Emiratos
Árabes y que derivará posteriormente hacia un radical movimiento
panislamista que utilizará el arma del petróleo para estrangular las
economías occidentales en el horizonte del próximo quinquenio.
Finalmente, como tercera pata del trípode, tendríamos al Irak chíi con
capital en Bagdad que ejercerá de contrapeso al wahabismo saudí y que
gravitará en la órbita de influencia de Irán, lo que convertirá a Irán
en gran potencia regional en clara pugna con Arabia Saudí e Israel.
Sin embargo, tras la aprobación por el Congreso y
Senado de EEUU de una declaración preparada por el senador republicano
Lindsey Graham y el democráta Robert Menéndez que señala con rotundidad
que “si Israel se ve obligado a defenderse y emprender una acción
(contra Irán), EEUU estará a su lado para apoyarlo de forma militar y
diplomáticamente”, asistiremos al aumento de la presión del lobby
pro-israelí de EEUU ( AIPAC) para proceder a la desestabilización de
Irán por métodos expeditivos . Dicha guerra será un nuevo episodio local
que se enmarcaría en el retorno al endemismo recurrente de la Guerra
Fría EEUU-Rusia e involucrará a ambas superpotencias teniendo como
colabores necesarios a las potencias regionales (Israel, Egipto, Arabia
Saudí e Irán), abarcando el espacio geográfico que se extiende desde el
arco mediterráneo (Libia , Siria y Líbano) hasta Yemen y Somalia y
teniendo a Irak como epicentro ( rememorando la Guerra de Vietnam con
Lindon B. Johnson (1963-1.969).
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